BIOGRAFIA: PROFESOR JUAN
BOSCH.
Por Domingo Nuñez Polanco
Por Domingo Núñez Polanco
Juan Emilio Bosch Gaviño (30 de junio de 1909 – 1 de noviembre
de 2001) fue un político dominicano, historiador, ensayista, novelista, cuentista
y educador.
Bosch fue el primer
presidente de la República Dominicana elegido democráticamente después de la
dictadura de Trujillo en 1963. Previamente, había sido el líder de la oposición
dominicana en el exilio contra el régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo
durante más de 25 años. A día de hoy se le recuerda como un político honesto y
como uno de los escritores más prominentes de la literatura dominicana. Bosch
es el fundador tanto del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1939, como
de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973.
A Bosch se le considera uno de los escritores más preclaros de
Latinoamérica destacándose en el cuento.
Juan Bosch nació en la ciudad de La Vega el 30 de junio de 1909.
Hijo de José Bosch Subirats, español de ascendencia catalana y la
puertorriqueña de ascendencia española Ángela Gaviño Costales. Vivió los
primeros años de su infancia en una pequeña comunidad rural llamada Río Verde,
donde comenzó sus estudios de primaria; los estudios secundarios los hizo en el
colegio San Sebastián de La Vega, llegando sólo hasta el tercer nivel de
bachillerato. En 1924 se trasladó a Santo Domingo, donde trabajó en varias
tiendas comerciales. Más tarde en 1929 viajó a España, Venezuela y algunas
islas del Caribe.
Regresa a República Dominicana en 1931. Para 1933 publicó su
primer libro de cuentos, “Camino Real”, y más adelante “La mujer”. Bosch creaba
y editaba la sección literaria del periódico Listín Diario, convirtiéndose en
crítico y ensayista.
Juan Bosch junto a los dirigentes Leonel Fernandez, Lidio Cadet y el Lic. Danilo Medina |
En 1933, Bosch junto a varios escritores destacados de la época
forman el grupo conocido como La Cueva.
Durante los primeros meses de 1935 es nombrado en la Dirección
General de Estadísticas. Organiza, bajo la dirección de Mario Fermín Cabral el
Censo Nacional de la República Dominicana de ese año. En 1936 publica la novela
“La Mañosa”, sobre las guerras civiles del siglo XIX, la cual fue muy bien
valorada por los críticos.
Domingo Nuñez Polanco junto al Profesor Juan Bosch |
Vida
en el exilio
Bosch fue encarcelado por sus ideas políticas, siendo liberado
después de varios meses. En 1938, a sabiendas de que el tirano lo quería
comprar con un puesto en el Congreso, Bosch logró salir del país,
estableciéndose en Puerto Rico.
Para esos años a su llegada a Puerto Rico, Bosch refiere “ El Dr. Enrique Cotubanamá Henríquez, no olvidaba
que había nacido en la República Dominicana, donde su padre y sus hermanos
mayores eran figuras de gran prestigio intelectual y político, y en Cuba leía
la revista Carteles en la cual se publicaron cuentos míos en 1936 y 1937. El Dr. Henríquez bajó cierto día del año 1938
a los muelles de la capital dominicana adonde había llegado en uno de los
barcos cubanos que hacían la ruta Habana-Santiago de Cuba-Santo Domingo y se
dirigió a la casa de un familiar al que le preguntó mi dirección. La respuesta
que le dieron fue que yo estaba viviendo en San Juan de Puerto Rico, y unos
meses después el Dr. Henríquez se presentó en la Biblioteca Carnegie, donde yo
trabajaba en la transcripción de todo lo que había escrito Eugenio María de Hostos.
Lo que el Dr. Henríquez fue a tratarme, o mejor sería decir, a proponerme, fue
que yo debía dedicarme a la creación de un partido político cuya finalidad
sería liberar a la República Dominicana de la dictadura trujillista. Ese
partido, explicó, se llamaría Revolucionario Dominicano… (…) Yo no quería ser político. Para mí la
política era lo que me había llevado a abandonar mi país, pues tal como lo dije
en una carta dirigida a Trujillo, fechada en San Juan de Puerto Rico el 27 de
febrero de 1938, cuatro o cinco meses antes de recibir la visita del Dr.
Henríquez, de seguir viviendo en la República Dominicana, “además de no poder
seguir siendo escritor, tenía forzosamente que ser político”, y aclaraba: “…yo
no estoy dispuesto a tolerar que la política desvíe mis propósitos o ahogue mis
convicciones y principios.
Juan Bosch en su cumpleaño 70 junto a Nicolas Guillen, Grabriel Garcia Marquez, Miguel Otero Silva y otros acompañantes de renombre y prestigio de nuestra América. |
(…) Yo, que repudiaba y repudio tal proceder,
vivía perennemente expuesto a ser carne de chisme, de ambiciones y de intrigas.
Yo no concibo la política al servicio del estómago, sino al de un alto ideal de
humanidad”.
“Tan fuerte era mi repudio a la
actividad política que se ejercía en la República Dominicana, que en otro
párrafo de esa carta le decía al dictador: “Yo sé que he salido de mi tierra
para no volver en muchos años, porque considero que la actual situación será de
término largo y porque sé que fuera de un cargo público yo no tendría ahora
medios de vida en mi país, y no podría estar en un cargo público absteniéndome
de hacer política”. “(…) la mayor parte
del tiempo que usamos en hablar de ese tema la consumió él explicándome la
diferencia que había entre la política que se ejercía en Cuba y la que se
llevaba a cabo en la República Dominicana. Precisamente, decía el Dr.
Henríquez, para que el pueblo dominicano pudiera aprender en la práctica diaria
qué es la política y cómo debe ejercerse, era absolutamente necesario librar al
país de la tiranía trujillista. Esa
entrevista con el hijo del Dr. Francisco Henríquez y Carvajal me dejó tan
impresionado que pocos días después empecé a buscar información acerca de cómo
había organizado José Martí su Partido Revolucionario Cubano, y lo que llegué a
saber fue poco, o mejor sería decir muy poco. Lo que me interesaba era tener
una idea precisa de lo que había que hacer para formar hombres que al mismo
tiempo que tuvieran una idea clara de lo que debía ser la política dominicana…
Una cosa piensa el burro… Como desde mi niñez había leído en la casa de mi abuelo materno
la historia del Cid Campeador y en la mía el Don Quijote, y como mi padre
destacaba siempre que se hablaba de episodios históricos de algún país, sobre
todo si se trataba de uno europeo, la importancia de los jefes militares no
sólo en las guerras sino también en actividades civiles, yo crecí con una idea
fija, aunque no sabía por qué, acerca del papel que juega en cualquier país la
persona que ahora llamamos líder, y en la conversación que mantuve con él, o
sería más apropiado decir que él mantuvo conmigo, le pregunté al Dr. Henríquez
quién, a su juicio, debía o podía ser el líder de ese partido que él me
proponía fundar, y su respuesta fue que debía ser yo, a lo que respondí
diciendo que yo no tenía las condiciones que se requerían para dirigir un
partido político; que a mi juicio el líder debía ser el Dr. Juan Isidro Jiménez
Grullón…
El Dr. Henríquez
volvió a Puerto Rico y en esa segunda ocasión le presenté al Dr. Jiménez
Grullón. Con la presentación quedaba yo libre de seguir ocupándome en tareas
políticas, al menos, así lo creía, pero el campesino dominicano de esos años
repetía con frecuencia un refrán: “Una cosa piensa el burro y otra el que lo
está aparejando”, y el que aparejaba al burro de la historia dominicana tenía
planes diferentes a los míos; tan diferentes que de buenas a primeras Adolfo de
Hostos, hijo de Eugenio María de Hostos, entró en el salón de la Biblioteca
Carnegie, donde bajo mi dirección dos mecanógrafas copiaban los trabajos de
Hostos, y me dijo: “Prepárese para ir a Cuba a dirigir la edición de las obras
completas”. (Juan Bosch)
En 1939, Bosch se trasladó a Cuba, donde dirigió una edición de
las obras completas de Eugenio María de Hostos, algo que define sus ideales
patrióticos y humanistas.
A su llegada a la patria de José Martí, Juan Bosch dice: ”En la vida de algunos seres humanos se dan hechos que
parecen fortuitos y no lo son, pero es al cabo de algún tiempo cuando los
protagonistas de esos hechos advierten que no fueron casuales. Por ejemplo, un
año antes de mí llegada a La Habana rodeado de varios bultos en los que iban
las copias mecanográficas de todo lo que Eugenio María de Hostos había escrito
—al menos, todo lo que se había reunido hasta el año 1937— yo no conocía al Dr.
Enrique Cotubanamá Henríquez y ni siquiera tenía noticias de su existencia; y
sin embargo cuando descendí la escalera del vapor Iroquois para llegar al
muelle junto al cual había atracado el buque de ese nombre, allí estaba él
esperándome, y mientras aguardábamos la bajada del equipaje el Dr. Henríquez me
dijo que había contratado para mi uso, en una pensión, una habitación con baño
y servicio sanitario, que en el alquiler estaba incluida la comida y que la
casa donde se hallaba la pensión estaba cerca de la suya; que él me acompañaría
en el viaje del muelle a esa casa y me visitaría al día siguiente para llevarme
al lugar donde él vivía, al cual iríamos a pie porque la distancia entre las
dos casas era corta, y en efecto, así era, y por ser así al segundo día de mi
llegada a La Habana estaba yo en los altos de una casa de piedra situada frente
al mar, en el paseo llamado Malecón. Delante de mí, separado de él por un
escritorio, el Dr. Enrique Cotubanamá Henríquez leía unos papeles en los cuales
se describía lo que sería el Partido Revolucionario Dominicano, incluyendo un
esbozo de sus futuros estatutos, y con esa lectura comenzaba una etapa nueva en
mi vida, la del aprendiz de la teoría y la actividad política” (Juan Bosch)
Para julio de 1939, Juan
Bosch con otros exiliados políticos, fundó el Partido Revolucionario
Dominicano, el cual se destacó por ser el organismo más activo contra Trujillo
fuera de la República Dominicana.
Bosch simpatizaba fuertemente con las ideas de izquierda… Colaboró
con el Partido Revolucionario Cubano y tuvo un papel importante en la
elaboración de la Constitución que fue promulgada en 1940.
Juan Bosch en su tiempo libre lo
dedicaba principalmente a buscar
dominicanos anti trujillistas. “Los dominicanos residentes en Cuba a quienes
yo me proponía ver para invitarlos a organizar el partido eran Lucas Pichardo,
Pipí Hernández y los hermanos Mainardi, de todos los cuales supe que vivían en
La Habana por informaciones de las personas que visitaban la casa del Dr.
Henríquez. A Lucas Pichardo lo conocía y antes de salir del país sabía que él
estaba en Cuba, pero no lograba localizarlo en La Habana; Ni Lucas Pichardo ni Pipí Hernández quisieron
participar en la organización del Partido Revolucionario Dominicano, el primero
porque alegó que carecía de las condiciones que a su juicio debía tener un
militante político y el segundo porque era trotskista. Ambos iban a morir
muchos años después de 1939 a causa de su oposición a la tiranía trujillista. A
Pipí Hernández lo asesinó en La Habana un agente cubano de Trujillo y Lucas
Pichardo y su hijo fueron fusilados en el año 1959 cuando llegaron al país con
los expedicionarios del 14 de junio” (Juan Bosch)
Domingo Nuñez Polanco posando frente a Oleo de Juan Bosch con su pueblo pintado por el pintor de la patria Miguel Nuñez |
El Dr. Henríquez estaba casado con la hermana
de uno de los líderes más importantes del Partido Revolucionario Cubano y su
casa era punto de reunión de miembros y dirigentes de ese partido con la mayor
parte de los cuales Juan Bosch estableció relaciones de amistad, de manera que
en pocas semanas acabo siendo, en el
orden político, tan conocedor de la política cubana como cualquiera de ellos, “pero
eso no significa que había relegado a un segundo plano los problemas
dominicanos; al contrario, dediqué mis ratos libres a averiguar dónde vivían
algunos dominicanos con los cuales pensaba que debía iniciarse la organización
de ese Partido Revolucionario Dominicano que proponía el Dr. Henríquez” (Juan
Bosch)
En los años transcurridos entre 1940
y 1945, Juan Bosch se destacó como uno de los más notables escritores de
cuentos de la región y laboró activamente en la formación de un frente
antitrujillista encabezado por el Partido Revolucionario Dominicano.
Fidel y Bosch |
Bosch fue uno de los principales organizadores de la
conspiración militar de 1947 que aterrizó en Cayo Confites, en la costa norte
de la República Dominicana, para derrocar la dictadura de Trujillo. Sin
embargo, la expedición fracasó, y Bosch huyó a Venezuela, continuando su
campaña contra Trujillo. En Cuba, a donde regresó por exigencia de sus amigos
en el Partido Revolucionario Auténtico, desempeñó un papel notorio en la vida
política de La Habana, siendo reconocido como promotor de la legislación social
y autor del discurso pronunciado por el presidente Carlos Prío Socarrás, cuando
el cuerpo de José Martí fue trasladado a Santiago de Cuba.
Al mismo tiempo, su carrera literaria fue ascendente, obteniendo
importantes reconocimientos como el Premio Hernández Catá en La Habana, el cual
se le otorgaba a los cuentos escritos por autores de América Latina. Sus obras
tenían un hondo contenido social, entre ellas “La Noche Buena de Encarnación
Mendoza”, “Luis Pie”, “Los Maestros” y “El indio Manuel Sicuri”, todas ellas
descritas por la crítica como obras maestras del género.
Cuando Fulgencio Batista dirigió un golpe de Estado contra Prío
Socarrás y asumió la presidencia en 1952, Bosch fue encarcelado por las fuerzas
de Batista. Después de ser liberado, se fue de Cuba y se dirigió a Costa Rica,
donde dedicó su tiempo a tareas pedagógicas y a sus actividades como líder del
PRD.
En 1959, se llevó a cabo la Revolución Cubana, dirigida por
Fidel Castro que motorizó un reordenamiento político, económico, y social en
los países del Caribe. Bosch, con instinto certero, percibió el proceso
histórico que se había iniciado, y escribió una carta a Trujillo, el 27 de
febrero 1961. Le dijo a Trujillo que su papel político, en términos históricos,
había concluido en la República Dominicana.
El Puño de la dignidad |
Atentado
en su contra
En 1947 estando Bosch en el exilio, específicamente en una
visita a México, fue víctima de un atentado ordenado por Trujillo. El atentado
fue malogrado por su potencial rival político Joaquín Balaguer, quien mientras
se desempeñaba como embajador en México, advirtió a las autoridades de dicho
país dándoles detalles del plan del tirano.3
Presidencia
y oposición
Después de 23 años en el exilio, Juan Bosch regresó a su país
cuando Trujillo fue asesinado el 30 de mayo de 1961. Su presencia en la vida
política nacional, como el candidato presidencial del Partido Revolucionario
Dominicano, fue un nuevo cambio para los dominicanos. Su manera de hablar,
directa y sencilla, sobre todo al dirigirse a las capas más bajas de la
población, tanto rurales como urbanas, le permitió desarrollar una profunda
influencia y simpatías populares. Inmediatamente fue acusado por la Iglesia y
los conservadores de ser comunista, pero en las elecciones del 20 de diciembre
de 1962, Bosch obtuvo un triunfo total sobre su principal opositor Viriato
Fiallo de la Unión Cívica Nacional, lo que se conoce como las primeras
elecciones libres en la historia del país.
El 27 de febrero de 1963, Bosch y Segundo Armando González
Tamayo tomaron posesión como nuevo Presidente y Vicepresidente de la República
Dominicana, en una ceremonia que contó con la participación de importantes
líderes democráticos y personalidades, como Luis Muñoz Marín y José Figueres.
Bosch hizo inmediatamente una profunda reestructuración del país. El 29 de
abril, se promulgó una nueva constitución liberal. El nuevo documento concedía
la libertad que los dominicanos nunca habían conocido. Entre otras cosas,
declaró los derechos laborales, y mencionó los sindicatos, las mujeres
embarazadas, las personas sin hogar, la familia, los derechos del niño y los
jóvenes, los agricultores, y los hijos ilegítimos.
Sin embargo, Bosch se enfrentó a poderosos opositores. Se
trasladó a romper latifundios, provocando la ira de los terratenientes. La
Iglesia Católica Romana creyó que Bosch estaba tratando de secularizar el país.
A los industriales no le gustaba los beneficios que la nueva Constitución le
otorgaba la clase obrera. Los militares, que antes disfrutaban de la libertad
de hacer lo que quisieran, sintieron que Bosch los sometía. Además, el gobierno
de los Estados Unidos se mostró escéptico ante el menor indicio de la política
de izquierda en el Caribe después de que Fidel Castro se declarara abiertamente
comunista.
Golpe
de Estado
El 25 de septiembre de 1963, después de sólo siete meses en el
cargo, Bosch fue derrocado en un golpe de estado encabezado por el coronel
Elías Wessin y Wessin con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos y de
sectores del frente oligárquico que se oponían al nuevo rumbo de democracia y
justicia social que trillaba la República Dominicana. Bosch volvió a exilio, en
esta oportunidad en Puerto Rico.
A menos de dos años, un descontento creciente generó otra
rebelión militar el 24 de abril de 1965, que exigía la restauración de Bosch.
Los insurgentes, al mando del coronel Francisco Caamaño y la oficialidad joven
de las distintas ramas de las fuerzas armadas comprometida por un mejor destino
para la patria; exigiendo la vuelta a la constitucionalidad con Bosch sin
elecciones. Pero el 28 de abril, cuando las fuerzas constitucionalistas tenían
control de la situación, la victoria popular fue tronchada con la intervención
de 42.000 tropas de la 82va.dvision de la infantería de la marina de los
Estados Unidos a la isla; Con la intervención militar americana, la segunda en
40 años (la primera 1916) al pueblo se le prohibía la oportunidad de elegir su
propio destino en democracia.
Se formó un gobierno interino, y nuevas elecciones fueron
fijadas para el 1 de julio 1966. Bosch regresó al país y se lanzó como
candidato presidencial de su partido. Sin embargo, hizo una campaña algo menos
intensa, amenazado por el Departamento de Estado Americano de manera subliminal
que de no ir a la farsa electoral, las tropas Norte-americanas se quedarían en el
suelo patrio hasta tanto no se efectuaran las elecciones montada y supervisada
por los propios invasores.
Juan Bosch propuso al
Coronel Caamaño que asumiera el la candidatura por el PRD y el Coronel
respondió:” Profesor no es verdad que los Yanquis van a perder en votos lo que
vinieron a perder en balas”. Definitivamente, Bosch fue el candidato por PRD.
Fue como candidato presidencial a esas elecciones amañadas, aun sabiendo que
era una farsa, por razones patrióticas,
con ello garantizaba las salidas de las tropas de ocupación. “La decisión de Bosch de participar en las
elecciones de 1966, no solo libero la presión generada a nivel continental por
la intervención norteamericana en Santo Domingo, sino que cambio en cierto
sentido la historia mundial, aunque no ha sido adecuadamente valorada por los
estudiosos del periodo.(…)Como ya lo señale, confirmo el carácter de estadista
de Bosch, no solo por su anterior gestión al frente del gobierno…de 1963,sino
porque al aceptar la confrontación electoral a cambio de la salida de los
norteamericanos, permitió la sobrevivencia de la nación independiente y
reiniciar el proceso de democratización de la vida dominicana, aunque ya en la
década de los setentas, después de reflexionar sobre esa experiencia y someter
a un largo periodo de critica sus viejas concepciones sobre la democracia,
elaboraría e intentaría implantar esa
particular visión del Estado democrático, soberano y socialmente justo que
había visto frustrarse en 1963 y con la invasión norteamericana de 1965”.
(Jesús Adolfo Becerril Valencia)
Durante la última mitad de la década de 1960, Bosch se marchó al
exterior radicándose en España, donde sigue siendo un escritor muy prolífico de
ensayos, tanto políticos como históricos. Publicó algunas de sus obras más
importantes durante este tiempo: “Composición social dominicana”, “Breve
Historia de la Oligarquía en Santo Domingo”, “De Cristóbal Colón a Fidel
Castro”, “El Caribe, “Frontera Imperial” y numerosos artículos de diferentes
tipos. El periodo que va desde la llegada de Juan Bosch a Benidorm, España, y
el regreso definitivo a la Dominicana en abril de 1970, constituiría el de
mayor importancia creativa en su vida por haber escrito y dado a conocer las
cuatro obras que determinarían el camino de su pensamiento sobre la historia
dominicana y sobre la democracia, así como el de su futuro ejerció político. Las
ideas vertidas en esos libros, en la que
quizás haya sido la polémica más importante de la historia intelectual y
política dominicana del siglo veinte: la discusión en torno de la propuesta de
Bosch sobre la instauración de un gobierno de dictadura con respaldo popular.
Aquí, los Términos, tales como: Lucha de clases, feudalismo, formas
económicas y sociales, burguesía, constituían el armazón conceptual y categórica
a partir de la cual Bosch realiza su estudio, pero en la búsqueda de un sentido
eminentemente político de sus objetivos. Juan Bosch habría entrado, como el
mismo lo dice, en contacto con la obra de Marx y Engels “por el año 1969, después de haberme
instalado en Paris, y fue de ese conocimiento, no muy amplio, por cierto, de
donde salió mi afiliación al marxismo”
En estas últimas obras de Bosch, las que escribió en el viejo
continente, se percibía una clara influencia del pensamiento marxista. Bosch,
en relación de Marx y Engels decía: “leyéndolo directamente, no a través de
interprete suyos, descubrió que la verdad era de ellos y era el equivocado”.
En 1970, Bosch tuvo la intención de reorganizar el Partido
Revolucionario Dominicano, volviendo a sus miembros militantes activos,
estudiosos de la realidad histórica y social del país. Su proyecto no fue
aceptado por la mayoría de los perredistas, debido a que la mayoría de los
miembros se inclinaban hacia una dirección más de corriente socialdemócrata.
Además, dada la represión militar, y la falta de igualdad política entre el PRD
y el Partido Reformista Social Cristiano, Bosch se abstuvo de las elecciones de
1970.
Las diferencias y contradicciones entre Bosch y un sector
importante del PRD, así como la corrupción que había empezado a crecer dentro
del partido, le hicieron abandonar la organización en 1973, y así se fundó el
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el 15 de diciembre de ese mismo año.
1934, Bosch se casó con Isabel García Aguiar, con quien procreó
dos hijos, León y Carolina.
Durante su exilio volvió a contraer nupcias El 30 de junio de
1943 con la cubana Carmen Quidiello, con quien tuvo dos hijos, Patricio y
Bárbara.
Don Juan, como es cariñosamente recordado por muchos, murió el 1
de noviembre de 2001, en Santo Domingo. Como ex presidente, recibió los honores
correspondientes en el Palacio Nacional, y fue enterrado en su ciudad natal de
La Vega.
Hasta la fecha, se le recuerda como un hombre de principios. Él
mismo se describió como Marxista y amigo de Fidel Castro.
Su legado en la política es más que relevante: sus ideales,
todavía son valorados a la hora de referirse a la buena administración pública.
Muchos creen que la República Dominicana habría prosperado tanto económica como
políticamente, sin ayuda exterior (es decir, EE.UU.) el gobierno de Bosch había
sido capaz de defenderse de las manifestaciones y presiones encubiertas de la
administración de Johnson, de llevar a cabo todas las reformas que propuso.
Las contribuciones del profesor Bosch a la literatura a través
de sus relatos, novelas, cuentos y ensayos lo convirtieron en un modelo a
seguir para varias generaciones de escritores, periodistas e historiadores. En
un momento dado, el Premio Nobel Gabriel García Márquez dijo una vez que Bosch
había sido uno de sus mayores influencias.
Obras
Cuentos
La mujer (1933)
Camino real (1933)
La bella alma de don Damián (1939)
Dos pesos de agua (1941)
Luis Pie (1942)
Maravilla (1946)
En un bohío (1947)
Callejón Pontón (1948)
La Muchacha de La Guaira (1955)
Cuentos de Navidad (1956)
Cuentos escritos en el exilio (1962)
Más cuentos escritos en el exilio (1962)
Cuentos escritos antes del exilio
Cuentos (1983)
Cuentos selectos (1992)
El algarrobo
Cuentos más que completos
Todo un hombre
Fragata
Dos amigos
Un niño
El río y su enemigo
Un hombre virtuoso
El difunto estaba vivo
Mal tiempo
El socio
Capitán
Los últimos monstruos
Rosa
Novelas
La mañosa (1936)
El oro y la paz (1975)
Ensayos y artículos
Indios (1935)
Mujeres en la vida de Hostos (1938)
Hostos, el sembrador (1939)
Judas Iscariote, el calumniado (1955)
Póker de espanto en el Caribe (1955, publicada en 1988 tras
habérsele perdido Bosch)
Cuba, la isla fascinante (1955)
Apuntes sobre el arte de escribir cuentos (1958)
Trujillo: causa de una tiranía sin ejemplo (1959)
Simón Bolívar, biografía para escolares (1960)
Apuntes para una interpretación de la historia costarricense
(1962)
David, biografía de un rey (1963)
Bolívar y la guerra social (1964)
Crisis de la democracia de América en la República Dominicana
(1964)
El pentagonismo, sustituto del imperialismo (1966)
Dictadura con respaldo popular(1969)
De Cristóbal Colón a Fidel Castro (1969)
Breve historia de la oligarquía (1970)
Composición social dominicana (1970)
El Caribe, frontera imperial (1970)
Tres conferencias sobre el feudalismo (1971)
La revolución haitiana (1971)
De México a Kampuchea (1975)
Guerrilleros y crisis eléctrica (1975)
De la concordia a la corrupción (1976)
EL Napoleón de las guerrillas (1976)
Viaje a los Antípodas (1978)
La revolución de abril (1980)
Juan Vicente Gómez: camino del poder (1982, en colaboración con
Luis Cordero Velásquez)
La Guerra de la Restauración (1982)
Las clases sociales en República Dominicana (1982)
Perfil político de Pedro Santana (1982)
El partido: concepción, organización y desarrollo (1983)
Capitalismo, democracia y liberación nacional (1983)
La pequeña burguesía en la historia de la República Dominicana
(1985)
La fortuna de Trujillo (1985)
El capitalismo tardío en la República Dominicana (1986)
Máximo Gómez: de Monte Cristi a la gloria, tres años de guerra
en Cuba (1987)
El Estado: sus orígenes y desarrollo (1987)
Textos culturales y literarios (1988)
Las dictaduras dominicanas (1988)
33 artículos de temas políticos (1988)
La función del líder (1988)
Consideraciones acerca del político: la vocación y el oficio
(1989)
La Revulución Rusa comenzó en 1905 (1989)
No todas las revoluciones han tenido programa
Obras completas I y II (1989)
El PLD, Un partido nuevo en América (1989)
Temas económicos I y II (1990)
El PLD: Colección de Estudios Sociales (1990)
Obras completas III y IV (1990)
Temas históricos I (1991)
Breve historia de los pueblos árabes (1991)
Obras completas V, VI y VII (1991)
Obras completas VIII (1992)
Obras completas IX (1993)
Ideología y táctica en la actividad política
Táctica y estrategia
Opiniones sobre cultura política
Algunos conceptos acerca del Estado: cómo funciona ese aparato
de poder
Las luchas obreras en los Estados Unidos
En la República Dominicana la socialdemocracia es una estafa
política
Simón Bolívar el de las luchas portentosas
La muerte de Trujillo: secreto develado
Haití a través de su historia
La crisis capitalista en la economía norteamericana
Los dólares que nos prestan valen cada vez menos
Conferencias
Tres conferencias sobre la inflación.
Món Cácerez, el tiranicida.
García Godoy y su obra.
El PRD y la lucha de clases.
Opinión sobre dos novelas de Gabriel García Márquez y una de
Miguel Otero Silva.
Las Panteras Negras: un caso de sociología política.
Datos para la historia del azúcar en la República Dominicana.
Prólogo indispensable a una breve historia de la oligarquía.
En 1943, Obtiene el premio Hernández-Catá en Cuba por su cuento
Luis Pie.
En 1944, Obtiene el Premio Extraordinario Hatuey, otorgado por
la Sociedad Colombista Panamericana.
En 1982, fue condecorado por el gobierno cubano con la Orden Félix
Varela.
En 1988, es condecorado por el presidente Fidel Castro con la
Orden de José Martí. Ese mismo año obtiene el premio de mejor libro de cuentos
extranjeros, de la Fundación FNAC de París, por su libro Vers le port
d’Origine.
En 1989, el presidente Joaquín Balaguer le impone la
condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de
Gran Cruz Placa de Oro. Un año más tarde Bosch lo devolvió.
En 1990, obtiene el Premio Nacional de Literatura, el cual
compartió con su rival político Joaquín Balaguer.
En 1993, es investido como Doctor Honoris Causa de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ese mismo año es investido como Doctor
Honoris Causa en Letras por el City College de la Universidad de Nueva York.
En 1994, es investido como Doctor Honoris Causa en Humanidades
de la Universidad O&M de Santo Domingo. Ese mismo año es declarado por el
Senado y la Cámara de Diputados de la República Dominicana Maestro de la
Política y Gloria Nacional.
En 1995, recibe el premio El Guachupitazo de Oro. Ese mismo año
es investido como Doctor Honoris Causa de la Universidad Tecnológica de
Santiago.
En 1996, recibe una placa de reconocimiento por sus aportes a la
cultura Dominicana y por su condición de ciudadano ejemplar, durante la
ceremonia de entrega de los Premios Casandra de ese año. En marzo del mismo año
el embajador de Francia en República Dominicana le impone a la Orden del Mérito
en el grado de Comendador de Artes y Letras.
En 1997, Vanguardia del Pueblo, órgano del PLD, le hace entrega
de una placa de reconocimiento por su obra política y literaria. Ese mismo año
una nueva especie de palmera es bautizada con el nombre de Coccothrinax
boschiana en su honor.
En 1998, es condecorado por el gobierno francés con la Legión de
Honor, en el grado de Gran Oficial. En junio es investido como Doctor Honoris
Causa en Humanidades por las universidades Católica Tecnológica del Cibao y
Pedro Henríquez Ureña.
En 1999, el senado de la República Dominicana le otorga un
pergamino que lo acredita como uno de los más grandes líderes dominicanos del
siglo XX. La embajada dominicana en Quito, Ecuador inaugura una biblioteca
especializada con su nombre. En octubre la Universidad, la Biblioteca Nacional
y la Sociedad de Escritores de Chile le rinden un homenaje por su aporte a la
literatura de lengua española. En diciambre la Federación Latinoamericana de
Periodistas acoge la propuesta de la Asociación de Periodistas Profesionales de
la República Dominicana para otorgar a Juan Bosch el Premio José Martí a la
Excelencia del Periodismo Dominicano, en su mención Escritor Destacado del
Siglo.
En 2009, el cineasta dominicano René Fortunato hizo un
documental basado en los siete meses de gobierno de Bosch el cual se titula
Juan Bosch: Presidente en la Frontera Imperial.
En 2010, René Fortunato publica el libro “La Democracia
Revolucionaria”, el cual también trata sobre el gobierno de Juan Bosch.
Domingo Núñez Polanco
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