MORAL Y LUCES

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martes, 10 de julio de 2018

La Niña de Guatemala y José Martí

La Niña de Guatemala, más allá de una joven enamorada (+ Video)
Por: Susana Tesoro


Imagenes que se corresponden con la época en que María Cristina y José Martí se conocieron. Fotos: Archivo Nacional, Guatemala
Un diez de mayo, a las diez de la mañana, ciento cuarenta años atrás, se produjo el deceso de la joven María Cristina García Granados y Saborío, mejor conocida como “la niña de Guatemala”. Ha transcurrido más de un siglo, y aún en tertulias literarias, históricas, familiares o sociales, se debate entre pensamientos científicos y pasionales, si aquella joven de tan solo 18 años, pudo haber muerto de amor, como afirmó nuestro José Martí en sus versos sencillos.
Lo cierto es que todavía permanece un velo de misterios inexplicables por la ciencia y la conciencia: María García y José Martí mueren en el mismo mes con una diferencia de 17 años y nueve días, sus lazos de unión son como una cábala espiritual que no se ha podido resolver.
He leído documentos de la época, y escuchado testimonios, recuerdos a través de la narración oral, que casi nunca yerra. La joven María García Granados no había sido educada para los menesteres de la vida doméstica como era costumbre entonces. No fueron sus enseñanzas solamente los bordados, la culinaria, el aprender a ser una dama “muñeca”. María fue cultivada en la literatura, las artes, la música y sobre todo en defender el rol de la mujer como un ente social. No nos extraña para nada que José Martí quedara doblemente prendado no solo de su belleza física, sino de sus otras virtudes.
Ana Eugenia Cintrón Palma, una guatemalteca apasionada de la historia que une a Cuba y Guatemala. Foto: Susana Tesoro/ Cubadebate
Ana Eugenia Cintrón Palma, es guatemalteca y tataranieta del poeta y prócer cubano José Joaquín Palma Lazo de la Vega, autor del Himno Nacional de Guatemala, y que llegó a ese país entre el 1875 y 1876, invitado por un ex catedrático del colegio de Bayamo, José María Izaguirre, que ya estaba en Guatemala a raíz del primer movimiento independentista de Cuba.
Ana ha dedicado gran parte de su vida a ilustrarse de su propia historia familiar, ha escuchado las historias de su abuela y de su madre, biznieta de José Joaquín Palma. Ana se ha empeñado en cumplir las súplicas de su madre para que no quedase olvidada su ascendencia, un tronco familiar que luchó, junto a cubanos exiliados, por la libertad y la independencia.
Ahora Ana ya tiene casi a punto una novela cuyo título es: “Palmas de Bayamo”, en homenaje a su tatarabuelo y toda su ascendencia. Este texto tendrá ficción, pero estará basado en esa historia libertaria común de Cuba y Guatemala, y tendrá un capítulo dedicado a la Niña: María Cristina García Granados.
Esta guatemalteca ilustrada no es sólo una novelista y una historiadora, tiene el don de la narración oral, escuchar a Ana Cintrón contar su historia, conversar con ella, es como asistir a una conferencia magistral privada, es capaz de hacernos volar hacia el pasado en una máquina del tiempo.
José Joaquin Palma Lasso de la Vega, insigne patriota cubano, bayamés, autor de la letra del Himno Nacional de Guatemala. Foto: el crisol.com
“Según me ha contado mi familia,-dice Ana- José Martí viene de México a Guatemala, buscando a José Joaquín Palma, por recomendaciones de amigos mexicanos que le avisaron de la presencia de Izaguirre y Palma aquí. Martí ubica a Palma porque quería saber de primera mano los detalles del movimiento de revolución independentista del cubano Carlos Manuel de Céspedes”
Palma recibe a Martí en la ciudad de Guatemala en 1877, incluso viven juntos en una casa de huéspedes, casa que ya no existe, fue destruida en los terremotos de 1917.
_ ¿No se ha hecho ningún intento por reconstruir esa casa?
_No, el espacio aún está, allí hay una casa que es propiedad de una asociación privada que la utiliza para vivienda de jóvenes estudiantes del interior del país. Está ubicada en cuarta avenida, Zona 1, en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala. Era una casa de huéspedes donde vivieron Palma y Martí. A tres calles vivía María Cristina García Granados, en la casa del que había sido Presidente de la República, su padre: Miguel García Granados. Esta mansión aún existe en la propia Zona 1 en 12 calle y Cuarta Avenida.
“García Granados había sido, junto a Justo Rufino Barrios, promotores de la Revolución de 1871. Al entrar La Revolución asume la Presidencia Miguel García Granados y la deja luego a Justo Rufino Barrios. Los dos eran un binomio muy interesante, pues Miguel García Granados era un erudito, un académico cultural, un hombre de alta sociedad, mientras que Justo Rufino Barrios a pesar de su posición acomodada, era de familia de fincas del área de San Marcos, fronteriza con México y se movía en esa área, aunque había estudiado leyes, era aguerrido y dictatorial de mucho carácter.
“Resulta que Justo Rufino Barrios era tatarabuelo mío, la nieta de Rufino y el nieto de José Joaquín Palma se casaron y son mis dos abuelos maternos. La historia familiar de Barrios y Palma se sigue uniendo aun después que ellos no estaban. Pero está claro que fueron conocidos, compañeros y amigos, tanto Barrios como García Granados, admiraron y acogieron con mucho respeto a ese grupo de intelectuales cubanos, donde estaban Palma, Izaguirre, Martí, entre otros.
“La vinculación era bastante cercana entre esos cubanos y guatemaltecos, existía una sociedad. Miguel García Granados tuvo 5 hijas, una de las cuales era María Cristina. Vivían en una casa que se caracterizaba por estar permanentemente abierta. Miguel García se Había casado con una sobrina suya: Cristina, hija de su hermana que se convierte a la vez en su suegra  que era María Josefa García Granados,  poetisa de grandes luces, muy destacada alrededor de 1840, su hija era la mamá de la Niña de Guatemala.
Miguel García Granados y Zavala, padre de la Niña, fue presidente de Guatemala de 1871 a 1873, tras la Revolución Liberal de 1871 de la cual fue líder. Foto: Archivo Nacional de Guatemala
“En la casa de Miguel García Granados se realizaban bailes de disfraces, tertulias, veladas culturales y siempre se reunía gente interesante, era la casa en auge de la aristocracia guatemalteca no solo en lo social y económico, sino en lo cultural. En ese entorno fue introducido Martí por sus amigos, y es allí, en un baile de disfraces, donde conoce a María Cristina García Granados. Cuentan que al verla por primera vez, Martí –visiblemente impresionado- pregunta ‘¿Quién es esa niña vestida de egipcia?’, ropaje que llevaba María en una de las fiestas.
_ ¿Dicen que fue amor a primera vista y mutuo?
_ Yo me inclino a pensar que fue así. María Cristina García Granados es una personita que aparece en la vida de Martí siendo muy joven, de 16 años, perfilaba como una mujer con características especiales, heredadas de la personalidad de su abuela y tía: María Josefa, así María Cristina era una mujer independiente, interesada en las letras, una mujer inquieta, con una personalidad carismática sin ser bella, era muy atractiva, con un pelo ondulado, castaño oscuro largo, ojos muy lindos y con personalidad extrovertida.
“No se sabe cómo se desarrolla esa amistad entre Martí y María en detalle, pero si está comprobado que María Cristina asistía a un colegio privado que se llamaba Colegio de Señoritas de Centroamérica, dirigido por las señoritas Izaguirre, cubanas, hermanas de José María Izaguirre. Ellas abren este instituto para niñas y señoritas de alta sociedad, y desarrollan un modelo más abierto con el Instituto Belén, que funcionaba como un Instituto privado al principio y termina como un Instituto Público de educación secundaria. Justo Rufino Barrios, quien es reconocido en Guatemala como ‘el Reformador’, por los cambios que introdujo en esa nación, transformando  Guatemala de un país con aspectos coloniales, a un país moderno de la época.
“Rufino Barrios declara la independencia educativa de la religión, la declara como laica, publica y obligatoria, y en esa línea los cubanos fungen un papel muy importante porque nombra a Izaguirre y a Palma como impulsores de un nuevo modelo de educación secundaria pública para hombres y mujeres y conforman el primer instituto Nacional para varones en la ciudad de Guatemala y en Chiquimula, por otro lado estaba el colegio privado de señoritas, donde asistía María.
“En este colegio se daban cita catedráticos de alto calibre para dar charlas de literatura, poesía, y en ese entorno Martí fue invitado a dar varias conferencias. Describen que él más que miraba, admiraba a María la joven que ya conocía de las veladas culturales. Está comprobado que se desarrolla ahí una relación de mutuo respeto y mutua admiración”
Martí, admirador y defensor de la mujer repartía un atractivo especial entre las féminas con acceso a las lecturas. En un artículo titulado “Los códigos nuevos”, publicado en El Progreso, el 22 de abril de 1877 Martí hace una reflexión acerca de la mujer: “¿Cuál es el primero de los lastres coloniales de la legislación depuesta que menciona? El poder omnímodo del señor bestial sobre la esposa venerable. Da la patria potestad a la mujer, la capacita para atestiguar y, obligándola a la observancia de la ley, completa su persona jurídica. ¿La que nos enseña la ley del cielo, no es capaz de conocer la de la tierra?”
Inspirado en la niña María Cristina, Martí escribe estos versos: Quisiera el bardo, cuando al sol la mece, / colgarle al cuello esclavo los amores; / ¡Si se yergue de súbito, parece / que la tierra se va a cubrir de flores! // ¡Oh! Cada vez que a la mujer hermosa / con fraternal amor habla el proscripto, / duerme soñando en la palmera airosa, / novia del Sol en el ardiente Egipto.
Martí, quizás sin proponérselo, iba exponiendo su pasión: “Amo el bello desorden, muy más bello / Desde que tú, la espléndida María, / Tendiste en tus espaldas el cabello, / ¡Como una palma al destocarse haría!”
_ ¿Qué tipo de relación habría entre ellos, Ana?, ¿Intima, amorosa? ¿Tiene usted alguna información sobre eso?
_ No creo que pasara de lo platónico. Ella sabía desde un principio que él estaba comprometido en México y que se tendría que ir a casar. Pero aun así en sus anhelos de adolescente desarrolla por él un amor platónico muy profundo. Todos los relatos coinciden con que ella le producía a él una ternura inmensa, porque sabía que era un amor imposible, que era una niña a la que él no podía comprometer.
“Sé por relatos familiares, que Palma fue testigo de todo este romance platónico del amor entre ella y Martí, pero en el verso que José Joaquín Palma escribe, “A María García Granados”, el día de su muerte, expresa que veía en ella, en sus últimos meses, cierta sombra de tristeza, depresión, mal augurio en su cara, ya presentía algo, o sería que la vio enferma. La familia Gracia Granados tenía una precondición genética pulmonar. El expresa en su poema, escrito la misma noche de su muerte: “Y mientras todos con igual porfía / Respiraban de amor aquel ambiente, / Yo no sé qué letal melancolía / Llevabas en la frente”
_ ¿Ha podido deducir desde los relatos familiares si ella esperaba que Martí rompiera su compromiso?
_Martí quería, pero no podía, y ella sabía esto, sin embargo aún albergaba esperanzas. Él se retira de Guatemala para casarse con Carmen Zayas Bazán y regresa en los primeros días de mayo para hacer su vida aquí. Él ya no se sentía cómodo en Guatemala, pues el gobierno de Justo Rufino Barrios había dado un giro: tenía ya lineamientos dictatoriales con los que Martí no estaba de acuerdo y empieza cierta lucha interna entre los mismos cubanos que estaban en la parte educativa, pues había cierta represión y ya Martí no podía expresarse como quería y piensa en retirarse de Guatemala más adelante.
“Mientras tanto, Palma es nombrado por Barrios como secretario personal del presidente de Honduras, Marco Aurelio Soto, y sale a esa nación a vivir con su familia, logrando mas adelante, traer a los insignes cubanos exilados en Jamaica, a trabajar en puestos dignos de su rango y conocimiento. Es así como Antonio Maceo y Máximo Gómez entre otros, llegan a Honduras por un período de tiempo, que les permite estar juntos y recuperarse de la salida humillante de Cuba.
“Martí había vuelto casado y María Cristina estaba visiblemente enferma. Existen varias versiones, dicen que ella gustaba de bañarse en un lago cercano y que estando ya enferma fue a nadar y al regresar regresó con una afección respiratoria, se decía que tuberculosis, que pulmonía. Como está hoy día comprobado, la tristeza baja las defensas, el sistema inmunológico. Saber que él había regresado, él aparentemente no logra tener el valor de verla, sin saber que estaba enferma.
Ella le escribe esta nota: «Hace seis días que llegaste a Guatemala, y no has venido a verme. ¿Por qué eludes tu visita? Yo no tengo resentimiento contigo, porque tú siempre me hablaste con sinceridad respecto a tu situación moral de compromiso de matrimonio con la señorita Zayas Bazán. Te suplico que vengas pronto. Tu niña.»
_ ¿El vio esa nota a tiempo?
__No lo sé, lo que sí está comprobado es que se entera de la muerte de ella en el colegio y muy impresionado, corre hacia la funeraria, Palma lo acompaña y se van al cementerio. Él no la ve viva y manifestó su arrepentimiento de ello porque en esos días hubiera podido hablarle y elevarle el ánimo a ella en su enfermedad.
En el 2013, aniversario 160 del nacimiento de José Martí, la Embajada de Cuba en Guatemala develó una placa conmemorativa a la Niña de Guatemala, dicen que es muy visitadas por jóvenes que piden ayuda a La Niña, acerca de situaciones amorosas. Foto: el guatemalteco.com
“La encuentra tendida en su lecho de muerte y en el día del entierro -también esta testimoniado- él se queda allí en el cementerio sentado con Palma junto a la tumba, inmóvil, hasta que el sepulturero les pide que salgan, pues debían cerrar. Esa noche Palma escribe el poema dedicado a María García Granados y se lo da a Martí y le dice: “Mira este es un regalo que te quiero dar: eran los versos dedicados A María García Granados (*)
_ No es hasta 1891 que se hacen públicos los Versos Sencillos y el Poema La Niña de Guatemala (**) ¿Que pasa después que la Niña muere?
_La muerte de María fue un golpe muy duro para la sociedad cultural guatemalteca. Su familia quedó devastada y mantienen su línea de cultura con un perfil más bajo por la ausencia de su hija, y María Cristina García Granados queda olvidada por muchos años, solo recordada en su entorno familiar hasta más de 10 años después, refiere Ana.
“Como se sabe, José Martí desde Nueva York Martí en 1891, escribe los versos sencillos y ahí aparece el Poema La Niña de Guatemala. Dicen que la esposa de Martí, a su manera, y de acuerdo con su época, le arma un lío, pues él confiesa algo tremendo: ‘era su frente la frente que más he amado en la vida’. Una confidencia muy fuerte para ser aceptada por una esposa.
Según la propia narración oral archivada se dice que: Cuando Martí consiguió publicar los Versos Sencillos, en 1891, Carmen y su hijo habían ido a visitarlo a Nueva York. Poco después, Carmen embarcó hacia La Habana a escondidas, para lo cual solicitó colaboración a las autoridades españolas, produciéndose así la separación irreversible del matrimonio y el alejamiento definitivo de su hijo. Martí entonces escribió a un amigo: «Y pensar que sacrifiqué a la pobrecita, a María, por Carmen, que ha subido las escaleras del consulado español para pedir protección de mí»
“Entonces allí vuelve a surgir esta relación, como el gran amor platónico de Martí que él no logra concretar, y esa historia romántica, pero triste, se convierte en leyenda. Bien podemos imaginar que ella hubiera podido ser otra cosa y Martí también, si ese amor hubiera florecido,considera Ana Citrón.
“Ella había quedado olvidada hasta que él como que la saca de su corazón y hace ese amor público. Y es a partir de entonces que ella resurge como una figura importante, como si la resucitara”
_ ¿Qué descendencia directa de esa familia existe aquí en Guatemala?
_En la familia García Granados no hay descendencia de ella, por supuesto, pero si de sus hermanas y sus tíos hay como dos familias García Granados en Guatemala. Una prima mía está casada con uno de esos descendientes de García Granados y nos cuentan que la historia de María la llevan en su corazón con cariño y nostalgia.
_ ¿Cómo la recuerda la sociedad guatemalteca?
_Existe un grupo de jóvenes, un colectivo de teatro que han implementado una obra que se llama así: “La niña de Guatemala” que cuenta esta leyenda y recitan versos de José Martí y de José Joaquín Palma.
“Yo te diría como una conclusión, que la personalidad de María García Granados es de un distintivo especial, interesante para la época, donde las mujeres se quedaban en casa aprendiendo las labores de la casa, en tanto que la familia de esta joven le crea un entorno favorable que ella aprovecha muy bien y florece interesada en el tema cultural como una mujer independiente, como una chica fuera de su época.
“María tenia inquietudes culturales intelectuales y sociales, su familia defendía el espacio de la mujer en la literatura, la música y las artes, todo eso ayudaba a abrir las mentes de las mujeres que estaban tan sometidas.
“ El matrimonio García Granados venía de una línea de mentes abiertas y propició que sus hijas se cultivaran, creo que ellas y sobre todo María, son un símbolo de las primeras mujeres en Guatemala que realmente tuvieron un espacio en la cultura y en una sociedad desprejuiciada y liberada para la mujer, cosa que a la fecha era muy difícil en Guatemala; y no te hablo de las familias criollas del país o las de una clase media alta, sino más bien de la masa enorme de mujeres invisibles que hay en Guatemala. Por ejemplo las mujeres indígenas, que a la fecha, en una gran mayoría, no han logrado acceso a educación y a trabajo digno, todavía están muy sometidas en una cultura machista. Sin embargo, poco a poco se han ido consolidando espacios para mujeres indígenas que se van liberando y logran un espacio en la sociedad y en sus comunidades. Finalmente logran el respeto y el espacio en su entorno. Pero todo eso requiere de mucho esfuerzo.
¿Cuál es el legado de La Niña de Guatemala para su país y por qué no, para el mundo?
_ Primero debemos reconocer que el legado de María Cristina García Granados, parte de la voluntad de sus padres de exponer a sus hijas a una cultura abierta y participativa, y lo otro es el deseo de superación que ella tenía,  su apetencia de estudio, de conocer, de sus lecturas, de discusiones de historia, cultura, literatura en aquellas peñas de intelectuales.
“Abre una línea a seguir por la mujer en tanto que podía criticar, opinar, expresarse tanto en tertulias como en la prensa, que podían criticar incluso la política.”
_Por las referencias que uno tiene de Martí es fácil deducir que de la Niña no solo le gano su belleza física, sino ese mismo desarrollo intelectual, esa valentía social y hasta política.
_ Pues claro, eso era un atractivo tremendo para él, le llamó la atención esta chica tan liberada , tan espontanea, que recitaba, cantaba , tocaba piano, una muchacha expresiva que no temía a exponer sus opiniones, era extrovertida, no se detenía para escribirle a un hombre casado y decirle “mira aquí estoy qué pasa contigo” algo que en aquella época era un gran tabú y le dio su almohadita y tomaba iniciativas que no eran de la época y entonces considero que ella es un símbolo de la juventud que no se ha aprovechado en Guatemala que no se le ha visualizado como en realidad fue, sería muy bueno rescatar una figura, que como dije antes, en mi opinión y por lo que he leído de ella, es un símbolo de valentía y honor para la juventud de hoy.
(*)Poema a María García Granados, de José Joaquín Palma Lasso
Rompió la muerte el delicado broche / Que a la existencia terrenal te unía: / ¡Así mueren los lirios de la noche / Al resplandor del día!
Como un aroma tu postrer aliento / Aún vive en las magnolias entreabiertas: / ¡Así dejan perfumes en el viento / Las tuberosas muertas!
Feliz la virgen que inocente y pura / Nos dice “adiós” y las pupilas cierra, / Sin que manche su blanca vestidura / El fango de la tierra!
¡Feliz quien muere respirando en torno / Las auras puras de la fe celeste! / Que de una virgen el mejor adorno / Es la mortuoria veste!
¡Feliz la alondra que emprendió su huida / Llena de cantos y gentiles galas, / Sin dejar en las zarzas de la vida, / Las plumas de sus alas!
Siempre me acuerdo de la vez primera / En que admiré tus gracias singulares…/ Era una noche azul de primavera, / De fiestas y cantares.
Juventud, hermosura, gentileza; / Del dulce piano los festivos sones, / Y un aire de deleite y de pereza / Llenaba tus salones.
Y mientras todos con igual porfía / Respiraban de amor aquel ambiente, / Yo no sé qué letal melancolía / Llevabas en la frente.
Y dije sin pensar:- ¡Pobre retoño / Que azotan ya recónditas congojas, / No cubrirán los pámpanos de otoño / Tus amarillas hojas-…!
Y al fin cumplióse mi fatal presagio; / Llegó bramando la tormenta grave, / Se enfureció la mar, vino el naufragio / Y zozobró la nave.
Dichosa tú que al empezar el llanto / Cerró tus ojos la voluble suerte, / Y ya duermes tranquila bajo el manto / Del ángel de la muerte!
En la forma graciosa y delicada / Copiaba tu conjunto peregrino, / Una Venus helénica animada / Por el fuego divino.
De Filomena la canción nocturna / Imitaban tus ecos virginales, / Y era tu boca perfumada urna / De mieles y corales.
Si en el jardín tus pies se deslizaban / Cual se desliza el ánade en las olas, / Las verbenas en flor te saludaban, / Meciendo sus corolas.
Y si tus negras trenzas esparcías / Sueltas y libres de importuno broche, / Con su manto de sombras parecías/ El ángel de la noche.
Semejaba tu rostro sosegado / Do amor vertió sus gracias una a una, / El pálido nenúfar coronado / Por un rayo de luna…
Si hoy no se viste el arpa de tristeza / Y sí se viste de festivas palmas, / Es porque sé que en el sepulcro empieza / La vida de las almas.
Las lágrimas que en ayes se deshacen / O que al rodar nuestras mejillas hieren, / Se deben derramar por los que nacen, / Jamás por los que mueren.
¿Qué es la existencia?… perdurable guerra…/ Hiciste bien en emprender tu vuelo; / La patria de una virgen no es la tierra: /¡Su patria está en el cielo!…
Del funeral flamero el brillo escaso / Refleja en tu faz marchita y bella / Ese mate opalino que en su ocaso / Deja al morir la estrella.
¡Morir y renacer! -esa es la norma, / La muerte el germen de la vida lleva, / La materia se funde, se transforma / Y la esencia se eleva…
Duerme del sauce al soñoliento ruido, / Ese sueño feliz de eterna gloria; / Que el musgo amarillento del olvido / No cubra tu memoria;
Que implores por los tristes de la tierra, / Que vele siempre la piedad cristiana / Apoyada en el mármol que te encierra /
Y… ¡adiós! ¡Hasta mañana!…
(**)Poema La Niña de Guatemala, de José Martí
Quiero, a la sombra de un ala, /contar este cuento en flor: / la niña de Guatemala, / la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos; / y las orlas de reseda / y de jazmín; la enterramos/
en una caja de seda…
Ella dio al desmemoriado / una almohadilla de olor; / él volvió, volvió casado; /
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas /obispos y embajadores; /detrás iba el pueblo en tandas, / todo cargado de flores…
Ella, por volverlo a ver, / salió a verlo al mirador; / él volvió con su mujer, / ella se murió de amor.
Como de bronce candente, / al beso de despedida, / era su frente -¡la frente
/ que más he amado en mi vida!…
Se entró de tarde en el río, / la sacó muerta el doctor; / dicen que murió de frío,
/ yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada, / la pusieron en dos bancos: / besé su mano afilada,
/ besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer, / me llamó el enterrador; / nunca más he vuelto a ver / a la que murió de amor.
La casa de Miguel García Granados, padre de María Cristina. El inmueble que ocupa casi media manzana, se conserva actualmente en buen estado y se ubica en 12 calle y cuarta avenida en la Zona 1 de Ciudad de Guatemala. Foto: Susana Tesoro/ Cubadebate

Sobrecoge ver el portón que hace mas de 100 años estaba siempre abierto a aquellas tertulias donde se encontraban José Martí y María Cristina. Foto: Susana Tesoro/ Cubadebate
Queremos compartir con ustedes un programa de Televisión conducido por Álvaro Enrique Arzú Irigoyen, político y empresario guatemalteco, presidente de la República de Guatemala en el período de 1996 a 2000 y cinco veces alcalde capitalino, y que falleció de forma repentina el 27 de abril de este 2018.
https://youtu.be/1iSk8uiYJoY

domingo, 10 de diciembre de 2017

Maceo, el titan de bronce, momento al de caer abatido en combate


“El que sea cubano y tenga valor, que me siga”


Monumento a Antonio Maceo en la plaza que lleva su nombre en Santiago de Cuba. Foto: Archivo.

Hacia el otoño de 1896, se habían agudizado las contradicciones entre el gobierno de la República en Armas y el general en jefe del Ejército Mambí, Máximo Gómez. La petulancia de Rafael M. Portuondo Tamayo, secretario interino de la Guerra, llevó el conflicto hasta un punto de no retorno y Gómez convocó a Maceo para encontrarse en Las Villas. Llevaba una determinación: renunciar.

Con impasible indiferencia el gobierno observaba el sacrificio en Pinar del Río, sin socorros ni otro auxilio que su propio esfuerzo; pero Maceo no daba tregua al general Valeriano Weyler ni margen a Estados Unidos, que acechaba a la sombra, a la espera de que se debilitara el empuje revolucionario. En el segundo semestre, el Titán de Bronce había conseguido reactivar la campaña tras los desembarcos de Leyte Vidal, con 200 fusiles y 300 000 cartuchos, y Juan Rius Rivera, con 920 fusiles, 450 000 cartuchos y un cañón neumático. Entre los expedicionarios se hallaba Panchito Gómez Toro, el hijo de Gómez que Martí llevó consigo en su viaje a Costa Rica, aquel que con apenas 14 años de edad impresionó al Apóstol durante su estancia en La Reforma por su profunda vocación bolivariana y sentido quijotesco de la justicia. Tenía 20 años. Maceo lo abrazó como a un hijo.

El 2 de noviembre, Maceo recibió la nota de Gómez. Dos cartas de Eusebio Hernández y el coronel Juan Masó Parra, le permitieron comprender la gravedad de la situación. No podía creerlo. Preocupado, acudió de inmediato al llamado del Generalísimo pese a que su permanencia en Pinar del Río resultaba vital.

Para trasladarse a Las Villas, en repetidas ocasiones intentó atravesar la trocha Mariel-Majana, de 32 km de largo. En uno de los intentos cayó desplomado del caballo; poco tiempo después abrió los ojos. “Dijo que había sido un vahído, y se lo achacó a la humedad de la noche y a que había dormitado unos minutos después de haber chupado una caña. Alguien ha especulado que el motivo fue un sueño premonitorio en el que había visto a su esposa cubierta por un velo y a todos sus hermanos muertos en la guerra”[1].

Consiguió un bote para cruzar por la boca del Mariel con 20 compañeros, el 4 de diciembre. Dejó atrás su escolta y 150 hombres que lo acompañaron hasta la trocha. Hosco y taciturno, prosiguió por aquella ruta incierta. Nunca le pareció una noche tan corta, ni imaginó que del otro lado lo esperaba el comandante Francisco Cirujeda, jefe del batallón no. 7 de San Quintín, quien operaba entre Punta Brava y el Camino a Vueltabajo, en los límites con el Mariel: “Acaban de asegurarme que Maceo intenta pasar solo por la trocha inmediata a Mariel […]” —había notificado el 1ro de diciembre Cirujeda a su superioridad [2].

Sobre las 9:00 a.m. del 7 de diciembre de 1896, Maceo llegó a la finca de San Pedro de Punta Brava, en Bauta, donde lo aguardaban unos quinientos habaneros. Llegó enfermo y con fiebre. Desde su hamaca puntualizó un plan dirigido a atacar Marianao y otros suburbios capitalinos. Sobre las 2:55 p.m. fueron sorprendidos. A las voces de “¡Fuego, fuego en San Pedro!”, se sucedió una nutrida balacera que provocó desorden total en el campamento. Encolerizado, Maceo trató de incorporarse de la hamaca y, al no poder hacerlo, pidió a su ayudante que le tendiera la mano. Ante la confusión observada pidió un corneta para ordenar el toque a degüello y levantar la moral combativa. No apareció ninguno. Demoró 10 minutos en vestirse y ensilló su caballo, tal y como acostumbraba a hacer en vísperas de un combate.

La fuerza enemiga se parapetó tras unas cercas de piedra que dominaban el área con su fusilería. Maceo decidió realizar un movimiento envolvente por ambos flancos para desalojarlos del parapeto y batirlos en el potrero aledaño. Se interponía una cerca de alambres y comenzaron a picarla. La maniobra fue descubierta y un aguacero de proyectiles no les dejó terminar la faena. Al inclinarse sobre su caballo, una bala impactó sobre el lado derecho del rostro de Maceo y le seccionó la carótida junto al mentón. Un chorro de sangre brotó por la herida y manchó su chamarreta; se mantuvo dos o tres segundos erguido, soltó las bridas, se le desprendió el machete y se desplomó.

Se acercaron el general de división Pedro Díaz Molina, oficial de máxima graduación en San Pedro, después del Titán de Bronce; el brigadier José Miró Argenter, jefe del Estado Mayor del 6to cuerpo; los coroneles Máximo Zertucha, médico del lugarteniente general; Alberto Nodarse Bacallao, su ayudante de campo durante la invasión, y el comandante Juan Manuel Sánchez Amat, jefe de la escolta del Cuartel General, quien al verlo desmoronado sostuvo su cuerpo exánime y le preguntó consternado: “¿Qué le pasa, general?”.

No respondió. Había perdido el habla y estaba pálido, sin sangre en el rostro; la condición mortal de la herida segó su vida en apenas un minuto. Miró Argenter salió impulsado del lugar, sin mirar atrás, ignorando los gritos de Zertucha que le pedía ayuda para cargar el cadáver. Tras unos segundos de incertidumbre, el galeno tomó la misma decisión y se retiró asustado, desmoralizado. Tres días más tarde, se acogería al indulto español; luego solicitaría reincorporarse a la contienda. Pedro Díaz igualmente se marchó; los tres con el mismo argumento: iban por refuerzos que nunca llegaron.

Muerte de Maceo, pintura de Armando García Menocal.

Alberto Nodarse, ingeniero, arquitecto de profesión y experimentado agrónomo, que había recibido ya siete heridas de bala, lideró junto a Juan Manuel Sánchez la resistencia que plantó la escolta del Cuartel General a campo descubierto para tratar de retirar el cadáver que pesaba 209 libras. Sus movimientos atrajeron el fuego español y el lugar se convirtió en un infierno. Después de gran esfuerzo, lo montaron en un caballo que fue fusilado enel campo enemigo. Sánchez trajo el suyo e intentaron alzar el cuerpo de Maceo; pero una descarga cerrada hizo impacto en las dos rodillas del bravo comandante y fue neutralizado. Bañado en sangre por la copiosa hemorragia provocada por dos proyectiles que le fracturaron el húmero y las costillas, Nodarse tuvo que desistir, ya casi desfallecido. Agotados todos los recursos tras más de dos horas de combate, se hizo insostenible la posición; los últimos mambises se retiraron gravemente heridos.

Al conocer la tragedia, Panchito, con un brazo en cabestrillo acudió —según expresó— “…a morir al lado del general” [3].

Caía la tarde, cuando en medio del clima de abatimiento y confusión reinante, el teniente coronel Juan Delgado —joven de Bejucal que se unió al contingente invasor a las órdenes de Gómez y ascendió hasta mandar el regimiento de Caballería de Santiago de las Vegas—le preguntó qué hacer al coronel Ricardo Sartorio Leal, jefe de la brigada Oeste de La Habana: “Delgado, los generales se han marchado, nuestra responsabilidad ha cesado” —fue la respuesta que recibió. Indignado y resuelto, el habanero arengó a los presentes: “Es una vergüenza para las fuerzas cubanas que los españoles se lleven el cadáver del general Maceo, sin hacer nada por rescatarlo. Prefiero la muerte antes de que el general Máximo Gómez sepa que estando yo aquí, los españoles se han llevado el cadáver del general. El que sea cubano y tenga valor, que me siga” [4].

Dieciocho valientes, entre ellos Ricardo Sartorio, quien acompañaba a Maceo desde Mangos de Baraguá, y el coronel Alberto Rodríguez Acosta, joven matancero que mandaba el regimiento de infantería de la brigada Oeste de La Habana, se sumaron a Delgado en la hombrada de rescatar de territorio enemigo al Titán de Bronce y a Panchito. Fue tan fuerte su embestida, que la guerrilla que despojaba a sus cadáveres de las pertenencias, abandonó el lugar sin imaginar la prenda que dejaban. Esa noche los insurrectos lavaron los cuerpos de los dos héroes y los velaron. Decidieron esconderlos en la finca Cacahual, propiedad de Pedro Pérez, tío del teniente coronel Juan Delgado.

Cabalgaron toda la noche. Sobre las 4:00 a.m. llegaron a Santiago de las Vegas. Delgado llamó a la puerta. Creyendo que eran los españoles, Pedro Pérez abrió con cierto temor. En voz baja, con los dos cadáveres depositados sobre la yerba, su sobrino le dio la encomienda: “Aquí te entrego estos dos cadáveres. Ellos son Antonio Maceo y el hijo de Máximo Gómez. Entiérralos secretamente antes de que llegue el día y no digas a nadie dónde están hasta que no se termine la guerra; entonces, si Cuba es libre, lo comunicas al presidente de la República, si no, al general Máximo Gómez” [5].

Pedro Pérez cumplió su promesa y guardó el secreto con celo extraordinario, aún en medio de las penurias que debió sufrir durante la reconcentración.

Paradójicamente, Pedro Díaz tuvo la bochornosa actitud de aceptar el ascenso al grado de mayor general que —a propuesta de José Miró Argenter, quien tergiversó los hechos— Gómez aceptó conferirle “…como gracia especialísima y por el hecho de haber rescatado con valor heroico […] el cadáver del ilustre Lugarteniente General Antonio Maceo” [6].

Fue un golpe terrible. Entre 1895 y 1896, habían muerto seis de los jefes más valiosos y radicales de la revolución: José Martí, Guillermón Moncada, Flor Crombet, Francisco Borrero, José Maceo y Serafín Sánchez. Para cerrar este año fatal perecían el lugarteniente general y, muy poco después, José María Aguirre. Varios de los nuevos cuadros, en algunos casos de probada competencia militar, estuvieron muy por debajo de la entereza y proyecciones ideológicas demandadas para la construcción de una patria nueva o, peor aún, distantes del sufrimiento y la miseria del pueblo humilde del que se nutrieron las filas del Ejército Mambí.

“José Miguel Gómez, Mario García Menocal, Gerardo Machado o José de Jesús Monteagudo, que demostraron su capacidad militar en la revolución, fueron el reverso ideológico de Antonio y José Maceo, Crombet, Moncada, Borrero, Sánchez y Aguirre. Sin ellos al general en jefe le esperaba una tarea de titanes: expulsar a España de Cuba” [7].

Gómez quedó destrozado. Al efecto ultrajante de la actitud del Consejo de Gobierno, se sumaba la muerte de Panchito y de su viejo compañero. Y aquel viejo soldado con el pellejo curtido por tanta pelea; de pronto, comenzó a llorar. “Otra gran desgracia, la más terrible que podía caer sobre mí. Cuánta verdad expresó el que tuvo la ocurrencia de decir: ‘Nunca los males vienen solos’” —registró el 16 de diciembre en su diario. Y el 28, en la intimidad de su hamaca, vertió su dolor: “¡Triste, muy triste, más que triste desgraciado ha sido para mí el año 96! Me deja acongojado y maltrecho. […] hoy, en este día, en estos instantes, siento en mi alma la más honda pena y casi me siento abrumado por una pesadumbre que hago esfuerzo por soportar” [8].
Notas:

[1] Leal, Eusebio: Legado y memoria, Ediciones Boloña, La Habana, 2009.
[2] Pérez, Francisco: La guerra en La Habana. Desde enero de 1896 hasta el combate de San Pedro, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1976.
[3] Ídem.
[4] Ídem.
[5] Gómez, Bernardo: “La tumba de Maceo y Panchito Gómez Toro: un secreto bien guardado”, Carteles, vol. XVIII, no. 41, La Habana, 9 de octubre de 1932.
[6] Llaverías, Joaquín y Emeterio Santovenia (compiladores): Actas de las Asambleas de Representantes y del Consejo de Gobierno durante la Guerra de Independencia (1896-1897), Academia de la Historia de Cuba, La Habana, 1930.
[7] Torres-Cuevas, Eduardo y Oscar Loyola Vega: Historia de Cuba (1492-1898). Formación y liberación de la nación, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 2002.
[8] Gómez Báez, Máximo: Diario de campaña (1868-1899), Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1968.


(Tomado de La Jiribilla)

martes, 28 de marzo de 2017

A 100 años de la Revolución Rusa

https://es.rt.com/50rh



"Lenin estaría sorprendido de encontrarse convertido en momia" dice su biógrafo

¿Por qué el líder bolchevique casi no tenía amigos? ¿Quién estaba detrás de la campaña de los periódicos rusos que lo acusaban de "espía alemán"? Las respuestas a esta y otras preguntas están en esta entrevista exclusiva de RT.


"Lenin estaría sorprendido de encontrarse convertido en momia" dice su biógrafo
Peter OtsupSputnik
2017 está marcado por el centenario de dos históricas revoluciones que se produjeron en Rusia. La primera, la Revolución de Febrero, acabó con el Imperio zarista; la segunda, la de Octubre, dio inicio a la Rusia Soviética.
Los acontecimientos que se produjeron 1917 son inimaginables sin la personalidad del líder de los bolcheviques, Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin. RT se ha reunido con el escritor y crítico literario Lev Danilkin, que publica en primavera una nueva biografía sobre el revolucionario.
Empezó a trabajar sobre su libro hace cinco años. ¿Por qué es tan importante hoy la figura de Lenin?
La sociedad no ha conseguido ponerse de acuerdo sobre Lenin, 'descifrar' el siglo XX a través de su figura. A pesar de que existe un número infinito de biografías sobre su persona, si ahora, en el año 2017, uno quiere saber cómo relacionar a Lenin con los últimos acontecimientos –desde las 'caídas' de sus monumentos en Ucrania hasta las elecciones de Trump–, no lo conseguirá. Mi intención fue escribir un libro revisando su figura y la del leninismo teniendo en cuenta la historia del siglo XX y de principios del XXI.
En una entrevista, dijo que Lenin no era muy agradable a la hora de comunicarse. ¿Qué quiere decir?
Era un polemista. Daba mucha importancia a los matices, a las pequeñas diferencias. Por eso su entorno le detestaba. Era un compañero poco fiable. Por ejemplo, cuando era presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, en una sesión podía apoyar un punto de vista, pero cambiar de opinión con facilidad poco después. Se puede decir que no tenía amigos. Sin embargo, esto quedó compensado con una gran cantidad de amistades femeninas.
Hablando de mujeres, la personalidad de su esposa, Nadezhda Krúpskaya, queda a menudo en un segundo plano. ¿Qué papel tuvo en el destino de Lenin?
La imagen que existe en la sociedad respecto a Krúpskaya no se corresponde con la realidad. Fue criptóloga profesional, secretaria personal de Lenin y también durante muchos años secretaria del Comité Central para la fracción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR). Esto significa que toda la correspondencia se realizaba a través de ella. Este era un trabajo muy complicado, y lo hizo de manera brillante. Además, es posible que ella fuera la verdadera autora de varias obras que se atribuyen a Lenin. Fue independiente, tenía sus propias ideas acerca de la política y sabía cómo manejar a las personas de su entorno. Es una figura muy interesante.
Lenin se vio obligado a pasar varios años en exilio en Europa Occidental¿Cómo se ganaban la vida los revolucionarios de carrera?
Vivían en una pobreza total, eran todos unos andrajosos. En unas memorias se cuenta una anécdota que ocurrió en una cantina suiza que los emigrantes rusos bolcheviques abrieron 'para los suyos'. Un artista que estaba de paso dejó ahí su maleta. La abrieron y encontraron un pantalón. ¡Esto fue una suerte increíble para ellos! También existen memorias que relatan que incluso en Rusia, entre 1903 y 1905, algunos no podían salir a la calle porque literalmente tenían un pantalón para cada cinco personas. Vivían en una pobreza tan grande que no la podemos ni imaginar.
Cuando Lenin partió al exilio ya había publicado "El desarrollo del capitalismo en Rusia", por lo que ya tenía un nombre y pudo ganarse la vida escribiendo artículos, lo que le distinguió de la mayoría de sus colegas. Lenin nunca vivió con holgura, pero recibía dinero de su madre, que tenía una pensión bastante buena.
La madre de Krúpskaya también tenía un pequeño capital, y gracias a eso Lenin y su esposa podían llegar a fin de mes. Desde 1912 hasta 1914, Lenin estuvo empleado en el periódico 'Pravda' (rotativo oficial de los bolcheviques), pero cuando se retrasaba su sueldo, tenían un problema.
Las circunstancias en las cuales Lenin volvió de Suiza a Rusia continuan planteando cuestiones. ¿Qué papel jugaron las autoridades alemanes en su regreso?
Lenin consideraba que los socialistas debían no solo estar en contra de la participación rusa en la Primera Guerra Mundial, sino también fomentar una derrota del Gobierno de su país. Para él, esta postura era una forma de reconducir la guerra y dirigirla hacia la burguesía.
La campaña en los periódicos rusos que acusaba a Lenin de ser un espía alemán empezó en julio de 1917 y estuvo inspirada por las embajadas extranjeras en San Petersburgo. Los ingleses y los franceses estaban muy preocupados porque Lenin trataba de sacar a Rusia de la guerra.
Es absurdo que Lenin llegara a Rusia en el 'vagón precintado' con dinero recibido de los alemanes. El único aspecto dudoso relacionado con el retorno de Lenin a Rusia es lo rápido que empezó a trabajar la prensa de los bolcheviques. Es por ello que circularon rumores de que los alemanes pudieron haber comprado una imprenta a los revolucionarios, pero esto nunca se logró probar.
¿Habría tenido lugar la Revolución de Octubre sin Lenin?
En una reunión de los bolcheviques celebrada apenas dos semanas antes, Lenin literalmente 'forzó' la decisión. El inicio de la revuelta en octubre es obra de Lenin. Sin embargo, creo que de todas formas habría comenzado una guerra civil, ya que la situación era cada vez peor en el país.
El Gobierno provisional no tuvo ninguna posibilidad de mantenerse en el poder porque no resolvió el principal problema que provocó la revolución, el problema de la salida de la guerra. Los únicos que sabían cómo hacerlo y que estaban preparados para hacerlo fueron los bolcheviques. Entre finales de noviembre y principios de enero, les encomendaron esa terrible y dura misión.
Después de la muerte de Lenin, su cuerpo fue trasladado a un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú. ¿Qué opinaría Lenin sobre esa idea?
Creo que estaría muy sorprendido de encontrarse convertido en una momia. La decisión de embalsamarlo estuvo relacionada con el descubrimiento de la tumba de Tutankamón por el británico Howard Carter en 1922, tras el cual la 'egiptomanía' se infiltró en todas las esferas de cultura. 
Ha estudiado en detalle tanto la vida como la personalidad de Lenin. ¿Qué cualidades considera que definían mejor su persona?
Era una persona muy alegre, divertida e irónica. A pesar de que dormían muy poco, a los bolcheviques les alegraba sentir que estaban transformando el viejo mundo en un nuevo. En otoño de 1917, los bancos se negaron a prestar dinero a los bolcheviques, y los revolucionarios protestaron circulando con autos con música alta, realizando auténticas 'performance' y 'flashmobs' frente al edificio del Banco Central.
No obstante, existía un peculiaridad que distinguía a Lenin de otros bolcheviques. Antes de tomar una decisión política importante, podía ponerse a releer a Marx. En 1914, en vez de participar en las manifestaciones contra la guerra, se pasó varios meses en encerrado en una biblioteca, estudiando y tomando notas sobre las obras de Hegel. Se apoyaba en la filosofía para tomar decisiones de la vida diaria, para aplicarla en la vida real. Eso era un rasgo único suyo.
Vadim Moiséyev

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