MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

domingo, 6 de enero de 2013

Hugo Chávez sueña con unir a toda América Latina


CONVERSANDO CON PEGGY
EN VARIAS OPORTUNIDADES HA PROMETIDO SEGUIR APOYANDO CON EL SUMINISTRO DE PETRÓLEO A LOS PAÍSES DE LA REGIÓN Y MANTENER LOS ACUERDOS
  • El presidente Hugo Chávez Frías mientras era entrevistado por Peggy Cabral en el programa "Conversando con Peggy".
Peggy Cabral
Caracas
Entrevista al presidente de Venezuela Hugo Chávez en el programa Conversando con Peggy.
Sr. presidente, usted ascendió al poder en Venezuela con una gran fuerza popular, pero pasado un tiempo cuenta con una feroz oposición. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo explica el fenómeno?
Bueno la fuerza popular está allí, una fuerza popular que más bien ha ido creciendo, no solo en cantidad, sino también en calidad organizativa en los últimos tres años. Los sectores que me adversan, yo no asumo que es en lo personal, porque no se trata de eso, adversan a este proyecto. Que es algo hecho por el pueblo ejerciendo a través del voto, de ese pueblo venezolano. Bueno, siempre ha existido ese grupo de personas que adversa ese proyecto. A favor de mi candidatura votaron millones de personas. Ahora, ¿Qué es lo que ocurre en estos últimos meses? Que hemos comenzado a profundizar la aplicación del proyecto. Es un proyecto humanista; un proyecto revolucionario, democrático; es un proyecto que pretende transformar un modelo excluyente de las mayorías y ha generado, en un país como Venezuela,  con tanta riqueza ¡por el amor de Dios!, una pobreza de un 80%. Ahora, los sectores privilegiados que medraron y se enriquecieron al amparo del viejo modelo, pues han reaccionado, algunos como víboras e incluso han recogido el expediente del zarpazo, del golpe de Estado, del intento de magnicidio, del intento de desestabilizar el país, casi todos los días. Eso es lo que pasa en Venezuela. Pero representamos una gran mayoría de venezolanos que queremos la paz.

Hace un tiempo se inició un diálogo entre el gobierno y la oposición ¿A qué nivel están esas conversaciones?
En verdad tú sabes que después del golpe de Estado, que fue derrotado, fue barrido por una respuesta popular de millones de personas, por eso es que te digo que esa fuerza está intacta, si esa fuerza no existiera yo no estaría sentado aquí; luego, el 14 de abril, después del golpismo, yo retorno al palacio, y lo primero que hice fue llamar a un diálogo, a sentarnos a la mesa a debatir, para buscar salidas, soluciones a las diferencias en el marco de la democracia. Invitamos como facilitador al Presidente Carter, en primer lugar. Él vino a Venezuela y luego han enviado delegaciones permanentes, que están allí, es decir, en el Centro Carter. Luego invitamos a la ONU, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) envió también un delegado. Yo me alegro muchísimo de ello, porque estos sectores de oposición radicalizados, que han pretendido buscar la vía extra constitucional, han aceptado, con estos amigos mediadores, sentarse con el gobierno a debatir y a discutir temas y ahí estamos en eso.

¿En qué medida usted ha logrado aplicar el programa de gobierno que prometió?
Fíjate que a pesar de tantas perturbaciones, incluso naturales, la tragedia de Vargas, agradecemos infinitamente y para siempre al pueblo dominicano tanta solidaridad, entonces y siempre, porque somos pueblos hermanos, y yo, permíteme un paréntesis ahora para desde aquí, mandarle mi corazón al queridísimo pueblo dominicano, que es un pueblo hermano al que adoramos, yo amo la República Dominicana, nosotros, a pesar de todo eso, y de estas perturbaciones políticas, y a pesar de la tremenda crisis moral, sin embargo, lo primero, la bandera fundamental de mi campaña electoral fue el llamado a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución. Y eso lo hicimos en un año, en menos de un año teníamos lista la nueva campaña electoral. Yo fui a una re-legitimación y fui elegido por segunda vez. Pero relegitimamos gobernaciones, alcaldías, la nueva Asamblea Nacional, el Poder Judicial, los poderes del Estado y las nuevas instituciones. Y luego comenzamos a aplicar la Constitución. Ahora, desde el punto de vista social, yo te digo que no puedo decir que estoy absolutamente satisfecho, sin embargo, hay evidencias de que el proyecto transformador, ha comenzado a dar  resultados que nos motivan mucho a continuar. Por ejemplo, cifras de las Naciones Unidas: la mortalidad infantil en Venezuela ha disminuido de 21 por mil, es decir de 21 niños, por cada mil nacidos vivos que se morían antes de cumplir un año, ahora bajamos a 17 por mil, en corto tiempo. La desnutrición infantil ha descendido en 12%. El índice de bajo peso, al nacer de los niños, estaba hasta el 1998 en un 9%, bajó a 6% el año pasado. La matrícula escolar: se han incorporado al sistema educativo formal, millón y medio de niños y jóvenes que estaban excluídos, porque allá se había privatizado casi toda la educación, es decir, los hijos de los pobres no podía ir a la escuela, porque hasta en la escuela pública cobraban para inscribir al niño o le exigían llevar libros, cuadernos y ropa. Ahora no. Ahora le damos hasta los uniformes, ahora tienen computadores. 

Adelantamos el programa de las escuelas bolivarianas, que son unas escuelas integrales, donde los niños desayunan, almuerzan y meriendan, escuelas que tienen salón de computación, tienen atención médica, tienen deportes, tienen cultura, además de la educación, con buenos maestros, es decir, una revolución educativa. Estos son algunos de los detalles.
Esa es la base, la educación.
Eso es fundamental. La salud, la educación, el trabajo, los planes de vivienda. Hacía más de una década que los pobres en Venezuela no recibían el tratamiento especial de un gobierno, en cuanto a un plan de vivienda. Hemos construido más de lo que antes hacían, lo que llaman los venezolanos unas cajitas de fósforos. Ahora son viviendas con tres habitaciones, dos baños, materiales acabados, con energía eléctrica, agua. El agua potable es otro avance importante.  Hemos incrementado en millón y medio el universo de venezolanos que ahora recibe agua potable, en una población de 23 millones. Hemos construido plantas de tratamientos de agua, plantas de potabilización, acueductos, es decir, es un esfuerzo gigantesco el que estamos haciendo. Pero estamos apenas comenzando.

Cree que su propuesta de alianza entre los países latinoamericanos, en torno a los principios del libertador Simón Bolívar tiene posibilidad de materializarse?
Creo que es uno de los elementos que está renaciendo, porque estaba enterrado. Bolívar logró liberarnos del yugo español, pero Bolívar, muriéndose, tú sabes que en Santa Martha lanzó aquella frase terrible: “He arado en el mar”. Murió solitario, traicionado. De Venezuela lo expulsaron. Lo mandaron a matar varias veces y al fin lo traicionaron y quedó casi solitario aquel gran libertador. Y se hundió el sueño de Bolívar, la Gran Colombia y la unión aquella del Caribe,  hasta Santo Domingo, durante aquella independencia efímera, tú lo sabes muy bien, pidió unirse a la Gran Colombia. Bolívar tenía planes para liberar a Cuba y Puerto Rico, y él decía que Colombia la Grande debía ser redonda, era una visión geopolítica impresionante. Eso se fracturó en pedazos. Hoy, cuando comienza el siglo 21, yo siento con mucha fe y optimismo que se levantan fuerzas integradoras de nuevo, una vez más, en todo este continente. Así es que, yo siento que el sueño de Bolívar de la integración latinoamericana y caribeña, esta así, como el Ave Fénix, renaciendo de sus cenizas. 

Presidente, en muchos países se teme que los precios internacionales del petróleo se incrementen sustancialmente. ¿Qué pasaría con los precios del petróleo que Venezuela vende a los países del Acuerdo San José, se mantendrían estos?
Mira, cualquiera pudiera pensar ¡Qué bueno que haya guerra, para que el petróleo suba! No, nosotros no queremos eso. Que no haya guerra y que el petróleo se estabilice, hemos dicho nosotros, en un precio justo, en una banda entre 22 como mínimo, como piso y 28 dólares por barril como techo. Allí nosotros ubicamos el precio justo, y por ahí anda. Déjame decirte que el precio del petróleo venezolano, este año está, en la parte baja de la banda justa. Esta en US$22.07, este es el precio promedio de todo el año, mas si nuestro petróleo sube a 40. Y, bueno ¿Qué harían los países que viven de importar petróleo? 

Y en cuanto al Acuerdo de San José, nosotros vamos a seguir cumpliéndolo con la República Dominicana, también con Jamaica y con muchos otros países de nuestro entorno caribeño y centroamericano. Incluso, tú sabes que el pacto de San José tiene más de 20 años y que nosotros hicimos un nuevo acuerdo complementario, el acuerdo de Caracas, a través del cual también se benefician países como la República Dominicana. Todo eso va a seguir vigente. Me preocupa la desigualdad en nuestro continente latinoamericano-caribeño, que es la más alta del mundo.  Es una desigualdad aberrante.  El venezolano es un caso típico un caso para estudiarlo.
Presidente, ¿Cuál es su mensaje para los dominicanos?
Yo conocí la República Dominicana, era un muchacho para entonces, y sigo siendo un muchacho, ¡ah! (risas)

¿Puedo preguntarle algo personal, señor Presidente?
Pregunta, yo veré si te respondo.

¿Por qué algunos hombres cuando llegan al poder cambian de mujer? (risas)
Yo no he cambiado de mujer, bueno, yo estoy separado de María Isabel. Lo decidimos de común acuerdo, hace unos meses atrás. Pero, bueno, estamos allí, de amigos, sobre todo los hijos, que es lo más importante. De todos modos no creo que tenga relación directa con el poder. Yo creo que, en verdad, cuando uno se entrega, como yo me he entregado a esta causa, uno tiende a dejar de lado, o a poner en segundo lugar, a veces, hasta los hijos. Déjame decirte que no hay comparación con el amor de un hijo. ¿Tú tienes hijos, Peggy?

PC. Sí 
HC. ¿Cuántos?

PC. Tres, tengo hasta nietos.
HC. ¡Que Dios te los cuide! Tú eres una abuela muy hermosa y joven. Yo también soy abuelo. Tengo una nieta de cuatro años y una hija de cinco también, la Rosa Inés y la Gaby, que anda por ahí de turista, con unos lentes oscuros. Mira, es muy duro, pero uno lo hace, porque algo lo arrastra con una fuerza muy grande. Yo fui una vez a una rebelión militar y dejé a mi esposa, madre de mis tres hijos mayores, con tres muchachos pequeños. Una noche yo llegué, nunca lo olvidaré, porque es un dolor que lo tengo vivo todavía, en el corazón, como dice una canción de Rafael: “Tengo el corazón en carne viva”. Llegué, entré a un cuarto muy pequeño, abrí la puerta para no despertarlos, y los tres allí, una de doce, otra de ocho y otro de siete, les di un beso para despedirme, pues no sabía si volvería. A uno se le parte el alma, pero es un amor que te lleva a hacer cosas como esas. Quizás esa es la explicación. Ya uno siente que no se pertenece a sí mismo. Hay un colectivo, ahora, yo conocí República Dominicana, en 1980, vine a jugar béisbol. Y a pesar de que nos dieron muchos batazos, aquí batean mucho, ¿Cómo estará Sammy Sosa?

Creo que muy bien.
Le dejo un saludo y que se acuerde del ponche que le di por allá por Caracas. Cierto, después me dio siete jonrones kilométricos. Bueno, que él se dejó ponchar, le lancé una curvita ahí y la dejó pasar. En fin, a los dominicanos y las dominicanas, desde que conocí esta tierra, por allá por los 1980, yo me enamoré de esta tierra y de esa gente. Nunca olvido el río Ozama y sus riveras, nunca olvido a los amigos de Los Mina, Santo Domingo, y nunca olvido el merengue, el béisbol, la alegría, los sueños de aquellos años ochentas. Esta mañana saludé a unos dominicanos, por ahí en los pasillos y le pregunté a una muchacha por su edad y esta me respondió que veinte. Entonces yo le dije -cuando yo conocí esta tierra tú estabas naciendo muchacha-. Ahora, cuando yo, cuando yo conocí esta tierra, yo andaba soñando con el año 2000 y yo soñaba con una patria, no hubo patria en el 2000 para nosotros. Y les dije a ellos -lo que estamos haciendo nosotros es luchando para que ustedes, cuando lleguen al 2020 tengan patria, para que a ustedes los jóvenes dominicanos, jóvenes venezolanos, jóvenes de América Latina no les roben el futuro. Para que no tengan que repetir, como yo repito, desde el fondo del alma, el poema aquel maravilloso de don Pedro Mir: “Si alguien quiere saber cuál es mí patria/no la busque/... tendría que pelear por ella... ese es mi saludo de amor al pueblo dominicano.

Mucha gracias, señor Presidente.
HC. Gracias a ti, Peggy. 
TOMADO DEL LISTIN DIARIO

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