María Eva Duarte, como se llamaba al principio; Eva Perón, como se la conoció en sus últimos años; Evita, como el pueblo la bautizó, fue una figura que rompió todos los precedentes históricos y definió una modalidad política nunca vista hasta entonces. Durante el breve período de su actuación, al lado de Perón, fue el centro de un creciente poder y se convirtió en el alma del movimiento peronista, en su esencia y en su voz. Adorada y a la vez odiada por millones de argentinos, lo que jamás provocó fue la indiferencia.

“Solamente con fanáticos triunfan los ideales, con fanáticos que piensen y tengan la valentía de hablar en cualquier momento y en cualquier circunstancia que se presente, porque el ideal vale más que la vida, y mientras no se ha dado todo por un ideal, no se ha dado nada. Y todo es la vida misma. ¡Los tibios, los acomodaticios, los “buenos” justicialistas (para los enemigos del peronismo…) no serán quienes deban escribir la historia de nuestra Patria y de nuestro Movimiento, ni dirigir los destinos de nuestro Pueblo! Porque “el peronismo” no se aprende ni se proclama. Se comprende y se siente. Por eso es convicción y es fe… Yo no deseo, no quiero para el peronismo, a ciudadanos sin mística revolucionaria” Eva Perón 17 de Octubre de 1949.

María Eva Duarte nació en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, en 1919. Ella, su madre, Juana Ibarguren, y sus cuatro hermanos formaban la familia irregular de Juan Duarte, que falleció cuando Evita tenía seis o siete años. En esa época, se mudaron para Junín, donde Eva permaneció hasta 1935.Se sentía asfixiada por el ambiente pueblerino y entonces, con tan sólo 15 años, decide mudarse a Buenos Aires buscando convertirse en una actriz. Sola, sin recursos ni educación, se enfrenta con un mundo hostil y duro, cuyas reglas desconoce. Pero triunfa: llega a ser actriz de cierto nombre, pese a la falta de mayores talentos teatrales, y a encabezar un programa de radio muy escuchadoPero su destino era otro. En enero de 1944, Eva Duarte conoce al coronel Juan Domingo Perón en un festival que la comunidad artística realizaba en beneficio de las víctimas de un terremoto que había destruido la ciudad de San Juan pocos días antes.En el mes siguiente, ya vivían juntos y dos años más tarde regularizan la relación, contrayendo matrimonio en una ceremonia íntima y que no trasciende al público.


“Por eso he dicho siempre que antes de ser una realidad, prefiero ser la esperanza de la revolución. Porque así seré la eterna vigía de la revolución. Y eterna vigía de la revolución es el título que aspiro a tener. Y para tenerlo hay que ganarlo. Eterna vigía de la revolución es no tener amigos personales, porque los únicos amigos nuestros han de ser los amigos de la causa y si un amigo de la causa tiene un momento de locura y se desvía, desde ese instante deja de ser amigo. Nosotros no tenemos más amigos ni más compromisos que nuestra causa. Es decir, que no tenemos más bandera que la de nuestra causa, que es la bandera de la Patria y de Perón. Esa es la bandera que seguimos, y por ella somos capaces de hacer cualquier sacrificio y de renunciar a cualquier cosa”. Ma. Eva Duarte – 7ª Clase de Historia del Peronismo –Escuela Superior Peronista – Primer Curso

En febrero de 1946, después de una campaña electoral en que la presencia de Evita fue marcante, Perón es electo presidente. La oposición le trasladó a ella la antipatía y el rechazo que sentían por Perón. La ascensión vertiginosa “esa mujer” fue para esos argentinos un motivo más de repudio.En su rol de primera dama, Eva Perón desarrolló un trabajo intenso, tanto en el aspecto político como en el social. En cuanto a la política, trabajó intensamente para obtener el voto femenino y fue organizadora y fundadora de la rama femenina del peronismo. Esta organización se formó reclutando mujeres de distintas extracciones sociales por todo el país. Las dirigentes de la nueva agrupación recibieron el nombre de “delegadas censistas”. 


Evita escribió “LA RAZON DE MI VIDA”

Ahí soltó estas palabras: “Cuando elegí ser “Evita” sé que elegí el camino de mi pueblo. Ahora, a cuatro años de aquella elección, me resulta fácil demostrar que efectivamente fue así.
Nadie sino el pueblo me llama “Evita”. Solamente aprendieron a llamarme así los “descamisados”. Los hombres de gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de empresa, profesionales, intelectuales, etc., que me visitan suelen llamarme “Señora”; y algunos incluso me dicen públicamente “Excelentísima o Dignísima Señora” y aún, a veces, “Señora Presidenta”. Ellos no ven en mí más que a Eva Perón.
Los descamisados, en cambio, no me conocen sino como “Evita”. Yo me les presenté así, por otra parte, el día que salí al encuentro de los humildes de mi tierra diciéndoles “que prefería ser “Evita” a ser la esposa del Presidente si ese “Evita” servía para mitigar algún dolor o enjugar una lágrima.
Y, cosa rara, si los hombres de gobierno, los dirigentes, los políticos, los embajadores, los que me llaman “Señora” me llamasen “Evita” me resultaría tal vez tan raro y fuera de lugar como que un “pibe”, un obrero o una persona humilde del pueblo me llamase “Señora”. Pero creo que aún más raro e ineficaz habría de parecerles a ellos mismos.
Ahora si me preguntasen qué prefiero, mi respuesta no tardaría en salir de mí: me gusta más mi nombre de pueblo. Cuando un pibe me nombra “Evita” me siento madre de todos los pibes y de todos los débiles y humildes de mi tierra. Cuando un obrero me llama “Evita” me siento con gusto “compañera” de todos los hombres
Fragmento del libro “La razón de mi vida” escrito por Eva Perón en 1951.

A los 33 años un cáncer segaba la vida de la joven artista que conquistó el corazón de Juan Domingo Perón y el de todo un país. María Eva Duarte, Jefa Espiritual de la Nación, fue pionera en dotar de contenido el rol de primera dama y logró convertirse en la mujer más querida del pueblo argentino

El 15 de enero de 1944 un terremoto asoló la ciudad argentina de San Juan. Las víctimas se contaron a millares. El titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión del gobierno militar de Edelmiro Farrell, el joven y ambicioso político Juan Domingo Perón, organizó una semana después en el Luna Park, un gran festival en pro de los damnificados. En él actuaban los artistas más populares del momento, y Evita se hallaba entre ellos. Ese 22 de enero Evita y Perón se conocen. La joven artista tenía solo 24 años, él era un codiciado viudo que, a sus 49, casi le doblaba la edad, pero el flechazo fue fulminante. Solo seis meses después, el 9 de julio, la pareja formaliza su relación: Evita y Domingo se van a vivir juntos.La artista continúa desarrollando su carrera en programas de radio y como actriz, rodando dos películas en ese periodo. Pero sus dotes políticas iban despuntando, y ese mismo año es elegida presidenta del sindicato de trabajadores radiofónicos, la Asociación Radial Argentina.


 Yo creo que hay muy poca justicia en el mundo. En muchos países existe una “justicia individual”, pero esa justicia es incompleta porque no interviene todo el pueblo en la solución de los grandes problemas que afectan a los trabajadores y los humildes, que forman la mayoría de los pueblos. Solamente aquí los trabajadores viven seguros de que su patria es justa para ellos y saben que hay justicia para todos. Esa es una base fundamental para la felicidad. Cuando miro a Perón me siento pueblo, y por eso soy fanática del General; y cuando miro al pueblo me siento esposa del General, y entonces soy fanática del pueblo. En nuestro Movimiento hay dos elementos fundamentales; el General nos ha enseñado a llamarlos elementos de la conducción: son el “pueblo” o la masa, y el “conductor”. …Porque tuvieron las tres condiciones características de los pueblos: conciencia social, personalidad social y organización social.   EVA PERON


El 8 de octubre de 1945 la carrera de Perón queda en peligro por un golpe de Estado. Con el general Eduardo Ávalos al frente, Perón se ve obligado a renunciar. El día 13 es detenido, pero dos días después los sindicatos y la CGT exigen su libertad, desencadenando una histórica manifestación el 17 de octubre de 1945.Perón es puesto en libertad y, recuperadas las posiciones del gobierno que contaba con la alianza militar-sindical, se abre el camino de Perón, que empieza a postularse como candidato presidencial.Domingo y Evita contraen matrimonio según el rito católico una semana después, el 24 de octubre.
La campaña electoral de las presidenciales se inicia el 24 de febrero siguiente. Esa fecha podría considerarse la del despegue oficial de Evita como primera dama. Como buena profesional de los medios empieza a ocupar junto a él un destacado puesto ante la opinión pública.
Tras la elección de Perón como presidente de Argentina en 1946, Evita desempeña un rol hasta entonces desconocido como primera dama, no se limita a ser la mera cónyuge, el reposo del guerrero. Inicia una incansable participación en las distintas secretarías del gobierno, atendiendo a las delegaciones obreras, las trabajadoras, los niños y los ancianos. Emprende una obra social de gran envergadura, que culminaría en 1948 al impulsar la creación de la Fundación Ayuda Social María Eva Duarte de Perón. Desde ella inauguró Hogares de Tránsito y comedores escolares, trabajó en barrios de viviendas económicas, donó instrumental a hospitales y auxilió a familias necesitadas, además de fomentar la atención a los niños, por quienes sentía una especial predilección. Su sensibilidad e identificación con el pueblo eran infinitas.


El pueblo está constituido por hombres libres; el pueblo tiene conciencia de su unidad; por eso es invencible y no puede ser explotado cuando es pueblo. En el pueblo todos tienen “iguales privilegios”, por eso no hay privilegiados. Todo “movimiento” que aspire a hacer la felicidad de los hombres debe tratar de que estos constituyan un verdadero pueblo. Esa es la historia de los pueblos, en cuyo largo camino las masas han luchado por alcanzar la gran “dignidad” de llamarse Pueblos. La Historia del peronismo es ya una lucha larga para conseguir que una masa sufriente y sudorosa –como tantas veces la llamó el general Perón- se transforme en un pueblo con conciencia social, con personalidad social y con organización social.”   EVA PERON

En 1947 Evita abre las puertas de Argentina a Europa: invitada oficialmente por el Gobierno Español, inicia una gira que la lleva por nuestro país, Italia, Francia, Suiza, Portugal, Mónaco, Brasil y Uruguay.
Embajadora de Argentina y…feminista. Obsesionada por conseguir el sufragio para las mujeres, logra su promulgación en septiembre de 1947.Pero… ¿quién era la joven que consiguió conquistar a toda una nación?María Eva Duarte provenía de una familia de origen humilde, hija ilegítima de Juan Duarte que, manteniendo a otra familia legítima en paralelo, jamás la reconoció. Esto la marcaría de por vida. Tras el fallecimiento de su padre, su madre, que había tenido junto a él cuatro hijos más, quedó desamparada. Eva, la benjamina, no tenía más que siete años. La familia logra sobrevivir con estrecheces gracias a los esfuerzos de la madre, que sale adelante trabajando como costurera.La joven Evita destacaba tanto por su belleza (sus rasgos y el tono de su piel le ganarían el sobrenombre de Negrita), como por su talento para la declamación dramática. Si bien no sobresalió como estudiante, poseía una especial sensibilidad artística. En 1935, Eva toma una decisión vital. Movida por su sueño de ser actriz, decide trasladarse a Buenos Aires. En la capital se incorpora a la Compañía Argentina de comedias. La suerte estaba echada.
En el cénit de su labor como primera dama, el 9 de enero de 1950 aparecen los primeros signos de su enfermedad: Evita padece cáncer de útero. Durante el acto inaugural del sindicato de taxistas se desmaya. El año siguiente, cuando Perón decide optar a su reelección, la Confederación General de los Trabajadores (CGT) exige la presencia de Evita junto al candidato, pero ella renuncia el 31 de agosto. El 1º de mayo aparece públicamente por antepenúltima vez con motivo del Día del Trabajador y, tras uno de sus apasionados discursos, desfallece. El 7 de mayo, día de su 33º cumpleaños, recibe el título de Jefa Espiritual de la Nación.El 4 de junio Perón revalida su cargo como presidente y su sacrificada primera dama acude a la toma de posesión. 22 días después fallece. Argentina se paraliza. Toda una nación queda desolada tras el fallecimiento de su “Santa Evita”. Nadie como ella supo luchar por su pueblo. ‘La abanderada de los necesitados y humildes’ dejaba tras de sí millares de desconsolados que pugnaban por darle su último adiós, nutriendo interminable colas.
Sus restos mortales, considerados un botín político, tardaron 24 años en descansar en su última morada. Pero esa es otra historia….

Consulta:
Arq. José M. García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL