Por Domingo Núñez Polanco
En esta tierra de hermosos valles y montañas.
Con gran potencial agrícola, dotado por la naturaleza con suelos de gran fertilidad aptos para cultivos en los diferentes rubros agropecuarios.
Tierra de grandes hombres y mujeres que han llenado de gloria el camino hacia las luchas libertarias en defensa de las causas más nobles y justas de la nación dominicana.
En esta patria nuestra, Patria de nuestros amores y desvelos.
Por ese amor a nuestra tierra, a eso que los bolivianos llaman en su idioma ancestral: “LA PACHA MAMA” o madre tierra.
Por eso estamos reunidos hoy aquí. Por amor a la patria y hacer causa común por un reclamo justo y necesario.
Este hermoso panorama, podría ser muy bien descrito por el mas lego de los poetas dominicanos.
Pero, de lo que se trata, parodiando una frase de un viejo político dominicano: “lo importante no es abrirle el pico a la ave para que cante, sino para que coma”.
Vamos a hablar entonces del verdadero sujeto de nuestra realidad, el hombre del campo dominicano, el pequeño y mediano productor agrícola.
Aquel, que desde hace mas de 200 años ha vivido en la exclusión, fuera de los canales institucionales de acceso al crédito agropecuario..." (ver texto completo al final)
Los panelistas invitados fueron, el Ingeniero Paino Abreu Collado, Administrador General del Banco Agrícola, La Dra. Angelina Biviana Riveiro, por la Asociación nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) y el Lic. Domingo A. Núñez Polanco, de SISAGRO Y COOPSISAGRO, en representación del sector cooperativo Agropecuario nacional.
La actividad fue organizada por las cooperativas: BAGRICOOP, COOPNAPA, COOPROUASD, COOPSISAGRO, SEACOOP, COOPRESERVAS Y LA ONG SISAGRO.
En el primer FORO SOBRE LA MODIFICACION A LEY DE ALQUILERES: SUS VENTAJAS Y DESVENTAJAS, hubo una amplia representación del movimiento Cooperativo nacional, representantes de alrededor de cuarenta cooperativas. El Lic. Jorge Méndez Pérez, Presidente de COOPHERRERA, estuvo en representación del señor Julio Fulcar quien es el presidente del Consejo Nacional de Cooperativas CONACOOP. Una nutrida comisión de la junta de regante de la Región Sur representada por los señores, Mario Segura, Juan Félix y Ramón Martínez, El movimiento campesino y de productores de la región este estuvo representado por el connotado dirigente agrario Domingo Vilorio y le acompañaron la dirigente campesina Gertrudis Miledi Carrasco, el dirigente agrario Don Gollo Rosario y el dirigente social Julián Mota. Por el sector de los comerciantes detallistas estuvo el señor Ricardo Rosario, representando una nutrida comisión que le acompaño. Por la Universidad Autónoma de Santo Domingo estuvo el Lic. Antonio Ciriaco, Director del instituto de investigaciones socio-económicas de la UDSD; en representación de la RED MOVIMIENTO SOCIAL INTEGRADO, estuvieron los señores: Santiago Sánchez Lebrón, Bienvenido Castillo Perdomo, Jean Luis Piña, Yarleny Báez y Carla Paola Montas. Por la Biblioteca Nacional estuvo, su Director Diomedes Núñez Polanco, en Representación del INSTITUTO AGRARIO DOMINICANO, estuvo el Lic. Ramón Alvarado, Director de la gerencia de desarrollo Social del IAD. Los Licenciados Ramón Fernando Reinoso y José Gregorio González acompañados de una amplia comitiva estuvieron en representación de las JUNTAS DE FAMILIAS POR UNA COMUNIDAD DIGNA.
Además de estas representaciones de diversas instituciones y sectores en el primer FORO SOBRE LA MODIFICACION A LEY DE ALQUILERES: SUS VENTAJAS Y DESVENTAJAS, hubo también la asistencia de un nutrido grupo personas de diversas procedencias: Profesores Universitarios, Personas vinculadas a la actividad agropecuaria y una buena representación de la juventud Universitaria de la UASD. Por el movimiento social de varios Distrito Municipales de Santo Oeste estuvieron Joan Ortiz y el dirigente deportivo Edgar Cuevas, entre otros.
La ponencia del Lic. Domingo A. Núñez Polanco en el primer FORO SOBRE LA MODIFICACION A LEY DE ALQUILERES: SUS VENTAJAS Y DESVENTAJAS fue muy comentada y al decir de muchos de los allí presente dio en la diana del problema vinculante entre el proyecto de reforma a la ley de alquileres y el rescate y activación de la agropecuaria nacional. En tal sentido, para el interés de nuestros lectores le presentamos la referida ex ponencia del Lic. Núñez Polanco.
DEMOCRATIZACION DEL CREDITO AGROPECUARIO.
Por Domingo Núñez Polanco
En esta tierra de hermosos valles y montañas.
Con gran potencial agrícola, dotado por la naturaleza con suelos de gran fertilidad aptos para cultivos en los diferentes rubros agropecuarios.
Tierra de grandes hombres y mujeres que han llenado de gloria el camino hacia las luchas libertarias en defensa de las causas más nobles y justas de la nación dominicana.
En esta patria nuestra, Patria de nuestros amores y desvelos.
Por ese amor a nuestra tierra, a eso que los bolivianos llaman en su idioma ancestral: “LA PACHA MAMA” o madre tierra.
Por eso estamos reunidos hoy aquí. Por amor a la patria y hacer causa común por un reclamo justo y necesario.
Este hermoso panorama, podría ser muy bien descrito por el mas lego de los poetas dominicanos.
Pero, de lo que se trata, parodiando una frase de un viejo político dominicano: “lo importante no es abrirle el pico a la ave para que cante, sino para que coma”.
Vamos a hablar entonces del verdadero sujeto de nuestra realidad, el hombre del campo dominicano, el pequeño y mediano productor agrícola.
Aquel, que desde hace mas de 200 años ha vivido en la exclusión, fuera de los canales institucionales de acceso al crédito agropecuario, salvo el pequeñísimo grupo que ha podido tener acceso al B.A.
Quiero que sepan, que aquí en el país, desde los tiempos de la colonia se ha canalizado crédito para financiar la producción de bienes primarios.
Ahora bien, quienes creen ustedes que se han beneficiado de esos recursos en calidad de financiamiento a la producción. Claro, lo sabemos.
Y no van a parar, precisamente a la gran mayoría de hombres y mujeres que con el día a día, sol a sol, labran la tierra con su sudor y esfuerzo para garantizar a nuestra población seguridad alimentaria.
El 87% de los alimentos de origen Agropecuarios que se consumen en el país, son generados por nuestros productores nacionales.
Pero, hay algo mas, de ese 87%, el 64% es aportado por los pequeños y medianos.
A esos mismos, pequeños y medianos productores agrícolas es que se propone beneficiar el proyecto de modificación de la ley existente de alquileres.
El sector de las cooperativas agropecuarias, profesionales, y de empleados, asociaciones campesinas y juntas de regantes, en alianza estratégica con el banco Agrícola en este proceso de lucha por la aprobación por parte del Congreso Nacional del proyecto de modificación a la ley de alquileres, manifiesta que este proyecto es una pieza clave, fundamental, complementaria, a las reformas que se hacen impostergables en el sector agropecuario Dominicano.
No admite más espera, no sólo por la incapacidad que en las entidades se han reflejado a través del tiempo, acusando un nivel progresivo de deterioro, sino también por la imposibilidad concreta de responder a las condiciones y exigencias de un entorno nacional e internacional cambiante, complejo y diverso.
En tal sentido, entendemos que existen suficientes elementos y sólidos argumentos para pensar que en la actualidad es tiempo de abordar el problema de la democratización del crédito agropecuario en la República Dominicana y eso solo es posible, en el corto plazo, empoderando al Banco Agrícola de mecanismos y herramientas de base legal que le permitan captar recursos permanentes y estables a bajos costos financieros. El mecanismo a la vista para tales fines, en lo inmediato es el proyecto de modificación de la ley de alquileres.
Las altas tasas de interés, el escaso o casi nulo financiamiento de largo plazo de la banca comercial formal, unido a la falta de recursos económicos con que opera el Banco Agrícola, es uno de los problemas y amenazas principales que confronta el sector agropecuario dominicano, limitando seriamente sus posibilidades de reconversión tecnológica y productiva, para crear las condiciones de una economía competitiva , rentable y viable, garantizando así la seguridad alimentaria a la población dominicana.
Los productores, prácticamente de todos los rubros se encuentran descapitalizados, sin liquidez y sin rentabilidad, lo que significa inhabilitados para poner en marchas sus unidades productivas en el corto y mediano plazo, situación que puede tornarse en un desabastecimiento de alimentos para la población con su secuela de turbulencias sociales.
En ese contexto, en el que se desenvuelve la economía agropecuaria, la democratización del crédito, es imprescindible e impostergable, vale decir, abrir las ventanillas de préstamos, a bajos intereses, a cientos de miles de pequeños y medianos productores.
Al decir del Banco Agrícola, la demanda total estimada de crédito para el año 20011 ronda unos RD$40,000 millones de pesos frente a una oferta total de RD$15,000 millones.
¿Ustedes saben que significa eso?
Que alrededor del 60% de las necesidades de financiamiento para la actividad Agropecuaria no se verán cubiertas a través de las instituciones financieras, tanto de la banca comercial, como del propio Banco Agrícola.
Pero, eso no se queda ahí, es precisamente, por este déficit de oferta de crédito agropecuario, es lo que origina, en gran medida, una de las tragedias que hacen inviable el campo dominicano.
Ocurre, que en este escenario, regularmente se dan dos situaciones: por un lado aquellos productores que ante la falta de recursos deciden abandonar la actividad productiva y emigran hacia las zonas urbanas en busca de otros medios de subsistencia, pero por el otro lado tenemos aquellos, que asumen un nuevo riesgo que es el de obtener el crédito de fuentes no formales, a tasas de interés prácticamente de usura. En este dilema, estos últimos, terminan cayendo, “en la trampa financiera” como muy atinadamente ha conceptualizado, este nefasto fenómeno, el distinguido Ing. Paino Abreu Collado, administrador general del Banco Agrícola.
En la década de los ochenta (llamada por la CEPAL la década perdida), el panorama mundial se tornó cambiante y complejo en todos los órdenes, modificándose el cuadro de la vida económica, social, política e internacional.
Como consecuencia de esos cambios y transformaciones, en América Latina se inició un proceso de ajuste estructural, asociado a los problemas de la deuda externa, la política cambiaria, el gasto público, los desequilibrios fiscales y externos, la inflación y las tasas de interés internacionales. Posteriormente, en los años noventa, los programas de ajuste dan paso a un proceso de transformación estructural concebidos para una acción de más largo plazo, que implicaba el establecimiento de cambios en el aparato económico y en la esfera institucional. Ya para entonces el proceso de la globalización había arropado las relaciones económicas y al crecimiento de las economías internas, con una fuerte interconexión con los mercados internacionales.
En este proceso globalizante de la economía a escala mundial, la dominicana no fue ajena a sus efectos, y muy particularmente el sector agropecuario.
Es decir, el entorno internacional en el que se desenvuelve el sector agropecuario nuestro, ha sufrido una profunda y rápida modificación la cual obliga a repensar una nueva visión para el desarrollo de este país.
Debo decirle que estamos tarde.
Pero vamos ampararnos en una popular expresión del pueblo que dice: “Dios aprieta, pero no ahorca”.
El 5 de febrero de 1988 fue aprobada la ley 17-88, que modificaba la ley 43-14 del 22 de octubre 1955 sobre los anticipos de alquileres.
Hoy 24 años después persisten las mismas razones que motivaron aquella modificación a la ley de alquileres de 1955.
De una cartera consolidada de RD$ 255,194 millones prestada por los agentes financieros a todos los sectores, el agropecuario sólo recibió RD$11,370 millones, para un 4% del total. 52% de estos RD$11,370 millones fueron colocados por el BAGRICOLA. Mientras que la banca comercial privada sólo participó con el restante 46%. Obviamente, el Banco Agrícola tiene una importancia capital en el financiamiento del sector.
Pero este exiguo 4% de la cartera de crédito consolidada no es suficiente ni remotamente para: adquisición de tecnologías, financiar el proceso de reconversión a que tiene que ser sometido el sector para enfrentar los retos de los Acuerdos de Libre Comercio firmados por el Estado Dominicano.
El no cumplimiento de la ley actual de alquileres por los sectores vinculantes, se ha traducido en un estancamiento de las inversiones y de la creación de nuevos empleos en la zona rural, produciéndose un flujo migratorio del campo a la ciudad impactando en forma negativa en el Producto Interno Bruto Agropecuario, la producción de materia prima para las industrias, una merma del flujo hacia los sectores comerciales, una cuasi paralización del sector inmobiliario, una mengua incesante en los servicios y por ultimo un descenso en la generación de divisas.
La aprobación del proyecto de modificación de la ley de alquileres por el honorable Congreso Nacional generaría un flujo de recursos económicos de alrededor de unos RD$30,000 millones de pesos, los cuales estarían a disposición del sector agropecuario a una baja tasa de interés y a un plazo acorde con su ciclo de cultivo.
Señores, ustedes no se imaginan el impacto socio-económico que significa rescatar la capacidad crediticia del BAGRICOLA con suma igual.
La importancia social del sector radica en la democratización del crédito.
El cual llegaría a beneficiar a 242,956 productores de los cuales 192,396 son del sector privado y 50,560 son productores asentados bajo el esquema de la Reforma Agraria.
La situación de la pobreza en el ámbito rural es uno de los desafíos más importantes de los que debe enfrentar el país a corto, mediano y largo plazo.
Ante una posible crisis alimentaria global, las poblaciones pobres rurales serían las más vulnerables por lo que se requiere la implementación de medidas que mitiguen el impacto de esta posible crisis.
Posición
El movimiento cooperativo agropecuario, de profesionales y empleados, A si como el movimiento campesino organizado, asume en toda su parte los planteamientos del Banco Agrícola en la persona de su máximo ejecutivo, en cuanto al proyecto de modificación de esta ley.
Por otro lado sugerimos entre otras cosas lo siguiente:
1- Que se establezcan normas para que hayan topes a los montos prestables acordes con las necesidades de cada región.
2- Que abarque rubros agrícolas no tradicionales, no atractivo a la banca tradicional u otros intermediarios financieros.
3- Que se evalué el impacto social de cada proyecto a financiar ya que el efecto multiplicador que se produce en los sectores pequeños y medianos se traduce en una progresión geométrica desde el punto de vista económico-social, y por otro lado la concentración del crédito en las capas altas solo produce un movimiento aritmético.
4- Apoyamos la propuesta de modificación de la estructura organizativa y operativa del Banco Agrícola convirtiéndolo en una institución de fomento a la producción agroalimentaria y forestal; y creando un Banco de Segundo Piso o Fondo para la Modernización Agropecuaria para apoyar el financiamiento de proyectos agroindustriales de largo plazo tales como plantas de procesamiento y empaque y reconversión productiva mediante la promoción y desarrollo de la tecnología de invernaderos y la siembra de frutas tropicales.
5- Como también apoyamos la creación de un fondo de garantía que minimice los riesgos de los intermediarios financieros y el fortalecimiento del seguro agropecuario.
Por último hacemos un llamado a todos los sectores organizados de la sociedad y pueblo en general a tomar conciencia de la significación de esta propuesta de reforma para la estabilidad social, económica y política de la República Dominicana.