El mes de abril, el mes de la heroicidad dominicana, puesto que el 24 de abril de 1965 se inicia la revolución de abril.
La Guerra Cívico-militar Dominicana de 1965 constituye uno de los hechos más relevantes en la historia reciente de la República Dominicana.
El conflicto se inicia cuando un movimiento de jóvenes oficiales de las distintas ramas de las fuerzas armadas dominicana, comprometido con un mejor destino para la patria, liderado por el Coronel Tomas Fernández Domínguez, se organizan con el propósito de restaurar el gobierno constitucional y democrático del profesor Juan Bosch del 1963.
Bajo la consigna “vuelta a la constitución sin elecciones”, el grupo de oficiales patriotas da inicio a unos de los episodios de mayor heroicidad del pueblo dominicano, tanto que tres días después de la revuelta militar ocurre por segunda ocasión en el siglo XX, la intervención de los Marines Norte Americanos, con el propósito de impedir que el pueblo eligiera su propio destino en democracia. La respuesta del pueblo en armas juntos a sus militares patriotas frente a la grosera y abusiva intervención militar de los Estados Unidos, fue una repuesta de heroicidad, resistiendo y enfrentado militarmente a unos de los ejércitos más poderosos del mundo.
El movimiento 30 de junio considerando importante, para que no se pierda en el tiempo la memoria histórica de aquella gesta, donde el valor patriótico del dominicano se puso de manifiesto por tercera ocasión en cuanto defender la patria se trata, presentar varios reportajes en series donde se analiza en su justo contexto histórico lo que fue la revolución de abril y la intervención militar de los Estados Unidos en 1965.
Para la ocasión, el profesor Juan Bosch, analizando desde una perspectiva histórica la revolución de abril decía:
“Los hechos que tienen importancia en la vida de un pueblo no pueden verse aislados, y por esa razón no podemos hablar de la Revolución de Abril aislándola del resto de la historia dominicana como si ésta hubiera comenzado el día antes del 24 de abril de 1965.
Es más, la Revolución de Abril no puede analizarse ni siquiera a partir del 25 de septiembre de 1963, fecha en que se dio el golpe de Estado que derrocó el Gobierno constitucional de ese año.
Podemos decir que el golpe de 1963 fue el antecedente inmediato de la Revolución de Abril, pero para juzgar correctamente el estallido de 1965 habría que ir mucho más atrás porque todos los acontecimientos históricos tienen raíces múltiples y algunas de ellas nacen mucho tiempo antes de lo que se ve a simple vista.
Esto último es lo que explica que a la hora de analizar cada momento de la historia debemos partir del conjunto de los hechos anteriores.
Lo cierto es, y es lo mas importantes, que a la hora de analizar la guerra de abril y la segunda intervención militar Yanquis fue que el 28 de abril, la lucha tomó un giro diferente cuando el entonces presidente norteamericano Lyndon B. Johnson ordenó el desembarco de tropas estadounidenses en territorio dominicano con el pretexto de salvaguardar la vida de sus conciudadanos residentes en el país. Las tropas norteamericanas establecieron un “corredor de internacional” y una “zona de seguridad” con la cual cercaron a los constitucionalistas, quienes ya para el día 28 habían tomado la Fortaleza Ozama, que en aquella época era el asiento de la policía antimotines, y apresado a cientos de efectivos policiales.
Inmediatamente desembarcaron, los norteamericanos encontraron la oposición armada de los constitucionalistas, los cuales para tal fin crearon los llamados “comandos”, que no eran más que células de combatientes que también realizaban no sólo la vigilancia del sector ocupado por los constitucionalistas, sino que también funcionaban como una especie de policía civil. El 30 de abril llegó a Santo Domingo, John Bartlow Martin, enviado especial del presidente Johnson y otros asesores del gobierno norteamericano (Martin había estado en la República Dominicana anteriormente como embajadador del gobierno del presidente Kennedy). Los Constitucionalistas, reducidos al dominio de lo que se conoce como Ciudad Nueva (zona intramuros de Santo Domingo que comprende la parte más antigua de la misma), organizaron un gobierno el cual proclamaron como legítimo ya que había sido gratificado por el congreso de 1963, el cual, a su vez, había sido restaurado por la sublevación del 24 de abril. Ese mismo gobierno proclamó como su presidente al Coronel Francisco Alberto Caamaño. Desde luego que el Coronel Tomas Fernández Domínguez es considerado como el verdadero héroe de la Revolución (Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad) “… y aquí estoy, respondiendo con la frente en alto, el honor multiplicado y la vergüenza como estandarte. Que me juzguen la Historia y la República”* Rafael Tomás Fernández Domínguez Coronel E. N.
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