MORAL Y LUCES

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lunes, 1 de septiembre de 2014

Las influencias de las narco-novelas

Por JOSÉ MIGUEL GÓMEZ
j.gomez[@]hoy.com.do

Psiquiatra Jose Miguel  Gómez.La agonía y angustia del hombre y la mujer actual se calma y se entretiene con lo visual. La economía, el mercado y el consumo lo han entendido perfectamente. Las personas se pasan más de cincos horas diarias frente a la televisión, comen, hablan, se distraen, pero también, allí le estimulan a consumir, tomar préstamos, vivir el confort, la vanidad y la gula del mundo post moderno. Ese entretenimiento visual produce unos estímulos condicionado y reforzado que mueven a las personas como “robot consciente” a gastar más de lo que ganan; a vivir el ahora, el placer, la seducción, el erotismo y la cultura de la prisa; antes que llegue el cáncer, la demencia, la depresión, la angustia o el suicidio. Aún así, el hombre vive insatisfecho. Hoy, ni la fama, ni el dinero, ni la droga, ni el prestigio, ni el sexo, son suficientes para tranquilizar el espíritu y, muchos menos, armonizar el alma y ponerle límite a la gula insatisfecha.


La vida es una agonía que hay que contarla a través de las redes, del facebook, para tener notoriedad, para dejarse sentir y vivir la sensación de que somos tomados en cuenta. Ahora las telenovelas nos cuentan la vida de las comunidades, de las familias, las parejas, y de los verigüetos que viven las personas y sus patologías. Las novelas retratan y ponen en evidencia la miseria humana de la sociedad actual. Pero las narco-novelas han derrotado a la novela romántica, a la ficción del amor, del pobre y de la herencia con la que sueñan tantas gentes, y del padre rico que solo la abuela en agonía ha de declarar. Ahora las narco-novelas plantean la cara real del negocio de la drogas, del dinero y la compra del poder. Enseñan cómo se corrompe todo; cómo se compra el amor, el sexo, el confort, la vanidad, la vida y las familias. En ella se ve de todo, y se aprende a cómo superar todo a base de dinero, sicariato, traiciones, chismes y divisiones. Es la miseria humana en su última expresión moderna. Pero, la narco-novela tiene el impacto de ir más allá del entretenimiento. Ellas influyen y enseñan a cientos de jóvenes en Latinoamérica a introducirse en el mercado de las drogas, a obtener dinero de forma rápida; a subir las escaleras del “éxito” y la “fortuna” blindada. La mujeres jóvenes aprenden a invertir en su cuerpo para hacerlo comercial, para vivir y lograr lo que ninguna profesión deja en décadas de trabajos. Las narco-novelas influyen, condicionan la mentalidad y comportamientos; moldean las aspiraciones y van dando permisos sociales en la participación del mercado ilícito del dinero y del confort al menor esfuerzo. Pero, en el mundo de esas narco- novela, la gente muere y es apresada antes de los diez años de vivir en el mundo del narcotráfico.

La ilusión y los sueños del mundo de lo posible, del real y de lo cotidiano en Latinoamérica, es la desigualad, exclusión y mala distribución de la riqueza. El otro, el de la novela, es el mundo de la oportunidad, del ascenso rápido, del confort y el estatus sin el costo de la educación, el trabajo y los valores. Ahora, el problema es de resultado, de lo tangible, como expresión de “éxito y de logro”. Allí se enseña que la vida es relativa, que se puede vivir sin consecuencia y sin límites y sin resaca moral. El mundo de la narco-novelas validó y refuerza toda conducta que logra propósitos: drogas, mercado de armas, tráfico de mujeres, asesinato, compra de justicia, corromper policía y tener incidencia en el poder.

Es una dura realidad que retrata la sociedad actual. La diferencia se hace cuando se busca el porqué se difunden unas tras otras. Literalmente, es un mercado que deja dinero y que estimula a que otros le copien. ¡Oh Dios! Las narcos-novelas secuestran el espíritu de tantas almas jóvenes en Latinoamérica.

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