En su juventud vivió en Santo Domingo y trabajó en establecimientos
comerciales; más tarde viajó a España, Venezuela y algunas de las islas del Caribe.
A su retorno a la República Dominicana, al comienzo de los años ’30, publicó su
primer libro de cuentos Camino real, el ensayo indio y la novela La Mañosa,
aclamada por la crítica nacional. Dirigió desde sus inicios la página literaria
del periódico Listín Diario, en el cual se perfiló como crítico de arte y
ensayista.
En junio de 1934 contrajo matrimonio con la señora Isabel
García. Con ella procrearía dos de sus hijos: León y Carolina. En los primeros
años de la dictadura de Rafael Trujillo Molina fue encarcelado por razones
políticas, siendo liberado luego de varios meses. En 1938, sabiendo que el
tirano planeaba designarlo diputado, logra salir al exilio y se establece en
Puerto Rico. En 1939 se trasladó a Cuba, donde dirigió la edición de las obras
completas de Eugenio María de Hostos para la conmemoración de su Centenario. El
trabajo con los escritos originales de Hostos, termina de definir en Bosch su
vocación de patriota, latinoamericanista y humanista.
En 1939, junto a otros exiliados políticos, fundó el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), el cual organizó y dio a conocer en otros
países del Caribe y América Latina. En los años transcurridos entre 1940 y
1945, se destacó como uno de los más notables escritores de cuentos de la
región y laboró activamente en la formación de un frente antitrujillista encabezado
por el PRD. En la misma época, se desarrolla como un agudo analista político e
internacional, y hace parte en diversas luchas liberadoras de nuestros países.
Colaboró con el Partido Revolucionario Cubano y desempeñó un
destacado papel en la redacción de la Constitución de aquel país promulgada en
1940. Casa, en segundas nupcias, con Carmen Quidiello, de cuyo matrimonio
nacieron sus hijos Patricio y Bárbara.
Ganó importantes premios literarios a nivel internacional,
entre los cuales se distingue el premio “Hernández Catá” que se otorgaba en La
Habana a los cuentos escritos por autores de América Latina. Fue uno de los
principales organizadores de la expedición armada que se gestó en “Cayo
Confites”, en la cual participaron cientos de ciudadanos cubanos y centroamericanos
con intención de derrocar la dictadura de Trujillo. Entre ellos se encontraba
el joven Fidel Castro.
Posteriormente, Bosch se trasladó a Venezuela y a otros
países de América Latina, donde desarrolló una activa campaña antitrujillista y
consolidó su carrera de escritor, cuentista y ensayista de primera categoría, a
la par de consolidar fuertes vínculos con los sectores progresistas en cada uno
de los lugares donde se hace presente. Para ese momento había escrito cuentos
de profundo contenido social, entre los que pueden citarse “La Nochebuena de Encarnación
Mendoza”, “Luis Pie”, “Los amos” y “El indio Manuel Sicuri”. En Cuba, lugar al
que regresó requerido por sus amigos del Partido Revolucionario Auténtico,
desempeñó importantes papeles en la vida política e intelectual.
El 1º de enero de 1959 se produjo en Cuba el triunfo
encabezado por Fidel Castro, que motorizó un reordenamiento político,
económico, y social en los países del Caribe. Bosch, con instinto certero,
percibió el proceso histórico que se había iniciado, y dirigió a Trujillo una
carta, el 27 de febrero de 1961, en la cual le advertía que su papel político,
en términos históricos, había concluido en la República Dominicana, y que de no
dar por terminada su tiranía, “el próximo aniversario de la República será
caótico y sangriento; y de ser así, el caos y la sangre llegarán más allá del
umbral de su propia casa...”.
Ajusticiado Trujillo el 30 de mayo de ese año, Bosch regresó
a su país luego de veintitrés años de exilio, cuatro meses después de haberse
establecido en territorio dominicano el Partido que había fundado en 1939. Su
presencia en la vida política nacional, como candidato a la presidencia de la
República, revolucionó sustancialmente la forma de vinculación entre los
líderes políticos y el pueblo, así como el estilo de realizar campañas
electorales en el país. Su forma directa y sencilla de dirigirse a la
población, tanto rural como urbana, especialmente a través del programa radial
Tribuna Democrática, le permitió desarrollar una profunda influencia y simpatías
populares, que lo perfilaron como incuestionable ganador de las elecciones de
diciembre de 1962.
Celebrado el torneo electoral, Bosch obtuvo un triunfo
arrollador sobre sus contendores, alcanzando sobre un 60% de los votos. Juan Bosch,
Combatido por los sectores más conservadores de la sociedad desde antes de convertirse
en el primer presidente electo democráticamente después del fin de la dictadura Trujillista, tomó
posesión como Presidente de la República
el 27 de Febrero del 1963. Había conquistado la voluntad mayoritaria con un
mensaje dirigido a la conciencia de las masas del pueblo hasta ahora marginadas
del “drama nacional”, sin prácticas clientelistas ni demagógicas, propugnando
por una auténtica “revolución democrática” en el país.
Bosch dio inicio a una gestión gubernativa patriótica,
reformadora, de incuestionable honestidad administrativa y de profundas
transformaciones. Su gobierno fue derrocado por un golpe de Estado, ensayado al
menos en cinco ocasiones, y estimulado y apoyado desde el exterior,
especialmente por sectores de la extrema derecha del poder norteamericano.
En diciembre de 1963 caen el líder político Manolo Tavárez
Justo y otros patriotas, alzados en armas en defensa de la constitucionalidad
democrática. Menos de dos años después, la insatisfacción popular generó el
levantamiento militar del 24 de abril de 1965, que tenía como objetivo el
restablecimiento del gobierno constitucional que Bosch había presidido, y la
vigencia de la Constitución que su gobierno había promulgado el 29 de abril de
1963, la más progresista que ha conocido la República. En la epopeya conocida
como “Revolución de Abril” fueron protagonistas héroes de la estatura de
Francisco Alberto Caamaño Deñó, Rafael Tomás Fernández Domínguez, Juan María
Lora Fernández y Miguel Hernando Ramírez, entre muchos otros dominicanos y
dominicanas valientes.
Impedido de regresar al poder por la intervención militar de
los Estados Unidos, retorna al país el 25 de septiembre de 1965 y participa en
las elecciones realizadas el 30 de mayo de 1966 bajo la dirección y el control
de las fuerzas interventoras. A fines de ese año, Bosch se marchó al exterior
radicándose en España, donde realizó una extraordinaria labor intelectual y de
organización política produciendo algunas de sus obras más importantes entre
las cuales están: Composición social dominicana, Dictadura con respaldo
popular, Breve historia de la oligarquía, De Cristóbal Colón a Fidel Castro, y
numerosos artículos de diferentes géneros publicados en revistas, periódicos y
otras publicaciones del país y del exterior.
Regresó a la República Dominicana en abril de 1970 con la
intención de reorganizar y modernizar al PRD; quiso convertir a sus miembros en
militantes activos, estudiosos de la realidad histórica y social de su país;
sin embargo ese proyecto de transformación del PRD fue obstaculizado por grupos
de la derecha y la izquierda enquistado dentro del PRD liderado por José Francisco
Peña Gómez, Jacobo Magluta, Gil Morales, don Antonio Guzmán, Ambiorix Díaz
Estrella, entre otros.
El 15 de diciembre de 1973 funda junto a otros compañeros el
Partido de la Liberación Dominicana (PLD), una organización revolucionaria y
popular llamada a culminar “la obra inconclusa de los padres de la Patria”. La
idea esencial de este partido fue la creación de una vanguardia con autoridad
moral y política en el seno del pueblo trabajador, capaz de convocar y liderar
a las grandes masas. Bosch lo define como “un partido nuevo en América”. El PLD
se constituye como un partido no populista, altamente dotado de conciencia política,
métodos y capacidad organizativa, que logra un apoyo creciente entre los
ciudadanos, siendo el partido más votado en 1990 pero impedido de ostentar el
triunfo mediante el recurso del fraude electoral.
A partir de los setentas, todo su trabajo intelectual y
organizativo lo dedica a la lucha “por la liberación del pueblo dominicano”.
Prosigue, a su vez, con un ingente activismo en la arena internacional a favor
de la defensa de los derechos humanos, el derrocamiento de las dictaduras en
América Latina, el cese de las intervenciones imperialistas, la integración del
continente y la derogación de la deuda externa, entre otras causas. En este
campo de acción se vincula con grandes figuras de la política, las artes y el
pensamiento de los pueblos del Tercer Mundo y de países amigos de sus
aspiraciones.
El relevante aporte del profesor Juan Bosch a las letras nacionales
y americanas en la narrativa, novelas y ensayos lo han convertido en maestro de
dos generaciones de escritores, cuentistas, novelistas, ensayistas, periodistas
e historiadores entre los cuales se distinguen algunas de las más
sobresalientes figuras del país y de América Latina.
Su conducta patriótica, cívica, honesta, valiente y
militante, como gobernante y líder, lo convierten en un símbolo de la dignidad
nacional, en un orgullo para nuestro pueblo y en un ejemplo a seguir para las
generaciones presentes y futuras de la República Dominicana. Don Juan falleció
el 1º de noviembre de 2001, en Santo Domingo. Sus restos están sepultados en el
Cementerio Ornamental de La Vega, su ciudad natal.
Referencias bibliográficas:
Gutiérrez Félix, Euclides. Biografía de Juan Bosch.
Piña-Contreras, Guillermo. Juan Bosch: imagen, trayectoria y
escritura.
Revista Camino Real Nº 14, Fundación Juan Bosch, 2009.
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