La Gran Manzana
Por Ilsa Rodríguez
Cosmopolita y multicultural, reconocida por sus rascacielos emblemáticos,
teatros y museos famosos, Nueva York es más conocida por el vibrante ambiente
de la isla de Manhattan, un territorio de casi 60 kilómetros cuadrados que
constituye el principal componente de esta ciudad perteneciente al estado de
igual nombre.
Fundada en 1624 la ciudad se halla en la costa oriental de Estados Unidos
-bañada por el océano Atlántico en el que desemboca el río Hudson- limita al
oeste con Nueva Jersey, al noroeste con Connecticut y al sureste con Long
Island.
Hasta 1898, Nueva York era solo la isla de Manhattan. En ese año se le
unieron los boroughs (distritos) de Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island
para completar lo que hoy es esa ciudad de más de ocho millones de habitantes y
uno de los centros urbanos más prominentes del mundo.
Verdaderos símbolos de la cultura de Estados Unidos tienen sus espacios en
esa urbe, también conocida como La Gran Manzana o La capital del mundo. Entre
ellos figuran la Estatua de la Libertad, el edificio Empire State, el centro
financiero de Wall Street, los teatros de Broadway y el Music City Hall, además
de renombrados hoteles muy lujosos.
El sobrenombre de la Gran Manzana, que aprovechan los comerciantes de la
ciudad para vender todo tipo de recuerdos con la fruta estampada, desde
llaveros y cuadros hasta afiches y camisas, cobró popularidad a partir de un
artículo de prensa bajo la firma de John FitzGerald a principios de la década
de los años 20 del pasado siglo que trataba el tema de las carreras de caballos
en Nueva York.
Según investigadores, la reiteración de La Gran Manzana en diversos
artículos de la prensa de la época generalizó su uso por otros periodistas,
hasta que el concepto sobrepasó su vínculo con las competencias hípicas para
convertirse en calificativo de la ciudad.
Otras de las peculiaridades de Nueva York son las vistosas y atractivas
vitrinas de las grandes tiendas de la 5ta Avenida y el gigantesco árbol de
navidad que cada año colocan al pie del Rockefeller Center en ocasión de esas
festividades. Se trata de un árbol de más de 20 metros de altura engalanado con
unas 30 mil bombillas de múltiples colores que es mantenido encendido hasta
enero en las cercanías de una famosa pista de patinaje de hielo de ese concurrido
lugar. En el contiguo edificio de igual nombre se halla The Rock, un mirador
ubicado a unos 70 pisos de altura que compite con el del Empire State.
Pero también en la emblemática Times Square tiene lugar cada año la
centenaria y bulliciosa ceremonia de la cuenta regresiva para la llegada del
Año Nuevo en la culminación de una fiesta que tiene su gran momento en el
descenso a medianoche de una gran bola de luces en medio de la algarabía de
millares de personas que se dan cita en ese lugar desde la mañana de cada 31 de
diciembre.
Para darle más intensidad a la diversidad cultural y lingüística de una
ciudad donde una tercera parte de sus habitantes no nació allí y en la cual se
hablan más de 150 idiomas y dialectos, en Nueva York radica la Organización de
las Naciones Unidas, en la que están representadas delegaciones de los 192
países miembros de esa entidad suprema de la diplomacia mundial.
Otras atracciones de la asimismo conocida como La ciudad que nunca duerme
son sus parques (principalmente el Central Park), las galerías de arte y museos
-considerados entre los mejores del mundo-, en los que se pueden apreciar joyas
del patrimonio mundial, ya sea en el MOMA (Museo de Arte Moderno), el
Metropolitan, el Gugenheim, el de Arte Popular o el de Historia Natural, donde
se filmó la saga Night at the Museum.
Famosas salas de concierto, ópera y ballet -en las que se presentan los más
afamados músicos y artistas en general de todos los rincones del mundo- también
existen en esta ciudad.
Más allá de Manhattan
La ciudad de Nueva York, con un área total de 779.59 kilómetros cuadrados,
tiene distritos muy particulares como el de Brooklyn, el más poblado y que se
une a Manhattan por uno de los puentes símbolos de la ciudad. Allí está la
moderna vecindad de Williamsburg, donde conviven culturas diferentes, y radican
gran cantidad de galerías de arte y el hogar de muchos artistas.
En esa zona se encuentra el primer museo del mundo dedicado a los niños, el
Children's Museum, el afamado parque de atracciones Coney Island, con la
montaña rusa llamada Cyclone, y el distinguido Brooklyn Botanic Garden (jardín
botánico).
En el Bronx, que lleva el nombre del primer colonizador de esa ciudad en
1639, el sueco Jonás Bronck, contrastan sus zonas sureñas, decadentes y pobres,
con otras áreas residenciales cuidadas y seguras. Este borough se identifica
por numerosos parques, su zoológico y el estadio de béisbol de los yanquis, el
más querido de Nueva York.
Queens, entretanto, es el distrito más grande y se le considera el
"dormitorio", ya que la mayoría de sus residentes son asiáticos y
latinos que trabaja en Manhattan u otras zonas de la ciudad. En esta área se
encuentra el estadio Shea -pertenecientes al otro equipo de béisbol
neoyorquino, los Mets- y los aeropuertos John F. Kennedy y La Guardia.
Por último, la ciudad de Nueva York tiene el distrito de Staten Island, al
cual solo se puede acceder por vía fluvial a bordo de un ferry, un viaje
obligado para los visitantes, ya que desde él se puede disfrutar una vista
espectacular de Manhattan y de la Estatua de la Libertad.
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