MORAL Y LUCES

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sábado, 21 de febrero de 2015

Juan Bosch: "LENÍN APLICÓ UN PROGRAMA DE DERECHAS"


La ideología burguesa forma en nuestro país una atmósfera tan espesa que la pequeña burguesía de inclinación revolucionaria la respira sin darse cuenta de que su sustancia la alimenta como alimenta el oxígeno a la sangre. Es la ideología burguesa la que, sin que ellos se den cuenta, lleva a los grupos de la izquierda dominicana a creer que es una obligación suya ir a las elecciones de este año con un programa socialista porque de esta manera le hacen un servicio a la revolución.

¿Cuál servicio?

El de propagar el marxismo en el pueblo; y no se percatan de que al actuar así están pensando como burgueses porque están utilizando métodos de acción propios de la burguesía.

La burguesía usa la propaganda para vender lo mismo Coca-Cola que aviones de combate o pantalones de jean unisex; pero sobre todo vende su ideología a todas horas y en todas partes, hasta en los países socialistas. Solidaridad, el sindicato polaco que en cuestión de meses afilió a más de 9 millones de obreros, fue producto de esa propaganda, y lo curioso del caso es que hay partidos comunistas que en el enfrentamiento del Estado polaco con Solidaridad están del lado de Solidaridad alegando que lo hacen porque el gobierno de Polonia es estalinista.

*Vanguardia del Pueblo, Año VIII, N° 328, Santo Domingo, Organo del PLD,
27 de enero de 1982, p.4.

Leyendo sin analizar lo leído se cae a menudo en confusiones, como por ejemplo en la de no advertir que los métodos de la propaganda burguesa sirven para vender la ideología burguesa, no la marxista, porque el marxismo sólo penetra y se arraiga en una minoría de hombres y mujeres de excepción: los que tienen un amor tan profundo por la humanidad y una capacidad tan alta de militancia que no titubean ante ninguna exigencia de la lucha en favor de los oprimidos y explotados, y aun en el caso de las personas que tienen esas cualidades, una parte de ellas las usa para combatir en favor de los opresores y de los explotadores, no en las filas de sus víctimas.

Las revoluciones son hechas por las minorías militantes, pero no por todas esas minorías, y no por los pueblos. Cuando las minorías revolucionarias interpretan cabalmente las ansias de los pueblos, no sólo las históricas sino también las de un momento dado de su existencia, los pueblos apoyan a esas minorías, pero es difícil, sino imposible, que la totalidad de un pueblo se integre en un proceso revolucionario; y eso lo enseña la experiencia, de manera muy especial la de las revoluciones de este siglo. Si todo el pueblo apoyara una revolución no sería necesario hacer esa revolución en su etapa de conquista del poder.

Se equivocan los que creen que el uso de programas socialistas educará al pueblo dominicano en el sentido de hacerlo partidario del marxismo. El partido de Lenin, que antes de llegar al gobierno de Rusia —la actual Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS— se llamaba Social Demócrata Obrero Ruso, no le presentó al pueblo de Rusia ningún programa socialista sino sólo una consigna, la de Paz, Tierra y Pan. Es más, en uno de los discursos que pronunció en el III Congreso de la Internacional Comunista, celebrado en Moscú entre el 22 de junio y el 12 de julio de 1921, Lenín explicó que una de las razones por las cuales su partido pudo mantenerse en el poder después de la Revolución de 1917 fue el apoyo de “las nueve décimas partes de las masas campesinas” y aclaró:
“...vencimos porque adoptamos y pusimos en práctica, no nuestro programa agrario, sino el eserista. Nuestra victoria consistió precisamente en que aplicamos el Programa eserista; por eso fue tan fácil esta victoria”.

Antes de preguntarnos qué cosa quería decir eso de “programa agrario eserista” debemos aclarar que cuando Lenin usa la palabra vencimos lo hace porque la Revolución Rusa tuvo que defenderse de sus enemigos combatiendo contra varios ejércitos enemigos, entre ellos dos de contrarrevolucionarios rusos y otros extranjeros, como el japonés, el inglés, el francés, y antes de la paz de Brest-Litovsk, el alemán.

Los eseristas eran los miembros del partido llamado Socialista Revolucionario, dos palabras que significaban en Rusia en esos años lo mismo que significan aquí Revolucionario Social Cristiano o Revolucionario Dominicano, en este último caso, de manera especial después que el PRD ha pasado a ser parte de la Internacional Socialista.

En cierto sentido, el Partido Socialista Revolucionario de Rusia, fundado a principios de este siglo, era más derechista aún que el PRD porque llegó incluso a producir un levantamiento contra el gobierno de la Revolución, y de él formaban parte hombres como Alejandro Kerenski, que fue jefe del gobierno ruso antes de la Revolución y murió en 1970 en Estados Unidos, donde se había exiliado. La dirección del partido de los eseristas era de origen pequeño burgués, pero en él había terratenientes y otros tipos de burgueses, de manera que podemos clasificarlo como un partido policlasista.

Lenín había analizado y criticado el programa agrario o campesino de los eseristas, y sin embargo en julio de 1921, desde las alturas de jefe del gobierno revolucionario, decía que la victoria contra los enemigos de la Revolución se debió, entre otras cosas, “precisamente a que aplicamos el programa eserista”. En ese mismo discurso había dicho poco antes: “En agosto y septiembre de 1917 decíamos: ‘Teóricamente seguimos luchando contra los eseristas, pero prácticamente estamos dispuestos a adoptar su programa, porque sólo nosotros podemos aplicarlo. Y como lo dijimos, lo hicimos’”.

Si lo que define la posición ideológica y el carácter de un partido, de un gobierno y de un movimiento revolucionario antes de que éste llegue al poder, es su programa, entonces tenemos que admitir que la Revolución Rusa fue pequeñoburguesa porque estando en el poder hizo suyo, y lo aplicó, el programa agrario del Partido Socialista Revolucionario (eserista).

24 de enero de 1982.


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