Un lema a medida exacta
“Embarra y vencerás”
Como humorístico podría aparecer para
algunos el parafraseo realizado recientemente por el periodista venezolano
Clodovaldo Hernández del enunciado “divide y vencerás”, que la historia
atribuye al emperador romano Julio César –lo citó como “embarra y vencerás”-.
Pero su originalidad y afinidad con la
labor que cumple la “gran prensa” que aglutina empresas periodísticas privadas
del mundo –“la concentración de medios” en el Perú-, establecería el nuevo y
apropiado lema para ella.
Concuerda exactamente con la naturaleza
del “trabajo” que ésta realiza y el “modus operandi” que emplea.
Hernández en artículo de opinión
publicado en su país (1) utiliza la frase “embarra y vencerás”
refiriéndose a la campaña difamatoria mundial emprendida por el diario
conservador “ABC” de España –y otros-, contra Venezuela y el presidente de su
Asamblea Legislativa.
El diario español hace poco menos de
dos semanas sindicó al legislador venezolano Diosdado Cabello de ser “líder del
narcotráfico gubernamental venezolano”, atribuyendo como fuente una supuesta
declaración formulada ante la DEA de EE.UU. por un ciudadano venezolano llamado
Leamsy Salazar (2).
Este, oficial desertor de la fuerza
armada de Venezuela, radicado en EE.UU., sería al parecer antiguo “colaborador”
de la embajada norteamericana en Venezuela, la cual lo habría nombrado “testigo
protegido por la DEA para acusar a altas autoridades de Venezuela de diversos
delitos, principalmente de narcotráfico”.
Es de suponer que si Salazar hubiere
prestado tal declaración los primeros medios en publicar “la primicia” hubieren
sido precisamente los de EE.UU., toda vez que “la noticia” se generaba al
interior de una Agencia de ese país.
Sin embargo no fue así y la “tarea
periodística” fue encomendada a “terceros” ubicados al otro lado del Atlántico
–España, Diario “ABC”-, para ocultar al que parece ser el auténtico y real
promotor de “la noticia” –el gobierno de EE.UU.-.
“La primicia” fue repiqueteada con el
mismo guión por medios de Latinoamérica de la “gran prensa” –por tamaño-,
caracterizada precisamente por no perderse ninguna de esas campañas de
propaganda negra contra Venezuela.
El Diario “El Comercio”, adalid de la
prensa cesariana en el Perú –“embarra y vencerás”-, rotuló “la noticia” así: “
Venezuela: Cabello dice que un "infiltrado" lo acusa de narco” (3).
Con ese titular falaz aseveraba
“informar” a la población peruana, descontextualizando lo expresado por el
legislador venezolano en respuesta a la campaña mediática de la falsi-media
hispana y sus sucursales latinoamericanas de la mentira.
El encabezado engañoso con que ese
diario manipuló a la opinión pública peruana, inducía al lector a razonar del
modo siguiente:
-Que Cabello se habría referido al
supuesto informante “como “un “infiltrado” dentro de su organización
narcotraficante” –por lógica suposición de un lector inadvertido-.
-Y que Cabello se estaría eximiendo de
culpa, señalando “que la palabra de un “narco infiltrado” no es válida para
acusar a un “jefe narco” –por ser ambos de la misma calaña-.
Y dentro del contexto general lo
expresado por el presidente de la Asamblea Legislativa de Venezuela, tenía un
sentido aclaratorio totalmente distinto.
El diputado señaló en sus declaraciones
que había revisado los antecedentes del desertor Leamsy Salazar “protegido” por
EE.UU. –supuesta fuente-, y que efectivamente, éste se había desempeñado por
breve período como uno de los miembros de su seguridad personal.
Pero algo importante que Cabello
adicionó es haber determinado que Salazar cumplió esa misma labor durante nueve
años como miembro de la seguridad personal del ex presidente Hugo Chávez, hecho
trascendente que ahora reavivaba las razonables sospechas en cuanto a la
extraña y prematura muerte del ex presidente –ahora orientadas a Salazar-.
El ex presidente Chávez denunció en
vida como “extraño”, e insinuó como posiblemente “inducido”, el cáncer que
venía padeciendo y que en el mismo período había atacado a varios líderes de la
izquierda suramericana como Fernando Lugo, Lula Da Silva, Cristina Fernández y
Dilma Rousseaff –agregamos el análogo de Javier Diez Canseco- (4) .
Hoy Leamsy Salazar aparece como
principal sospechoso de haber administrado isótopos radioactivos a Chávez para
generarle el cáncer que finalmente le acarreó la muerte.
Por esa razón Cabello señaló en sus
declaraciones que no se trataría de un desertor mentiroso, sino que su labor
sería más bien la correspondiente a “un agente infiltrado” de la inteligencia
estadounidense, corroborado ello por “sus servicios” a la DEA y USAID.
Ese es el enunciado del término
“infiltrado” empleado por el legislador venezolano, que el diario “El Comercio”
distorsionó para manipular al ciudadano peruano. ¿En provecho de quién o qué?
Total, ¡eso no importa!. Al parecer, lo
único que se debe tener en cuenta es que “si no se embarra, no se vencerá”; y
el fin trazado por “otros”, de aislar al gobierno venezolano desde el ámbito
mediático, justifica los medios.
Hoy en el ponderado criterio del
destacado periodista peruano César Hildebrandt, esa “gran prensa” y la
denominada “TV basura” que presumen tener el control social de la población
peruana, son un problema político-social importante (5) .
Nosotros concluimos simplemente en que
la información, tal como el agua potable, no puede seguir siendo suministrada a
la población conteniendo veneno.
Notas
Rebelión ha publicado este artículo
con el permiso del autor mediante una licencia de
Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
fuentes.
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