Roque Dalton, el poeta guerrillero del "Unicornio azul" que todavía buscan en El Salvador a mas de cuatro décadas de su asesinato.
Derechos de autor de la imagen CONTRAPUNTOImage caption Además de poeta y guerrillero, Roque Dalton fue periodista y ensayista.
El próximo 10 de mayo 2020 harán 45 años, en el Salvador una noche brumosa, Era un 10 de mayo de 1975 se fue un hombre bueno, Roque Dalton, poeta, ensayista, escritor, periodista y guerrillero salvadoreño. El poeta se consideraba un ciudadano de la humanidad, por eso le canto a los sufridos de la historia a los mismos que vino el mesias a predicarles hace algo mas de 2000 años. La noche que murió Roque Dalton era día de la madre en El Salvador. Dicen que esa noche, en la tenebrosa oscuridad, a alguien, a lo lejos, se le escucho cantar algo, del tambien malogrado poeta Federico Garcia Lorca :
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.
"Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre, porque se detendría la muerte y el reposo", escribió el propio Dalton. Sin embargo, su nombre, sin reposo, sigue y seguirá pronunciándose 45 años después de su muerte. (El Progresista)
(poema de Roque Dalton, para los años 70 los de las utopías y sueños azules lo llevábamos en la boca)
(poema de Roque Dalton, para los años 70 los de las utopías y sueños azules lo llevábamos en la boca)
Mañana, hijo mío, todo será distinto.
Se marchará la angustia por la puerta del fondo
que han de cerrar, por siempre, las manos de hombres nuevos.
Reirá el campesino sobre la tierra suya
(pequeña, pero suya),
florecida en los besos de su trabajo alegre.
No serán prostitutas la hija del obrero
ni la del campesino
-pan y vestido habrá de su trabajo honrado-.
¡Se acabarán las lágrimas del hogar proletario!
Tu reirás contento, con la risa que lleven
las vías asfaltadas, las aguas de los ríos,
los caminos rurales...
Mañana, hijo mío, todo será distinto:
sin látigo, ni cárcel, ni bala de fusil
que reprima la idea.
Caminarás por las calles de todas las ciudades,
en tus manos las manos de tus hijos,
como yo no lo pude hacer conmigo.
No encerrará la cárcel tus años juveniles
como encierra los míos:
ni morirás en el exilio,
tembloroso los ojos,
anhelando el paisaje de la patria,
como murió mi padre.
¡Mañana, hijo mío, todo será distinto!
Uno de los guardianes de su arresto, Saúl Mendoza, recuerda ese día con claridad. Había salido a saludar a su madre, pero cuando volvió todo había cambiado, según cuenta en el documental "Roque Dalton, fusilemos la noche", de la cineasta austríaca Tina Leisch.
Derechos de autor de la imagenAFPImage caption
La de Dalton no fue una muerte cualquiera. No fue una más de la colección en la escalada de violencia política que por esos años sacudía a El Salvador.
Pequeñoburgués comunista
Roque Dalton García nació y se crio en el ala más privilegiada de la sociedad salvadoreña. Su padre, un empresario estadounidense, sólo lo reconoció a los 17 años, pero financió su educación en los mejores institutos católicos de San Salvador.Al terminar su etapa escolar, su padre decidió enviarlo a estudiar Derecho a la Universidad Católica de Chile.
Image captionRoque Dalton con el poeta cubano Herberto Padilla durante su exilio en Cuba.
Sin embargo, al llegar a Santiago, en 1953, Dalton prefirió dejar el catolicismo de lado y estudiar en la entonces reformista Universidad de Chile. Allí aprendió, pero más que de Derecho, de marxismo.
"Me puse en contacto con los comunistas, tuve amigos comunistas, y al principio sin saber que lo eran, luego con un poco más de conciencia, por lo menos di un paso de avance en Chile y de católico conservador que era pasé a ser un católico progresista, un social-cristiano; en ese momento, esa corriente de pensamiento en Chile me pareció sumamente atractiva", aseguró Dalton sobre su viaje a Chile.
Después de Chile volvió a El Salvador y se acercó al Partido Comunista, comenzó a publicar sus primeros trabajos de poesía y ganó sus primeros premios literarios.
Comenzaba entonces a forjarse quien quedaría escrito en la historia como uno de los principales representantes de las letras centroamericanas.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionJulio Cortázar conoció a Dalton en París y luego se toparon en Cuba, en una reunión de artistas extranjeros con Fidel Castro. El argentino era gran admirador de la poesía de Dalton y dedicó varias de sus clases universitarias a su trabajo.
"Roque es para mí el ejemplo muy poco frecuente de un hombre en quien la capacidad literaria, la capacidad poética se dan desde muy joven mezcladas o conjuntamente con un profundo sentimiento de connaturalidad con su propio pueblo, con su historia y su destino", diría el escritor argentino Julio Cortázar años después en una clase magistral donde le pidieron hablar de Dalton.
Con El Salvador inmerso en una seguidilla de gobiernos militares y en plena guerra fría, Dalton fue varias veces arrestado por el régimen.
Finalmente partió al exilio en México, visitó la Unión Soviética, Checoslovaquia y otros países del bloque soviético para terminar finalmente radicado en Cuba.
El origen del unicornio azul
Fue precisamente en Cuba, en plenos años '60, donde el poeta experimentó su minuto literario más prolífico.
Vivía cerca de la Casa de las Américas, en el barrio El Vedado de La Habana, epicentro de la bohemia cultural cubana postrevolucionaria.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionLa historia del unicornio azul de Silvio Rodríguez está inspirada en la de Roque Dalton.
"Conocí a Roque, a su esposa y a sus tres hijos a finales de los años 60. A veces visité su apartamento en la calle J, en El Vedado", recordó en una entrevista el cantautor Silvio Rodríguez, uno de los principales representantes de la Nueva Trova cubana.
Una de las canciones más famosas del cantautor cubano está precisamente dedicada a la memoria del artista salvadoreño.
"Todo empezó por un amigo muy querido que tuve, un salvadoreño llamado Roque Dalton, quien además de haber sido un magnífico poeta fue un gran revolucionario, compromiso que le hizo perder la vida cuando era combatiente clandestino", consignó Rodríguez en la presentación de su disco "Unicornio" en 1982.
"[Juan José Dalton, hijo de Roque] me contó que allá, en las montañas de El Salvador, andando con la aguerrida tropa de los humildes, trotaba un unicornio azul con un cuerno"
Silvio Rodríguez sobre "Unicornio"
"[Juan José Dalton, hijo de Roque] me contó que allá, en las montañas de El Salvador, andando con la aguerrida tropa de los humildes, trotaba un unicornio azul con un cuerno", remató el cubano.
En Cuba, sin embargo, Dalton no sólo se codeó con artistas, sino también con líderes revolucionarios, como el propio Fidel Castro, con quien tuvo una empecinada e histriónica discusión sobre el uso de un arma que logró despertar a un Julio Cortázar que dormitaba.
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionLos contactos de Dalton en La Habana no se limitaron al mundo de los libros.
"Nunca se pudo separar al poeta del luchador, al novelista del combatiente, y por eso su vida fue una serie continua de persecuciones, prisiones, exilios, fugas en algunos casos espectaculares y un retorno final a su país después de muchos años pasados en otros lugares de exilio para integrarse a la lucha donde habría de perder la vida", aseguró el autor de Rayuela en su clase magistral.
Y el guerrillero le ganó al poeta: Dalton decidió volver a El Salvador a pelear por la revolución.
La revolución desde adentro
Según su familia, el escritor volvió clandestino a El Salvador en 1973.
Desde La Habana hicieron los contactos para que "Julio Dreyfus", su pseudónimo, se uniera al ERP, siete años antes de que estallara oficialmente la guerra civil. Dalton haría de bisagra entre el gobierno cubano y la organización guerrillera. Sin embargo, el carisma y la interpretación ideológica de Dalton no cayó demasiado bien entre los líderes guerrilleros.
Documentos dados a conocer tras su muerte por el ERP mostraron la lucha entre la tendencia "operativa", encabezada por el líder del grupo, Alejandro Rivas Mira, que ponía énfasis en la "conducción política y militar", y el movimiento formado alrededor de Dalton, peyorativamente denominado "burocrático" por su contraparte, compuesto por "pequeños burgueses pensantes".
Sus compañeros veían a Dalton con sospechas porque no se adhería a la alternativa de tomar las armas, como el pequeño burgués que no sabía mucho de guerras"
Javier Espinoza
"Sus compañeros veían a Dalton con sospechas porque no se adhería a la alternativa de tomar las armas, como el pequeño burgués que no sabía mucho de guerras", le explica a BBC Mundo Javier Espinoza, periodista salvadoreño y coautor del libro "Quién mató a Roque Dalton".
"Tenemos que ponernos en el contexto de jóvenes con muchas ganas de resolver el conflicto a la fuerza. Dalton tuvo la mala suerte de meterse con un grupo que no se alineaba a su pensar", explica Espinoza.
Y el 13 de abril de 1975 sus propios compañeros de armas lo arrestaron.
Acusado de incitar la insurgencia, de ser un agente encubierto de la CIA -cosa que la propia guerrilla posteriormente desmintió- y demasiado conservador en su postura revolucionaria, Dalton fue apresado junto a su compañero José Armando Arteaga (alias Pancho).
De ahí en adelante, su destino es difuso. Lo que se sabe se basa en versiones y conjeturas.
Image captionTras su asesinato, el cuerpo de Dalton nunca fue encontrado.
Constanza Hola (@constanzahola)BBC Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario