“Para juzgar a un hombre no basta con lo que haya hecho, sino que hay que tomar en cuenta aquello que no hizo debiendo hacerlo”.--Juan Bosch--
Lo primero es que no hay un centavo en la calle y la libra de pollo está a 50 pesos. Además, según los organismos internacionales, el déficit fiscal de un PIB de 54 mil millones, será de 5.5% para el primer año de Danilo. No sé si el presidente electo leyó la entrevista de Luiz Inácio Lula da Silva con “El País”, de Madrid, España (si quiere se la repito en “El Roedor”), en que afirmó que aunque los economistas le aconsejaron que no aumentara los salarios porque sería una medida inflacionaria, en 8 años de gobierno hizo seis aumentos de salarios que alcanzaron un 62% del real, y que todo el mundo salió beneficiado, incluidos los ricos que ganaron más y no hubo tal inflación (“mi caudillo” don Juan le dijo eso mismo varias veces a don Payo Ginebra cuando era jefe de la Copardom, bajo el argumento de que los trabajadores y empleados públicos tenían limitada capacidad de adquisitiva, y cuando les aumentan unos chelitos salen a comprar lo básico y algún electrodoméstico soñado, fiado, y eso, a su vez, calienta la economía formando un “círculo virtuoso”; por lo que no había razón alguna para regatearles a los trabajadores aumentos de salarios; que el miedo de los patronos era infundado).
Danilo es economista, y si me lo pide, también le busco esta discusión en los escritos económicos de Bosch, aunque ignoro si las variables se puedan asemejar a la de los años 80s y 90s. No sé si la economía tiene la “sanidad” para hacer eso ahora, pero se lo recuerdo a Danilo porque quiero que le aumente a guardias y a policías para que, inmediatamente, arrecien su lucha contra la delincuencia y violencia demencial que nos envuelve.
2.- Lo que dice Bernardo Bernardo Vega, un hombre resentido y enfermo, escribió que la magia del presidente Leonel es dejar la economía al borde del precipicio cuando termina un mandato (2000-2012), para luego venir como el salvador (¡ofrézcome, qué sortilegio!); y que eso hizo ahora con Danilo: lo dejó amarrado. Esta tesis, que me parece disparatada, sólo la he oído en boca de Ignacio Nova (aunque la quiebra real, demostrable, ocurrió cuando Bernardo estaba en el Banco Central en el gobierno J.B.); pero no está mal que Leonel Fernández llame a la razón a esa festiva “oligarquía morada” –como la bautizó Adriano Miguel Tejada– bebedora de whisky que anda llenando la Capital de carteles anunciado su regreso para el 2016, porque a decir verdad, ella no tiene nada con la “patriarcal” surgida de las cimarronas de la Colonia, según Juan Bosch. Las angustias y sobresaltos de la campaña electoral sufridas por todo el pueblo, todavía laceran.
Para el 2016, los primeros votantes habrán nacido en 1998, y aunque los gobiernos lo hagan bien (que es lo que todos los que no son adversarios esperan de Danilo Medina), quieren su “primavera árabe”, aunque se les pele el billete. Bosch nunca dudó de la inteligencia de su pueblo y las burlas se ven de lejos. Danilo busca concretizar un sueño, que de hacerlo, no será “el Nueva York chiquito”, de Leonel, cuyo mayor error fue, al igual que el de Balaguer, habernos dejado con ese tremendo problema de la energía eléctrica y los apagones (cosa que no existe ni en el Líbano, que ha vivido siempre en guerra). Lo único que hay que esperar es que Danilo gobierne con tal tino que no tengamos que esperar a Leonel de nuevo para resolver el problema energético. A la edad que tengo nunca he visto, aunque los ricos digan lo que les venga en ganas, la salida del túnel de la maldita luz. ¿Oyó, don Labrado? ¡Eso hay que resolverlo! A mi presidente Leonel, que detenga a esos entusiastas del “¡Vuelve y vuelve!”, porque hasta la belleza cansa. ¿Cuántos pobres comen con una valla de ésas? 3.- Danilo y el CPP Debo felicitar al general García Cuevas (del Dicrim), por la entrevista a Napoleón de la Cruz; y debo pedirle al presidente Danilo --que de seguro le falta tiempo para ver TV y leer mucho--, que busque las declaraciones de Polanco Gómez y Rosado Mateo, jefes de la PN y la DNCD; las de Milton Ray y Vinicito Castillo, acerca del desastre que ha sido ese Código. ¡Aquí no se puede gobernar con ese Código Procesal Penal “de los delincuentes”! Que les diga a Reinaldo y a Abel que agilicen su reforma. Su gobierno no puede “mancharse” con ese chorro de sangre, abuso e injusticia que nos tiene bajo toque de queda hace 8 años, y sobre todo, los últimos. Por favor, que no se lleve de esos leguleyos hartos de dólares. Que forme una comisión tripartida con la PN, FFAA y juristas, para que den un diagnóstico certero de esta violencia que nos desborda y que no se olvide que México tiene 2 millones de km2 y RD sólo 48 mil. Hay que suponer que menor territorio, más fácil reducir a los criminales.
Cuando los pueblos saborean la “libertad”, dijo don Juan, jamás pierden la sed de ella.
¡El oído, Danilo!
Listin Diario
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