MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

martes, 28 de marzo de 2017

A 100 años de la Revolución Rusa

https://es.rt.com/50rh



"Lenin estaría sorprendido de encontrarse convertido en momia" dice su biógrafo

¿Por qué el líder bolchevique casi no tenía amigos? ¿Quién estaba detrás de la campaña de los periódicos rusos que lo acusaban de "espía alemán"? Las respuestas a esta y otras preguntas están en esta entrevista exclusiva de RT.


"Lenin estaría sorprendido de encontrarse convertido en momia" dice su biógrafo
Peter OtsupSputnik
2017 está marcado por el centenario de dos históricas revoluciones que se produjeron en Rusia. La primera, la Revolución de Febrero, acabó con el Imperio zarista; la segunda, la de Octubre, dio inicio a la Rusia Soviética.
Los acontecimientos que se produjeron 1917 son inimaginables sin la personalidad del líder de los bolcheviques, Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin. RT se ha reunido con el escritor y crítico literario Lev Danilkin, que publica en primavera una nueva biografía sobre el revolucionario.
Empezó a trabajar sobre su libro hace cinco años. ¿Por qué es tan importante hoy la figura de Lenin?
La sociedad no ha conseguido ponerse de acuerdo sobre Lenin, 'descifrar' el siglo XX a través de su figura. A pesar de que existe un número infinito de biografías sobre su persona, si ahora, en el año 2017, uno quiere saber cómo relacionar a Lenin con los últimos acontecimientos –desde las 'caídas' de sus monumentos en Ucrania hasta las elecciones de Trump–, no lo conseguirá. Mi intención fue escribir un libro revisando su figura y la del leninismo teniendo en cuenta la historia del siglo XX y de principios del XXI.
En una entrevista, dijo que Lenin no era muy agradable a la hora de comunicarse. ¿Qué quiere decir?
Era un polemista. Daba mucha importancia a los matices, a las pequeñas diferencias. Por eso su entorno le detestaba. Era un compañero poco fiable. Por ejemplo, cuando era presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, en una sesión podía apoyar un punto de vista, pero cambiar de opinión con facilidad poco después. Se puede decir que no tenía amigos. Sin embargo, esto quedó compensado con una gran cantidad de amistades femeninas.
Hablando de mujeres, la personalidad de su esposa, Nadezhda Krúpskaya, queda a menudo en un segundo plano. ¿Qué papel tuvo en el destino de Lenin?
La imagen que existe en la sociedad respecto a Krúpskaya no se corresponde con la realidad. Fue criptóloga profesional, secretaria personal de Lenin y también durante muchos años secretaria del Comité Central para la fracción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR). Esto significa que toda la correspondencia se realizaba a través de ella. Este era un trabajo muy complicado, y lo hizo de manera brillante. Además, es posible que ella fuera la verdadera autora de varias obras que se atribuyen a Lenin. Fue independiente, tenía sus propias ideas acerca de la política y sabía cómo manejar a las personas de su entorno. Es una figura muy interesante.
Lenin se vio obligado a pasar varios años en exilio en Europa Occidental¿Cómo se ganaban la vida los revolucionarios de carrera?
Vivían en una pobreza total, eran todos unos andrajosos. En unas memorias se cuenta una anécdota que ocurrió en una cantina suiza que los emigrantes rusos bolcheviques abrieron 'para los suyos'. Un artista que estaba de paso dejó ahí su maleta. La abrieron y encontraron un pantalón. ¡Esto fue una suerte increíble para ellos! También existen memorias que relatan que incluso en Rusia, entre 1903 y 1905, algunos no podían salir a la calle porque literalmente tenían un pantalón para cada cinco personas. Vivían en una pobreza tan grande que no la podemos ni imaginar.
Cuando Lenin partió al exilio ya había publicado "El desarrollo del capitalismo en Rusia", por lo que ya tenía un nombre y pudo ganarse la vida escribiendo artículos, lo que le distinguió de la mayoría de sus colegas. Lenin nunca vivió con holgura, pero recibía dinero de su madre, que tenía una pensión bastante buena.
La madre de Krúpskaya también tenía un pequeño capital, y gracias a eso Lenin y su esposa podían llegar a fin de mes. Desde 1912 hasta 1914, Lenin estuvo empleado en el periódico 'Pravda' (rotativo oficial de los bolcheviques), pero cuando se retrasaba su sueldo, tenían un problema.
Las circunstancias en las cuales Lenin volvió de Suiza a Rusia continuan planteando cuestiones. ¿Qué papel jugaron las autoridades alemanes en su regreso?
Lenin consideraba que los socialistas debían no solo estar en contra de la participación rusa en la Primera Guerra Mundial, sino también fomentar una derrota del Gobierno de su país. Para él, esta postura era una forma de reconducir la guerra y dirigirla hacia la burguesía.
La campaña en los periódicos rusos que acusaba a Lenin de ser un espía alemán empezó en julio de 1917 y estuvo inspirada por las embajadas extranjeras en San Petersburgo. Los ingleses y los franceses estaban muy preocupados porque Lenin trataba de sacar a Rusia de la guerra.
Es absurdo que Lenin llegara a Rusia en el 'vagón precintado' con dinero recibido de los alemanes. El único aspecto dudoso relacionado con el retorno de Lenin a Rusia es lo rápido que empezó a trabajar la prensa de los bolcheviques. Es por ello que circularon rumores de que los alemanes pudieron haber comprado una imprenta a los revolucionarios, pero esto nunca se logró probar.
¿Habría tenido lugar la Revolución de Octubre sin Lenin?
En una reunión de los bolcheviques celebrada apenas dos semanas antes, Lenin literalmente 'forzó' la decisión. El inicio de la revuelta en octubre es obra de Lenin. Sin embargo, creo que de todas formas habría comenzado una guerra civil, ya que la situación era cada vez peor en el país.
El Gobierno provisional no tuvo ninguna posibilidad de mantenerse en el poder porque no resolvió el principal problema que provocó la revolución, el problema de la salida de la guerra. Los únicos que sabían cómo hacerlo y que estaban preparados para hacerlo fueron los bolcheviques. Entre finales de noviembre y principios de enero, les encomendaron esa terrible y dura misión.
Después de la muerte de Lenin, su cuerpo fue trasladado a un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú. ¿Qué opinaría Lenin sobre esa idea?
Creo que estaría muy sorprendido de encontrarse convertido en una momia. La decisión de embalsamarlo estuvo relacionada con el descubrimiento de la tumba de Tutankamón por el británico Howard Carter en 1922, tras el cual la 'egiptomanía' se infiltró en todas las esferas de cultura. 
Ha estudiado en detalle tanto la vida como la personalidad de Lenin. ¿Qué cualidades considera que definían mejor su persona?
Era una persona muy alegre, divertida e irónica. A pesar de que dormían muy poco, a los bolcheviques les alegraba sentir que estaban transformando el viejo mundo en un nuevo. En otoño de 1917, los bancos se negaron a prestar dinero a los bolcheviques, y los revolucionarios protestaron circulando con autos con música alta, realizando auténticas 'performance' y 'flashmobs' frente al edificio del Banco Central.
No obstante, existía un peculiaridad que distinguía a Lenin de otros bolcheviques. Antes de tomar una decisión política importante, podía ponerse a releer a Marx. En 1914, en vez de participar en las manifestaciones contra la guerra, se pasó varios meses en encerrado en una biblioteca, estudiando y tomando notas sobre las obras de Hegel. Se apoyaba en la filosofía para tomar decisiones de la vida diaria, para aplicarla en la vida real. Eso era un rasgo único suyo.
Vadim Moiséyev

jueves, 23 de marzo de 2017

El dilema de dos partidos, el Partido Comunista Chino y el PLD en RD



Al igual que en el Partido Comunista Chino, en el PLD República Dominicana  han estado surgiendo de manera espontánea grupos y movimientos con una actitud crítica hacia los dirigentes de la cúpula  que hoy quieren reescribir la historia de un partido cuyo líder y fundador  viajó a mejor vida con la creencia de que le dejaba a su pueblo un instrumento de lucha para que los dominicanos alcanzara mejores niveles de vida, progreso y justicia social.

La sangre sigue hirviendo

Hace casi un año os hablé de la conmemoración del 50 aniversario de la Revolución Cultural y de cómo el poder intentaba hacer todo lo posible porque pasase desapercibido para la población. No lo logró. En China hay un movimiento, cada vez mayor, que critica el capitalismo y lo que supone. Entre otras cosas, el intento nada oculto de reescribir la historia de China.

La resistencia se agranda y ya comienza a haber una gran grieta entre el sector dominante dentro del Partido Comunista y las bases militantes (84 millones de afiliados). Incluso entre el PCCh y la gente normal y corriente que, sin militar en el mismo, no comparte ese intento de reescribir la historia. Eso se visibiliza todos los años en la conmemoración del nacimiento de Mao Zedong, cada vez más masiva, cada vez más participativa y cada vez más combativa. Esta conmemoración se ha convertido en el grano en el culo del sector dominante, en todo un desafío que no se sabe muy bien cómo parar.

No hace mucho tiempo os hablaba de la rebelión en las universidades y de la campaña "Más Marx, menos Occidente" que ha logrado paralizar, al menos, la expansión del sistema occidental en ellas en detrimento del propio. No hace mucho tiempo os hablaba de la rebelión de las bases contra quienes dentro del Partido critican aspectos claves de la historia de China como, por ejemplo, dar más importancia a la represión de Mao que a la invasión japonesa.

La situación, sin ser explosiva para el sector dominante del PCCh, sí es preocupante. Tanto que se ha visto obligado a abordar una modificación del Código Civil en el que se va a incorporar una norma que penaliza "el insulto a los héroes y mártires de la Revolución y la distorsión de sus hazañas".

Estos días se ha estado celebrando la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular en la que se han adoptado cuestiones de calado, como la que hace referencia, por primera vez en la milenaria historia del país, a la disposición de China de "hacer frente a situaciones complicadas y graves tanto dentro como fuera del país como consecuencia de los cambios profundos que se están produciendo en el orden mundial". Ya hablaré con más detenimiento de ello, pero esta frase pone de manifiesto que se ha terminado del todo la paciencia china con Occidente, especialmente con EEUU.

Junto a la reunión de la ANP se ha celebrado la del Consejo Consultivo Político Popular y es aquí donde se ha tomado la decisión de modificar el Código Civil en la línea de lo que os he mencionado. La modificación no va a ser inmediata, sino que está previsto que entre en vigor en el año 2020 y con ella se quiere "evitar las falsificaciones históricas". Lo curioso del tema es que se hace utilizando como precedente lo ocurrido tras la desaparición de la URSS y el revisionismo que se introdujo en la mayoría de los países ex-socialistas en los que la Historia ha sido re-interpretada. El caso de Ucrania es el más emblemático, pero lo mismo ocurre en Polonia y en los países bálticos.

El CCPP dice que "varias veces al año" China es víctima de "ataques" en este sentido con una finalidad que va mucho más allá de un revisionismo o falsificación de la historia, puesto que "el gran objetivo es minar o socavar la credibilidad del gobierno". Y dado que el gobierno está en manos del PCCh, lo que hay que hacer es minar la credibilidad de los referentes históricos, de esos héroes y heroínas que forjaron la República Popular. "El espíritu de sacrifico de los revolucionarios comunistas, como se ejemplificó en la Larga Marcha, no se puede poner en cuestión", dice ahora el CCPP. Supongo que no hace falta hablar de la Larga Marcha, buscadlo por ahí porque es muy instructivo.

En China se conoce a los críticos con el sistema, especialmente a quienes critican a Mao por "los horrores de la Revolución Cultural" -entre quienes hasta hace un año estaba el propio sector dominante del PCCh- como "nihilistas históricos". A ellos se refirió a finales del año pasado Xi Jinping, el presidente chino, al referirse a la necesidad de "reforzar la visión de la historia del Partido" y puso como ejemplo lo ocurrido en Rusia. "que se ha olvidado de los héroes revolucionarios". Jinping tiene razón, pero no del todo como puso de manifiesto una reciente encuesta sobre qué dirigentes son los más valorados en los 100 años transcurridos desde la Revolución de Octubre. Os recuerdo que los dirigentes soviéticos salían muy bien parados

Los dirigentes chinos están viendo las orejas al lobo desde hace tiempo. Hasta hace un año "el frente maoísta estaba tranquilo, pero ahora ha repuntado", dice un destacado dirigente chino. A ellos no les cabe otra que sumarse a la ola popular si no quieren que, como los tsunamis, se los lleve por delante.

También tienen presente lo ocurrido en Rusia y en los países ex-socialistas tras la desaparición de la URSS. La revisión de la historia es fundamental para justificar todo tipo de desmanes capitalistas y antisocialistas, como dicen los chinos. Así que ellos ahora, primero, se curan en salud ante sus bases y una gran parte del pueblo chino y, segundo, evitan entrar en un proceso de "desestalinización", es decir, en un proceso de "desmaoización" que acabe no sólo con su legado sino con la propia historia del país. Sobre todo porque en la conmemoración popular del nacimiento de Mao se vieron cosas como éstas, dando predominancia a la bandera con la hoz y el martillo frente a la del país. La foto de arriba, desfile en el pueblo de Shaoshan, donde nació Mao. En la de abajo, manifestación contra las medidas educativas del gobierno.





O esta otra. Hasta el año pasado, como digo,  era muy raro ver en cualquier acto público, del PCCh o no, interpretar el considerado himno de la Revolución Cultural, "Navegar por los mares depende del timonel", y ahora es un clásico de todo tipo de celebraciones. Incluso en los conciertos se programa esta canción ya de forma normal. Buscad un poco. Yo os dejo con una representación popular de esa canción que se hizo en septiembre del año pasado. Eso es lo importante. Y fijaos en los componentes, al menos de dos generaciones. La sangre sigue hirviendo en China, veremos si desborda el recipiente.


El Lince

miércoles, 22 de marzo de 2017

EL PROGRESISTA: JUAN BOSCH: "UNA MANCHA EN LA HISTORIA DE LAS NACI...

 JUAN BOSCH: "UNA MANCHA EN LA HISTORIA DE LAS NACIONES UNIDAS.

 BOSCH : CAUSAS Y ORIGEN DE LA DIVISIÓN DE COREA EN DOS COREAS, LA DEL NORTE Y LA DEL SUR.

Huerfanos buscando latas junto la via del tren en Seul.
J

JUAN BOSCH (OCTUBRE DE 1969)


¿Qué diría el llamado Mundo Libre si una nación tan vieja como España o Francia quedara dividida en dos, una mitad de sus hijos enfrentada a la otra y rota toda suerte de comunicaciones entre ellos?


Pues bien, Corea, nación mucho más antigua que España y que Francia, con más de cuatro mil años ininterrumpidos de historienos en el terreno legal, de la división de Corea. Ella la sancionó desde el primer día y ella sigue sancionándola. a, se halla dividida desde 1945 y el llamado Mundo Libre parece no darle importancia a ese hecho. Al contrario, las Naciones Unidas, que son la más alta elaboración política de la sociedad moderna, es la mayor responsable, al m








En Corea, los Estados Unidos actúan y las Naciones Unidas dan el visto bueno y los miembros de la organización aceptan ese estado de cosas como si se tratara de algo normal, lógico y consecuente con los principios del elevado organismo mundial.


Corea fue ocupada por Japón en 1910 y liberada por sus propios hijos después de una larga lucha que había comenzado a raíz de la ocupación japonesa. Esa lucha empezó a tomar cuerpo a partir de 1932, cuando el actual presidente Kim Il Sung, entonces un joven de apenas 20 años, organizó la guerra de guerrillas contra el Imperio del Sol Naciente.


La liberación de Corea quedó terminada y declarada ante el mundo el 15 de agosto de 1945. Sin embargo, unas semanas después, invocando los acuerdos de Postdam, los Estados Unidos desembarcaron tropas en toda la región sur de Corea, y Douglas MacArthur proclamó, con su característica arrogancia, propia de un general del siglo XVII, que “todos los poderes del gobierno sobre el territorio de Corea, al sur del paralelo 38 de latitud norte, y sobre el pueblo que lo habita, serán... ejercidos bajo mi autoridad. Todas las personas obedecerán sin condición mis órdenes, o las órdenes dictadas con mi autoridad”; y agregaba que la resistencia “a las fuerzas de ocupación o cualesquiera actos que puedan perturbar el orden público y la seguridad serán castigados severamente y sin excepción”. El sello del conquistador aparecía al final de la proclama, en los párrafos donde decía: “Para todos los fines, mientras dure la administración militar, el inglés será el idioma oficial”.






El genocida del General Mc. Arthur isnpeccionando tropas en Kimpo, en un jepp cerca de la comandancia de Yang Yang, aproximadamente 15 millas al norte del paralelo 38, April 3, 1951.



Es bueno recordar ese documento porque puede suceder que la gente olvide, o simplemente se niegue a creerlo, que hace apenas 25 años había un Comandante en Jefe norteamericano que utilizaba el lenguaje proconsular. Ahora bien, ese lenguaje era la consagración escrita de toda una política internacional basada en el clásico poder de los cañones. Así, a cañonazos y con proclamas parecidas se habían llevado a cabo y se habían legalizado la división y hasta la aniquilación de muchos pueblos.


Para liquidar la época en que esos métodos parecían normales las mayores potencias del mundo organizaron las Naciones Unidas e invitaron a participar en su seno a todos los países de la tierra. ¿Cómo se explica, pues, que las Naciones Unidas aceptaran lo que se hizo en Corea y le dieran el visto bueno?


Esta es una pregunta para la cual las Naciones Unidas no tienen respuesta. Lo que se ha hecho en Corea bajo su nombre es precisamente todo lo contrario de lo que la organización mundial representa, de manera que al aceptarlo como bueno y válido y al respaldarlo, las Naciones Unidas actuaron contra su propia razón de existir y perdieron el derecho a hablar en nombre de un orden mundial basado en la justicia.


He aquí en pocas líneas la historia de lo que hicieron las Naciones Unidas en Corea: En 1947, el régimen militar norteamericano en Corea del Sur convocó a elecciones de Congreso y presidente de la República, con lo cual se creaba la llamada República de Corea del Sur, opuesta a la de Corea del Norte, y la Asamblea General de las Naciones Unidas legalizó esa medida mediante el acuerdo de colocar bajo la supervisión de una denominada Comisión Coreana de las Naciones Unidas las elecciones hechas bajo la autoridad norteamericana. Esa comisión estuvo funcionando hasta el año de 1950, cuando en su Quinta Sesión la Asamblea General de la ONU creó la UNCURK, siglas de la United Nations Comission for the Unification and Rehabilitación of Corea. Es decir, primero se creó una comisión para dividir a Corea y luego otra para unirla, sólo que la última fue —y sigue siendo— inoperante.






Campo de prisioneros de guerra de Naciones Unida en Pusan​​, el campamento incluye a los prisioneros de Corea del Norte Abril de 1951.



En las elecciones celebradas el 10 de mayo de 1948, que fueron, como se ha dicho, convocadas por el gobierno militar norteamericano y legalizadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, resultó elegido presidente de la nueva República Singman Rhee, nacido en Corea pero ciudadano de los Estados Unidos por formación y por inclinación, pues se había cambiado el nombre para norteamericanizarlo. Al tomar el poder lo hizo comprometido a servir la política militar de los Estados Unidos a través del “Acuerdo temporal administrativo sobre asuntos militares y seguridad pública para ser ejecutado en el período provisional”, largo y complicado nombre que se le dio a un acuerdo concluido el 24 de agosto (1948) en virtud del cual el “presidente de la República de Corea... no ejercerá control sobre regiones y facilidades (bahía, cuarteles, ferrocarriles, líneas de comunicación, aeropuertos y otras semejantes) que sean considerados necesarios para (el uso de) el ejército de los Estados Unidos” [primer paréntesis, en el texto, y segundo mío, JB] y se le confiaba al Comandante del Ejército de los Estados Unidos en la República de Corea la responsabilidad de comandar todas “las Fuerzas de Seguridad de la República de Corea compuestas por todas las policías existentes, las guardias de costas y las fuerzas de la Defensa Nacional”.


Por si todo eso fuera poco, el 10 de diciembre de 1948 se hizo el “Acuerdo de ayuda República de Corea-Estados Unidos”, por el cual Corea del Sur se comprometía a aceptar que a cambio de la ayuda que recibiera, el gobierno norteamericano podría controlar todas las actividades económicas del país, incluyendo las tasas de cambio, las exportaciones y las importaciones, y hasta el derecho de racionar los alimentos. Ese acuerdo fue ampliado el 26 de enero de 1950 con el de “Defensa Mutua y Ayuda”, mediante el cual el gobierno de Corea del Sur se comprometió a “producir y transferir al gobierno de los Estados Unidos en un período determinado una cantidad fija de materias primas y mercancías semimanufacturadas disponibles en Corea del Sur cuando lo requieran los Estados Unidos por causa de su escasez o de una escasez potencial de suministros”.


¿Qué significaban todos estos acuerdos si no era el reconocimiento palmario de que Corea del Sur no era una República independiente, sino una colonia norteamericana? ¿Pueden alegar las Naciones Unidas que ignoraban esos acuerdos? ¿Cómo se explica entonces que aceptaran esa situación y la legalizaran hasta tal punto que cuando comenzó la agresión norteamericana contra Corea del Norte —el 25 de junio de 1950— las Naciones Unidas asumieron la responsabilidad de esa guerra y la convirtieron en una guerra de las Naciones Unidas contra la República Democrática de Corea? El 19 de junio, seis días antes del estallido de la guerra, Foster Dulles, Secretario de Estado de los Estados Unidos, que se hallaba en Corea del Sur, declaró, según dijo la United Press: “Los comunistas perderán al fin su dominio de Corea del Norte”. El mismo día del ataque, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió un acuerdo en que declaraba que Corea del Norte había agredido a Corea del Sur, si bien tiempo después el general MacArthur dejó malparado al Consejo de Seguridad Mundial al declarar ante los Comités de Relaciones Exteriores y de Asuntos Militares del Senado de los Estados Unidos que “el ejército de los Estados Unidos había entrado en acción doce horas antes de que las Naciones Unidas adoptaran la resolución” en que se declaraba agresora a Corea del Norte.


Las Naciones Unidas, o por lo menos su secretario general, no podían ignorar ni las declaraciones de Foster Dulles, que fueron publicadas ampliamente en los Estados Unidos seis días antes de comenzar la guerra, ni el hecho de que cuando se acordó declarar agresora a Corea del Norte las tropas norteamericanas hacía doce horas que habían atacado a Corea del Norte. Si ignoraba esas cosas, la Asamblea General de la ONU estaba actuando irresponsablemente; si no las ignoraba, estaba actuando como un órgano político del gobierno de los Estados Unidos. En ambos casos hay materia para acusar a las Naciones Unidas de falta grave a sus principios constitutivos y de abandono de sus deberes. Pero sucede que esa falta y ese abandono de sus deberes acontecieron hace ya cerca de veinte años y las Naciones Unidas siguen haciendo en Corea el penoso papel que hicieron en 1950.


¿Hay en las Naciones Unidas alguien que pueda decirle al mundo cómo se llama eso?


JUAN BOSCH


Pyongyang, octubre de 1969.










EPISODIOS DE LA GUERRA DE COREA.









La República Popular China había advertido que reaccionaría si las fuerzas de la ONU sobrepasaban el límite de la frontera en el río Amnok. Mao buscó la ayuda soviética y vio la intervención como esencialmente defensiva. "Si nosotros permitimos que los Estados Unidos ocupen toda Corea... debemos estar preparados para que los Estados Unidos declaren... la guerra a China", esto fue lo que le dijo a Stalin. Zhou Enlai fue enviado a Moscú para agregar contundencia a los argumentos de Mao, que habían sido enviados por cable. Mao retrasó sus fuerzas mientras esperaba la ayuda soviética, y por lo tanto el ataque planeado fue pospuesto del 13 de octubre al 19 de octubre. La asistencia soviética se limitó simplemente a proveer apoyo aéreo a 60 mi (96 km) del frente de batalla. Los MiG-15 con los colores de la RPC fueron una desagradable sorpresa para los pilotos de la ONU; mantuvieron la superioridad aérea local contra los F-80 Shooting Starshasta que fueron desplegados los nuevos F-86 Sabres. La intervención de los soviéticos fue conocida por los Estados Unidos, pero prefirieron mantenerse quietos para evitar cualquier incidente internacional y potencialmente nuclear.


Un asalto chino iniciado el 19 de octubre de 1950, bajo el comando del General Peng Dehuai, con 380.000 Tropas de Voluntarios del Ejército Popular de Liberaciónrepelió las tropas de la ONU y las llevó hasta el paralelo 38, la frontera del preconflicto. El asalto chino tomó a las tropas estadounidenses por sorpresa, ya que no había sido declarada la guerra entre la RPC y los Estados Unidos. La retirada del X Cuerpo de Ejército de los Estados Unidos fue la más larga retirada de una unidad estadounidense en la historia.


El 4 de enero de 1951, las fuerzas de China y Corea del Norte capturaron Seúl. La Batalla de la Reserva de Chosin en el invierno fue una terrible derrota para las tropas de las Naciones Unidas, compuestas principalmente por Marines de Estados Unidos. La situación fue tal que MacArthur mencionó que podían usarse armas atómicas, lo cual llegó a alarmar a los aliados de Estados Unidos.


MacArthur fue relevado de la comandancia por el Presidente Truman en 1951. Las razones de esta decisión fueron muchas y bien documentadas. Entre estas estaba la reunión que tuvo MacArthur con el Presidente de la República de China (Taiwán) Chiang Kai-shek haciendo el papel de diplomático de los Estados Unidos. MacArthur también se equivocó en Guam cuando el Presidente Truman le preguntó específicamente sobre el refuerzo de una tropa china que estaba cerca de la frontera con Corea. Además, MacArthur demandó abiertamente un ataque nuclear sobre China. También era rudo y frívolo cuando hablaba con Truman. MacArthur fue reemplazado por el General Matthew Ridgway. (WIKIPEDIA)






PINTURA DE PICASSO "LA MASACRE DE COREA"






«Masacre en Corea».





INTERPRETACIÓN DE LA PINTURA DE PICASSO "LA MASACRE DE COREA"






Una de las intenciones de Picasso en su pintura "LA MASACRE DE COREA" fue la crítica al poder en Occidente, por una deshumanización exagerada.






Presenta una desolación general, con las ruinas al fondo. Las ruinas son un recuerdo de Hiroshima. Tratan de transmitir que los Estados Unidos son los únicos responsables de la guerra de Corea. El río es una frontera que separa a las dos Coreas, a los civiles de los soldados y a las víctimas de sus verdugos. Un contraste mayor entre los dos grupos es visible. Los civiles están desnudos, dibujados con formas redondas y líneas curvas (mujeres y niños solamente) en total oposición con los hombres, rostros ocultos, líneas rectas y quebradizas, evocando la destrucción, la violencia, la agresividad, etc. Este contraste muestra la diferencia entre los hombres y las máquinas.


Distinguimos una graduación en el miedo. De la derecha hacia la izquierda. La niña pequeña que corre, la otra que juega despreocupada. La mujer joven llena de estupor, las madres con el rostro deformado por el terror...


El grupo de soldados representa la fuerza militar. Visible por la desproporción de las armas y tecnicidad aberrante (tres agujeros alrededor de los fusiles no alineados con el trayecto futuro de la bala) la locura de la técnica. Los cascos simbolizan el obcecamiento ideológico. La manipulación de su conciencia por el jefe político, disociado de los otros, rostro que manipula a los hombres sin correr riesgos, los pies girados para huir de la guerra.










Pequeño sentado en la calle, solo y llorando después de que los marines entraran en la ciudad de incheon.







La guerra de Corea 1950-1953







La primera víctima de la guerra fría fue el pueblo coreano. Por primera vez, el enfrentamiento entre el bloque occidental y el bloque comunista vino a concretarse en "una guerra caliente".


La guerra de Corea hunde sus orígenes en el reparto en dos zonas de ocupación de este antiguo protectorado japonés tras la derrota del régimen de Tokio en 1945. Separadas por el paralelo 38º, la ocupación soviética y norteamericana dio lugar al nacimiento de dos regímenes radicalmente enfrentados. Corea del Norte, una dictadura comunista pro-soviética bajo la mano de hierro de Kim il Sung y Corea del Sur, una dictadura de derechas pro-norteamericana bajo la dirección de Syngman Rhee. Cuando las potencias ocupantes se retiren en 1948, la URSS, y en 1949, EE.UU., dos estados antagónicos quedaron frente a frente.


El conflicto se inició con la agresión norcoreana en junio de 1950 a la que respondió la intervención norteamericana en septiembre de ese mismo año. En octubre, tropas chinas entraron en la península en ayuda de Corea del Norte, lo que finalmente llevó una estabilización de los frentes a partir de 1951.











Tropas invasoras americanas en corea agosto 1950.

Desenbarco en Incho por los marines 15 septiembre 1950.



Para romper este empate táctico, el general MacArthur, al frente de las tropas norteamericanas que luchaban bajo el pabellón de la ONU en Corea, llegó a proponer el uso de la bomba atómica y el ataque a China. Estas propuestas precipitaron la reacción del presidente Truman y fue sustituido por el general Ridgway en abril de 1951. Se asistía así de nuevo a lo que ya se había visto en el bloqueo de Berlín: a lo largo de la guerra fría, las dos superpotencias fueron prudentes cuando se entrevió la posibilidad de un enfrentamiento directo entre ambas.


Finalmente, poco después de la muerte de Stalin, en julio de 1953, se firmó el Armisticio en Panmunjong. Se acordó una nueva línea de demarcación que serpentea en torno al paralelo 38º.


La guerra de Corea dio dimensión mundial a la guerra fría y convirtió a Asia en uno de sus escenarios principales. En adelante, conflictos de tipo colonial como la guerra de Indochina, comenzada en 1946 y en la que la guerrilla del Vietminh luchaba contra la potencia colonial francesa, se transformaron en conflictos insertos en la guerra fría.


Estados Unidos, donde el conflicto había alentado la histeria anticomunista orquestada por el senador McCarthy, inició un importante rearme ante el convencimiento del carácter expansionista del comunismo y la evidencia de que los soviéticos poseían la bomba atómica.


HISTORIA SIGLO 20.ORG










Coreanos durante la evacuacion de Hungnam















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El gorila de General Mc. Arthur isnpeccionando tropas de ocupación

































Fotógrafos internacionales cubren la guerra de Corea en 1952. (Foto: Werner Bischof | Magnum Photos)











Cuerpo de marines de los EE.UU. con prisioneros por una calle de un pueblo. 26 de septiembre 1950











Recuerdan expedición perdida de cubanos 1959 para tumbar a Trujillo

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La inmensa mayoría de los cubanos y dominicanos desconoce hoy que jóvenes humildes que derrochaban fervor por Cuba y América ofrendaron la vida en la llamada Expedición perdida de 1959.
Así lo aseveró el director del Instituto de Historia de Cuba, René González Barrios, quien disertó anoche en el capitalino Archivo General de la Nación, como parte de una visita de una semana que realiza a la República Dominicana.
Al referirse a aquel suceso, explicó que un grupo de rebeldes cubanos que intentó apoyar la lucha contra la dictadura trujillista desembarcó por error en Haití y fue diezmado por fuerzas de la tiranía duvalierista.
Como antecedente del suceso citó primero a la expedición antitrujillista liderada por el capitán dominicano Enrique Jiménez Moya y el comandante del Ejército Rebelde Delio Gómez Ochoa, quien desembarcó en República Dominicana en junio de 1959.
De ese hecho quedó para la historia, entre otros, el magnífico testimonio de Delio Gómez Ochoa en su libro “La victoria de los caídos: Constanza, Maimón y Estero Hondo”, publicado primero en Dominicana y años después en Cuba, dijo.
Reconoció que historiadores y protagonistas dominicanos de estos hechos han sido más que enjundiosos en su estudio que sus homólogos cubanos.
Explicó que pocas veces los historiadores se sumergen en explicar la historia de los fracasos y las indisciplinas cuando éstos deberían investigarse y explicarse con lujo de detalles para sacar las enseñanzas necesarias.
Manifestó que al conocerse la noticia en Cuba de la partida del comandante Gómez Ochoa a la patria de Máximo Gómez, un grupo de combatientes del cuarto Frente Simón Bolívar del Ejército Rebelde, que combatió al dictador Fulgencio Batista, bajo sus órdenes decide apoyarlo.
“Lo cierto es que el 10 de agosto de 1959, en una embarcación sustraída de la bahía de Puerto Padre, actual provincia de Las Tunas, zarparon rumbo a República Dominicana 29 combatientes. Ninguno era dominicano”, afirmó.
La dirigían Henry Fuerte, apodado “El argelino”, aunque de origen colombiano, y el mexicano Rangel Guerrero. También formaba parte de la expedición el argentino Jean Pasel Chivichimo, apodado “El gaucho”. El resto de los expedicionarios eran cubanos de la región de Las Tunas y de Holguín, explicó el historiador.
Narró que luego de una seria avería en el puerto de Moa, cambiaron la embarcación y tres días después, faltos de práctico, desembarcaron erróneamente en Haití.
Relató que tan implacables y represivas como fueron las huestes de Rafael Leónidas Trujillo contra los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, fueron las del dictador Francois Duvalier, quien denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) lo que llamó “la invasión cubana”.
La persecución a los expedicionarios se transformó en verdadera cacería, solo cinco sobrevivieron y tras múltiples gestiones diplomáticas fueron devueltos a Cuba, explicó González Barrios.
“Fueron almas solidarias llevadas por el impulso de auxiliar a su jefe o morir con él, en pos de una causa justa: derrotar al régimen de Trujillo”, aseveró.
Precisó que recientemente, en el último Congreso Nacional de Historia, en la ciudad de Holguín, en Cuba, por acuerdo general de los historiadores cubanos se reivindicó esta expedición y a los participantes como héroes cubanos.
Aseguró que aunque aún no existe un análisis integro al de la academia, Maria Antonia Bofill Pérez, maestra jubilada e hija de uno de aquellos héroes (José Antonio Bofill Carbonell), escribió el libro “La olvidada expedición a Santo Domingo, 1959”.
Se trata de un noble homenaje a aquellos apasionados y temerarios revolucionarios que en pos de un bello ideal no calcularon el alcance de sus sueños, indicó.
González dijo que en el 2015 el Archivo General de la Nación de República Dominicana publicó ese libro que pronto también será editado en Cuba.
Manifestó que los hombres de agosto de 1959 avivaron la leyenda, no murieron en vano, pertenecen a la misma estirpe de los que cayeron con el Che en Bolivia o combatieron en Angola, Etiopía y otras misiones gloriosas internacionalistas cubanas.
(Con información de Prensa Latina)

viernes, 17 de marzo de 2017

Eterna amistad: Bosch y Fidel -VII

Diomedes Nuñez Polanco

La presencia del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en Cuba, desde octubre de 1967, y sus aprestos en la preparación de un grupo guerrillero con el propósito de enfrentar al Gobierno de Joaquín Balaguer, hicieron posible una mayor relación o contactos de Juan Bosch con dirigentes del Gobierno cubano y con el propio Fidel Castro. Bosch se enteró formalmente de que Caamaño se hallaba en Cuba, el 6 de enero de 1968, a través de un emisario del líder militar de la Revolución de Abril.
Al conocer el proyecto de naturaleza “foquista” de Caamaño, Bosch y otras fuerzas de izquierda y progresistas dominicanas coordinaron gestiones para impulsar un cambio de actitud del Coronel de Abril, a fin de lograr que se integrara en una acción política más cónsona con la realidad que vivían América Latina y el mundo en ese momento. No sólo que su salida de Europa, concretamente de La Haya, Holanda, donde se le vio por última vez, se producía apenas dos semanas después de la caída del Che Guevara en Bolivia ( el 8 de octubre de 1967), sino el cariz, cada vez más complejo, que tomaba la geopolítica de entonces, en plena guerra fría.

Después de la Revolución Constitucionalista de de 1965, convertida en Guerra Patria, tras la intervención estadounidense, el 28 de abril de ese año, los patriotas que defendieron con pasión y gallardía la soberanía nacional e impulsaban un proyecto transformador para la sociedad dominicana, contaban con un enorme prestigio en el país y en el exterior. De ahí que distintas fuerzas políticas desarrollaran, a finales de la década del 60 y principios de los 70, procesos de alianzas para enfrentar el gobierno encabezado por Joaquín Balaguer.
Para Bosch, Francis Caamaño estaba llamado a jugar un rol especial en ese proceso. Ya en carta del 16 de junio de 1966, le advertía:
“(…). No quisiera que usted se dejara llevar por visiones apasionadas del fenómeno político dominicano. Cualquier acto suyo que no fuera muy meditado podría significar una verdadera catástrofe para este pueblo.
“Estamos trabajando día y noche en organizarnos para servir de escudo al pueblo dominicano y a los muchachos constitucionalistas. Haremos todos los sacrificios que tengamos que hacer para conseguir nuestros propósitos. Pero necesitamos contar con su ayuda, y esa ayuda consiste en mantenerse con la cabeza fría y en que se haga cargo de que usted es la única reserva que tenemos para el porvenir”. (Juan Bosch: Abril y Caamaño -Textos selectos y documentos históricos-, . Matías Bosch C., Editor. Fundación Juan Bosch, Impresora Soto Castillo, Santo Domingo, R.D., p. 248).
En su decisión de compartir con Caamaño su posición ante la nueva situación, don Juan mantuvo correspondencia con el propio Francis y con líderes cubanos; contó con la participación de dirigentes del Partido Comunista Dominicano (PCD), especialmente de Isa Conde y Carlos Dore Cabral, quienes fueron sus intermediarios. Incluso, llegó a escribirle directamente a Fidel Castro, a través del embajador de Cuba en Francia.
Fue así como le llegaron invitaciones para viajar a Cuba. Pero Bosch puso condiciones: en primer lugar, tenía que pedirle autorización al partido para hacer el viaje a Cuba, y en segundo lugar tenía que estar seguro de que ya en Cuba podría ver a Caamaño, y no solo verlo sino hablar con él tantas veces como fuera necesario para convencerlo de que se fuera a Santo Domingo a trabajar dentro del PRD.
“Aproveché después -cuenta don Juan- un viaje de Narciso Isa Conde a Cuba para tratar de que Caamaño saliera de la Isla hermana y se fuera a Vietnam, donde podríamos vernos y tratar el caso dominicano; pero según me contó después Isa Conde en París, Caamaño no accedió a tener esa entrevista conmigo. Yo veía en proceso de liquidación la etapa de fervor revolucionario que se había estado viviendo en toda la América Latina a partir del éxito de la revolución cubana y quería que Caamaño volviera al país y se integrara a la lucha política dentro del Partido Revolucionario Dominicano, donde podía desarrollar con toda amplitud sus capacidades de líder; pero él se negó a aceptar la posibilidad, siquiera, de tratar ese tema conmigo. Caamaño no se sintió nunca perredeísta y además, a pesar de que era el producto de una revolución urbana y de masas, se había hecho “foquista” y era “foquista” de corazón, y de ahí no iba a sacarlo nadie como demostraron los hechos”.

TOMADO DEL PERIÓDICO HOY

miércoles, 15 de marzo de 2017

El rostro físico de la guerra en Siria

Un dron captura la devastación de Alepo al detalle


JUAN BOSCH: MIS RELACIONES CON CAAMAÑO


          ¡¡No a la infamia contra el Profesor Juan Bosch!!!

En los últimos días en el país se ha desatado una campaña de infamia contra la memoria del Profesor Juan Bosch, orquestada por el claudicador  de Claudio Caamaño acusándolo de haber traicionado a Caamaño.   Los grupos mas conservadores y retardatorios del país y el mundo, siempre con su mente maquiavelica, ponen a rodar lodo cloacal contra la imagen de los verdaderos patriotas y luchadores por el porvenir de la humanidad. Para esta malsana empresa siempre utilizan a mercenarios de la política, a falsos luchadores por la libertad de los pueblos. En el siguiente documento escrito por el Profesor Juan Bosch después de la llegada y muerte de Caamaño a la la Republica Dominicana. En este articulo el  Profesor Bosch responde aquellos fariseos que ocultando no se que quisieron enlodar la imagen inmaculada del maestro apóstol Juan Bosch.. .  ¡¡¡No a la infamia contra el Profesor Juan Bosch!!!

Nota: Este Articulo se publico antes de morir el señor Claudio Camaño.

                                                            Profesor Juan Bosch y el Coronel Caamaño
En un articulo que produjo la revista ¡ahora!, No 486, del 5 de marzo de este año bajo el titulo de “Bosch relata la desaparición de Caamaño” conté mis relaciones con el Héroe de abril hasta aquel domingo” ya en el mes de octubre (de 1967)” cuando “Caamaño y su familia salieron hacia Madrid desde Benidorm, donde vivía para esos días. En ese articulo expliqué que al despedirme “me dio un abrazo y me dijo algo que no pude entender. Sin embargo, el abrazo y las palabras se correspondían y tenían una significación especial; no era una despedida simple sino algo más. Fue como si me hubiera dicho que volviéramos a vernos en circunstancias especiales, en otra forma, en otra tierra”, según dije en ese artículo. Y lo cierto es que no volvimos a vernos, aunque faltó poco para que nos viéramos de nuevo; y nuestras relaciones se reanudaron, aunque de manera irregular y por muy poco tiempo, algunos meses del año 1968. Y a esas relaciones cortas e irregulares es a las que voy a referirme en este artículo.

No me seria fácil ahora, a esta distancia de años, cuantos días pasaron desde que Caamaño salió de Benidorm hasta que llegó a Londres; pero deben haber sido pocos porque no debíamos ir por el 15 de octubre cuando se presentó en mi casa una persona que llevaba un mensaje de Caamaño. El mensaje iba dentro de un cigarrillo y era muy corto; en él me anunciaba que el portador me entregaría 500 dólares para que los guardaras para él (Caamaño) podría necesitar en cualquier momento que alguien hiciera viaje a cualquiera otra gestión que él pudiera pedirme. Tal vez dos o tres semanas después de eso, a fines de la primera semana del mes de noviembre, tal como dije en el artículo que reprodujo la revista ¡ahora!, se presentó en Benidorm el capitán Héctor Lachapelle Díaz; y según dijo en el mencionado artículo: “había volado desde Londres hasta Alicante para saber si yo tenia noticias del coronel Caamaño; el Dr. Jottin Cury y Doña Chichita de Caamaño, también en busca de noticias. Cury, Montes Arache, Lachapelle y yo tuvimos largo tiempo realizando punto por punto, y con la mayor atención, todas las posibilidades del caso, y nuestra conclusión fue una: el coronel Caamaño se había ido de Europa por su propia voluntad y después de haber preparado con mucha con mucha anticipación y con mucho cuidado cada uno de sus pasos. No había temor de que le hubiera sucedido o pudiera sucederle una desgracia. Nuestras dudas quedaron sin aclarar sólo en un aspecto. No sabíamos, ni podríamos averiguarlo por el momento, a donde había ido Caamaño.

Lo que no dije de esa entrevista en ese artículo es que en vista de que ni Montes Arache ni Lachapelle Díaz ni Jottin Cury tenía medios para moverse por Europa; yo dispuse de los 500 dólares que Caamaño me había mandado unas tres semanas antes y se los entregué para que los usaran a su mejor saber y entender. A partir de entonces no volví a tener noticias de Caamaño, pero el 6 de enero de 1968 (y no puedo olvidar la fecha porque en la noche anterior había nevado en las montañas que están detrás de Benidorm y el día de los Reyes Magos era frio hasta calar los huesos) supe que estaba en Cuba; lo supe por una visita que llegó de Valencia a llevarme un mensaje suyo.

Yo tengo buena memoria, y para algunas cosas, muy buena; pero hay algunas otras en la cual no es buena; por ejemplo, en los títulos de los libros que leo y en las fechas de los acontecimientos de mi vida, sean o no sean importantes. Puedo recordar que el día de la llegada a Benidorm de la visita de que acabo de hablar era 6 de enero porque en ese caso se unieron dos circunstancias; era el día de Reyes y las montañas de Benidorm estaban nevadas. Sin embargo, no podría decir ahora con seguridad si las cosas que voy a referir inmediatamente las dije en esa fecha o en el mes de marzo, cuando volvió a visitarme la misma persona. Creo, sin embargo, que lo que hablé entonces con esa visita fue lo que voy a contar porque parte de la conversación se relacionó con el Dr. José Francisco Peña Gómez y el Dr. Peña Gómez andaba por esos días cerca de España; tal vez estaba en Suecia y creo que estuvo en Benidorm al finalizar el mes de diciembre.

Lo primero que me dijo la visita, de parte del coronel Caamaño, era que él se hallaba en Cuba y que había un Cubano interesado en tener entrevista con el compañero Peña Gómez (que todavía no tenia titulo de Doctor en Derecho); que la entrevista se había arreglado para ser celebrada en París; que Peña Gómez debía entrar en el tren subterráneo (metro) de la plaza Marceau a las 3:00 de la tarde que cuando fuera bajando las escalera se le acercaría un hombre y le preguntaría si el fumaba cigarrillos Aurora, a lo que Peña Gómez respondería que no. Y que a partir de ese momento el que le hiciera la pregunta se le pondría al lado y seguiría caminando y hablando con el hasta llegar a un punto donde estarían los dos y el desconocido le daría un mensaje del coronel Caamaño que Peña Gómez debía transmitirme inmediatamente.

No se si se debe a que de niño leía novelitas de misterio y espionaje, pero es el caso que soy muy desconfiado en todo lo que se relacione con actividades de este tipo. La cita en el metro de la plaza Marceau que me pareció una provocación, y eso que yo no sabia entonces, como lo vine a saber después. Que el jefe de G-2 Cubano en Europa, (me parece que se llama Hugo Castro), el mismo hombre que arregló el viaje del coronel Caamaño a Cuba, estaba trabajando para la CIA desde antes de ese viaje del coronel Caamaño, de manera que el coronel Caamaño estuvo vendido a la CIA desde antes de pasar, siquiera, en ir a Cuba, porque tan pronto llegó a Londres el Héroe de abril entró en relaciones dl jefe del G-2 cubano, que residía en Paris, ciudad a la cual iba Caamaño con frecuencia.

Mi argumento para no autorizar la entrevista de Peña Gómez en Paris con el misterioso agente cubano fue el siguiente: “Hazle saber a Francis (el nombre que le dábamos a Caamaño en la intimidad) que Peña Gómez es negro, y sin embargo, si lo mando ahora al Congo, que es un país de negros, allí llamará la atención por la arrogancia de su figura, y con mucha más razón llamará la atención en Paris, que es una ciudad de gente blanca, y más todavía en la Place Marceau, que está en el corazón de Paris. Si Peña Gómez va a esa cita, seguramente la CIA lo detectará, y al mismo tiempo se quemarán Peña Gómez y el PRD. No; dile a Francis que no; que no autorizaré esa reunión”.

La persona con quien estaba hablando era de las que no abandonan su posición fácilmente y trató de persuadirme de que tratándose de revolucionarios probados, como eran los cubanos, Peña Gómez no corría ningún peligro de ser descubierto por la CIA pues seguramente los agentes del gobierno de Cuba en Paris habían tomado todas las precauciones para que eso no pudiera suceder. Pero yo tampoco soy de los abandonan fácilmente su posición y le expliqué que de quien hay que desconfiar es de los aliados, no de los enemigos, porque del enemigo no se fía uno nunca, o por lo menos no debe fiarse uno jamás. El peligro está en confiar en un aliado, porque el aliado puede ser, sin uno saberlo, agente del enemigo. Discutimos y al fin las cosas quedaron como yo decía: Peña Gómez no iría a Paris ni a ninguna parte y no tendría entrevistas con ningún miembro del G-2 cubano. Para entrevistas futuras, que Francis mandara un dominicano, no un cubano, fue mi conclusión.
Yo me preparaba ya a decirle a Dios a la persona que había ido a verme en esa fría mañana de enero, pero de pronto ella dijo que había un segundo punto que tratar.

¿Cuál era?
Era que Francis quería que se le enviara a Argelia a un ayudante que había dejado en Londres y mi visitante me entregó un papel con todos los detalles de la forma en que había de hacerse la operación para embarcar al ayudante de Caamaño. En primer lugar, yo debía llamar a un teléfono de Madrid para preguntar no recuerdo que, y esa llamada mía indicaría que el ayudante podía trasladarse de Londres a Madrid; ya en Madrid, el ayudante me llamaría con tal y cual nombre y yo haría entonces los arreglos para enviarle el pasaje a Argel, capital de Argelia, para que se le entregara el papel con las instrucciones de lo que debía hacer al llegar a Argel. Recuerdo nítidamente que en esas instrucciones figuraba el nombre de un café donde el ayudante de Francis debía entrar y el de una bebida que debía pedir en voz alta; después de pedir esa bebida un hombre se le acercaría por el lado derecho y le haría la misma pregunta que se le hubiera hecho en el subterráneo en la Place Marceau a Peña Gómez en caso de que éste hubiera ido a la cita de Paris.

“No puedo encargarme de esas gestiones ni puedo ayudar al ayudante de Francis a viajar a Argelia porque el dinero que Francis me dejó se gastó hace dos meses. Se le entregué completo a Montes Arache, Lachapelle y Jittin Cury para que pidieran viajar a Paris y Holanda”, le dije a mi visitante.
Mi visitante quiso darme a entender que quizás lo del dinero pudiera resolverse; que lo importante era que yo hiciera la llamada a Madrid y que dieran facilidades para que el ayudante de Caamaño pudiera viajar a Argelia. Pero era natural que yo mantuviera en este caso la mista actitud que había mantenido en el caso de la posible entrevista de Peña Gómez con un desconocido en un lugar de Paris. Cualquiera que fuera mi intervención, pequeña o grande, en el caso de Peña Gómez como en el del ayudante de Caamaño, si la CIA estaba al tanto de los movimientos de Caamaño, el PRD saldría perjudicado sin que ese perjuicio se justificara porque nosotros no estábamos en actividades conspirativas de tipo guerrillero o internacional. Y el instinto me decía, como si supiera en que andaba el jefe del G-2 cubana en Europa, que por detrás de cualquier movimiento que se relacionara con Cuba debía hallarse necesariamente la CIA. Así, pues, tampoco cedí en ese asunto, y la visita se fue pasado el medio día sin haber logrado lo que había ido a buscar a Benidorm.

Y he aquí que un buen dio, en el mes de marzo, probablemente a mediado del mes, la misma persona volvió a presentarse a mi casa de Benidorm y quiso hablar conmigo a solas. Sus acompañantes salieron con Doña Carmen a la playa y a recorrer el poblado, mientras nosotros dos hablábamos. Sus primeras palabras fueros estas: “Me voy a Cuba. Voy haber a Francis y quiero saber que debo decirle de parte de usted”.

Esta declaración me vino como anillo al dedo porque era mucho lo que vi había pensado en Francisco Caamaño Deñó y en su destino. El Héroe de abril había salido de la Revolución convertido en un Líder, y en términos de ajedrez el líder es el jugador no es una ficha de tablero; el es quien mueve las fichas para hacerle frente al adversario. Ahora bien, al irse a Cuba Caamaño se iba convirtiendo por su propia voluntad de jugador en fija que otro jugador podía jugar cuando le conviniera. Por otra parte, la situación mundial estaba cambiando a la carrera y se veía que la ola revolucionaria iba cediendo, por lo menos en la América Latina. ¿Durante cuanto tiempo iba a tener que quedarse Caamaño en Cuba aislado de nosotros y del pueblo Dominicano?. En aquellos días era difícil preverlo, pero ahora sabemos que iba a mantenerse en ese aislamiento más de cinco años, tiempo suficiente para que la imagen de cualquier líder se destiña a los ojos de su pueblo, sobre todo si no a sido un líder de actividad prolongada, como no lo fue Caamaño, que pasó por el cielo político nacional con la fuerza de un relámpago, pero también con la velocidad deslumbrante del relámpago. Había llegado, con esa persona que iba a verlo en Cuba, la oportunidad de hacerle saber a Caamaño mis preocupaciones, y no iba a desperdiciarla.
Así, pues, le hablé a mi visitante de esta manera: “Dile Francis que preveo un entendimiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, una especie de acuerdo para llegar a un reparto de influencias en el mundo; explícale cuidadosamente esto que voy a decirte a continuación: que a mi juicio, si hay ese acuerdo entre los dos gigantes, la Unión Soviética le pedirá a los Yanquis que no se matan más con Cuba, que la dejen tranquila, que no le envíen más grupos de antisfidelistas a atacar la isla ni a matar a Fidel; que a cambio de eso, ellos, los Soviéticos, se comprometerán a obtener de Fidel que no manden más guerrillas a otros Países de la América Latina o que cese en su ayuda a las guerrillas que hay ahora en actividad”.

A continuación hice que mi visitante me repitiera esas palabras tal como la había entendido, aunque no fuera tal como yo las había dicho. Mi interés era saber si había captado su sentido. Las repitió y quedé satisfecho; y entonces volví hablar; y esto fue lo que le dije:
“Dile a Francis que se mantenga alerta y que si él advierte señales de ese entendimiento, que se salga de Cuba; que salga por Vietnam y declare al mundo que él estaba en Vietnam observando la manera de combatir de los vietnamitas, y que después de eso el y yo nos veremos donde el quiera”.

Hay terminó la entrevista. La persona que me oyó hablar así esta viva y leerá este articulo; se lo enviare por si tiene que hacer alguna observación, agregar algo que se me haya quedado oculto en los recovecos de la memoria o enmendar cualquier error mío. Pero estoy seguro de que mis palabras fueron en esencia las que están escritas. Esa persona se despidió y no he vuelto a verla. Tampoco volví haber a Francisco Alberto Caamaño, que moriría cinco años después fusilado en las Lomas de Ocoa.

Tal vez iba terminando el mes de mayo quizás estábamos ya en junio; pero es el caso que un domingo, mientras se hallaban en mi casa Peña Gómez y dos jóvenes dominicanas llegó una persona desconocida. Era un cubano que me abrazó con mucha emoción y me entregó una carta, o mejor dicho dos cartas. Una de ellas era de Caamaño; la otra de Raúl Roa. Además de las cartas, el cubano me dio un recado: para dentro de tantos días (ahora no recuerdo si eran diez, doce, o quince) me estaría esperando en Roma un enviado personal de Caamaño. Todavía se hallaba en casa el mensajero cubano cuando llegó otra visita de Madrid con otra carta de muy pocas líneas, que en resumen decía esto: “En estos días van a invitarlo a hacer un viaje fuera de España. No lo haga porque estará vigilado desde que coja el avión”. Por esa razón, quien iba a hacer el viaje a Roma iba hacer José Francisco Peña Gómez y no yo. De ese viaje suyo a Roma a escrito Peña Gómez más de una vez, de manera que pasaré sobre el de prisa sin detalles. En cuanto a la carta de Caamaño que me llevó el cubano, se la devolví con una respuesta muy corta y a mano del propio mensajero que me llevó la suya. ¿Por qué se la devolví?. Porque no quería que esa carta figurara en mi archivo, que en cualquiera salida mía de Benidorm podía ser registrado por agente secreto de cualquier país. En esa carta Caamaño me decía que había recibido el recado que le había enviado en el mes de marzo, pero que yo no comprendía la grandeza del alma de alma de la revolución cubana y de sus lideres; que a esos líderes ningún poder de la tierra los haría desviarse de sus planes de ayudar a la revolución latinoamericana hasta el sacrificio total, de ser necesario, de la revolución cubana.

De esa carta deduje que Caamaño se había sumado con toda el alma a la tesis “foquista” y que no iba abandonarla, y de hay que al darle mis instrucciones a Peña Gómez para la entrevista de Roma le dijera que por ninguna razón comprometiera al partido en ayuda o apoyo a una acción guerrillera, y que si le ofrecían dinero no aceptara, y reclamara solamente la suma gastada e el viaje de Benidorm a Roma ida y vuelta, pero ni un centavo más Recuerdo vivamente que cuando me día cuenta de su misión Peña Gómez me preguntaba como sabia yo que le iban a ofrecer dinero y además decía sonriendo: “ Profesor, era mucho dinero el que querían darme; era un montón enorme de billetes americanos grandes”.

El cubano (Por cierto, persona muy gentil y evidentemente muy sincera) que me llevó la carta de Caamaño a Benidorm y su recado para que viajara a Roma me mandó un mensaje con un dominicano que vivía en Madrid para que nos viéramos donde yo quisiera, y como yo salía en esos días de viaje hacia Francia y Suiza, le mande a decir que podíamos verlos en Barcelona. Cuando llegué a mi hotel en aquella Ciudad, hay estaba en cubano. Me dijo que yo debería mandar un hombre a Cuba y le dije que podía hacerlo si me facilitaba el pasaje, pero el quiso darme dinero para comprar el pasaje y yo no podía aceptar semejante trato; de manera que cuando volvimos a vernos, en Benidorm, precisamente en presencia del Dr. Peña Gómez (pues en ese momento estaban reunido en mi casa, o mejor dicho frente a mi casa, los compañeros que habían ido a participar en la reunión de la cual salió la llamada Acta de Benidorm), yo le dije con toda franqueza que nosotros como partido no podíamos tener relaciones con el G-2 cubano ni con ningún G-2 del mundo; y hay terminaron mis relaciones y, en cierto sentido, mis relaciones con Cuba con Caamaño.

Digo que en cierto sentido porque yo seguí haciendo esfuerzo por sacar a Caamaño de Cuba, pero él no respondió a esos esfuerzos; y uso la palabra respondió en términos materiales; esto es, no tuve de él en ningún caso ninguna respuesta. Sus padres estuvieron en Benidorm y vinieron a verme, no recuerdo si en el mes de enero de 1969, preocupados, como es natural, por el destino de su hijo, y le expliqué que no temieran nada porque Francis no podría salir de Cuba con una guerrilla hacia Santo Domingo. Ya para esa época había numerosos síntomas de que se había producido entre la Unión Soviética y los Estados Unidos el entendimiento a que me refería antes, y así se lo dije a Doña Nonín y a Don Fausto Caamaño. Aproveché después un viaje de Narciso Isa Conde a Cuba para tratar de que Caamaño saliera de la Isla hermana y se fuera a Vietnam, donde podríamos vernos y tratar el caso dominicano; pero según me contó después Isa Conde en Paris, Caamaño no accedió a tener esa entrevista conmigo. Yo veía en proceso de liquidación la etapa de fervor revolucionario que se había estado viviendo en toda la América a partir del éxito de la revolución cubana y quería que Caamaño volviera al país y se integrara a la lucha política dentro del Partido Revolucionario Dominicano, donde podía desarrollar con toda amplitud sus capacidades de líder; pero el se negó a aceptar la posibilidad, siquiera, de tratar ese tema conmigo. Caamaño no se sintió nunca Perredeista y además, a pesar de que era el producto de una revolución urbana y de masas, se había hecho “foquista” y era “foquista” de corazón, y de hay no iba a sacarlo nadie como demostraron los hechos.

A fines de 1969, cuando retorné de mi viaje a Corea, China, Vietnam y Cambodia, fue a visitarme en mi casa de Paris un amigo de mis días cubano. Ese amigo era el Embajador de Cuba en Paris y acababa de regresar de un viaje a la hermosa isla de Fidel Castro. Era natural que al vernos al cabo de dos años sin haber cambiado una palabra habláramos de varias cosas, y así lo hicimos; pero de buenas a primera me dijo él: “Profesor, el comandante es su amigo; ustedes son amigos viejos. ¿Por qué no le escribe diciéndole cualquier cosa, lo que usted quiera”.

¿Qué pensé yo al oír lo que decía el Embajador Cubano?.
Pensé en el acto en Francisco Alberto Caamaño; pensé en que se me estaba brindando una oportunidad para llegar hasta él y tratarle de alguna manera lo que quería decirle desde hacia tiempo; pero pensé también que Fidel Castro quería que fuera yo quien le diera pie para poder hablar del caso de Caamaño, y por tal razón yo debía hacer una prueba: esperar que el embajador insistiera en la petición. Si insistía, no había duda de que Fidel Castro quería tratar conmigo el problema de la permanencia de Caamaño en Cuba.

Y el embajador insistió, no una sino dos veces, al cabo de las cuales le escribí a Fidel diciéndole generalidades sobre el PRD y sobre la situación general del PRD y los planes que teníamos para desarrollar como un partido bien organizado. Como respuesta a esa carta me llegó una invitación transmitida verbalmente por el embajador, para que fuera a Cuba y la invitación salía directamente de Fidel Castro.
¿Qué tenia yo que hacer ante esa invitación?.
En primer lugar, tenia que pedirle autorización al partido para hacer el viaje a Cuba, y el segundo lugar tenia que estar segura de que ya en Cuba podría ver a Caamaño, y no solo verlo sino hablar con el tantas veces como fuera necesario para convencerlo de que se fuera a Santo Domingo a trabajar dentro del PRD .

¿Pero como podía asegurarme de todo eso con anticipación?.
De una sola manera: proponiéndole a Fidel que antes de salir hacia Cuba yo debía conocer la agenda de lo que iba a tratar con el y esa agenda debía haber un punto que era para mí de interés especial: ver a Caamaño y hablar con el y quedar en libertad decir que lo había visto en Cuba y de que cosas habíamos hablado. Sin cumplirse esos requisitos no podría ir a Cuba porque desde Cuba saldría hacia Santo Domingo y era absolutamente imposible que llegara a mi país yendo de Cuba y que dijera que no había visto a Caamaño que él no estaba en Cuba. Nadie en Santo Domingo habría creído que abriendo ido a Cuba no pude ver a Caamaño, porque ya hacia tiempo que en mi país se sabía que Caamaño se hallaba en Cuba. En cambio, mi posición ante el pueblo dominicano habría sido muy diferente (y además, la única que sabia en un hombre como yo) si al llegar allí hubiera dicho: “Vi a Caamaño, lo invite a venir a trabajar en el PRD y se negó o aceptó y vendrá tal día.

Desde luego, le propuse al embajador cubano, y a través de él a Fidel castro lo que acabo de decir y espere la respuesta de Fidel. Esa respuesta llegó, pero y en el año de 1970 y no era la que yo esperaba; era así: que no me preocupara por la agenda de lo que íbamos a tratar Fidel y yo, que seria decidido tan pronto yo llegara a la Habana.

¿Qué podría hacer ante esta respuesta? ¿Aceptarla?.
De ninguna manera. Por nada del mundo podía ir a Cuba sin tener la seguridad absoluta, dada por el propio Fidel Castro de que podría ver a Caamaño, podría hablar con él y podría decirle al pueblo dominicano que lo vi y explicarle de que habíamos hablado. Así pues, no acepte el mensaje del embajador (es decir, no lo acepte en mi fuero interno, aunque lo oí con la debida cortesía) y me dispuse a esperar la oportunidad propicia para salirme con mi empeño.
Me acuerdo con el compañero Peña Gómez, Secretario general y jefe del PRD dentro del país, era que yo volvería a Santo Domingo después de pasadas las elecciones de 1970, que iban a tener lugar el 16 de mayo; y por esa razón disponía de tiempo suficiente para esperar un cambio en la actitud de Fidel Castro. En el mes de marzo el embajador cubano volvió a repetirme la invitación de viajar a Cuba y volví a repetirle mis condiciones sin lograr el resultado que buscaba. Pero ya para fines de marzo yo veía con claridad que no iba a poder esperar hasta después de las elecciones sin retornar a Santo Domingo, y no quería salir de Europa sin dejar resuelto el problema que representaba para el porvenir político del país y del PRD el caso de Francisco Alberto Caamaño. Por esa razón, a fines de marzo entré en conversación con un dirigente del partido comunista dominicano, que podía ir fácilmente a Cuba y ver a Caamaño y decirle en mi nombre todo lo que yo quería y no iba a poder decirle.

Ese dirigente del PCD salió para la habana en los últimos días de marzo o en los primeros de abril y llevaba una carta mía para Caamaño en la que le pedía que lo oyera como si se tratara de mi mismo, pues lo que el iba a decirle era lo que no podía decirle yo porque las circunstancias habían cambiado y ya yo no podría verlo en Cuba debido a que tenia que salir para el país lo antes posible. El dirigente del PCD fue a la Habana y vio a Caamaño y habló con el. Desgraciadamente no pudo hacerlo a tiempo, y el día que llegó a verme en Paris yo tenia ya dos o tres horas volando en dirección hacia Santo Domingo. Todavía quedó en el aire una posibilidad, y fue la de que yo aceptara la invitación que me hizo el gobierno cubana para que visitara a Cuba para la celebración del 26 de julio de ese año de 1970; pero yo estaba ya en Santo Domingo, y en caso de haber viajado a Cuba quizás el Doctor Balaguer que pretendió no dejarme entrar en el mes de abril se habría aprovechado de la ocasión para mantenerme fuera del país.

Para mí estaba claro que si se me invitaba a ir a Cuba era porque se aceptaban las condiciones que yo había manifestado. Ahora bien, ¿habría Caamaño aceptado salir de Cuba y venir al país a luchar dentro del PRD?.

Eso no podía saberlo yo y posiblemente no lo sabía ni siquiera Fidel Castro. Los hechos ocurridos en febrero de 1973 indican que Caamaño no habría aceptado mi proposición porque creía en sus métodos de lucha, no en los míos, aunque estos fueran los que aconsejaban las circunstancias del país y de América, así como en el 1965 aconsejaron la guerra del pueblo.

EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

DANIEL BALCÁCER: EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

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