MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

domingo, 21 de octubre de 2012

PABLO NERUDA: Perdonen si les digo unas locuras En esta dulce tarde de febrero Y si se va mi corazón cantando Hacia Santo Domingo


¿Descubiertos? ¿Encubiertos?
Escrito por: MU-KIEN ADRIANA SANG
Perdonen si les digo  unas locuras
En esta dulce tarde de febrero
Y si se va mi corazón cantando
Hacia Santo Domingo, compañeros.
Vamos a recordar lo que ha pasado allí
Desde que Don Cristóbal, el marinero
Puso los pies y descubrió la isla
Que mejor no la hubiese descubierto
Porque ha sufrido tanto desde entonces
Que parece que el diablo y no Jesús
Se entendió con Colón en ese aspecto
Esos conquistadores españoles
Que llegaron desde España, por supuesto
Buscando oro y lo buscaron tanto
Como si les sirviese de alimento
Enarbolando a Cristo con su cruz
Los garrotazos fueron argumentos tan poderosos
Que los indios vivos se convirtieron pronto
En dominicanos muertos
Aunque hace siglos de esta historia amarga
Por amarga y por vieja se las cuento
Porque las cosas no se aclaran nunca
Con el olvido ni con el silencio.
Y hay tanta inquietud sin comentario
En la América hirsuta que me dieron
Que si hasta los poetas nos callamos
No hablan los otros porque tienen miedo.
Pablo Neruda, Versainograma a Santo Domingo (fragmento).
El pasado 12 de octubre se cumplieron 520 años de la llegada de los españoles a América. Al nuevo mundo, dice la tradición.  Cinco siglos y dos décadas del hecho histórico bautizado como el Descubrimiento de América. Junto a la hazaña española, el resto de los imperios europeos quiso hacer sus propias hazañas y emprendió la aventura. Llegaron a otros lares, y también, dicen ellos, “descubrieron” nuevas tierras.  España se hizo dueña, y, sin permiso alguno, de casi la totalidad del continente americano.  Francia siguió los pasos y cruzó el mar Mediterráneo para llegar y conquistar una gran parte de África. Inglaterra no se quedó atrás y atravesó tierras y mares para llegar al sur del continente negro y ocupar por la fuerza lo que hoy conocemos como África del Sur. Siguió su tarea conquistadora y mal llamada descubridora y ocupó Australia. Portugal siguió los pasos de su vecino y se adueñó de una gran parte de la América sureña y se apoderó de lo que hoy es Brasil. Y así, por el poder de la fuerza, el fuego de los cañones y filo de las espadas, se repartieron el mundo y se proclamaron dueños señores de las tierras conquistadas. Aprovecharon sus minas de oro, plata, cobre y bronce, y con el metal extraído volvieron a dar el brillo a las coronas imperiales necesitadas de estímulos.
Sí, el mal llamado descubrimiento, fue el proyecto expansionista de las potencias europeas que necesitaban expandir sus mercados de bienes. Fue la gran alianza de los nobles aventureros y de los hombres necesitados de nuevas aventuras para enriquecerse.
Un hombre llamado Cristóbal Colón, genovés, aventurero y ambicioso, convenció a la Corona Española, aislada, debilitada y necesitada de mercancías para su sobrevivencia, para que lo apoyara en su aventura marina. Quería ir a Asia, a la India para buscar las especies que llegaban encarecidas al mercado español por el monopolio de los turcos. Y en las negociaciones con la Reina logró la firma de las Capitulaciones de Santa Fe, mediante las cuales sería nombrado virrey en las tierras conquistadas y obtendría un tercio de las ganancias.
El 12 de octubre, Colón y sus tres carabelas llegaron a las tierras americanas. Después de tres meses de travesía, se equivocaron y en vez de llegar a la India, llegaron al Caribe. Ahí comenzó la historia de la conquista. Siguieron explorando y llegaron a Cuba, a la isla de Quisqueya, a Puerto Rico y luego al gran continente. Y en cada parada descubrían a los indígenas, y los pobladores nuestros acostumbrados a su vida tribal se sorprendieron y descubrieron a esos hombres mal olientes que llegaron y se hicieron dueños de sus tierras.
Comenzó la conquista a capa y espada. Los indígenas fueron sometidos. Algunos hicieron resistencia. Otros no tuvieron más remedio que someterse al amo que se imponía.  Destruyeron lo que había. Impusieron un modelo de dominación basado en la esclavitud indigna. Se hicieron dueños de las tierras, se repartieron los indígenas como si fueran bestias y los sometieron a la más cruel y horrible servidumbre. De cazadores y agricultores, los convirtieron en esclavos que debían trabajar en la extracción de oro primero y en los ingenios después. La población indígena mermó. Muchos indígenas desesperados prefirieron el suicidio.
Los hombres blancos tenían la necesidad de satisfacer sus necesidades sexuales. Las indígenas fueron los objetos del desquite físico y animal. Y, como era de esperarse, comenzó la mezcla de razas. El blanco y la indígena tuvieron hijos mestizos.
¿Qué pensar de esta hazaña 520 años después? Ya no podemos cambiar los hechos.  América es hoy el producto de la llegada de los europeos que llegaron a estas tierras sin haber sido invitados, que se hicieron dueños sin preguntar, que nos descubrieron porque no existíamos en el estrecho universo de sus conocimientos. Impusieron su cultura, su idioma, su sistema de creencias, aplastando las culturas existentes. Descubrieron porque no nos conocían, pero encubrieron, sepultaron y los obligaron a olvidar su propia historia.
El mundo fuera de Europa, es decir, África, América, Asia y Oceanía, era pequeño para las ambiciones imperiales. Los europeos se creían dueños del mundo, y por eso se creían con la potestad para “descubrir”, conquistar y someter al resto.
Ya lo sé, esos hechos ocurrieron hace muchos siglos, cincuenta y dos décadas para ser precisos. Pero, vuelvo a reivindicar lo que dije hace unas semanas, hay que reclamar la  responsabilidad histórica. Hay que clamar y exigir una visión más integral y un discurso diferente de la historia.  Hay que reescribir la historia para hacer aparecer en el relato a los indígenas que murieron por la sobreexplotación de los conquistadores. Debemos reclamar un nuevo discurso en el que no solo aparezca la visión de los triunfadores y de los poderosos.
Mientras tanto, aquí estoy rememorando los hechos, exigiendo un nuevo discurso, negándome a aceptar como bueno y válido todo lo que se ha dicho, tratando de ser crítica con mi propia herencia, para no someterme ni asumir el discurso de los conquistadores del siglo XXI, que se diferencian de aquellos del siglo XV sólo en la forma, no en el fondo. Los de ayer y los de hoy sólo están guiados por la ambición, el poder y la satisfacción del dominio de la voluntad de los que conquistan.

Juan Bosch y el escenario criollo




Escrito por: RAFAEL GARCÍA ROMERO
El fenómeno del retrato en la literatura de Juan Bosch hay que estudiarlo, para entenderlo, tomando en cuenta varios escenarios. El primero que llama la atención es la época de inicio del escritor, ya que estamos hablando del primer cuarto del siglo veinte, periodo durante el cual se conocen, sobre todo a través de los periódicos de circulación nacional, los primeros cuentos.
Una época, además, caracterizada por el incipiente desarrollo del cine mudo, en blanco y negro. Muy poco difundido en la República Dominicana; y sobre todo, y gracias a estas precariedades, un terreno muy fértil para el incentivo de la palabra como medio para hacer retratos. En ese periodo de tiempo había, en el plano de la literatura, una fuerte incidencia del costumbrismo, y la rama nacional, llamada criollismo.
La literatura de Juan Bosch, debido a esos factores, es una cantera impresionante de retratos literarios, tanto de personajes como de seres humanos, hombres y mujeres de carne y hueso.
El retrato constituye un apoyo vital para la literatura de Juan Bosch, al que recurre desde su primer libro Camino real, publicado en 1933. En el cuento “La mujer” el escenario es fundamental en el desarrollo de la trama. Tanto incide el escenario que se incrusta, forma parte de la carne narrativa del cuento, llega a tener tanto valor este recurso que sin Juan Bosch proponérselo lo hace formar parte de una segunda historia en todo el cuento, independiente, firme y sólida.  El escenario el punto de apoyo que empieza el cuento: “La carretera está muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se le ve vida. El sol la mató; el sol de acero, de tan candente al rojo, un rojo que se hizo blanco. Tornose luego transparente el acero blanco, y sigue ahí, sobre el lomo de la carretera”.
El escenario, como un péndulo que describe un trayecto, termina la historia: “Pero sobre la gran carretera muerta, totalmente muerta, sólo estaba el sol que la mató. Allá, al final de la planicie, la colina de arenas que amontonaron los vientos. Y cactos embutidos en el acero”.
El cuento “La mujer” es uno de los textos más breves de Juan Bosch y uno donde el escenario es un recurso más conscientemente explotado.
A los lados (de la carretera) hay arbustos espinosos. Muchas veces la vista se enferma de tanta amplitud. Pero las planicies están peladas. Pajonales, a distancia. Tal vez aves rapaces coronen cactos. Y los cactos están allá, más lejos, embutidos en el acero blanco.
El escenario, con pocas palabras, le ayuda a establecer marcadas diferencias, pintar la pobreza: “También hay bohíos, casi todos bajos y hechos con barro. Algunos están pintados de blanco y no se ven bajo el sol. Sólo se destaca el techo grueso, seco, ansioso de quemarse día a día. Las cañas dieron esas techumbres por las que nunca rueda agua”.
El personaje le sirve como medio para darle cuerpo a la imagen: “Tendió la vista: la planicie, la sabana. Una colina lejana, con pajonales, como si fuera esa colina sólo un montoncito de arena apilada por los vientos. El cauce de un río; las fauces secas de la tierra que tuvo agua mil años antes de hoy. Se resquebrajaba la planicie dorada bajo el pesado acero transparente. Y los cactos, los cactos coronados de aves rapaces.”

sábado, 20 de octubre de 2012



Frente al fracaso del neoliberalismo, ¿humanizar el capitalismo?




Ya parece un hecho evidente para todo el mundo bien pensante que el capitalismo neoliberal, con su pensamiento único del “ laissez-faire” y la “ mano invisible” del mercado autorregulado, al cabo de apenas tres décadas de dominio global ha resultado en un estruendoso fiasco. La crisis financiera que afecta al mundo entero, la recesión de la economía productiva en los países desarrollados, las enormes deudas soberanas y el rescate leonino de las finanzas públicas y privadas en quiebra, el desempleo galopante y el aumento de la pobreza, entre otras cosas, así lo indican.
Ante esta crisis de la economía global vuelven a enfrentarse las dos ideologías fundamentales del capitalismo. De un lado, el neoliberalismo, con su idea de la defensa del libre mercado y la libre competencia hasta sus últimas consecuencias, en una evidente huida hacia adelante, insiste en seguir aplicando las consabidas políticas de plena apertura de los mercados para los grandes capitales transnacionales, mayor flexibilización laboral para incrementar las ganancias de las empresas capitalistas, ayudas masivas a la banca para salvar el sector financiero, y austeridad presupuestaria para estrangular aún más el “gasto” social.
Por otro lado, en respuesta ante el colapso del capitalismo neoliberal, se ha planteado la opción de retornar a un capitalismo “más humano”. Sería éste una versión del keynesianismo, con un sistema regulado donde el gobierno tome la forma de un estado benefactor que interviene para prevenir los excesos a los que conduce la lógica del capitalismo de buscar expandir las ganancias a toda costa. Aunque los críticos liberales acusan a su vez que son las políticas expansivas y asistencialistas de estos estados las causantes de las grandes deudas públicas y altas tasas de inflación que al final condujeron al fracaso del keynesianismo en la década de los setentas.
Observamos entonces que esta nueva crisis del capitalismo y sus consecuencias no sólo movilizan amplias masas de trabajadores y sacude a la opinión pública mundial, sino que también ha desatado nuevamente la polémica entre las diferentes corrientes del pensamiento económico capitalista. Esta polémica no sería algo extraño, dado que, como ya observara Marx en su libro Miseria de la Filosofía [2], cuanto más evidente se muestra el carácter antagónico de los intereses de clase, más se embrollan en su propia teoría los economistas, los representantes científicos de la producción burguesa; y por ello aparecen distintas escuelas.
Marx identificaba en su época dos escuelas: Por un lado, “Están los economistas fatalistas, que en su teoría son indiferentes a lo que llaman los inconvenientes de la producción burguesa, como lo son los burgueses mismos a los padecimientos de los proletarios, que los ayudan a adquirir las riquezas”. Dentro de esta escuela fatalista hay clásicos y románticos. Para ambos “la miseria es, según su criterio, el dolor que acompaña a toda creación, lo mismo en la naturaleza que en la industria”. Son los también llamados capitalistas salvajes.
Por otro lado, dice Marx, “Surge luego la escuela humanitaria que toma a pecho el aspecto malo de las relaciones de producción actuales. Dicha escuela trata, para tranquilizar su conciencia, de mitigar, en lo posible, los contrastes reales; lamenta con sinceridad las angustias del proletariado, la competencia desenfrenada de los burgueses entre sí; aconseja a los obreros que sean mesurados, que trabajen bien y que tengan pocos hijos; y recomiendan a la burguesía que moderen el ritmo de la producción. La entera teoría de esta escuela –observa Marx- se apoya en distinciones efectivas entre la teoría y la práctica, entre los principios y los resultados, entre la idea y su aplicación, entre el contenido y la forma, entre la esencia y la realidad, entre el hecho y el derecho, entre el aspecto bueno y el aspecto malo”.
Estas palabras las escribió Marx entre los años 1846-1847, pero aun hoy conservan toda su vigencia. Desde entonces esta escuela “humanitaria” ha continuado elaborando diversas propuestas de remiendo del capitalismo. Tres disciplinas vienen a justificar o reforzar su teoría: a) la filosofía moral y política de claro corte normativista, centrada fundamentalmente en el “deber ser” de las organizaciones económicas y sociopolíticas, sólo se ocupa de reclamar discursivamente la necesidad de atender la dimensión ética de la gestión capitalista; b) el sociologismo, que acentúa unilateralmente las relaciones sociales y relativiza la influencia de las estructuras económicas en las que descansan dichas relaciones; c) y por último, la economía política reformista, con su fórmula de una economía desarrollista y redistributiva como alternativa dentro del capitalismo.
Estas disciplinas, con sus doctrinas y propuestas, incluidas las que surgen desde posiciones autoproclamadas como socialistas, suelen hacer certeros análisis de las aberraciones del sistema, sin embargo, sólo terminan por querer maquillar algunos de los principios y categorías fundamentales de la economía capitalista. Algunas plantean como una solución efectiva, por ejemplo: regular el mercado; normar el capital financiero; socializar la mercancía; compartir las ganancias; o cumplir con la “responsabilidad social” de las empresas.
Con estas medidas se pretende saldar las deudas sociales del capitalismo. No son malas per se , pero obviamente son soluciones cosméticas que van a contrapelo de las leyes inexorables que gobiernan el sistema, como de las contradicciones internas que lo caracterizan. Sin dudas, estas medidas se contradicen con los principios de la producción de plusvalía y la maximización de las ganancias, con los de la reproducción y la acumulación del capital, que son leyes fundamentales que le dan vida y rigen al capitalismo. Como también se enfrentan a las relaciones de producción y las formas de propiedad y distribución que las sustentan. Cuesta entonces pensar que el capitalismo esté dispuesto a mutilar algunos de sus miembros fundamentales, o que la burguesía llegue hasta sacrificar su propia existencia en beneficio de la sociedad. Por ello, aunque nos perezcan bien intencionadas, esas propuestas “humanitarias” a todas luces resultarán utópicas o insuficientes, y tarde o temprano serán nuevamente sustituidas por el capitalismo verdadero.
No obstante esto, los filósofos, sociólogos y economistas pro capitalistas siguen edulcorando cada vez más la infusión, han venido añadiendo refinamientos y correcciones a la fórmula, perfeccionando el discurso sobre el capitalismo “humanitario”, pero al fin y al cabo siempre resulta el mismo brebaje. Con relación a esto, Marx explica: “La escuela humanitaria perfeccionada recibe el nombre de escuela filantrópica. Niega la necesidad del antagonismo, quiere hacer burgueses a todos los hombres; quiere realizar la teoría, en tanto que ésta se distinga de la práctica y no contenga antagonismos. Claro está que en la teoría resulta fácil hacer abstracción de las contradicciones que se encuentran en cada instante en la realidad. Esta teoría sería entonces la realidad idealizada. Los filántropos desean, entonces, conservar las categorías que expresan las relaciones burguesas sin el antagonismo que las constituye y que les es inseparable. Creen que combaten seriamente la práctica burguesa, y resultan más burgueses que los otros”.
En resumen, las crisis periódicas y sistémicas del capitalismo demuestran tanto la utopía del pensamiento único neoliberal, como revelan las limitaciones y la insostenibilidad de las políticas y los gobiernos socioliberales. De tal manera que no podemos caer en el juego pendular del hayekismo-keynesianismo que nos ofrece la burguesía. Resulta evidente entonces que la crisis actual del neoliberalismo no puede solucionarse dentro del capitalismo; sólo con un socialismo verdadero, que adelante una transformación estructural más profunda basada en cambios en la propiedad de la tierra, los modelos comerciales y la propiedad de las industrias estratégicas, al mismo tiempo que modifique la cultura no solidaria, consumista y depredadora del capitalismo, es como se podrá lograr la máxima felicidad del ser humano en el planeta Tierra.
Referencias:

[1] Marx Karl. Miseria de la Filosofía , Gradifco, Buenos Aires, 2010, p. 119.
Anlapp1@hotmail.com


El último libro de Eric Hobsbawm se publicará en 2013

The Guardian

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Fractured Spring, la colección final de escritos del historiador marxista Eric Hobsbawm, quien falleció esta semana, se publicará en el mes de marzo del año próximo.
Entregado a su editor tres meses antes de su muerte, el último libro de Eric Hobsbawm, una colección de estudios “increíblemente variada”, se publicará en la próxima primavera.

Hobsbawm, marxista y uno de los historiadores más respetados del Siglo XX, murió el lunes a los 95 años. Nos dejó una riqueza en obras, selladas por los cuatro volúmenes de su serie Era de… una historia de los siglos XIX y XX que otro historiador, Niall Ferguson calificó de “el mejor punto de partida que conozco para cualquiera que quiera comenzar a estudiar historia moderna”.

Su editor, Little, Brown, dijo hoy que Hobsbawm entregó su último libro, Fractured Spring, hace tres meses y que se publicará en marzo. Descrito como una colección de estudios sobre “la historia de las artes ‘clásicas’ y la cultura en los siglos XIX y XX, escrito por uno de los historiadores políticos más destacados de Gran Bretaña, incluyendo temas tan diversos como religión, manifiestos y el mito del cowboy estadounidense”, Fractured Spring es una exploración de la cultura y la sociedad del Siglo XX.

El editor de Hobsbawm, Richard Beswick, lo ha calificado como un libro “increíblemente variado”. “Cubre los efectos de la revolución en ciencia y tecnología del Siglo XX y la manera en que la sociedad del consumo de masas generó una explosión en el potencial de las economías occidentales”, dijo. “Culturalmente explora los extraordinarios cambios en el Siglo XX, desde la decadencia de la mayor parte de las artes elitistas hasta el personaje del macho Alpha, el personaje del cowboy de EE.UU. de mediados de siglo”.
Fuente: http://www.guardian.co.uk/books/2012/oct/03/eric-hobsbawm-final-book-2013
rCR

Entrevista a la autora Katiuska Blanco
La Habana es de espuma y candil, como los versos de los trovadores

Ocean Sur

En saludo al Día de la Cultura Cubana, este 20 de octubre, compartimos con nuestros lectores una entrevista a la periodista y escritora cubana Katiuska Blanco, autora del libro Ciudad soñada (Ocean Sur, 2012)

Para deshilar las costuras de Ciudad soñada, es preciso situarse donde las fábulas comienzan. Allí, en las calles de La Habana, inspiradoras y esencias de lo narrado, estuvo la autora del libro, Katiuska Blanco; en un trasiego que hoy se nos antoja inocente, sudoroso, febril, como deben ser los estados que arrastran al delirio.

Suponemos incluso su terco bregar con adoquines salientes y balcones apuntalados; y nos atrevemos a soñar, porque el título invita, que el desandar la condujo hacia cabezas de leones que gimen con los aldabonazos e indiscretas placas broncíneas sobre personalidades y hechos insólitos.

Un libro imaginado sobre una ciudad palpable; que incitó a que nos preguntáramos ―y a preguntarle a Katiuska Blanco―: ¿hasta dónde la realidad, y hasta dónde la ficción, en Ciudad soñada? ¿Hasta dónde lo verídico, lo cierto, y hasta dónde los mitos populares y el fantasear de la escritora?

―No podría decirlo, son fronteras de cristal no por la fragilidad, sino por la transparencia y la fluidez de un espacio a otro. Los mitos, la imaginación, el sueño son realidades inasibles pero al fin realidades. Es Ciudad soñada por esa razón. Las páginas perfilan habitantes pasados y caminantes de hoy, paredes, plazas, estancias, callejuelas, balcones, aposentos y columnas, todos tangibles aunque sea en estampa, pero con referentes impalpables como el tiempo, las sensaciones, los pensamientos, las visiones, las leyendas, los mitos y las fabulaciones que confluyen antes de que los párpados extenuados de la escritora declinen, la luz penetre en la pupila, se agote en los intersticios de la memoria y comience ―en plena oscuridad dormida― el mundo de la fantasía, cuando lo bello y lo extraño se entrelazan, lo usual y lo absurdo, la felicidad y el dolor; entonces el tiempo se confunde: es breve, pero tiene apariencia de largura.

«En el libro puede ser, por ejemplo, que una vida real se desenvuelva en una circunstancia imaginada o que un personaje soñado narre aconteceres ciertos. La Habana es de espuma y candil, como los versos de los trovadores: “espuma, cresta que cuando logra ser ya no es ninguna” y candil “candil de nieve”, algo cálido, fugaz, iluminador y quemante, inatrapable como el agua descongelada al fuego, es decir, pura poesía, eso es La Habana. Ciudad soñada es sendero para aproximarse no solo al cuerpo sino también al alma de nuestra ciudad».

¿Cómo surge la idea de realizar este libro; en qué momento de la vida profesional ―o, tal vez, más íntima― de su autora?

―Amo La Habana y desde hace muchos años leo historias sobre los acontecimientos que la estremecieron, sobre las vidas que discurrieron aquí o transcurren ahora mismo. El libro es una compilación de remembranzas, ensoñaciones. Recuerdo una vez: caminaba en pos de la plaza de La Catedral y mis ojos se detuvieron en una pequeña placa que hablaba de la presencia de la bailarina austriaca Fanny Elsller; quedé fascinada, busqué en diarios viejos, revisé apuntes biográficos y luego, tuve la idea de que ella era como velo de tul azul que flotaba persistente por encima de las fortalezas y casonas más viejas de la ciudad, se elevaba en días de ventisca y se posaba sobre los tejados en jornadas serenas de brisa marina leve. Se trataba, para mí, de un espíritu danzarino que nos arropaba.

¿Por qué las calles de La Habana como motivo?

―Las calles estructuran la urbe, nos conducen a sus espacios más abiertos y ruidosos pero también a los recónditos, íntimos y callados. Son las venas que conducen al corazón.

Fruto de una inspiración profunda, Ciudad soñada cristaliza también como resultado de un estudio histórico. ¿Podría describir el proceso investigativo que guió la construcción del libro?

―Puedo definirlo como mismo lo hago con todo mi trabajo: una mirada de asombro, una búsqueda incesante y una certeza de la maravilla en lo común cotidiano, en lo que parece intrascendente o trivial, en el detalle, en la historia.

¿Qué historiadores, o escritores, o historiadores-escritores, inspiraron su empeño? 

―¡Son tantos! En lugares cimeros Alejandro de Humboldt, don Fernando Ortiz, Emilio Roig de Leuchsenring y Eusebio Leal, también Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez.

¿Alguna obra antecedente que desee enfatizar? 

La Habana, Apuntes históricos, de Emilio Roig de Leuchsenring, es referencia principal, pero también la obra de Ángel Augier, Poesía de la Ciudad de La Habana. En general, todas las novelas que he leído, entre las que recuerdo entrañablemente a El QuijoteRobinson CrusoeEl hombre de AlaskaEl Castillo de los Cárpatos, el CándidoLos miserablesCrimen y castigoCien años de soledadLa Consagración de la primaveraManhattan transferGran sertón veredasLa conjura de los necios... en cada una de esas obras existe una ciudad próxima o lejana y una manera de contemplar el mundo..., bueno, es imposible mencionar todas las que vienen a la mente, y ni hablar de los libros de poesía que se agolpan en el recuerdo, en este preciso instante.

Ante este minucioso y sutil homenaje a La Habana, a sus calles y leyendas urbanas, es casi imposible no preguntarse: ¿es Katiuska Blanco habanera? ¿Cuál es su relación con la ciudad soñada?


―Sí, soy habanera. Nací en el reparto La Víbora, allí crecí y estudié hasta los tiempos universitarios cuando me mudé para las proximidades de La Colina, como denominamos al conjunto de la escalinata y los imponentes edificios de la Universidad de La Habana; luego viví por un breve tiempo al oeste de la ciudad, junto al mar, en el reparto Náutico, de donde me trasladé al céntrico Vedado. Así, por cada uno de esos lugares de la ciudad, tengo grabadas en la memoria, lo mismo las altas columnas de los portales de la Calzada de Jesús del Monte, la ruidosa cotidianidad del centro urbano y el rumor de las olas del litoral, el encanto de las arboladas calles y las edificaciones de uno de sus ámbitos más concurridos.

«Soy fiel a La Habana. Recorro sus calles como si anduviera por el paraíso, siento que es auténtica y hermosa, singular siempre, en la vejez o lo nuevo, el recuerdo o el olvido, lo hosco o lo grato; en el clamor y el silencio, el temporal o la calma».


Sobre algunos comentarios de Walter Martínez en “Dossier” (VTV/Telesur)



Veo a diario el programa “DOSSIER” de Venezolana de Televisión (VTV) y Telesur, un programa de información, comentarios y análisis conducido por el veterano periodista Walter Martínez. Me parece muy bueno, con un punto de vista interesante y diferente, y muy útil para formarse una idea más amplia sobre los acontecimientos "en pleno desarrollo" que se producen en la “única nave” en la que navegamos todos, que es el planeta tierra. Especialmente en estos tiempos en que en esta parte del hemisferio existe un déficit clamoroso de medios alternativos, y estamos en manos de las transnacionales de la manipulación y el control mediático. Sin embargo, como con todo, no tengo por qué compartir todas las opiniones, ni estar de acuerdo en absolutamente todo. Me parece, por ejemplo, que no son acertados algunos comentarios que hace de forma casi recurrente el gran Walter Martínez como el de "ustedes votaron a este gobierno (ahora, disfrutadlo)", o “¿no queríais neoliberalismo? ¡tomad neoliberalismo!”, u otras similares, que en varias ocasiones ha empleado durante la exposición de los acontecimientos que se están produciendo en España, ante la brutal ofensiva del gobierno ultraderechista de Rajoy contra la inmensa mayoría de la sociedad, y particularmente contra la clase obrera, empleados y desempleados.
Con toda seguridad, el Sr. Martínez sabe que ese en lucha, ese pueblo que se manifiesta en las calles no votó al gobierno ultraconservador y ultraliberal del Partido Popular. Nosotros, el pueblo, sufrimos y combatimos esa política, no la hemos apoyado, ni la defendemos.
Y conocerá también Walter Martínez que el Partido Popular llegó al poder con mayoría absoluta, y que ejerce con total arrogancia esta forma moderna de absolutismo político, económico y mediático, pero que obtuvo más del 50% de los diputados con tan sólo el 33% del censo electoral, gracias a una ley electoral que perpetúa el bipartidismo liberal, promulgada por un partido falsamente socialista y falsamente obrero, el PSOE, y que es parte responsable de la actual crisis capitalista que está terminando con los pocos beneficios sociales y humanos que tiene este sistema.
No tengo dudas de que el Sr. Walter Martínez, sabe bien que no son correctos estos comentarios. Ahora bien, ¿por qué lo hace, y de forma recurrente? Puedo entender que Walter Martínez habla más para el público latinoamericano, y particularmente el venezolano, que se encuentra actualmente en período electoral, y que trata de ilustrar sobre las consecuencias que tendría un gobierno liberal en su país, lo cual me parece totalmente legítimo, excelente y hasta plausible. Pero no me parece justo que lo haga de esta forma, metiendo en el mismo saco a todo el mundo, como si todo el pueblo del estado español fuera responsable del gobierno. Es tan injusto como las afirmaciones de gobernantes y gurús neoliberales españoles según las cuales la sociedad es culpable de la crisis por haber "vivido por encima de sus posibilidades".
A mi juicio, esto crea una cierta confusión entre muchos de los que ven el programa, hasta el punto que ya me he encontrado en diferentes redes sociales y foros o blogs con muchos casos de ciudadanos, que ante las imágenes de la represión brutal de los antidisturbios contra la población que se manifiesta, comentan cosas como esta:  Ellos votaron por Rajoy. Ahí tienen a Rajoy. Quizás son tan tontos que hasta lo reeligen. Igual en Grecia. A nadie debe dolerles lo que les pase. Ellos mismos eligieron a sus verdugos" . Es decir, nadie debe sentir nada frente al sufrimiento de otro pueblo... Pero entonces, por ejemplo ¿qué pasaría con el pueblo colombiano, sometido a la dictadura permanente de un estado terrorista? ¿Y el mexicano, en permanente estado de violencia entre las fuerzas de seguridad del estado y las mafias y carteles de la droga, así como a una corrupción totalmente institucionalizada y una creciente pobreza? Porque el pueblo mexicano “votó” a un partido del mismo sistema, nada menos que al PRI, y aunque ahora se pone en cuestión la legalidad de ese proceso electoral, el propio Hugo Chávez, Daniel Ortega y otros dirigentes del ALBA se apresuraron a dar por buenas las elecciones y felicitar a Peña Nieto, al poco tiempo de cerrarse los primeros conteos. ¿Y qué pasa con los estudiantes chilenos? ¿Debemos darles la espalda porque en las elecciones burguesas haya salido elegido el ultra fascista Piñera? ¿Y la población indígena de Panamá, abandonada y marginada, reprimida por el gobierno conservador de la patronal empresarial Ricardo Martinelli? ¿Y en Honduras, que después de un golpe de estado militar abrió elecciones y ganó la opción más próxima al golpista Micheletti? ¿Debemos renunciar a la solidaridad internacional y de clase en todos estos y otros muchos casos, porque supuestamente cada pueblo “tiene el gobierno que se merece”?
Esta actitud, que se empieza a extender resulta preocupante, nada tiene que ver con aquel pensamiento del Che, expresado en respuesta a una carta que le enviaron desde Marruecos, sobre el posible parentesco de Ernesto Guevara: "…de verdad que no sé bien de que parte de España es mi familia (.) No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante”.
Estos comentarios del veterano y genial periodista Walter Martínez en su programa, además de la recurrente mención a la lamentable frase “por qué no te callas” del rey español a Hugo Chávez, o a la insistente expresión “sudacas” haciendo referencia al trato que algunos españoles dan a ciudadanos latinoamericanos, me decepcionan un poco, lo confieso, ya que siempre he tenido prácticamente en un altar político a este periodista. Seguro que no necesito explicar a nadie que la población bienpensante del estado español, jamás se han identificado en absoluto con el rey Borbón, que lo ha combatido y lo combate; y que la inmensa mayoría de la población del estado español combate también con fuerza los casos de xenofobia y racismo, que por otra parte también se producen en todos los países de Latinoamérica, por desgracia.
Como no es la primera vez que expongo esta queja o comentario, no espero que el Sr. Martínez corrija esta cuestión. Al fin y al cabo, está en su derecho. Por mi parte, yo no dejaré de ver el programa, a pesar de la molestia que me producen esos comentarios.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Mensaje de Yasser Arafat a Fidel Castro Ruz antes de morir (2001)





Excelentísimo Señor Presidente, Líder mundial y amigo Fidel Castro Ruz:

Un saludo de amistad y solidaridad.

Con profunda emoción pudimos observar ayer por las agencias noticiosas internacionales la imagen de Vuestra Excelencia con la hatta palestina sobre sus hombros, al frente de una manifestación popular de solidaridad con la lucha de nuestro heroico pueblo.

Yo considero, Excelentísimo Presidente Fidel Castro, esta demostración de firmeza e inquebrantable amistad que ha tenido lugar en La Habana, como un mensaje fuerte y efectivo por parte de un líder mundial querido que goza de gran prestigio internacional entre todos los pueblos y países del mundo, con el objetivo de movilizarlos rápidamente para poner fin al sufrimiento del pueblo palestino como consecuencia de la ocupación israelí de su patria, y del recrudecimiento de las acciones y el bloqueo militar, económico y financiero contra nuestras ciudades, aldeas, pueblos, granjas y pozos de agua y el cierre de los pasos fronterizos internacionales por tierra, aire y agua.

Excelentísimo Señor Presidente:

Desde lo más profundo de mi corazón y el de cada palestino, le agradezco esta valiente posición para contrarrestar la agresión israelí a nuestro pueblo, su patria y lugares sagrados cristianos e islámicos, y que cada palestino conserva hoy en su corazón y en su conciencia esta gloriosa imagen de Vuestra Excelencia con la hatta palestina en sus hombros, lo cual es evidencia irrebatible de la justeza de nuestra causa, y de la magnitud de la injusticia cometida por parte de los agresores israelíes contra nuestro pueblo. Tenga plena confianza, Excelentísimo Presidente Castro, tan querido por nuestro pueblo y por todos los pueblos, que el nuestro, resistente como las montañas palestinas, toma de su posición y ejemplo que nos enorgullece, más ánimo y decisión para continuar la lucha, la resistencia y la Intifada para sacar a los ocupantes israelíes de nuestro país, Palestina.

Le saludo profundamente

Y saludo a la Revolución Cubana bajo su fuerte y bendita Dirección

Y saludo al amigo y heroico pueblo de Cuba

Viva la solidaridad Palestino-Cubana

Con mis mejores deseos a Vuestra Excelencia.

Yasser Arafat

Presidente del Estado de Palestina Presidente del Comité Ejecutivo de la
Organización para la Liberación de Palestina Presidente de la Autoridad Nacional Palestina

Ramallah, 16 de junio del 2001

viernes, 19 de octubre de 2012

¿Crisis? ¿Qué crisis?



Por Esther Vivas
¿Crisis? ¿Qué crisis? O al menos eso debe preguntarse el Sr. Amancio Ortega, propietario de Inditex y de la firma Zara, que en los últimos tres años ha visto casi triplicar su patrimonio hasta convertirse en la 3a gran fortuna a nivel mundial. O bien la Sra. Alicia Koplowitz cuya SICAV Morinvest, la mayor del Estado español, ha aumentado su patrimonio en un 16%, del 2010 al 2011. O los directivos de Seat que se subieron el sueldo, el año pasado, un 60%.
Los ricos no están en crisis y no es previsible que lo estén. Así, al menos, lo asegura el Informe Riqueza Global 2012, que acaba de publicar Credit Suisse. En el Estado español, el número de millonarios crecerá en los próximos cinco años un 110%, doblando la cifra actual, y alcanzando las más de 600 mil fortunas. Unos pocos viven de rentas, mientras la mayoría de mortales estamos preocupados en cómo llegar a final de mes, pagar el alquiler o la hipoteca, encontrar empleo, costear los estudios.... Los de arriba nos pasan la factura de la crisis mientras siguen con sus negocios. ¿Cómo es posible?
Uno de los "truquillos" utilizados por quienes más tienen son las SICAV, Sociedades de Inversión de Capital Variable, donde dichos millonarios colocan su capital y sólo tributan un 1%, frente al 30% y al 25% de las grandes empresas y las pymes respectivamente. Un negocio redondo. De este modo, en los últimos dos años, el patrimonio de las cinco mayores SICAV ha crecido un 11%. Pero no se le ocurra a usted, "avaricioso" lector, una inversión de este tipo, para hacerlo necesita un patrimonio inicial de 2,4 millones de euros. Ni por asomo, a su alcance. Quienes más tienen, menos pagan, más ganan.
Puerto Banús (Marbella), la ciudad con más tiendas de lujo por metro cuadrado del mundo, y repleta de turistas ingleses y rusos ansiosos por comprar, tampoco está en crisis. El sector del lujo en el Estado español vio aumentar, en 2011, sus beneficios en un 25%. En el paseo de Gracia en Barcelona o en la calle Serrano en Madrid, Yves Saint Laurent, Prada, Dolce, Valentino, Louis Vuitton... se disputan el mejor espacio. El glamour no sabe de recesiones.
¿La crisis le provoca dificultades y angustias? Será porque se equivocó de oficio. Algunos se lo pasan en grande. Vea sino lo que decía un tal Alessio Rastani, agente de bolsa independiente en la City londinense, en septiembre del año pasado, en una entrevista a la BBC: "Soy un operador financiero, a mí no me preocupa la crisis. Si veo una oportunidad de ganar dinero, voy a por ella. A la mayoría de los especuladores no nos preocupa cómo arreglar esta situación. Nuestro trabajo es ganar dinero con esto (...). Tengo que confesar que me voy a la cama cada noche soñando con una nueva recesión. ¿Por qué? Hay mucha gente que no lo recuerda pero la depresión de los años 30 no fue solamente el crash de los mercados. Había gente preparada para ganar dinero con ese derrumbe". Más claro imposible.
Mientras, la mayor parte de la población somos cada día más pobres. Salarios bajo mínimos (y aún gracias), paro en números rojos, y precios en aumento. El poder adquisitivo ha caído en picado, situándose en cifras de 1985. Con estos datos, no es de extrañar que hoy uno de cada cinco hogares se encuentre en "situación de riesgo".
La desigualdad social hace estragos. "Ricos más ricos y pobres más pobres" ha dejado de ser una consigna para convertirse en una cruda realidad. El Estado español encabeza el ranking de la desigualdad en la Unión Europea, con el mayor diferencial entre las rentas altas y las rentas bajas. Nos han recortado, desahuciado, estafado, despedido y, en definitiva, robado. Y aún tenemos que leer titulares que dicen "Los millonarios españoles engrosan sus fortunas durante la crisis". Por favor, esto no es una crisis es una estafa.
Acciones

Evo Morales no le deja pluma libre al Halcón



Por Hugo Moldiz Mercado
Evo Morales puso el dedo en la llaga. El Presidente del Estado Plurinacional, en su intervención en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), demostró que el mundo de hoy es escenario de dos movimientos radicalmente contradictorios: la contraofensiva del imperialismo para recolonizar el mundo, por un lado, y la rebelión de los pueblos y de los estados para conquistar su plena emancipación o al menos una mayor autonomía
Las palabras del primer presidente indígena de Bolivia y América Latina no le dejaron pluma puesta al halcón. Evo habló fino y en los pocos minutos que se paró ante los otros presidentes del mundo, insistió, con ejemplos histórico-concretos, en el nefasto papel que el imperialismo liderado por Estados Unidos, junto a la complicidad de las Naciones Unidas, está jugando en el planeta.
Vayamos por partes:
Evo afirmó que el capitalismo está en una crisis. ¿verdad o mentira? Un rápido recorrido a los sucesos de los últimos diez años permite constatar que la crisis cíclica del capitalismo no solo es menos espaciada en el tiempo sino que su carácter es multidimensional.
El capitalismo ya no enfrenta solo una crisis de sobreproducción típica. Lo que caracteriza a la actual crisis es la convergencia de varios factores que la convierten en explosiva ante la falta de respuestas. Ya es imposible ocultar que las dimensiones financieras, climáticas, alimentarias, energéticas, productivas y morales son parte de la mayor crisis del capitalismo en su historia.
Esta forma de organizar la vida social basada en la ley del valor afecta progresivamente, desde 1997, a los países del capitalismo central. Estados Unidos y Europa ya no pueden ignorar lo que está sucediendo y las reuniones del G-20 de los últimos años –empezando por la de Londres y terminando en Cannes, pasando por Seúl- representan esfuerzos desesperados por encontrar la puerta de salida.
¿Cuál es la salida imperial a la crisis?
La intervención del presidente Morales dio bastantes elementos de la realidad concreta imposibles de rebatir: intervenciones militares con el pretexto de la lucha por la democracia y contra el terrorismo y el narcotráfico por solo mencionar a los más importantes.
Afganistán e Irak fueron intervenidos a partir del 2001 y 2003, respectivamente, con el argumento de “desactivar” el grupo terrorista Al Qaeda liderado por Osama Bin Laden –antiguo aliados de los Estados Unidos en la lucha contra el comunismo- en el primer caso y las armas de destrucción masiva en el segundo caso. Miles de soldados, miles de millones de dólares y formas de privatizar la guerra han sido empleados en esta cruzada por la libertad y la justicia.
Pero a ese primer momento se ha sumado un segundo en esa misma parte del mundo. Estados Unidos lleva adelante una nueva contraofensiva militar: en marzo de 2011 - tomando como cortina la lucha por la democracia de los pueblos árabes-, inició la ocupación militar de Libia y ahora dirige su mirada contra Siria e Irán, aunque esta vez sus planes no han prosperado por la enérgica negativa de China y Rusia –que geopolíticamente tienen presencia en esa región- y por la capacidad de resistencia del pueblo y gobierno iraníes.
Pero cuando la luz desplaza a la oscuridad se ven mejor los hechos. Es evidente que el imperialismo y su hegemonía: los Estados Unidos, buscan encontrar en la militarización del planeta la salida a la actual crisis de reproducción del capital y a la disminución de su hegemonía política e ideológica. La recolonización del mundo, por la vía de una suerte de retorno a formas de acumulación originaria del capital (vías extra-económicas como las invasiones y los saqueos de recursos naturales), buscar ser la respuesta a la crisis de reproducción ampliada (métodos económicos). Este proceso es llamado por el geógrafo David Harvey como acumulación por desposesión.
¿Y políticamente, cuál es el manto que encubre las acciones del imperialismo liderado por Estados Unidos? ¿Desde dónde parte la legitimación de esas ocupaciones militares?
Evo Morales vuelve a poner el dedo en la llaga. Sin dubitación de ningún tipo, la crítica se dirigió a las Naciones Unidas que, por su estructura actual, se ha convertido en cómplice de la mayor parte de las intervenciones militares. Ya nadie puede negar que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene virtualmente secuestrado a ese organismo mundial supraestatal y que la OTAN es el brazo militar transnacionalizado y prolongado de los Estados Unidos.
Lo militar como prolongación de la política y la política como la economía condensada, se han expresado en la Cumbre de la OTAN en Lisboa en 2010, donde se construyó un nuevo concepto estratégico por el cual esa organización -construida por los países del capitalismo central en respuesta al Pacto de Varsovia entre los países socialistas-, puede intervenir en cualquier parte del mundo y por el motivo que sea.
Y entonces adquiere sentido la pregunta de Evo, tras escuchar a muchos presidentes y al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ¿cómo podemos cambiar el mundo sino cambiamos a las Naciones Unidas?
La afirmación de Morales adquiere sentido, sobre todo cuando sostiene que hay que acabar con las bases militares y los pretextos de intervención. No necesitó mencionar grandes ejemplos, ahí están las viejas y nuevas bases militares que Estados Unidos está construyendo en el mundo.
Pero la mirada del presidente boliviano no se quedó en lo universal y también aterrizó en América Latina, donde se registra una rebelión de los estados y de los pueblos contra el dominio y la imposición imperial, independientemente del horizonte de los proyectos políticos que hay en cada uno de los países.
“No estamos en tiempos de seguir adulando a las potencias, estamos en tiempos de los pueblos; estamos en tiempos para liberar a los pueblos, estamos en tiempos de la búsqueda permanente de la igualdad económica y social de todos los seres humanos”, afirmó el líder indígena.
Esas palabras fueron la culminación de todo ese recuento del intervencionismo imperial, pero también de la insurgencia emancipadora de los pueblos, particularmente de América Latina.
Evo hizo referencia a los temas pendientes en América Latina: la devolución a la Argentina de la soberanía sobre las Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña en 1833 y que provocó una guerra en 1982, luego que el gobierno argentino pretendiera recuperar esas islas; el cese del criminal bloqueo contra Cuba, endurecido progresivamente por Estados Unidos desde 1961 hasta alcanzar un carácter extraterritorial y, como no podía faltar, la resolución del injusto enclaustramiento marítimo boliviano desde 1879, cuando poderosos intereses británico-chilenos impulsaron una ocupación del territorio y las costas bolivianas.
La intervención del presidente boliviano, rechazada de nuevo por el gobierno chileno, cuestionó la validez del Tratado de 1904 impuesto por la fuerza de Chile, y demandó la participación de la comunidad internacional para resolver la reivindicación histórica de los bolivianos. Tomó el ejemplo de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que son la revisión y reversión del Tratado de 1903 que le daba poder a EE.UU. sobre el canal de Panamá, para demostrar que la voluntad política es indispensable y suficiente para la resolución pacífica de los conflictos.
Esta claro que no es aceptable que en pleno siglo XXI se continúe sin resolución esos temas pendientes de América Latina. Quizá lo que le faltaba al presidente es mencionar la necesidad de resolver el carácter colonial de Puerto Rico, la devolución de una parte de Guantánamo (donde EE.UU. tiene una base militar) a la soberanía cubana y respaldar la posibilidad –abierta hace poco- de una salida política negociada al largo conflicto armado colombiano.
Cuba y Puerto Rico siempre estuvieron en la mirada de Estados Unidos. De hecho, el nuevo imperialismo en construcción se opuso en la primera parte del siglo XIX a la independencia de ambos países, considerados por el Destino Manifiesto, de interés estratégico para Estados Unidos. El primero alcanzó su independencia plena en 1959 con el triunfo de la revolución conducida por Fidel, el segundo aún lucha para liberarse de su condición colonial disfraza bajo la figura de Estado libre asociado.
Y puso al desnudo la doble moral de los Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Tras hacer énfasis en el carácter tradicional, inofensivo y medicinal de la hoja de coca –sin desconocer que una parte ilegal es materia prima del narcotráfico-, rechazó el intervencionismo de Estados Unidos en los países andinos con el pretexto de la lucha contra las drogas.
De los tres países andinos donde se cultiva coca, Bolivia es el que más ha disminuido los cultivos excedentarios de esa planta en los últimos años, de manera concertada y no represiva, pero ha sido desertificada nuevamente por los Estados Unidos, cuya autoridad moral fue cuestionada por el presidente boliviano.
No quedó espacio para nada. Evo puso en dedo en la llaga. Demandó la libertad de los cinco cubanos presos injustamente en cárceles de los Estados Unidos desde 1998 por solo haber alertado sobre planes terroristas de los grupos de ultraderecha asentados en Miami.
Evo, con el dedo en la llaga.
Acciones

Las mañas del Pentágono




La concentración de poder se ha convertido en la tendencia global más importante en los recientes 50 o 100 años. En este proceso, el poder militar juega un papel decisivo, aunque el pensamiento crítico se ha concentrado, quizá excesivamente, en el poder económico, sin visualizar que es el poder duro el que asegura la continuidad de la acumulación de capital.
Hace siglo y medio Karl Marx destacó en una carta a Federico Engels (25 de septiembre de 1857) la importancia del ejército en el desarrollo económico, en las innovaciones técnicas y como precursor de la división del trabajo en la industria, concluyendo que “la historia del ejército muestra (…) la conexión entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales”.
El historiador William McNeill, en su magnífica obra La búsqueda del poder, nos advierte que para estudiar el macroparasitismo entre las poblaciones humanas (que podría ser asimilado al imperialismo), deben estudiarse en especial los cambios en los tipos de equipamiento empleados por los guerreros.
Fiel a su más conocido trabajo,Plagas y pueblos, sostiene: Las alteraciones en el armamento se parecen a mutaciones genéticas de microrganismos en el sentido de que pueden, cada tanto, abrir nuevas zonas geográficas de explotación, o destruir antiguos límites mediante el ejercicio de la fuerza dentro de la propia sociedad que los cobija. Nada más parecido a una historia de la conquista de América.
La carrera de armamentos ultra sofisticados que lleva adelante Estados Unidos, seguido de lejos por un puñado de emergentes, parece estar buscando esas mutaciones a las que alude McNeill, para asegurar y ensanchar la brecha de poder de los más poderosos respecto del resto de la humanidad. La ciberguerra en curso y algunas armas especiales, como el avión supersónico capaz de volar a 20 veces la velocidad del sonido que está desarrollando la estadunidense DARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa), forman parte de esa ambición de poder.
El reciente discurso de Leon Panetta, secretario de Defensa de Estados Unidos, pronunciado el 11 de octubre en el portaviones Intrepid, convertido en museo anclado en Nueva York, estuvo íntegramente dedicado a la ciberguerra. Anunció que su país está viviendo un momento pre 11 de septiembre ya quelos atacantes están tramando un ataque. Acusó directamente a China, Rusia e Irán.
Esta vez Panetta no mencionó el terrorismo como fuente de posibles agresiones, sino un probable ataque cibernético perpetrado por Estados-nación que perpetrarían un ciber Pearl Harbor. Exigió que se apruebe pronto la Ley de Seguridad Cibernética que otorga al Pentágono poderes extraordinarios en relación a la ciberseguridad. Omitió decir, y este es el punto clave, que su departamento está preparado para lanzar el primer golpe (contra Irán o Venezuela), algo difícil de demostrar en una guerra inmaterial, pero con cuantiosos daños materiales.
Panetta también habló de ciberguerra el 8 de octubre en Punta del Este, en la décima Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas. Llegó con un documento de 12 páginas titulado La política de defensa para el hemisferio Occidental, con el que pretendió delinear la estrategia militar del Pentágono con base en enfoques innovadores, económicos y con una mínima huella.
 Raúl Zibechi

miércoles, 17 de octubre de 2012

Galardonan en EE.UU. a movimiento estudiantil de Chile por defensa de los DD.HH.



Los voceros del movimiento estudiantil de Chile ratificaron la lucha por el derecho a la educación gratuita. (Foto: Archivo)
La vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Camila Vallejo y el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Santiago (Feuc), Noam Titelman, recibieron este miércoles – en nombre de todo el Movimiento estudiantil de su país-  el premio Letelier-Moffitt a los Derechos Humanos. 

El galardón, concedido por el Instituto de Estudios Políticos (un centro de estudios progresista radicado en Washington) reconoce el esfuerzo hecho por los jóvenes por más de un año, en el que mediante de protestas y movilizaciones multitudinarias han reclamado el respeto a sus derechos y la apertura de la educación. 

En una rueda de prensa, los galardonados explicaron que el premio tiene un especial significado para el movimiento por llevar el nombre del político chileno Orlando Letelier, político, economista y diplomático que fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet en 1976.

"Quiero señalar lo simbólico que es para nosotros que tras la figura de Orlando Letelier se nos entregue este premio, dado que él fue una de las primeras personas que advirtió de qué significaba la implementación del neoliberalismo en Chile", recalcó Vallejo.

El director del Instituto, John Cavanagh, explicó que el galardón fue concedido al movimiento estudiantil de Chile "por su perseverancia en la lucha con la injusticia". 

Crisis europea 

Abordando en su discurso el tema de la crisis financiera internacional, Vallejo instó a los ciudadanos europeos a que "no permitan que les quiten" la educación, porque "es un derecho que se han ganado".

"Están justificando los recortes presupuestarios con la crisis financiera, y la consecuencia nuevamente es que no la pagan los más ricos, que son los que están involucrados con la crisis, sino el pueblo a través del despojo de sus derechos más básicos", dijo la estudiante.

Vallejo también dijo que "a partir del experimento chileno y a propósito de la crisis financiera están tratando de expandir y exportar el modelo (neoliberal) chileno”, pero aseveró que “estamos aquí para decirles que no lo permitan, porque ha tenido pésimos resultados". 

Por su parte,  Titelman destacó que las crisis actuales están enseñando al mundo que "la verdadera pregunta no es cómo superar una u otra crisis, sino cómo crear un modelo sustentable para que no tengamos que sufrir una crisis cada cuatro o cinco años".

Desde este lunes, los voceros del movimiento estudiantil se encuentran en EE.UU. desarrollando una agenda que incluye con comunidades universitarias estadounidenses y con dirigentes de los movimientos ciudadanos Occupy Wall Streer y Occupy D.C.

La gira de los universitarios concluye este jueves 18 en Boston con una charla ante los alumnos de la Universidad de Harvard.

Según cifras oficiales, en Chile hay un millón de alumnos en la educación superior, incluidas universidades e institutos técnicos. 

El Movimiento estudiantil exige que en el gremio educativo se abran más oportunidades hacia el sector público, así como también se aumente la calidad de la educación gratuita.
teleSUR- Efe- Afp- Radio.uchile.cl/ lp-PR
  • imprimir

HUMANíZATE CARAJO


HUMANíZATE CARAJO


Lo que tenemos en común los progresistas es una firme y clara intensión.   En eso consiste la unidad dentro de la diversidad que nos mueve: un deseo a entablar convergencias, cercanías, diferencias, deberes y derechos entre iguales. Por lo demás, somos, queremos y debemos ser distintos  al interior de la abigarrada sociedad capitalina.  

Desde las mayorías, confiadamente se puede concluir que la apuesta está dada en no fallar en “cómo” y “para qué” nos organizamos.

Hoy, ser  parte del colectivo, del entramado progresista, es un valorado activo político y el acervo de la incipiente organización radica en la paciencia que ha habido para no matar de entrada una criatura que no ha nacido.  Ser simpatizante retrotrae algunas afinidades; ser líder implica responsabilidad, deberes y derechos distintos; ostentar una dignidad, en un caso Concejal o Edil, e inclusive Parlamentario Progresista, confiere un "rango" especial. Esas simpatías, responsabilidades,  derechos y deberes distintos o especiales, no están rigurosamente delimitadas en un código progresista, mas si se condensan a través del criterio de pensar, hablar y actuar con coherencia.

Los  principios fundacionales del progresismo, defensa de lo público y apego a la institucionalidad;  protección del medio ambiente y constitución del recurso agua como eje articulador del desarrollo; y  la práctica efectiva de los principios de aceptación de la diversidad, la  inclusión y  la solidaridad, bajo una plena participación, en todo momento, en todo lugar, conmina a la construcción de mejores ciudadanos, una nueva sociedad, dentro de la concepción de un nuevo modelo de desarrollo a escala humana.

Las fallidas intenciones de líderes, partidos, movimientos y organizaciones políticas, que hayan respetado  la sociedad civil, y garantizado  el ejercicio honesto de lo público, son el referente Progresista.  La justicia ajusticiada, los violentos campantes, el clientelismo, los corruptores y corruptos, el paramilitarismo, las bandas organizadas e insurgentes, y las carencias sociales,  son los obligantes que incitan a consolidar un movimiento, fuerte en la sociedad, independiente del Estado, que se constituya en alternativa de poder en el inmediato futuro.

Como hecho cierto, desde la formalidad, con apego a la Constitución, y las leyes, y soportados en un real proceso participativo, contrario  a lo tradicional, las semblanzas progresistas construyeron y siguen construyendo, día a día, desde los liderazgos, sectores, nodos, grupos y demás expresiones en los territorios y espacios temáticos o poblaciones, su razón de ser, sin desconocer la realidad y el entorno de nuestras responsabilidades.

Las incertidumbres no paran.  En estos días, cuando los colombianos hemos sido testigos de los atropellos propiciado por nuestros representantes en el Congreso de la República, de la desfachatez de los abusadores en  las funciones delegadas, de los actos  de desconocimiento de los derechos del otro por encima del reconocimiento de los derechos propios, de los abusos sobre las responsabilidad delegados en particulares, de los funcionarios públicos y en los administradores de justicia, nos aprestados los Progresistas a sentar las bases de nuestra organización política y social.

Los paradigmas de las organizaciones políticas tradicionales, al no ser un ejemplo a seguir,  implica en estos momentos de discontinuidad, callejones sin salida, o espacio verdaderamente revolucionario, la construccion de un faro y una luz que ilumine un nuevo descubrimiento o una nueva teoría. Cuando  parece desplomarse el edificio de la política partidaria y de delegación política, se hace necesario reedificar desde sus cimientos otro espacio significativo, con un nuevo estilo, con nuevos liderazgos,  nuevos principios, a fin de construir nuevos paradigmas.

En la construcción de esos nuevos saberes, no se permite traicionar la confianza depositada por miles de electores.  De igual manera, la sabiduría obliga a articular y condensar los diversos intereses y posiciones endógenas, aclimatando las tensiones que se producen en torno al poder.  

Si es una falacia, el concepto de la libre organización, ¿quien organiza a quien?,  empecemos por unos mínimos.  Si vamos a educar, eduquémonos, es decir, que es necesario aprender para que posteriormente podamos impartir el conocimiento adquirido a otras personas, ya que no es posible que un igonarante puede enseñarle a otro o que un ciego guíe a un par discapacitado. Si vamos a humanizar, humanicémonos primero. Partamos por casa y luego llevemos la palabra a los demás.

Ing. Miguel Ospino Rodriguez
Bogotanos A Un Tic´s

EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

DANIEL BALCÁCER: EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

De  Juan Pablo Duarte  solo se conoce una fotografía hecha en  Caracas  en 1873 cuando el patricio contaba con 60 años de edad.  A...