María Trinidad
Sánchez fue la primera víctima del crimen político en la historia republicana,
es la más elevada expresión del liderazgo femenino en su época.
Hija de Fernando Sánchez e Isidora Ramona, perteneció al grupo de
Febreristas que lucharon por la Independencia Nacional. Junto a Concepción
Bona, sus manos confeccionaron la primera bandera dominicana.
Fiel seguidora del pensamiento y acción de Duarte, participó
activamente en todo el proceso que culminó el 27 de febrero de 1844, momento
decisivo en el que transportó pólvora en sus propias faldas y elaboró muchos de
los cartuchos que utilizaron Los Trinitarios esa noche.
Al rebelarse las intenciones anexionistas del General Pedro
Santana, se integró a los movimientos conspiradores que surgieron para
derrocarlo. María Trinidad alojó en su casa a los disidentes del General Santana
y organizó y orientó la conspiración del 1845.
Única conocedora del escondite de su sobrino, Francisco del
Rosario Sánchez, a quien le llevaba las comunicaciones que le enviaban, jamás
lo reveló. Junto a otros conjurados fue juzgada por un Consejo de Guerra que
les condenó al fusilamiento. El dictamen del Tribunal dice textualmente, que
fueron condenados como autores instrumentales de la conspiración considerados
hasta el momento, y por haberse negado obstinadamente la primera (Maria
Trinidad Sánchez) a confesar (es decir, a delatar) los principales”.
Estas palabras dejan ver la entereza de carácter de esta mujer, ya
que en los interrogatorios se le ofrecía a gracia de la vida si denunciaba a
sus compañeros de conjura, pero esta heroica mujer prefirió callar y
enfrentarse al pelotón de fusilamiento antes de traicionarlos.
El 27 de febrero de 1845, al cumplirse el primer aniversario de la
fundación de la República, se ejecutó la sentencia. Maria Trinidad Sánchez
camino desde la Fortaleza Ozama hasta el cementerio, donde sería fusilada, y al
pasar por la Puerta del Conde exclamó:
"Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la
República”.
Su muerte fue producto de la fidelidad a los intereses de la
soberanía nacional
María
Trinidad Sánchez (1784-1845) fue la
primera víctima del crimen político en la historia republicana, es la más
elevada expresión del liderazgo femenino en su época.
Al
rebelarse las intenciones anexionistas del General Pedro Santana, se integró a los movimientos conspiradores que
surgieron para derrocarlo. María Trinidad alojó en su casa a los disidentes del
General Santana y organizó y orientó la conspiración del 1845.
El
27 de febrero de 1845, al cumplirse el primer aniversario de la fundación de
la República, se ejecutó la sentencia. Maria Trinidad Sánchez
camino desde la Fortaleza Ozama hasta el cementerio, donde sería fusilada, y al
pasar por la Puerta del Conde exclamó:
"Dios
mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República”.
Su
muerte fue producto de la fidelidad a los intereses de la soberanía nacional.
María Trinidad Sánchez
Escrito por Angela Peña.
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