MORAL Y LUCES

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domingo, 5 de junio de 2016

De Chavez para aca: La espada de Bolívar en la OEA

La espada de Bolívar en la OEA
Ataque de celos geopolítico es lo que ha padecido la Organización de los Estados Americanos (OEA) frente a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Es en cierta medida comprensible si se considera que lleva demasiado tiempo sintiéndose como un segundo plato. La OEA estuvo siempre mal acostumbrada en el siglo pasado a hacer lo que quería en cualquier país del continente. Miraron siempre para otro lado cada vez que se produjo un golpe de estado a favor de sus propios intereses. Activaron Cartas (Anti) Democráticas para derrocar a gobiernos legítimos. Estaban habituados a ser los reyes del mambo en la región hasta que llegó el Comandante (Chávez) y mandó a parar.

Sí, definitivamente, Chávez obtuvo una gran victoria de época. De esas que perduran más allá de los años que transcurran. En estos momentos, en los muchos ya andan montados en el carro de los pronosticadores del fin de ciclo, la realidad nos volvió a resituar en clave geopolítica. Es verdad que la región ha cambiado mucho en estos últimos tiempos luego de las derrotas electorales de Venezuela (legislativa) y Bolivia (repostulación de Evo) y de la victoria de Macri en Argentina. Pero esto no significa que todo lo logrado se ha esfumado. Una demostración de esto es que la OEA sigue incapacitada en este ciclo histórico para imponer criterios del norte a la hora de solventar los problemas en el Sur. 

La OEA no pudo mas con su propia patología, sus celos frente a Unasur. Sigue sin saber cómo digerir que la hegemonía ha cambiado de bando en materia geopolítica en la región suramericana. No puede soportar el protagonismo decisivo de Unasur en el caso venezolano. Desde hace meses, la Unasur, con Samper a la cabeza, conjuntamente con 3 ex presidentes de otros países de afuera (Zapatero, Torrijos y Leonel Fernández), están jugando un rol importante en el dialogo entre gobierno y oposición. Basado en el respeto a la soberanía, han venido construyendo una hoja de ruta que ha comenzado a dar sus frutos. Esto no gusta casi nada a los que siempre dirigieron los conflictos con control remoto. Lo intentaron con una carta de su secretario general, Almagro, y quedó en ridículo porque ni sus propios aliados ideológicos lo apoyaron. Colombia y Argentina, por ejemplo, les dieron la espalda. 

El verdadero ganador en el pugilato entre OEA y Unasur ha sido indudablemente Chávez. O se podría decir de otra manera: el legado de Chávez ha vuelto a ordenar el tablero geopolítico en un escenario altamente complicado. Es la lectura de época que debemos hacer. Una vez más, ganó el sentido común bolivariano que parecía estar en riesgo luego del golpe de Estado en Brasil. Chávez siempre supo que no hay revoluciones puertas adentro si éstas no vienen de la mano de revoluciones afuera. La soberanía nacional solo es viable en el tiempo si está acompañada de construcciones supranacionales que lo garanticen. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y precisamente la Unasur conforman una arquitectura de época que ha vuelto a demostrar su eficacia. 

Este consenso, el bolivariano, frente al viejo consenso de Washington, es el verdadero logro irreversible del siglo XXI. Se ha constatado una vez más que todavía tiene alta capacidad para afrontar cada avatar interno o cualquier intento de injerencia externa. La OEA se quedó sin trofeo. Aún peor: quedó grotescamente marginalizada. Es cierto que ganó la agenda por unos días, pero sufrió un tal traspiés en modo de boomerang que le hizo salir más débil de lo que ya venía. 

La Unasur sale fortalecida de este embate. Es una oportunidad de oro para que esto sirva para catapultarse nuevamente. El desafío lo tiene ahora en Brasil. Unasur ha de demandar activamente una Solución Democrática mientras la OEA no activa su Carta Democrática para este asunto. Unasur podría tener un papel decisivo en esa contienda si pisa el acelerador. Podría matricularse con cum laude ahora que muchos creían que estaba más muerta que viva. Luego de cierto repliegue relativo, siempre llega un buen momento para una ofensiva política. En este escenario de América latina en disputa, la región vuelve a necesitar pensarse a sí misma como región.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Venezuela, infinita mirada

“(…) y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la estatua de Bolívar”, quizás sea este conocido relato de José Martí, escrito en La edad de oro, lo primero que conocí de Venezuela. A más de un siglo del paso del más universal de los cubanos estoy parado en la Plaza Bolívar, delante de la misma estatua, en el corazón del casco histórico de la capital venezolana. Este es el punto inicial de “Venezuela, infinita mirada”, una serie de crónicas fotográficas que intentará describir durante unos días la cotidianidad de este hermano país y sus panas. Comenzamos viaje.
“Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la estatua de Bolívar”. José Martí. Foto: Kaloian/Cubadebate.
"Chávez no se murió, Chávez no se murió, Chávez vive en el pueblo...", reza un cántico popular. Mural en un barrio popular de Caracas.
“Chávez no se murió, Chávez no se murió, Chávez vive en el pueblo…”, reza un cántico popular. Mural en un barrio popular de Caracas. Foto: Kaloian/Cubadebate.
Venezuela es el país con la mayor mezcla racial en América.
Venezuela es el país con la mayor mezcla racial en América. Foto: Kaloian/Cubadebate.
En la calle puede disfrutarse de un buen café venezolano.
La chicha criolla, una de las bebidas más típicas de Venezuela. Está hecha a base de leche de vaca y arroz, un poco espesa y dulce. Foto: Kaloian/Cubadebate.
Cerro La Planicie, Caracas.
Cerro La Planicie, Caracas. Foto: Kaloian/Cubadebate.
Impronta bolivariana. Foto: Kaloian Santos Cabrera.
Impronta bolivariana. Foto: Kaloian Santos Cabrera.
El dominó es uno de los esparcimientos más populares.
El dominó es uno de los esparcimientos más populares. Foto: Kaloian/Cubadebate.
Las paredes hablan. Foto: Kaloian Santos.
Las paredes hablan. Foto: Kaloian/Cubadebate.
Barbería al aire libre.
Barbería al aire libre. Foto: Kaloian/Cubadebate.
Uno de los barrios de la Gran Misión Vivienda Venezuela, que lleva ya casi un millón de casas entregadas en todo el país y la meta es alcanzar las 3 millones.
Uno de los barrios de la Gran Misión Vivienda Venezuela, que lleva ya casi un millón de casas entregadas en todo el país y la meta es alcanzar las 3 millones. Foto: Kaloian/Cubadebate.
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Músico popular tocando el cuatro venezolano o llanero, instrumento tradicional.Foto: Kaloian/Cubadebate.
Siempre hay tiempo para una buena siesta.
Siempre hay tiempo para una buena siesta. Foto: Kaloian/Cubadebate.
En la calle puede disfrutarse de un buen café venezolano,
En la calle puede disfrutarse de un buen café venezolano.Foto: Kaloian/Cubadebate.





Venezuela, infinita mirada (II)

Los ojos del Comandante Hugo Chávez miran desde otros ojos en ciudades y pueblos venezolanos, hechos esténcil, grafiti, mural, mosaico, camisetas y cuanto recurso gráfico pueda imaginarse. Esa mirada inspiradora del líder popular es la misma huella que me interpela en mi paso este país y su revolución bolivariana. Y es sabido el alma de un pueblo habla a través de los ojos de sus hijas e hijos.
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Vea la primera parte de esta entrega: Venezuela, infinita mirada

Venezuela, infinita mirada (III)

Aragua fotos Kaloian-3Va cayendo la tarde. Llego al asentamiento campesino La Natividad, en el municipio Francisco Linares Alcántara, en el estado venezolano de Aragua. Piso la tierra y mi mirada se pierde en el horizonte, entre las montañas. Quedo tan absorto con la luz que apenas me percato de que estoy en medio de un surco y de que, por mi lado, pasan hombres y mujeres camuflados de bejucos. Son campesinos en plena cosecha de caraota, esa misma legumbre a la que los cubanos llamamos frijoles.
Me encuentro en tierras que estaban en desuso hasta hace no mucho tiempo y que el gobierno bolivariano intervino para cederlas –con títulos de propiedad– a familias campesinas. Esta reforma agraria incluyó, además, maquinarias agrícolas financiadas por el Consejo Federal de Gobierno, un organismo compuesto por los Poderes Municipales, Estadales y Nacionales de la República Bolivariana de Venezuela.
Me cuentan que aquí en La Natividad en lo que va de año ya han cosechado 15 mil kilos de caraota. Importante, si tenemos en cuenta además que es uno de los alimentos básicos y populares en la mesa de los venezolanos. Pero la apuesta por apoyar un nuevo modelo socioproductivo y regional no termina ahí: Tareck El Aissami, Gobernador del estado Aragua, acaba de anunciar un fondo especial de 100 millones de bolívares para la producción agrícola en 2016.
Así se va generando un nuevo modelo productivo en todo el país ante el desabastecimiento de insumos en medio de una guerra económica y la caída sistemática de los precios del petróleo (fuente fundamental de la economía venezolana) que pasaron desde los 100 dólares por barril hasta menos de 40 dólares.
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Vea las entregas anteriores de esta serie:

EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

DANIEL BALCÁCER: EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

De  Juan Pablo Duarte  solo se conoce una fotografía hecha en  Caracas  en 1873 cuando el patricio contaba con 60 años de edad.  A...