MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

martes, 19 de mayo de 2020

FERNANDEZ DOMINGUEZ SOLDADO DE LA PATRIA

DOMINGO, 19 DE ABRIL DE 2015


CORONEL RAFAEL TOMAS FERNANDEZ DOMINGUEZ SOLDADO DE LA PATRIA

Serie de Articulos de la Gesta de Abril.




Organizador e inspirador de los militares constitucionalistas.

(Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad)
“... y aquí estoy, respondiendo con la frente en alto,
el honor multiplicado y la vergüenza como estandarte.
Que me juzguen la Historia y la República”*

Rafael Tomás Fernández Domínguez
Coronel E. N.

RESENA BIOGRÁFICA
Coronel del Ejército Nacional ha sido considerado como el inspirador militar de la insurrección armada que estalló el 24 de abril de 1965 contra el Triunvirato que gobernaba el país, presidido en ese momento por Donald Reíd Cabral. La revuelta tenía el propósito de reponer el derrocado gobierno del Profesor Juan Bosch Gaviño, derrocado el 25 de septiembre de 1963 restableciendo con ello la constitucionalidad perdida. Esta revuelta produjo la intervención de tropas norteamericanas.

Nació el 18 de septiembre de 1934 en la sección Damajuana, municipio de Esperanza. Fueron sus padres el General Ludovino Fernández Malagón y Gloria Erminda Domínguez Cruz. Se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas el 27 de diciembre de 1952 e ingresó en la Universidad de Santo Domingo para cursar la carrera de ingeniería, interrumpiendo estos estudios para integrarse como soldado al Ejército Nacional. 

Participando como Cadete en la Academia Militar se gradúa, al concluir estudios realizados entre 1954 y 1956, de Bachiller en Ciencias Militares. El 22 de diciembre de ese mismo año contrae nupcias con la señora Alma Arlette Fernández, comenzando una familia que se enriqueció con la llegada de cinco hijos.

Algo más tarde pasó a la Fuerza Aérea Dominicana y allí se distinguió obteniendo las mejores calificaciones en los estudios militares que realizara. En febrero de 1957 se traslada a Fort Clayton en la Zona del Canal de Panamá para tomar un curso militar. 

Ya con el rango de Capitán, en 1961 desempeñó el cargo de Jefe de la Base Aérea de San Isidro. El 18 de enero de 1962, ostentando el rango de Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), liberó a los miembros del Consejo de Estado, detenidos en el Club de Oficiales de esa institución por órdenes del ex general Pedro Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, quien fue depuesto ese mismo día, después de intentar sin éxito un golpe de estado. 

Fernández Domínguez fue ascendido entonces a Teniente Coronel, y nombrado Sub-jefe de la Fuerza Aérea. Algún tiempo después es trasladado al Ejército Nacional y enviado en noviembre de 1962 a Fort Gulick en Panamá para participar en un curso de Comando y Estado Mayor. Obtuvo el segundo lugar entre los 31 militares de América Latina y los Estados Unidos de Norteamérica que participaron.

Tanto el traslado como el viaje a Panamá se debieron a discrepancias con sus superiores a quienes señalaba como transgresores de los reglamentos militares. Se opuso a que le fuera concedido el rango de general a Luis Amiama Tió y a Antonio Imbert Barreras, participantes y sobrevivientes en el asesinato del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, por considerar que tales designaciones constituían una violación a las normas militares.

En Junio de 1963 realiza otro curso de Instrucción de Infantería Avanzada. Ese mismo año recibe el nombramiento como Director de la Academia Militar "Batalla de Las Carreras" de la Fuerza Aérea Dominicana.

Al ser depuesto el gobierno constitucional del Prof. Juan Bosch, el Coronel Fernández Domínguez intentó organizar un movimiento de resistencia militar que de momento no pudo materializar. El 23 de octubre de ese mismo año y en lo que puede ser considerado prácticamente como una deportación, fue nombrado por el Triunvirato gobernante como Agregado Militar en España. Desde el exterior escribió repetidas veces a sus compañeros de armas exhortándoles a continuar con los preparativos del contragolpe. 

En diciembre de 1964 logró un permiso para entrar al país por tres días y aunque estaba continuamente vigilado, logró establecer contactos con los simpatizantes del movimiento conspirativo contra el Triunvirato, al cual y por invitación suya, se incorporó el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Al concluir los tres días de su permiso le hacen nuevamente abandonar el país, esta vez enviado como Agregado Militar en Chile. El Coronel Fernández Domínguez estaba convencido de lo importante para la causa que era la conservación de su rango militar, razón por la cual aceptó tales nombramientos, según se desprende de sus propias palabras, contenidas en una carta fechada 22 de marzo de 1965 que enviara desde Santiago de Chile a uno de los oficiales de su grupo: "Respecto a mi posición dentro del Ejército, estoy firme y definitivamente convencido que no debo abandonarla, aún sea bajo la más fuerte de las presiones, ya que es la única forma en que hoy, mañana o algún día podré -en una u otra forma- cooperar en la reestructuración definitiva de las FFAA dominicanas."

Sobre la importancia histórica del movimiento que lideraba, y por no haber tenido éxito en un intento de materializarlo, el Coronel Fernández Domínguez escribió el 21 de abril de 1964 "La historia de la República Dominicana no se ha escrito aún... y tengo la firme convicción de que nuestro abortado movimiento será un capítulo de esa historia... La problemática dominicana es bien clara, todo descansará dentro de poco tiempo en la joven oficialía, la cual deberá ser reconquistada por nosotros, por todos los medios."

En Chile recibió la noticia del derrocamiento del Triunvirato por el movimiento armado del 24 de abril de 1965 e inmediatamente tomó un avión vía Puerto Rico para regresar al país aunque no pudo entrar a la República Dominicana porque el aeropuerto se encontraba cerrado por tropas que se oponían al movimiento insurreccional. 

El Coronel Fernández Domínguez, que había sido nombrado Ministro de Interior y Policía en el Gabinete designado por el Gobierno Constitucionalista presidido por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, logró entrar al país, después de varios intentos el día 14 de mayo de 1965 mientras se realizaban negociaciones entre el gobierno encabezado por Caamaño y los representantes de las fuerzas norteamericanas que habían invadido el país.

Tomó posesión de su cargo pero cinco días más tarde, el 19 de mayo de 1965 murió durante un encuentro con tropas norteamericanas mientras dirigía un asalto al Palacio Nacional, ocupado por tropas del Gobierno de Reconstrucción Nacional encabezado por el General Antonio Imbert Barreras, que se oponía a Caamaño Deñó. El Coronel Fernández Domínguez, muerto a los 30 años de edad, se encuentra sepultado en el cementerio de Santiago de los Caballeros.

Sólo unos días antes de su muerte había escrito: "Sabemos que este movimiento tiene una alta categoría histórica; que él marcará una época en nuestro país, siempre traicionado y siempre esclavizado; sabemos que con nosotros no sólo se levantará la voluntad democrática del pueblo dominicano sino también la fe de muchos pueblos de América que tienen en su corazón un altar para los luchadores de la libertad. 

Y porque sabemos todo eso, terminaremos la lucha con el mismo sentido del honor con que la empezamos y con el alma satisfecha de los que sirven a la Patria y, en consecuencia, sirven a su pueblo. Aquel que de nosotros caiga en la lucha, no caerá; se elevará al respeto de todos los dominicanos; aquel de los que luchan contra nosotros que no comprenda a tiempo su error, ese caerá para siempre del amor del pueblo y será perseguido por la historia."




El Presidente Bosch inspecciona las maniobras militares dirigidas
por el coronel Fernández Domínguez. Junio 1963 




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SU ÚLTIMA CARTA

Para su esposa Arlette Fernández
Mayo del 65, Río Piedras,

Puerto Rico.
Adorada Letty:

Imagino lo desesperada que estás por venir y espero en Dios puedas resolver todo pronto para que
puedas estar aquí en esta semana.

Te estoy haciendo esta carta porque es posible que cuando llegues yo no esté aquí, ya que hay una posibilidad de poder entrar a mi Patria y quiero decirte y pedirte muchas cosas. Espero que así sea, ya que no soporto más la situación en que me encuentro; mientras mis compañeros y mi pueblo, luchan y mueren, yo estoy aquí, como un idiota perfecto, después de luchar tanto y sufrir inmensamente en este odiado exilio; yo, que estaba llamado a responsabilizarme y dirigir el movimiento, tengo la desgracia de tener que contemplar desde lejos cómo matan cobardemente a los míos y no puedo ayudarlos, no puedo hacer nada; esto me tiene destrozado y creo que mi desesperación me volverá loco; lo que siento sólo es comparado a lo que sentí cuando murieron mi papá e Ivonne; bueno, tú sabes como he aprendido a amar a mi Patria y ahora no puedo hacer nada por salvarla.

Esto es terrible para mí, sólo Dios sabe lo que siento cuando hablo por teléfono con los muchachos y me doy cuenta de que no puedo estar a su lado. Por eso Letty, aunque sé que es una muerte segura, me voy como sea; he agotado todos los recursos imaginables para poder entrar pero ha sido imposible.
Imagínate, he pasado días enteros entre montes y cañaverales, y tratando de entrar en bote ya que en avioneta nadie puede ni se prestan con razón a entrarme; esta vez es seguro, pues hay un hombre muy responsable que se ofrece a llevarme y estoy listo para partir.

Estoy consciente del peligro pero, tú sabes que lo más sagrado para mí es el deber y hoy debo cumplirlo nada menos que con mi patria y mi pueblo. Me siento dichoso de que Dios me brinde la oportunidad de cumplirlo como soldado.

Si me pasa algo, sé que vas a sufrir mucho y tú y mis hijos pasarán trabajo. No les dejo siquiera una casa pero, cuando te veas muy apurada recuerda que esto es más que nada porque fui honrado y tengo mis manos inmaculadas y esto debe servirte de orgullo e incentivo para luchar; sé que eres valiente y no me defraudarás.

Además, recuerda lo que tanto te he dicho. Todos tenemos nuestro destino marcado y si el mío es morir por mi patria, es el destino más maravilloso que hombre alguno pueda tener y la felicidad que yo sentiría es algo inexplicable. Yo tengo el privilegio de haber aprendido a amar a mi pueblo y a mi patria de esta forma que sólo yo sé, de haber tratado de superarme a mí mismo y tratar de llegar a ser “UN HOMBRE”. Tú sabes como he luchado contra las tentaciones de la vida para hacer que en mi mente y en mi corazón aniden siempre y en todos los momentos de mi vida, la vergüenza, la honradez, la justicia, el amor y el patriotismo. Tú sabes todo esto, mi vida, por eso, si caigo por defender y cumplir con estos sagrados principios, por mis ideales que tanto he tratado de que sean verdaderamente puros, tú y mis hijos deben sentirse orgullosos, porque yo, desde donde esté, me sentiré muy feliz.

Al leer esta carta sé que te pondrás muy triste, pues sé lo que me quieres y lo sensible que eres, pero necesito desahogarme pues sufro mucho y estoy muy desencantado.

Por la prensa y la radio te habrás enterado de que los norteamericanos nos tildan de comunistas, esto no es más que un pretexto para aniquilarnos y con ello al pueblo que hoy lucha por reconquistar sus derechos, pues ellos muy bien que saben cómo somos y la razón y pureza de nuestros ideales, pero son malos, despreciables y traidores, cobardes animales que no saben con todo su poderío, de dignidad y honor, sólo les interesa el vil metal, lo demás para ellos no vale nada. Pero el valor y patriotismo de nuestro pueblo es algo que no se puede decir con palabras, y no podrán; antes, tenderán una alfombra de cadáveres sobre Santo Domingo y, aún cuando nos pisoteen, seremos más grandes y dignos que ellos.


Dentro de mi desesperación, siento un orgullo tremendo pues mis compañeros de armas, aquel grupo que yo elegí por su seriedad y vergüenza, ha dado muestras de un valor y patriotismo encomiable,
¿te acuerdas lo que decía de Francis,* Lachapelle, ** y Quiroz?, *** no me equivoqué. También siento gran satisfacción porque aunque no luchamos precisamente por un hombre y un partido, he comprobado que el Señor Presidente es un gran hombre y de mucho valor, ya que esto no se demuestra sólo peleando;


además, lo que más admiro en él es su nobleza e inteligencia porque ha sabido salvar vidas y no sólo de revolucionarios. Veo que los dominicanos no se equivocaron cuando lo eligieron.


Si me pasa algo, ocúpense tú y Celeste de cuidar mucho a mamá para que no vuelva a enfermar; bueno Letty, ya verás que no me pasa nada, los hombres tan idealistas como yo no mueren muy fácilmente, pero por si acaso, tengo algo que pedirte y encomendarte. En nombre de ese amor que nos tenemos, tienes que luchar con todos los medios a tu alcance para hacer de mis hijos hombres dignos y de vergüenza, honrados y valientes (sé que tú lo eres) porque si yo no puedo llegar a hacer por mi pueblo todo lo que pienso, entonces ellos tendrán que hacerlo, son mi aporte a la patria que venero, la única herencia que les dejo, a ti y a Ella; los varones, sean o no militares, tienen que luchar y morir si es necesario por verla libre y nuestro pueblo feliz y lo que es más, que den su vida, si es que tienen que hacerlo, llenos de felicidad; en resumen, incúlcales mis ideales, y entonces, como dice aquél escrito que puse en un cuadro en casa: NO HABRE VIVIDO EN VANO.

Ojalá traigas el dinero de la venta del carro, pues el que traje lo gasté en equipos para mi viaje y también se lo he dado a algunos amigos que han venido. Cómprale ropa a los niños y me le pagas cien pesos que le cogí prestados a mamá.

Me voy Letty, pero en esta carta te dejo mi corazón y mi alma. Miles de besos a los niños, cuídense mucho y que Dios los bendiga.

Te adora tu
Rafa.

Los cinco hijos del matrimonio. 1964


lunes, 18 de mayo de 2020

Frases y pensamientos de Juan Bosch


“Si no puedo ver por mí mismo la liberación de este pueblo, la veré a través de mis ideas”.

“Nuestra aspiración es que un día, cuando los niños que están empezando hoy a hablar sean hombres viejos y de nosotros no quede si no una cruz sobre una tumba, esos viejos les digan a sus hijos que el compañero Juan vivió y murió pensando cada hora de cada día en servir a su pueblo”.

“Si mi vida llegara a ser tan importante que se justificara algún día escribir sobre ella, habría que empezar diciendo: “Nació en la Vega, República Dominicana. El 30 de junio de 1909, y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”.

“Nadie se muere de verdad si queda en el mundo quien respete su memoria”.Juan Bosch
Juan BoschLa historia y el futuro de los pueblos

“El porvenir de los pueblos es obra de sus hijos más que de sus padres, de los que viven y de los que van a vivir, más que de aquellos que rindieron sus tareas y se marcharon con los siglos. La obra buena de los muertos, como su obra mala, es propiedad de la historia; pero la obra buena del porvenir es el fruto de las buenas intenciones y de la capacidad para convertirlas en hechos”.
“Hay personas que creen que los hechos históricos son producidos por los grandes hombres, y resulta que es al revés; son los hechos históricos los que producen a los grandes hombres”.

“Ningún hombre es superior a su pueblo”.

La verdad, el valor y la lucha

“No hay arma más potente que la verdad en mano de los buenos”.

“La verdad no es un artículo que se compra y se vende con beneficios”.

“Toda obra digna para a menudo bajo las sombras de la infamia; el que combate, sin embargo, no puede detenerse ante la infamia”.

“El valor por sí sólo sirve para matar y morir, no para dirigir y triunfar”.

“La lucha de los pueblos es constante; nacen mártires donde muere uno: florecen las ideas allí donde las persiguen; un pasado heroico, cuajado de nobles hombres, estimula a los jóvenes e ilumina el porvenir”.

“Los hombres no saben vivir aplastados por el terror, y allí donde sufren, allí alimentan la esperanza de vencer al infortunio”.
La virtud, el deber y los hechos

“Los pueblos dignos, como los hombres con estatura moral, buscan dar, no recibir; buscan ayudar, no pedir ayuda”.

“No basta tener ideas; hay que hacerlas realidad en lo grande y en lo minúsculo”.
“El hombre no puede cumplir su destino en la sociedad sino convierte sus ideas y sus deseos en hechos, porque sólo los hechos tienen verdadero valor en la vida social”.

“Sólo quien reconoce la grandeza ajena puede ser grande, y que los que discuten la gloria de otros carecen del derecho a disfrutar la propia”.

“Lo perfecto es enemigo de lo bueno, y el hombre no debe aspirar a ser perfecto sino bueno nada más. Cuando se pasa de los límites de lo bueno y se entra en el afán de la perfección, lo que se hace es cultivar la vanidad, la vanidad individual; cultivar un sentimiento realmente mezquino, porque es un sentimiento que se limita a la persona que lo tiene. Por tanto no se debe ser perfeccionista, pero se debe tratar de hacer las cosas bien”.
La educación y la formación de la consciencia

“El destino de cada uno está en la educación que se le haya dado. Para que su conducta sea buena, el hombre tiene que ser mejor educado”.

“Hay que educar al hombre para que respete las leyes. Sin leyes no hay sociedad humana, y las leyes sólo tienen valor si cada persona las acepta y las respeta y las hace respetar”.

“La creación de la consciencia moral es el fin último de la evolución social. Lo que persigue el hombre es lo bueno. Lo bello, lo útil, lo justo y lo verdadero están dirigidos al establecimiento de una sociedad en que la consciencia social esté tan educada y evolucionada, que la bondad sea un principio naturalmente ejercido por todos”

“La libertad es un bien que no puede ponerse en peligro por debilidades, y el aire de la libertad se contamina de sutiles venenos allí donde en su nombre se permite que florezca la villanía

“No es ciudadano el que ignora cuáles son sus deberes y cuáles son sus derechos (…). No puede haber paz donde no hay consciencia cívica y no hay consciencia cívica donde no hay cultura”.
El trabajo, la disciplina y la mística

“Los jóvenes que aspiran a ejecutar su obra de un día para otro se exponen a desencantos dolorosos, pues nada que no tenga sus raíces en el tiempo puede perdurar. Y la única manera conocida de enraizar algo en el tiempo es trabajando”.
“Cuando se está ante una tarea larga y complicada, es mejor madrugar lo más que se pueda y acostarse sólo cuando ya no queden fuerzas para seguir en pie”.

“Toda obra de la creación – del hombre o de la naturaleza- se realiza en el seno del tiempo, y hay una sola manera de llevarla a cabo, que es trabajando. El creador, pues, está obligado, por la misma fuerza que lo lleva a crear, a sumergirse en el tiempo para trabajar.”

“No podría haber disciplina donde faltara la mística, pero tampoco podría haber mística donde faltara la disciplina, y nadie puede imponer la disciplina allí donde trabajando en una misma tarea cada quien la lleva a cabo como le parece, no como debe hacerse”.
El amor como fuerza creadora

“Sin amor es imposible hacer algo creador. La gallina, que es considerado el más cobarde de los animales domésticos, se lanza como pequeña fiera emplumada sobre el que se acerque demasiado a sus polluelos. El amor hace fuerte a los débiles y valientes a los cobardes. El amor obra milagros”.
El escritor, la cultura y la humanidad

“El escritor es un hombre de su tiempo, y siendo un hombre de su tiempo tienen que afectarle las condiciones en que vive el pueblo, la situación general del mundo, y éstas preocupaciones se van a reflejar en su obra”.

“Prefiero al escritor comprometido, pero comprometido son la causa buena, y la causa buena es la lucha por la liberación de los pueblos, por la liberación de los hombres. La causa buena es la que señala un rumbo, un camino hacia el futuro, un camino hacia el mayor bienestar de la humanidad, no de una minoría que viva a expensas el resto de la humanidad, sino de la humanidad completa. El escritor debe tener una conciencia bien clara de que el mundo mejor sería el mundo donde todos pudieran ser escritores y pintores y músicos y bailarines y cantantes. Es decir, el mundo donde las facultades humanas, las mejores facultades humanas, se expresaran son mayor intensidad y mayor brillo”.

“No creo que literatura puede cambiar el mundo, pero creo que la literatura como toda actividad humana, contribuye a iluminar la mente de los hombres, y que puede embellecer, enriquecer mucho la vida del hombre. La literatura no puede escapar de ninguna manera a la realidad social, económica, política, cultural, de los seres humanos”.

“En su significación más amplia y profunda, la palabra cultura significa la acumulación de todos los conocimientos y de todas las artes que la humanidad ha venido creando en su larga lucha en dominar la naturaleza que lo rodea, de la cual saca su sustento, su techo, lo que la viste y cura, y en suma, todo lo que ha necesitado para mantenerse con vida y constante evolución”.
La patria y los patriotas

“A la patria no se le usa, se le sirve”.

“Nosotros somos una tierra pequeña, que sólo podemos engrandecernos por el amor, por la virtud, por la cultura, por la bondad”.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Destino cruel para algunos guardianes de la libertad y los derechos humanos

En recuerdo de Alia Abdulnur
Por Bill Law 


Fuentes: Middle East Monitor

Foto: Campaña “Rompe el silencio” en apoyo de las presas de conciencia emiratíes. Londres, agosto de 2018 (Twitter)

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El 4 de mayo del año pasado, una mujer emiratí moría en el Hospital Tawam de Abu Dabi. Se llamaba Alia Abdulnur. Falleció encadenada a una cama en una habitación sin ventanas con un guardia armado como único compañero. A su familia se le había negado el permiso para llevarla a casa a morir a pesar de que su cuerpo estaba plagado de cáncer. ¿Qué había hecho Alia Abdulnur para merecer un destino tan horrible?

Fue arrestada en 2015 acusada y condenada por apoyar a organizaciones terroristas en Siria. Según el Centro Internacional de Justicia y Derechos Humanos (ICJHR, por sus siglas en inglés), con sede en Ginebra, estuvo detenida en un lugar desconocido durante cuatro meses, donde fue sometida a torturas y obligada a firmar una confesión falsa que se utilizó para condenarla. Alia Abdulnur no era terrorista, ni recaudaba fondos para terroristas; estaba preocupada por el impacto de la guerra siria en las mujeres y niños y había estado recogiendo donaciones para ellos.

Durante el tiempo que pasó en prisión se le negó el acceso a quimioterapia. Su cáncer se propagó rápida y agresivamente. En las últimas semanas de vida no podía caminar ni tenerse en pie. Y sin embargo, la mantuvieron encadenada a una cama de hospital.

Mientras la Covid-19 recorre el mundo, es fácil olvidarse de personas como Alia Abdulnur e ignorar a otros presos de conciencia detenidos en las cárceles de Abu Dabi. Entre ellos se encuentran Ahmed Mansur y Naser Bin Ghaith. Ambos hombres fueron condenados a diez años de prisión después de ser condenados por las draconianas leyes antiterroristas de los EAU en juicios sumamente injustos. Su crimen fue pedir reformas democráticas en un Estado que se encuentra entre los más represivos del mundo, incluso con aquellos de sus propios ciudadanos que se atreven a cuestionar la autoridad del régimen. Para el mundo, los Emiratos Árabes Unidos (una colección de siete emiratos, los más poderosos de los cuales son Abu Dabi y Dubai) han podido presentar la cara de un país del Golfo tolerante y ultramoderno que recibe a empresarios y turistas extranjeros con los brazos abiertos.

El Reino Unido hace buenos negocios con los EAU y espera, tras el Brexit, hacer aún más. Dubai ha sido particularmente amable con los expatriados británicos y los turistas; más de 1,2 millones de turistas británicos visitaron el país solo en 2019. Y más de 200.000 residían en el país el año pasado. Ahora, gracias al coronavirus, muchos de ellos quieren volver a casa y el comercio turístico ha desaparecido.El activista político Ahmed Mansur (Foto: Nicholas McGeehan/Twitter)

El hogar de Ahmed Mansur, ganador del prestigioso Premio Martin Ennals para defensores de los derechos humanos en 2015, es una celda en la prisión de Al Sadr, en Abu Dabi, que mide cuatro metros cuadrados. En los tres años que estuvo recluido en régimen de aislamiento, solo se le permitió salir una sola vez al patio de ejercicios. Le han negado hasta una cama y su aseo se limita a un agujero en el suelo. No puede acceder a libros ni a visitas familiares, y las llamadas telefónicas se le niegan de manera rutinaria y caprichosa. En septiembre del año pasado inició una huelga de hambre en protesta. Aunque puso fin a la huelga una vez que las autoridades permitieron que su familia pudiera visitarle algo más, su salud está seriamente comprometida. Desde enero, las organizaciones de derechos humanos no han podido averiguar más sobre su situación o condición médica.

Aún se sabe menos sobre el destino de Naser Bin Ghaith, un distinguido economista emiratí. En noviembre de 2019, la Campaña Internacional por la Libertad en los EAU (ICFUAE, por sus siglas en inglés) detalló las tres huelgas de hambre que había emprendido desde su arresto en 2015 y su posterior condena. Ha sido sometido a palizas, confinamiento solitario, se le han retirado los derechos de visita familiar y se le ha negado tratamiento médico. Está detenido en la prisión de máxima seguridad Al-Rasim de Abu Dabi.

¡Qué perversamente y qué salvajemente irónico, por lo tanto, que los Emiratos Árabes Unidos celebraran 2019 como el Año de la Tolerancia, mientras Alia Abdulnur yacía moribunda encadenada a una cama de hospital, Ahmed Mansur estaba recluido en régimen de aislamiento en condiciones medievales y Naser Bin Ghaith se encontraba en un estado igualmente espantoso! Docenas más de presos políticos, muchos de ellos miembros de una sociedad religiosa prohibida, Al-Islah, están en la cárcel, condenados únicamente por confesiones obtenidas bajo tortura. El ICJHR también ha destacado el trato abusivo a dos mujeres presas de conciencia: Maryam Al-Balushi y Amina Al-Abduli están detenidas en la prisión de Al-Wathba.

Quizás el “Año de la Tolerancia” fue realmente una buena oportunidad para que las autoridades de los EAU celebraran la tolerancia de sus amigos de Occidente, que hacen la vista gorda colectiva ante los abusos de los derechos humanos perpetrados con impunidad. Quizás estaban expresando su agradecimiento de que la capa de silencio que se les concede se levante muy raramente, como en el horrible caso del académico británico Matthew Hedges, quien fue sentenciado a cadena perpetua por falsos cargos de espionaje después de meses de aislamiento. Fue finalmente puesto en libertad y se le permitió irse a casa. Gracias a Dios por eso.

Alia Abdulnur murió hoy hace un año, el 4 de mayo de 2019. Una mujer que actuaba impulsada por la compasión hacia las mujeres y los niños víctimas de la guerra siria. Mientras celebramos otros actos de bondad, coraje y desinterés durante esta guerra contra la pandemia de coronavirus, recordémosla también a ella. No se merece nuestro olvido.

Bill Law es periodista. Ha ganado un premio Sony de periodismo. En 1995 se incorporó a la BBC y desde 2002 viene informando desde Oriente Medio. Ha cubierto varios levantamientos de la Primavera Árabe desde Egipto, Libia y Bahréin. Ha informado asimismo desde Afganistán y Pakistán. En la actualidad trabaja como periodista independiente centrado en los temas del Golfo.

Fuente:


Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.

Gramsci: Coherencia entre el decir y el hacer

Antonio Gramsci, coherencia entre el decir y el hacer

A 83 años de la muerte del filósofo italiano


Francisco Fernández Buey, El Viejo Topo

Antonio Gramsci ha sido el comunista marxista más original del período de entreguerras y, probablemente con Guevara, el más apreciado internacionalmente de los comunistas marxistas que vivieron en el siglo XX. El historiador británico Eric Hobsbawm recordaba hace unos cuantos años que, durante la década de los ochenta, Antonio Gramsci se había convertido en el pensador italiano más repetidamente citado en las publicaciones mundiales de humanidades y ciencias sociales.

Sin duda, esto último tiene una explicación. Se debe, en primer lugar, a que su biografía conmueve a toda persona sensible; y, en segundo lugar, al gran interés que despertaron en muchos países del mundo tres colecciones de escritos suyos: las intervenciones políticas y político-culturales de los años 1916 a 1926; los treinta y tres cuadernos que redactó durante el largo período carcelario al que fue condenado por el fascismo mussoliniano, conocidos como Quaderni del carcere; y al más de medio millar de cartas que envió a familiares y amigos, entre los años 1927 y 1937, desde aquellas prisiones y desde las clínicas por las que tuvo que pasar ya al final de su vida.

Pero, por otra parte, un joven europeo que quiera hoy leer a Gramsci con calma y dedicación puede encontrarse con el problema de que sus obras no estén disponibles en las principales librerías. Incluso en Italia, el país de Gramsci, ha habido paradójicamente un momento, a finales de la última década, en que no se podía encontrar en librerías la principal edición de escritos gramscianos, la edición crítica de los Quaderni del carcere preparada en la década de los setenta por Valentino Gerratana y publicada por la editorial Einaudi. Hizo falta una campaña internacional de estudiosos gramscianos para paliar esa situación. Y en otros países europeos en los que Gramsci se ha leído bastante, por ejemplo en España, tampoco es fácil encontrar hoy en día en librerías ediciones de los escritos de Gramsci.

Esta situación paradójica se explica por la desconfianza que, por lo general, suscitan en los últimos años los términos «comunista» y «marxista». Lo cual tiene, evidentemente, su repercusión en la industria de la cultura y en el mercado del libro. Cuando algo suscita desconfianza todo aquello que tenga que ver con ese algo, independientemente de su valor, se ve afectado. Y si Gramsci ha sido, como fue, un comunista marxista es lógico que los jóvenes, que han sido educados ya en la desconfianza y en el desprecio por todo lo que representó el comunismo marxista, tengan de entrada una cierta prevención ante su obra.

Ante situaciones así suele ser inútil tratar de adoctrinar a los más jóvenes desde las alturas del conocimiento de quien sabe que Gramsci es ya un «clásico» y que la lectura de los clásicos debería ser obligatoria. Como dijo el poeta, «lo peor es creer que se tiene razón por haberla tenido». No hay clásicos obligatorios.[1] Y menos en una época posmoderna en la que los «clásicos» de tu canon tiran de la barba a los clásicos de mi canon y unos y otros son puestos en cuarentena por los clásicos del canon del de más allá. Siempre ha habido clásicos inactuales y situaciones en las que tal o cual pensador adquiere la categoría de clásico que tiempo atrás no tenía. Montaigne, por ejemplo, no solía estar entre los clásicos casi obligatorios hace unas décadas; hoy lo está. Karl Kraus, el autor de Los últimos días de la humanidad, pronto será un clásico obligatorio si la idea de que hay «guerras humanitarias» cuaja en este cambio de siglo y de milenio, como parece que está cuajando.

Así pues, para entrar hoy en día en la vida y la obra de Antonio Gramsci, tanto más si no se es comunista y marxista y no se está, por tanto, ya bien predispuesto, hace falta un esfuerzo suplementario. Hacen falta afición a la memoria histórica, una cierta sensibilidad sentimental y un poco de espíritu compasivo, de piedad ante la tragedia del hombre en su historia. Tres cosas que, por cierto, cotizan a la baja en el mercado de valores. Por eso creo que la mejor manera de captar la benevolencia de un lector así es releer juntos los versos de Bertolt Brecht en el poema dedicado a los que vendrán, a los por nacer, a los hombres del futuro, que van a servir de lema a esta noticia de Gramsci. Aquellos versos están escritos por los años en que Antonio Gramsci sufría en las cárceles de Mussolini y expresan muy bien lo que ha sido el sentir de los revolucionarios de la época.

El que desde experiencias y vivencias muy diferentes, y durante muchos años, haya habido una coincidencia tan grande de opiniones sobre Gramsci (y sobre Guevara) se debe a algo que debemos subrayar en seguida por obvio que sea: lo que, más allá de las diferencias culturales, se aprecia y se valora en Gramsci (y en Guevara) es la coherencia entre su decir y su hacer. Por eso al cabo de los años se les puede seguir considerando, con verdad, como ejemplo vivo de aquellos ideales ético-políticos por los que combatieron.

¿Qué es lo que hace de Gramsci un personaje tan universalmente apreciado en estos tiempos difíciles para el comunismo y para los marxismos? Que siendo, como era, un dirigente se entregó a la realización de su idea, de su proyecto, como uno más, sin ponerse a sí mismo como excepción de lo que preconizaba ni intentar racionalizar ideológicamente, como hicieron otros, la excepcionalidad del yo mismo que se quiere colectivo, que se quiere un nosotros. Para valorar suficientemente esta aproximación entre el yo y el nosotros en la persona llamada Gramsci sólo hay que fijarse en su forma de entender la relación entre el filosofar espontáneo («todos los hombres son filósofos», escribió) y filosofía en sentido técnico (reflexión crítica particularizada acerca de las propias prácticas, de las propias concepciones del mundo), o en su forma de entender la relación entre intelectuales en sentido restringido, tradicional, y lo que él llamó «el intelectual colectivo» (que, por supuesto, no tiene nada que ver con la trivialidad mediática del «intelectual orgánico» sin pensamiento propio).

Sólo a un hombre que se ofrece a los otros como parte orgánica de un ideal y de una entidad colectivas, y que cumple con su vida esta promesa, se le puede ocurrir la idea de que el partido político de la emancipación es un intelectual colectivo en el que el intelectual tradicional por antonomasia, en vez de quedar diluido o ser sobredimensionado, queda convertido en intelectual productivo, en intelectual que produce junto a los otros, junco a los trabajadores manuales que quieren liberarse. Porque de un hombre así se puede decir que ha renunciado a lo que es característico del intelectual tradicional: su apego al privilegio social. Una de las aportaciones más interesantes de Gramsci en este ámbito fue, justamente, la propuesta de superar en el partido laico el tipo de relación (unilateral y unidireccional) entre «clérigos» y «simples» que ha sido característica de la iglesia católica y que, en gran medida, heredaron y secularizaron casi todos los partidos políticos de la modernidad.

Sólo a un hombre que da más importancia al filosofar entendido como reflexión sobre las propias prácticas y tradiciones que a las filosofías académicas, y que, además, se pone al servicio de los otros para elevarla filosofía espontánea a ilustrado sentido común de los más, se le puede ocurrir la idea (en principio ajena al especialista, al experto o al licenciado en filosofía) de que todos los hombres son filósofos. Porque un hombre así ha renunciado a su privilegio como filósofo técnico en favor de otro tipo de filosofar, de un filosofar con punto de vista que se propone explícitamente ayudar a la colectividad de los de abajo.

Sólo a un hombre que ha asumido el conflicto entre ética de la convicción y ética de la responsabilidad corno una cruz con la que hay que cargar necesariamente en una sociedad dividida, sin aspavientos olímpicos ni pretensiones elitistas, se le puede ocurrir la idea de que un día la política y la moral harán un todo al desembocar la política en la moral. Porque un hombre así, aunque diga sentirse aislado y repita una y otra vez que él es y se siente como una isla en la isla, está en realidad comunicando a los demás, a sus interlocutores y a sus lectores, que, a pesar de su psicología, de su carácter o de su estado de ánimo, quiere ser, con ellos, un continente.

Por todo eso, y desde nuestro presente, el proyecto de Gramsci se puede entender como un continuado esfuerzo por hacer de la política (comunista) una ética de lo colectivo.

Gramsci no escribió ningún tratado de ética normativa. No era un filósofo académico ni un político al uso especialmente preocupado por la propia imagen. Tampoco puso las páginas de su obra luminosa bajo el rótulo con el que el asunto suele enseñarse en las universidades: «filosofía moral y política». Dedicó muy pocas páginas a aclarar su propio concepto de la ética. Como tantos otros grandes, habló y escribió poco de ética. En realidad sólo lo hizo, polémicamente, cuando entendió que se estaba confundiendo la política con la politiquería, la política en el sentido noble de la palabra con el hacer sectario o mafioso. Dio con su vida una lección de ética. Una lección de esas que quedan en la memoria de las gentes, de esas que acaban metiéndose en los resortes psicológicos de las personas y que sirven para configurar luego las creencias colectivas. Que las ideas cuajen en creencias: tal fue la aspiración de Gramsci desde joven, en el marco de una tradición crítica y con una identidad alternativa a la del orden existente, que se prefigura ya en la sociedad dividida.

Al hablar de la relación entre ética y política hay dos aspectos igualmente interesantes sugeridos por la palabra escrita y por el hacer de Gramsci. Uno de estos aspectos se plantea al preguntarnos acerca de la forma en que él mismo vivió la relación entre política y moralidad, sobre todo en los años de la cárcel cuando, enfermo, se negó a pedir la gracia a Mussolini. El otro asunto interesante brota al preguntarse cómo reflexionó Gramsci acerca de la relación entre el ámbito de la ética y el ámbito de la política y qué propuso a este respecto desde esa reflexión. Este es un tema, que en sus términos modernos, los propios de una conciencia desencantada ya incluso de las otras formas de hacer política, se planteó unos años antes Max Weber. Gramsci, como historicista, lo trató de otra manera, dialogando con Maquiavelo y con Kant pero con el pensamiento puesto en los problemas específicos, concretos, de su presente.

Pocas veces se han abordado juntos estos dos aspectos en la ya inmensa literatura gramsciana[2]. Pero, a pesar de ello, es importante atender a las dos cosas y suscitar una discusión sobre el resultado de pensar las dos cosas a la vez. Lo es por una razón tan sustantiva como práctica: para superar la distancia, e incluso la separación, que se suele producir, a propósito de Gramsci, entre los estudios biográficos y los estudios técnico-académicos que se centran en los conceptos básicos de los Quaderni del carcere. Pues las consecuencias de esta separación de asuntos suelen ser, por una parte, el reconocimiento de la coherencia ética de una vida ejemplar, y, por otra, la insatisfacción ante la teorización gramsciana del vínculo existente entre ética y política, sobre todo por comparación con otros autores, académicos o no, contemporáneos suyos.

El lugar adonde conduce esta separación en los ambientes intelectuales es conocido. Lo diré de la forma más drástica posible. Conduce, en lo que hace a la valoración de Gramsci, a un juicio, muchas veces escuchado en estos últimos años, del siguiente tenor: «He aquí alguien a quien podemos considerar como un ejemplo de coherencia moral en el marco de la tradición comunista y que, sin embargo, hizo de su vida una tragedia y contribuyó a la tragedia de otros porque no fue realista, porque no supo pensar a fondo precisamente la relación entre lo ético y lo político».

Quisiera decir enseguida, para evitar cualquier equívoco, que no comparto esta derivación intelectualista a propósito de Gramsci y que considero que la tragedia vital del hombre Antonio Gramsci (como la de algunos otros comunistas de su época) tiene que entenderse, en parte, como expresión de su circunstancia: del más general drama del comunismo occidental en un «siglo de extremos » (Hobsbawm) en el que muchas personas, en la Europa occidental, tuvieron que vivir, sabiéndolo, como «revolucionarios sin revolución», sin esperanza pero con convicciones; y, en parte también, claro está, como resultado de una personalidad particularísima: escéptica pero volitiva, irónica pero intransigente, tan práctica en lo cotidiano como inclinada, a veces hasta la neurosis, hacia el puntillismo en las relaciones sentimentales. De todo ello hay muestras suficientemente expresivas en la correspondencia del propio Gramsci y en los testimonios que han dejado quienes le conocieron en vida.

Es cierto que, en la exposición de su proyecto, Gramsci ha acentuado la dimensión estrictamente política, tanto en las luchas sociales en las que participó como cuando hizo análisis o propuso hipótesis teóricas. Pero esto no quiere decir que su proyecto fuera politicista o que infravalorara la ética. Sintomáticamente, siempre presentó sus propias convicciones como haciendo parte de un proyecto ético-político y en ese sentido hay que entender también su propuesta, reiterada, de reforma moral e intelectual, que es consustancial al mismo.[3]
___________
Notas:
[1]. Una aguda reflexión sobre el tipo de clásico que es Gramsci, en V Gerratana, Gramsci. Problemi di metodo, Editori Riuniti, Roma, 1997, pág. XI y ss.
[2]. Tratan este asunto A. Tortorella, «11 fondamento etico della política in Gramsci», Critica marxista, 2/3, marzo-junio de 1997, y D. Jervolino, «Etica e política in Gramsci», en Gramsci da un secolo all’altro, Editori Riuniti, Roma, 1999, págs. 199-210.
[3]. C. N. Courinho, «11 concetto di política nei Quaderni del carcere», Critica marxista, 3/4, marzo-junio de 2001

viernes, 1 de mayo de 2020

Documental para comprender la actual crisis económica

La Batalla por la Economía Mundial



Este documental es relevante para comprender los días que corren, la actual crisis económica que tiene al planeta en conflicto y para detectar que todo ha sido una batalla ideológica muy bien elaborada.

Realizado el año 2002, parte con uno de los momentos decisivos del siglo XX: la controversia entre Hayek y Keynes por definir el modelo económico que debería guiar el desarrollo de los países occidentales tras la crisis de los años 30 en Estados Unidos. Muestra también la reunión en las faldas del Mont Pelerin de 1947 organizada por Hayek, que marca el nacimiento del neoliberalismo.

El documental, describe la victoria inicial de las tesis de Keynes y la consecuente marginación de Hayek, el autor de Camino de servidumbre (1944). Posteriormente aborda la crisis del keynesianismo en los años 70 (por la crisis del petróleo) y el triunfo de Hayek con su Premio Nobel de Economía en 1974 y la llegada al poder de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, que abrieron las puertas al modelo económico neoliberal.

A esto hecho se sumó el Premio Nobel a Friedman en 1976, y la aceptación del modelo económico en el Chile de Pinochet. En definitiva, enmarca la globalización económica en un proceso histórico y trata sus causas y consecuencias -positivas y negativas- con las palabras de Clinton, Friedman, Sachs y Thatcher. Es un documento que abarca gran parte del siglo XX y que merece verse completo. Son seis capítulos de 55 minutos cada uno y se puede encontrar en eMule o Ares. Imprescindible.

Ver post de Diciembre de 2008

Por qué se celebra el Día del Trabajador este 1º de Mayo

En 1886 fueron ejecutados trabajadores de Estados Unidos tras realizar una serie de huelgas en reclamo de mejores condiciones laborales.
Cada 1 de Mayo se celebra en todo el mundo el Día del Trabajador para conmemorar a los Mártires de Chicago. FOTO: CEDOC


En 1886 fueron ejecutados trabajadores de Estados Unidos tras realizar una serie de huelgas en reclamo de mejores condiciones laborales. 


Cada 1 de Mayo se celebra en todo el mundo el Día del Trabajador para conmemorar a los Mártires de Chicago. FOTO: CEDOC NOTICIAS 

 El 1º de mayo de cada año se conmemora el Día Internacional del Trabajador en homenaje a los "Mártires de Chicago", así denominado un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en 1886 en Estados Unidos por realizar un reclamo laboral. Los trabajadores demandaban la reducción de la jornada laboral a 8 horas, ya que solían trabajar hasta 16 horas diarias. Ante la presión de los paros el presidente de Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó una ley que establecía las 8 horas de trabajo diario. Sin embargo el sector empresarial decidió no acatarla, por lo que los trabajadores de la ciudad industrial de Chicago iniciaron una huelga el 1º de mayo. Un movimiento liderado por Albert Pearsons juntó a más de 80 mil trabajadores. Fue calificado como "indignante e irrespetuoso" y como un "delirio de lunáticos poco patriotas". Para los que lo criticaban, el pedido era "lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo". El conflicto se extendió a otras ciudades y terminaron parando más de 400.000 obreros en 5.000 huelgas simultáneas. Tanto el gobierno como el sector empresarial creían que estaban ante el inicio de una revolución anarquista. 

Un 1º de Mayo que encuentra a los trabajadores en peores condiciones

 La fábrica McCormik de Chicago no reconoció la victoria de los trabajadores y el 1º de mayo la policía disparó contra los manifestantes en las puertas de la empresa. Los días siguientes murieron más trabajadores hasta que el cuarto día estalló una bomba contra las fuerzas policiales en un suceso conocido como "el atentado de Haymarket". 

El 21 de junio comenzó el juicio a 31 obreros acusados de haber sido los presuntos promotores del conflicto. Condenaron a dos de ellos a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados y cinco a la muerte en la horca. Estas 8 personas se convirtieron en los Mártires de Chicago, y en su conmemoración se declaró que el 1° de mayo sería el Día Internacional del Trabajador. (Fuente www.perfil.com). 

Por qué se celebra el Día del Trabajador este 1 de Mayo

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Por qué se celebra el Día del Trabajador este 1 de Mayo





martes, 28 de abril de 2020

Pablo Neruda: Versainograma a Santo Domingo

A 55 anos de la intervención militar de Estados Unidos a la indefensa patria de Duarte, Luperon y Bosch, las tres raíces del árbol de la patria  



Pablo Neruda fue un poeta combativo; revolucionario y una parte de su poesía la dedicó a temas sociales, como la guerra; claro, también le cantó al amor, a la naturaleza, a la mujer, y a la belleza. Vivió con intensidad; fue diplomático, político; estuvo exiliado y perteneció al Partido Comunista de Chile. Su obra es vasta y eso lo atestigua alrededor de 50 títulos publicados en vida.

A nuestro suelo le dedicó su Versainograma a Santo Domingo, un poema escrito con motivo de la ocupación militar de Estados Unidos en 1965, pero que es una radiografía de lo que hemos vivido desde que Colón llegó. Finaliza así: “Me gusta en Nueva York el yanqui vivo/ y sus lindas muchachas, por supuesto, /pero en Santo Domingo y en Vietnam /prefiero norteamericanos muertos”.

Versainograma a Santo Domingo

A propósito de la Revolución del 24 de abril de 1965 y la invasión de nuestro territorio el 28 con el propósito de sofocarla, por parte del gobierno norteamericano, el laureado poeta chileno Pablo Neruda escribió este poema del cual les diremos una parte.

Santo Domingo con su pueblo armado borró la imposición de los violentos: tomo ciudades, campos y en el puente, con el pecho desnudo y descubierto, aplastó tanques, desafió cañones. Y corría impetuoso como el viento hacia la libertad y la victoria, cuando el tejano Johnnson, el funesto, con sangre de muchos en sus manos, hizo desembarcar sus marineros.

Cuarenta y cinco mil hijos de perra bajaron con sus armas y sus cuentos, con ametralladoras y napalm, con objetivos claros y concretos: “poner en libertad a los ladrones y a los demás hay que meterlos presos.

Y allí están cada día disparando contra dominicanos indefensos. Como en Viet Nam el asesino es fuerte pero a la larga pero a la larga vencerán los pueblos.

Es tan sólo una parte ínfima que refleja el pensar del ganador del Premio Nobel de Literatura del año 1971 que además de su brillantez en la poesía era un ferviente militante de izquierda, les invito a que busquen y lean este versainograma a Santo Domingo.


Neruda en honor a los Dominicanos a raíz de la ocupación norteamericana del 1965.


Perdonen si les digo unas locuras
En esta dulce tarde de febrero
Y si se va mi corazón cantando
Hacia Santo Domingo, compañeros.
Vamos a recordar lo que ha pasado allí
Desde que Don Cristóbal, el 
marinero
Puso los pies y descubrió la isla
Que mejor no la hubiese descubierto
Porque ha sufrido tanto desde entonces
Que parece que el diablo y no Jesús
Se entendió con Colón en ese aspecto Esos conquistadores españoles
Que llegaron desde España, por supuesto
Buscando oro y lo buscaron tanto
Como si les sirviese de alimentoEnarbolando a Cristo con su cruz
Los garrotazos fueron argumentos tan poderosos
Que los indios vivos se convirtieron pronto
En dominicanos muertos
Aunque hace siglos de esta historia amarga
Por amarga y por vieja se las cuento
Porque las cosas no se aclaran nunca
Con el olvido ni con el silencio.
Y hay tanta inquietud sin comentario
En la América hirsuta que me dieron
Que si hasta los poetas nos callamos
No hablan los otros porque tienen miedo.
Ya se sabe en un día declaramos
La independencia azul de nuestros pueblos.
Una por una, América Latina
Se desgranó como un racimo negro
De nacionalidades diminutas
Con mucha flecha y con poco dinero.
Andamos con orgullo y sin zapatos
Y nos creemos todos caballeros.
Cuando tuvimos pantalones largos
Co escogimos pésimos gobiernos:
(rivalizamos mucho en este asunto,
Santo Domingo se sacó los premios).
En esta variedad un tanto triste
Tuvieron a Trujillo sempiterno
Que gracias a un balazo se enfermó
Después de cuarenta años de gobierno.
Podríamos decir de este Trujillo
(a juzgar por las cosas que sabemos)
Que fue el hombre más malo de este mundo
Si no existiera Jhonson, por supuesto.
Sabremos quien ha sido más malvado
Cuando los dos estén en el infierno.
Cuando murió Trujillo respiró
Aquella patria de tormentos
Y en una escalofrío de esperanzas
Subió la luna sobre el sufrimiento.
Corre por los caminos la noticia:
Santo Domingo sale del infierno
Por fin elige un presidente puro:
Juan Bosch que regresa del destierro
Pero no les conviene un hombre honrado
Ni a los gorilas ni a los usureros.
Decretaron un golpe en Nueva York:
Le echan abajo con cualquier pretexto.
Lo destierran con su constitución,
Instalan a cualquier sepulturero
En el tronco del mando y del castigo.
Y los verdugos vuelven a sus puestos
“La democracia representativa ha sido
restaurada en este pueblo”
Dijo El Mercurio en su “editorial”
Escrito en la Embajada que sabemos.
Pero esta vez las cosas no marcharon,
Y de modo interesado aunque severo
A norteamericanos y gorilas
Le salieron los tornillos en el queso,
Y con voz de fusibles en la calle
Salió a cantar el corazón del pueblo.
Santo Domingo con su pueblo armado
Sonó la inspiración de los violentos:
Tomó ciudades, campos y en el puente,
Con el pecho desnudo y descubierto,
Aplastó tanques, desafió cañones.
Y corría impetuoso como el viento
Hacia la libertad y la victoria
Cuando el texano Jhonson, el funesto
Con la sangre de muchos en las manos,
Hizo desembarcar los marineros.
Cuarenta y cinco mil hijos de perra,
Bajaron con sus armas y sus cuentos,
Con ametralladoras y cuchillos
Con objetivos claros y concretos:
“Poner en libertad a los ladrones,
Y a los demás hay que meterlos presos”.
Y allí están disparando cada día
Contra dominicanos indefensos
Como en Vietnam el asesino es fuerte,
Pero a la larga vencerán los pueblos.
La moraleja de este cuento amargo
Se las voy a decir en un momento
(no se lo vayan a contar a nadie:
Soy pacifista por fuera y por dentro)
Ahí va:
Me gusta en Nueva York el yanqui vivo
Y sus lindas muchachas, por supuesto,
Pero en Santo Domingo y en Vietnam
Prefiero norteamericanos muertos.

EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

DANIEL BALCÁCER: EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

De  Juan Pablo Duarte  solo se conoce una fotografía hecha en  Caracas  en 1873 cuando el patricio contaba con 60 años de edad.  A...