MORAL Y LUCES

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sábado, 25 de enero de 2014

A propósito de La Trinitaria

Por DIÓMEDES NÚÑEZ POLANCO 

Era tan  profundo el compromiso que había contraído cada  uno de los trinitarios  con la  causa redentora  de su pueblo, que cuando se presentó  la coyuntura, la oportnidad de  proclamar   la fundación de la  República  Dominicana, su  acción resultó exitosa. Se realizó  en tiempo  récord: seis  años.
Sin  caer en la  ligereza de  entender que los  hombres  hacen  la historia, pues  figuro entre los que  creen que  ésta es la que en su conjunto de complejidades  produce a los  personajes que la  conducen, el  rol excepcional de  Juan  Pablo  Duarte en  ese  proceso está  bastante  definido  y  documentado.  Concibió el proyecto  y la  acción. Así lo explica Juan   Bosch:
“Lo  primero que  hizo Duarte fue  creer, como lo  creyó, que un país que   para   el año   de la fundación de La Trinitaria (1838) no debía  tener más  de  100  mil  habitantes, si es que  llegaba  a  tenerlos, pudiera  establecerse  una  república  independiente capaz de sostenerse durante  mucho tiempo. (…) Y  sin embargo  Juan  Pablo  Duarte tuvo el coraje de creer que en un territorio  pequeño,  deshabitado e  incomunicado interior y  exteriormente podía   establecerse (…).  Para  creer  eso   era  necesario tener una  fe inconmovible en la  capacidad   de lucha  del pueblo   dominicano, y Duarte  la tuvo”.
Y  pasaba  a precisar las condiciones de sus miembros:
“Una  cosa  es s tener  una creencia y poner en ella a toda  la fe de que es  capaz el alma  humana y otra  cosa es dedicarse a convertir  esa  creencia   en realidad, y  Duarte fue capaz de hacer  esto último.  Ahora bien, para  hacerlo tuvo que  escoger   un  método de organización de   los  dominicanos que  pudiera  dar  resultados,  y lo que debe  sorprendernos  es que  el método  escogido fuera el  de  fundar  una asociación  secreta  formada por  doce hombres, todos  jóvenes, que  el propio   Duarte  escogió tomando  en cuenta sus  condiciones  intelectuales, morales y  hasta físicas;  es decir,  tomando en cuenta  su calidad.  Para  Duarte, la  lucha que  debía  llevarse  a  cabo tenía que   ser  organizada partiendo  de la  calidad  política y  humana de los que  iban  a  dirigirla.”
Tal como  explicamos en el  artículo anterior, a los  primeros nueve  integrantes  de La  Trinitaria,   fueron  agregados   otros  tres, poco después: Francisco  del  Rosario  Sánchez,  Ramón  Matías  Mella  y Vicente  Celestino  Duarte.
El  sentido de  secretismo y/ o  la  mayor  discreción sobre  los proyectos   patrióticos que  se organizan, como  La  Trinitaria, han  sido  tomados  muy   en  cuenta  por los líderes  a  lo  largo  de la  historia.  Así,  José Martí,  el  Apóstol de la Independencia  de  Cuba, en  su  famosa  carta  a  Manuel  Mercado,  en  vísperas   de su  caída  en Dos  Ríos,  expresa:  “ En  silencio  ha  tenido que  ser, porque  hay  cosas que para realizarlas  han de andar  ocultas.” (19  de  mayo,  1895). Y   el  Partido  Revolucionario Cubano,  fundado  en  abril de  1892  en   los  Estados  Unidos,   contaba  con  unos  “estatutos  secretos”. Fidel  Castro, al  comentar su  experiencia  de  la  expedición anti trujillista  de  Cayo  Confites, de  1947, en la que él participó, criticó  la  falta de  discreción  y de  cuidado  en  la  selección de   sus  integrantes.
Las luchas  independentistas  han requerido de instancias  organizativas  que   conduzcan los procesos. Antes  de que  Duarte  concibiera  el  instrumento dominicano,   Francisco de  Miranda y Simón  Bolívar fundaron en Venezuela,  el 19  de  abril  de  1810,  la  Sociedad  Patriótica. Originalmente  se  creó como   sociedad de  Agricultura  y Economía, y  muy  pronto se  convirtió  en  la  principal  promotora  de la  lucha  contra  el  colonialismo español. Contó con   el periódico Patriota  Revolucionario.
El Partido Revolucionario  Cubano,  la  organización que  dirigió  la última  etapa  de la  guerra de independencia   de  Cuba,  tuvo el  periódico Patria   como  difusor  de  sus ideas sobre  el país y   la  guerra, así como  para dar a  conocer las  actividades  del  exilio  cubano.
En  1898,  Eugenio  María de Hostos fundó  en   Nueva  York  la  Liga de  Patriotas   puertorriqueños, al  convocar  a  los  miembros del   disuelto  Partido  Revolucionario  Cubano (Sección Puerto Rico),  luego del  Tratado de  París, que  puso  fin  a  la guerra  hispano-cubano-norteamericana.
El  pensamiento de Juan  Pablo  Duarte  ha  tenido  tanta  trascendencia en la  historia  nacional,  que  cuando Bosch  renunció  del  Partido  Revolucionario  Dominicano  para  fundar el de  la Liberación Dominicana, anunció  que la nueva  organización tenía como  misión  concluir la  obra  iniciada,  en 1844, por Duarte y los  trinitarios. En  ocasión del bicentenario del nacimiento del   Fundador  de la  República, la  celebración del VIII Congreso peledeísta Comandante Norge Botello  y del  40 aniversario del  PLD,  la entidad creada  el  15  de diciembre de  1973  se  sitúa ante  trascendentales  desafíos.
TOMADO PERIODICO HOY

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