MORAL Y LUCES

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viernes, 8 de enero de 2016

Diomedes: PLD, preservemos ese legado (1 de 2)





Por DIÓMEDES NÚÑEZ POLANCO
-I-
Los lamentables sucesos escenificados durante las elecciones primarias parciales del Partido de la Liberación Dominicana en Santiago y en el distrito municipal de Pescadería, Barahona, con hechos trágicos, y en otras ciudades con impugnación a sus resultados, como en La Vega, en Santo Domingo Norte y en San Cristóbal, han sorprendido a la sociedad dominicana, acostumbrada a presenciar las actividades de los peledeístas como muy organizadas y disciplinadas, en fin, un partido con una trayectoria modélica en los campos político, social y cultural.



El mismo presidente de la República, Danilo Medina, “lamentó los incidentes ocurridos durante las primarias del PLD, y calificó de bochornoso el incidente en el que murió una persona en Barahona y otra en Santiago…”.

El Presidente del PLD, Leonel Fernández, respondió alarmado por los sucesos, y observó que culminaron “contrario a la tradición de organización y disciplina del partido fundado por el profesor Juan Bosch, en actos de desórdenes y violencia”.

Y de manera oficial, en rueda de prensa, el martes 15 de diciembre, dos días después de los hechos, se presentaron el presidente del Partido, Leonel Fernández, y el secretario general, Reinaldo Pared Pérez, para dar a conocer la declaración, firmada por ellos y el presidente de la República, Danilo Medina, condenando los hechos y procediendo “a empoderar a la Comisión Nacional Electoral para que en un plazo perentorio realice una investigación rigurosa y exhaustiva, a los fines de que sean expulsados, de manera sumaria y deshonrosa, todos aquellos que, sin importar procedencia ni jerarquía, hayan participado en los referidos actos de perturbación”.

Como causas inmediatas de los sucesos del 13 de diciembre pasado, se han señalado varias debilidades del proceso electoral interno. Pero en esta ocasión no nos detendremos en esos casos. Pretendemos destacar las razones que han generado, como antecedentes más lejanos, esas actuaciones inconcebibles en un partido fundado por Juan Bosch con el objeto de concluir la obra redentora iniciada por Juan Pablo Duarte y los Trinitarios en 1844 y de llevar cabo la liberación nacional.

Las causas de los sucesos señalados se hallan en el hecho de que al modificarse en el 6to. Congreso Ordinario Juan Bosch los métodos de la formación política y la organización del partido, no fueron aplicadas, de manera sistemática, las resoluciones llamadas a garantizar, desde la perspectiva de ése y otros Congresos Ordinarios, como fueron el 7mo. y el 8vo. Congresos Rafael Kasse Acta (2005) y Comandante Norge Botello (2015), respectivamente, como garantía de la continuidad de las líneas maestras partidarias en las referidas áreas.

Aunque en el 6to. Congreso Juan Bosch se eliminaron los Círculos de Estudio, como requisito para obtener la condición de miembro del PLD, los Estatutos establecen entre los deberes de sus militantes, en el artículo 9, acápite b, “estudiar, defender y propagar la teoría, los objetivos estratégicos y las posiciones tácticas del Partido”. Y en el acápite h: “mantener el interés por el desarrollo político a través del estudio y la experiencias que da la práctica”.

El artículo 6 de los Estatutos, establece que “El Boschismo constituye la teoría oficial del Partido, entendida como un conjunto de principios, interpretaciones de acontecimientos históricos, sociológicos, políticos e ideológicos, métodos y lineamientos organizativos desarrollados y explicados en la obra política del Profesor Juan Bosch, así como su ejemplar vida patriótica e intelectual”.

Todo está escrito; solo ha faltado su aplicación, desde las más altas esferas de la organización. Ya explicaba el presidente del partido, Leonel Fernández, en su reciente artículo (Listín Diario, … 21-12-15), El futuro del PLD, la razón por la que no se han llevado a la práctica varios de los mandatos de los Congresos peledeístas.

Así, en el prefacio que escribimos al libro de Rafael Grullón, PLD post Bosch, expresamos que “Las situaciones que han afectado el Partido no tienen que ver con la apertura en sí; más bien, con los procedimientos: es una cuestión operativa. Hizo falta, desde el inicio, que se siguiera un control de calidad.
“Como sucede en el campo industrial: el mecanismo de control de calidad al que es sometida la producción, garantiza el logro de un producto óptimo”.

Bosch dejó claro el tipo de partido al que aspiraba. La masificación no era el problema. En la Conferencia Salvador Allende, celebrada en mayo de 1974, fue planteado el tema organizativo:
“Que todo el esfuerzo político del Partido vaya dirigido a crear las bases para ser una fundamental fuerza de masas, con política de masas, desde una sólida organización de cuadros”.

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