Un cambio de época
Otros conceptos de economía
“Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán
mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser
suficientemente sabia para salvarse a si misma.” Fidel Castro, 1996
Resumen:
El Banco
Mundial observa que la crisis
financiera ha perjudicado el comercio mundial por la contracción del
crédito. La liquidez es
escasa en tiempos de crisis, la gente protege su dinero, deja de invertir y
consumir porque prefiere ahorrar para los tiempos malos que predicen avecinarse,
y eso es como un efecto multiplicador entre las personas; toda esa riqueza deja
de circular causando una gran parálisis en el mercado, lo que a su vez acentúa
el círculo vicioso que lleva a que la crisis se profundice.
Esta crisis ha desafiado la validez en tiempos actuales, de los pensamientos
y teorías económicas con las cuales se había venido fundamentando las políticas
y sistemas económicos.
¿Acaso nos encontramos frente a una época de cambios o un cambio de
época?
I. Introducción
En un principio fueron los tulipanes. Ya habían maravillado a los persas y
seducido al Imperio Otomano pero fueron al ser introducidos en Europa a mediados
del siglo XVI que desataron la primera gran histeria financiera. Un bulbo de
Semper Augusto (la variante más codiciada con sus pinceladas rojas y blancas)
podía valer tanto como una mansión en el canal más exclusivo de la próspera
Amsterdam de esos días. Se dice que un retoño llegó a venderse por 5.500
florines, cuando poco después se pagarían 1.600 a Rembrandt por el encargo de
unos de sus cuadros más famosos. Devenidos en el artículo de lujo por
excelencia, los tulipanes terminaron llevando a muchos a la ruina. Fue del
frenesí por una delicada flor a la que le lleva siete años crecer desde la
semilla donde nació la primera gran burbuja de la historia.
La buena noticia para todos en medio de la famosa crisis financiera de este
nuevo siglo, es que ésta se ha producido, para bien y para mal pensaría,
considerando que esperar aun más tiempo para una muerte anunciada no nos hubiera
ayudado en nada, no hubiera podido sostenerse más tratando de esconder a la
humanidad entera, la falta de medidas que no se tomaron a tiempo y de acciones
que perjudicaron y cuyas afectaciones las habíamos venido sintiendo; hubiera
sido un golpe mayor si hubiera esperado unos años más en explotar aunque ahora
no son tulipanes los cuales demoraban siete años en crecer, ahora son activos
financieros que se los negocia en los mercados segundo a segundo. No solo la
diferencia del tiempo invertido es abismal sino las consecuencias actuales no se
han visto en tal magnitud.
Es por esto que durante los tres últimos años se ha venido escribiendo y
analizando sobre temas relacionados a la crisis y estas reflexiones nos han
llevado a mirarla desde varios puntos, financiero, comercial, geopolítico,
social, etc. Sin embargo, con toda la inyección de dinero inorgánico que se
realizó a los mercados y a los bancos, para el presente 2010 se suponía estar
mostrando signos de recuperación. Esto no ha sucedido así, sólo fue el inicio de
una serie de afectaciones en las economías y por ende al comercio de los países.
Todo esto nos llama a considerar por qué no han existido soluciones efectivas,
¿acaso con todos los avances científicos y de la evolución del pensamiento, no
debió alguien haber planteado una salida efectiva a estos problemas?
Esta crisis ha desafiado a políticos y economistas, y las respuestas han
variado entre regiones y profesionales vinculados a diferentes escuelas de
pensamiento económico, sin tener aun una medida o un planteamiento efectivo.
¿Estaremos entonces frente a un cambio de época, donde el capitalismo
financiero necesita un cambio fundamental? Me atrevería a decir que si, pero
aun no hay quien tenga una propuesta valedera, pareciera que estamos atónitos
frente a los que está sucediendo, nuestras proyecciones están fallando y hay
factores que no estamos controlando.
En el presente artículo abordaré una pequeña reseña sobre la crisis
financiera, causas y efectos principalmente hacia el comercio, el cual se ve
afectado por la escasez de inversión, financiación, precios y el cambio de medio
de pago a sistema de pagos.
II. La crisis financiera y el pensamiento económico
Hace mucho tiempo que los países empezamos a hacer dinero del dinero, es
decir, consumidores ganaban dinero con los precios inmobiliarios, y usaban sus
ganancias para comprar televisores de pantalla plana de China con sus tarjetas
de crédito. Los banqueros hacían dinero creando valores complejos y
apalancamientos para que cada vez más consumidores pudieran ingresar al juego
crediticio. Cuando esta enorme burbuja explotó, creó un cráter tan profundo
que no se alcanza a ver el fondo, porque ese agujero es producto de falta del
reglas claras y de falta de sustento de los activos financieros.
Es por esto que se sostiene que la primera crisis financiera global del siglo
XXI, conocida por todos como “crisis
subprime” , no es solo originada por el sector inmobiliario estadounidense,
hay que mirar trasfondo y ver cómo hemos pasado a una “economía financiera
inflada” en relación a la economía real; éstas son como dos caras de una misma
moneda en juego pero el mundo le apostó sobre lo financiero que da “más dinero”
al ser especulativos.
Obviamente la economía financiera se encuentra mayoritariamente en juego en
los países desarrollados, y si estamos hablando de que la crisis se produjo
justo allí, es sencillo concluir de que muy difícilmente admitirán el problema
que se ha suscitado en los mercados mediante cambios trascendentales, pues en
sencillas palabras, nunca se atreverán a perder el control del mundo, y sumado a
la época donde la “globalización”
es un factor a seguir en todo el mundo, los países nos hemos visto afectados por
problemas que se originaron en otra parte.
El sistema capitalista necesita de la financiación para existir, sin embargo
el poder de 10 a 1 sobre la economía real, incentiva una serie de temores que
nos hablan de empresas multinacionales, de fondos de inversión, etc. que son
mucho más poderosos que países enteros y que disponen de las herramientas para
someter a la justicia y otras leyes fundamentales.
Claramente esta crisis se ha expandido por todo el mundo como un virus.
Todo apunta a que la humanidad se encuentra en un punto de quiebre de donde
saldrá una humanidad distinta, el pensamiento económico está en un punto de
prueba intensiva donde se requieren medidas audaces. Todavía tenemos mucho qué
aprender, pero tendremos que aprender rápido en esta ocasión o ir aprendiendo en
el camino, pues se encuentra en juego el bienestar de la humanidad.
Pese a que los errores del sector financiero-bancario dieron impulso a esta
crisis, el papel que jugaron los Estados con la Banca y la idea de que la
rentabilidad del sector financiero podía ser lo único y más importante, nos ha
puesto en la entrada de la recesión de las economías más industrializadas y la
desaceleración de la gran mayoría de las economías emergentes afectando al
comercio no solo de esos países sino de todos aquellos que dependemos de los
grandes para exportar.
Por otro lado esta crisis nos ha vuelto a cuestionar sobre el papel que deben
desempeñar los Estados en la economía. Realizando una analogía de las respuestas
surgidas durante la Gran Depresión en 1930; la calidad intelectual de entonces
supera a las hipótesis planteadas en la actualidad, pareciendo que el tiempo se
hubiese detenido y la Ciencia Económica no hubiese avanzado desde entonces.
Friedrich Hayek sostuvo que los procesos de inflación artificial del
dinero y del crédito llevado a cabo por las autoridades monetarias, eran el
principal desencadenante de los ciclos expansivo-recesivos (fiscales y
monetarios), para los periodos recesivos solo pospondría los ajustes económicos
necesarios: es decir las fases de “sana recesión” que permitirían depurar los
procesos de inversión insostenibles acometidos en el pasado (durante las fases
de exuberancia irracional), y devolver los precios sobrevaluados de los activos
a su valores reales previos a la creación de la burbuja monetaria.
En cambio Keynes defendía que en los episodios recesivos el gobierno debía
intervenir para sostener la demanda agregada y recuperar el pleno empleo. No
obstante, desconfiando del impacto real de los impulsos monetarios sobre la
liquidez, se mostraba partidario de las expansiones fiscales. La simple idea de
que el gasto público movía el consumo y la inversión, a través de los conocidos
efectos multiplicadores de muy dudosa relevancia, echó por la ventana la
posición que habían mantenido los autores clásicos de que las políticas de
austeridad, debían ser un elemento clave y saludable que caracterizase la
ejecución de la política fiscal.
Las ideas propuestas por Keynes rompieron con la economía neoclásica que
predominó hasta ese momento. De una lógica de largo plazo, de un estado de
mínima intervención, del equilibrio general con pleno empleo, de una creencia de
precios y salarios flexible; se pasó a una lógica de corto plazo, de
intervención estatal y de un equilibrio con desempleo.
La evolución de las ideas macroeconómicas siguió su curso. Pero con la crisis
económica actual, muchas críticas se han recibido acerca de la macroeconomía,
indicando que esta adolece de grandes fallas y defectos que le impiden
anticipar, analizar y solucionar la actual situación económica internacional,
por lo que se aboga por una reconstrucción y un cambio de paradigma de la misma;
en segundo lugar, es que esta cada vez más se apoya en modelos de una excesiva
matematización y tecnificación que se alejan del mundo real.
Para los tiempos actuales no se ha vislumbrado una teoría propuesta que pueda
dar frente a estos problemas en las economías y en las finanzas, lo único que se
ha hecho hasta ahora es criticar el pensamiento económico con el que nos
habíamos venido sosteniendo; y es que casi todos esos conceptos macroeconómicos
están desapareciendo por su incapacidad de dar respuestas en el contexto actual
del mundo dado que las finanzas internacionales han ido cobrando una mayor
importancia y trayendo consigo fenómenos desconocidos aun para la humanidad.
El economista Paul Krugman, premio nobel de economía en el 2008, piensa que
los supuestos de “racionalidad” en los agentes económicos y de los “mercados
perfectos” que subyacen en los modelos económicos actuales deben ser
abandonados, ya que en el mundo real los agentes y los mercados no tienen toda
la información disponible.
Posiciones contrarias y que no ven fallas estructurales en la macroeconomía
dominante en su capacidad de pronóstico y solución a la crisis económica actual
es la del economista John Cochrane, de la Universidad de Chicago, que plantea
que una crisis como la actual es por naturaleza imprevisible y que esta
situación constituye una prueba de que los mercados son eficientes, ya que la
teoría afirma que nadie puede predecir hacia dónde van los mercados ni cuál es
el valor fundamental de un activo: ni los reguladores, ni los analistas
financieros ni los economistas académicos.
En medio de esta polémica, considero que la actual crisis es más profunda y
compleja de lo que inicialmente se pensó. Los problemas seguirán apareciendo y
estando presentes dado que nos encontramos en un punto de quiebre para la
humanidad donde se vive no una época de cambios sino un cambio de época que sin
duda marcará el curso de la historia.
III. La crisis financiera y sus afectaciones al comercio
La globalización terminó siendo un arma de doble filo y lejos de proporcionar
equilibrios maximizadores , niveló siempre hacia abajo, aumentando la
desigualdad entre los países. La crisis hipotecaria, hasta el momento, se ha
saldado con numerosas quiebras financieras, nacionalizaciones bancarias,
constantes intervenciones de los bancos centrales de las principales economías
desarrolladas, profundos descensos en las cotizaciones bursátiles y un deterioro
de la economía global real. Los gobiernos se afanan en devolver la
estabilidad al sistema financiero y combatir la recesión a corto plazo con
programas monetarios y fiscales expansivos .
El Banco Mundial observa que la crisis financiera ha perjudicado el comercio
mundial por la contracción del crédito. La liquidez es escasa en tiempos de
crisis, la gente protege su dinero, deja de invertir y consumir porque prefiere
ahorrar para los tiempos malos que predicen avecinarse, y eso es como un efecto
multiplicador entre las personas; toda esa riqueza deja de circular causando una
gran parálisis en el mercado, lo que a su vez acentúa el círculo vicioso que
lleva a que la crisis se profundice.
Con la crisis financiera también se han presentado los índices más elevados
de desempleo de los últimos tiempos, iniciando en Estados Unidos , hasta la
reciente crisis en España , consideramos a este un factor que afecta el comercio
dado que las industrias que se han visto afectadas por este fenómeno.
Como decía, esto es una cadena donde todo está en juego.
Pero iniciemos enfocándonos en la parte relacionada directamente al comercio,
el crédito o financiamiento.
Alrededor del 80%-90% del comercio mundial depende de la financiación del
comercio (en su mayor parte de corto plazo) y no cabe duda de que el mercado de
la financiación del comercio atraviesa por dificultades.
Aunque la financiación del comercio suele ser una financiación sólida, que se
basa en prácticas y procedimientos que los bancos y los comerciantes utilizan
desde hace tiempo, con garantías firmes y operaciones de crédito documentadas,
parecía haber “resistido” bastante bien durante 2007 y principios de 2008, a lo
largo de estos dos últimos años se fue viendo que la falta general de liquidez
afectaba al suministro de créditos comerciales. La refinanciación de estos
créditos se hacía cada vez más difícil, y la concesión de préstamos se veía
afectada por la revaluación general de los riesgos relacionados con el
empeoramiento de la coyuntura económica mundial. Los márgenes de los créditos
comerciales a corto plazo se dispararon hasta alcanzar de 300 a 600 puntos
básicos por encima del LIBOR , frente a los 10-20 puntos básicos que se
registran en períodos de normalidad. Ha surgido un déficit de mercado entre los
principales proveedores de financiación del comercio, que los principales bancos
privados de Wall
Street calculaban que ascendía en noviembre de 2008 a aproximadamente 25.000
millones de dólares, en un mercado mundial de financiación del comercio con un
valor estimado de unos 10 billones de dólares anuales. Algunos grandes bancos
han comunicado en varias ocasiones que la falta de capacidad de financiación les
ha impedido financiar operaciones comerciales.
El problema de la liquidez se ha propagado a los países en desarrollo, a los
que corresponde un tercio del comercio mundial y que ahora se enfrentan a los
mismos problemas para obtener cartas de crédito y otros instrumentos de
financiación del comercio en el mercado local. Según una encuesta conjunta del
FMI
y la Asociación de Bancos para la Financiación y el Comercio.
Es muy probable que la escasez de financiación del comercio precipite la
desaceleración del comercio y la producción mundial. Cada vez hay más pruebas de
que el funcionamiento de las cadenas
de suministro se ve perturbado por la falta de financiación para los
proveedores de los países en desarrollo.
Sigamos puntualizando factores afectados para el comercio. En este caso el
cierre de empresas, el despido de trabajadores acrecienta más la crisis. Nadie
querrá invertir ni gastar más de lo necesario y muchas personas no podrán pagar
sus créditos, nadie querrá tomar nuevos créditos por lo que el sector financiero
que es uno de los elementos que mueve la economía, puede colapsar también.
Así mismo las empresas para poder salir de sus inventarios tendrán que
ofrecerlos a bajos precios, trabajando a pérdida, lo que afecta indudablemente
su capacidad de producción, y como la capacidad de producción de un país, es la
sumatoria de todos los factores y elementos productivos, terminará el país
entero en problemas.
Sin duda alguna el impacto de esta crisis recae en las afectaciones al
comercio internacional: “exportaciones”, derivado del propio peso relativo de
Estados Unidos, ocasionando caídas importantes en las exportaciones provenientes
de muchos países en desarrollo o subdesarrollados como el nuestro que depende en
casi el 50% de las exportaciones hacia este país.
La crisis afecta directamente al bolsillo de los consumidores americanos lo
que obliga a cambiar la estructura y patrones de consumo afectando las
exportaciones. Las exportaciones petroleras y algunas agrícolas se mantienen
porque son bienes necesarios para la economía estadounidense pese a que el
precio del petróleo no se ha recuperado por completo desde sus más bajos niveles
cuando estalló la crisis.
Otro punto importante a destacar es que las empresas de bienes de capital han
desaparecido como resultado de los errores empresariales inducidos por el
crédito barato y porque los precios de los bienes de consumo han empezado a
comportarse relativamente menos mal que los de los bienes de capital. A partir
de este momento se inicia un inevitable reajuste que, sumado a los problemas de
caída de la producción y aumento del desempleo, se está añadiendo un muy
negativo aumento de los precios de los bienes de consumo (recesión inflacionaria
o "estanflación").
En la historia ha ocurrido varias veces y es el hecho de que el dinero ha
dejado de ser confiable como unidad de medida del valor fundamental para el
intercambio. Pues, cuando ello ocurre, deja el dinero de servir para acumular
riqueza y reservar valor; ya no sirve tampoco para la coordinación intertemporal
de las decisiones (pues ahorristas y endeudados no pueden saber lo que vale lo
que tienen hoy y lo que podrán tener mañana), y se entorpece seriamente incluso
la función del dinero como medio de intercambio universal. Es por que a mi
parecer la causa fundamental de esta crisis reside en la distorsión y el cambio
que ha ocurrido a nivel de la “esencia” y las funciones del dinero. Y que,
si es así, la crisis no se superará hasta que el dinero recupere su capacidad de
cumplir correctamente sus funciones esenciales. Y es así como los rescates
financieros que están implementando actualmente los gobiernos de muchos países
no hacen sino agravar la crisis y postergar su superación, toda vez que
contribuyen a acentuar la distorsión del dinero y dificultar que cumpla sus
funciones esenciales.
Las monedas de los mercados emergentes, también en un contexto de alta
volatilidad cambiaria, se fortalecen respecto del dólar, viéndose afectado
nuestro país al depender de la moneda del país causante de esta crisis y cuyo
respaldo ha quedado en nubes y meramente enfocada en lo estético.
Esta grande crisis será muy profunda, y durará hasta que no se cree un
nuevo sistema monetario: un dinero de nuevo tipo, que valga, que esté
respaldado, y que suscite la confianza. Ello requiere, a su vez, un nuevo
orden político, institucional y jurídico. Es así como aparecen a la palestra de
este cambio de época una propuesta de pasar de un medio de pago a un sistema de
pagos, nos acercamos a la “moneda virtual”. Esto será un cambio que
ineludiblemente tendrá que atravesar el comercio, por ahora se están planteando
las iniciales propuestas para esta implementación; los más avanzados. Europa con
el SEPA. Ecuador y la región latinoamericana con el SUCRE (SISTEMA UNICO DE
COMPENSACIÓN REGIONAL)
IV. Últimas reflexiones: conclusiones y recomendaciones
El consumidor estadounidense ya no puede ser el motor de la economía mundial.
Para evitar una depresión mundial, otros países deben también estimular su
economía nacional. Sin embargo, los países de la periferia, sin gran superávit
de exportaciones, no están en situación de aplicar políticas anticíclicas.
El sistema financiera internacional colapsó siguiendo la caída de
expectativas del mercado de USA. Se presentó escasez internacional de liquidez.
Caída de los niveles de inversión y generación de empleo, desaceleración de la
economía mundial y la caída consigo del comercio internacional y la
inversión.
Si bien la crisis comenzó en Estados Unidos, ahora es mundial. Llegó a ser
mundial porque el régimen financiero es mundial
El comercio mundial está experimentando una caída significativa y el riesgo
de proteccionismo está resurgiendo. Se debe evitar dicha tendencia y evaluar los
efectos sobre los países más dependientes en su crecimiento de la exportación a
terceros. Respecto a los países en vías de desarrollo, es la oportunidad para
rehacer las normas que regulan la ayuda que les va dirigida y su papel en el
concierto mundial. Estos países no tienen capacidad para inyectar paquetes de
estímulo que sean efectivos en un corto plazo de tiempo por lo que la unión
entre estos países se vuelve necesario.
Para América Latina la dependencia de la región en la economía global es
muy grande. El impacto general es una caída en las tasas de crecimiento de
estas naciones. Ante esto una de las propuestas siempre ha sido diversificar los
mercados de exportación, aunque esto es visto como una medida que dará
resultados a mediano y largo plazo, es necesaria para terminar con la
dependencia de la que nos hemos visto beneficiados y pero mayoritariamente
perjudicados a lo largo de la historia.
Nos queda aun un largo camino por recorrer, dado que todas las circunstancias
del actual escenario en el que nos desenvolvemos, nos llama a estar preparados o
a preparase en el camino, para un cambio de época que tendrá eco en la historia.
Autor: Tania Katherine Tenesaca Salazar
19-09-2011
V. Bibliografía
Libros de consulta
Crisis, poscrisis y cambio de época: entre los límites del desarrollo y el
desarrollo que nos planteamos (Capítulo 1), CEPAL 2009
El Imperialismo, fase superior del capitalismo, Lenin (edición 1964)
Crisis Financiera: guía para entenderla y explicarla. Juan Torres López
(Editorial ATTAC España, 2009)
Artículos y publicaciones de consulta
Robert Brenner: Una crisis devastadora en ciernes, Enero 2008.
El fin de un ciclo: ALCANCE Y RUMBO DE LA CRISIS FINANCIERA, François
Chesnais.
Un paseo por la crisis económica mundial, Lilia Beatriz Sánchez Salamanca
http://www.eumed.net/rev/ea/03/lbss.pdf
Algunas reflexiones sobre la actual crisis financiera en vísperas de la
Cumbre de Londres del G20. Dr. Miguel Alonso, Universidad Rey Juan Carlos en
Madrid. http://www.institutoacton.com.ar/articulos/malonso/artalonso1.pdf
El sistema Financiero Mundial. Departamento de Estado de Estados Unidos,
E-Journal USA, mayo 2009.
Páginas Web
www.wto.org
www.worldbank.org
www.zonaeconómica.com
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