MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

jueves, 28 de junio de 2018

Bosch de intelectual comprometido a militante político

Por Domingo Nunez Polanco

Juan Bosch: Del exilio a la presidencia 



El niño que a temprana edad escribía cuadernillos de cuentos infantiles no había cumplido aun los nueve años. Hijo de José Bosch Subirats español de ascendencia catalana y la puertorriqueña de ascendencia española Ángela Gaviño Costales. El Infante Juan Emilio Bosch y Gaviño había nacido el 30 de junio de 1909 en Rio Verde, comunidad de la Vega.  Vivió los primeros años de su infancia en su natal comunidad rural Río Verde, donde comenzó sus estudios de primaria; los estudios secundarios los hizo en el colegio San Sebastián de La Vega, llegando sólo hasta el tercer nivel del bachillerato.
Juan Emilio, siempre bien vestido, mantenía su frágil cuerpo firme, con las manos cruzadas en la espalda; su rostro era delgado, el mentón alargado, el pelo castaño muy corto, la mirada gris. Con actitud, siempre, escudriñadora, era testarudo, pero tenía buena cabeza y una voluntad indómita. Esperaba siempre acompañar a su padre a las tertulias de don Federico García Godoy “Recuerdo las tertulias de don Federico en el parque de la Vega, en un banco que daba a la iglesia. A esas tertulias asistía el señor Gasso, que era profesor de la normal, don Carlos María Sánchez, Jaime Suro (…). Mi padre iba algunas veces a ellas y me llevaba, y aunque yo era muy muchacho y ponía a veces la atención en cosas que no eran de la tertulia, también ponía mi parte de atención en la tertulia, especialmente cuando hablaba don Federico, que siempre contaba cosas interesantes y lo hacía  con un lenguaje muy moderado y con unas expresiones dulces, afables”. (Juan Bosch, Prologo, el Derrumbe, Federico García Godoy, 2010)
Desde muy temprana edad, el jovencito Juan  Emilio Bosch leía todo lo que llegaba a sus manos  “(…) me gustaba leer y leía de todo. (…) y compraba mucho los llamados cuentos de Calleja, que eran unos cuentos para niños ilustrados que publicaba en España una editorial de nombre Calleja. Tal vez eso influyo para que al fin me dedicara a escribir cuentos (…). Lo que sí recuerdo es que cuando tenía unos ocho años hacia un periodiquito llamado El Infante que yo mismo escribía a maquinilla y lo vendía en la escuela, y recuerdo también que hice un librito de cuentos, también escrito en maquinilla e ilustrado con dibujos míos encuadernado por mí,  porque en la escuela nos enseñaban oficios, y yo escogí dos: la talla en madera y la encuadernación”.
En la mocedad de su juventud Juan Emilio hizo y vivió una vida propia de  ambiente de un hogar del tipo de familia típicamente pequeño burguesa “(…) en carnaval hacíamos mascaras y en cuaresma chichiguas y pájaros, que vendíamos para ayudar en la casa, y cuando se presento la crisis de 1921, que hizo quebrar casi todas las casas de comercio (…), papa nos dijo que sembráramos hortalizas y papas y batatas en un solar que él había comprado al lado de la casa de Villa Carolina donde vivíamos.  (…) y lo sembrábamos hasta de lechugas, rábanos, ajíes, y hasta de chicharos y guandules. Vendiendo esas cosas a las mujeres del mercado. Sacábamos bastante para el diario de la familia, que por aquellos años era de dos pesos”.  (…) Pepito pasó aprender mecánica en un taller que había no lejos de casa. Yo estaba vendiendo plátano en el mercado de la capital, (…). Pero tanto Pepito como yo tuvimos que dejar los estudios temprano”. (Lil Despradel, “Encuentro con Juan Bosch en busca del tiempo perdido”, entrevista)

Inclinación por la literatura 

La cultura de su abuelo, Juan Gaviño, así como el amor a los buenos libros y a la sensibilidad social de su padre, José Bosch Subirats,  determinaron luego su inclinación por la literatura.  Se le hablaba de la intervención militar norteamericana a su país en 1916 y de los acontecimientos políticos internacionales. Ese marco familiar le llevo a manifestar su inquietud de escritor desde muy temprano. Esa inquietud artística se manifestó, primero, a través de la escultura, y luego del cuento y la poesía. La madurez intelectual de Bosch era tal que ya en 1929, en su artículo, “los dos camino de la hora”, anunciaba una dictadura en la República Dominicana. (1) (buscar el articulo para el apéndice)
En 1924 se traslada a Santo Domingo, donde trabajó en varias tiendas comerciales.  “Lo que sé es que después vine a trabajar a la capital, en la Casa Lavandero, (…). Hacia tareas de oficina, de aduana, y mi jefe inmediato (…) Ernesto Vitienes. Después pase a trabajar en casa de Ramón Corripio. (…) con lo que había aprendido en el comercio de papa y lo que me enseño Ernesto Vitienes llegue a conocer todo lo que había que saber sobre la materia comercial, y alguna otra gente se dio cuenta de eso porque se me hicieron ofertas para que trabajara en otros lugares, y al fin me decidí por Font Gamundi y Cía.” 

Más tarde, el joven Juan Emilio, en 1929 viajó a España, Venezuela y algunas islas del Caribe. “(…) en 1929, me fui a España, Barcelona, donde me quede a vivir. La vida era difícil en España. A fines de octubre comenzó la gran crisis económica que iba a tener efectos terribles en los países capitalistas y yo buscaba trabajo y no hallaba plaza. Hice varias cosas, entre ellas vender un licor que fabricaban unos venezolanos, pero el negocio fracaso” (JB)

Después de un largo y fatigado periplo por varios países, más bien de aventura y aprendizaje, regresa a República Dominicana en 1931. A su regreso de Barcelona y Venezuela, Rafael Trujillo hacia poco había tomado posesión como Presidente de la República. Es en esa época que se inicia realmente su carrera de escritor. Para 1933 publicó su primer libro de cuentos, “Camino Real”, y más adelante “La mujer”. Bosch creaba y editaba la sección literaria del periódico Listín Diario, convirtiéndose en crítico y ensayista. En 1933, Bosch junto a varios escritores destacados de la época forman el grupo conocido como La Cueva.  Publica cuentos y poemas en los principales periódicos del país. Su nombre comienza hacerse un lugar en los medios literarios e intelectuales de la República Dominicana. Durante los primeros meses de 1935 es nombrado en la Dirección General de Estadísticas. Organiza, bajo la dirección de Mario Fermín Cabral el Censo Nacional de la República Dominicana de ese año. En 1936 publica la novela “La Mañosa”, sobre las guerras civiles del siglo XIX, la cual fue muy bien valorada por los críticos.

Rumbo al exilio
Bosch fue encarcelado por sus ideas propias de un intelectual comprometido, siendo liberado después de varios meses. En 1938, el joven escritor Juan Bosch se entera que el tirano lo quería comprar con un puesto en el Congreso y como de todas maneras no lo iba aceptar, Bosch decide salir del país. 
Juan Emilio  Bosch, no tenía la menor duda de que el viaje que emprendía al exterior iba para largo rato. El 15 de diciembre 1938 Había tenido que morderse los labios y aguantarse las lágrimas cuando medio se despedía de su madre y de sus parientes. Juan Bosch de 27 años, lo acompañaban su esposa y su hijo Patricio. Ya en el barco, navegando hacia la Isla del Encanto, veía desvanecerse el terruño de su media Isla; pero, aun después de haber desaparecido la Isla, respiraba todavía el aroma de su tierra, de su patria. Las fragancias de los pinos y de las amapolas, todo ese mundo infantil  quedaba confinado lejos, como un secreto intimo. El cielo estaba gris y llovía  de manera intermitente.
Para esos años a su llegada a Puerto Rico, Bosch refiere: “El Dr. Henríquez se presentó en la Biblioteca Carnegie, donde yo trabajaba en la transcripción de todo lo que había escrito Eugenio María de Hostos. Lo que el Dr. Henríquez fue a tratarme, o mejor sería decir, a proponerme, fue que yo debía dedicarme a la creación de un partido político cuya finalidad sería liberar a la República Dominicana de la dictadura trujillista. Ese partido, explicó, se llamaría Revolucionario Dominicano…  (…) Yo no quería ser político. Para mí la política era lo que me había llevado a abandonar mi país”. (PLD: Un Partido nuevo en América)
El exilio abre nuevos horizontes  a Juan Bosch. Durante casi un año dirige la edición de las obras completas de Eugenio María de Hostos y publica en Alma Latina de Puerto Rico y Carteles de Cuba. “El campesino dominicano de esos años repetía con frecuencia un refrán: Una cosa piensa el burro y otra el que lo está aparejando, y el que aparejaba al burro de la historia dominicana tenía planes diferentes a los míos; tan diferentes que de buenas a primeras Adolfo de Hostos, hijo de Eugenio María de Hostos, entró en el salón de la Biblioteca Carnegie, donde bajo mi dirección dos mecanógrafas copiaban los trabajos de Hostos, y me dijo: “Prepárese para ir a Cuba a dirigir la edición de las obras completas”.  (Juan Bosch)
De su trabajo en la Biblioteca Carnegie en la edición de las obras completas de Eugenio María de Hostos  Bosch refiere:  “El hecho más importante de mi vida hasta poco antes de cumplir 29 años fue mi encuentro con Eugenio María de Hostos, que tenía entonces casi 35 años de muerto. El encuentro se debía al azar; pues, buscando trabajo, lo halle como supervisor del traslado a maquinilla de todos los originales de aquel maestro de excepción… (…) Eugenio María de Hostos, que llevaba 35 años sepultado en la tierra dominicana, apareció vivo ante mí a través de su obra, de sus cartas, de papeles, que iban revelándome día tras día su intimidad; de manera que tuve la fortuna de vivir en la entraña misma de uno de los grandes de América, de ver cómo funcionaba su alma, de conocer –en sus matices más personales- el origen y el desarrollo de sus sentimientos. Hasta ese momento, yo había vivido con una carga agobiante de deseo de ser útil a mi pueblo y a cualquier pueblo, sobre todo si era Latinoamericano; pero, para ser útil a un pueblo, hay que tener condiciones especiales. ¿Y cómo podía saber yo cuales condiciones eran esas, y como se las formaba uno mismo sino las había traído al mundo, y como las usaba si las había traído? La repuesta a todas esas preguntas, que a menudo me ahogaban en un mar de angustia, me la dio Eugenio María de Hostos, 35 años después de haber muerto. (…) la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos me permitió conocer que fuerza mueven, y como la mueven, el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”, (Juan Bosch, Hostos el sembrador)
El 30 de abril,  Bosch abandona la tierra de Eugenio María de Hostos. Se dirige hacia la patria de José Martí. De su llegada a la patria de José Martí, Juan Bosch dice: ”En la vida de algunos seres humanos se dan hechos que parecen fortuitos y no lo son, pero es al cabo de algún tiempo cuando los protagonistas de esos hechos advierten que no fueron casuales. Por ejemplo, un año antes de mí llegada a La Habana rodeado de varios bultos en los que iban las copias mecanográficas de todo lo que Eugenio María de Hostos había escrito —al menos, todo lo que se había reunido hasta el año 1937— yo no conocía al Dr. Enrique Cotubanamá Henríquez y ni siquiera tenía noticias de su existencia; y sin embargo cuando descendí la escalera del vapor Iroquois para llegar al muelle junto al cual había atracado el buque de ese nombre, allí estaba él esperándome, y mientras aguardábamos la bajada del equipaje el Dr. Henríquez me dijo que había contratado para mi uso, en una pensión, una habitación con baño y servicio sanitario, que en el alquiler estaba incluida la comida y que la casa donde se hallaba la pensión estaba cerca de la suya; que él me acompañaría en el viaje del muelle a esa casa y me visitaría al día siguiente para llevarme al lugar donde él vivía, al cual iríamos a pie porque la distancia entre las dos casas era corta, y en efecto, así era, y por ser así al segundo día de mi llegada a La Habana estaba yo en los altos de una casa de piedra situada frente al mar, en el paseo llamado Malecón. Delante de mí, separado de él por un escritorio, el Dr. Enrique Cotubanamá Henríquez leía unos papeles en los cuales se describía lo que sería el Partido Revolucionario Dominicano, incluyendo un esbozo de sus futuros estatutos, y con esa lectura comenzaba una etapa nueva en mi vida, la del aprendiz de la teoría y la actividad política” (Juan Bosch)  
Bosch camina por la habana Cuba, mientras devora la ciudad con la avidez de su mirada. Su aspecto es triste, sombrío y severo. Pero en su fuero interno, vibra como una cuerda tensa. Mientras pasea, recuerda el cielo de su natal Rio Verde, los paisajes, la belleza de sus montes y valles, los amigos, su familia.
Para  julio de 1939, Juan Bosch con otros exiliados políticos, fundó el Partido Revolucionario Dominicano, el cual se destacó por ser el organismo más activo contra Trujillo fuera de la República Dominicana.
Juan Bosch en su tiempo libre lo dedicaba  principalmente a buscar dominicanos anti trujillistas. En realidad, el exilio de Bosch comienza con su llegada a la Habana y la fundación del Partido Revolucionario Dominicano.
La actividad política iba a comenzar a desplazar lentamente a la literatura.  En la Habana su vida se transformo. En 1943, luego de haberse divorciado de Isabel García Aguiar, se caso con Carmen Quidiello. En pocos años se convirtió en un personaje de actualidad en los medios políticos e intelectuales habaneros.
En los años transcurridos entre 1940 y 1945, Juan Bosch se destacó como uno de los más notables escritores de cuentos de la región y laboró activamente en la formación de un frente antitrujillista encabezado por el Partido Revolucionario Dominicano. Bosch fue uno de los principales organizadores de la conspiración militar de 1947 de Cayo Confites que desembarco en la costa norte de la República Dominicana, para derrocar la dictadura de Trujillo. Sin embargo, la expedición fracasó, y Bosch, de Cuba, huyó a Venezuela, continuando su campaña contra Trujillo. En Cuba, a donde regresó por exigencia de sus amigos en el Partido Revolucionario Auténtico, desempeñó un papel notorio en la vida política de La Habana, siendo reconocido como promotor de la legislación social y autor del discurso pronunciado por el presidente Carlos Prío Socarrás, cuando el cuerpo de José Martí fue trasladado a Santiago de Cuba. Al mismo tiempo, su carrera literaria fue ascendente, obteniendo importantes reconocimientos como el Premio Hernández Catá en La Habana, el cual se le otorgaba a los cuentos escritos por autores de América Latina. Sus obras tenían un hondo contenido social, entre ellas “La Noche Buena de Encarnación Mendoza”, “Luis Pie”, “Los Maestros” y “El indio Manuel Sicuri”, todas ellas descritas por la crítica como obras maestras del género.
En 1950 Bosch es ya una figura de dimensión latinoamericana. Había sido consejero del Presidente cubano Carlos Prio Socarras,  se había relacionado con los Presidentes Betancour, Gallegos, Figueres, Arévalo…
De exilio en exilio: Peregrinaje por Centro y Sur América 
La presión de Trujillo al gobierno de facto de Fulgencio Batista en cuba le obligó a refugiarse en Costa Rica. Por presiones de Zomoza, dictador de Nicaragua y amigo de su homologo dominicano, se vio obligado a salir de Costa Rica y refugiarse primero en Bolivia y luego en Chile.
En 1947 estando Bosch en el exilio, específicamente en una visita a México, iba ser víctima de un atentado ordenado por Trujillo. El atentado fue malogrado por su futuro potencial rival político Joaquín Balaguer, quien mientras se desempeñaba como embajador en México, advirtió a las autoridades de dicho país dándoles detalles del plan del tirano.
Fin de un  largo exilio
En 1959, se llevó a cabo la Revolución Cubana, dirigida por Fidel Castro que motorizó un reordenamiento político, económico y social en los países del Caribe. Bosch, con instinto certero, percibió el proceso histórico que se había iniciado, y escribió una carta a Trujillo, el 27 de febrero 1961. Le dijo a Trujillo que su papel político, en términos históricos, había concluido en la República Dominicana.
Después de 24 años en el exilio, Juan Bosch regresó a su país luego que   Trujillo fuera asesinado el 30 de mayo de 1961. Su presencia en la vida política nacional, como candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, fue un nuevo cambio para los dominicanos. Su manera de hablar, directa y sencilla, sobre todo al dirigirse a las capas más bajas de la población, tanto rurales como urbanas, le permitió desarrollar una profunda influencia y simpatías populares. Inmediatamente fue acusado por la Iglesia y los conservadores de ser comunista, pero en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, Bosch obtuvo un triunfo total sobre su principal opositor Viriato Fiallo de la Unión Cívica Nacional, lo que se conoce como las primeras elecciones libres en la historia del país.
El 27 de febrero de 1963, Bosch y Segundo Armando González Tamayo tomaron posesión como nuevo Presidente y Vicepresidente de la República Dominicana, en una ceremonia que contó con la participación de importantes líderes democráticos y personalidades, como Luis Muñoz Marín y José Figueres. Bosch hizo inmediatamente una profunda reestructuración del país. El 29 de abril, se promulgó una nueva constitución liberal. El nuevo documento concedía la libertad que los dominicanos nunca habían conocido. Entre otras cosas, declaró los derechos laborales, y mencionó los sindicatos, las mujeres embarazadas, las personas sin hogar, la familia, los derechos del niño y los jóvenes, los agricultores, y los hijos ilegítimos. Sin embargo, Bosch se enfrentó a poderosos opositores. Tomo la iniciativa de romper los latifundios. Bosch dio inicio a una gestión gubernativa patriótica, reformadora, de incuestionable honestidad administrativa provocando la ira de los terratenientes. 

La Iglesia Católica Romana creyó que Bosch estaba tratando de secularizar el país. A los industriales no le gustaba los beneficios que la nueva Constitución le otorgaba la clase obrera. Los militares, que antes disfrutaban de la libertad de hacer lo que quisieran, sintieron que Bosch los sometía. Además, el gobierno de los Estados Unidos se mostró escéptico ante el menor indicio de la política de izquierda en el Caribe después de que Fidel Castro se declarara abiertamente comunista.
Golpe de Estado
El 25 de septiembre de 1963, después de siete meses en el cargo, Bosch fue derrocado con un golpe de estado encabezado por el coronel Elías Wessin y Wessin con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos y de sectores del frente oligárquico que se oponían al nuevo rumbo de democracia y justicia social que trillaba la República Dominicana. Bosch volvió al exilio, en esta oportunidad en Puerto Rico.
A menos de dos años, un descontento creciente generó otra rebelión militar el 24 de abril de 1965, que exigía la restauración de Bosch. Los insurgentes, al mando del coronel Francisco Caamaño y la oficialidad joven de las distintas ramas de las fuerzas armadas comprometida por un mejor destino para la patria exigiendo la vuelta a la constitucionalidad con Bosch sin elecciones. Pero el 28 de abril, cuando las fuerzas constitucionalistas tenían control de la situación, la victoria popular fue tronchada con la intervención de 42.000 tropas de la 82va.división de la infantería de la marina de los Estados Unidos. Con la  intervención militar americana, la segunda en 40 años (la primera 1916) al pueblo se le prohibía la oportunidad de elegir su propio destino en democracia. 
Se formó un gobierno interino, y nuevas elecciones fueron fijadas para el 1 de julio 1966. Bosch regresó al país y se lanzó como candidato presidencial de su partido. Sin embargo, hizo una campaña algo menos intensa, amenazado por el Departamento de Estado Americano de manera subliminal que de no ir a la farsa electoral, las tropas Norte-americanas se quedarían en el suelo patrio hasta tanto no se efectuaran las elecciones montada y supervisada por los propios invasores.

Juan Bosch propuso  al Coronel Caamaño que asumiera el la candidatura por el PRD y el Coronel respondió: “Profesor no es verdad que los Yanquis van a perder en votos lo que vinieron a perder en balas”. Definitivamente, Bosch fue el candidato por PRD. Fue como candidato presidencial a esas elecciones amañadas, aun sabiendo que era una farsa,  por razones patrióticas, con ello garantizaba las salidas de las tropas de ocupación. “La  decisión de Bosch de participar en las elecciones de 1966, no solo libero la presión generada a nivel continental por la intervención norteamericana en Santo Domingo, sino que cambio en cierto sentido la historia mundial, aunque no ha sido adecuadamente valorada por los estudiosos del periodo.(… )Como ya lo señale, confirmo el carácter de estadista de Bosch, no solo por su anterior gestión al frente del gobierno…de 1963, sino porque al aceptar la confrontación electoral a cambio de la salida de los norteamericanos, permitió la sobrevivencia de la nación independiente y reiniciar el proceso de democratización de la vida dominicana, aunque ya en la década de los setentas, después de reflexionar sobre esa experiencia y someter a un largo periodo de critica sus viejas concepciones sobre la democracia, elaboraría e intentaría implantar  esa particular visión del Estado democrático, soberano y socialmente justo que había visto frustrarse en 1963 y con la invasión norteamericana de 1965”. (Jesús Adolfo Becerril Valencia)

Durante la última mitad de la década de 1960, Bosch se marchó al exterior radicándose en España, donde sigue siendo un escritor muy prolífico de ensayos, tanto políticos como históricos. Publicó algunas de sus obras más importantes durante este tiempo: “Composición social dominicana”, “Breve Historia de la Oligarquía en Santo Domingo”, “De Cristóbal Colón a Fidel Castro”, “El Caribe, “Frontera Imperial” y numerosos artículos de diferentes enfoques. El periodo que va desde la llegada de Juan Bosch a Benidorm, España, y el regreso definitivo a la Dominicana en abril de 1970, constituiría el de mayor importancia creativa en su vida por haber escrito y dado a conocer las cuatro obras que determinarían el camino de su pensamiento sobre la historia dominicana y sobre la democracia, así como el de su futuro político. Las  ideas vertidas en esos libros, en la que quizás haya sido la polémica más importante de la historia intelectual y política dominicana del siglo veinte: la discusión en torno de la propuesta de Bosch sobre la instauración de un gobierno de dictadura con respaldo popular.  Aquí, los Términos, tales como: Lucha de clases, feudalismo, formas económicas y sociales, burguesía, constituían el armazón conceptual y categórica a partir de la cual Bosch realiza su estudio, pero en la búsqueda de un sentido eminentemente político. Juan Bosch habría entrado, como el mismo lo dice, en contacto con la obra de Marx y Engels  “por el año 1969, después de haberme instalado en París, y fue de ese conocimiento de donde salió mi afiliación al marxismo”  En estas últimas obras de Bosch, las que escribió en el viejo continente, se percibía una clara influencia del pensamiento marxista. Bosch, en relación de Marx y Engels decía: “leyéndolo directamente, no a través de interprete suyos, descubrió que la verdad era de ellos y era él, el equivocado”.
En 1970, Bosch tuvo la intención de reorganizar el Partido Revolucionario Dominicano. Tenia el propósito que sus miembros, militantes activos, estudiaran  la realidad histórica y social del país. Su proyecto no fue aceptado por la mayoría de los perredeístas, debido a que la mayoría de los miembros se inclinaban hacia una dirección más de corriente socialdemócrata. Además, dada la represión militar, y la falta de igualdad política entre el PRD y el Partido Reformista Social Cristiano, Bosch se abstuvo de las elecciones de 1970.
Las diferencias y contradicciones entre Bosch y un sector importante del PRD, así como la corrupción que había empezado a crecer dentro del partido, le hicieron abandonar la organización en 1973, y así se fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el 15 de diciembre de ese mismo año.
Don Juan, como es cariñosamente recordado por muchos, murió el 1 de noviembre de 2001, en Santo Domingo. Como ex presidente, recibió los honores correspondientes en el Palacio Nacional, y fue enterrado en su ciudad natal de La Vega. Hasta la fecha, se le recuerda como un hombre de principios. Él mismo se describió como Marxista y amigo de Fidel Castro.
Su legado en la política es más que relevante. Muchos creen que la República Dominicana habría prosperado tanto económica como políticamente, sin ayuda exterior (es decir, EE.UU.) el gobierno de Bosch había sido capaz de defenderse de las manifestaciones y presiones encubiertas de la administración de Johnson  contra todas las reformas de cambios que propuso.
Las contribuciones del profesor Bosch a la literatura a través de sus relatos, novelas, cuentos y ensayos lo convirtieron en un modelo a seguir para varias generaciones de escritores, periodistas e historiadores. En un momento dado, el Premio Nobel Gabriel García Márquez dijo una vez que Bosch había sido uno de sus mayores influencias.
Domingo Núñez Polanco



martes, 26 de junio de 2018

Domingo Nuñez: Volver a Bosch


                            Domingo Núñez Polanco habla de volver a Bosch 


El 30 de Junio se define como una corriente ideológica progresista a lo interno y externo del PLD constituyéndose en un espacio para el estudio, análisis y propuestas en el ámbito político, económico, social y cultural desde una perspectiva histórica tomando como referente el legado de amor a la patria que heredamos de los próceres Juan Pablo Duarte padre fundador de la República, del General Gregorio Luperón héroe de la restauración y del apóstol maestro Profesor Juan Bosch. 

El M30J se propone promover la práctica de una cultura política fundada en valores, en la dimensión ética de la política sustentada en el humanismo, en el compromiso social. Por demás, objeta el clientelismo político y el populismo como respuesta a los males que afectan a nuestro país. 

No hay duda y es evidente, una gran parte de nuestra clase política se ha separado del ciudadano común. Los partidos políticos tradicionales ya no escuchan lo que la gente dice, quiere o necesita. No hay un diálogo real entre ellos y la sociedad. La mayor parte de nuestros políticos se la dan de pragmáticos. Una cierta dosis de pragmatismo es necesaria en la actividad política, pero cuando éste se lleva más allá de ciertos límites, el problema es que se fomentan ideas contrarias a los principios y valores. 

En el M30J asumimos el Boschismo como teoría y práctica. El Boschismo es una teoría, una práctica, una acción, un método, una visión ética del Estado y la Sociedad. En esa línea de pensamientos y propósitos entendemos que hoy, más que nunca, en la República Dominicana, se hace impostergable volver a Bosch. Nuestra iniciativa hunde sus raíces en los referentes históricos que le dieron origen al PLD. Muy especialmente en el pensamiento ético, humanista y patriótico enarbolado por el Profesor Juan Bosch. 

La participación política debe entenderse como una tarea de servicio público y representación de los diversos intereses y aspiraciones de la sociedad. Esta forma de hacer política debe ser compromiso de cada uno de las y los miembros del Movimiento no sólo de cara a la sociedad sino también en nuestra actividad al interior de la organización, donde debemos actuar con responsabilidad, disciplina y discreción para resolver nuestras diferencias. 

El PLD y la apertura 

En lo referente al PLD y su masificación, el profesor Juan Bosch, con su fino olfato político, advertía en su libro, El Partido: concepción, formación y desarrollo: 

“Cometeríamos un error mayúsculo, imperdonable, si (…) nos pusiéramos a hacer del PLD un partido populista como el PRD bajo el criterio de que lo que necesitamos es tener un partido grande en cuanto a número de seguidores en vez de tener un partido fuerte por sus cualidades, entre ellas por su unidad ideológica, su conocimiento de los principios políticos que gobiernan a la sociedad y su capacidad militante para luchar. Pero, si ese crecimiento es para convertirlo en un partido populista, en un nuevo PRD, entonces caeríamos en un gravísimo error si permitiéramos ese tipo de crecimiento.” 

El PLD ha resquebrajado su imagen en los últimos años. No se trata de incidentes aislados o excepcionales, sino de conductas y hechos que constantemente se manifiestan en la vida interna del partido, así como en la actuación de algunos dirigentes y de aquellos peledeístas que lograron conquistar un puesto de elección legislativa, municipal o en la administración pública. La sociedad ha percibido ese deterioro y lo juzga a partir de los medios de comunicación, pero también de sus experiencias personales o la de sus vecinos, amigos y parientes. 

La crítica de la ciudadanía no es homogénea ni se remite exclusivamente al PLD, lo es otro tanto para los partidos del sistema. Por el otro lado, los propios militantes y dirigentes peledeístas han hablado tanto dentro como fuera del partido de estos problemas. Algunos lo hacen con pesimismo y argumentan que no hay forma de reencauzar el PLD de Juan Bosch, otros insisten en trabajar a lo interno de las estructuras orgánicas vía los canales institucionales para volver a Bosch. De cualquier manera está claro que estos problemas le restan eficacia al partido y lo alejan de su misión principal, tal como lo concibió el maestro: ser un instrumento de cambios y transformación para mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías del país. 

Cada quien puede hacer su lista de críticas y señalar muchos errores del partido, sin embargo, pueden detectarse cuatro problemas fundamentales de los cuales se derivan probablemente todos los demás: 

1) El PLD se ha distanciado de la sociedad. Este divorcio se da de varias maneras: por un lado, de la manera más elemental, al dejar de tomar en cuenta los intereses de la sociedad y darle prioridad a los del grupo o los personales. En el mejor de los casos, las agendas se limitan a planear las actividades electorales, pero cotidianamente las discusiones versan sobre los conflictos internos, las ofensas y cuentas pendientes de un grupo con otro. 

2) Se han desplazado las propuestas serias y generosas en aras del pragmatismo electoral. Este pragmatismo se hace en función, en algunos casos, de una política mediática, y en otros, por un simple cálculo de rentabilidad electoral. Se ha dado prioridad a la suma de votos, sin importar el con quién y el para qué. Así se han establecido alianzas con personas o grupos de poder en forma pragmática, sin tomar en cuenta los perfiles ideológicos o programáticos. Este pragmatismo ha llevado al fenómeno de tratar de "agarrar" todo tipo de candidato dando lugar a que surjan poderes personales y de grupos que se revierten contra las aspiraciones de lucha de la sociedad y contra los referentes históricos que le dieron origen al PLD. 

3) Dentro del partido han surgido grupos cerrados, sin vínculos sociales o ciudadanos, sólo cuidan sus intereses burocráticos. Estos grupos dominan, con frecuencia, la vida del PLD en los niveles nacionales, provinciales, municipales, distritales. La existencia de grupos sin propuestas claras para la vida del partido o del país ha provocado una dinámica interna que no sólo agudiza el enfrentamiento sino que fomenta la cultura del populismo y el clientelismo. Los grupos que se apropian de esas posiciones creen que les deben ese puesto a los miembros de su propio grupo. Con ello, se alientan las tendencias patrimonialistas y clientelares que ven al partido y los puestos en el Poder Legislativo o en la administración pública, como "botines" de grupos que tratan de imponer un monopolio de los cargos y candidaturas electivas. 

4) La falta de indicadores, criterios y mecanismo fiscalizadores para evaluar los gobiernos emanados del PLD y muy especialmente los municipales y distritales. Los proyectos de agenda legislativa, municipal o los planes de gobierno se elaboran en el mejor de los casos a nivel personal, pero no hay una instancia partidaria que los sancione o enriquezca. En algunas ocasiones, incluso, ha habido funcionarios repudiados por la población, ya sea por incompetencia o porque con frecuencia se manifiestan altanero y otros que han caído en prácticas no santa. No obstante, a estas críticas, amplios sectores de la sociedad dan importancia al PLD como un instrumento de equilibrio y progreso. También reconocen los aportes del PLD a la lucha democrática. Otros señalan que todavía estamos a tiempo de promover o reencauzar al PLD por el camino del Boschismo. 

A pesar de sus errores, la presencia y fortalecimiento del PLD, resulta imprescindible para encausar políticas que disminuyan la desigualdad entre los dominicanos, así como construir propuestas alternativas que reconozcan la integridad de los derechos ciudadanos y fortalezcan la democracia como vía para llegar a una mayor participación ciudadana como forma de gobierno. Para ello el PLD tiene que retomar lo mejor de su herencia histórica adquirida en muchas décadas de lucha social bajo los lineamientos y principios éticos, humanistas y patrióticos del profesor Juan Bosch. 

El PLD y la Sociedad 

La separación del PLD de la sociedad tiene causas que no se limitan a la vocación burocrática y autoritaria de algunos dirigentes y funcionarios peledeístas. Hay en realidad razones muy variadas que ayudan a explicar esta situación: 

a) Hay causas históricas 

La larga hegemonía del PRD y PRSC sobre la política dominicana produjo una cultura política basada en el clientelismo, el corporativismo, la corrupción y el autoritarismo. Esta cultura política se ha basado en el pragmatismo y en la incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace. También ha fomentado la compra de voluntades como el método principal para asegurar lealtades y adhesiones políticas y maniobras como el fraude, el madruguete (comprar voluntades en la oscuridad de la madrugada a víspera de unas elecciones) y violaciones de las leyes para ganar posiciones políticas. Todas estas formas de hacer política han contaminado a la cultura de los valores del quehacer político 

b) La gestión del poder (Desgaste en el ejercicio de gobierno) 

En la medida en que el ejercicio del poder se da sin principios, sin lineamientos programáticos para satisfacer necesidades básicas de la población, no hay dudas, que se crean condiciones que lleva también hacia una separación del partido y la sociedad. La imposibilidad de solucionar problemas ancestrales tomando iniciativas con tímidas políticas públicas que muy poco hace para disminuir la pobreza, la exclusión y la marginación social. Estas políticas públicas al no fomentar la participación ciudadana llevan a un franco desencanto de la población. 

c) Torpeza y falta de voluntad 

La torpeza y la falta de voluntad de un gran número de funcionarios han conducido al gobierno del PLD a una permanente disputa política con amplios sectores de la sociedad dominicana. Casi forzados por esta circunstancia, el PLD no ha encontrado ocasiones propicias para la discusión de los programas y propuestas ni al interior del Partido ni en los foros públicos. 

d) La conquista de espacios de poder 

Hay que reconocer que la conquista de espacios de poder crea intereses de grupo y genera una dinámica de lucha por el dominio de estamento de decisión. El PLD ha creado su propia clase política, una burocracia que vive de los puestos políticos y que se han agrupado más por razones de interés propio que por coincidencias ideológicas. Esta burocratización es más fuerte en un país que ofrece muy pocas posibilidades de movilidad social. A todo esto agregamos los pocos esfuerzos que se han hecho por la formación de cuadros y fomentar la discusión política, derivando en una clase política que acepta con prontitud y mucha facilidad la disputa política facciosa y sin principios. La existencia de estos grupos de interés dificulta la transformación del PLD. Establecen redes de complicidad y tienen prácticas clientelares con distintos grupos de la sociedad. La existencia de grupos del dentro del PLD se da sobre la base de lealtades más que de afinidades políticas o ideológicas. A ello hay que agregar la falta de una democracia institucional y una cultura política muy pobre que pone el acento en la lucha por los puestos y no en el debate programático. 

Para volver a Bosch el 30 de Junio propone: 

Transformar el PLD y renovarlo a partir de una definición sobre sus objetivos. Proponemos como objetivo central construir una mayoría social y política de pensamiento democrático y progresista capaz de realizar los cambios que requiere el país. Esta mayoría no puede verse sólo como una mayoría electoral. Se trata de construir una mayoría participativa, organizada y capaz de hacer oír su voz en las definiciones de las políticas públicas y en el rumbo de los gobiernos del PLD. 

Proponemos que el PLD construya un espacio de diálogo permanente con los diversos actores sociales. Este diálogo deberá establecerse a todos los niveles de dirección del Partido. Se trata de establecer un diálogo de iguales, sin condiciones y con el propósito de escuchar y recoger las demandas y las voces de la sociedad. Al mismo tiempo, el PLD debe reconocer que existe un retraso conceptual en sus reflexiones y líneas programáticas. De ahí la necesidad de abrir un espacio sobre la discusión programática permanente para que el debate se actualice y se renueve constantemente. 

La definición de un programa de profundos cambios es un problema conceptual pero también requiere actualizar el conocimiento y la información. Este programa debe ser congruente y ordenado, no sólo una lista de demandas o buenos deseos. Tampoco se propone partir de cero. En el PLD, los trabajos realizados con estos mismos propósitos y las aportaciones individuales de muchos peledeístas, representan un valioso arsenal acumulado de experiencia que facilita la construcción de una alternativa propia, integral y progresista tal como plantea la teoría de Boschismo. 

Por igual proponemos también, que el PLD abra un debate permanente sobre el Programa del Partido, que se realice mediante el fomento de los centros de investigación y formación política, así como la realización permanente de mesas de análisis y desarrollo, conferencias y foros con especialistas, organizaciones académicas, sociales y ciudadanas. Esta actividad no debe verse como un asunto secundario o propio de un pequeño grupo. La intención debe ser incorporar al mayor número de compañeros del partido y de ciudadanos. 

En el PLD se hace impostergable también, impulsar la discusión sobre las formas de llevar a cabo un nuevo ejercicio del poder. Desarrollar una política desde los gobiernos peledeístas que promueva el cambio y no se limite a administrar la realidad. Para ello será necesario encontrar el método de trabajo para que el partido pueda hacer, de manera permanente, una crítica de los gobiernos emanados del PLD, con el objeto de mejorar su desempeño y acercarlo a la sociedad. El PLD está abocado a construir espacios de evaluación permanente del gobierno nacional, legisladores y gobiernos municipales del partido. Esta evaluación debe realizarse sobre la base de consideraciones políticas y colectivas, y no personales o individuales. En este espacio de dialogo y discusión, seria y transparente, deberán participar los gobiernos evaluados y se debe rechazar cualquier tentación de convertirlo en un espacio de ajuste de cuentas entre las facciones que pudieran surgir a los interno del partido, en cambio debe darse un debate de altura, basado en datos e informaciones fidedignas. 

Otra propuesta es que el PLD pueda replantear la discusión sobre la organización del partido en la perspectiva de abrir cada vez más espacios para las distintas expresiones del pensamiento democrático y progresista con el propósito manifiesto de fortalecer su vida institucional y evitar las disputas internas. 

Resumen: 

1. Establecer un diálogo permanente entre el partido y la sociedad. 

2. Fomentar y apoyar acciones que permitan la recuperación de las articulaciones sociales. Eso significa, en otras palabras, restaurar el liderazgo, la autoridad política y social desde la base. 

3. Conjugar esfuerzos para la creación de una sociedad participativa y solidaria, capaz de auto organizarse y ser autogestora. 

4. El PLD debe postular en los cargos electivos a ciudadanos comprometidos, pero ello debe ser resultado de un pacto donde se establezcan compromisos mutuos, muy claros, sobre las agendas legislativas, municipales y de gobierno. 

5. Además, el partido debe ser una llave de acceso para que los distintos sectores de la sociedad puedan plantear sus demandas y propuestas ante los gobiernos y las instancias legislativas y municipales. 

El 30 de Junio se define como un proyecto democrático y progresista. Tiene por propósito preservar el legado teórico de Juan Bosch, expresado en sus obras de investigación política, sociológica, histórica y cultural como en su praxis política sustentada en los valores éticos, humanistas y patrióticos que por igual sustentaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y todos aquellos dominicanos que amaron y aman esta patria quisqueyana.

lunes, 25 de junio de 2018

BOSCH: "UNA MANCHA EN LA HISTORIA DE LAS NACIONES UNIDAS"

CAUSAS Y ORIGEN DE LA DIVISIÓN DE COREA EN DOS COREAS, LA DEL NORTE Y LA DEL SUR.


Huerfanos buscando latas junto la via del tren en Seul.

JUAN BOSCH (OCTUBRE DE 1969)

¿Qué diría el llamado Mundo Libre si una nación tan vieja como España o Francia quedara dividida en dos, una mitad de sus hijos enfrentada a la otra y rota toda suerte de comunicaciones entre ellos? 
Pues bien, Corea, nación mucho más antigua que España y que Francia, con más de cuatro mil años ininterrumpidos de historia, se halla dividida desde 1945 y el llamado Mundo Libre parece no darle importancia a ese hecho. Al contrario, las Naciones Unidas, que son la más alta elaboración política de la sociedad moderna, es la mayor responsable, al menos en el terreno legal, de la división de Corea. Ella la sancionó desde el primer día y ella sigue sancionándola. 


En Corea, los Estados Unidos actúan y las Naciones Unidas dan el visto bueno y los miembros de la organización aceptan ese estado de cosas como si se tratara de algo normal, lógico y consecuente con los principios del elevado organismo mundial.

Corea fue ocupada por Japón en 1910 y liberada por sus propios hijos después de una larga lucha que había comenzado a raíz de la ocupación japonesa. Esa lucha empezó a tomar cuerpo a partir de 1932, cuando el actual presidente Kim Il Sung, entonces un joven de apenas 20 años, organizó la guerra de guerrillas contra el Imperio del Sol Naciente.

La liberación de Corea quedó terminada y declarada ante el mundo el 15 de agosto de 1945. Sin embargo, unas semanas después, invocando los acuerdos de Postdam, los Estados Unidos desembarcaron tropas en toda la región sur de Corea, y Douglas MacArthur proclamó, con su característica arrogancia, propia de un general del siglo XVII, que “todos los poderes del gobierno sobre el territorio de Corea, al sur del paralelo 38 de latitud norte, y sobre el pueblo que lo habita, serán... ejercidos bajo mi autoridad. Todas las personas obedecerán sin condición mis órdenes, o las órdenes dictadas con mi autoridad”; y agregaba que la resistencia “a las fuerzas de ocupación o cualesquiera actos que puedan perturbar el orden público y la seguridad serán castigados severamente y sin excepción”. El sello del conquistador aparecía al final de la proclama, en los párrafos donde decía: “Para todos los fines, mientras dure la administración militar, el inglés será el idioma oficial”.

El genocida del General Mc. Arthur isnpeccionando tropas en Kimpo, en un jepp cerca de la comandancia de Yang Yang, aproximadamente 15 millas al norte del paralelo 38, April 3, 1951.

Es bueno recordar ese documento porque puede suceder que la gente olvide, o simplemente se niegue a creerlo, que hace apenas 25 años había un Comandante en Jefe norteamericano que utilizaba el lenguaje proconsular. Ahora bien, ese lenguaje era la consagración escrita de toda una política internacional basada en el clásico poder de los cañones. Así, a cañonazos y con proclamas parecidas se habían llevado a cabo y se habían legalizado la división y hasta la aniquilación de muchos pueblos.
Para liquidar la época en que esos métodos parecían normales las mayores potencias del mundo organizaron las Naciones Unidas e invitaron a participar en su seno a todos los países de la tierra. ¿Cómo se explica, pues, que las Naciones Unidas aceptaran lo que se hizo en Corea y le dieran el visto bueno?
Esta es una pregunta para la cual las Naciones Unidas no tienen respuesta. Lo que se ha hecho en Corea bajo su nombre es precisamente todo lo contrario de lo que la organización mundial representa, de manera que al aceptarlo como bueno y válido y al respaldarlo, las Naciones Unidas actuaron contra su propia razón de existir y perdieron el derecho a hablar en nombre de un orden mundial basado en la justicia.
He aquí en pocas líneas la historia de lo que hicieron las Naciones Unidas en Corea: En 1947, el régimen militar norteamericano en Corea del Sur convocó a elecciones de Congreso y presidente de la República, con lo cual se creaba la llamada República de Corea del Sur, opuesta a la de Corea del Norte, y la Asamblea General de las Naciones Unidas legalizó esa medida mediante el acuerdo de colocar bajo la supervisión de una denominada Comisión Coreana de las Naciones Unidas las elecciones hechas bajo la autoridad norteamericana. Esa comisión estuvo funcionando hasta el año de 1950, cuando en su Quinta Sesión la Asamblea General de la ONU creó la UNCURK, siglas de la United Nations Comission for the Unification and Rehabilitación of Corea. Es decir, primero se creó una comisión para dividir a Corea y luego otra para unirla, sólo que la última fue —y sigue siendo— inoperante.

Campo de prisioneros de guerra de Naciones Unida en Pusan​​, el campamento incluye a los prisioneros de Corea del Norte Abril de 1951. 

En las elecciones celebradas el 10 de mayo de 1948, que fueron, como se ha dicho, convocadas por el gobierno militar norteamericano y legalizadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, resultó elegido presidente de la nueva República Singman Rhee, nacido en Corea pero ciudadano de los Estados Unidos por formación y por inclinación, pues se había cambiado el nombre para norteamericanizarlo. Al tomar el poder lo hizo comprometido a servir la política militar de los Estados Unidos a través del “Acuerdo temporal administrativo sobre asuntos militares y seguridad pública para ser ejecutado en el período provisional”, largo y complicado nombre que se le dio a un acuerdo concluido el 24 de agosto (1948) en virtud del cual el “presidente de la República de Corea... no ejercerá control sobre regiones y facilidades (bahía, cuarteles, ferrocarriles, líneas de comunicación, aeropuertos y otras semejantes) que sean considerados necesarios para (el uso de) el ejército de los Estados Unidos” [primer paréntesis, en el texto, y segundo mío, JB] y se le confiaba al Comandante del Ejército de los Estados Unidos en la República de Corea la responsabilidad de comandar todas “las Fuerzas de Seguridad de la República de Corea compuestas por todas las policías existentes, las guardias de costas y las fuerzas de la Defensa Nacional”.

Por si todo eso fuera poco, el 10 de diciembre de 1948 se hizo el “Acuerdo de ayuda República de Corea-Estados Unidos”, por el cual Corea del Sur se comprometía a aceptar que a cambio de la ayuda que recibiera, el gobierno norteamericano podría controlar todas las actividades económicas del país, incluyendo las tasas de cambio, las exportaciones y las importaciones, y hasta el derecho de racionar los alimentos. Ese acuerdo fue ampliado el 26 de enero de 1950 con el de “Defensa Mutua y Ayuda”, mediante el cual el gobierno de Corea del Sur se comprometió a “producir y transferir al gobierno de los Estados Unidos en un período determinado una cantidad fija de materias primas y mercancías semimanufacturadas disponibles en Corea del Sur cuando lo requieran los Estados Unidos por causa de su escasez o de una escasez potencial de suministros”.

¿Qué significaban todos estos acuerdos si no era el reconocimiento palmario de que Corea del Sur no era una República independiente, sino una colonia norteamericana? ¿Pueden alegar las Naciones Unidas que ignoraban esos acuerdos? ¿Cómo se explica entonces que aceptaran esa situación y la legalizaran hasta tal punto que cuando comenzó la agresión norteamericana contra Corea del Norte —el 25 de junio de 1950— las Naciones Unidas asumieron la responsabilidad de esa guerra y la convirtieron en una guerra de las Naciones Unidas contra la República Democrática de Corea? El 19 de junio, seis días antes del estallido de la guerra, Foster Dulles, Secretario de Estado de los Estados Unidos, que se hallaba en Corea del Sur, declaró, según dijo la United Press: “Los comunistas perderán al fin su dominio de Corea del Norte”. El mismo día del ataque, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió un acuerdo en que declaraba que Corea del Norte había agredido a Corea del Sur, si bien tiempo después el general MacArthur dejó malparado al Consejo de Seguridad Mundial al declarar ante los Comités de Relaciones Exteriores y de Asuntos Militares del Senado de los Estados Unidos que “el ejército de los Estados Unidos había entrado en acción doce horas antes de que las Naciones Unidas adoptaran la resolución” en que se declaraba agresora a Corea del Norte.
Las Naciones Unidas, o por lo menos su secretario general, no podían ignorar ni las declaraciones de Foster Dulles, que fueron publicadas ampliamente en los Estados Unidos seis días antes de comenzar la guerra, ni el hecho de que cuando se acordó declarar agresora a Corea del Norte las tropas norteamericanas hacía doce horas que habían atacado a Corea del Norte. Si ignoraba esas cosas, la Asamblea General de la ONU estaba actuando irresponsablemente; si no las ignoraba, estaba actuando como un órgano político del gobierno de los Estados Unidos. En ambos casos hay materia para acusar a las Naciones Unidas de falta grave a sus principios constitutivos y de abandono de sus deberes. Pero sucede que esa falta y ese abandono de sus deberes acontecieron hace ya cerca de veinte años y las Naciones Unidas siguen haciendo en Corea el penoso papel que hicieron en 1950. 
¿Hay en las Naciones Unidas alguien que pueda decirle al mundo cómo se llama eso?

JUAN BOSCH
Pyongyang, octubre de 1969.

EPISODIOS DE LA GUERRA DE COREA.

La República Popular China había advertido que reaccionaría si las fuerzas de la ONU sobrepasaban el límite de la frontera en el río Amnok. Mao buscó la ayuda soviética y vio la intervención como esencialmente defensiva. "Si nosotros permitimos que los Estados Unidos ocupen toda Corea... debemos estar preparados para que los Estados Unidos declaren... la guerra a China", esto fue lo que le dijo a Stalin. Zhou Enlai fue enviado a Moscú para agregar contundencia a los argumentos de Mao, que habían sido enviados por cable. Mao retrasó sus fuerzas mientras esperaba la ayuda soviética, y por lo tanto el ataque planeado fue pospuesto del 13 de octubre al 19 de octubre. La asistencia soviética se limitó simplemente a proveer apoyo aéreo a 60 mi (96 km) del frente de batalla. Los MiG-15 con los colores de la RPC fueron una desagradable sorpresa para los pilotos de la ONU; mantuvieron la superioridad aérea local contra los F-80 Shooting Starshasta que fueron desplegados los nuevos F-86 Sabres. La intervención de los soviéticos fue conocida por los Estados Unidos, pero prefirieron mantenerse quietos para evitar cualquier incidente internacional y potencialmente nuclear.
Un asalto chino iniciado el 19 de octubre de 1950, bajo el comando del General Peng Dehuai, con 380.000 Tropas de Voluntarios del Ejército Popular de Liberaciónrepelió las tropas de la ONU y las llevó hasta el paralelo 38, la frontera del preconflicto. El asalto chino tomó a las tropas estadounidenses por sorpresa, ya que no había sido declarada la guerra entre la RPC y los Estados Unidos. La retirada del X Cuerpo de Ejército de los Estados Unidos fue la más larga retirada de una unidad estadounidense en la historia. 
El 4 de enero de 1951, las fuerzas de China y Corea del Norte capturaron Seúl. La Batalla de la Reserva de Chosin en el invierno fue una terrible derrota para las tropas de las Naciones Unidas, compuestas principalmente por Marines de Estados Unidos. La situación fue tal que MacArthur mencionó que podían usarse armas atómicas, lo cual llegó a alarmar a los aliados de Estados Unidos.
MacArthur fue relevado de la comandancia por el Presidente Truman en 1951. Las razones de esta decisión fueron muchas y bien documentadas. Entre estas estaba la reunión que tuvo MacArthur con el Presidente de la República de China (Taiwán) Chiang Kai-shek haciendo el papel de diplomático de los Estados Unidos. MacArthur también se equivocó en Guam cuando el Presidente Truman le preguntó específicamente sobre el refuerzo de una tropa china que estaba cerca de la frontera con Corea. Además, MacArthur demandó abiertamente un ataque nuclear sobre China. También era rudo y frívolo cuando hablaba con Truman. MacArthur fue reemplazado por el General Matthew Ridgway. (WIKIPEDIA)

PINTURA DE PICASSO "LA MASACRE DE COREA"

«Masacre en Corea». 

INTERPRETACIÓN DE LA PINTURA DE PICASSO "LA MASACRE DE COREA"

Una de las intenciones de Picasso en su pintura "LA MASACRE DE COREA" fue la crítica al poder en Occidente, por una deshumanización exagerada.

Presenta una desolación general, con las ruinas al fondo. Las ruinas son un recuerdo de Hiroshima. Tratan de transmitir que los Estados Unidos son los únicos responsables de la guerra de Corea. El río es una frontera que separa a las dos Coreas, a los civiles de los soldados y a las víctimas de sus verdugos. Un contraste mayor entre los dos grupos es visible. Los civiles están desnudos, dibujados con formas redondas y líneas curvas (mujeres y niños solamente) en total oposición con los hombres, rostros ocultos, líneas rectas y quebradizas, evocando la destrucción, la violencia, la agresividad, etc. Este contraste muestra la diferencia entre los hombres y las máquinas.
Distinguimos una graduación en el miedo. De la derecha hacia la izquierda. La niña pequeña que corre, la otra que juega despreocupada. La mujer joven llena de estupor, las madres con el rostro deformado por el terror...
El grupo de soldados representa la fuerza militar. Visible por la desproporción de las armas y tecnicidad aberrante (tres agujeros alrededor de los fusiles no alineados con el trayecto futuro de la bala) la locura de la técnica. Los cascos simbolizan el obcecamiento ideológico. La manipulación de su conciencia por el jefe político, disociado de los otros, rostro que manipula a los hombres sin correr riesgos, los pies girados para huir de la guerra.


Pequeño sentado en la calle, solo y llorando después de que los marines entraran en la ciudad de incheon.


La primera víctima de la guerra fría fue el pueblo coreano. Por primera vez, el enfrentamiento entre el bloque occidental y el bloque comunista vino a concretarse en "una guerra caliente".
La guerra de Corea hunde sus orígenes en el reparto en dos zonas de ocupación de este antiguo protectorado japonés tras la derrota del régimen de Tokio en 1945. Separadas por el paralelo 38º, la ocupación soviética y norteamericana dio lugar al nacimiento de dos regímenes radicalmente enfrentados. Corea del Norte, una dictadura comunista pro-soviética bajo la mano de hierro de Kim il Sung y Corea del Sur, una dictadura de derechas pro-norteamericana bajo la dirección de Syngman Rhee. Cuando las potencias ocupantes se retiren en 1948, la URSS, y en 1949, EE.UU., dos estados antagónicos quedaron frente a frente.
El conflicto se inició con la agresión norcoreana en junio de 1950 a la que respondió la intervención norteamericana en septiembre de ese mismo año. En octubre, tropas chinas entraron en la península en ayuda de Corea del Norte, lo que finalmente llevó una estabilización de los frentes a partir de 1951.




Tropas invasoras americanas en corea agosto 1950.Desenbarco en Incho por los marines 15 septiembre 1950.

Para romper este empate táctico, el general MacArthur, al frente de las tropas norteamericanas que luchaban bajo el pabellón de la ONU en Corea, llegó a proponer el uso de la bomba atómica y el ataque a China. Estas propuestas precipitaron la reacción del presidente Truman y fue sustituido por el general Ridgway en abril de 1951. Se asistía así de nuevo a lo que ya se había visto en el bloqueo de Berlín: a lo largo de la guerra fría, las dos superpotencias fueron prudentes cuando se entrevió la posibilidad de un enfrentamiento directo entre ambas.
Finalmente, poco después de la muerte de Stalin, en julio de 1953, se firmó el Armisticio en Panmunjong. Se acordó una nueva línea de demarcación que serpentea en torno al paralelo 38º.
La guerra de Corea dio dimensión mundial a la guerra fría y convirtió a Asia en uno de sus escenarios principales. En adelante, conflictos de tipo colonial como la guerra de Indochina, comenzada en 1946 y en la que la guerrilla del Vietminh luchaba contra la potencia colonial francesa, se transformaron en conflictos insertos en la guerra fría.
Estados Unidos, donde el conflicto había alentado la histeria anticomunista orquestada por el senador McCarthy, inició un importante rearme ante el convencimiento del carácter expansionista del comunismo y la evidencia de que los soviéticos poseían la bomba atómica.
HISTORIA SIGLO 20.ORG




Coreanos durante la evacuacion de Hungnam


El gorila de General Mc. Arthur isnpeccionando tropas de ocupación 








Fotógrafos internacionales cubren la guerra de Corea en 1952. (Foto: Werner Bischof | Magnum Photos)






Cuerpo de marines de los EE.UU. con prisioneros por una calle de un pueblo. 26 de septiembre 1950





El 30 de Junio se define como un proyecto democrático y progresista. Tiene por propósito preservar el legado teórico de Juan Bosch, expresado en sus obras de investigación política, sociológica, histórica y cultural como en su praxis política sustentada en los valores éticos, humanistas y patrióticos que por igual sustentaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y todos aquellos dominicanos que amaron y aman esta patria quisqueyana.

EL DUARTE DE MIGUEL NÚÑEZ

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