La protesta social en Chile en segundo tiempo Justo cuando se cumple un año del estallido del movimiento estudiantil en Chile, los jóvenes vuelven a las calles en un segundo tiempo de la lucha por el derecho a la educación.
En la última semana, miles de estudiantes volvieron a ratificar en la emblemática Alameda capitalina y en las principales ciudades de Chile el rechazo a la mercantilización de la enseñanza y la demanda de un sistema de educación pública y gratuita.
Convocada por la Coordinadora de Estudiantes Secundarios y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, tuvo lugar una primera jornada de protesta el pasado miércoles, 20 de junio.
Al día siguiente fue el turno de los alumnos de las universidades privadas, que se expresaron contra el lucro en la enseñanza y por mayores espacios de democratización al interior de las casas de estudio.
"En muchas instituciones, en el momento de matricularte te hacen firmar un contrato en donde aparece una cláusula de que no te puedes organizar", se quejó la portavoz de los alumnos de la Universidad Diego Portales, Fernanda Sandoval.
Están estrictamente prohibidas las organizaciones universitarias dentro de los diferentes espacios, señaló la líder estudiantil.
Asimismo la presidenta de la federación de estudiantes de la Universidad Santo Tomás, Carolina Jara, apuntó que "en las instituciones se está actuando de manera ilegal a través de la nula regulación por parte del Estado y donde el ministro de Educación (Harald Beyer) no ha sido capaz de dar respuestas y se ha dedicado a dar declaraciones bastantes desafortunadas...".
"En mi universidad se está lucrando, existe negocio de las inmobiliarias y las autoridades no se están haciendo cargo", recalcó.
La profundidad del lucro en la educación superior de Chile quedó en evidencia ante la opinión pública cuando en mayo de este año el rector de la Universidad de Viña del Mar, Raúl Urrutia, anunció su renuncia por graves irregularidades en el manejo de fondos.
En una carta que trascendió a la prensa, dijo que faltaba una cifra millonaria para pagar remuneraciones de trabajadores docentes, mientras paralelamente los controladores se pagaban considerables sumas a través de sociedades inmobiliarias relacionadas.
Para el analista chileno Manuel Luis Rodríguez, tal escándalo abrió una desagradable caja de Pandora que pocos querían descorrer.
No se trata solamente de operaciones ocasionales de traspaso y triangulación de recursos mediante fundaciones y sociedades inmobiliarias; en realidad es una práctica generalizada en muchas universidades, institutos, liceos y colegios privados, alertó el sociólogo.
Consideró además que lo más lamentable de todo es que la ley permite el lucro en la educación que reporta jugosas ganancias a los privados y deja a las instituciones de la enseñanza desprovistas de los recursos suficientes para "producir" una instrucción de calidad.
El contexto de las movilizaciones de las últimas horas estuvo marcado de hecho por las conclusiones de una comisión investigadora de la Cámara de Diputados que acusó a siete universidades y a un instituto profesional de efectuar maniobras para encubrir el lucro.
La Comisión detectó entre las violaciones más significativas: altos sueldos a ejecutivos sin límite legal aceptado tributariamente, exención al impuesto a la renta e incorporación de familiares al directorio de la universidad o alguna empresa relacionada.
También compra y ventas de universidades, bajo el control de grupos económicos y extranjeros, y aumento de los ingresos por concepto de subida de aranceles, sacrificio de calidad académica y especulación financiera.
Lo cierto es que la batalla contra el lucro acapara titulares en la prensa chilena y ha cobrado renovada magnitud.
Ante la envergadura de los hechos, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), rectora en 2011 del movimiento estudiantil, solicitó al Gobierno que detenga los subsidios a las universidades que lucran.
Su portavoz, Gabriel Boric, instó al Ejecutivo a cortar el subsidio estatal a los empresarios.
Tenemos ahora más motivo que nunca para movilizarnos, para seguir discutiendo y para salir a la calle, manifestó.
Boric pronosticó una nueva escalada de la lucha por otro modelo educacional y anunció una nueva jornada de protesta nacional para el día 28 de junio.
"Nos cansamos de esperar respuestas de un Gobierno que está permanentemente ignorando a los estudiantes", señaló el vocero de Confech.
"Los estudiantes de Chile nos cansamos y nos aburrimos de seguir viendo como hay empresarios delincuentes que se llenan los bolsillos y se hacen ricos a costa de nuestros sueños", remarcó el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.
Paralelamente, el fiscal nacional, Sabas Chauhán, anunció la designación de un fiscal preferente con el fin de investigar los eventuales delitos derivados del informe de la citada comisión de la Cámara Baja.
Al respecto, la carismática líder universitaria Camila Vallejo opinó que urge fiscalizar en el sistema de educación.
No puede ser que haya casos incluso que se asemejen a lavado de dinero en universidades privadas, esto tiene que fiscalizarse y sancionarse de manera urgente, enfatizó.
Chile debe movilizarse para poner fin al lucro en la enseñanza, regular el sistema privado y generar los mecanismos a fin de recuperar y fortalecer la educación pública, aseveró la actual vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.
Mientras, en las calles del país suramericano sigue expresándose un profundo malestar social.
A los jóvenes y estudiantes descontentos se suman los trabajadores que claman por mayores salarios, mejoramiento de las condiciones laborales y recuperación de los recursos naturales.
Por Tania Peña
Corresponsal de Prensa Latina en Chile.
arb/tpa
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