MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

lunes, 31 de marzo de 2014

Trata de dominicanas, problema pendiente de solución



Santo Domingo (PL) República Dominicana se mantiene como el país de América Central y el Caribe de mayor cantidad de personas víctimas de trata, según informes de organismos internacionales.
Un reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito precisa que las víctimas dominicanas de ese flagelo han sido repatriadas de al menos 18 países, principalmente de Europa y América.

De 2007 a 2010, las dominicanas representaron uno y tres por ciento de las mujeres afectadas por dicho problema en los continentes mencionados, respectivamente.

Al referirse a la actual situación, el procurador general, Francisco Domínguez, manifestó que este país no puede seguir permitiendo que sus mujeres sean ofrecidas al mejor postor.

Nuestras compatriotas no son parte de un paquete turístico, afirmó el titular del Ministerio Público y reflexionó sobre la necesidad de poner fin al fenómeno de marcada incidencia social negativa.

A juicio de Domínguez, resulta necesario que se terminen las impunidades y complicidades con redes internacionales empeñadas en engañar a las dominicanas a partir del ofrecimiento de falsos contratos de trabajo.

Mediante una promesa laboral y de mejores condiciones de vida, los traficantes de seres humanos explotan a las mujeres de forma sexual con lo cual vulneran todos sus derechos fundamentales.

Por su parte, diversas organizaciones sociales también han denunciado la trata de personas y ofrecido algunas vías para superar este mal a partir de un enfoque multidimensional.

De acuerdo con el Movimiento contra la Esclavitud 1 A 1, cuyos propósitos son orientar y ayudar a víctimas a recuperarse e insertarse en la sociedad, este problema representa un delito de terribles consecuencias.

Paralelamente, está considerado como una modalidad contemporánea de esclavitud y una forma extrema de violencia contra mujeres, adolescentes y niños.

Con estrecha relación aparecen asociados la prostitución, la pornografía, el turismo sexual y el servicio doméstico, entre otras dificultades.

Aunque se reconocen los esfuerzos gubernamentales para enfrentar y solucionar la situación, las autoridades deben trabajar más en ese sentido, consideró el referido grupo.

Especialistas en el tema sostienen que la trata de personas no es solamente un problema que debe afrontar el Gobierno, se necesita la unidad y la comprensión de todos.

La atención a féminas víctimas de la trata cuenta con respaldo legal en Dominicana desde 2003 por medio del Ministerio de la Mujer y el Centro de Orientación e Investigación Integral.

Profesionales de la última institución desempeñan un papel fundamental para ayudar a las afectadas a regresar a su país o localidades de procedencia.

También, el Estado dominicano promovió y promulgó leyes al respecto y ratificó la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Transnacional Organizada y los dos protocolos que la complementan.

Uno de ellos va contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire, y el otro está dirigido a prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente de mujeres y niños.

Por su parte, la Policía Nacional, la Procuraduría General, los Ministerios de Relaciones Exteriores, Trabajo y Educación, la Dirección de Migración y otras entidades también ejecutan acciones contra la trata.

Sin embargo, en opinión de diversas voces, queda mucho por hacer para transformar una realidad que en múltiples ocasiones acontece de manera silenciosa.

Después del tráfico de armas y el narcotráfico, la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual constituye la tercera actividad ilegal más lucrativa del mundo, según la Organización Internacional para las Migraciones.

*Corresponsal de Prensa Latina en República Dominicana.

arb/dsa

El joven Winston Churchill, luego ministro de Inglaterra por tierras cubanas




Sancti Spititus,Cuba,(PL) El paso del ex premier británico Winston Leonard Spencer Churchill por la ciudad cubana de Sancti Spiritus, al centro de la Isla caribeña, quedó plasmado en el libro Arroyo Blanco, de la investigadora Lourdes María Méndez Vargas.Churchill visitó Sancti Spíritus y Arroyo Blanco, esta última localidad reconocida por mantener vivas las tradiciones culturales, en particular las llamadas parrandas, al venir a Cuba durante la Guerra de Independencia contra el colonialismo español de 1895.

El posteriormente político inglés, nacido en 1874, ocupó diferentes puestos en su país, incluyendo el de Lord del Almirantazgo durante la Primera Guerra Mundial y el de Primer Ministro durante la segunda conflagración.

En la obra literaria de Churchill, por la que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1953, brinda sus remembranzas históricas, en específico en el libro de memorias Mi primera juventud, donde aparece un capítulo dedicado a su estancia en la isla titulado Cuba.

La escritora toma como referencia la presencia del entonces joven oficial inglés, en la columna del general español Álvaro Suárez Valdés.

Resalta que parte de la villa de Sancti Spíritus el 25 de noviembre de 1895 a Arroyo Blanco, sitio al que llega el día 29 y donde pernocta esa noche.

En declaraciones exclusivas para The Havana Reporter la autora confesó que "el libro es interesante por el hecho de que hay un pequeño espacio de la vida de Churchill que no es conocido".

Reiteró que "ese huequito tenía que llenarlo un investigador cubano, porque se trata de una marcha de campaña por los campos espirituanos y él en sus documentos se queda describiendo a Arroyo Blanco".

Indicó que era importante cotejar los datos que daba Churchill con los de los mambises ( fuerzas rebeldes cubanas) y para ello buscó íntegramente esas fuentes , es decir todo lo que dejó escrito, y las comparó con las fuentes cubanas.

Asi salió a la luz que la columna española que conducía a dos británicos (Churchill y su amigo Reginald Barnes) que se acercó a las fuerzas de Máximo Gómez, Antonio Maceo y Serafín Sánchez, cuando comenzaba la invasión hacia el Occidente del país.

"Si no se conoce el terreno, tampoco se tiene idea del lugar de los hechos y la peligrosidad de ese momento", comentó.

Tres años y medio dedicados a la investigación dieron como fruto este libro de Méndez Vargas, Licenciada en Relaciones Internacionales.

Méndez Vargas elogió el hecho de "que haya sido una editora provincial, con un esfuerzo extraordinario quien lo haya impreso, y que probablemente sea la primera vez que una editora cubana publica un texto íntegro de lo que realmente dijo Churchill.

Sus propias palabras, aparecen en los Anexos del libro y en una buena cantidad de referencias y citas de las cinco cartas escritas desde Cuba al periódico Daily Graphic.

"A su vez constituyen las primeras cartas públicas de Churchill, con las que se inicia como periodista por esos días, porque son despachos periodísticos, uno de ellos fechado en Arroyo Blanco", enfatizó.

"La presencia del embajador británico en Cuba en un lugar tan pequeño como Arroyo Blanco ha sido por este hallazgo, el cual hubiera sido difícil para un investigador extranjero llegar a él", concluyó.

De acuerdo con el prólogo, de la Doctora Josefina M. Suárez Serrano: Churchill se refirió a Arroyo Blanco como "el punto de partida de los acontecimientos más significativos entre todos los que viviera en su largo recorrido por la isla".

La noche del 29 de noviembre Churchill durmió en Arroyo Blanco, lugar del que marcha en las primeras horas del 30 junto con la columna al mando del general Álvaro Suárez Valdés, lista para combatir a los mambises cubanos. Este último día Churchill arribaba a su cumpleaños 21.

El día 3 de diciembre emprende su viaje de regreso a La Habana. Fallece a la edad de 90 años en Inglaterra, el 24 de enero de 1965.

Mp/rcg 

*CorrPor Mayra Pardillo Gómez
corr


esponsal de Prensa Latina en la provincia cubana de Sancti Spiritus


Cuba: Entrevista a un general, hombre de valor y modestia ilimitada

Por Luís Báez*

¿En qué momento el Movimiento 26 de Julio hizo contacto con usted? 

A mediados del año 1957, por conducto del teniente Álvaro Prendes Quintana. Solicitaron mi colaboración para cuando se llevara a cabo una acción. Expresé mi conformidad.

Después supe que la acción estaba relacionada con un plan para derrocar a la dictadura, el 5 de septiembre, en el que participarían oficiales de la Marina de Guerra y militares pertenecientes a otros cuerpos.

Por esos hechos fui detenido y condenado. Estuve en prisión hasta el 1ro. de Enero de 1959 en que triunfa la Revolución.




La Habana, (PL) Antes de conocerle personalmente, le admiraba. Después de tratarlo, le admiro mucho más. En él hallé un extraordinario ser humano. A un hombre de valor y modestia ilimitados. Estoy hablando del General de División Enrique Carreras Rolas, fallecido el 18 de marzo en esta capital.

Siempre recuerda con amor las fantasías que formaron parte indeleble de sus sueños e inquietudes de joven. Años después, ya piloto militar, en él influirían otros factores que le sirvieron de acicate y estímulo en grado tal, como para resistir las atracciones voluptuosas de su medio y preferir el sacrificio sin gloria.

Sobre su pecho brillan numerosas condecoraciones en las que sobresale la de Héroe de la República de Cuba y la Orden Playa Girón.

A sus 73 años sigue siendo un enamorado de la aviación. Visita las bases. Conversa con los pilotos y como ya no puede volar, se dedica a leer todo lo relacionado con las nuevas técnicas aéreas.

Padre de siete hijos, con doce nietos y cuatro biznietos, aún conserva su afición por la música cubana y mexicana.

La entrevista se realizó en su pequeño despacho en el quinto piso del Ministerio de las Fuerzas Armadas. Nos reunimos en dos ocasiones. Me relató la historia de su vida. ÂíQué vida más hermosa!

No incluí en el diálogo cuestiones relacionadas con sus primeros años como piloto, su actitud ante los sucesos del 5 de Septiembre, en Cienfuegos, la prisión en Isla de Pinos, aspectos de su participación en Girón, sus vuelos en MIG, su papel como internacionalista.

Todo está recogido en un amplio relato escrito por él en forma de libro y que lleva de título: "Por el dominio del aire".

Traté de buscar en su personalidad detalles poco conocidos. Me respondió todo cuanto le pregunté.

Al terminar la conversación, le manifesté que como muchos otros cubanos que habían combatido en Girón tenía una deuda con él, pues probablemente estaba vivo debido a su actitud, a su valor.

Le pedí que me permitiera darle las gracias aunque fuera con 34 años de retraso. Carreras sonrió. Con esa sencillez que tienen los grandes hombres, me recordó una frase martiana: "Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz".
¿Cómo transcurrió su infancia?

EL GENERAL CARRERAS , JUNTO A OTROS ALTOS OFICIALES, ES CONDECORADO CON EL TÍTULO DE HÉROE DE LA REPÚBLICA DE CUBA.

"Me crié en el barrio de Versalles, en la provincia de Matanzas. Vivía frente a la bahía. Mi padre era cabo del ejército. Ganaba diecinueve pesos cubanos mensuales. Mi madre no trabajaba en la calle, lo que era bastante común en las mujeres de la época. Tenían que alimentar y educar a seis muchachos: cuatro hembras y dos varones.


¿Cuándo empezó a atraerle la aviación?

Desde muy pequeño. No se me ha olvidado cómo me llamaban la atención los hidroaviones que acuatizaban cerca de la bahía matancera. También atraía mi curiosidad cualquier avión que sobrevolaba la ciudad.

Aunque no tenía muchas posibilidades de ir al cine, cuando exhibían una película relacionada con la aviación, trataba de no perdérmela. Me emocionó mucho "Alas", que narraba las proezas de los pilotos en la Primera Guerra Mundial. La aviación era mi diversión preferida. Quería ser piloto pero no era fácil lograrlo.

¿Cómo lo logró?

Mediante el Servicio Militar de Emergencia (SME). Ya en el ejército, aspiré a una plaza de Cadete de Aviación. Pasé todas las pruebas que me hicieron. Fui uno de los cincuenta aceptados de los quinientos que se presentaron. Eso fue a fines de 1942. Terminé los estudios el 25 de marzo de 1944. Había logrado mi sueño.

EL GENERAL DE EJÉRCITO RAÚL CASTRO RUZ CUANDO ANUNCIÃ", EL 16 DE ABRIL DE 1988, QUE EL GENERAL CARRERAS SE RETIRABA DE LOS VUELOS, DESPUÉS DE 45 AÑOS SIN ACCIDENTES, Y PASABA A CUMPLIR OTRAS MISIONES EN LAS FAR.

¿Por aquellos años se creó la base aérea de San Antonio de los Baños?

Sí. Eso fue un interés de Estados Unidos. Su misión principal era reabastecer sus aviones que iban o venían de Sudamérica en misiones de transporte y avituallamiento para los ejércitos aliados en Europa y el Pacífico.

También construyeron la Base de San Julián. Estaba dedicada a los aviones de la Marina de Guerra (U.S. Navy) Su misión consistía en detectar los submarinos alemanes que se movían en las aguas del Caribe. Además, contaban con la base de Guantánamo en el sur de Oriente.

¿Los pilotos cubanos tenían acceso?

De ninguna manera. No solo no teníamos acceso, sino que para sobrevolar dichas bases, teníamos que tener un permiso especial de la Misión Militar Norteamericana radicada en La Habana.

¿Participó en acciones contra submarinos alemanes?

En unión del teniente Alfonso Silva Tablada participé en el patrullaje por toda la costa norte de Oriente hasta el límite con Camagüey. Teníamos que identificar los barcos que estaban navegando, la cantidad, el nombre, la posición en que se encontraban y otros datos, los cuales comunicábamos a nuestros superiores.

Uno de esos días en que sobrevolábamos alrededor de un barco, al norte de la bahía de Nipe, nos ocurrió algo muy singular. Las nubes estaban un poco bajas, había poca claridad, vi una silueta oscura que sobresalía del agua y me dije: ÂíAhí está el submarino! Acto seguido le tiramos las bombas y le dimos pases de ametralladoras.

Pensamos que habíamos hundido un submarino y resultó ser un cachalote. Por esa confusión tuve que rendir cuenta.

¿Cómo se enteró del golpe militar del 10 de Marzo?

Yo estaba durmiendo en mi casa cuando recibí una llamada del oficial de guardia del Cuerpo de Aviación, donde se me ordenaba la urgente presentación en dicha jefatura. En los primeros momentos pensé que se trataba de realizar algún vuelo especial, pues era costumbre recibir este tipo de llamada y más cuando faltaba algún miembro de las tripulaciones ya planificadas en días anteriores.

Cuando llegué a la posta de entrada detuvieron el auto. Observé que el armamento que tenían eran ametralladoras de mano en vez de fusiles, por lo que se notaba un reforzamiento en la protección del campamento.

Me comunicaron que debía presentarme en la jefatura del mando donde se encontraba la mayoría de los pilotos con el coronel Eulogio Cantillo, Jefe del Cuerpo.

Al arribar a la Jefatura, ¿qué ocurrió?

Me recibió el coronel Cantillo. Me informó que Fulgencio Batista había entrado en Columbia. Que él estaba tomando medidas para no perder el mando y con esa intención había enviado a la Base de San Antonio en un C-47 al capitán Mario Cabrera.

Le propuse a Cantillo bombardear Columbia con los AT-6. Su orden fue que nos mantuviéramos tranquilos hasta que regresara Mario.

Alrededor de las cuatro o cinco de la madrugada, empezaron a llegar los tanques desde el campamento de Columbia hacia el campo de aviación donde estábamos, haciendo un ruido tremendo en el silencio de la noche. Se estacionaron en la pista para evitar que despegara ningún avión. Minutos más tarde, arribaron varios automóviles con soldados capitaneados por Pilar García.

Me encontraba al lado del Jefe del Cuerpo. Sabía que García estaba retirado y que su visita no era para nada bueno. Arrestaron a Cantillo, que no se había sumado al golpe. Cuando se lo llevaban pedí ir con él. Accedieron.

¿A dónde los condujeron?

A la jefatura del Regimiento de Columbia. Al llegar al edificio subimos una escalera. Ya en el primer piso pasaron a Cantillo a una habitación.

A mí me sentaron en una esquina del salón de espera, con un soldado armado con fusil, cuidando que no me moviera. En aquel cuarto estaba Batista. Allí estuve hasta que empezó a aclarar.

De pronto salió Cantillo. Me vio sentado con una escolta. Ordenó que me dejaran libre y me dijo que lo siguiera. Montamos en un auto que manejaba un oficial al que no conocía.

¿Hacia dónde fueron?

Nos llevaron para el edificio del Estado Mayor General donde había mucho movimiento de oficiales.

Cantillo entró en la oficina de la jefatura donde se encontraba el capitán Martín Díaz Tamayo, a quien comunicó que tenía órdenes superiores de asumir la jefatura del Estado Mayor General del Ejército.

Díaz Tamayo enrojeció. Hizo una llamada y salió del despacho. Cantillo empezó a recibir oficiales y a impartir órdenes.

¿Con usted qué pasó?

Habló conmigo. Me manifestó que a partir de ese momento me nombraba su ayudante.

Cuando le pregunté qué estaba pasando, me respondió que mantuviera silencio referente a lo que había visto, que no hiciera preguntas ni ningún tipo de comentario.

¿Cómo interpretó sus palabras?

Que debíamos esperar para actuar después. Esto fue lo que hizo que me mantuviera junto a él en el nuevo cargo en que había sido nombrado. Al mes, me ascendieron a Capitán Ayudante del Jefe del Estado Mayor General.

¿Qué tiempo permaneció en el cargo?

Poco tiempo. Le pedí regresar al Cuerpo de Aviación. Accedió. Comencé a volar nuevamente como yo deseaba.

¿En qué momento comenzó usted a conspirar?

En el mes de mayo de 1952.

¿Mediante quién?

Grande Benito, al que conocía de la Escuela de Cadetes, me contactó. En esos momentos administraba la agencia de autos Dodge, en Marianao.

Yo le había comprado un carrito a plazos. En la conversación, me informó que Aureliano Sánchez Arango había entrado clandestinamente a Cuba y quería verme. Le respondí afirmativamente.

¿Tenía amistad con Sánchez Arango?

Amistad no. Lo conocía debido a que en el gobierno de Carlos Prío, Aureliano acudía a Columbia a recibir instrucción de vuelo.

También piloteé viajes a Nueva York, Costa Rica, Guatemala, llevando delegaciones oficiales. Por esa época conduje un avión con armas para el presidente de Guatemala, Juan José Arévalo.

¿Llegó a reunirse con Sánchez Arango?

Una mañana pasó a recogerme el doctor Ignacio Fiterre y me condujo a una casa en Nuevo Vedado. De pronto salió un hombre disfrazado de Jorge Negrete. Me quedé mirándolo. No sabía quién era. Entonces me preguntó: "¿no me reconoce?". Era Aureliano, que me saludaba.

Me habló de diferentes planes para derrocar a Batista. Le manifesté que estaba en disposición de ayudar. Me planteó que le hacía falta un plano con los lugares de entrada y salida del Campamento de Columbia. Le dije que no lo tenía, pero que trataría de conseguirlo.

¿Lo pudo conseguir?

Sí. Por intermedio del Departamento de Ingeniería Militar. Le comenté a un amigo que trabajaba allí que queríamos reparar las pistas de Columbia y me entregó un documento que tenía dibujados la pista y otros lugares de dicha fortaleza.

Volví a ponerme en contacto con Aureliano y se lo entregué. Me manifestó que tan pronto tuviera alguna novedad me avisaría.

Pasó mucho tiempo y no me llamó. Posteriormente, me enteré que Aureliano se había ido del país. Esto me decepcionó.

¿Ahí terminaron sus inquietudes?

De ninguna manera. Algún tiempo después fui enviado a Washington a pasar un curso intensivo de inglés. El coronel Ramón Barquín era el agregado militar. Hablamos de la situación en Cuba. Le comenté mis preocupaciones.

Entonces me reveló que en otros oficiales de Academia también existía inquietud por lo que estaba ocurriendo en el país. Me pidió que permaneciéramos en contacto.

¿Mantuvieron el contacto?

No. Pero eso no impidió que, cuando el cuatro de abril de 1956 se descubrió la conspiración liderada por Barquín, fuera interrogado y puesto en libertad por falta de pruebas.

En ese complot militar bautizado como "Los Puros" había oficiales muy valiosos como Enrique Borbonet y José Ramón Fernández.

¿Dónde lo sorprendió el ataque al cuartel Moncada?

En Montgomery, Alabama, pasando un curso para oficiales superiores y primeros oficiales en la Air University.

Un día se me acercó un oficial norteamericano con un periódico de la ciudad, que traía un titular sobre el ataque al cuartel Moncada. Más abajo decía que estaba liderado por el doctor Fidel Castro.

En esos momentos vino a mi mente el nombre de Fidel al recordar que era el estudiante que en el año 1946, había sido acusado de participar en los sucesos del Bogotazo, en Colombia.

¿Qué ambiente había en la Fuerza Aérea cuando se produjo el desembarco del Granma?

La declaración de Fidel en México en 1956 de: "Seremos libres o mártires", agudizó las tensiones en los mandos de las Fuerzas Armadas. Se incrementaron las patrullas aéreas alrededor de la Isla con aviones del Ejército y la Marina y unidades de superficie.

Los datos confeccionados por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) sobre embarcaciones sospechosas nos eran entregados por el departamento de operaciones de vuelo.

Cualquier embarcación que viéramos con estas características teníamos que reportarla inmediatamente.

A mí me tocó trasladar desde Oriente hacia Isla de Pinos a los sancionados por los sucesos del 30 de noviembre de 1956 y el desembarco de Granma.

¿En qué momento el Movimiento 26 de Julio hizo contacto con usted?

A mediados del año 1957, por conducto del teniente Álvaro Prendes Quintana. Solicitaron mi colaboración para cuando se llevara a cabo una acción. Expresé mi conformidad.

Después supe que la acción estaba relacionada con un plan para derrocar a la dictadura, el 5 de septiembre, en el que participarían oficiales de la Marina de Guerra y militares pertenecientes a otros cuerpos.

Por esos hechos fui detenido y condenado. Estuve en prisión hasta el 1ro. de Enero de 1959 en que triunfa la Revolución.

¿Cuáles fueron las primeras tareas en que intervino después del triunfo revolucionario?

En las investigaciones de los pilotos de la tiranía que bombardearon a la población campesina, a pueblos y ciudades.

¿Cómo se realizó dicha investigación?

Tomando la información encontrada en los archivos de operaciones de la Fuerza Aérea del Ejército de Cuba (FAEC), donde aparecían los reportes de los vuelos realizados por los pilotos, los lugares que atacaban y los daños causados.

En esos reportes confidenciales estaban registradas las acciones de bombardeo y ametrallamiento, por cada una de las cuales les pagaban veinticinco pesos a los pilotos, catorce a los artilleros y diez a los mecánicos.

También trabajé en la depuración de la Fuerza Aérea, donde se requería, junto a la actitud revolucionaria, una mayor preparación profesional del personal, principalmente de los pilotos.

¿Recuerda su primer encuentro con Fidel?

A mediados de 1959, en una visita que él hiciera a la jefatura de la Fuerza Aérea del Ejército Rebelde en Ciudad Libertad. También estaba el Comandante de la Revolución Juan Almeida, quien había sido nombrado jefe de ese cuerpo.

Fidel nos reunió a los pilotos que habíamos estado presos. Miró para mí y me dijo: "Carreras, tú eres el más viejo, el de más experiencia; la tarea que te voy a dar es la de preparar a los futuros pilotos que necesitamos para defender la Revolución desde el aire. Sabemos que tarde o temprano nos van a atacar".

Le respondí que estaba en la mejor disposición, pero que era necesario irnos de Ciudad Libertad. Días después, Almeida me dio la orden de recoger todos los aparatos que estaban en Libertad y llevármelos para San Antonio de los Baños. Ahí comenzamos a dar las primeras clases. En medio de las dificultades y con grandes esfuerzos, se forjaron esos primeros pilotos que pasaron a integrar la primera unidad combativa de nuestra Fuerza Aérea. Muchos de ellos serían después jefes de escuadrillas, de escuadrones e inclusive de bases aéreas.

La preparación de nuestros pilotos debe estar ligada siempre a la lucha sobre el mar, pues siendo Cuba una isla, nuestra fuerza aérea debe estar preparada para combatir, tanto sobre tierra como sobre el mar.

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que la aviación de combate revolucionaria nació y se crió en la Base Aérea de San Antonio de los Baños.

¿Mantuvo el contacto con Fidel?

Sí. Él nos visitaba mucho en San Antonio. Hablaba con los técnicos y pilotos.

En esas conversaciones nos dijo: "Miren, esos aviones destartalados que ustedes vuelan, deben dislocarlos y no tenerlos aglomerados, de manera que, si se produce un ataque aéreo, el enemigo destruya los aparatos dados de baja.

Pónganlos distantes unos de otros con el fin de confundirlos y preservar nuestras máquinas. Estoy seguro de que nos atacarán. Muévanse rápido antes de que vengan". Así ocurrió

¿Con cuántos pilotos contaban?

Las FAR contaban con diez pilotos de combate, pero solo tres éramos experimentados.

Los demás tenían pocas horas de vuelo en los diez aviones dados de alta, por el tesón de los técnicos y mecánicos, que hacían adaptaciones para que volaran aquellos vetustos equipos, prácticamente a riesgo de los tripulantes.

En los momentos en que se está produciendo el desembarco de Girón, ¿habló con Fidel?

Sí. Eso ocurrió en la madrugada del 17 de abril. A las 04:45 Fidel llamó a la base y pidió que me pusiera al teléfono. Me recogieron en un jeep.

Al llegar a la Torre de Control tomé el auricular y respondí: "A sus órdenes, Comandante en Jefe".

Fidel, ¿qué le dijo?

Carreras, en Playa Girón se está llevando a cabo un desembarco. Despeguen y lleguen allí antes del amanecer. Húndanme los barcos que transportan las tropas y no me los dejen ir. ¿Entendido?".

"A sus órdenes, Jefe", respondí esperando ansioso unos segundos. "¿Eso es todo?".

A mi requerimiento agregó: "ÂíPatria o Muerte!".

"íVenceremos!", contesté lleno de entusiasmo.

¿Qué sintió en esos momentos?

ÂíImagínate! Yo era un simple capitán y de repente estaba recibiendo las ordenes directamente del Comandante en Jefe.

Para mí, no en aquel momento, hoy en día si me vuelve a llamar, me siento profundamente emocionado.

Me habló con una firmeza, un entusiasmo, que me dejó estremecido por dentro y realmente me inyectó más valor para cumplir la misión que me había encomendado porque, de verdad, nuestros aviones estaban destartalados.

Al comenzar las hostilidades, ¿cómo estaba la correlación de fuerzas?

Cuatro días antes del inicio de la agresión, la correlación con el enemigo era aproximadamente a su favor 5-1 en el caso de los aviones, y 12-1 en el de los pilotos.

¿Cuántas misiones realizaron?

En menos de setenta y dos horas, diez pilotos con ocho desvencijados aviones, realizamos setenta misiones.

¿Cuántos aviones derribaron?

Nueve bombarderos B-26. Hundimos dos barcos de transporte de tropas, tres barcazas LCT de transporte de tanques y cinco barcazas de desembarco.

¿Conoce el número de bajas enemigas?

Solo en sus aviones murieron catorce pilotos. De ellos, cuatro instructores norteamericanos.

Durante la Crisis de Octubre, ¿qué misión le asignaron?

Representé a la aviación ante el Jefe de Operaciones de las Fuerzas Armadas, capitán Flavio Bravo, en el puesto de mando del Comandante en Jefe. Algunos años después, viajé a Viet Nam en medio de la guerra al frente de una comisión de la DAAFAR.

También he sido diplomático al representar a Cuba como agregado militar, naval y aéreo en Perú, Portugal y México.

¿Cómo valora la capacidad de los pilotos cubanos?

La demostración de nuestros pilotos en Angola y en Etiopía refleja su alta calidad. Los pilotos cubanos están preparados, listos para combatir en cualquier continente y en cualquier condición meteorológica. Tienen una alta disposición combativa.

¿Cuándo realizó su último vuelo?

En febrero o marzo de 1988. No recuerdo bien la fecha.

¿Cómo reaccionó cuando la comisión médica le informó de la decisión?

Realmente la comisión médica no fue quien me lo comunicó. Ellos sabían que iba a rechazar la decisión por el cariño, el amor, el olor a kerosén de los aviones. Volar era una necesidad para mi vida. Lo que hicieron fue informarle al mando superior. El mando superior fue el que me dijo que ya era hora que dejara de volar.

¿De qué manera se lo comunicaron?

En una recepción que se estaba celebrando en la embajada de la Unión Soviética se me acercó el General de División Senén Casas y me planteó la situación.

Me habló de que no cometiera el error de seguir volando. Que si me pasaba algo la responsabilidad no era mía, sino del Ministro de las Fuerzas Armadas, Raúl Castro. Cuando me dijo eso, le respondí que si le estaba creando problemas al Ministro dejaba de volar inmediatamente. Días después hablé con Raúl y le comuniqué mi decisión.

Ya que ha mencionado a Raúl, ¿nárreme cómo lo conoció?

Por intermedio del capitán Arturo Lince, quien estaba recibiendo entrenamiento como piloto y había estado con Raúl en el II Frente. Ahí nació una entrañable amistad que se mantiene hasta el día de hoy. Raúl visitó mi casa, conoció a mi familia, a mis hijos, a mi suegro. Por primera vez había visitado mi casa un jefe de ese nivel, de esa historia.

Me sentía como el hombre que había recibido un gran premio al tener en el seno de su hogar a un revolucionario de la estatura del Ministro de las Fuerzas Armadas. Me sentí muy orgulloso. Fueron momentos inolvidables.

Después me pidió que le diera clases de entrenamiento para piloto. En los momentos libres, él venía y me localizaba. Preparaba el avión, un avión primario. Para aprovechar mejor el tiempo, iba volando hasta las unidades que tenía que visitar en el interior, hasta que llegó el día en que ya estaba listo para volar solo, pero no me atrevía a dejarlo.

Es la segunda figura de la Revolución. Sentía que tenía una responsabilidad muy grande y me preocupaba que le fuera a ocurrir algo.

¿Llegó a volar solo?

Sí. En un descuido mío. Al llegar a la pista de Ciudad Libertad me apeo del avión y veo que él acelera el motor, pensé que estaba probando los magnetos y de repente observo que despega. Por cierto, lo hizo muy bien. Dio la vuelta y empezó a maniobrar sobre la pista.

En esos momentos llegó su escolta y preguntó dónde se encontraba.

Le dije: arriba, a la vez que les señalaba hacia el aeroplano. Me pidieron que le comunicara que aterrizara. Les informé que la nave no tenía radio.

Ellos se preocuparon. Yo también tenía mi preocupación, pero internamente me sentía tranquilo, pues sabía que él estaba preparado; lo que me faltaba era la decisión de dejarlo ir solo.

Al regresar a tierra, la preocupación general se convirtió en alegría. Le pusimos las alas de piloto. Él nunca supo de esas cosas, hasta hace un tiempo atrás que se las conté.

Raúl, ¿volvió a pilotar?

íQué va! El Comandante en Jefe se enteró de lo que había sucedido y le prohibió volver a volar. Siguió volando como pasajero.

¿Mantuvieron las relaciones?

Sí. Seguí siendo su piloto. En los viajes hablábamos mucho. Aprendí mucho de él. Me esclareció cuestiones dentro de la Revolución que no conocía. Siempre me habló con mucho optimismo del futuro.

En mi mente no puedo separar a Vilma Espín de mis relaciones con Raúl.

El tiempo va pasando y hoy en día cuando nos encontramos, ya no conversamos de nosotros, sino de nuestros hijos y nietos.

Raúl es muy familiar, simpático, es un verdadero cubano. Hay mucha equivocación con su personalidad. No lo conocen. Pero cuando usted lo trata, se percata de que está frente a un ser humano extraordinario. Eso sí, no le falle. En mi vida no he tenido un jefe mejor que Raúl.

¿También Che era un aficionado a la aviación?

Mucho. Ese era su hobby. A cada rato iba a volar a Ciudad Libertad. Su instructor era el capitán Orestes Acosta. Cuando este no se encontraba, Che me buscaba. Le gustaba mucho la acrobacia.

Recuerdo que Che siempre andaba con el cabo de tabaco en la boca y en el avión no se puede fumar. No sabía cómo decirle que botara el cabo. Entonces, estando en el aire, le dije que se lo aguantaba.

Me respondió que no me preocupara pues estaba apagado y que lo usaba para contrarrestar el asma. Eran aviones ligeros. Posteriormente, cuando pasó a volar a Santa Fe, perdimos el contacto.

¿Qué significa para usted ser Héroe de la República de Cuba?

Es la máxima responsabilidad que puede tener un revolucionario. Jamás pensé llegar a ostentar ese gran honor que me ha conferido la Revolución. Me siento con una gran responsabilidad ante mi pueblo y ojalá la vida se me alargue un poquito para poder ayudar más. Me siento muy orgulloso de poder llevar esa estrella en mi pecho.

¿Pensó alguna vez llegar a General?

Nunca. Mi aspiración, te voy a decir la verdad, era llegar al grado de capitán. Para mí, todos los ascensos que me han dado han sido sorpresivos. En el acto de ascenso en que me hicieron General de División el 19 de marzo de 1994, invitaron a toda mi familia, a mis compañeros.

Cuando vi a Raúl poniéndome por un lado los grados y por el otro a Almeida, me vino a la mente cuando conocí a aquellos jóvenes que acababan de bajar de la Sierra. Sentí una profunda emoción.

Algunos me han preguntado si no me pesan mucho las estrellas. Les he respondido que el peso que llevo sobre mis hombros es el mismo peso que llevan todos los revolucionarios.

En su trayectoria como piloto, ¿en qué momento ha sentido miedo?

En varias ocasiones. El miedo existe. En los combates de Girón me dañaron dos veces. Me impactaron en el cilindro número uno del Sea Fury. Tuve muchas probabilidades de morir.

También un encierre que me hicieron entre dos B-26 que me perforaron el tanque del ala izquierda, pero por suerte, ya se había consumido el combustible. En esos momentos sentí miedo, pero aun en esa situación, recordé la llamada de Fidel y me dije: Bueno... estamos cumpliendo.

1995

Falleció en Ciudad Habana, el 18 de marzo de 2014, a la edad de 91 años

Lb/rcg

*Periodista de Prensa Latina

domingo, 30 de marzo de 2014

Hace 19 años se reunieron por primera vez Hugo Chavez y Fidel Castro

Chávez y Fidel, hasta siempre

¿MAS QUEJAS EN EL BLOQUE PROGRESISTA? PTD pide tomar en cuenta a los aliados minoritarios al momento de gobernar - A Tiempo



Santo Domingo,.- El presidente del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), Esteban Díaz Jáquez advirtió hoy que es hora de superar la práctica de que las alianzas políticas sean solo para ganar y no para gobernar.

"Nuestro partido entiende que las relaciones con el Gobierno se deben basar en una alianza regida por el principio de que "quien ayuda a montar gobierno, debe participar del gobierno", puntualizó Díaz Jáquez ante cientos de dirigentes del PTD, e invitados especiales que acudieron al acto en el que se dieron a conocer los documentos aprobados en su VIII Congreso, en el Club Mauricio Báez.

El PTD forma parte del Bloque Progresista que encabeza el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Díaz Jáquez considera que en el Gobierno, los aliados deben "tener su importancia reconocida y asegurada en la toma de decisiones en torno a los más importantes problemas nacionales".  Reafirmó que el PTD, continúa en la disposición de ser parte de las fuerzas políticas que buscan hacer el país más seguro, más humano y solidario.

En otra parte de su discurso, el presidente del PTD, abordó lo relativo a la reforma del Código Laboral, y dijo que debe ser el resultado del consenso, respetarse los derechos consagrados y ampliar las conquistas alcanzadas en favor de la clase trabajadora y evitar que solo sirva para aumentar la riqueza de los patronos.

En cuanto a las relaciones de la República Dominicana con Haití, el PTD considera que deben basarse en el principio de convivir en paz e integrarse en el desarrollo. "Esto implica respeto mutuo, voluntad y comprensión para actuar de manera armoniosa y constructiva al abordar migración, intercambio comercial, contratación de fuerza de trabajo, combate al narcotráfico, delincuencia y protección a los recursos naturales y medio ambiente, todo en el marco del respeto al derecho internacional humanitario", dijo Díaz Jáquez.
La organización política respalda la postura del presidente Danilo Medina de buscar una solución humanitaria y consensuada, al drama que viven miles de dominicanos de descendencia haitiana tras la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

Esteban Díaz Jáquez dijo que la violencia común es la principal causa de preocupación de los dominicanos y destacó que se requiere de la puesta en práctica de políticas preventivas que junto con las medidas legales de represión del delito, reduzcan su impacto negativo que perturba la tranquilidad a que tiene derecho la familia dominicana.  Dijo que la comprobada complicidad de una parte de los encargados de perseguir y juzgar el delito, contribuye a incrementar y profundizar la escala de violencia y crimen que se ampara en la impunidad, avalada por la corrupción.

Expresó que el uso de sustancias narcóticas y alucinógenas, bastante extendido en grandes núcleos poblacionales, abarcando sectores humildes, de clase media y alta, son fuente directa de violencia, delincuencia y criminalidad.

Fuente: El Nuevo Diario.

Tomado de A tiempo, Blog de Claudio Pascual

La historia que no esta en los libros: Monina Solá cómo reír y gozar en un escenario político tenso


A SUS 80 AÑOS ENSEÑA CÓMO SEPARAR LA REALIDAD DE LA IMAGINACIÓN Y UNIRLAS CUANDO ES NECESARIO





Wendy Santana
Santo Domingo

(...) En la sobremesa del brindis francés que nos hicieron de vinos y quesos importados no pudo resistir la conversación informal que sosteníamos su primera hija y yo, sobre la vida de su padre periodista asesinado por el régimen, e intervino para aclarar todo como fue la cosa. 
“Sí, hay que decir cómo fue que pasó todo porque tú tienes razón: cómo yo voy a dar una entrevista, la última que voy a dar, hablando solo de teatro cuando en mi vida pasaron muchas cosas y yo he tenido que sufrir, llorar mucho y suplicar cuando he tenido que hacerlo. No ha sido fácil, pero lo que me ha sacado a flote es la astucia. Las mujeres tenemos mucha astucia para conseguir las cosas”, expresó con mucho entusiasmo, y yo volví a encender la grabadora. 
EN DOBLE VÍA
¿Por qué su primer esposo fue un perseguido político?


Sí, Nelson Peguero. Él era un hombre buenmozo, elegante, le gustaba vestir bien y muy inteligente. Yo me metí en amores con él a los 14 años. Era escritor dramático, escribía novelas de protesta social y era rebelde y por eso se lo llevaron por ahí y le hicieron cuantas cosas quisieron...


Pensar que uno no es uno, sino otra persona en el momento en que le toca vivir pesares políticos, producto del afán de otros de alcanzar el poder a como dé lugar o de mantenerse quitando del medio tantas cabezas como sean una amenaza de “tumbe”, es el antídoto sugerido por Monina Solá para salir a flote. 

Sólo así un actor puede representar un buen papel en una obra de teatro y, solo así en el escenario de la vida se puede tener cabeza para tomar las mejores decisiones en situaciones difíciles, dice esta dama del telón, con 80 décadas vividas de risas y llantos, tramas teatrales y tramas reales.

Ella está sentada ahora en la primera fila del teatro de la vida observando que aunque los tiempos han cambiado y muchas cosas han mejorado y otras han empeorado, las intrigas políticas son las mismas aunque con otros trajes, otros colores y otros sinsabores, como ocurre en el teatro.

Es por eso que piensa que la clave de la vida es la prudencia y la astucia: saber cuándo hay que callar para evitar los errores, llorar para controlar el impuso de acabar con los enemigos, suplicar si necesitas lo que suplicas, “tirar la toalla”, olvidar, empezar de nuevo, reír, gozar o planear cómo quitar al otro para ponerme yo si uno cree que es mejor que el otro.

Doña Monina Solá siempre fue una mujer conservadora, dedicada a su arte dramático, reconocida por la sociedad dominicana y el extranjero como una mujer consagrada a su trabajo, una verdadera artista que por sus estrategias discretas sobrevivió a las tragedias políticas que le tocaron vivir, primero por ser la esposa de un periodista “conspirador” contra el régimen de Trujillo y luego la esposa (durante 30 años) de un militar “en la mirilla de Trujillo” y luego aspirante a la vicepresidencia de la República. 

¿Por qué hay que convertirse en otra persona cuando se está envuelto en una situación que afecta, preocupa, disgusta y pone en riesgo todo lo que uno es? Explica la actriz merecedora de 11 premios y reconocimientos por su talento y dedicación al arte escénico, que es porque cuando uno está envuelto se parcializa, no ve las cosas como son, se pone sordo, obsesivo, mientras que el que está ajeno, aparte del conflicto, ve todo claramente. 

Monina Solá, aquella mujer de temple artístico, alegre y siempre sonriente que se escuchó por primera vez dramatizando en la radio de Petán, (José Arismendi Trujillo, hermano de Trujillo), llamada “La Voz del Yuna” y que operaba en ciudad de Bonao, no quería hablar de política durante la entrevista, sólo de teatro. 

Todas las preguntas sobre su vida al lado de dos personajes envueltos en problemas políticos las evadía y contestaba con otros temas porque se había propuesto no meterse “pa’ lo hondo”. Pero como por arte de magia, o como por arte de la actuación que aún lleva en la sangre, cuando ya la grabadora estaba apagada y ya me iba resignada a llevarme una entrevista sólo sobre teatro, decide contarme todo con coraje. 

En la sobremesa del brindis francés que nos hicieron de vinos y quesos importados no pudo resistir la conversación informal que sosteníamos su primera hija y yo, sobre la vida de su padre periodista asesinado por el régimen, e intervino para aclarar todo como fue la cosa. 

“Sí, hay que decir cómo fue que pasó todo porque tú tienes razón: cómo yo voy a dar una entrevista, la última que voy a dar, hablando solo de teatro cuando en mi vida pasaron muchas cosas y yo he tenido que sufrir, llorar mucho y suplicar cuando he tenido que hacerlo. No ha sido fácil, pero lo que me ha sacado a flote es la astucia. Las mujeres tenemos mucha astucia para conseguir las cosas”, expresó con mucho entusiasmo, y yo volví a encender la grabadora. 

EN DOBLE VÍA
¿Por qué su primer esposo fue un perseguido político?
Sí, Nelson Peguero. Él era un hombre buenmozo, elegante, le gustaba vestir bien y muy inteligente. Yo me metí en amores con él a los 14 años. Era escritor dramático, escribía novelas de protesta social y era rebelde y por eso se lo llevaron por ahí y le hicieron cuantas cosas quisieron. 

Interviene su hija Rosario Esperanza para completar el dato histórico ....
Mataron a mi papá en la época de Trujillo (1957). Él era periodista, trabajaba en el Palacio cubriendo las noticias y lo que sé de él es que le dijo a Johnny Habbes, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM): “Tú tienes que dejar que esa familia salga de aquí”, refiriéndose a unas personas que temían por sus vidas y habían solicitado pasaporte para asilarse en el extranjero, tras haber sido señaladas como enemiga del Gobierno. 

¿Entonces doña Monina, usted fue una viuda del régimen? 
Bueno, cuando a él lo mataron estábamos separados por cuestiones de pareja, porque él era muy enamorado, pero yo sufrí igual porque era el padre de mi hija y la quería mucho. Cuando ella nació (1952) él estaba ahí en el parto y junto con las demás personas que me fueron a ver, aplaudieron cuando le dijeron que ya nació el bebé y que era una hembra. Aplaudieron como si se tratara de una obra de teatro, como si esa era mi gran obra. 

Rosario Peguero Solá continúa el relato.....
Mi papá estaba esperando que lo recogieran para ir al Palacio Nacional a trabajar cuando se lo llevaron a la cárcel de La 40 y allá le sacaron las uñas de las manos y de los pies sólo porque pidió protección a una familia que estaba vedada para irse del país en momentos en que todo el mundo temía por su vida y más dos personas que se habían enemistado con el sistema. Mi tío me cuenta que mi papá tenía en la espalda los bastones marcados de la tortura. Yo tenía cinco años y mi abuela me cargó y me dijo: “Tú tienes que vengar la muerte de tu padre, mira cómo lo mataron y me enseñaba fotos”. Yo me crie viendo a mi abuela llorando hasta el día de su muerte. Mi papá tenía 38 años cuando lo mataron y durante 10 años en mi familia todo el mundo vestía de negro. Y mi mamá sufrió todo eso también... 

¿Monina, cómo podía usted trabajar sobre un escenario teatral con ese tipo de situación?
Nada, callando cuando había que callar, Peguero tenía un hermano, Sócrates Peguero, que pertenecía al Movimiento 14 de Junio y mi esposo también seguía esa corriente porque ambos eran rebeldes. Yo no, yo siempre estuve en mis asuntos del arte y el teatro y aunque sufría no decía nada porque le debía favores al régimen. Fue Petán, el hermano de Trujillo, que me abrió las puertas del éxito en la Voz del Yuna y yo pude desarrollar mi carrera artística y no podía revelarme también. Lo que hacía era que le aconsejaba a Peguero que sea prudente, pero era rebelde y terminaron con él. 

¿Cómo pudo superar usted ese trauma?
Rezando, agarrada de Dios, siendo prudente en todo momento. A mí siempre me respetaron porque sólo actuaba cuando tenía que actuar, en las tablas de un escenario y en la vida misma. Peguero y yo nos conocimos en Radio Televisión Dominicana (RTVD). Tú sabes que Petán fundó la Voz del Yuna en Bonao (1943), luego la Voz Dominicana en la Capital (1950) y después incluyó la televisión (1952), en blanco y negro, eso sí, pero fue un éxito porque todo el mundo veía televisión, nos veía actuando y nos hicimos famosos. Trabajando superé los traumas y sacando la cabeza sólo en lo que me correspondía hacer: la actuación. Es por eso que te digo que la gente lo que tiene que hacer es sólo lo que le corresponde y dejar que el que tiene otro papel, como en el teatro, lo haga. Eso se aplica en todo, hasta en la política. 



Su segundo matrimonio también fue traumático a causa de la política ¿Qué paso en este caso?
¡Ay mi hija!, yo no quisiera recordar eso. A él lo metieron preso dos veces y yo lloraba porque tenía hijos pequeños. Luis Homero (que se llama igual que su papá), tenía un mes de nacido cuando apresaron la primera vez a su padre (Luis Homero Lajara Burgos), y Ángel Luis Homero y mis otros dos hijos del primer matrimonio estaban pequeños todos. Él era como un padre para mis dos primeros hijos que ya se habían quedado huérfanos y yo no quería que se repitiera la historia, viuda dos veces. ¡Imagínate! 



Completa la narración Luis Homero Lajara Solá ....
Mi papá fue apresado dos veces, primero, tras la muerte de Trujillo en 1961 acusado de conocer de la conspiración que acabó con la vida del “Jefe”, en vista de que era amigo del general José René Román Fernández (Pupo), secretario de las Fuerzas Armadas de la dictadura y Luis Amiama Tió, acusados de planear el crimen y constituir un gobierno cívico-militar para instalarlo cuando derrocaran a Trujillo. Esa vez fue liberado por Ramfis Trujillo que cuando regresó al país después del magnicidio dijo: “Y qué busca este hombre aquí, ¡suéltenlo! que él no es un hombre de eso”. La segunda vez fue después del Golpe de Estado al profesor Juan Bosch porque apareció como Ministro de Defensa en la lista de funcionarios de un nuevo Gobierno y Marcio Mejía Ricart decía que lo iban a matar. Mami se movió rápido y habló con el presidente del Triunvirato, Emilio de Los Santos, pidiéndole que liberara a su esposo, quien por defender la constitucionalidad en el 1963 fue apresado y encerrado por 14 días en una solitaria del Palacio de la Policía, habiendo sido Jefe de la Policía en 1955 y lo entendía una desconsideración. La complacieron, por ser ella una mujer reconocida y que no se metía en problemas, diciéndole: “y aquí hay solitaria. No, suelten a ese hombre”.

Tomado del listin Diario

Noticias Relacionadas

El teatro de ayer y de hoy

La Batalla del 30 de Marzo: Una batalla de manufactura divina

Por FABIO HERRERA MINIÑO
herreraclubnaco[@]gmail.com


Share on emailEmailShare on printImprimir

A 170 años de la batalla del 30 de marzo, todavía perdura el suceso
A 170 años del aniversario de la batalla del 30 de marzo, todavía perdura en la historia el extraordinario suceso, que según las crónicas del hecho no hubo bajas dominicanas, mientras las tropas haitianas invasoras del general Pierrot sufrieron más de 500 muertos, más de 700 por algunos historiadores.
Todavía se analiza ese hecho, e incluso algunos de los cronistas haitianos se hacen eco del suceso y lo reseñan en sus libros, de manera que José María Imbert se luce como un gran estratega para llevar a cabo una hazaña insólita en los anales de las batallas, y único en el mundo, dando lugar a que tal ocurrencia se cubra de dudas para aceptarlo como una verdad.
Las narraciones de esa tarde del 30 de marzo en Santiago, con las tres baterías de viejos cañones emplazados por los dominicanos en fortines llamados Dios, Patria y Libertad, vomitaban metralla hacia el campo enemigo, diezmando las tropas, cuyos cadáveres quedaban abandonados en el campo cuando, al cabo de unas cuatro horas de combate, se efectuó alto al fuego con un parlamento de lo más curioso, donde el general Imbert le imponía a Pierrot un armisticio que no le correspondía, y Pierrot aceptó después de las seguridades que se le dieron para marcharse hacia Haití. Los informes recibidos desde Puerto Príncipe hablaban de la inestabilidad política en ebullición, buscando el derrocamiento de Herard, que había sido derrotado en la batalla de Azua del 19 de marzo.
En el caso de la batalla del 19 de marzo se habla de pocos muertos dominicanos, tan solo tres fatalidades, dejando en la mente varias dudas acerca de los cronistas militares de aquella ocasión, o hablan de una supuesta intervención divina, protectora de las vidas de los combatientes dominicanos.
Pero el caso de la batalla de Santiago se presenta como una ocurrencia de leyenda, obligando a los historiadores actuales soslayar esa información sin ofrecer detalles sobre la inexistencia de bajas dominicanas, que tan desfavorable fue para las tropas haitianas con cientos de muertos, esparcidos a la entrada oeste de la ciudad, sin ser recogidos por la rapidez con la cual Pierrot decidió acogerse al armisticio y marcharse rápidamente para su país, siendo acosado en su retirada por las guerrillas dominicanas en Talanquera y Angostura.
Los impulsos haitianos de recuperar la parte este se aplacaron un poco, ante los problemas políticos que ocurrían en Puerto Príncipe, que ya para 1845 estaba Pierrot al mando de la situación, y de inmediato organizó una nueva oleada de invasiones al territorio dominicano, y como era su costumbre, por el norte y por el sur. Una vez más fueron derrotados en Estrelleta y en Beller, lo cual los hizo desistir de nuevas aventuras para recuperar el territorio oriental, y tan codiciado por ellos, que en su Constitución se establece la condición de la isla una e indivisible.
Los afanes haitianos de recuperar la parte oriental se aplacaron hasta 1849 cuando Faustino Soulouque organizó, por encima del descontento de los haitianos en contra de las invasiones al este, una nueva expedición que fue derrotada a orillas del río Ocoa, el 21 de abril en el sitio de Las Carreras, hundiendo y descartando por un tiempo los afanes de los generales haitianos de invadir cada vez que la situación política de su país creían les era favorable, pero no contaban con la firme resolución de las mal organizadas tropas dominicanas de preservar su libertad o morir en el intento.
La batalla del 30 de marzo precipitó los desacuerdos políticos que crecían entre los principales ideólogos de la separación, entre ellos Juan Pablo Duarte que se vio enredado en las redes de una bellaquería de zorros de la política como Santana, Bobadilla y Manuel Jiménez, que ya para septiembre de 1844 había sido desterrado del país para siempre.

El retorno de la ética en el liderazgo político dominicano

Por FABIO ABREU 

Max Weber plantea en su texto El político y el científico (p.II) que existen dos formas de hacer política. La primera ocurre cuando las personas viven de la política como profesión y hacen de ella una fuente duradera de ingresos. Por oposición, en la segunda, están las personas que viven para la política, se alimentan de ella, le da un sentido a su vida, poniéndola al servicio de algo. Quiero presentar diez ideas para el debate en torno a la necesidad de un liderazgo ético. Tomo como punto análisis las dos primeras publicaciones en el Listín Diario del expresidente Leonel Fernández, Liderazgo y poder…
En sus artículos, el expresidente Fernández Reyna menciona a Robert Green, autor del libro las 48 Leyes del Poder, quien reescribe desde un sentido pragmático la obra del Príncipe de Maquiavelo sobre la conquista y permanencia del poder. Luego, fundamenta su argumentación utilizando como base empírica casos de clientelismo político. Aunque es una tremenda verdad, dado la experiencia acumulada de la historia política en que la ética y la política van por camino distinto. Sin embargo, como sostiene el propio Weber, esto no permite prescindir del servicio a una causa, si se quiere que la acción tenga consistencia interna…
Además, no se pueden validar prácticas políticas de conquista y permanencia del poder no éticas como verdad absoluta. Hay mucha gente que quiere el bien para los demás. Se ha querido convertir, por siglos, el libro del Príncipe como una guía, igualmente como funge la Biblia para los cristianos. Yerran los que se inscriben en esa visión y desconocen las experiencias éticas de la acción política. Están atrapados en una falacia que los lógicos llaman accidental y de un alto grado de generalidad que hiperuniversalizan lo factual como una verdad absoluta por el uso frecuente.
Es posible conquistar y mantener el poder de forma distinta a la propuesta de los autores citados anteriormente. Se trata de realizar acciones sin instrumentalizar a las personas, con políticas claras, coherentes con un marco ético, de la mano de la propuesta aristotélica, de una praxis, de una virtud y sustentadas en una buena voluntad. Esto es una deuda en el liderazgo político, que ha sido tímido para realizar los cambios estructurales que requiere la sociedad dominicana para romper con el paradigma del clientelismo y la corrupción. ¿Por qué no ha ocurrido? ¿Por qué hemos sido tan tolerantes y cómplices con las formas de hacer política no ética?
Hay un error ético y también moral: los gobiernos administran el dinero que le cuesta casi la vida a millones de trabajadores que tenemos que fajarnos desde muy temprano hasta muy tarde de la noche para tener un mínimo de vida y de otros tantos que no pueden llegar ahí.
En el libro de Liderazgo Ético se plantea la necesidad de este liderazgo sentida en nuestro país. Es lo que nos va a salvar del abismo. Algunas acciones de liderazgo del presidente Medina, que le ha ganado la simpatía de amplios segmentos de la ciudadanía, tienen que ver un ejercicio ético. Veremos si esto trasciende más y genera estructuras más duraderas para que puedan continuarse y mejorarse esos cambios. Le queda pendiente tomar decisiones de problemas urgentes para que el país pueda vivir más en paz.
Me hubiese gustado que el Dr. Fernández retomara la tradición ética del fundador del PLD, que fue un líder ético, que marcó una generación de líderes jóvenes, y del Dr. Peña Gómez, que valoró la gente en su propuesta política.
Existen líderes impiradores: el presidente Pepe Mujica, Nelson Mandela y otros tantos líderes éticos. Cita a la Madre Teresa de Calcuta y a Jesús de Nazaret. Pero es importante destacar que sus liderazgos se acrecentaron por trabajo desinteresado a favor de los demás sin importar la persona y sin recibir nada a cambio.
En el caso del liderazgo de Jesús de Nazaret, se relacionó con la gente que controlaba el poder, pero se mantuvo firme en sus principios éticos y fue consecuente con ellos hasta el final. En lugar de convertirse en uno más de ellos, al contrario, fueron ellos los que se sintieron desafiados y reconocieron en él la fuerza de su poder.
El mandato de la Constitución del 2010 es ético respecto a las funciones del Estado, especialmente en los artículos 8 y 38. Este último dice: El Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad de la persona y se organiza para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes. La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos.
Ahora bien, no es suficiente, pues la lucha por el poder político es una guerra permanente de intereses opuestos y de grupos oligárquicos en todas las épocas. Quien aspire a él debe contar con el arsenal estratégico para lograrlo. Si el liderazgo es ético va en ventaja, pues ya tiene un escudo poderoso y un contexto dominicano que pide a gritos su renacer.
Un liderazgo, por muy ético que sea, necesita estrategias comunicativas persuasivas, una gran causa de cambio con una acción comunicativa política en una lógica de horizontalidad en el marco de la democracia.
El desafío del liderazgo ético es contribuir con la formación de un gran partido, orientado hacia una ética de mínimos como plantea Adela Cortina en Ética de la sociedad civil, la cual consiste en el respeto a unos derechos, el aprecio a unos valores y la estima de una actitud dialógica compartida en una democracia (p. 103). Descubrirlos como aconseja el viejo Sócrates, pues ya están en los seres humanos que procuran el bien y los que no lo procuran que se contagien con el bien.
Hay voces, y son muchas, que claman por la ética en el liderazgo político dominicano, que cumpla con las funciones de representación política de la ciudadanía y sea un instrumento que permita el ejercicio de la democracia. Dos estudios cualitativos entre jóvenes de universidades dominicanas (2013) plantean la necesidad de que los líderes políticos garanticen mejores oportunidades para los jóvenes y que escuchen sus reclamos. Tienen la percepción de que la democracia es deficiente y que no les garantiza calidad de vida y de superación personal.
En opinión de los jóvenes de las organizaciones populares, de acuerdo a un estudio cualitativo sobre percepción de la democracia en Santo Domingo (Centro Bonó, inédito: 2013), el único interés de los partidos es servir a su membresía. Las encuestas sobre cultura política realizadas en el país desde el 1994 subrayan, de igual modo, el incumplimiento de la función de los partidos políticos. Eso explica la falta de confianza y la percepción negativa que tiene en la dirigencia política. Es un peligro, pues puede preparar el escenario para el brote de liderazgo autocrático que pueda conducir el país a la dictadura.
En suma, necesitamos convertir, no sólo en moda, el retorno de la ética al liderazgo político, sino también en los nuevos liderazgos que surjan. Pero también requerimos de una ciudadanía más exigente y crítica. Empecemos por adecentar a las instituciones, que sean verdaderos modelos de gestión ética.

Viaje por la historia. Ortega Frier, su biblioteca y Joaquín Balaguer



Por ÁNGELA PEÑAa.pena[@]hoy.com.do                      
Es posible que la afirmación irónica y despectiva que hizo Joaquín Balaguer sobre Julio Ortega Frier en sus Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo contribuyera a sembrar la idea de que él no era intelectual ni culto a pesar de sus rectorados universitarios, su experiencia docente, las obras que publicó y las que dejó inéditas, las carreras cursadas en el país y en Estados Unidos y la espléndida biblioteca, el mayor atractivo cultural de su época. El expresidente escribió que Ortega “poseía probablemente la mejor biblioteca del país, sin duda la más selecta y rica no solo en textos jurídicos sino también literarios, especialmente libros raros sobre la República Dominicana y ediciones costosas de obras maestras tanto de la literatura británica como de la francesa y la castellana. Es probable que muchas de esas obras hayan permanecido durante años en sus anaqueles sin haber sido hojeadas jamás por su dueño”. Lo satirizó en otros aspectos de su cultura.
Presuntamente, el expresidente guardaba resentimiento contra el notable jurisconsulto desde 1937. Además, el mandatario fue supuestamente cómplice de la merma de ese acopio, según informes llegados a la familia de Ortega Frier que esta no ha confirmado.
Jaime Read Ortega, biznieto del exrector de la Universidad de Santo Domingo, hizo estos relatos y defendió la erudición de su antepasado al que considera docto y sabio y del que dijo que fue el “primer usuario” de los libros que compiló durante años con gran sacrificio desde antes de ir a estudiar a Estados Unidos donde le aguardaban los hermanos Pedro, Francisco y Max Henríquez Ureña con quienes convivió en New York.
Este descendiente, genealogista, conserva documentos e inmensidad de fotos de la familia Ortega Frier, sus fincas y residencias urbanas, ex libris y títulos. No niega el trujillismo ni el servicio que su bisabuelo ofreció a los norteamericanos durante la ocupación de 1916 pero afirma que no fue delator ni sus manos se mancharon de sangre y asegura que aprovechó su influencia durante la intervención para mejorar el nivel de la educación dominicana. Durante el trujillato enfrentó dificultades y “murió en desgracia”.
Lo que cuenta sobre el “trágico” destino de la afamada biblioteca de su ancestro, es impresionante. Declara, además, que la construcción de la Ciudad Universitaria se debe a Ortega Frier.
“Era un estudioso de la problemática nacional y sumamente culto. A diferencia de otros de su época, no tenía una escritura elegante, no era un prosista, era más bien de pensamientos e ideas para la acción. Más que un presentador de sus propias ideas fue un propulsor de la cultura”, exclamó.
Agregó que lo que leía Ortega Frier “era para interiorizarlo, no para expresarlo en obras publicadas”. “Fue un coleccionista de libros, pero fue su primer usuario en la lectura. Su vasta cultura, su pensamiento idealista, sus conocimientos los usó en aplicaciones prácticas”.
Significó que la mayoría de sus libros no se llegaron a publicar por su meticulosidad y citó entre los inéditos, “que hubiesen sido opus magnum”: Régimen jurídico de los predios rústicos en Santo Domingo (Estudio del desarrollo histórico de las instituciones de derecho real e inmobiliario en Santo Domingo), Los orígenes de la Universidad de Santo Domingo. Publicó El lugar del aprendizaje activo en la Universidad y Base para la reorganización de las facultades profesionales de la Universidad de Santo Domingo. “Este último fue de suma importancia, bajo esos fundamentos se organizó la facultad de filosofía”, acota.
-¿Por qué Balaguer cuestionó la cultura, la intelectualidad de Ortega Frier?-, se le pregunta. “La opinión de Balaguer estuvo sesgada por sus propias diferencias personales, tuvieron posiciones antagónicas después de la matanza de los haitianos. Balaguer era subsecretario y secretario interino de la cancillería y Julio Ortega Frier era secretario de justicia. Ante la aparente inefectividad administrativa de Balaguer, Trujillo lo quitó y puso a Ortega y eso creó un problema en Balaguer porque lo destituyeron para colocar a un hombre más sabio, eso constituyó para él un rechazo, lo vio como un desaire…”, contesta.
Jaime Read Ortega cita los cargos que ostentaba su bisabuelo en casi todas las compañías extranjeras radicadas en el país antes de pasar a servir a Trujillo y expresa que no fue partidario del régimen en sus orígenes aunque tampoco fue antitrujillista. No fue de los arquitectos de “la Era”, añade y manifiesta que las posiciones que aceptó fueron en calidad consultiva y honorífica. “Recibía un peso como rector pues decía que no podía cobrar por servicios prestados a la Patria”.
Cayó en desgracia cuando José Trujillo Valdez reclamó unas tierras a la Compañía Azucarera Dominicana, de la cual Ortega era abogado y en un momento en que Trujillo quería comprar la Compañía Eléctrica de Santo Domingo porque el precio que le presentó Ortega a Trujillo era muy alto y el sátrapa lo interpretó como que el jurista no quería que la adquiriera. Finalmente Trujillo le pidió que escribiera una serie de artículos sobre la industria azucarera atacando a la Compañía Azucarera Dominicana y al Central Romana y pese a que los escribió “no fueron todo lo grosero que esperaba Trujillo. Cayó en desgracia y murió a la semana”, el 12 de mayo de 1953.
“Su mayor contribución fue la construcción de la Ciudad Universitaria en 1943, el dictador lo quitó antes de la inauguración y lo mandó de embajador a Washington”.
La biblioteca. No solo eran libros sino que contenía el archivo particular de Ortega Frier, periódicos como El Dominicano, El Eco del Pueblo, La República, temas de asuntos haitianos “solo comparables con los de Peña Batlle. Ninguna fuente para el estudio de la isla como esta biblioteca”. Contaba además con óleos encargados a Abelardo de Duarte y del padre Billini.
Pero llegó un momento en que la familia no la pudo mantener y la puso en venta, sostuvo conversaciones con la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y con la Universidad de Puerto Rico porque la UASD y el gobierno, a los que la ofreció, no se interesaron. Cuando la iba a adquirir la Universidad de Puerto Rico periódicos locales editorializaron pidiendo que no dejaran salir ese acervo y la compró el gobierno dominicano, “pero nunca la pagó”, declaró Jaime. “Tenía como 16 mil volúmenes y el precio en que se vendió fue de 70 mil pesos que nunca recibimos”.
“El Estado la recibió y se alojó un tiempo en el Archivo General de la Nación donde según informes que nos llegaron comenzaron a diezmarla con la complicidad de Balaguer y de cualquiera que fuera. Después fue de las primeras colecciones con que se abrió la Biblioteca Nacional. Lo que queda está catalogado en la Biblioteca Nacional”.
“Como biznieto y como ciudadano pienso que se le ha dado un trato de irrespeto, no solo a Julio Ortega Frier sino a ese patrimonio. El Estado no lo resguardó de la forma debida”.

EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

DANIEL BALCÁCER: EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

De  Juan Pablo Duarte  solo se conoce una fotografía hecha en  Caracas  en 1873 cuando el patricio contaba con 60 años de edad.  A...