Por Diony Sanabia *
Santo Domingo (PL) El logro de un acuerdo preliminar para modificar un contrato existente entre el Gobierno de República Dominicana y la minera trasnacional Barrick Gold otorgó cierta tranquilidad en diversos sectores de este país, aunque otros continúan escépticos.Tras una larga negociación, ambas partes decidieron dar este paso, en medio del rechazo popular por la presencia de la empresa, que explota una mina de oro en Cotuí, en la central provincia de Sánchez Ramírez. Ante la solicitud del Gobierno dominicano, que consideró las desventajas económicas existentes, la revisión tuvo como objetivo alcanzar un convenio más equilibrado y acorde a la realidad actual de los mercados.
El ministro dominicano de la Presidencia, Gustavo Montalvo, quien
encabezó la Comisión de su país en los últimos diálogos, afirmó que de esa forma se responde a las demandas gubernamentales planteadas.
Al mismo tiempo, se garantizan condiciones justas y equitativas en
relación con los estándares internacionales para este tipo de contratos.
Ante el presidente dominicano, Danilo Medina, y prominentes ejecutivos de la empresa, Montalvo afirmó que las modificaciones permitirán al Gobierno aumentar los ingresos por impuestos en más de mil 500 millones de dólares.
También se recibirán, agregó, los 10 mil millones de dólares que se proyectaron en marzo pasado para un total de casi 11 mil 600 millones de dólares.
Ese monto podrá subir o bajar en dependencia del precio del oro en el mercado de Londres.
Montalvo recordó que antes de esta decisión, el Gobierno dominicano tenía previsto recibir 377 millones 400 mil dólares de 2013 a 2016 de un total de ingresos brutos de exportación royectados en ocho mil 386 millones 800 mil dólares en ese período.
Luego de la negociación, precisó, dos mil 200 millones de dólares irán al Gobierno, casi seis veces más de la cantidad planificada.
Para llegar a esos resultados, las partes acordaron eliminar la tasa
interna de retorno del 10 por ciento para la entrada en vigencia del impuesto sobre la participación de las utilidades netas.
Decidieron además la reducción de la tasa de depreciación de 40 a 15 por ciento, y una mayor gradualidad en la recuperación del capital invertido.
A partir de estos cambios, el Gobierno logró aumentar su participación en el proyecto de 37,1 a 51,3 por ciento, mientras que el protagonismo de la Barrick Gold descendió de 62,9 a 48,7.
El nuevo esquema impositivo, que finalmente sea plasmado en la enmienda al contrato, aplicará sobre el total de ingresos por las 28 exportaciones de la minera realizadas desde el 13 de noviembre de 2012, recalcó Montalvo.
Para ambas partes, el nuevo acuerdo permitirá la explotación de minerales en Dominicana de manera sostenible, y se garantizará un reparto justo de los beneficios.
Medina hizo el pasado 27 de febrero último un llamado a los ejecutivos de la Barrick Gold a revisar los aspectos fiscales del contrato de 2009, firmado durante el tercer período presidencial de
Leonel Fernández.
Después del alza de los precios del oro en el mercado mundial, el esquema actual de distribución de ingresos para la nación caribeña resulta inaceptable, consideró el dignatario al rendir cuentas de su gestión ante el Congreso Nacional.
Ilustró que bajo el esquema fiscal establecido para la explotación del preciado mineral, a un promedio de mil 700 dólares la onza, y 28 dólares la onza de plata, la empresa obtendría dos mil 600 millones de dólares en los dos primeros años de producción.
Con esa cantidad, a partir de asumir exportaciones de un millón de onzas de oro y unos dos millones de onzas de plata, afirmó, la Barrick Gold recuperaría el monto total invertido en poco más de dicho tiempo.
De los mil 753 millones de dólares de ingresos anuales de exportación, el Gobierno dominicano apenas recibiría 56 millones de dólares, explicó el jefe de Estado.
En otras palabras, agregó a continuación, de cada 100 dólares de
ingresos de la exportación de oro y otros metales, la Barrick Gold obtendría 97 dólares y el pueblo dominicano solamente tres.
Tal situación es sencillamente inaceptable, recalcó Medina, quien
reconoció que ninguna de las partes previó lo que sucedería con el precio del oro luego de la crisis financiera global.
Si por mutuo acuerdo no modificamos los términos fiscales del contrato durante los primeros años, la Barrick Gold se quedaría prácticamente con todo y el pueblo dominicano con nada, subrayó.
Ahora, Medina aseguró que el nuevo acuerdo repercutirá en más recursos para el bienestar de "nuestra gente".
Los intereses de la nación han prevalecido, destacó el gobernante,
quien enumeró también algunos puntos favorables del convenio.
En opinión del presidente del Senado, Reinaldo Pared, la decisión tomada es positiva, y vaticinó que el modificado convenio será aprobado sin dificultad en el Congreso Nacional.
Para el líder de la Comisión de Contratos de la Cámara alta, Tommy
Galán, el Gobierno tuvo una tarea titánica, pero logró la renegociación
de un contrato que ya estaba firmado y con fuerza de ley.
La medida es una acción soberana y patriótica, opinó el vocero de los diputados del Partido Reformista Social Cristiano, Ramón Rogelio Genao.
Por su parte, el expresidente del Senado y dirigente del opositor Partido Revolucionario Dominicano, Ramón Alburquerque, expresó que el acuerdo es malo y ridículo pues del 2013 al 2016 el Estado debería recibir no menos de 24 mil millones de dólares.
Diversos movimientos populares, que pidieron durante meses en marchas, misas, juicios en la calle y otras manifestaciones la renegociación del contrato, valoraron como insuficiente el paso dado. Aunque reconocieron aspectos positivos en el nuevo pacto, para ellos hay más sombras que luces, y criticaron que no fue abordado el aspecto ecológico.
*Corresponsal de Prensa Latina en República Dominicana.
arb/dsa
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