MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

domingo, 9 de marzo de 2014

Balance semanal: ¿Qué futuro le aguarda a Crimea?

Putin: "No hay necesidad del uso de tropas rusas por ahora en Ucrania"

Putin: "No hay necesidad del uso de tropas rusas por ahora en Ucrania"

El referéndum en Crimea, la conversación telefónica entre dos altos cargos europeos sobre los francotiradores de Kiev y las declaraciones de Vladímir Putin sobre la situación en Ucrania. Todas estas noticias y mucho más en nuestro balance semanal.

Putin: "No hay necesidad del uso de tropas rusas por ahora en Ucrania"

Actualmente no hay razón alguna para el uso de fuerzas militares de Rusia en Ucrania, aunque sí existe esa posibilidad, comunicó este martes el presidente ruso, Vladímir Putin, en una rueda de prensa. 
 
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Vea la versión completa de la rueda de prensa aquí

Una filtración confirma que la oposición contrató a los francotiradores en Kiev

Filtran un diálogo entre el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Paet, y la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, que confirma que los francotiradores de Kiev fueron contratados por la oposición. 
  
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El Parlamento de Crimea vota unánimemente por su incorporación a Rusia

El Parlamento de la república autónoma ucraniana de Crimea adoptó unánimemente la decisión de pasar a formar parte de la Federación de Rusia. 
  
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El referéndum sobre el estatus de Crimea se celebrará el 16 de marzo

El referéndum sobre el estatus de Crimea se ha convocado para el 16 de marzo, según anunció el viceprimer ministro de la república autónoma ucraniana, Rustam Temirgalíyev. 

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Nuestro equipo de RT ha realizado a lo largo de la semana una serie de reportajes acerca de la situación en Ucrania. ¡No se los pierda!

"Los promotores del extremismo en Ucrania no conocen los horrores de la guerra

 
¿Y si las revueltas de Maidán hubieran ocurrido en EE.UU.?

 
En Crimea quieren "estabilidad y que no haya lemas fascistas como en Kiev"

Nicolás Maduro rompe relaciones con Panamá


El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la ruptura de relaciones con Panamá para "evitar las conspiraciones contra el país". 

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Conmemoración de la muerte de Hugo Chávez en su primer aniversario

Con motivo del primer aniversario de la muerte del carismático líder venezolano Hugo Chávez, el presidente ruso, Vladímir Putin, envió una carta al actual mandatario, Nicolás Maduro, elogiando la figura del comandante. 

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Además, el pasado miércoles por la noche la cadena televisiva Telesur estrenó el documental 'Mi amigo Hugo', del director estadounidense Oliver Stone.

Sepa más aquí

No se pierda la última entrada del blog de la abogada y escritora Eva Golinger en RT dedicada a Chávez.

Léala aquí. 
 

Desaparece un avión de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo


La Marina de Vietnam afirma haber hallado restos del avión de Malaysia Airlines que transportaba a 239 personas. Sin embargo, la aerolínea aún no ha confirmado esta información. 

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Dos pasajeros del avión de Malasya Airlines dado por desaparecido este sábado viajaban con pasaportes robados en Tailandia. Más tarde, las autoridades de Malasia anunciaron que están investigando las identidades de otros dos pasajeros. 

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Comienzan los XI Juegos Paralímpicos de Invierno de Sochi


El viernes comenzaron las paralimpiadas en Sochi, en la primera ocasión en que Rusia acoge competiciones de semejante escala entre atletas con capacidades limitadas. 

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Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/121845-ucrania-putin-chavez-crimea

La Rusia (militarista) que vuelve

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Lo que ahora se vive en Crimea no es más que un nuevo ejemplo de la voluntad de poder rusa.

Mientras la Unión Europea sigue paralizada y sufre un desarme estructural que ya cuestiona su capacidad disuasoria y Estados Unidos acelera su repliegue estratégico (aunque sigue siendo la única superpotencia militar), Rusia está firmemente decidida a volver a ser tenida en cuenta más allá de sus fronteras. Aupada en su riqueza energética (que le proporciona en torno al 50% de los ingresos estatales) e impulsada por la determinación de Putin en estos últimos 15 años, Rusia es el alumno que mejor ha interiorizado los dictados de la geoeconomía y la geopolítica al servicio de su añorada grandeza.

En el primer caso, como hemos visto repetidamente en estos últimos años, ha convertido el gas y el petróleo en poderosas armas no solo para consolidar su influencia en su near abroad (sirva Ucrania como ejemplo), sino también para maniatar a posibles rivales (como Alemania) al hacerlos vitalmente dependientes de sus suministros. Del mismo modo, como ahora observamos en Ucrania, juega con los precios del gas para premiar o castigar a quienes pretende mantener bajo su dominio. Pero también utiliza esa baza para neutralizar cualquier posible alternativa de suministro a Kiev (sea revirtiendo el sentido del gasoducto que enlaza con Eslovenia o construyendo terminales para traer gas licuado desde otros países), dado que siempre podrá hacerlas inviables económicamente con el simple gesto de reducir aún más su precio.




En el segundo, Moscú sigue fiel a la idea de que poder y poder militar son, esencialmente, lo mismo. De ahí su sostenido esfuerzo (apoyado en su condición de primer exportador mundial de hidrocarburos) por modernizar sus capacidades militares, soñando con volver a ser reconocida como una superpotencia. Tras superar el impacto de la caída en el abismo que supuso la implosión de la URSS, en 2000 el entonces recién llegado Putin aprovechó el desastre del submarino Kursk para impulsar una profunda reforma militar que ahora comienza a dar frutos. Su sostenida ambición militarista supone que en el periodo 2013-2016 el presupuesto de defensa se va a incrementar en un 60%. Su prioridad actual se centra en aumentar la operatividad de unas fuerzas cada vez más profesionalizadas y con un armamento más sofisticado, potenciando las unidades de operaciones especiales, sin olvidar las de combate convencional y la modernización de sus fuerzas estratégicas.

Con un presupuesto de defensa que alcanza el 4,4% del PIB (similar al estadounidense, aunque en términos absolutos la cifra total sea casi ocho veces menor) y que supone el 17,8% del presupuesto estatal (se prevé que llegue al 20,6% en 2016), Moscú pretende que para 2020 al menos el 70% de todo su equipo, material y armamento haya sido modernizado. Ese reto se hace aún más exigente cuando se considera que el Ministerio de Finanzas ya hablaba en 2012 de la necesidad de recortar el presupuesto estatal en unos 125.000 millones de dólares hasta 2020, que al menos el 20% del presupuesto es malgastado o robado directamente, que la base industrial es preocupantemente ineficaz (así se explica la compra de los buques Mistral a Francia) o que la caída demográfica no garantiza recursos humanos suficientes y bien cualificados. Pero entretanto ya se perciben realidades como la activación en 2013 de una nueva Task Force en el Mediterráneo, la entrada en servicio del submarino de clase Borei dotado con el SLBM Bulava-M o el reinicio de patrullas aéreas por el Atlántico.

Visto así, lo que actualmente se vive en la península de Crimea no es más que un nuevo ejemplo de la voluntad de poder rusa, incluyendo usos tan novedosos como el empleo de fuerzas militares sin identificación oficial y el hundimiento de un buque antisubmarino propio en la entrada de la ensenada de Donuzlav, encerrando a siete de los apenas 25 buques de la armada ucrania en el puerto de Novoozerne. Putin pretende fundamentalmente neutralizar la capacidad operativa de las débiles fuerzas ucranias, creando una situación de facto que impida refuerzos desde el exterior: controlando las dos carreteras que unen a la península con el resto de Ucrania, los aeropuertos internacionales de Sebastopol y Simferópol y las bases aéreas de Kacha y Gvardeysky.

También, al rodear las principales instalaciones militares busca encerrar a las tropas ucranias en sus cuarteles, disuadiéndolas de intentar cualquier movimiento de fuerza que provocaría un choque frontal condenado al fracaso. Es, en definitiva, una inteligente (aunque totalmente condenable desde el derecho internacional) estratagema para garantizarse más bazas de negociación ante Kiev y sus supuestos aliados, contando con quedarse finalmente con Crimea o, mejor aún, con finlandizar Ucrania entera. Y todo ello sin combates.

Fuente: El País
Publicado por Rubén Lara el sábado, marzo 08, 2014. Archivado en , . Puedes seguir cualquier respuesta a esta entrada a través del RSS 2.0.

sábado, 8 de marzo de 2014

LOS ARRIBISTAS


LOS ARRIBISTAS:
Los seres humanos más insípidos hicieron posibles                           los mayores crímenes de la historia humana. 




Los  seres humanos más insípidos hicieron posibles los mayores crímenes de la historia humana. Son los arribistas. Los burócratas. Los cínicos. Realizan las pequeñas tareas que hacen que vastos, complicados sistemas de explotación y muerte se conviertan en realidad. Recolectan y leen los datos personales reunidos sobre docenas de millones de nosotros por el Estado de seguridad y vigilancia. Llevan las cuentas de ExxonMobil, BP y Goldman Sachs. Construyen o pilotan drones aéreos. Trabajan en la publicidad y en las relaciones públicas corporativas. Emiten los formularios. Procesan los papeles. Niegan cupones alimentarios a algunos y prestaciones de desempleo o cobertura médica a otros. Imponen las leyes y las regulaciones. Y no hacen preguntas.
Bueno. Malo. Esas palabras no significan nada para ellos. Están más allá de la moralidad. Existen para que funcionen los sistemas corporativos. Si las compañías de seguros abandonan a decenas de millones de enfermos para que sufran y mueran, que así sea. Si los bancos y los departamentos de alguaciles expulsan a familias de sus casas, que así sea. Si las empresas financieras roban los ahorros de los ciudadanos, que así sea. Si el gobierno cierra escuelas y bibliotecas, que así sea. Si militares asesinan niños en Pakistán o Afganistán, que así sea. Si unos especuladores de productos básicos aumentan el coste del arroz, del maíz y del trigo hasta que sean inasequibles para cientos de millones de pobres en todo el planeta, que así sea. Sirven al sistema. Al dios del beneficio y la explotación. La fuerza más peligrosa en el mundo industrializado no proviene de los que albergan credos radicales, sea radicalismo islámico o fundamentalismo cristiano, sino de legiones de burócratas anónimos que trepan por la maquinarias corporativas y gubernamentales. Sirven cualquier sistema que satisfaga su patética cuota de necesidades.
Esos administradores de sistemas no creen en nada. No conocen la lealtad. No tienen raíces. No piensan más allá de sus ínfimos e insignificantes roles. Son ciegos y sorgos. Son terriblemente analfabetos, al menos respecto a las grandes ideas y modelos de civilización e historia humanas. Y los producimos en universidades. Abogados, tecnócratas, especialistas empresariales. Gerentes de finanzas. Especialistas en tecnología de la información. Consultores. Ingenieros petroleros. “Psicólogos positivos”. Especialistas en comunicaciones. Cadetes. Vendedores. Programadores. Hombres y mujeres que no saben de historia, que no saben de ideas. Viven y piensan en un vacío intelectual, un mundo de menudencias embrutecedoras. Son “los hombres huecos” de T.S. Eliot, “los hombres rellenos”, “figuras sin forma, sombras sin color”, escribió el poeta. “Fuerza paralizada, ademán sin movimiento”.
Fueron los arribistas los que hicieron posibles los genocidios, desde la exterminación de los americanos nativos a la matanza de armenios por parte de los turcos, del Holocausto nazi a las liquidaciones de Stalin. Fueron los que mantuvieron en funcionamiento los trenes. Rellenaron los formularios y dirigieron las confiscaciones de propiedades. Racionaron los alimentos mientras los niños morían de hambre. Fabricaron las armas. Dirigieron las prisiones. Impusieron restricciones de viajes, confiscaron pasaportes y cuentas bancarias e impusieron la segregación. Hicieron cumplir la ley. Hicieron su trabajo.
Arribistas políticos y militares, respaldados por especuladores con la guerra, nos han llevado a guerras inútiles, incluida la Primera Guerra Mundial, Vietnam, Iraq y Afganistán. Y millones los siguieron. Deber. Honor. Patria. Carnavales de la muerte. Nos sacrifican a todos. En las fútiles batallas de Verdún y la Somme en la Primera Guerra Mundial, 1,8 millones resultaron muertos heridos o jamás encontrados en ambos lados, A pesar de los mares de muertos, en julio de 1917 el mariscal de campo británico Douglas Haig  condenó a aún más personas en el fango de Passchendaele. En noviembre, cuando era obvio que su prometida ofensiva de penetración en Passchendaele había fracasado, se deshizo del objetivo inicial –como lo hicimos en Iraq cuando resultó que no había armas de destrucción masiva y en Afganistán cuando al Qaida abandonó el país– y optó por una simple guerra de desgaste. Haig “vencería” si morían más alemanes que tropas aliadas. La muerte como tarjeta de puntuación. Passchendaele costó 600.000 vidas a ambos lados del frente antes de terminar. No es una historia nueva. Los generales son casi siempre bufones. Los soldados siguieron a Juan el Ciego, que había perdido la vista una década antes, hacia una resonante derrota en la Batalla de Crécy en 1337 durante la Guerra de Cien Años. Solo descubrimos que los líderes son mediocres cuando es demasiado tarde.
David Lloyd George,  primer ministro británico durante la campaña de Passchendaele, escribió en sus memorias “[Antes de la batalla de Passchendaele] el Estado Mayor del Cuerpo de Tanques preparó mapas para mostrar cómo un mapa que aniquilara el alcantarillado conduciría inevitablemente a una serie de estanques y ubicaron los sitios exactos en los que se reunirían las aguas. La única respuesta fue una orden perentoria de que ‘no envíen más de esos mapas ridículos’. Los mapas deben ajustarse a los planes y no los planes a los mapas. Los hechos que interferían con los planes fueron calificados de impertinentes.”
Esta es la explicación del motivo por el cual nuestras elites gobernantes no hacen nada respecto al cambio climático, se niegan a responder racionalmente a la crisis económica y son incapaces de encarar el colapso de la globalización y del imperio. Estas son las circunstancias que interfieren con la propia viabilidad y sustentabilidad del sistema. Y los burócratas solo saben cómo servir al sistema. Conocen solo las habilidades administrativas que ingirieron en West Point o en la Escuela de Negocios de Harvard. No pueden pensar por su propia cuenta. No pueden desafiar suposiciones o estructuras. No pueden reconocer intelectual o emocionalmente que el sistema puede hacer implosión. Y por lo tanto, hacen lo que Napoleón advirtió que era el peor error que un general puede cometer:  pintar un cuadro imaginario de una situación y aceptarlo cómo real. Pero ignoramos despreocupadamente la realidad junto con ellos. La manía por un fin feliz nos ciega. No queremos creer lo que vemos. Es demasiado deprimente. Por lo tanto, nos retiramos hacia el auto-engaño colectivo.
En la monumental cinta documental de Claude Lanzmann, Shoah, sobre el Holocausto, entrevista a Filip Müller, un judío checo que sobrevivió las liquidaciones en Auschwitz como miembro del “equipo especial”. Müller relata esta historia:
Un día en 1943 cuando ya estaba en el Crematorio 5, llegó un tren de Bialystok. Un prisionero en el ‘equipo especial’ vio a una mujer en la ‘sala de desvestirse’ quien era la esposa de un amigo suyo. Salió inmediatamente y le dijo: ‘Vais a ser exterminados. En tres horas seréis cenizas.’ La mujer le creyó porque lo conocía. Corrió por todo el lugar y advirtió a las otras mujeres. ‘Nos van a matar. Vamos a ser gaseados’. Las madres que llevaban sus hijos sobre sus hombros no querían oír algo semejante. Decidieron que la mujer estaba loca. La ahuyentaron. Fue donde los hombres. No sirvió para nada. No es que no le hayan creído. Habían oído rumores en el gueto de Bialystok, o en Grodno, y otros sitios. ¿Pero quién quería creer algo semejante? Cuando vio que nadie escuchaba, rasguñó toda su cara. Por desesperación. En choque. Y comenzó a gritar.
Blaise Pascal escribió en Pensamientos “Corremos descuidados hacia el precipicio, después que hemos puesto delante de nosotros alguna cosa para impedirnos verlo”.
Hannah Arendt, al escribir “Eichmann en Jerusalén” señaló que lo que motivaba primordialmente a Adolf Eichmann era  “una extraordinaria diligencia en la busca de su progreso personal”. Se unió al Partido Nazi porque era un buen paso para su carrera. “El problema con Eichmann”, escribió, “era ser precisamente lo que muchos eran al igual él y que estos muchos no eran ni pervertidos ni sádicos sino que eran, y siguen siendo, terrible y horriblemente normales.”
“Cuanto más se le escuchaba, más obvio se hacía que su incapacidad de hablar estaba estrechamente relacionada con su incapacidad de pensar, es decir, de pensar desde el punto de vista de los demás”, escribió Arendt. “Ninguna comunicación con él era posible, no porque mintiera sino porque estaba rodeado por la más fiable de todas las salvaguardas contra palabras y la presencia de otros, y por ello contra la realidad como tal”.
Gitta Sereny plantea lo mismo en su libro En aquellas tinieblas sobre Franz Stangl, el comandante de Treblinka. Su misión en la SS representó una promoción para el policía austríaco. Stangl no era un sádico. Era de voz suave y cortés. Quería mucho a su esposa y a sus hijos. A diferencia de la mayoría de los oficiales nazis en los campos, no convertía a mujeres judías en concubinas. Era eficiente y muy organizado. Se enorgullecía por haber recibido un elogio oficial como “mejor comandante de campo en Polonia”. Los prisioneros eran simples objetos. Bienes. “Era mi profesión” dijo. “Me gustaba. Me satisfacía. Y sí, era ambicioso al respecto, no lo niego”. Cuando Sereny preguntó a Stangl cómo siendo padre podía matar niños, respondió que “pocas veces los veía como individuos. Siempre se trataba de una inmensa masa… Estaban desnudos, apiñados, corrían, eran impulsados con látigos…”. Después dijo a Sereny que cuando leía sobre ratas campestres le recordaban Treblinka.
La colección de ensayos de Christopher Browning El camino al genocidio señala que los que posibilitaron el Holocausto eran burócratas “moderados”, “normales”. Germaine Tillion señaló “la trágica holgura [durante el Holocausto] con la cual personas ‘decentes’ se podían convertir en los más crueles verdugos sin parecer darse cuenta de lo que les estaba sucediendo”. El novelista ruso Vasily Grossman en su libro Todo fluye observó que “el nuevo Estado no requería santos apóstoles, constructores fanáticos, inspirados, discípulos fieles, devotos. El nuevo Estado ni siquiera requería sirvientes, solo oficinistas.”
La doctora Ella Lingens-Reiner escribió en Prisioneros del miedo, su abrasador recuerdo de Auschwitz, que “para mí los tipos más repugnantes de la SS eran los cínicos que ya no creían auténticamente en su causa, pero que seguían acumulando su culpabilidad sangrienta por sí misma”. “Esos cínicos no eran siempre brutales con los prisioneros, su conducta cambiaba según su humor. No tomaban nada en serio – ni a sí mismos ni a su causa, ni a nosotros, ni nuestra situación. Uno de los peores era el doctor Mengele, el Doctor del Campo que he mencionado anteriormente. Cuando un grupo de judíos recién llegados eran clasificado entre los adecuados para el trabajo y los adecuados para la muerte, silbaba una melodía y movía rítmicamente su dedo pulgar hacia su hombro derecho o izquierdo – con lo que quería decir ‘gas’ o ‘trabajo’. Pensaba que las condiciones en el campo eran pésimas, e incluso hizo algunas cosas para mejorarlas, pero al mismo tiempo cometía crueles asesinatos, sin ningún escrúpulo”.
Esos ejércitos de burócratas sirven un sistema corporativo que terminará por matarnos literalmente. Son tan fríos y desconectados como Mengele. Realizan tareas minuciosas. Son dóciles. Conformistas. Obedecen. Encuentran su valor propio en el prestigio y el poder de la corporación, en el estatus de sus posiciones y en las promociones en sus carreras. Se reconfortan en su propia bondad mediante sus actos privados como esposos, esposas, madres y padres. Participan en consejos escolares. Van al Rotary Club. Asisten a la iglesia. Es esquizofrenia moral. Erigen muros para crear una consciencia aislada. Posibilitan los objetivos letales de ExxonMobil o Goldman Sachs o Raytheon o las compañías de seguros. Destruyen el ecosistema, la economía y la política y convierten a trabajadores y trabajadoras en siervos empobrecidos. No sienten nada. La candidez metafísica termina en el asesinato. Fragmenta el mundo. Pequeños actos de bondad y caridad disimulan el monstruoso mal que instigan. Y el sistema sigue adelante. Los casquetes polares se funden. Las sequías destruyen los cultivos. Los drones matan desde el cielo. El Estado se mueve inexorablemente para encadenarnos. Los enfermos mueren. Los pobres mueren de hambre. Las prisiones se repletan. Y el arribista, sigue adelante, haciendo su trabajo.
Chris Hedges, cuya columna se publica los lunes en Truthdig, pasó casi dos décadas como corresponsal extranjero en Centroamérica, Medio Oriente, África y los Balcanes. Ha informado desde más de 50 países y trabajado para The Christian Science MonitorNational Public RadioThe Dallas Morning News y The New York Times, en el cual fue corresponsal extranjero durante 15 años.

Truthdig

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


 rBMB

viernes, 7 de marzo de 2014

El análisis de James Petras “Cualquier país mínimamente favorable a negociar con Rusia es un blanco de violencia”


Efraín Chury Iribarne
Radio Centenario
Chury: Estamos preocupados porque abundan y abundan los titulares sobre dos conflictos realmente muy fuertes y muy serios. Uno es el de Venezuela, muy difundido, pero particularmente el tema de Ucrania.
Habíamos elegido ese tema, naturalmente que tú estás trabajando en él y bueno, te pedimos un arranque por allí, por Ucrania, por Crimea, por Rusia en definitiva y por la Unión Europea, por la OTAN, por EE.UU…
Petras: Empezamos con el hecho de que los países occidentales, particularmente EE.UU., hace tiempo que está eliminando aliados de Rusia, está buscando siempre imponer nuevos gobiernos títeres en los límites con Rusia. Y más allá de los límites, cualquier país independiente que es mínimamente favorable a negociar y continuar relaciones con Rusia, es un blanco de violencia. Podríamos enumerarlos: primero, Yugoeslavia con el ataque aéreo de OTAN destruyendo el país. Segundo, tenemos el caso de los ataques contra Libia, contra Siria, contra Irán y tenemos una lista larga de agresiones, golpes invasiones siempre minimizando la influencia rusa en el mundo eliminando cualquier país que podría evitar ataques a Rusia.
Ahora culminando con el golpe contra el gobierno elegido de Ucrania por un grupo, una combinación de neoliberales y neonazis que están ahora ordenando la política e implementando políticas muy peligrosas por un tercio del país que habla ruso.
Este golpe finalmente es el colmo para Rusia, porque después de tolerar tantos ataques a sus aliados por fin tomaron acción para proteger la población ruso parlante con un respaldo de más del 80%..La población de Crimea esta apoyando la presencia y la entrada de las fuerzas rusas contra los neonazis que están amenazando con invadir el país.
Hay que recordar que Crimea tiene toda una historia de autonomía e independencia hasta que Stalin entregó Crimea a Ucrania en una decisión tonta.
Debemos decir que Washington está muy enojada porque su gobierno títere está en banca rota está controlado por neonazis que no tienen ninguna perspectiva más allá de la agresividad y la violencia. Pero es parte del padrón norteamericano: trabajando con los islamitas y extremistas en Siria; fomentando los matones en Libia; y ahora con los neonazis. Es una coincidencia entre el imperialismo y los grupos más violentos y extremistas en el mundo porque ya el neoliberalismo no se puede imponer simplemente por procesos electorales, como pasó en América Latina en los 90 con Menem, Sanguinetti y otros más conocidos. Ahora, para imponer la influencia y dominación norteamericana a partir de gobiernos títeres, tiene que utilizar los grupos más extremistas y violentos, porque ya no pasa por la vía electoral y no hay ninguna ilusión sobre las consecuencias del neoliberalismo. Esa es la raíz del asunto.
Ahora, entre los gobernantes de Kiev, no tienen ninguna posibilidad de avanzar porque ya están divididos entre sí, entre neonazis, neoliberales que están en una alianza muy precaria.
Pero Washington está amenazando a más agresiones contra Rusia ..El señor Kerry dice que es contra la ley invadir un país pero ellos ya han practicado eso en todo el mundo, invadiendo Irak, Afganistán, bombardeando Libia, etc.
¿Qué derecho tiene Kerry a hablar de agresiones cuando Rusia viene invitado por el gobierno elegido de Crimea? No es ninguna cosa de violación, es solidaridad más que invasión, y eso hay que entenderlo.
Los medios de comunicación, como siempre están a favor de cualquier agresión, cualquier gobierno neonazi que esté a favor de los intereses imperialistas.
Y no sólo eso sino que algunos sectores progresistas también como “La Jornada” de México con su columnista, apoya también las agresiones de los neonazis en el gobierno Kiev. Y hablan de las protestas contra la agresión rusa, pero no hablan de las grandes movilizaciones en Crimea en favor de esta acción rusa que pone un fin a las agresiones norteamericanas por fin.
Chury: Petras, la frontera sirio-libanesa, Hezbollah y lo que Israel está haciendo en la región, más allá del ataque aéreo contra Gaza, ¿qué está pasando allí? ¿Es la historia de siempre?
Petras: Israel está preparando y quiere provocar una guerra con Líbano. Está todo movilizado, los misiles, las tropas, los antimisiles, las fuerzas están en ejercicios y esta provocación de Israel no recibe la publicidad, un bombardeo que mató a algunos militantes de Hezbollah.
Su interés es meterse en el conflicto en Siria atacando Líbano y más allá. Israel está buscando otros pretextos para otra guerra en el medio oriente. No tienen ningún plan de aceptar que Líbano existe como país independiente, que sus fuerzas que apoyan entre los opositores a Bashar al-Asad están perdiendo la guerra.
Israel es el principal enemigo de los países del Medio Oriente y también de las fuerzas populares en Líbano y Siria.
Pero el hecho es que hasta ahora en Washington han dado apoyo incondicional a todas las agresiones israelitas, y eso para mí indica que Israel actúa en parte con la aprobación norteamericana.
Chury: Petras, la presidenta argentina, Cristina Fernández, ha dicho que el supuesto derrocamiento del gobierno de Venezuela sería fatal para Latinoamérica. ¿Tendría eso efecto dominó en América Latina? Si ocurriera, digo…
Petras: Obviamente Venezuela encabeza las luchas por la integración latinoamericana. Venezuela está apoyando a los países pobres en el Caribe con el plan de subvención de petróleo, con el Petrocaribe, apoyando países directamente en el ALBA como Nicaragua, en este caso es un apoyo integral. Si Venezuela no apoyara a estos países sus economías realmente estarían en un estado muy grave.
Venezuela es importante porque han avanzado los programas sociales que están implementando parcialmente en Argentina, Bolivia, Ecuador y son gobiernos débiles, no son gobiernos realmente radicales. Son gobiernos de centro izquierda, pero sin Venezuela creo que se pasan al otro lado, más hacia la derecha. En ese sentido Venezuela es clave, como el punto de referencia para los programas sociales en América Latina, referencia para resistir las agresiones norteamericanas. Con el respaldo de los ingresos de petróleo tiene recursos a contrastar la subvención norteamericana en todas las regiones.
Sin eso creo que EE.UU. está en una posición para lanzar mayores agresiones, mayores golpes y revertir los avances sociales que han alcanzado en los últimos 10 años.
Chury: Como siempre, más allá de las preguntas está también lo importante que resulta para nosotros los trabajos que tú estás realizando en este momento. Adelántanos algunos…
Petras: Primero debemos analizar la campaña de desestabilización en Venezuela.La política actual de gobierno es simplemente resistir la agresión, tratar de controlar a los exaltados, los violentos y permitir a la oposición funcionar dentro de un marco constitucional. Pero más allá de eso debemos entender que la línea entre lo que es la posición democrática y constitucional y los golpistas y fascistas no son tan claros.Hay muchos que están jugando en ambos lados.Hay días que empiezan una protesta pacífica y lanzan ataques violentos bloqueando caminos.
Entienden ellos que no pueden tomar el poder por el respaldo que el gobierno tiene, pero están en la política de desgastar al gobierno, constantemente están bloqueando caminos, tratando de provocar caos en las ciudades y cansar al pueblo con los constantes hostigamientos. Eso tiene un efecto acumulativo y los gobiernos no deben liberar a estos violentos.La política es que el gobierno no utiliza el proceso judicial constitucional para realmente poner los violentos en la cárcel y dejarlos 1, 2, 3 ó 5 años por destruir las propiedades y dan mucho daño a la economía. Constantemente están entrando y saliendo de la cárcel para volver y crear otros cócteles molotov. Eso me parece que es importante. Segundo, el gobierno debe realizar mayor acción en el frente de las necesidades básicas del pueblo, no permitir más desabastecimiento. También deben aplicar más fuerza en las leyes de seguridad contra delincuentes y golpistas. En este sentido estoy en desacuerdo con las medidas demasiado blandas que el gobierno está tomando, simplemente llamando “fiestas” en vez de terminar con este hostigamiento. Porque tarde o temprano, después de semanas, meses y tal vez años de ataques constantes va a desgastar el proceso económico. No se puede permitir.
Una cosa es marchar un día por una calle pacíficamente, otra es paralizar el tráfico, la circulación de mercancía, amenazas a los ciudadanos que van al trabajo, los trabajadores que quieren cumplir su tarea. Por fin eso tiene que terminar no simplemente decir que estamos permitiendo la democracia, porque la prensa internacional, independientemente lo que hace el gobierno va a condenarlos.
Si para las manifestaciones, van a llamarlo represivo. Si no las para, va a decir que el pueblo está rechazando al gobierno. Entonces el gobierno no debe tomar en cuenta lo que dice la prensa internacional. Y más que nada enfrenta una nueva iniciativa de Kerry que es muy peligroso. Kerry, el secretario de Estado, está agrupando un grupo de países, particularmente Colombia, lo que llama una mediación, que es un pretexto a la intervención en la política de Venezuela para legitimar a los golpistas y ponerlos en el mismo plano que el gobierno. Eso es una trampa.
Maduro tiene que rechazar en forma contundente la propuesta de Kerry de meterse en la política venezolana como partidario de los golpistas. Tiene que decir que EE.UU. no tiene ningún lugar en la mediación porque es el principal respaldo a los terroristas fascistas y matones. En este sentido EE.UU. sigue tratando de colaborar con Santos en Colombia, establecer un espacio legítimo para los grupos ilegítimos que forman parte del plan golpista.
El otro tema que debemos tocar rápidamente es Libia, donde las fuerzas contra el neoliberalismo y los golpistas contra Gadafi están bajo ataque. Ayer el Parlamento estaba tomado por muchas fuerzas populares que expulsaron a los diputados, incluso dos mueren en el conflicto.Las fuerzas antiimperialistas ya están tomando cuenta de que los gobernantes son corruptos, los países occidentales no ofrecen nada, han perdido mucho con la caída de Gadafi. .Poco a poco los apoyantes de Gadafi, en una y otra variante, están volviendo a tener fuerza, más allá de las tribus y las milicias violentas.
En este sentido no hay ninguna victoria occidental, está todo en juego, todo en cuestión y podríamos ver una guerra civil próxima.
El otro tema es que Israel está en Washington esta semana con un congreso de los grupos sionistas, 14.000 tienen presentes para presionar a Washington sobre la anexión de Palestina, guerra contra Irán.. Los 14.000 judíos activos por Israel están incluyendo todas las grandes figuras en el Congreso norteamericano, todos los ejecutivos en el gobierno de Obama dando obediencia a los líderes israelitas que están allá para conseguir más concesiones, más agresiones contra el mundo árabe y palestino en particular. Es una muestra de fuerza que tienen los sionistas aquí cuando pueden agrupar a 350 de los 430 diputados de congresos, todos los líderes del Congreso, todos los líderes del Gabinete.
Y cualquiera que quiera minimizar el poder que tiene Israel debe estar en Washington asistiendo a estas sesiones que son la organización de la quinta columna que funciona en este país.
Chury: Muy bien Petras, ha sido un gusto muy grande reencontrarme contigo en el diálogo. Te estoy enviando un abrazo en nombre de la audiencia desde aquí, desde Montevideo, Uruguay y la promesa de reencontrarnos el próximo lunes…
Petras: Bueno, está bien. Y bienvenido Chury, estás mucho más energético hoy, creo que las vacaciones te hace bien…
Chury: Bueno, es posible que sí.
Un abrazo Petras…
Petras: Un abrazo Chury, a los oyentes también.

Transcribimos el análisis de James Petras del lunes 3 de marzo que usted puede volver a escuchar aquí:
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Ofensiva fascista de Estados Unidos y Europa


Luis Bilbao  americaxxi.com.ve
Escalada: una misma política tuvo resultados diferentes en Caracas y en Kiev. En ambos casos, las potencias imperialistas apelaron a un arma ya utilizada antes en momentos de extrema crisis: el fascismo. En Ucrania éste adoptó sin tapujos el rostro del antisemitismo, extendido ahora contra la minoría rusa. La Revolución Bolivariana resistió exitosamente el embate. No ocurrió lo mismo con el gobierno ucraniano. En aquellas latitudes crece el riesgo de una guerra de la Otan contra Rusia. Aquí, la repetida derrota de Washington se prolongará con nuevas y cada vez más violentas agresiones, dificultada por el respaldo de 120 países del Noal, buena parte de América Latina, más China y Rusia, al gobierno de Nicolás Maduro. Las tensiones entre la Casa Blanca y las capitales del Sur se agravan al extremo. Por detrás, asoma su feo rostro la crisis capitalista.
Otro laurel de gloria para la Revolución Bolivariana. Bien mirado, no cabría mayor homenaje en el primer aniversario de la muerte de Hugo Chávez: pueblo y gobierno de Venezuela en lucha franca y victoriosa contra la ofensiva fascista de los estrategas imperiales.
Otro ‘Cantar de gesta’, esta vez latinoamericano y en honor de Chávez, quien como el Cid campeador sigue ganando batallas después de muerto.
A su modo, en involuntaria ofrenda, también Washington rinde tributo a la memoria del Libertador socialista: tras masticar el polvo de la derrota en dos elecciones posteriores a su muerte, los agentes locales apelan a la violencia de escasos adherentes, movilizados con argucias en base a dificultades reales, pero actuantes sólo por obra de mercenarios locales y extranjeros.
Empujada por la Casa Blanca y un ala de la oposición interna Venezuela se asomó a la tragedia de una guerra civil. Sectores medios y altos de la oposición pudieron ver de cerca el espectro que amenazó al país y los dejaba a ellos al borde de un abismo mortal. Retrocedieron. De acuerdo con un precepto tan antiguo como la guerra (“a enemigo que huye, puente de plata”), el presidente Nicolás Maduro les ofreció una vía de salida para la emergencia: la Conferencia Nacional de Paz. Excepto uno, todos acudieron a la cita. Y farfullaron excusas, ante el rostro severo, elocuente, de las máximas autoridades nacionales. Con 19 muertos a cuesta, la embestida destinada a iniciar una confrontación militar interna quedó aislada.
Resta un foco en retirada en San Cristóbal. La capital del Estado Táchira, territorio fronterizo con Colombia, fue escogida por los hombres de gris del Departamento de Estado para desencadenar acciones armadas. Encabezada por agentes fascistas, Leopoldo López y María Machado, con el respaldo de escuadras paramilitares del país vecino, se logró ocupar la ciudad. El objetivo era declarar a Táchira “territorio liberado”. Allí López pretendía escenificar una parodia de “gobierno provisional”. Washington estaría allí para “defender la democracia”. La llave de la operación fue el alcalde opositor, Daniel Ceballos, cobijado bajo la sigla partidaria de López, Voluntad Popular. El gobierno ordenó la detención de López por haber proclamado el derrocamiento de Maduro. Hay más nombres directamente involucrados y una cantidad a la expectativa, ansiosa tras bambalinas, presta a saltar en una u otra dirección según el curso de los acontecimientos. También hubo, como ya ha comenzado a develarse, miembros infiltrados en organismos de seguridad, que actuaron siguiendo órdenes de fuera y provocaron muertes necesarias para el intento de sublevación y la campaña mundial: seis de ellos están presos.
La base de sustentación del plan tenía dos puntos de apoyo: uno, paramilitares colombianos (los temibles “paracos”) como fuerza vertebradora de la oposición fascista apoyada en grupos estudiantiles, acompañados por infiltrados en órganos de gobierno y seguridad; otro, la más desaforada campaña de prensa mundial que se haya visto en la historia de la guerra, destinada a mostrar lo indemostrable: un pueblo alzado contra un dictador.
Una cosa es ocultar, tergiversar y mentir, tareas en las que está altamente entrenada la gran prensa comercial del planeta y en las que obtiene permanentes victorias. Otra, bien diferente, es fabricar una realidad inexistente y convencer al mundo con ella. No lo lograron. Al menos por ahora.
Amplias franjas de la opinión pública en Europa y Estados Unidos, incluso en buena parte de América Latina, pueden estar convencidas de que Maduro es un tenebroso dictador, quien con respaldo de ávidos militares brutales oprime a las masas, saquea al país en su beneficio, cercena la libertad de prensa y hunde la economía en un desastre con efectos devastadores para las mayorías. Pero por el simple y fácilmente comprobable hecho de que nada esto ocurre en la vida cotidiana del país, el conjunto abrumador de la población –incluido grandes sectores de la oposición– no tienen esa convicción y, por el contrario, asumen una certeza inversa. Así, el periodismo sin apego a los hechos queda expuesto en toda su venal irresponsabilidad, pierde credibilidad y fracasa como herramienta para defender el capitalismo y vehiculizar sus grandes operaciones contrarrevolucionarias.
Eso ocurrió desde el 12 de febrero y hasta las vísperas del aniversario de la muerte de Chávez. Y se combinó con el espanto de una burguesía local que vio de frente y a nada de distancia una sólida conjunción de gobierno, fuerza armada, milicias, partidos revolucionarios y masas organizadas, dispuesta a defender la continuidad de la Revolución en combate franco. Arrastrado el país a una guerra lo más saliente no hubiese sido la arremetida devastadora contra los mercenarios en Táchira, sino la aceleración del paso de la Revolución y la transición al socialismo, a expensas no sólo de los bienes y prebendas de las clases altas.
Guerra o paz
Ese espectro ominoso lo palparon también intelectuales, periodistas, profesionales y funcionarios, quienes cambiaron drásticamente de tono y se aferraron a la propuesta de paz como a un clavo ardiente. Estaban convencidos de que la ofensiva derrumbaría sin combate a Maduro y acabaría con la Revolución. Como tantos, dentro y fuera de Venezuela, vivían en la ilusión de que el país podía volver a la supuesta normalidad de la IV República. No comprenden el significado histórico de la Revolución Bolivariana, no tienen conciencia de la gravedad de la crisis capitalista mundial y, en consecuencia, no saben dónde apoyan sus pies. Pero a la conciencia la reemplaza el instinto cuando la situación es extrema: en cuestión de horas vociferantes opositores comprobaron que para hacer retrogradar una revolución es preciso una guerra. Y que esta revolución, pacífica, está armada y resuelta al combate. La primera orden del instinto es la autoprotección. De modo que se lanzaron con fruición al puente tendido por Maduro.
Así, López y su consorte en el fascio caricaturesco, quedaron solos. Con el exclusivo apoyo del gobierno estadounidense, que exigió la liberación de su fantoche y, como respuesta, perdió tres diplomáticos pillados in fraganti en la conspiración. Amenazado de muerte por sus socios más cercanos, el ultramontano ex miembro de Tradición Familia y Propiedad, ahora travestido como socialdemócrata, optó por entregarse mansamente. También él vio de cerca lo que le esperaba. Y prefirió la garantía de sus enemigos a la traición y la muerte en manos de sus amigos: una grabación captada por organismos de inteligencia expuso públicamente a dos jefes opositores programando el asesinato de López. Medios recalcitrantes del hemisferio pasaron por alto este hecho, en sí mismo definitivo, y redoblaron su campaña de calumnias.
A la Conferencia de Paz le siguió una rápida y efectiva ofensiva diplomática el canciller Elías Jaua. Simultáneamente, en los últimos días de febrero, el ministro de Petróleo y Minería, presidente de Pdvsa y vicepresidente para la Economía, Rafael Ramírez, viajó para entrevistarse con los gobiernos de China y Rusia. Con esta panoplia Maduro recuperó la iniciativa en toda la línea y arrinconó a los guerreristas.
Mientras se redactan estas líneas, en el día del primer aniversario de muerte del comandante Chávez, la imponente manifestación popular, coronada con un desfile militar de inequívoca significación, prueban la consistencia de esa iniciativa que tiene dos objetivos de ejecución inmediata, aparte la extinción de los focos paramilitares, en palabras de Maduro: consolidar la victoria de la paz y concretar la revolución económica.
Teoría y práctica de la transición
No será fácil para el Presidente y la Dirección político-militar de la Revolución Bolivariana corregir las distorsiones de la economía en transición. Lo saben partidarios y enemigos del gobierno. Maduro ha explicado que, como continuidad obligada de la revolución política y la posterior revolución social desarrollada en Venezuela desde 1999, ahora se abre la fase de la revolución económica. Ese objetivo choca con obstáculos objetivos y subjetivos. Como ha ocurrido una y otra vez desde que en 1917 Rusia ensayó el primer salto más allá del sistema capitalista desde una conformación socioeconómica signada por el atraso en relación con las economías más avanzadas de su época, Venezuela afronta la combinación de ese atraso relativo con la desmesurada riqueza petrolera y las profundas huellas que esa rémora deja en la sociedad y en sus expresiones políticas. Además, debe cargar con décadas de anquilosamiento, tergiversación y degradación del pensamiento económico anticapitalista a escala mundial. No es exagerado afirmar que, salvo alguna excepción que confirma la regla, la teoría económica que se identifica con el marxismo está empantanada a tal punto que en lugar de iluminar, oscurece; en lugar de orientar, extravía. Y, como se sabe, sin teoría revolucionaria, al cabo no hay acción revolucionaria efectiva. De modo que, a la par de verse obligada a cargar con la desigualdad en el desarrollo del accionar anticapitalista en América Latina y en el resto del mundo, Venezuela se ve afectada por la distancia entre el punto alcanzado en la marcha de la transformación social y la media mundial del desarrollo teórico para comprender y conducir la transición. Y eso ocurre en el marco de una furiosa embestida imperialista.
Tras la escalada guerrerista
Ya es inocultable la falacia según la cual los centros de la economía mundial remontaron la crisis detonada en 2008. Está a la vista que la Unión Europea, Japón y Estados Unidos, muy lejos de retomar la senda del crecimiento continúan en el estancamiento o la recesión, ahora con indicios de deflación ya señalados a tiempo por la presidente del FMI, Christine Lagarde. Pese a ello, bajo la amenaza de un estallido financiero, la Reserva Federal cambió de rumbo y con nueva titular reduce la emisión desenfrenada (única palanca con la que se impidió el pase de la recesión a la depresión) y comienza a aumentar la tasa de interés, un mazazo a plazo fijo para las economías subordinadas. China, por su parte, no regresa a los índices que la convirtieron en el motor de la economía mundial, mientras India, Brasil, Turquía y otros países de rango similar acompañan la caída verificada en los centros metropolitanos. El nuevo año se inicia con signos elocuentes: más de 3 billones (3 millones de millones) de dólares se evaporaron en el primer mes de 2014 al compás de una caída del índice S&P 500 de casi el 5%, de alrededor del 14% para el Nikkey y del 9% para Msci, que mide el nivel de los absurdamente llamados “mercados emergentes”. Febrero no revirtió esa dinámica. Pero esos sacudones apenas reflejan el desacompasado ritmo de la economía mundial; tanto menos el desbarajuste sin precedentes del sistema financiero.
Es en ese contexto que Estados Unidos despliega una contraofensiva general. Por un lado, en el terreno económico se lanza tras un Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) con 11 países del área, mientras simultáneamente procura una Sociedad Transatlántica de Comercio e Inversión (Ttip) con la Unión Europea. Para que este doble movimiento sea efectivo en el propósito de frenar la caída y reubicar a Washington en el centro del poder económico planetario, es imperativo incorporar a América Latina, lo cual implica doblegar la resistencia de dos fuerzas centrales que por razones diferentes se interponen en ese camino: Venezuela y Brasil. Aquél, aunado con los países del Alba; éste, como fuerza predominante en el Mercosur.
En esta proyección estratégica estadounidense se inscriben el golpe de Estado en Ucrania y el intento de detonar una guerra interna en Venezuela. En Kiev la Casa Blanca pudo considerarse vencedora. Pero al precio de incendiar un país que tiene indestructibles lazos históricos y actuales con la Federación Rusa. En otras palabras: Estados Unidos avanza hacia la guerra en el este europeo. Y se topa allí con la conducta prudente pero resuelta de Moscú. Mutatis mutandi, otro tanto ocurre en Venezuela, donde el gobierno revolucionario tuvo la templanza y la eficacia para no caer en la trampa tendida en Táchira (y, como parodia, en el este de Caracas).
No es pensable que el imperialismo ceje en su empeño por derrocar a Maduro, puesto que es una obligación dictada por la crisis irreversible del sistema. Y esto tiene consecuencias insoslayables para Venezuela, pero también para el resto de América Latina.
La crisis que empuja a Washington produce simultáneamente la agonía de los pujos neodesarrollistas ensayados por varios gobiernos de la región, los cuales ahora se encuentran ante los límites implacables de un keynesianismo de utilería (es decir, de la teoría para salvar el capitalismo en los países centrales, aplicada con arrestos progresistas en países periféricos), a la vez que se desencadena una nueva escalada librecambista desde la Casa Blanca.
Así como al interior de Venezuela la oposición no puede enmascarar su posición contrarrevolucionaria con un antifaz democrático, al sur del Río Bravo es imposible una política soberana disociada de una estrategia revolucionaria y de transición anticapitalista. Las opciones son insoslayables y perentorias.
Como en los últimos 15 años, Venezuela está cumpliendo con su responsabilidad histórica ante el mundo. No podría imaginarse mayor homenaje a la memoria del comandante caído en combate. Resta saber cómo actuarán no ya los gobiernos, sino los pueblos y sus vanguardias en América Latina.
Fuente: http://www.americaxxi.com.ve/notas/ver/p-strong-ofensiva-fascista-de-estados-unidos-y-europa-strong-p-p-strong-nbsp-strong-p

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