PROYECTO COMUNITARIO IMPACTA ÁREAS COMO
LA EDUCACIÓN, LA SALUD Y LA AGRICULTURA
El compromiso y la voluntad pueden
suscitar grandes cambios, si un grupo de personas decide apegarse a estos
valores para transformar la realidad de sus vidas. Esta es la principal
enseñanza que los moradores de la comunidad de El Caribe, Bonao, han obtenido en
los
últimos nueve años.
Y es que hasta el 2002, la comunidad de
El Caribe era una de las más pobres, no solo de la provincia Monseñor Nouel,
sino de toda la región norte. Pobreza que acarreaba consigo altos niveles de
violencia y delincuencia, así como unos bajos niveles educativos, con una
deserción estudiantil de 39% y un ausentismo de un 70%.
Esta situación, unida a los bajos
indicadores de salud, de acceso a agua potable, vivienda digna y de ingreso y
empleo muy por debajo de las normas aceptables según Naciones Unidas,
conmovieron el corazón del empresario tabacalero Carlos Fuentes, quien decide
ayudar a mejorar las condiciones de vida de los moradores de la comunidad. Para
esto, realiza una alianza con el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral
(IDDI) e inician el proyecto comunitario Cigar Family. Y de la mano de este
proyecto se funda en el año 2006 el Centro de Formación Integral Cigar Family.
Transformación
“Con este proyecto se demuestra que sí se puede lograr la transformación en la población, si se brinda a la comunidad educación y mejoría en las condiciones de vida. A mi casa venían personas a pedir para poder comer. No se podía trabajar porque había huelgas todas las semanas. Ahora, con las acciones logradas a través del proyecto comunitario y del Centro de Formación Integral Cigar Family (CFICF), esta es una de las comunidades más tranquilas de la región, con fuentes de empleos para sus moradores y educación de calidad para los niños y adolescentes”, expresa Fuentes.
David Luther, director ejecutivo
del IDDI, expresa que El Caribe era una comunidad con poca vocación solidaria,
poco interés en la educación, desintegración familiar y un sentir de
dependencia y paternalismo generalizado. “Aquí no existía cultura de diálogo”,
afirma.
Pero esta realidad se ha ido transformada
desde el inicio del proyecto, que es un modelo internacional de colaboración
entre el Estado, el sector privado, la sociedad civil, los miembros del Cigar
Family y las organizaciones comunitarias locales.
SOBRE EL CENTRO DE FORMACIÓN INTEGRAL
Rosanna Sirí, coordinadora general del proyecto, indica que el Centro de Formación Integral cuenta con 450 estudiantes de pre-escolar a 4to de Bachillerato, además de 5,620 jóvenes que participan en las actividades complementarias.
Ofrece una educación integral, que
incluye la formación técnica, el dominio de inglés y francés, clases de arte y
artesanía y la práctica de deportes variados.
Entre los logros obtenidos en materia
educativa se encuentran los siguientes:
Las dos promociones de graduados
del Centro de Formación Integral Cigar Family se han inscrito en universidades
de su preferencia.
El proyecto fue el primer ganador
del reconocimiento del Pacto Global de Naciones Unidas.
Las calificaciones más altas del
país en las evaluaciones del Ministerio de Educación.
El promedio más alto de las
promociones de graduación a escala regional (cuatro años consecutivos).
Tasa de deserción escolar de 0%.
Tasa de ausentismo de menos del
2%.
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