MORAL Y LUCES

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jueves, 17 de enero de 2013

Coronel Rafael Fernández Domínguez,soldado de la patria

Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad. “... y aquí estoy, respondiendo con la frente en alto, el honor multiplicado y la vergüenza como estandarte. Que me juzguen la Historia y la República. No tengo vergüenza para verle la cara al pueblo, hasta que no combata de su lado frente a los enemigos de la patria “. 



Soldado del Pueblo y Militar de la Libertad. “... y aquí estoy, respondiendo con la frente en alto, el honor multiplicado y la vergüenza como estandarte. Que me juzguen la Historia y la República. No tengo vergüenza para verle la cara al pueblo, hasta que no combata de su lado frente a los enemigos de la patria “. 

Cayó en combate el 19 de mayo de 1965 como soldado de la patria, frente a las tropas interventoras norteamericanas. Su muerte hizo más grande su figura, que el pueblo recuerda con admiración y respeto. El coronel Rafel Tomás Fernández Domínguez ha sido considerado como el inspirador militar de la insurrección armada que estalló el 24 de abril de 1965 contra el Triunvirato que gobernaba el país, presidido por Donald Reid Cabral. 

La revuelta tenía el propósito de reponer el gobierno del profesor Juan Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963, restableciendo con ello la constitucionalidad perdida. Nació el 18 de septiembre de 1934 en el municipio de Esperanza. Fueron sus padres el general Ludovino Fernández Malagón y Gloria Domínguez Cruz. Se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas el 27 de diciembre de 1952 e ingresó en la Universidad de Santo Domingo para cursar la carrera de ingeniería, interrumpiendo estos estudios para integrarse como soldado al Ejército Nacional. 

Se gradúa de Bachiller en Ciencias Militares en 1956; el 22 de diciembre de ese mismo año se casa con la señora Alma Arlette Fernández, comenzando una familia que se enriqueció con la llegada de cinco hijos. Luego pasó a la Fuerza Aérea Dominicana y allí se distinguió obteniendo las mejores calificaciones en los estudios militares que realizara. En febrero de 1957 se traslada a Fort Clayton, en la Zona del Canal de Panamá, para tomar un curso militar. Ya con el rango de Capitán, en 1961, desempeñó el cargo de Jefe de la Base Aérea de San Isidro. 

El 18 de enero de 1962, ostentando el rango de Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), liberó a los miembros del Consejo de Estado detenidos en el Club de Oficiales de esa institución por órdenes del general Pedro Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, quien fue depuesto ese mismo día después de intentar sin éxito un golpe de Estado. Fernández Domínguez fue ascendido entonces a Teniente Coronel y nombrado Sub-jefe de la Fuerza Aérea. Luego es trasladado al Ejército Nacional y enviado, en noviembre de 1962, a Panamá, para participar en un curso de Comando y Estado Mayor. Obtuvo el segundo lugar entre los 31 militares que participaron. Tanto el traslado como el viaje a Panamá se debieron a discrepancias con sus superiores, a quienes señalaba como transgresores de los reglamentos militares. 

Se opuso a que le fuera concedido el rango de General a Luis Amiama Tió y a Antonio Imbert Barreras, participantes y sobrevivientes en el asesinato del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, por considerar que tales designaciones constituían una violación a las normas militares. En Junio de 1963 realiza otro curso de Instrucción de Infantería Avanzada. Ese mismo año recibe el nombramiento como Director de la Academia Militar "Batalla de Las Carreras", de la Fuerza Aérea Dominicana. 

Al ser depuesto el Gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, el Coronel Fernández Domínguez intentó organizar un movimiento de resistencia militar que de momento no pudo materializar. El 23 de octubre de ese mismo año, y en lo que puede ser considerado prácticamente como una deportación, fue nombrado por el Triunvirato como Agregado Militar en España. Desde el exterior escribió repetidas veces a sus compañeros de armas, exhortándoles a continuar con los preparativos del contragolpe. 

En diciembre de 1964 logró un permiso para entrar al país por tres días y, aunque estaba continuamente vigilado, logró establecer contactos con los simpatizantes del movimiento conspirativo contra el Triunvirato, al que, por invitación suya, se incorporó el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Al concluir los tres días de su permiso le hacen nuevamente abandonar el país, esta vez enviado como Agregado Militar en Chile. El Coronel Fernández Domínguez estaba convencido de lo importante que era para la causa la conservación de su rango militar: “Respecto a mi posición dentro del Ejército, estoy firme y definitivamente convencido que no debo abandonarla, aún sea bajo la más fuerte de las presiones, ya que es la única forma en que hoy, mañana o algún día podré… cooperar en la reestructuración definitiva de las Fuerzas Armadas Dominicanas”. 

Sobre la importancia histórica del movimiento que lideraba, el Coronel Fernández Domínguez escribió el 21 de abril de 1964: "La historia de la República Dominicana no se ha escrito aún... y tengo la firme convicción de que nuestro abortado movimiento será un capítulo de esa historia... La problemática dominicana es bien clara, todo descansará dentro de poco tiempo en la joven oficialía, la cual deberá ser reconquistada por nosotros, por todos los medios". En Chile recibió la noticia del derrocamiento del Triunvirato por el movimiento armado, el 24 de abril de 1965, e inmediatamente tomó un avión vía Puerto Rico para regresar al país, aunque no pudo entrar a la República Dominicana porque el aeropuerto se encontraba cerrado por las tropas que se oponían al movimiento insurreccional. 

El Coronel Fernández Domínguez, que había sido designado Ministro de Interior y Policía por el jefe político de la insurrección, profesor Juan Bosch, y ratificado por el Gobierno constitucionalista presidido por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, logró entrar al país, después de varios intentos, el día 14 de mayo de 1965, en un avión de la marina de los Estados Unidos, gracias a una petición hecha por el profesor Juan Bosch a Harry Shlaudeman, que había sido secretario político de la Embajada Americana en Santo Domingo y que formaba parte de la delegación norteamericana que encabezaban McGeorge Bundy y Cyrus Vance, quienes se encontraban en Puerto Rico para discutir con Bosch la posibilidad de que el gobierno de transición estuviera encabezado por Antonio Guzmán. 

Tomó posesión de su cargo pero, cinco días más tarde, el 19 de mayo de 1965, murió durante un encuentro con tropas norteamericanas mientras dirigía un asalto al Palacio Nacional, ocupado por tropas del Gobierno de Reconstrucción Nacional encabezado por el General Antonio Imbert Barreras, que se oponía a Caamaño Deñó. 

El Coronel Fernández Domínguez se encuentra sepultado en el cementerio de Santiago de los Caballeros. Sólo unos días antes de su muerte había escrito: "Sabemos que este movimiento tiene una alta categoría histórica; que él marcará una época en nuestro país, siempre traicionado y siempre esclavizado; sabemos que con nosotros no sólo se levantará la voluntad democrática del pueblo dominicano sino también la fe de muchos pueblos de América que tienen en su corazón un altar para los luchadores de la libertad. Y porque sabemos todo eso, terminaremos la lucha con el mismo sentido del honor con que la empezamos y con el alma satisfecha de los que sirven a la Patria y, en consecuencia, sirven a su pueblo. Aquel de nosotros que caiga en la lucha, no caerá; se elevará al respeto de todos los dominicanos; aquel de los que luchan contra nosotros que no comprenda a tiempo su error, ese caerá para siempre del amor del pueblo y será perseguido por la historia".

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