Publicado el 20 abr. 2012
Los 7 demonios de Haiti , es una produccion de http://www.radialistas.net/index.php. La historia de Haití es una historia de demonios.
Después de la derrota, Francia bloqueó la isla y ningún país reconoció la independencia de Haití. Las potencias europeas no admitían la existencia de una nación gobernada por antiguos esclavos porque la libertad de Haití cuestionaba y amenazaba sus propios sistemas esclavistas.A pesar de la soledad internacional, Haití comenzó a gobernarse. Alexandre Pétion presidió la naciente república y distribuyó tierras entre los antiguos esclavos. Pero Europa, la Europa blanca y cristiana, apoyó a Francia en su reclamo de una gigantesca indemnización que la nueva y pequeña república de Haití tendría la obligación de pagar por "daños de guerra". Por el delito de ser libres. Francia exigió 150 millones de francos oro, equivalente a 21 mil 700 millones de dólares actuales. Haití, estrangulada y abandonada por todos, cayó en manos de gobernantes cómplices de Europa, que destinaban los poquísimos recursos del país para pagar "la deuda francesa".
El cuarto demonio se llamó... Estados Unidos. Los banqueros norteamericanos prestaron dinero a Haití para hacer ferrocarriles y plantaciones de banano. Los préstamos, que los intereses de usura iban multiplicando, resultaron impagables por una república aislada y empobrecida. En 1915, el presidente norteamericano Woodrow Wilson envió marines a Haití para tomar control del país. La primera medida de los invasores fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. Liquidaron el Banco de la Nación, impusieron trabajos forzados a gran parte de la población y prohibieron la entrada de negros en hoteles y restaurantes. Con el pretexto de proteger las reservas de oro de Haití se las llevaron a las cajas fuertes de Nueva York. Después de 19 años de ocupación, los norteamericanos se retiraron de la isla habiendo cumplido su principal objetivo: cobrar las deudas del City Bank. Entonces, Robert Lansing, secretario de Estado norteamericano, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, ya que tiene una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización. La misión "civilizadora" de los marines concluyó en 1934. Atrás dejaron una temible guardia nacional, entrenada por ellos, para exterminar cualquier posible brote de rebeldía en Haití.
El quinto demonio se llamó... François Duvalier. En 1957, apoyado por el ejército de Estados Unidos, asumió la presidencia François Duvalier, un médico asesino que aterrorizó a la población haitiana, mezclando religión y política. Inspirado por los camisas negras del fascismo italiano, Duvalier creó una milicia conocida como los "tonton macoute", responsable de 30 mil asesinatos e incontables atrocidades y torturas. François Duvalier se proclamó "presidente vitalicio". A su muerte, lo sucedió su hijo Jean Claude, tan canalla como el padre. En 1986, después de 30 años de una de las dictaduras más sanguinarias de América Latina, una insurrección popular sacó del poder a Jean Claude. Éste se exilió en Francia, cuyo "democrático" gobierno le brindó un asilo dorado a él y su familia.
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