Exposición de Domingo Núñez Polanco sobre el Partido Cívico Renovador en el Distrito Municipal “Mama Tingo” Municipio Yamasa Provincia Monte Plata frente a dirigentes agrarios, comunitarios, activistas sociales y un grupo de ciudadanos de la Región que han manifestado interés en participar en este proyecto de carácter socio-político que liderea el General Zorrilla Ozuna.
PARTIDO CIVICO RENOVADOR: ORIGEN Y PROPÓSITO
Por Domingo A. Núñez Polanco
En esta tierra de Duarte, Luperón, Coronel Tomás Fernández Domínguez y Juan Bosch.
Tierra de grandes hombres y mujeres que han llenado de gloria el camino hacia las luchas libertarias en defensa de las causas más nobles y justas de la nación dominicana.
En esta patria nuestra, estamos convocados a una cita con la historia.
La historia esta pariendo una nueva generación de dominicanos y dominicanas, con ideas nuevas y progresistas, llamada a transformar la forma de hacer política en la República Dominicana.
De un tiempo a esta parte un grupo de miembros y dirigentes medios de otras organizaciones políticas, profesionales comprometidos con las mejores causas del pueblo dominicano, dirigentes y activistas del movimiento social, hombres y mujeres del pueblo llano comprometidos por un mejor destino, han tomado la decisión patriótica de adherirse al proyecto de Nación que plantea el General Zorrilla Ozuna a Sociedad Dominicana.
No hay duda y es evidente que la clase política, en su mayoría, en nuestro país se ha separado del ciudadano común.
Este divorcio se da de varias maneras: por un lado, de la manera más elemental, al dejar de tomar en cuenta los intereses de la sociedad y darle prioridad a los del grupo o los personales.
Los partidos políticos tradicionales ya no escuchan lo que la gente dice, quiere o necesita. No hay un diálogo real entre ellos y la sociedad.
Un reflejo de estos problemas es el abandono de las demandas sociales y ciudadanas en las actividades diarias de los partidos.
En el mejor de los casos, las agendas de los partidos tradicionales se limitan a planear las actividades electorales, pero cotidianamente las discusiones versan sobre los conflictos internos, las ofensas y cuentas pendientes de un grupo con otro.
La mayor parte de nuestros políticos se la dan de pragmático; una cierta dosis de pragmatismo es necesaria en la actividad política; pero cuando éste se lleva más allá de ciertos límites, el problema es que se fomentan ideas contrarias a los principios y valores.
En el mundo actual, la humanidad no está en su mejor momento; recordamos el hecho y no lo perdemos de vista y es que solo al doblar la esquina, a finales del dos mil ocho (2008) El sistema capitalista, dio inicio a una de sus peores crisis en la historia del capitalismo mundial, no solo en términos del desarrollo económico, seguridad alimentaria, también lo es en el pensamiento social, humano y ético.
En la actualidad, el capitalismo, ha pasado y está pasando por un conjunto de crisis económicas, financieras, monetarias y alimentarias parciales o globales, nada menos que en los países más desarrollados del planeta, resolver el problema los ha llevado a generar otros que afectan en forma desigual a los países en vías de desarrollo.
Los efectos de estos cambios a nivel global, han impactado de manera negativa en el medio local. De ahí, que hemos tomado muy en serio estos procesos de crisis global y muy especialmente en el mundo desarrollado.
Se globalizan la información y las corrientes financieras, pero no los derechos de la gente, ni el desarrollo humano, ni el bienestar.
La carencia de bienes y servicios básicos, es generador de frustración, de actitudes desesperadas, de indignación, de violencia; y no son pocos, o sea nada menos que 3.000 millones de seres humanos pueden sufrir hoy en el mundo este sentimiento de injusticia” y nuestro país no escapa a semejante realidad.
Como resultado de estos procesos globales, el país sufre permanentemente los riesgos y amenazas que incluyen, además de los efectos del cambio climático, las graves incidencias de la crisis sistémica.
Hay cientos de miles de dominicanos en este siglo XXI que aún no pueden realizar una comida digna a lo largo del día, tienen que conformarse con una alimentación deficiente y viviendo en extrema pobreza. Son pobres entre los pobres. Y esto es un escándalo porque tenemos los medios para paliarlos pero no nos atrevemos a ponernos en marcha. Apostar por el desarrollo del país, es una solución viable y factible.
Ante este panorama, se necesita un método humanista que afecte las relaciones de producción, distribución y dominación que promueva y potencie la participación protagónica del pueblo y sirva para desarrollar una cultura solidaria y del compromiso con un desarrollo económico, social y político integral sustentable.
El objetivo de este proyecto Político, que además es espacio de reflexión, debates de ideas y propuestas, es ubicar ciertos rasgos y tendencias en medio de una diversidad de modelos, para reflexionar, a la luz de nuestra realidad Dominicana sobre la perspectiva de la constitución de un movimiento político democrático que construya un nuevo espacio que aglutine fuerzas sociales que en verdad aspiren una República Dominicana con justicia social, una sociedad de oportunidades, sin exclusión y que todos los Dominicanos podamos vivir en dignidad.
En esa línea de pensamiento y propósito entendemos que hoy, más que nunca, en la República Dominicana, se hace impostergable una nueva forma de hacer política.
¿Cuál sería la nueva forma de hacer política?
El político debe crear metodologías de intervención social seria y transparente, con una fuerte y profunda sensibilidad humana, nada de demagogia, populismo y clientelismo.
En el PCR nos proponemos trabajar con las comunidades, Organizarlas e incorporarlas a gestiones y acciones de carácter social en el esquema de un modelo de economía solidaria, social y participativa; Incorporando principios y valores solidarios, de equidad y justicia social, así potencializamos las capacidades creativas y organizativas de los grupos sociales y comunidades.
Las comunidades tienen que ser objeto y sujeto de su propio desarrollo.
Los que formamos parte de este proyecto somos demócratas y progresistas, y proponemos un nuevo alineamiento político.
Nos proponemos hacer del Partido Cívico Renovador una organización política de carácter Nacional Constituida por dominicanos y dominicanas de acuerdo a los principios y normas que establece la Constitución Política del Estado Dominicano.
El PCR se define como un amplio movimiento democrático en una concepción de progreso de la sociedad y que abandera como principios irrenunciables los siguientes:
Es un instrumento de promoción de los valores históricos, culturales, socioeconómicos y humanistas de la República dominicana.
Tiene como proceso de toma de decisiones el centralismo democrático y rechaza cualquier forma de dirección autoritaria o despótica.
Objeta el paternalismo y el clientelismo como respuesta a los males que afectan a nuestro país.
El PCR se constituye en un instrumento de Organización que recoge las aspiraciones, intereses y demandas de la ciudadanía. Se compromete con las mejores causas del pueblo, la Nación Dominicana.
Es propósito del Movimiento contribuir a la creación de la dimensión ética e igualitaria de la política, sustentada en el humanismo, los derechos humanos, el compromiso democrático y la vocación social.
La participación política debe entenderse como una tarea de servicio público y representación de los diversos intereses y aspiraciones de la sociedad.
Las políticas del PCR se norman en la ética, los principios democráticos, la crítica y autocrítica constructivas; y la acción libre, honesta y responsable de sus dirigentes y miembros.
El Partido Cívico Renovador se propone la construcción de una nueva cultura política fundada en valores, y espacios para el debate de las ideas, la autogestión ciudadana y la solidaridad como alternativa a las formas de hacer política clientelar y populista del liderazgo político tradicional.
Esta forma de hacer política debe ser compromiso de cada uno de las y los miembros del Partido no sólo de cara a la sociedad sino también en nuestra actividad al interior del Movimiento, donde debemos actuar con responsabilidad y discreción para resolver nuestras diferencias.
El PCR reconoce que las mujeres y los hombres somos igualmente diferentes y es a partir de esa igualdad en la diferencia que nuestro Partido asegura la paridad de género en la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones al interior del Movimiento, y en todos los ámbitos de la vida social, económica, política y cultural.
PCR postula la formación de un Estado democrático y social en el que todos los órdenes de gobierno rindan cuentas a la ciudadanía, y que exista transparencia en la administración de los recursos y eficiencia en sus programas y acciones de gobierno. Se debe erradicar en forma definitiva la corrupción, la arbitrariedad y el autoritarismo.(postulados, todos sintetizados en la constitución más progresista de la historia política Dominicana, la constitución de 1963)
El conocimiento, las artes y el desarrollo científico y tecnológico, son una fuente de enriquecimiento y de expansión del potencial humano. Por ello, lucharemos por ampliar los espacios para su expresión, auspiciar su desarrollo libre y espontáneo y el acceso de toda la población a su disfrute.
La defensa y protección del medio ambiente es una de las grandes tareas de la humanidad y debe ser considerado un asunto de sobrevivencia y seguridad nacional. Por ello, el PCR se pronuncia por un desarrollo sostenido y sustentable que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes y futuras, basado en la preservación actual de los recursos humanos y naturales.
Nos pronunciamos por un orden internacional basado en la paz, el respeto a la soberanía de los países, en la ayuda y la cooperación económica a las naciones más necesitadas, en el intercambio comercial, científico y tecnológico que apunten hacia el desarrollo y el bienestar de todos los países.
El PCR se pronuncia igualmente por la asociación de países a nivel regional y mundial, especialmente con nuestros hermanos de América Latina, con fines comerciales, culturales y políticos siempre y cuando estas asociaciones tiendan a superar las desigualdades y sirvan para que los países de menor desarrollo alcancen niveles superiores de bienestar.
El PCR asume y declara su solidaridad con los movimientos libertarios de nuestros pueblos latinoamericanos, guiados por los principios de fraternidad, combate a la desigualdad, solidaridad con las causas populares y el deseo de construir un mundo de libertades y justicia, bajo el criterio de los sectores progresistas y liberales y las alternativas sociales.
Asistimos a la emergencia de movimientos sociales de nuevo tipo, que son parte de la lucha mundial por la democracia y la justicia social; el PCR las reconoce, se identifica con ellas y se declara parte de las mismas.
Dentro de su línea programática el PCR tiene en primer orden la organización de una gran parte del pueblo a través de sus organizaciones adherentes: sectoriales, Territoriales y populares.
Las organizaciones de los sectores adherentes conservan su autonomía, dirección y disciplina interna en cuanto a la realización de sus fines propios. La acción política de los miembros, que a su vez lo sean del PCR, se realizará dentro de la estructura y organización partidista y con sujeción a normas y principios propios del movimiento
En el marco de su línea programática y estratégica la educación política y social adquiere dimensiones de carácter obligatorio para sus miembros y lo propio para las organizaciones adherentes.
Es de interés estratégico la proliferación de los talleres de “Formación Política y desarrollo” en todas las aéreas o territorios funcionales donde haya estructura del movimiento, tanto la estructura del PCR como las estructuras de las organizaciones adherentes.
Con los talleres de formación política y desarrollo nos proponemos como objetivo fundamental crear conciencia social y política entre los ciudadanos.
Para los ciudadanos que viven en estado de exclusión, es necesario crear espacios de diálogo y reflexión crítica sobre las causas de su propia situación de carencias y pobreza; y a partir de ello organizarlo y movilizarlo para construir estructuras sociales, económica y políticas alternativas. Significar la gran contradicción en nuestros países: grandes masas de pobres en un país rico en recursos naturales.
A lo largo de estos talleres trataremos de profundizar preguntas como las que provoca esa contradicción
(¿Por qué seguimos siendo pobres, teniendo tantos recursos naturales?)
y procuraremos de encontrar respuestas de manera clara y convincente.
Este proceso educativo lo haremos partiendo de nuestra propia realidad, o para mejor decirlo, de nuestras diversas realidades de pobreza, en nuestros barrios, campos, en las familias,…
La pobreza no es una fatalidad del destino ni el resultado del castigo de Dios. Ni es el resultado de nuestros vicios y flojera. Existen estructuras y mecanismos que reproducen la pobreza.
Mientras tanto, conviene que recordemos y nos planteemos tres preguntas que articularán todos nuestros talleres:
¿Por qué un curso de formación política y desarrollo para los amigos, simpatizantes, miembros y dirigentes del PCR?
El que hacer y el rol de las organizaciones populares en nuestro país.
1- ¿Dónde estamos los sectores populares? ¿Cuál es nuestra situación real?
2- ¿Por qué estamos como estamos (en situación crónica de pobreza)?
3. ¿Hacia dónde queremos ir? ¿Qué proyecto alternativo de país vislumbramos?
En líneas generales, la metodología dialéctica que pretendemos emplear en nuestro curso comprende tres pasos:
> Partir de la realidad que vivimos; de lo que acontece en nuestros barrios y comunidades, nuestras acciones cotidianas.
A esta realidad nos acercamos partiendo de nuestras propias experiencias, de nuestra propia vivencia de la realidad.
Encontramos en ella los cuestionamientos más profundos, aquellos que tienen que ver con una problemática común, que nos hace sentir iguales.
> Luego introducimos y reflexionamos con otros elementos de estudio y análisis que nos enriquecen nuestra comprensión de la realidad; tratamos de penetrar en las causas, los procesos y mecanismos que configuran nuestra realidad social.
> Finalmente, con ese conocimiento enriquecido por la reflexión, volvemos a la acción sobre nuestra realidad, para cambiarla, o por lo menos ir cambiando la mentalidad de la gente, empoderarlo de pensamiento propio, así hacemos un ciudadano más comprometido para la transformación y el cambio.
Y ya para finalizar terminamos citando al profesor Juan Bosch:
“(…) La creación de conciencia acerca de los problemas que afectan a las mayorías dominicanas es una de las maneras de ir educando políticamente a las grandes masas; es una forma de ir desarrollando su conocimientos de los hechos que las afectan, lo que equivale a decir que es uno de los métodos que deben seguirse para proporcionarle a nuestro pueblo una conciencia política de la cual carece, y como carece de ella, es una víctima fácil de los logreros, oportunistas y charlatanes políticos que tanto abundan en este país.” Juan Bosch
No hay comentarios:
Publicar un comentario