Manolo Pichardo
“El Derrumbe” es un ensayo escrito por Federico García Godoy que recoge el tortuoso trajinar del país desde que se proclamó la independencia hasta la llegada de las tropas estadounidenses a nuestro suelo. Impreso durante la intervención militar no pudo circular en razón de que las autoridades extranjeras prohibieron su circulación, ordenando la incautación de todos los ejemplares para quemarlos a la vista del pueblo.
La acción rebelde de unos pocos salvó algunos ejemplares, lo que permitió que años después, la Universidad Autónoma de Santo Domingo pusiera en manos de nuevas generaciones el trabajo del ilustre ciudadano. La edición confiscada se imprimió en 1917; la segunda, con prólogo de Juan Bosch, en 1975; hubo una tercera y una cuarta; en 2000 editada por Librería La Trinitaria, y en 2010, por la misma casa editorial y bajo la coordinación de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias.
Bosch dice que a pesar de que el autor de El Derrumbe nació en Cuba, nadie lo considera cubano. Y Explica que para entonces los nacidos en cualquier parte de América Latina se consideraban hermanos, y que unos y otros se comprometían con las causas libertarias de nuestros países por considerar a nuestra región como la Patria Grande. Para dar fuerza a su afirmación puso como ejemplo a Bolívar, Máximo Gómez y otros, y afirmó que el creador de la bandera cubana fue el venezolano Narciso López.
Para mostrar la dominicanidad de García Godoy el prologuista da pruebas escritas de éste para destacar de la admiración que sentía por Gregorio Luperón cuando escribía, refiriéndose a sus discursos, a “su palabra”: “era vibrante, encendida de vigorosa entonación, a veces incorrecta y premiosaÖ.” Lo de “incorrecta” llevó a Bosch a afirmar que ciertamente el héroe de La Restauración no era un hombre letrado como se le atribuía, pero que ello no le quitaba méritos.
Aclara Bosch entonces: “Luperón fue un personaje extraordinarioÖ el más extraordinario de la historia dominicana. Fue el primer dominicano que vio con claridad el peligro que había para la República Dominicana, en el creciente poderío de los Estados Unidos, pero no es solamente el primer dominicano que lo vio, sino que está entre los primeros luchadores de América Latina que lo vio. El primero de todos, desde luego, fue BolívarÖ”
Tras destacar las condiciones de Luperón, Bosch negó que éste escribiera textos que se le atribuyen y dice que muchos de los escritos son de su asesor, Eugenio María de Hostos. Y cita una frase que dice pertenece a Hostos: “La lucha que sostuvo el pueblo dominicano contra Haití no fue una guerra vulgar. El pueblo dominicano defendía más que su independenciaÖ su idioma, la honra de su familia, la libertad de su comercioÖ mejor suerte para su trabajo, la escuela para sus hijos, el respeto a la religión de sus antepasados, la seguridad individual... Era la lucha solemne de costumbres y de principios que eran diametralmente opuestos; de la barbarie contra la civilizaciónÖ”
Hostos era antillanista, creía en la creación de una federación integrada por Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana, y creía como el resto de nuestros líderes que Latinoamérica era la Patria Grande.
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