De todos esos
crímenes, ninguno, sin embargo, fue planeado con tanta maldad como el ataque al
Matum. El Matum es un hotel que está en las afueras de la ciudad de Santiago de
los Caballeros, la segunda en importancia de la República
Dominicana. El día 19
de diciembre (1965) el coronel Caamaño, acompañado por la plana mayor de la
oficialidad constitucionalista, visitó Santiago para rendir homenaje a la memoria
de un héroe de la lucha, el coronel Rafael Fernández
Domínguez —el
verdadero iniciador del movimiento— que estaba enterrado en esa ciudad.
Fernández Domínguez había sido muerto por las fuerzas norteamericanas el 19 de
mayo.
Con motivo de la
visita de los oficiales constitucionalistas se reunieron en el Matum varios
cientos de personas, mujeres y niños entre ellos. Cuando todos estaban sentados
a la mesa del comedor tomando el desayuno, comenzó un ataque al hotel con
fusiles automáticos, ametralladoras de emplazamiento
—calibre .50— y
tanques pesados.
Ahora bien, lo que el Pentagonismo aprendió en Vietnam y mejoró en la República Dominicana, y lo que aprendió en la República Dominicana y mejoró en Vietnam, va a ser puesto en práctica en otros países de la América Latina, sobre todo en aquellos donde haya movimientos guerrilleros".
Ahora bien, lo que el Pentagonismo aprendió en Vietnam y mejoró en la República Dominicana, y lo que aprendió en la República Dominicana y mejoró en Vietnam, va a ser puesto en práctica en otros países de la América Latina, sobre todo en aquellos donde haya movimientos guerrilleros".
La batalla del Matum
duró seis horas, y si no hubo allí una matanza salvaje se debió a la fabulosa
sangre fría y la superior capacidad militar de los oficiales
constitucionalistas, que tuvieron sólo dos muertos —uno de ellos el coronel
Juan Lora Fernández, un militar de excepción— y dos heridos. Las bajas de los
atacantes llegaron a 98 entre muertos y heridos.
El asalto al Matum se
planeó como un crimen masivo y sin duda en todo el Continente no se ha
organizado nada similar después que terminaron las matanzas de indios del siglo
pasado en los Estados Unidos. Sin embargo, la noticia se falseó en forma
escandalosa. En un cable de la AP se dijo que el ataque
comenzó cuando los
constitucionalistas emplazaron en el techo del Matum una ametralladora calibre
.50, lo que era físicamente imposible; en otros despachos se dijo que los
oficiales constitucionalistas habían atropellado a algunos policías,
y que estos, en represalia,
atacaron el Matum. La verdad es que la fracasada
“operación Matum” se planeó con tiempo —pues se sabía públicamente que los
jefes constitucionalistas visitarían la ciudad de Santiago en esa fecha— y su
finalidad era liquidar de un solo golpe el liderazgo militar y civil de la revolución.
La “operación Matum” fue la copia antillana de las muchas que se realizan
constantemente en VietNam para liquidar focos del Vietcong.
Ahora bien, lo que el Pentagonismo aprendió en Vietnam y mejoró en la República Dominicana, y lo que aprendió en la República Dominicana y mejoró en Vietnam, va a ser puesto en práctica en otros países de la América Latina, sobre todo en aquellos donde haya movimientos guerrilleros.
Ahora bien, lo que el Pentagonismo aprendió en Vietnam y mejoró en la República Dominicana, y lo que aprendió en la República Dominicana y mejoró en Vietnam, va a ser puesto en práctica en otros países de la América Latina, sobre todo en aquellos donde haya movimientos guerrilleros.
Una de las mejorías de los métodos usados en Vietnam y refinados
en Santo Domingo consiste en que los crímenes políticos —los asesinatos de
reales o supuestos comunistas— no se achaquen al Gobierno; que los cometan
grupos seleccionados de militares o policías y que el presidente proteste
públicamente
de esos crímenes y dé a entender en alguna forma que no puede
perseguir a los autores; así el terror se difunde porque el pueblo se siente
indefenso y al mismo tiempo el Gobierno no resulta culpable. Esto estaba
practicándose en Guatemala —y repitiéndose en la propia República Dominicana—
en el 1967.
Otro de los recursos pentagonistas es la celebración de
“elecciones”; y a los gobiernos “elegidos” se les somete —como en Vietnam, la
República Dominicana y Guatemala— a un Pentagonismo indígena y por tanto
subdesarrollado.
Esto requiere una explicación.
HEROICIDAD
Las históricas puertas del Matum
LAS FUNDACIONES CORONEL LORA FERNÁNDEZ, CAAMAÑO Y MILITARES CONSTITUCIONALISTAS ORGANIZARON EL ACTO
Puntual y erguidos marcharon mujeres y hombres de la Segunda Brigada del Ejército Nacional el pasado 19 de diciembre en la acera del histórico Hotel Matum de Santiago. Los cañonazos y el Himno Nacional marcaron el homenaje, 46 años después, a los héroes constitucionalistas que protagonizaron la Batalla del Matum.
Hijos e hijas, esposas y otros familiares de los militares constitucionalistas y funcionarios civiles atacados con armas de guerra el 19 de diciembre de 1965 por el ejército y la Fuerza Aérea con apoyo de Estados Unidos, asistieron a la ceremonia donde se dejaron habilitados carteles con nombre de los héroes en las habitaciones del edificio.
Las fundaciones Coronel Juan María Lora Fernández, Militares Constitucionalistas del 24 de Abril 1965 y la Fundación Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó organizaron el acto donde intervino Claudio Caamaño, Juan Lora Fernández de León (hijo de Juan María Lora, uno de los dos constitucionalistas caídos en el ataque), Andrés Gustavo Fortunato, presidente de la Fundación Militares Constitucionalistas y Minerva López, titular de la filial Santiago de la Fundación Caamaño.
Discurso
“Este hotel tiene la ventaja de ser referente de la historia y el recuerdo de la historia, remoza la Patria”, expresó Fortunato.
Luego de los honores militares, los invitados recorrieron las habitaciones de la hospedería, designadas con el nombre de los constitucionalistas. La suite 206 lleva el nombre del Coronel Juan María Lora Fernández, el Jefe de Estado Mayor del Ejército Constitucionalista, cuya honradez, coraje y valentía fueron destacados por su hijo, el capitán Juan Lora Fernández de León. La habitación está ubicada en el mismo lugar donde hirieron a Lora Fernández.
En nombre “de los campos dominicanos”, la maestra Minerva López depositó un ramo de azucenas en el busto del coronel Lora Fernández, erigido por sus familiares en el hotel Matum hace varios años. Los militares constitucionalistas visitaron a Santiago para asistir al tributo en honor al ideólogo del movimiento, coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, quien fue abatido en combate.
LA BATALLA EN LAS FOTOS DE MILVIO PÉREZ
En el segundo piso del Matum, se muestran imágenes de la batalla, captadas por Milvio Pérez y una maqueta que recrea el asalto de la época desde distintos ángulos del área monumental. El espacio expositivo fue denominado Juan M. Lora Fernández.
Los militares y funcionarios civiles del Gobierno Constitucionalista que participaron en la Batalla del 19 de Diciembre de 1965, son: Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, capitán de navío; Manuel R. Montes Arache, coronel Juan María Lora Fernández y Silvestre Antonio Guzmán Fernández. También Jottin Cury Elías.
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