Casi todas las historias dicen que los últimos Taínos de la isla Hispaniola eran los que se rebelaron con el Cacique Enriquillo en los años del 1519 hasta el 1534. Con el primer trato escrito entre los indios y una corona de Europa, Enriquillo y su gente recibieron su propio pueblo, Boyá, — un pueblo que, unos años más tarde, un grupo de africanos rebeldes le quemó, matando a todos los residentes que no huían a las partes periferias de la isla, a los desiertos y a las montañas.
Algunos documentos legales de la época testifican que un gran número de Taínos huía de los españoles. Algunos de los cimarrones se fueron a otras islas o a tierra firme. Otros se escondían en las montañas y desiertos de la isla hispaniola – preferían dejar detrás sus valles fértiles y vivir libre en tierras menos hospitalarias. Para mediado del siglo XVI, la mayoría de los españoles se habían mudado a Santo Domingo y sus alrededores. En 1555, una patrulla española descubrió cuatro pueblos “llenos de indios que nadie sabía” –un pueblo cerca de Puerto Plata, otro, muy cerca, en la costa del Mar Atlántico, uno en la península de Samaná, y uno al noroeste de la isla, en el Cabo San Nicolás. Es evidente que, después de unos cincuentas años, los indios cimarrones habían decidido regresar a las costas y valles fértiles del norte porque los españoles las dejaron.
Ha llegado la hora enterrar la creencia equivocada de que todos los Taínos se murieron.
El mito de la superioridad de todo lo que es español tiene su fundamento en una historia muy torcida entre los últimos 500 años, los años de la conquista y la ascendencia de los europeos a la cima del escenario mundial de la economía. La historia se torció porque los mismos historiadores eran los conquistadores europeos, y ellos confundieron una superioridad económica con una superioridad social y cultural.
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La sobrevivencia de la cultura Taína en la República Dominicana
Históricamente, la identidad nacional de la Republica Dominicana ha sido basada en los relatos del Colonialismo Español acerca de la extinción de la gente indígena y en las ideologías del progreso y la civilización que están ubicadas dentro de la visión de la Hispanidad. Así que los dominicanos están desconectados de sus antepasados y de su herencia cultural indígena.
Esta herencia, junto a las pruebas históricas de la sobre vivencia Taína comprueban que la historia de la extinción Taína nunca ha sido verdadera.
En un sentido, la colonización española estaba victoriosa: declaraban que los Taínos estaban extintos y surgió una ideología nacionalista hispana que ha dominado discusiones de la identidad del país. Pero, con una reexaminación mas enfocada en la persistencia de formas culturales con orígenes Taínos, vimos su fortaleza. Las raíces de la cultura tradicional Dominicana son verdaderamente Taínas. Los Dominicanos quienes reflexionan sobre la extinción de los Taínos que aprenden en las escuelas y en la cultura nacionalista, entienden que es un cuento parcial de su identidad.
El profesor Dominicano Antonio de Moya escribió que “El genocidio Taíno es la gran mentira de nuestra historia… los Taínos dominicanos siguen viviendo 500 años después del contacto europeo”.
Dr. Pedro J. Ferbel./www.Kacike.org
Publicado por Leonel De Jesus
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