MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

lunes, 15 de junio de 2015

LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACION EN LA EDUCACIÓN


JUN

Educación y trabajo en la era de la globalización

1.            Introducción
2.            La globalización
3.            El Rol del Estado en el Proceso de la Globalización
4.            Los efectos de la globalización en la educación
5.            Rol del Conocimiento en la Sociedad Actual
6.            Papel de la Universidad en la Sociedad de la Información
7.            Globalización y trabajo
8.            Educación y Trabajo
9.            Distribución de las posiciones sociales
10.          Conclusión
11.          Bibliografía
 
Introducción
Es muy difícil imaginar una sociedad sin escuela y sin otras instituciones como la familia, religión, el Estado, etc.
Cada institución dentro de la sociedad acoge todo un conjunto de funciones las cuales se imbrican en el entramado del sistema social. Por lo general, a la escuela se le atribuye como una de las funciones más importantes la de formar a las nuevas generaciones como ciudadanos libres, críticos, imaginativos, creativos, participativos, solidarios, cívicos, capacitados para desempeñar trabajos cada vez más complejos, etc.
Numerosos sectores dependen en gran medida, de la educación. La escuela como cualquier institución, permea e impregna las normas, los valores, las creencias, la ciencia, la religión y el arte en la sociedad en que está inserta. Pero también se deja inundar por todos y cada uno de los niveles y elementos que constituyen la sociedad.
Esta dimensión, aparentemente contradictoria de la escuela (reproducción y cambio) es de hecho, una de las características inherentes a cualquier institución social: la de mantener sus funciones básicas en relación con el sistema social global (reproducción), a la vez que favorecer las condiciones para su renovación y llegado el caso, su transformación (resistencia, oposición y cambio).
De lo cual podemos inferir que el proceso de hegemonización cultural, por un lado, y el de diferenciación social, por otro (en su realidad no actúan por separado sino que lo hacen complementariamente), funciones ambas desempeñadas por la escuela y con objetivos contrarios que no parecen afectar a otra función fundamental que es la de crear consenso, cohesión, identidades comunes, base de la nación y elementos necesarios para asegurar un determinado orden social y un modelo concreto de sociedad.
Estamos viviendo una época en la que los fenómenos como los de la globalización y de la interculturalidad desbordan las fronteras y las identidades construidas a lo largo de los dos últimos siglos. Los distintos análisis sobre la sociedad actual coinciden en señalar que existe un nuevo modo de producir los bienes que hoy necesitamos, debido principalmente a los avances en la tecnología y a la forma de organizar la producción y distribución de los productos, aparece ahora un nuevo sector de producción: “La información”.
Educación y trabajo en la era de la globalización
La globalización
La globalización es un conjunto de procesos que conducen a un mundo único. Las sociedades en la actualidad se vuelven interdependientes en todos los aspectos de la vida de la nación (economía, política y cultura). Ningún país es autosuficiente.
En el ámbito económico podemos ver la integración y la coordinación supranacionales (EFTA, CE, OPEP), los acuerdos económicos, división global del trabajo y la hegemonía de las multinacionales. Además los medios de comunicación de masas han convertido el mundo en una aldea global, en la que la información y las imágenes de los sucesos distantes llegan en tiempos real, de modo que, muchas personas alrededor del mundo viven las mismas experiencias culturales y así van unificando gustos preferencias y percepciones.
También aparece un lenguaje global, el inglés adopta este papel para la comunicación profesional, de las ciencias y de los negocios.
Características de la globalización.
El proceso de globalización esta caracterizado por la creciente interdependencia entre países a nivel mundial por el predominio del sector financiero y las nuevas formas productivas.
Ha sido estimado como “proceso de desnacionalización de los mercados” que impone la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes y servicios y de capitales fundamentalmente. También un proceso de transculturación o invasión cultural.
La globalización está generando profundos cambios en el ámbito más amplio de la organización social. La segmentación de los países y de las sociedades hace surgir tres tipos de actores.
•             Los globalizadores
•             Los globalizados
•             Los excluidos
Otra característica digna de mencionar es el aumento vertiginoso de la desigualdad social, del producto del dominio hegemónico de las multinacionales y la heterogeneidad entre los países y regiones.
America Latina a pesar de las diferencias entre los países que la conforman es la región con mayores índices de disparidad entre los ingresos de los más ricos y los más pobres, este fenómeno sigue aumentando en forma rápida.
El Rol del Estado en el Proceso de la Globalización
Los protagonistas fundamentales de la globalización son los países imperialistas ascendentes, es decir, los países cuyas principales instituciones económicas son mundialmente competitivas y por ende no tienen nada que perder y todo que ganar con el libre comercio y los mercados abiertos. Los países imperiales ascendentes favorecen una globalización irrestricta. Estos tienden a abrir sus economías y al mismo tiempo que exigen la apertura de otras.
Un segundo grupo de países que favorecen la globalización irrestricta son los clientes de los países ascendentes que se especializan en las exportaciones agrícolas, minerales, forestales y marítimas, las cuales ofrecen grandes beneficios e ingresos a los centros imperiales.
El Estado es por lejos el agente sociopolítico más crítico en el proceso de la globalización, su rol central en la promoción de la globalización es el de reconstruir el sistema capitalista instalado después de la segunda guerra mundial. Los globalizadores lejos de oponerse a la intervención estatal, exigen un Estado activo en el desmantelamiento del Estado Benefactor favoreciendo así la globalización o mejor dicho el nuevo modelo de la misma ya que ésta es tan antigua como los imperios que extraían capital del sector interno para financiar sus nuevos viajes ultramarinos con el fin de explotar las riquezas del tercer mundo.
Un rol activo semejante se hace evidente en los estados del tercer mundo. Existe una relación dialéctica entre el rol del estado en la economía nacional y en el proceso de globalización. Buscando políticas de reducción impositivas, implementando recortes en el presupuesto social y transfiriendo las pensiones al capital privado, los países en vía de desarrollo reconcentran sus ingresos ascendentes para posibilitar su expansión más allá de las fronteras.
Este proceso se hace cada vez más evidente en la actual fase neoliberal del capitalismo con las llamadas políticas de ajuste estructural. Diseñadas por el FMI y el Banco Mundial en colaboración de los estados, estas políticas se incrementan los flujos de ingresos ascendentes y la disponibilidad de la riqueza pública nacional para ser privatizadas por las multinacionales y las elites adineradas nacionales.
Los efectos de la globalización en la educación
En la sociedad industrial la familia deja de ejercer sus funciones productivas y se desplaza hacia la escuela, se inicia la separación entre educación y trabajo. En nuestros días a la escuela se le encomienda la función de dotar al individuo de habilidades para el trabajo, las cuales tienen evidencias en los títulos, certificados, entre otros. De este modo la educación está encargada de socializar al hombre para el mundo del trabajo y servir como mecanismo de distribución de las posiciones sociales.
En América Latina la globalización ha tenido efectos siniestros en la educación, a pesar de que se ha reducido el porcentaje de analfabetos en la población adulta ésta aún asciende a 41 millones de personas, casi 110 millones de jóvenes y adultos no han terminado la educación primaria lo cual implica un manejo limitado de las competencias básicas (lectura, escritura y calculo).
Cabe destacar un importante avance en términos de universalización del acceso a la educación primaria, sin embargo un 3% de los niños en edad de cursarla se encuentra fuera de las aulas. Otro problema es que este acceso no es sinónimo de llegar al término de la misma y muchísimo menos de hacerlo con calidad. Tenemos grandes tasas de repetición, sobre edad, que a su vez conducen a la deserción.
Más del 20% de los niños que ingresaron a la escuela no llegaron a concluir el sexto grado. Ningún país latinoamericano ha logrado cumplir con el compromiso de proporcionar la educación a todos.
También existe diferencia de género pues es mayor la proporción de mujeres analfabetas, salvo en las islas caribeñas no hispánicas donde es mayor el porcentaje de varones.
Además existe mayor accesibilidad, oferta y calidad en las zonas urbanas cuyos estudiantes logran entre 2 y 14 veces más años de escolaridad que los de las zonas rurales. Esto obliga a que las familias del campo se muden a las ciudades. Podemos señalar que también en las zonas urbanas es donde hay mayores oportunidades de cursar la educación inicial, secundaria y terciaria. Existe una diferencia de éxito, permanencia y calidad entre las personas de las clases bajas y altas. Los colegios privados son mucho mejor que las escuelas, en algunos casos.
La asignación de los recursos públicos aparece limitado pues los países han aumentado rápidamente sus deudas externas.
Se combina la ineficiencia del sistema, altos costos administrativos que conlleva al desperdicio de recursos pues se pierden aproximadamente 12 mil millones por año por el alto índice de repitencia.
Los docentes son el factor más importante, sin embargo, la región carece de políticas integrales que articulen la formación inicial y permanente, requisitos de ingresos, permanencia, desarrollo de la docencia con su desempeño, la responsabilidad por los resultados y sus remuneraciones.
Debemos considerar que los docentes son los ejecutores de las políticas que usualmente son definidas sin su opinión o conocimiento lo que ha limitado que las políticas educativas se transformen en prácticas educativas.
El tiempo sigue siendo insuficiente aunque en algunos países se ha aumentado el calendario de las labores aún así no logran fomentar el desarrollo integral de los estudiantes ni contribuir con el desarrollo cognitivo, afectivo, actitudinal y axiológico para la vida.
La educación esta siendo reformulada en función de los contextos en los que se encuentra inmersa, se amolda a una serie de característica que no proceden tanto de la función específica de la enseñanza en cuanto a difusión y transmisión de conocimientos, sino que se acomodan a los imperativos de ocio y consumo. El profesor pasa a ser un entrenador y el alumno busca en el aula el mismo tipo de diversión que encuentra en los medios de comunicación de masa. Esta absorción del contexto es algo preocupante en la educación de nuestros días. También se observa un giro radical de una educación de contenido centralmente humanístico a otro donde imperan las carreras de negocios y tecnológicas.
La introducción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación es muy limitada lo que hace que la formación científica y tecnológica siga siendo un desafío pues no ha sido incorporada de modo adecuado en todos los niveles educativos.
Otro mal es la tendencia a la privatización ampliando la desigualdad en función de los niveles de ingreso.
Rol del Conocimiento en la Sociedad Actual
El conocimiento se ha convertido en el componente esencial de la competitividad y el crecimiento económico. La habilidad de aprender es la ventaja fundamental que permite el conocimiento y su gestión a través de redes de comunicación. Por esta razón las personas tendrán que estudiar durante toda la vida pues se estima que un profesional deberá cursar al menos 30 créditos cada cinco años para mantenerse en vigencia.
La sociedad actual está constituyendo sus alternativas en torno a su tratamiento y la utilización de la información por encima de la manipulación de los recursos energéticos. Estos recursos (información y conocimiento) no se desgastan por su uso a diferencia de otros, por el contrario, se perfecciona con el tiempo.
Papel de la Universidad en la Sociedad de la Información
Como estamos en una época de grandes cambios, las universidades deberán educar para el cambio y la incertidumbre. Enseñar una carrera o disciplina no será suficiente para poder adaptarse a los grandes cambios que se avecinan. Pro ello las IES tiene que transmitir la afición al estudio y al mismo tiempo ofrecer programas de educación permanente y continuada que permitan a los profesionales mantenerse compitiendo en los mercados laborales.
Es primordial que se dote a los educandos de las herramientas intelectuales que le permitan adaptarse a las incesantes transformaciones, a los cambiantes requerimientos del mundo laboral, a la obsolescencia del conocimiento, característica de la ciencia contemporánea, que se renueva en periodos cada vez más cortos, a la vez que se incrementa a un ritmo más acelerado.
Desde sus inicios, las universidades habían cumplido con el papel de nutrir de licenciados el mercado laboral, mientras que la parte fundamental en la gestión y distribución del conocimiento se ha dejado en manos de la iniciativa empresarial.
Muchas instituciones de educación superior, sólo estaban preocupados por la asimilación de estudiantes a través de la oferta de productos atractivos dejando atrás el necesario énfasis en la calidad del contenido ofertado, muchas veces redundante o vacío. En ese afán meramente normalista que invade el mercado de los saberes, en nuestro actual contexto social, la universidad se ha convertido en un objeto de rentabilidad empresarial, de simple certificación documental de un titulo, ofertando adiestramiento profesional perdiendo la oportunidad de formar a sus estudiantes entre valores que deben caracterizarles como hombres y mujeres completos no sólo como profesionales y adiestrados en el manejo de instrumentos técnicos.
Globalización y trabajo
La globalización económica y financiera y la internacionalización de los mercados está facilitando la penetración de las empresas multinacionales en todos los países alrededor del mundo en busca de legislaciones laborales y medioambientales más favorables para sus intereses, lo cual está provocando grandes efectos sobre el empleo, los derechos laborales y en el respeto al medio ambiente.
Otros efectos son: la represión de toda actividad sindical, marginación laboral y explotación laboral de niños y niñas.
En esta economía de dimensiones mundiales sólo se beneficiará a los que tienen y a los empleadores, perpetuando la pobreza y la explotación de los trabajadores del tercer mundo. Los trabajadores cada vez se encuentran más indefensos ya que los estados flexibilizan las leyes a favor de los empleadores los cuales a su vez no respetan siquiera los derechos más fundamentales y prohíben las agrupaciones sindicales, siendo el despido una estrategia de terror y sometimiento.
Consecuencias de la globalización en el mundo del trabajo.
•             Las legislaciones laborales de desigualdad y explotación se extienden por todos los continentes.
•             Falta de respeto a los derechos laborales y sindicales.
•             Represiones a todos los niveles para evitar las manifestaciones masivas.
•             Los nuevos valores culturales, económicos, empresariales laborales se globalizan.
•             Se generalizan los mecanismos empresariales, métodos, técnicas de organización, dirección de trabajadores, etc.
•             El eficientísimo y sus consignas son oración en todas las empresas.
•             Contratación masiva de los jóvenes licenciados que buscan su primer empleo y aceptan trabajar por un bajo salario.
•             Las jornadas laborales son esclavizantes y las horas extra son impuestas en algunos casos y necesarias en otros para recibir una mejor cantidad sobre el miserable sueldo devengado.
•             Desconfianza en las organizaciones sindicales causada por su venta para determinados fines políticos o empresariales.
•             Nadie quiere defender sus derechos y no poseen ideas definidas pues son adoctrinados por el sistema de mercado.
•             Individualismo; los trabajadores compiten entre ellos explotándose aún más por obtener nuevas posiciones o entrar en el circulo de cuello blanco, que casi nunca pasa.
•             No se valora la preparación ni la experiencia en su justa medida pues nunca van acompañadas de un sueldo justo.
Los trabajadores son los llamados a exigir sus reivindicaciones, aumentos, prestaciones, revisiones de salario dependiendo de la inflación, etc. Pues las relaciones laborales son un aspecto vital en la vida las cuales se desatienden cada vez más.
La generación del trabajo asalariado sigue siendo una consigna central del neoliberalismo, que no hayan reglas estables sino que las empresas tengan sus propios códigos y que el Estado olvide al trabajador, que se dedique al cobro de impuestos, y se alegre por la generación de empleos e inversión internacional, así como el buen nivel de competitividad y clima de confianza en el país.
La discriminación de género lejos de resolverse en este nuevo sistema de “igualdad de oportunidades” sigue siendo una realidad latente ya que la mujer que busca empleo y no halla más que ofertas explotadoras y cuando lo encuentran tratan de buscar otro empleo que les permita ascender lo cual casi nunca logran sino que siguen girando por todas las empresas desempeñando las mismas funciones y ganando los mismos salarios.
La lógica del trabajo asalariado, está agravando los problemas de las relaciones laborales y de todavía una minoría la cual crecerá de seguir este sistema con este ritmo.
Las condiciones de trabajo de muchas personas son de autentica explotación sobre todo las personas que oscilan entre 20 y 30 años, pues no tienen libertad de expresión, estatutos funcionales, ni organizaciones sindicales que los represente, hay violaciones permanentes de los códigos laborales del estado, jornadas largas, horas extras mal pagadas.
A mayor escala esto parece un retorno al sistema de factoría inglés que pensábamos que habíamos dejado con el paso de los siglos.
Educación y Trabajo
En la actualidad la escuela tiene dos funciones principales:
•             Dotar de las competencias formativas útiles para desempeñar muchos tipos de tareas.
•             Reproducir el sistema de estratificación social vigente.
Estas dos funciones se cumplen desde cometidos diferenciados. La primera, desde la socialización para el mundo de trabajo y la segunda funciona como un mecanismo de distribución de las posiciones sociales, desde la estructura ocupacional, relativa al sistema productivo depende de la escuela.
Capacitación para el trabajo
La función más importante de la escuela es la formación de jóvenes para su incorporación al trabajo. El hecho y el funcionamiento de la escuela están determinados por sus funciones de capacitación y socialización para el trabajo, por eso los distintos actores sociales mantienen un consenso sobre el sistema educativo el cual debe formar los futuros ciudadanos trabajadores.
En este orden una de las corrientes más aceptadas fue la “teoría del capital humano” la cual establecía una relación positiva entre el nivel de educación y el acceso a los niveles de estructura ocupacional. El aumento del nivel educativo tendía entonces una incidencia favorable en las tasa de consumo y actuaría acumulativamente de generación en generación.
A pesar de la fe puesta en la escuela como instrumento de promoción social a través del trabajo, lo cierto es que el análisis sociológico de la educación formal ha puesto de manifiesto en las tres últimas décadas la falta de adecuación entre el nivel de estudio alcanzado y puesto de trabajo desempeñado.
La situación lejos de mejorar ha empeorado pues se ha verificado que una mejor educación no se convierte necesariamente en el incremento de la producción. A raíz de este hecho surgen dos teorías que explican la relación educación-trabajo; que son la teoría de la correspondencia (marxista) y la teoría credencialista (weberiana). La primera (marxista) sostiene que los sistemas educativos se extendieron y generalizaron no por dotar a la población de una formación para el trabajo sino responder a los sistemas de control social generado por la industrialización y urbanización y por reconducir nuevos valores familiares, laborales y comunitarios que ponían en juego la autoridad del estado y el orden capitalista.
La segunda teoría (weberiana) sostiene que los títulos académicos sirven de moneda de cambio en el mercado laboral y en el mercado de las posiciones sociales.
Esta teoría estima que los títulos no reflejan los conocimientos ni las competencias cognitivas de sus poseedores, sabiendo que la experiencia es la que arroja el verdadero conocimiento. Los empleadores tendrán que buscar personas adaptables y los títulos son muestra de esa capacidad de adaptación.
Distribución de las posiciones sociales
La ideología de “Estado de Bienestar” se impuso en los países que sufrieron la influencia de los Estados Unidos después de la segunda guerra mundial.
La educación se ha convertido en ese mecanismo de distribución de las posiciones sociales para que no recayera solo en la propiedad y el mercado. El plan era igualar las oportunidades de toda la población sin importar su origen.
El modelo de la sociedad abierta e igualitaria ha encontrado en la educación el instrumento para compensar los meritos del individuo (capacidad, inteligencia, esfuerzo, disciplina, etc. al terminar la trayectoria escolar. (Meritocracia)
Según Julio Carabaña, en este nuevo sistema las posiciones sociales se distribuyen de acuerdo al mérito y la cualificación no según la filiación hereditaria. La educación formal es el medio principal para adquirir las cualificaciones sociales, para todo el individuo el acceso a la educación formal depende sólo de sus preferencias y capacidades. Estas capacidades intelectuales se distribuyen al azar entre los grupos poblacionales.
Este sistema de la distribución busca que la gente piense que no existe exclusión ni diferencias salvo las impuestas por la naturaleza.
Las posiciones sociales más deseables son muy escasas y están repartidas al margen de la educación la cual sigue siendo la reproductora de la cultura de las clases dominantes.
Conclusión
La globalización ha traído consigo el desarrollo de tecnologías de la información que han impactado las diferentes formas de enseñanza. En el actual proceso de la globalización el acceso masivo a la educación es un fenómeno social prodigioso en si mismo pero no asegura la conclusión ni calidad de los estudios.
La educación es en realidad la adquisición de una segunda naturaleza, de un hábito mental, como decían los grandes maestros, que impregna toda conducta y todo el saber.
En estos tiempos es necesario que todas nuestras acciones educativas estén diseñadas con un enfoque global, integrada regional e internacionalmente. Debemos reconocer que los cambios globales han sido tan vertiginosos que la educación no ha podido asimilarlos ni incorporarlos todavía.
Estamos entrando con nuevos hábitos, buenos y malos, en la educación del tercer milenio. En este proceso de globalización de la educación las empresas jugaran un papel protagónico cada día más importante. Las empresas saben adaptarse a los cambios del mercado con mucho más rapidez que las instituciones educativas, tanto así que muchas empresas deberán asumir la educación de su personal, la cual por ahora se llama capacitación.
La pregunta es: ¿Por qué siguen tan desconectados aún el mundo de trabajo y el mundo de la educación?
¿Qué diferencia hay entre aprender y trabajar? ¿Se puede aprender sin trabajar? O ¿Se puede trabajar sin aprender?
En efecto muchas empresas tienen vínculos con universidades con la finalidad de que formen superhombres acoplados a sus exigencias, pero que no piensen ni actúen mas allá del restringido ámbito del mercado capitalista, enfatizando las competencias comunicacionales e informáticas, con la condición de que sean analfabetos políticos.
Hablando de una globalización de la educación, el Estado deberá cambiar su orientación pues los países empezarán tarde o temprano a “vender y a comprar” educación.
Se puede observar a lo largo de la historia una relación muy estrecha entre las formas y contenidos de la enseñanza con los sistemas sociales de producción de bienes y servicios.
En el nuevo milenio se preparan otras pautas productivas, entramos de lleno en la era del conocimiento. Las nuevas empresas funcionan con enorme flexibilidad y multiplican sus servicios por todo el planeta. Necesariamente la educación ha de variar en consecuencia, son imperiosos los reclamos por un cambio profundo en la educación de las nuevas generaciones.
La educación es un servicio cuya demanda crece en forma rápida. Es el momento de generar nuevos “empresarios de la educación” que contribuyan a derribar las murallas que separan a las diferentes comunidades educativas del mundo, con la esperanza de que este nuevo tipo de empresa educativa globalizada no convierta a la educación en una mera subsidiaria de las empresas de medios y comunicaciones.
Muchos ven en la globalización un proceso de concentración y centralización en el ámbito del capital, el poder, la información, el saber, la riqueza, la toma de decisiones, etc., pero no ven que esta misma dinámica puede producir (y lo hace), descentralización.
El entramado global, escribe Zymunt Bauman, caracterizando una dimensión concreta de la globalización, desagrega la sociedad mundial que anuncia.
Lo nuevo de la era global es que se ha perdido el nexo entre pobreza y riqueza, y esto es a causa de la globalización que divide a la población mundial en ricos globalizados, que dominan el espacio y no tienen tiempo y pobres localizados, que están pegados al espacio y tienen que matar su tiempo, con el que no tienen nada que hacer.
Es cierto que se están alcanzando niveles en el desarrollo de las comunicaciones y el tratamiento y utilización de la información, que esta provocando avances espectaculares en nuestra sociedad. Pero también es cierto que la distancia que separa el mundo desarrollado y el que vive bajo el umbral de la pobreza y el subdesarrollo cada vez es mayor.
En educación se impone un cambio obligado en el modo de organizar el proceso de enseñanza y aprendizaje, de modo que podamos introducir a nuestros alumnos en la utilización adecuada en estos poderosos instrumentos. Los docentes tenemos que desarrollar la sensibilidad necesaria para comprender estos fenómenos que están configurando la forma de vida en nuestro planeta, de manera que ayudemos a nuestros estudiantes a comprender adecuadamente la sociedad en la que viven.
Bibliografía
•             Losada, Díaz y Rojo Villada, P.”Educación y globalización.
•             Ramírez Fernández, A. “Condiciones de trabajo y globalización”(ll) (OIT- SE- 3792-06)
•             Petras, J.”América Latina: De la Globalización a la Revolución. (HomoSapiens, ediciones)
•             M. Gómez “Empleo, educación y calificaciones” ¿Dónde está la modernización en el mercado de trabajo? Enhttp://www.argiropolis.com.ar
•             Banco Mundial “Aprendizaje permanente en la economía global del conocimiento.
•             González, Manuel Jesús (1999): La Universidad del siglo XXI: libertad, competencia y calidad. Circulo de empresarios, Madrid.
•             Ortega y Gasset, José (ED.1972) “La rebelión de las masas” Revista de occidente, Madrid.
Autor:
Juan López Arias
Irene Sena
José A. Javier Javier
COORDINADOR:
JUAN RODRIGUEZ MA.
PROFESOR:
DR. JOSE SOLER
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO
UASD
FACULTAD DE HUMANIDADES
UNIDAD DE POSTGRADO
MAESTRIA EN ENSEÑANZA SUPERIOR
ASIGNATURA:
EDUCACION, SOCIOLOGIA Y POLITICA
Santo Domingo; República Dominicana, 1 de junio del 2009.
(Fuente:monografías.com)

Leonel Fernandez: El Futuro de la Reforma Constitucional




Leonel Fernández
@leonelfernandez


En principio, se entendía que la Constitución del 2010 fue concebida como una Constitución rígida. Eso quiere decir que al ser nuestra Carta Magna, y, por consiguiente, disponer de una posición jerárquica superior en el orden jurídico, sería de difícil reforma o modificación.

Desde un punto de vista técnico-legal, es lo que la diferencia de una Constitución flexible, la cual puede ser modificada o derogada por el Poder Legislativo, mediante el mismo procedimiento ordinario que se instituye para la aprobación de las leyes.

En los sistemas de Constitución flexible, como es el caso, por ejemplo, del Reino Unido y Nueva Zelanda, la Constitución y las leyes, como fuentes del Derecho, se encuentran sometidas al mismo nivel dentro del orden jurídico.

No ocurre así con una Constitución rígida, como es el de la mayoría de los países, en la que al proclamarse su supremacía sobre cualquier otra normativa o disposición legal, se requiere, para su modificación o derogación, no de una ley ordinaria, sino de un procedimiento especial, con respaldo de una mayoría calificada. En algunos casos, hasta de la realización de una consulta popular o de un referendo aprobatorio. 

Así creíamos que era en la República Dominicana. Teníamos la certidumbre de que bajo el Título XIV, referido a las reformas constitucionales, sus dos capítulos, el relativo a las normas generales y el de la Asamblea Nacional Revisora, así como los seis artículos que se extienden desde el 267 hasta el 272, nuestra Carta Magna era una especie de código constitucional rígido, sometido a un procedimiento especial, que tornaba difícil su reforma o modificación.

No resulta así. En los debates que se suscitaron entre destacados miembros de nuestra comunidad jurídica, en relación a la reciente reforma a la Constitución, surgieron distintos análisis y diversas explicaciones acerca del procedimiento de reforma de nuestro texto constitucional, lo que generó desconcierto y confusión.

Esa experiencia nos obliga, para una futura reforma, instituir un empleo más preciso del lenguaje y una mejor interrelación de los textos, que permita, en lugar de un razonamiento analógico, hacer uso de una interpretación literal y directa de nuestra Carta Sustantiva, que la haga menos proclive a la ambigüedad y al equívoco.

((Leyes ordinarias y orgánicas
Aunque la Constitución Dominicana es rígida, eso no equivale a decir que no puede ser modificada. En efecto, puede serlo. Lo único es que el procedimiento a seguir para realizarlo, como hemos dicho, es un procedimiento especial, más complejo y tortuoso que el que normalmente se sigue para la aprobación o modificación de una ley ordinaria.

Así lo señala el artículo 267, al disponer: “La reforma de la Constitución sólo podrá hacerse en la forma que indica ella misma y no podrá jamás ser suspendida ni anulada por ningún poder o autoridad, ni tampoco por aclamaciones populares.”

El como se inicia el proceso está contemplado en el artículo 269, que indica que nuestra Constitución “podrá ser reformada si la proposición de reforma se presenta en el Congreso Nacional con el apoyo de la tercera parte de los miembros de una u otra cámara, o si es sometida por el Poder Ejecutivo.”

Desde un primer instante, nuestra Constitución señala que el procedimiento para su reforma tiene un carácter especial, pues requiere que no sea un diputado o un senador quien introduzca la proposición de reforma, es decir, el proyecto de ley, sino una tercera parte, o el 33 por ciento de los miembros de una u otra cámara.

Pero lo que dio lugar a la controversia fue el artículo 270, que consigna que “La necesidad de la reforma constitucional se declarará por una ley de convocatoria . Esta ley, que no podrá ser observada por el Poder Ejecutivo, ordenará la reunión de la Asamblea Nacional Revisora, contendrá el objeto de la reforma e indicará el o los artículos de la Constitución sobre los cuales versará.”

Esa ley de convocatoria que declara la necesidad de la reforma constitucional, ¿es una ley orgánica o una ley ordinaria?

En vista de que el artículo 270 de la Constitución no lo expresa de manera directa, los partidarios de la interpretación directa o exegética del texto constitucional, concluyen que no se trata de una ley orgánica, sino de una ley ordinaria, la cual se aprueba por mayoría simple.

Pero en lugar de limitarse únicamente a lo que indica el artículo 270, se podía hacer una interpretación analógica, al combinarse con lo que refiere el 112, que señala, entre los casos que requieren de la aprobación de una ley orgánica, los que tienen que ver con “la regulación de los procedimientos constitucionales, las materias referidas por la Constitución y otras de igual naturaleza.”

¿No cabría en esa categoría la ley que declara la necesidad de la reforma constitucional prevista en el artículo 270?

Más aún, si se realiza un análisis de constitucionalismo comparado, se podrá comprobar que en la mayoría de los países es así. En España se requiere de una mayoría de tres quintas partes en ambas cámaras para aprobar la ley que reforma la Constitución. En Francia, igual, por las tres quintas partes de los miembros del Parlamento; y en Alemania, con la aprobación de las dos terceras partes.

En América Latina, podrían citarse los casos de Chile, en el que se requiere de las tres quintas partes de Senadores y Diputados. En Brasil, las tres quintas partes. En Bolivia, las dos terceras partes; y en Guatemala, las dos terceras partes.

En fin, como puede observarse, la tendencia predominante, a nivel internacional, es que la ley que convoca la necesidad de la reforma constitucional, como parte de un procedimientos especial, es una ley orgánica, que requiere, para su aprobación, de una mayoría calificada.

Pero aquí, en República Dominicana, hubo un grupo de notables y prestigiosos juristas, que a pesar de las evidencias insoslayables, argumentaron lo contrario.

((El referendo aprobatorio
Igual ocurrió con la necesidad del referendo aprobatorio, luego de la aprobación de la reforma constitucional por la Asamblea Nacional Revisora. En este caso, el argumento ha sido que la consagración de la reelección presidencial no constituía un derecho fundamental.

Pero el artículo 272 no sólo establece los derechos fundamentales como única categoría para la celebración de un referendo aprobatorio que confiera legitimación popular para la reforma constitucional.

En adición, se encuentran, el ordenamiento territorial y municipal; el régimen de nacionalidad, ciudadanía y extranjería; el régimen de la moneda, y sobre los procedimientos de reforma instituidos en la Constitución.

En otras palabras, la Constitución esboza cinco categorías diferentes en las que la reforma de la Carta Magna realizada por la Asamblea Nacional Revisora, requiere, a los 60 días de su proclamación, que la Junta Central Electoral convoque a un referendo, que no es más que una elección, en la que más de la mitad del 30 por ciento de los votantes que figuran en el registro electoral, votan en favor de la aprobación de la reforma constitucional.

Pero, como según se ha sostenido, no se hace referencia explícita en el título IV de la Constitución, sobre el Poder Ejecutivo, acerca de la necesidad de un referendo aprobatorio, el mismo no constituye una obligación constitucional.

No obstante, si se hace la conexión con el artículo 22, sobre régimen de ciudadanía, se comprueba que nuestra Carta Sustantiva sostiene que “Son derechos de ciudadanas y ciudadanos, elegir y ser elegibles para los cargos que establece la presente Constitución...”.

Por supuesto, entre los cargos que establece la Constitución se encuentra el de Presidente de la República. Por consiguiente, una vez más, por vía de interpretación analógica, se llega a la conclusión de la obligación del cumplimiento de ese requisito para la legítima culminación del proceso de reforma constitucional.

Pero, igual, en algo que ha debido haber consenso entre los miembros de nuestra comunidad jurídica, no lo ha habido. La razón parece estar en la necesidad de que el texto constitucional se exprese de manera directa, de tal forma que no dé lugar a interpretaciones aviesas e interesadas.

Todo esto nos conduce al hecho de que si nuestra Carta Sustantiva es de naturaleza rígida, como en efecto lo es, en una futura reforma constitucional debe blindarse de manera tal que no sea tan frágil o vulnerable a cualquier tipo de modificación.

Debe hacerse una reforma que se exprese de manera tan clara, precisa y directa, que jamás pueda haber dudas de que en los casos expresamente estipulados, para su modificación se requiera de mayoría calificada y de la realización de un referendo aprobatorio.

Así protegeremos mejor nuestra Constitución y nuestra democracia.

domingo, 14 de junio de 2015

Si un comunicador social no lee, “NO SIRVE, BÓTALO”

Por ÁNGELA PEÑA

Daniel García, lingüista cubano, Marta y Thimo Pimentel.

Las principales cualidades que debe poseer un periodista son “curiosidad y lectura. Leer desde una hoja parroquial hasta Plutarco, Cervantes, Martí, los anuncios clasificados. Leer donde sea, lo que sea. El que no tiene lectura es un fracasado, no sabe usar las palabras, no se expresa, debe leer, leer y leer. La lectura permite hacer asociaciones, facilita la expresión oral”. Si un comunicador social no lee, “no sirve, bótalo”.

Marta Rojas, laureada periodista, escritora, educadora cubana, hace las consideraciones con la autoridad que le confieren más de 60 años de ejercicio, desde que cubrió el histórico asalto al cuartel Moncada y el juicio a Fidel Castro y a los sobrevivientes de aquellos acontecimientos, hasta el presente.

Era una adolescente sin graduar cuando irrumpió en el recinto donde miembros del ejército batistiano asesinaron a rebeldes que junto Fidel intentaron tomar por sorpresa la guarnición y convocar al pueblo a la lucha. Pese a sus escasos años tuvo el arrojo de interpelar al coronel Alberto del Río Chaviano, llamado después “El chacal de Oriente” por su crueldad. Le preguntó sobre dos mujeres a las que había visto mientras las interrogaban porque él declaró que no había detenidos, que todos murieron en combate. Las dos jóvenes eran Haydee Santamaría y Melba Hernández, participantes después en las acciones del 26 de julio de 1959.





Marta, que a sus 81 años es redactora del Granma y entrena a jóvenes periodistas, ha sido siempre intuitiva, astuta, valiente, tiene iniciativa, sentido de la historia. Está incorporada a la tecnología, frente a la pantalla del ordenador le han venido inspiraciones para sus libros. Investiga el pasado porque casi todas sus reconocidas novelas son históricas. No se detiene leyendo, escribiendo, publicando, enseñando.

Domina admirablemente la palabra y tiene una memoria portentosa. Recuerda detalles y nombres de todos los protagonistas de su vida profesional. Esas capacidades le merecieron la admiración de Alejo Carpentier, que le pidió escribir el prólogo del reportaje relacionado con la frustrada toma de la que es considerada “testigo de excepción” y del memorable proceso del Moncada, originalmente censurado por Bohemia y luego convertido en un libro de varias ediciones.

Aparenta menos edad. No la han disminuido las apariciones en televisión y radio, las cátedras universitarias, los estudios de ciencias sociales y economía realizados después de los de periodismo. Tampoco la han consumido los viajes junto a Fidel Castro ni haber sido la primera corresponsal de guerra cubana y latinoamericana en Vietnam y en Cambodia.

Es la autora de El columpio del Rey Spencer, Santa lujuria, El harén de Oviedo, Inglesa por un año, Las campanas de Juana la Loca, entre otros libros, casi todos premiados.

Nacida en Santiago de Cuba el 17 de mayo de 1934, es la hija de Juan Rojas Fereaud y Elvira Rodríguez Martínez, sastre y modista de alta costura frecuentados por personas de diferentes estratos sociales que iban a encargar trajes a la medida, como Baudilio Castellanos, Bilito, el abogado de oficio de la audiencia que juzgaría a los sublevados del Moncada, contemporáneo de Fidel con quien, de forma sagaz, obtuvo Marta la fecha y el lugar de la causa.

-Yo quisiera entrevistar a los magistrados, le dijo.

-No te van a decir nada que los afecte, prueba a ver, le contestó.

“Empecé mis preguntas y me dan respuestas técnicas, todo eminentemente jurídico. Mando eso a Bohemia y el censor de prensa lo aprueba”. Dos días antes había entrevistado a “Piñeyro Ozorio, Mejía Valdivieso” y al propio Castellanos quien apenas le declaró que como abogado de oficio estaba obligado a defender aquellos que no tenían defensores.

El juicio se inició el 21 de septiembre de 1953, había 25 periodistas y solo Marta tomaba notas pero lo que la convirtió en modelo de excelente cronista no fueron estas rutinas jurídicas sino los pormenores que adornaron aquella reseña de más de 200 páginas que le mandaron a sintetizar y las redujo a 12 y tampoco vieron la luz por los detalles sociales, humanos, jurídicos que ella recogió y que no convenían al régimen.

Terminó el 16 de octubre. Pese a su crónica vetada Marta recibió una propuesta del director de Bohemia, Miguel Ángel Quevedo: “¿Quieres trabajar aquí cuando te gradúes?”. Comenzó sus labores ese mismo octubre de 1953 en el departamento de periodismo de investigación, “que me enseñó mucho a buscar inside”.

Con Fidel.- Estuvo de visita en el país por pocos días. Thimo Pimentel, amigo de largos años, fue su anfitrión. Visitó instituciones e intelectuales dominicanos, Roberto Cassá, entre otros. Trajo algunos de sus libros más recientes.

Además de ser la historia viviente del periodismo y la cultura cubanos, conoce a fondo la personalidad de Fidel Castro, con quien no solo viajó por Cuba sino que le acompañó a Chile, México, Ecuador y otros países de América Latina.

Habla entusiasmada de la memoria del líder que en una visita a Columbia, “el campamento militar de la tiranía que después de la revolución él convirtió en la Ciudad Escolar Libertad”, le hizo una enmienda respecto al libro del Moncada.

Lo elogió y le observó: “Solo un detallito, Marta, que creo es justo que arregles: se dijo que yo había escrito el Manifiesto del Moncada a la Nación, no, yo le di todo a Raúl Gómez García, le dicté, es justo que si él lo escribió, se le dé el mérito. Es lo único”. Gómez García fue asesinado durante el ataque.

Hay otras muestras de la envidiable memoria del expresidente que revela.

Al preguntarle lo que más admira de él se remonta al juicio: “Pensé que iba a ver a una persona depauperada, mal vestida, triste, no me lo imaginaba con la hidalguía con que entró al tribunal: elegante, formalmente vestido de abogado, con saco y corbata. Dijo: ‘No se puede juzgar a un hombre esposado”. Y ahí se suspendió el juicio, añade Marta. “Le tuvieron que quitar las esposas a los acusados, a los guardias le temblaban las manos”. Más relatos de Fidel en ese debate se ofrecerán en la segunda parte.

Castro y Marta van a la par en sus espléndidas memorias. Narra que el que día que entró al Moncada después de haber bailado conga de carnaval en La Trocha y la avenida Martí, vestía una blusa rosada a rayas y “una falda ancha, blanca, de piqué, con dos bolsillos muy grandes”. En ellos colocaba los rollos de película Kodak y Alfa que le pasaba Francisco Cano Cleto (Panchito), el fotógrafo de Bohemia que le preguntó si quería ganarse 50 pesos escribiendo una crónica de carnaval. En la madrugada de ese 26 comenzaron a sonar los tiros del Moncada. Ella salvó hábilmente esas fotos porque Panchito debió marcharse para salvar la vida.

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