Domingo Nuñez Polanco |
Domingo Nuñez Polanco
Cambiando un poco la tradición de la clásica salutación, apropósito de las festividades navideñas y de año nuevo, hemos querido compartir con los amigos y las amigas estas reflexiones con el fin de forjar conciencia de patria y humanidad. Esperamos para todos y todas éxito en las diferentes actividades y proyectos que se proponen para este 2013. Lo que suceda en este nuevo año 2013, como siempre, dependerá en gran parte de nosotros mismos. Y es por eso que nuestro primer deseo es que tengamos la sabiduría de decidir cada uno de nuestros actos, con conciencia y responsabilidad.
Cambiando un poco la tradición de la clásica salutación, apropósito de las festividades navideñas y de año nuevo, hemos querido compartir con los amigos y las amigas estas reflexiones con el fin de forjar conciencia de patria y humanidad. Esperamos para todos y todas éxito en las diferentes actividades y proyectos que se proponen para este 2013. Lo que suceda en este nuevo año 2013, como siempre, dependerá en gran parte de nosotros mismos. Y es por eso que nuestro primer deseo es que tengamos la sabiduría de decidir cada uno de nuestros actos, con conciencia y responsabilidad.
Hay quienes consideran, como
muy probable, que Jesús no haya nacido un 25 de diciembre, sino hacia la
primavera. Y que tampoco haya sucedido en el año que creímos, sino que hubo
aparentemente un error en los cálculos del monje Dionisio y en realidad nació
entre 5 y 7 años antes.
Estas fechas nos han sido
impuestas, como tantas otras cosas y nosotros las aceptamos como parte de
nuestra cultura, de nuestras costumbres. Existen en la actualidad decenas,
quizá cientos de calendarios diferentes, aunque la mayoría en occidente
utilizamos el gregoriano, que tiene apenas algo más de 500 años.
Cada cultura, cada pueblo,
tiene sus propias fechas, sus días de festividad.
Preferimos
entonces aprovechar estas fechas para saludar en forma general a cada uno de la
familia y a los diversos amigos y amigas, ya que son todos y todas
respetados y queridos por igual.
Sí utilizaremos el calendario
gregoriano, como una forma de dividir el tiempo. Y en esto nos referimos al
final de un año y al comienzo de otro. El que está terminando ha sido un año de
crisis; una crisis de valores, una crisis global en el ámbito
económico, financiero, social, político y cultural. La crisis crean
condiciones favorables para el cambio, y el cambio es necesario,
imprescindible para mitigar el advenimiento de posibles catástrofes
climáticas, crisis alimentarias y el derrumbe de muchos paradigmas que han sido
soporte culturales, ideológicos, políticos y religiosos de la civilización
humana desde tiempo muy remoto que afectarán severamente a todo ser vivo sobre
la Tierra.
Es necesario e impostergable
que nuestra generación, a partir de este nuevo año 2013, asumamos el compromiso
con nuestra madre naturaleza y el medio ambiente para hacer de este mundo un
planeta vivible. Todo hombre, toda mujer con responsabilidad de humanidad debe
asumir con fuerza y determinación necesaria esta lucha por hacer valer
nuestros derechos y los de la Madre Tierra, para poder defendernos y defenderla
de quienes por pura ambición y sed de poder no le importa un bledo la extinción
de las especies del planeta.
En este nuevo año 2013,
asumamos como practica de vida actuar con amor. El amor representa la bondad,
la solidaridad, la compasión. En este nuevo año, sería grandioso poder actuar
con amor en todos los órdenes de nuestra vida. Lograr sentir amor por cada cosa
que hagamos, por cada ser vivo con el que nos relacionemos.
La física cuántica postula que
un mundo se está creando a cada instante, que tenemos la posibilidad de armar
todo el tiempo nuestra realidad. En otras palabras, que de alguna forma, vamos
fabricando nuestra realidad, mediante nuestras emociones.
Entonces ahí, el concepto del
amor, que había sido solamente explicado desde las concepciones religiosas,
encuentra la forma hasta el momento inadmisible, de entrelazarse con los
conocimientos científicos, justo en este momento, justo ahora.
Fuerza, sabiduría y amor, son
nuestros deseos para que cada uno dentro de sí, comience a gestar un mundo
mejor.
Con sentimiento, afecto y
cariño para todos.
Domingo
A. Núñez Polanco
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