MORAL Y LUCES

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miércoles, 1 de mayo de 2019

Venezuela: el Golpe que no fue




La suerte de la Revolución Bolivariana depende del pueblo y de la velocidad con que se recuperen los espacios de soberanía e independencia en Latinoamérica.

En psiquiatría hay un término que se llama “idea deliroide”. Es aquella previa al delirio, que exagera en la mente aquello que nos sirve para alimentar esperanza o espantar el miedo, y nos impide razonar correctamente. No depende del coeficiente intelectual, sino de lo afectivo. El psiquiatra venezolano José Mata afirma que con las personas que experimentan este fenómeno es muy difícil hablar, porque no escuchan.

En la madrugada de este martes, las figuras aisladas, sombrías y tensas de los dirigentes opositores Juan Guaidó y Leopoldo López sobre la autopista central de Caracas (Francisco Fajardo) en el distribuidor vial de Altamira, una zona acomodada del este de la ciudad, no anticipaban nada nuevo para la aventura golpista lanzada un poco antes con ayuda de un grupo de unos 30 oficiales y suboficiales de la Guardia Nacional Bolivariana y el Servicio Bolivariano de Inteligencia.

La novedad principal era López en la calle, porque estaba cumpliendo una condena en modalidad domiciliaria y obviamente se había escapado. Un simbolismo: se dijo que Guaidó había decretado un indulto, y que la policía lo había acatado. Pero todo empezó mal, porque empezó con mentiras. Allí López anunció por twitter que se encontraba en “La Carlota”, para sembrar la idea -después ampliamente difundida- de que un alzamiento militar había reconocido la autoridad del diputado Guaidó, autoproclamado presidente, y se ocupaba la base aérea Francisco de Miranda, conocida como... La Carlota.

Nunca entraron a la base aérea. Tal vez jamás se hubiese sabido esto de no haber estado allí, siempre oportuna y valiente, la periodista de TeleSUR Madeleine García.

A López y Guaidó se sumaron pronto algunos aliados, diputados de la Asamblea Nacional, y se quedaron un rato allí pidiendo con aparente desesperación por las redes sociales que "todo el pueblo" fuera a respaldarlos. La respuesta se demoró y no alcanzó a ser masiva en ningún momento del día. Ya cerca de las ocho de la mañana, cuando debía estar todo empezando, en realidad ya habia terminado.

La idea sobrevalorada

La idea deliroide, en este caso, parece haber sido la esperanza de que las aguerridas proclamas de las redes sociales se materializaran en ir a poner el pecho en un posible combate sin final asegurado: la clase media, como se sabe por múltiples estudios, se caracteriza por ser temerosa y cauta, como los perros chicos que ladran detrás de las rejas. Y colateral a esta idea, aquella otra de que al ver a sus colegas alzados y respaldados por centenares de miles, los oficiales y soldados de la base aérea les iban a abrir las puertas para atrincherarse allí y generar un efecto dominó en las Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Nada de esto ocurrió. Peor aun (para Guaidó y López): la mayorìa de los militares participantes en la aventura se escaparon pronto de allí y se metieron a la base. Dijeron haber sido engañados por algunos de sus superiores con una supuesta operación en un establecimiento penal, en que el punto inicial de marcha sería el distribuidor Altamira.

Guaidó y López se retiraron a una plaza cercana, la de Altamira, un antiguo bastión de las protestas violentas y dejaron a sus seguidores en la autopista, atacando con piedras y molotovs la base aérea. Y también con balas: un coronel resultó severamente herido en el cuello. Pero este escenario, que se repitió por horas, es el mismo de 2014, 2016 y 2017: había pasado de golpe de Estado a tema de orden público.

A esta altura, el palacio presidencial de Miraflores estaba ya seguro, masivamente resguardado por decenas de miles de chavistas.

La prensa internacional no quiso enterarse de nada de esto. Siguieron gran parte del día, en toda América Latina y el mundo, repitiendo las consignas de Guaidó: que esta era la fase final de la “Operación Libertad”, que en todo el país se estaba movilizando el pueblo, que 90 por ciento de la Fuerza Armada repudiaba a la “dictadura” y que su victoria era cuestión de horas. En fin uno más de los muchos “Días D” prometidos a los segudiores de la oposición.

Silenciosos se mantuvieron a lo largo del día también la mayoría de los dirigentes "progresistas" latinoamericanos, a quienes no parece perturbarles el prospecto de una dictadura de ultraderecha en Venezuela. El excanciller chileno Heraldo Muñoz, uno de los artífices del grupo de Lima, sacó la voz al fin de la jornada oara sentenciar lo que se sabía desde las 8 de la mañana: que el golpe había fracasado.

Como es de rigor, Estados Unidos, a través del secretario de Estado, Mike Pompeo, no tardó en apoyar el “putsch”, como hicieron después los gobiernos de Argentina, Chile y en particular el presidente colombiano Iván Duque. Se realizó de urgencia una reuniòn virtual del Grupo de Lima, y se convocó a una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (de donde Venezuela se retiró el sábado 27 en el plazo exacto de dos años tras la denuncia del tratado de afiliación), y a un encuentro fisico de los cancilleres del mismo Grupo de Lima para el viernes 3 de mayo.

López: el agua fría

El chorro de agua fría llegó a media tarde, cuando se supo que Leopoldo López, en vez de participar en la vanguardia de la "gran Operación Libertad", se introdujo a la misión diplomática chilena como "huésped", en situación similar a la de otro integrante de la "patrulla juvenil" de la derecha venezolana, Freddy Guevara, desde 2017. Se conoció también que en la embajada de Brasil se refugiaron 25 de los militares golpistas.

En un extraño giro, López dejaría más tarde la legación chilena para trasladarse a la de España (no parece tan brutal la persecución de Maduro después de todo), porque -según el canciller chileno, Roberto Ampuero, no había espacio con los otros huéspedes. Es vox pópuli en la Cancillerìa chilena que Guevara ha convertido la residencia diplomática en un espacio propio, con alimentación, servidumbre, jardines y piscina gratis.

Ya Guevara había confesado la semana anterior, en una entrevista con un diario chileno, que utilizaba la residencia diplomática como centro de reuniones para derribar al gobierno venezolano. Este martes, la eurodiputada española Beatriz Becerra, entusiasta partidaria de una invasión norteamericana a Venezuela, destacó el papel que podrìa jugar esa Embajada a partir de ahora como centro de operaciones para el golpe de Estado, aprovechando el status diplomático de un país que no reconoce al gobierno de Nicolás Maduro.

Se abrieron entonces conjeturas acerca de si todo el operativo no ftuvo otro fin que el de rescatar a López y hacerlo retomar su liderazgo de la extrema derecha, tal vez porque Guaidó, deliroide, se había comenzado a tomar en serio su papel de presidente imaginario.

Si el plan era atrincherarse en la base aérea de La Carlota -una "cabeza de playa" donde levantar bandera- se asemeja notablemente a la aventura de la "ayuda humanitaria" lanzada desde Colombia el 23 de febrero, en que se lanzaron tres camiones y muchedumbres lanzando piedras y bombas molotov en ambos lados de la frontera para sobrepasar a la guardia y posiblemente pedir desde "territorio liberado" una intervención extranjera.

El fracaso del golpe causó una reacción furibunda del Secretario de Estado norteamericano, que atribuyó la lealtad de los militares venezolanos a.... ¡Cuba!, y anunció aun más bloqueo y ataques contra la isla socialista en el Caribe. Algo que requerirá una vivaz imaginación, puesto que en días recientes Washington extremó las sanciones anticubanas, extendiéndolas a cualquier Gobierno o empresa del mundo que comercie con ese país.

El pueblo venezolano -tal como el cubano- ha derrotado todas las maniobras y conspiraciones, pero el bloqueo norteamericano le hace pagar un altísimo precio. Recientemente Caracas publicó algunas cifras del costo en vidas -decenas de miles- por los embargos a medicamentos y medicinas, asi como el robo abierto de recursos financieros y activos venezolanos en Estados Unidos e Inglaterra.

Con la solidaridad de Rusia, China, Irán, Turquía y otros países, Venezuela corre una carrera contra el tiempo: la guerra desatada en su contra aceleró velozmente la descomposición de la arquitectura jurìdica e institucional mundial. Un nuevo orden planetario se gesta sobre la caida en picada del neoliberalismo como sistema único y Estados Unidos como líder económico indiscutido; el capitalismo se reestructura y aparecen fuerzas centrífugas.

Estados Unidos pelea en Venezuela por la hegemonía en su patio trasero, con la ayuda de sujetos como Piñera, Macri, Bolsonaro y Duque. Resucita para ello la "doctrina Monroe" ("América para los americanos"), y ejerce todas las presiones imaginables para impedir que Rusia, China e Irán efectúen negocios en la región, con agendas no intervencionistas en los asuntos internos del los Estados.

Los golpes son duros, pero el sistema se resquebraja. Tambalean los gobiernos neoliberales en América latina y Europa. La suerte de la Revolución Bolivariana depende en primer lugar del pueblo venezolano, pero también de la velocidad con que se recuperen los espacios de soberanía e independencia en la regiòn latinoamericana y en el mundo.

Escrito por el periodista, Alejandro Kirk.

martes, 30 de abril de 2019

Frei Betto: Oligopolio digital y otros temas

martes, 9 de abril de 2019

Walter Martínez entrevista al Comandante Fidel Castro

Cuito Cuanavale ó cuando Cuba barrió al Apartheid

Chavez: Caso Libia y le habla a Europa

La batalla por la alimentación del futuro

Alejandro Nadal, La Jornada

¿Cómo vamos a asegurar la alimentación de una población de 8 mil 500 millones de personas para 2030? La mayoría de la población piensa que la única forma de lograrlo es mediante la agricultura comercial de gran escala, que hoy domina el mercado mundial de alimentos. Esa es la respuesta equivocada.

La lucha por los alimentos de mañana comienza hoy. La forma de producirlos en la actualidad afecta la producción de una alimentación nutritiva y un medio ambiente saludable en el futuro. La agricultura comercial de gran escala, intensiva en capital y en insumos agroquímicos, no solamente no es la respuesta a las necesidades de producción y conservación, sino pone en peligro el abasto alimentario mundial del futuro. Es urgente revalorizar la agricultura que se rige por los principios de la producción agroecológica.

En Estados Unidos se ha publicado un libro de gran valor por el investigador Timothy A. Wise. Su título es Eating tomorrow y es el resultado de cinco años de investigaciones en México, Estados Unidos y varios países africanos (Zambia, Malawi y Mozambique). La línea conductora del análisis es la pregunta sobre los sistemas agrícolas para alimentar a una población mundial en crecimiento. La respuesta se orienta de manera convincente hacia la agricultura de pequeña escala, que hoy sigue dominando la producción mundial de alimentos (70 por ciento de los producidos en el planeta proviene de la agricultura campesina). Esta actividad productiva se desarrolla en unidades pequeñas, y aunque con frecuencia se trata de tierras que no son de la mejor calidad las técnicas de manejo de suelos, agua y recursos genéticos de estos pequeños productores les permiten obtener rendimientos suficientes para satisfacer las necesidades familiares y llevar excedentes al mercado.

Las técnicas de producción de esos productores pobres descansan en un saber campesino milenario basado en la agrobiodiversidad. Esa forma de producción va contra casi todos los principios de la producción capitalista, que prefiere la uniformización (monocultivo), la mecanización y el uso intensivo de agroquímicos (fertilizantes y plaguicidas). La producción comercial en grandes unidades es la que mejor se presta para aplicar los principios que privilegian la generación de ganancias antes que la de alimentos. Pero esa rentabilidad del complejo agrícola capitalista está dejando un rastro tóxico en el medio ambiente. El mejor ejemplo es el estado de Iowa, en Estados Unidos, que Wise califica de epicentro de una catástrofe ecológica y social.

Las corporaciones que dominan la producción agrícola y ganadera en Estados Unidos manejan las unidades productivas como si fueran una fábrica de telas. Lo que importa es la rentabilidad. Pero el complejo de la agroindustria sigue degradando acuíferos con nitratos, plaguicidas, patógenos, desechos farmacéuticos y hormonas. Un resultado es la llamada zona muerta, en el Golfo de México, producida por el escurrimiento de nutrientes provenientes de la agricultura comercial de gran escala. Además, las prácticas de roturación y monocultivo siguen teniendo un impacto que deteriora las propiedades productivas de la tierra. En ese esquema la producción agrícola se encuentra entrelazada con gigantescas fábricas de carne, en las que millones de cerdos y pollos son objeto de un proceso de hacinamiento extremo con una huella tóxica de dimensiones bíblicas.

El problema no es sólo ambiental. Aunque muchas unidades de producción siguen siendo propiedad de una familia, la verdad es que esos propietarios no controlan el proceso productivo. La mezcla de producto (agrícola y ganadero), así como los insumos necesarios, así como cuándo llevar todo el producto al mercado, son decisiones que las familias no controlan: son las grandes corporaciones las que determinan las líneas de producción y la combinación de insumos.

Esas grandes corporaciones dominan los mercados de semillas, granos, carne, fertilizantes y plaguicidas. Están integradas horizontal y verticalmente, y los nombres de estos gigantes son bien conocidos: Monsanto, Dupont, Syngenta, Cargill, Archer Daniels, Tyson, Smithfield. Las familias propietarias de granjas se han convertido en una especie de vasallos medievales de estas corporaciones. Y aunque el american dream tiene un lugarcito bucólico para las familias dueñas de un predio, la verdad es que hoy la mayor parte de esas familias recibe ingresos anuales insuficientes para cubrir el costo de operación bajo los parámetros impuestos por estas grandes corporaciones. Muchas familias viven por debajo de la línea de pobreza y han perdido sus tierras. Estados Unidos tiene ya desde hace años un problema agrario de grandes dimensiones.

El análisis de Tim Wise muestra cómo la política agrícola tiene años castigando la pequeña agricultura y otorga privilegios exorbitantes a las grandes corporaciones. El costo puede ser muy alto, pues está en juego la sustentabilidad de la producción de alimentos en todo el planeta.

martes, 2 de abril de 2019

Con lo de Venezuel el horno no esta para galleticas

¿EE.UU. pierde su patio trasero?
Rusia y China respaldan a Venezuela y cambian el juego
Álvaro Verzi Rangel
Rusia reitera su apoyo al pueblo de Venezuela al advertir sobre la posibilidad de una invasión estadounidense en suelo venezolano.

Rusia reitera su apoyo al pueblo de Venezuela al advertir sobre la posibilidad de una invasión estadounidense en suelo venezolano. | Foto: Reuters

Publicado 9 enero 2019


Rusia y China dejaron claro esta semana que hay que tomarlos en cuenta y son básicos para la solución de la crisis de Venezuela. La línea de fuego la corrió Rusia, que hoy está en frente del patio trasero de EEUU y el fantasma de la Crisis de los Misiles de octubre de1962 atemoriza al mundo entero.

Los analistas y los diplomáticos se mantienen alertas: EEUU perdió a Venezuela ya que Rusia corrió la línea de fuego a Suramérica y el Caribe y la llevó al propio territorio de los aliadosde Washington, tras obligar a salir a los estadounidenses de Siria.

Desviando la atención de Venezuela, EEUU rompió con décadas de consenso mundial y se convierte en el primer país en reconocer la soberanía de Israel sobre una área siria que ocupa desde 1967. El presidente Donald Trump, firmó un decreto por el que reconoce oficialmente la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, medida que justificó por lo que calificó como las agresivas acciones de Irán y de grupos terroristas contra Israel.

“Esto es algo que debería haberse hecho hace muchas décadas”, dijo Trump al rubricar la proclamación presidencial, junto al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca. La ONU advirtió, sin embargo, que la decisión estadounidense no cambia en absoluto el estatus internacional de esta zona arrebatada a Siria en 1967.

Volviendo a la crisis latinoamericano-caribeña, el gobierno chino replicó al consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton: "América Latina no es propiedad de ningún país ni tampoco es el patio trasero de ningún Estado", dijo el portavoz de la cancillería chinal Geng Shuang. Bolton había declarado que "EEUU no tolerará la injerencia de potencias militares extranjeras hostiles en los objetivos compartidos del hemisferio occidental" en alusión a dos aviones de Rusia que llegaran a Venezuela.

Washington insiste en que Latinoamérica y el Caribe es su patio trasero y necesita a la región porque va perdiendo la competición contra China y Rusia. Desconoce que los países son soberanos e independientes y pueden decidir por ellos mismos con qué naciones cooperar.

El gobierno estadounidense mantiene desde 2017 un bloqueo financiero contra Venezuela que prohíbe las transacciones con el gobierno de ese país y la petrolera estatal PDVSA (le congeló siete mil millones de dólars yh bloqueó todas los pagos de empresas estadounidenses por el petróleo venezolano) y en noviembre de 2018, la Casa Blanca prohibió a sus compañías realizar transacciones con el oro venezolano.

Sin dudas, la crisis en Venezuela responde a intereses económicos y geopolíticos de EEUU, que usa al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó para llevar adelante sus apetencias, recurriendo incluso a sanciones secundarias a países que no están en conflicto con el gobierno constitucional de Caracas.

Estados Unidos trató de dividir el mundo en una reunión en Roma entre su asesor, el genocida Elliott Abrams y el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia Serguéi Riabkov, en busca de una “solución para Venezuela”, que pasó a ser protagonista en esta lucha por la hegemonía mundial. Pero no hubo acuerdo alguno.Riabkov, tras señalar la "inadmisibilidad" de una intervención militar en Venezuela, dijo que “la conversación fue difícil, pero franca” y agregó que “por nuestra parte tenemos una mejor comprensión de la postura de EEUU al respecto”. Rusia ya ha manifestado que no aceptaría una intervención militar en Venezuela: esa misma semana arribaron a Venezuela dos aviones rusos que transportaban personal y equipo técnico militar.

EEUU comprendió que deberá sentarse con Putin a negociar y en ese diálogo Venezuela estará en el medio. La ONU volvió a reconocer a Maduro como el legítimo presidente y Washington debió llamar al jefe de las fuerzas militares venezolanas para pedirle permiso para retirar a los últimos funcionarios de lo que era su embajada y pidió ser escoltados hacia el aeropuerto .

Los analistas señalan recientes hechos mundiales relacionados con Venezuela que dejan claro que el país es hoy protagonista de un resurgimiento de la llamada Guerra Fría entre las potencias, solo que esta vez no son dos bloques, sino tres: Estados Unidos, Rusia y China., con una tensión creciente alimentada por las políticas agresivas del gobierno de Donald Trump.

En la reunión de la Organización de Países Productores de Petróleo en Bakú, Arzebaijian, el ministro de Petróleo declaraba que Venezuela dejaba de vender crudo a India concentrándose únicamente en la venta de petróleo a China y Rusia. Lo cierto es que India recibió un ataque desde Paquistán, orquestado por la CIA estadounidenses, para “convencerlos” de no comerciar con Venezuela.

Paralelamente, el gobierno chino negó la visa a Ricardo Hausmann, representante de Venezuela designado por Guaido ante el Banco Interamericano de Desarrollo, para participar en la asamblea del organismo en China. Más allá del desconocimiento a Guidó, la reunión fue suspendida.

Hay que recordar que los principales socios en el Banco Interamericano de Desarrollo, dirigido por el neoliberal colombiano Moreno Ocampo, son EEUU con 30%, Argentina y Brasil con 11 cada uno, la Unión Europea con 10% : todos ellos habían manifestado el apoyo incondicional a Guaidó y Hausmann, un exministro de Carlos Andrés Pérez (depuesto por corrupción) y funcionario de organismo internacionales..

En este ajedrez geopolítico mundial, no se puede olvidar que en EEUU existe una gran polémica interna por la supuesta intervención de Rusia en las elecciones del 2016 –las investigaciones del fiscal no hayan encontrado pruebas de la presunta conspiración- y que luego del fracaso de las reuniones con Corea del Norte y el tema del muro fronterizo con México, Trump arriesga mucho en un acuerdo comercial con China.

Venezuela firmó con Rusia un contrato de casi 300 mil millones de dólares para el suministro de petróleo pagado por adelantado y otro por 40 mil millones de dólares con los chinos por el petróleo.

Obviamente, a Washington poco le interesa el pueblo venezolano. De lo intenta es el asalto de los más de 300.000 millones de barriles de la reserva petrolera prioritaria del mundo. Pero la historia reciente muestra que EEUU no han podido ganar una intervención solos (lo han hecho con aliados y al momento de repartir el botín el fracaso fue nefasto, ejemplo en Irak y Libia).

Estados Unidos perdió la vía diplomática que desechó desde el principio y, siguiendo la lógica geopolítica, sólo le resta la guerra. No tiene margen de maniobra mayor de Naciones Unidas, y donde Rusia y China cuentan con poder de veto y también suma en contra a los países que han sufrido impacto por intervenciones de la OTAN.

Colombia (socia de la OTAN), que hasta intentó coparticipar en una invasión a Venezuela, es la más preocupada hoy. El poder militar venezolano, superior al colombiano, se ve ahora reforzado por el apoyo ruso, y Bogotá teme que el conflicto se desplace de la frontera norte a la retaguardia colombiana, explotando eventualmente en alguna base propia o estadounidense.

Estados Unidos es consciente que Venezuela con el apoyo ruso y chino, no es Panamá, Granada, Irak o Libia.

Álvaro Verzi Rangel: Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)


Venezuela, el último clavo en el ataúd de EEUU y la OTAN.




Los gritos de falsimedia no pueden hacernos perder la orientación, ni desistir del análisis sosegado que cada individuo nos debemos a nosotros mismos.
El Espejo, es un canal que intenta contribuir a destapar toda la falsedad y las mentiras con las que falsimedia tienen alienados a una gran parte de las poblaciones, el ser humano es un ser libre con derecho a pensamiento propio, y este solo se puede reordenar conociendo la verdad que nos rodea, solo la verdad nos puede hacer libres, si destapamos las mentiras del sistema, podremos derribar sus muros construidos a base de ladrillos invisibles de anti inteligencia con el fin de que no adquiramos conciencia de clase, una conciencia de clase que nos abriría los ojos para ver mas allá del muro, lo que nos haría preguntarnos ¿porque hay clases dominantes? Y sobretodo. Si esa clase dominante tienen a los de mi clase subyugados, ¿Porqué la defiendo?.
EL ESPEJO


viernes, 29 de marzo de 2019

El inevitable declive estratégico de Estados Unidos II

Donald Trump, presidente de EEUU

El inevitable declive estratégico de Estados Unidos II

© AP Photo / Evan Vucci
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Sergio Rodríguez Gelfenstein
 Sergio Rodríguez Gelfenstein
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En los últimos cinco siglos, la victoria y el éxito de cualquier poder planetario o el desplome de otro ha sido consecuencia de largas luchas en el terreno militar, pero de la misma manera en el desarrollo de estos fenómenos contradictorios ha ejercido gran influencia el uso más o menos eficaz de los recursos económicos y productivos del Estado.
En la introducción de su libro 'Auge y caída de las grandes potencias', el historiador británico Paul Kennedy explica la interacción entre economía y estrategia en la medida que las potencias luchan por aumentar su riqueza y poder para "llegar a ser (o por seguir siendo) ricos y fuertes". Kennedy afirma que en los últimos cinco siglos, la victoria y el éxito de cualquier poder planetario o el desplome de otro, ha sido consecuencia de largas luchas en el terreno militar, pero, de la misma manera, en el desarrollo de estos fenómenos contradictorios ha ejercido gran influencia el uso más o menos eficaz de los recursos económicos y productivos del Estado en el momento de la contienda bélica de una parte y, de otra, la forma en que la economía de ese Estado había optimizado o declinado en relación con la de otras potencias que también han ejercido liderazgo en el período precedente.
En el marco de las relaciones internacionales, los especialistas no se han puesto de acuerdo en cuanto a la periodización posterior al fin de la Guerra Fría y el mundo bipolar. Como he dicho en otras ocasiones, después de la desaparición de la Unión Soviética, el mundo vivió durante los últimos años del siglo pasado una década de caos en que pugnaron la intención de Estados Unidos de imponer un mundo unipolar y el interés de la mayoría de la humanidad de avanzar hacia un sistema multipolar de cooperación y paz.
Esta contradicción solo pudo resolverse a favor de la potencia norteamericana tras las acciones terroristas del 11 de septiembre de 2001, que permitieron a Estados Unidos forzar la unipolaridad. Todo comenzó a marchar acorde los compases de la orquesta que se dirigía desde Washington hasta que la crisis económica y financiera que estalló en 2008 paralizó esa historia que según Fukuyama había llegado a su fin.
Vistas así las cosas, el período precedente al que se refiere Kennedy podría interpretarse como el que se inició en 1991, el que comenzó en 2001, o como el que se gestó a partir de 2008, pero si nos atenemos a lo que explicaba Armando Negrete, economista de la UNAM de México, al que nos referimos en la nota de la semana pasada, en realidad debemos estudiarlo desde la década de los 60 del siglo pasado, momento en que se originó la tendencia a la baja de la economía estadounidense.
En ese contexto, el desarrollo de China y el de Estados Unidos han caminado en direcciones opuestas. Mientras que desde 1980, China ha crecido a un promedio de 9,6% anual, teniendo picos de 15,2% en 1984 y 14,2% en 1992 y 2007 y su año más bajo en 1990 con el 3,9%, hay que tener en cuenta que su PIB en paridad de poder adquisitivo superó al de Estados Unidos en 2014.
Es cierto que el año pasado, 2018, China creció 'solo' el 6,4%, pero Estados Unidos lo hizo a un lejano 2,9%. Estas cifras son las que nos dan el marco en el que debemos observar este fenómeno.
Los procesos de desintegración de los poderes imperiales transcurren a través de largos lapsos de tiempo en dependencia de múltiples factores que concurren a acelerarlos o retardarlos; sin embargo, su decadencia es inexorable. Al estudiar muestras del pasado, algunas similitudes respecto al presente producen considerable asombro.
Por ejemplo, en el prolongado proceso de debacle del Imperio romano, uno de los más poderosos y extendidos de la historia, fue evidente el desprecio que este sentía hacia las tribus de su periferia a los que siendo caracterizados, nunca pudieron conquistar, entre ellos celtas, francos, suevos, burgundios, ostrogodos, visigodos y otros. Ya en ese momento se les describía como "bárbaros", lo cual significaba "forasteros".
Por supuesto que había una patente superioridad de Roma en cuanto a la organización social respecto de las tribus del norte de Europa, pero esto no se manifestaba en el terreno propio de la guerra donde tenían fuerte influencia factores de carácter subjetivo que llevaban a conceder inusitada relevancia técnica a un armamento que a todas luces era inferior. Algo parecido ocurrió en el siglo XX en la guerra de liberación emprendida por Vietnam contra Estados Unidos.
Roma fue incapaz de solventar la oposición que hicieron las tribus del norte basadas en un desarrollo cultural y una literatura sin igual que le permitió elaborar y aprender el uso de ingeniosas armas defensivas, además de poseer una gran destreza, una extraordinaria capacidad de lucha y resistencia y probado valor en el combate. Vale decir que aquellos que vencieron el acoso de Roma no se apuraron en tratar de copiar los adelantos que le permitían sostener su hegemonía.
Aunque cueste comprenderlo, la paciencia fue una virtud decisiva en la capacidad de hacer desistir a Roma de sus intentos de expansión, hasta lograr su debilitamiento y derrota. No 

obstante, la caída del Imperio romano significó una transformación estructural de la civilización, también es cierto que la irrupción de otros pueblos, oxigenaron el mundo del pasado que se abrió a nuevas ideas y nuevas culturas.
© SPUTNIK /
EEUU, ¿qué tal si donas "un par de Estados" a Israel?

En el mundo eurocéntrico y proestadounidense de hoy, donde se trata de hacer suponer que es imposible la vida al margen de la 'cultura' de Estados Unidos que hace esfuerzos inusitados por su universalización, este aspecto también debe considerarse parte importante de la conflictividad mundial, sobre todo en el enfrentamiento a civilizaciones tan antiguas y tan poderosas culturalmente hablando como la china, la india y la persa, por ejemplo, frente a la cual Estados Unidos pretende mostrar a Walt Disney, las hamburguesas, los chicles y la Coca Cola, como símbolos supremo de su infinita superioridad.

Finalmente, y al igual que en la actualidad, el problema que condujo al fin de Roma como imperio hegemónico fue su incapacidad de controlar un territorio de 13,5 millones de km² a pesar de que construyeron 75.000 km de caminos para comunicar todos los rincones de tan extensa área. Las principales ciudades se erigieron alrededor del Mediterráneo y en los márgenes de los extensos ríos europeos a fin de solventar por vía marítima y fluvial el gran problema que entrañaba el transporte para el sostenimiento del Estado y para dar continuidad al esfuerzo bélico que suponía ese objetivo y su permanente necesidad de expansión.
© AP PHOTO / MATTHIAS SCHRADER

Por eso, hoy también es explicable el interés en los estrechos y canales a través del mundo: Bab el Mandeb, Suez, Malaca, el Bósforo, los Dardanelos, Ormuz y Gibraltar, por eso la constante tensión en los mares de la China Meridional y Oriental, por eso la permanente vigilancia sobre Panamá, el estrecho de Magallanes y la posesión de las Malvinas y las islas del Atlántico sur.

En los mares y océanos, en la capacidad de transporte a través de ellos y por tanto en sus posibilidades de controlarlos se juega la hegemonía estratégica del planeta. Es la razón más importante por la que Estados Unidos resiente del proyecto chino de 'Un cinturón, una ruta' o 'Nueva Ruta de la Seda' que le da a China un lugar envidiable para su relación con Asia, Europa y África y por extensión con América Latina y el Caribe.

Los planes para impedir el desplome de Roma en tiempos del emperador Teodosio II a fines del siglo IV, que se venía intentando desde hacía 250 años, se ejecutaron a través de múltiples ideas y novedosas propuestas que pasaron por la inteligente decisión de paralizar la expansión durante el mandato del emperador Adriano a mediados del segundo siglo de nuestra era. No parece que los emperadores modernos llamados presidentes de Estados Unidos hayan llegado a esa decisión aún, lo cual indudablemente empeorará la situación de la sede imperial, aunque sigan asesinado a cientos de miles de personas a lo largo del mundo. Llegó un momento en el que Roma, que a la sazón contaba con un ejército de 300.000 hombres, no tuvo capacidad económica para seguir haciendo crecer el gasto militar necesario —ya no para expandirse— sino para proteger su territorio.


Las 800 bases militares que Estados Unidos tiene en 177 países le cuestan a los contribuyentes más de 100.000 millones de dólares anuales, eso sin contar los portaviones y los efectivos que se desplazan temporalmente fuera de su país, y que hicieron que Trump haya solicitado un presupuesto de 750.000 millones de dólares para el año 2020, podrían crear una ficticia situación de control global inquebrantable sobre la base de un endeudamiento creciente, lo cual es posible mientras Estados Unidos sea dueño de la máquina que elabora el dinero del planeta, pero esto también está comenzando a modificarse toda vez que el comercio entre Rusia y China y otros países se ha empezado a hacer con monedas distintas al dólar. Su debacle y pérdida de hegemonía es cosa de tiempo.

Mientras tanto, necesitan mantener su amenazante presencia militar en todo el planeta. En tiempos de Roma, su incapacidad de defender el territorio imperial condujo a que el ejército se viera obligado a reclutar a aquellos 'salvajes' que había enfrentado quienes aportaron novedosas formas de combate. En tiempos recientes, Estados Unidos creó grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico para enfrentar a sus adversarios de turno, al mismo tiempo que los caracterizaba como enemigos irreconciliables y organizaciones terroristas.
© AP PHOTO / YONHAP/ JIN SUNG-CHUL

En otras ocasiones ha recurrido a la utilización de empresas que reclutan mercenarios para cumplir sus objetivos sin el riesgo de participación de sus propios soldados. Por supuesto, estas empresas están prohibidas, pero contradictoriamente existen legalmente en Estados Unidos y otros países de Europa enganchando soldados de fortuna en variados países entre los que destacan Colombia, Chile e Israel, naciones plenamente subordinadas a Estados Unidos que poseen fuerzas armadas aliadas de este para realizar acciones al margen del derecho internacional a cambio de impunidad en la represión y oscuros negocios multimillonarios al interior de sus países. Por último, Estados Unidos a través de sus agencias ha destinado ingentes cantidades de recursos para la contratación de delincuentes y lumpen que ayuden a desestabilizar gobiernos que no se subordinan a su mandato como los de Nicaragua y Venezuela.

Las similitudes son evidentes, la descomposición es la misma y las acciones son similares aunque los procesos de declive hayan sido distintos, entre otras cosas porque han ocurrido en épocas separadas por más de un milenio de la historia de una humanidad que solo busca tener condiciones mínimas de subsistencia en este planeta que supuestamente es de todos.


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK Y LOS TEXTOS ESTÁN AUTOEDITADOS POR LOS PROPIOS BLOGUEROS

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DANIEL BALCÁCER: EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

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