MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

martes, 26 de junio de 2018

Domingo Nuñez: Volver a Bosch


                            Domingo Núñez Polanco habla de volver a Bosch 


El 30 de Junio se define como una corriente ideológica progresista a lo interno y externo del PLD constituyéndose en un espacio para el estudio, análisis y propuestas en el ámbito político, económico, social y cultural desde una perspectiva histórica tomando como referente el legado de amor a la patria que heredamos de los próceres Juan Pablo Duarte padre fundador de la República, del General Gregorio Luperón héroe de la restauración y del apóstol maestro Profesor Juan Bosch. 

El M30J se propone promover la práctica de una cultura política fundada en valores, en la dimensión ética de la política sustentada en el humanismo, en el compromiso social. Por demás, objeta el clientelismo político y el populismo como respuesta a los males que afectan a nuestro país. 

No hay duda y es evidente, una gran parte de nuestra clase política se ha separado del ciudadano común. Los partidos políticos tradicionales ya no escuchan lo que la gente dice, quiere o necesita. No hay un diálogo real entre ellos y la sociedad. La mayor parte de nuestros políticos se la dan de pragmáticos. Una cierta dosis de pragmatismo es necesaria en la actividad política, pero cuando éste se lleva más allá de ciertos límites, el problema es que se fomentan ideas contrarias a los principios y valores. 

En el M30J asumimos el Boschismo como teoría y práctica. El Boschismo es una teoría, una práctica, una acción, un método, una visión ética del Estado y la Sociedad. En esa línea de pensamientos y propósitos entendemos que hoy, más que nunca, en la República Dominicana, se hace impostergable volver a Bosch. Nuestra iniciativa hunde sus raíces en los referentes históricos que le dieron origen al PLD. Muy especialmente en el pensamiento ético, humanista y patriótico enarbolado por el Profesor Juan Bosch. 

La participación política debe entenderse como una tarea de servicio público y representación de los diversos intereses y aspiraciones de la sociedad. Esta forma de hacer política debe ser compromiso de cada uno de las y los miembros del Movimiento no sólo de cara a la sociedad sino también en nuestra actividad al interior de la organización, donde debemos actuar con responsabilidad, disciplina y discreción para resolver nuestras diferencias. 

El PLD y la apertura 

En lo referente al PLD y su masificación, el profesor Juan Bosch, con su fino olfato político, advertía en su libro, El Partido: concepción, formación y desarrollo: 

“Cometeríamos un error mayúsculo, imperdonable, si (…) nos pusiéramos a hacer del PLD un partido populista como el PRD bajo el criterio de que lo que necesitamos es tener un partido grande en cuanto a número de seguidores en vez de tener un partido fuerte por sus cualidades, entre ellas por su unidad ideológica, su conocimiento de los principios políticos que gobiernan a la sociedad y su capacidad militante para luchar. Pero, si ese crecimiento es para convertirlo en un partido populista, en un nuevo PRD, entonces caeríamos en un gravísimo error si permitiéramos ese tipo de crecimiento.” 

El PLD ha resquebrajado su imagen en los últimos años. No se trata de incidentes aislados o excepcionales, sino de conductas y hechos que constantemente se manifiestan en la vida interna del partido, así como en la actuación de algunos dirigentes y de aquellos peledeístas que lograron conquistar un puesto de elección legislativa, municipal o en la administración pública. La sociedad ha percibido ese deterioro y lo juzga a partir de los medios de comunicación, pero también de sus experiencias personales o la de sus vecinos, amigos y parientes. 

La crítica de la ciudadanía no es homogénea ni se remite exclusivamente al PLD, lo es otro tanto para los partidos del sistema. Por el otro lado, los propios militantes y dirigentes peledeístas han hablado tanto dentro como fuera del partido de estos problemas. Algunos lo hacen con pesimismo y argumentan que no hay forma de reencauzar el PLD de Juan Bosch, otros insisten en trabajar a lo interno de las estructuras orgánicas vía los canales institucionales para volver a Bosch. De cualquier manera está claro que estos problemas le restan eficacia al partido y lo alejan de su misión principal, tal como lo concibió el maestro: ser un instrumento de cambios y transformación para mejorar las condiciones de vida de las grandes mayorías del país. 

Cada quien puede hacer su lista de críticas y señalar muchos errores del partido, sin embargo, pueden detectarse cuatro problemas fundamentales de los cuales se derivan probablemente todos los demás: 

1) El PLD se ha distanciado de la sociedad. Este divorcio se da de varias maneras: por un lado, de la manera más elemental, al dejar de tomar en cuenta los intereses de la sociedad y darle prioridad a los del grupo o los personales. En el mejor de los casos, las agendas se limitan a planear las actividades electorales, pero cotidianamente las discusiones versan sobre los conflictos internos, las ofensas y cuentas pendientes de un grupo con otro. 

2) Se han desplazado las propuestas serias y generosas en aras del pragmatismo electoral. Este pragmatismo se hace en función, en algunos casos, de una política mediática, y en otros, por un simple cálculo de rentabilidad electoral. Se ha dado prioridad a la suma de votos, sin importar el con quién y el para qué. Así se han establecido alianzas con personas o grupos de poder en forma pragmática, sin tomar en cuenta los perfiles ideológicos o programáticos. Este pragmatismo ha llevado al fenómeno de tratar de "agarrar" todo tipo de candidato dando lugar a que surjan poderes personales y de grupos que se revierten contra las aspiraciones de lucha de la sociedad y contra los referentes históricos que le dieron origen al PLD. 

3) Dentro del partido han surgido grupos cerrados, sin vínculos sociales o ciudadanos, sólo cuidan sus intereses burocráticos. Estos grupos dominan, con frecuencia, la vida del PLD en los niveles nacionales, provinciales, municipales, distritales. La existencia de grupos sin propuestas claras para la vida del partido o del país ha provocado una dinámica interna que no sólo agudiza el enfrentamiento sino que fomenta la cultura del populismo y el clientelismo. Los grupos que se apropian de esas posiciones creen que les deben ese puesto a los miembros de su propio grupo. Con ello, se alientan las tendencias patrimonialistas y clientelares que ven al partido y los puestos en el Poder Legislativo o en la administración pública, como "botines" de grupos que tratan de imponer un monopolio de los cargos y candidaturas electivas. 

4) La falta de indicadores, criterios y mecanismo fiscalizadores para evaluar los gobiernos emanados del PLD y muy especialmente los municipales y distritales. Los proyectos de agenda legislativa, municipal o los planes de gobierno se elaboran en el mejor de los casos a nivel personal, pero no hay una instancia partidaria que los sancione o enriquezca. En algunas ocasiones, incluso, ha habido funcionarios repudiados por la población, ya sea por incompetencia o porque con frecuencia se manifiestan altanero y otros que han caído en prácticas no santa. No obstante, a estas críticas, amplios sectores de la sociedad dan importancia al PLD como un instrumento de equilibrio y progreso. También reconocen los aportes del PLD a la lucha democrática. Otros señalan que todavía estamos a tiempo de promover o reencauzar al PLD por el camino del Boschismo. 

A pesar de sus errores, la presencia y fortalecimiento del PLD, resulta imprescindible para encausar políticas que disminuyan la desigualdad entre los dominicanos, así como construir propuestas alternativas que reconozcan la integridad de los derechos ciudadanos y fortalezcan la democracia como vía para llegar a una mayor participación ciudadana como forma de gobierno. Para ello el PLD tiene que retomar lo mejor de su herencia histórica adquirida en muchas décadas de lucha social bajo los lineamientos y principios éticos, humanistas y patrióticos del profesor Juan Bosch. 

El PLD y la Sociedad 

La separación del PLD de la sociedad tiene causas que no se limitan a la vocación burocrática y autoritaria de algunos dirigentes y funcionarios peledeístas. Hay en realidad razones muy variadas que ayudan a explicar esta situación: 

a) Hay causas históricas 

La larga hegemonía del PRD y PRSC sobre la política dominicana produjo una cultura política basada en el clientelismo, el corporativismo, la corrupción y el autoritarismo. Esta cultura política se ha basado en el pragmatismo y en la incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace. También ha fomentado la compra de voluntades como el método principal para asegurar lealtades y adhesiones políticas y maniobras como el fraude, el madruguete (comprar voluntades en la oscuridad de la madrugada a víspera de unas elecciones) y violaciones de las leyes para ganar posiciones políticas. Todas estas formas de hacer política han contaminado a la cultura de los valores del quehacer político 

b) La gestión del poder (Desgaste en el ejercicio de gobierno) 

En la medida en que el ejercicio del poder se da sin principios, sin lineamientos programáticos para satisfacer necesidades básicas de la población, no hay dudas, que se crean condiciones que lleva también hacia una separación del partido y la sociedad. La imposibilidad de solucionar problemas ancestrales tomando iniciativas con tímidas políticas públicas que muy poco hace para disminuir la pobreza, la exclusión y la marginación social. Estas políticas públicas al no fomentar la participación ciudadana llevan a un franco desencanto de la población. 

c) Torpeza y falta de voluntad 

La torpeza y la falta de voluntad de un gran número de funcionarios han conducido al gobierno del PLD a una permanente disputa política con amplios sectores de la sociedad dominicana. Casi forzados por esta circunstancia, el PLD no ha encontrado ocasiones propicias para la discusión de los programas y propuestas ni al interior del Partido ni en los foros públicos. 

d) La conquista de espacios de poder 

Hay que reconocer que la conquista de espacios de poder crea intereses de grupo y genera una dinámica de lucha por el dominio de estamento de decisión. El PLD ha creado su propia clase política, una burocracia que vive de los puestos políticos y que se han agrupado más por razones de interés propio que por coincidencias ideológicas. Esta burocratización es más fuerte en un país que ofrece muy pocas posibilidades de movilidad social. A todo esto agregamos los pocos esfuerzos que se han hecho por la formación de cuadros y fomentar la discusión política, derivando en una clase política que acepta con prontitud y mucha facilidad la disputa política facciosa y sin principios. La existencia de estos grupos de interés dificulta la transformación del PLD. Establecen redes de complicidad y tienen prácticas clientelares con distintos grupos de la sociedad. La existencia de grupos del dentro del PLD se da sobre la base de lealtades más que de afinidades políticas o ideológicas. A ello hay que agregar la falta de una democracia institucional y una cultura política muy pobre que pone el acento en la lucha por los puestos y no en el debate programático. 

Para volver a Bosch el 30 de Junio propone: 

Transformar el PLD y renovarlo a partir de una definición sobre sus objetivos. Proponemos como objetivo central construir una mayoría social y política de pensamiento democrático y progresista capaz de realizar los cambios que requiere el país. Esta mayoría no puede verse sólo como una mayoría electoral. Se trata de construir una mayoría participativa, organizada y capaz de hacer oír su voz en las definiciones de las políticas públicas y en el rumbo de los gobiernos del PLD. 

Proponemos que el PLD construya un espacio de diálogo permanente con los diversos actores sociales. Este diálogo deberá establecerse a todos los niveles de dirección del Partido. Se trata de establecer un diálogo de iguales, sin condiciones y con el propósito de escuchar y recoger las demandas y las voces de la sociedad. Al mismo tiempo, el PLD debe reconocer que existe un retraso conceptual en sus reflexiones y líneas programáticas. De ahí la necesidad de abrir un espacio sobre la discusión programática permanente para que el debate se actualice y se renueve constantemente. 

La definición de un programa de profundos cambios es un problema conceptual pero también requiere actualizar el conocimiento y la información. Este programa debe ser congruente y ordenado, no sólo una lista de demandas o buenos deseos. Tampoco se propone partir de cero. En el PLD, los trabajos realizados con estos mismos propósitos y las aportaciones individuales de muchos peledeístas, representan un valioso arsenal acumulado de experiencia que facilita la construcción de una alternativa propia, integral y progresista tal como plantea la teoría de Boschismo. 

Por igual proponemos también, que el PLD abra un debate permanente sobre el Programa del Partido, que se realice mediante el fomento de los centros de investigación y formación política, así como la realización permanente de mesas de análisis y desarrollo, conferencias y foros con especialistas, organizaciones académicas, sociales y ciudadanas. Esta actividad no debe verse como un asunto secundario o propio de un pequeño grupo. La intención debe ser incorporar al mayor número de compañeros del partido y de ciudadanos. 

En el PLD se hace impostergable también, impulsar la discusión sobre las formas de llevar a cabo un nuevo ejercicio del poder. Desarrollar una política desde los gobiernos peledeístas que promueva el cambio y no se limite a administrar la realidad. Para ello será necesario encontrar el método de trabajo para que el partido pueda hacer, de manera permanente, una crítica de los gobiernos emanados del PLD, con el objeto de mejorar su desempeño y acercarlo a la sociedad. El PLD está abocado a construir espacios de evaluación permanente del gobierno nacional, legisladores y gobiernos municipales del partido. Esta evaluación debe realizarse sobre la base de consideraciones políticas y colectivas, y no personales o individuales. En este espacio de dialogo y discusión, seria y transparente, deberán participar los gobiernos evaluados y se debe rechazar cualquier tentación de convertirlo en un espacio de ajuste de cuentas entre las facciones que pudieran surgir a los interno del partido, en cambio debe darse un debate de altura, basado en datos e informaciones fidedignas. 

Otra propuesta es que el PLD pueda replantear la discusión sobre la organización del partido en la perspectiva de abrir cada vez más espacios para las distintas expresiones del pensamiento democrático y progresista con el propósito manifiesto de fortalecer su vida institucional y evitar las disputas internas. 

Resumen: 

1. Establecer un diálogo permanente entre el partido y la sociedad. 

2. Fomentar y apoyar acciones que permitan la recuperación de las articulaciones sociales. Eso significa, en otras palabras, restaurar el liderazgo, la autoridad política y social desde la base. 

3. Conjugar esfuerzos para la creación de una sociedad participativa y solidaria, capaz de auto organizarse y ser autogestora. 

4. El PLD debe postular en los cargos electivos a ciudadanos comprometidos, pero ello debe ser resultado de un pacto donde se establezcan compromisos mutuos, muy claros, sobre las agendas legislativas, municipales y de gobierno. 

5. Además, el partido debe ser una llave de acceso para que los distintos sectores de la sociedad puedan plantear sus demandas y propuestas ante los gobiernos y las instancias legislativas y municipales. 

El 30 de Junio se define como un proyecto democrático y progresista. Tiene por propósito preservar el legado teórico de Juan Bosch, expresado en sus obras de investigación política, sociológica, histórica y cultural como en su praxis política sustentada en los valores éticos, humanistas y patrióticos que por igual sustentaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y todos aquellos dominicanos que amaron y aman esta patria quisqueyana.

lunes, 25 de junio de 2018

BOSCH: "UNA MANCHA EN LA HISTORIA DE LAS NACIONES UNIDAS"

CAUSAS Y ORIGEN DE LA DIVISIÓN DE COREA EN DOS COREAS, LA DEL NORTE Y LA DEL SUR.


Huerfanos buscando latas junto la via del tren en Seul.

JUAN BOSCH (OCTUBRE DE 1969)

¿Qué diría el llamado Mundo Libre si una nación tan vieja como España o Francia quedara dividida en dos, una mitad de sus hijos enfrentada a la otra y rota toda suerte de comunicaciones entre ellos? 
Pues bien, Corea, nación mucho más antigua que España y que Francia, con más de cuatro mil años ininterrumpidos de historia, se halla dividida desde 1945 y el llamado Mundo Libre parece no darle importancia a ese hecho. Al contrario, las Naciones Unidas, que son la más alta elaboración política de la sociedad moderna, es la mayor responsable, al menos en el terreno legal, de la división de Corea. Ella la sancionó desde el primer día y ella sigue sancionándola. 


En Corea, los Estados Unidos actúan y las Naciones Unidas dan el visto bueno y los miembros de la organización aceptan ese estado de cosas como si se tratara de algo normal, lógico y consecuente con los principios del elevado organismo mundial.

Corea fue ocupada por Japón en 1910 y liberada por sus propios hijos después de una larga lucha que había comenzado a raíz de la ocupación japonesa. Esa lucha empezó a tomar cuerpo a partir de 1932, cuando el actual presidente Kim Il Sung, entonces un joven de apenas 20 años, organizó la guerra de guerrillas contra el Imperio del Sol Naciente.

La liberación de Corea quedó terminada y declarada ante el mundo el 15 de agosto de 1945. Sin embargo, unas semanas después, invocando los acuerdos de Postdam, los Estados Unidos desembarcaron tropas en toda la región sur de Corea, y Douglas MacArthur proclamó, con su característica arrogancia, propia de un general del siglo XVII, que “todos los poderes del gobierno sobre el territorio de Corea, al sur del paralelo 38 de latitud norte, y sobre el pueblo que lo habita, serán... ejercidos bajo mi autoridad. Todas las personas obedecerán sin condición mis órdenes, o las órdenes dictadas con mi autoridad”; y agregaba que la resistencia “a las fuerzas de ocupación o cualesquiera actos que puedan perturbar el orden público y la seguridad serán castigados severamente y sin excepción”. El sello del conquistador aparecía al final de la proclama, en los párrafos donde decía: “Para todos los fines, mientras dure la administración militar, el inglés será el idioma oficial”.

El genocida del General Mc. Arthur isnpeccionando tropas en Kimpo, en un jepp cerca de la comandancia de Yang Yang, aproximadamente 15 millas al norte del paralelo 38, April 3, 1951.

Es bueno recordar ese documento porque puede suceder que la gente olvide, o simplemente se niegue a creerlo, que hace apenas 25 años había un Comandante en Jefe norteamericano que utilizaba el lenguaje proconsular. Ahora bien, ese lenguaje era la consagración escrita de toda una política internacional basada en el clásico poder de los cañones. Así, a cañonazos y con proclamas parecidas se habían llevado a cabo y se habían legalizado la división y hasta la aniquilación de muchos pueblos.
Para liquidar la época en que esos métodos parecían normales las mayores potencias del mundo organizaron las Naciones Unidas e invitaron a participar en su seno a todos los países de la tierra. ¿Cómo se explica, pues, que las Naciones Unidas aceptaran lo que se hizo en Corea y le dieran el visto bueno?
Esta es una pregunta para la cual las Naciones Unidas no tienen respuesta. Lo que se ha hecho en Corea bajo su nombre es precisamente todo lo contrario de lo que la organización mundial representa, de manera que al aceptarlo como bueno y válido y al respaldarlo, las Naciones Unidas actuaron contra su propia razón de existir y perdieron el derecho a hablar en nombre de un orden mundial basado en la justicia.
He aquí en pocas líneas la historia de lo que hicieron las Naciones Unidas en Corea: En 1947, el régimen militar norteamericano en Corea del Sur convocó a elecciones de Congreso y presidente de la República, con lo cual se creaba la llamada República de Corea del Sur, opuesta a la de Corea del Norte, y la Asamblea General de las Naciones Unidas legalizó esa medida mediante el acuerdo de colocar bajo la supervisión de una denominada Comisión Coreana de las Naciones Unidas las elecciones hechas bajo la autoridad norteamericana. Esa comisión estuvo funcionando hasta el año de 1950, cuando en su Quinta Sesión la Asamblea General de la ONU creó la UNCURK, siglas de la United Nations Comission for the Unification and Rehabilitación of Corea. Es decir, primero se creó una comisión para dividir a Corea y luego otra para unirla, sólo que la última fue —y sigue siendo— inoperante.

Campo de prisioneros de guerra de Naciones Unida en Pusan​​, el campamento incluye a los prisioneros de Corea del Norte Abril de 1951. 

En las elecciones celebradas el 10 de mayo de 1948, que fueron, como se ha dicho, convocadas por el gobierno militar norteamericano y legalizadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, resultó elegido presidente de la nueva República Singman Rhee, nacido en Corea pero ciudadano de los Estados Unidos por formación y por inclinación, pues se había cambiado el nombre para norteamericanizarlo. Al tomar el poder lo hizo comprometido a servir la política militar de los Estados Unidos a través del “Acuerdo temporal administrativo sobre asuntos militares y seguridad pública para ser ejecutado en el período provisional”, largo y complicado nombre que se le dio a un acuerdo concluido el 24 de agosto (1948) en virtud del cual el “presidente de la República de Corea... no ejercerá control sobre regiones y facilidades (bahía, cuarteles, ferrocarriles, líneas de comunicación, aeropuertos y otras semejantes) que sean considerados necesarios para (el uso de) el ejército de los Estados Unidos” [primer paréntesis, en el texto, y segundo mío, JB] y se le confiaba al Comandante del Ejército de los Estados Unidos en la República de Corea la responsabilidad de comandar todas “las Fuerzas de Seguridad de la República de Corea compuestas por todas las policías existentes, las guardias de costas y las fuerzas de la Defensa Nacional”.

Por si todo eso fuera poco, el 10 de diciembre de 1948 se hizo el “Acuerdo de ayuda República de Corea-Estados Unidos”, por el cual Corea del Sur se comprometía a aceptar que a cambio de la ayuda que recibiera, el gobierno norteamericano podría controlar todas las actividades económicas del país, incluyendo las tasas de cambio, las exportaciones y las importaciones, y hasta el derecho de racionar los alimentos. Ese acuerdo fue ampliado el 26 de enero de 1950 con el de “Defensa Mutua y Ayuda”, mediante el cual el gobierno de Corea del Sur se comprometió a “producir y transferir al gobierno de los Estados Unidos en un período determinado una cantidad fija de materias primas y mercancías semimanufacturadas disponibles en Corea del Sur cuando lo requieran los Estados Unidos por causa de su escasez o de una escasez potencial de suministros”.

¿Qué significaban todos estos acuerdos si no era el reconocimiento palmario de que Corea del Sur no era una República independiente, sino una colonia norteamericana? ¿Pueden alegar las Naciones Unidas que ignoraban esos acuerdos? ¿Cómo se explica entonces que aceptaran esa situación y la legalizaran hasta tal punto que cuando comenzó la agresión norteamericana contra Corea del Norte —el 25 de junio de 1950— las Naciones Unidas asumieron la responsabilidad de esa guerra y la convirtieron en una guerra de las Naciones Unidas contra la República Democrática de Corea? El 19 de junio, seis días antes del estallido de la guerra, Foster Dulles, Secretario de Estado de los Estados Unidos, que se hallaba en Corea del Sur, declaró, según dijo la United Press: “Los comunistas perderán al fin su dominio de Corea del Norte”. El mismo día del ataque, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió un acuerdo en que declaraba que Corea del Norte había agredido a Corea del Sur, si bien tiempo después el general MacArthur dejó malparado al Consejo de Seguridad Mundial al declarar ante los Comités de Relaciones Exteriores y de Asuntos Militares del Senado de los Estados Unidos que “el ejército de los Estados Unidos había entrado en acción doce horas antes de que las Naciones Unidas adoptaran la resolución” en que se declaraba agresora a Corea del Norte.
Las Naciones Unidas, o por lo menos su secretario general, no podían ignorar ni las declaraciones de Foster Dulles, que fueron publicadas ampliamente en los Estados Unidos seis días antes de comenzar la guerra, ni el hecho de que cuando se acordó declarar agresora a Corea del Norte las tropas norteamericanas hacía doce horas que habían atacado a Corea del Norte. Si ignoraba esas cosas, la Asamblea General de la ONU estaba actuando irresponsablemente; si no las ignoraba, estaba actuando como un órgano político del gobierno de los Estados Unidos. En ambos casos hay materia para acusar a las Naciones Unidas de falta grave a sus principios constitutivos y de abandono de sus deberes. Pero sucede que esa falta y ese abandono de sus deberes acontecieron hace ya cerca de veinte años y las Naciones Unidas siguen haciendo en Corea el penoso papel que hicieron en 1950. 
¿Hay en las Naciones Unidas alguien que pueda decirle al mundo cómo se llama eso?

JUAN BOSCH
Pyongyang, octubre de 1969.

EPISODIOS DE LA GUERRA DE COREA.

La República Popular China había advertido que reaccionaría si las fuerzas de la ONU sobrepasaban el límite de la frontera en el río Amnok. Mao buscó la ayuda soviética y vio la intervención como esencialmente defensiva. "Si nosotros permitimos que los Estados Unidos ocupen toda Corea... debemos estar preparados para que los Estados Unidos declaren... la guerra a China", esto fue lo que le dijo a Stalin. Zhou Enlai fue enviado a Moscú para agregar contundencia a los argumentos de Mao, que habían sido enviados por cable. Mao retrasó sus fuerzas mientras esperaba la ayuda soviética, y por lo tanto el ataque planeado fue pospuesto del 13 de octubre al 19 de octubre. La asistencia soviética se limitó simplemente a proveer apoyo aéreo a 60 mi (96 km) del frente de batalla. Los MiG-15 con los colores de la RPC fueron una desagradable sorpresa para los pilotos de la ONU; mantuvieron la superioridad aérea local contra los F-80 Shooting Starshasta que fueron desplegados los nuevos F-86 Sabres. La intervención de los soviéticos fue conocida por los Estados Unidos, pero prefirieron mantenerse quietos para evitar cualquier incidente internacional y potencialmente nuclear.
Un asalto chino iniciado el 19 de octubre de 1950, bajo el comando del General Peng Dehuai, con 380.000 Tropas de Voluntarios del Ejército Popular de Liberaciónrepelió las tropas de la ONU y las llevó hasta el paralelo 38, la frontera del preconflicto. El asalto chino tomó a las tropas estadounidenses por sorpresa, ya que no había sido declarada la guerra entre la RPC y los Estados Unidos. La retirada del X Cuerpo de Ejército de los Estados Unidos fue la más larga retirada de una unidad estadounidense en la historia. 
El 4 de enero de 1951, las fuerzas de China y Corea del Norte capturaron Seúl. La Batalla de la Reserva de Chosin en el invierno fue una terrible derrota para las tropas de las Naciones Unidas, compuestas principalmente por Marines de Estados Unidos. La situación fue tal que MacArthur mencionó que podían usarse armas atómicas, lo cual llegó a alarmar a los aliados de Estados Unidos.
MacArthur fue relevado de la comandancia por el Presidente Truman en 1951. Las razones de esta decisión fueron muchas y bien documentadas. Entre estas estaba la reunión que tuvo MacArthur con el Presidente de la República de China (Taiwán) Chiang Kai-shek haciendo el papel de diplomático de los Estados Unidos. MacArthur también se equivocó en Guam cuando el Presidente Truman le preguntó específicamente sobre el refuerzo de una tropa china que estaba cerca de la frontera con Corea. Además, MacArthur demandó abiertamente un ataque nuclear sobre China. También era rudo y frívolo cuando hablaba con Truman. MacArthur fue reemplazado por el General Matthew Ridgway. (WIKIPEDIA)

PINTURA DE PICASSO "LA MASACRE DE COREA"

«Masacre en Corea». 

INTERPRETACIÓN DE LA PINTURA DE PICASSO "LA MASACRE DE COREA"

Una de las intenciones de Picasso en su pintura "LA MASACRE DE COREA" fue la crítica al poder en Occidente, por una deshumanización exagerada.

Presenta una desolación general, con las ruinas al fondo. Las ruinas son un recuerdo de Hiroshima. Tratan de transmitir que los Estados Unidos son los únicos responsables de la guerra de Corea. El río es una frontera que separa a las dos Coreas, a los civiles de los soldados y a las víctimas de sus verdugos. Un contraste mayor entre los dos grupos es visible. Los civiles están desnudos, dibujados con formas redondas y líneas curvas (mujeres y niños solamente) en total oposición con los hombres, rostros ocultos, líneas rectas y quebradizas, evocando la destrucción, la violencia, la agresividad, etc. Este contraste muestra la diferencia entre los hombres y las máquinas.
Distinguimos una graduación en el miedo. De la derecha hacia la izquierda. La niña pequeña que corre, la otra que juega despreocupada. La mujer joven llena de estupor, las madres con el rostro deformado por el terror...
El grupo de soldados representa la fuerza militar. Visible por la desproporción de las armas y tecnicidad aberrante (tres agujeros alrededor de los fusiles no alineados con el trayecto futuro de la bala) la locura de la técnica. Los cascos simbolizan el obcecamiento ideológico. La manipulación de su conciencia por el jefe político, disociado de los otros, rostro que manipula a los hombres sin correr riesgos, los pies girados para huir de la guerra.


Pequeño sentado en la calle, solo y llorando después de que los marines entraran en la ciudad de incheon.


La primera víctima de la guerra fría fue el pueblo coreano. Por primera vez, el enfrentamiento entre el bloque occidental y el bloque comunista vino a concretarse en "una guerra caliente".
La guerra de Corea hunde sus orígenes en el reparto en dos zonas de ocupación de este antiguo protectorado japonés tras la derrota del régimen de Tokio en 1945. Separadas por el paralelo 38º, la ocupación soviética y norteamericana dio lugar al nacimiento de dos regímenes radicalmente enfrentados. Corea del Norte, una dictadura comunista pro-soviética bajo la mano de hierro de Kim il Sung y Corea del Sur, una dictadura de derechas pro-norteamericana bajo la dirección de Syngman Rhee. Cuando las potencias ocupantes se retiren en 1948, la URSS, y en 1949, EE.UU., dos estados antagónicos quedaron frente a frente.
El conflicto se inició con la agresión norcoreana en junio de 1950 a la que respondió la intervención norteamericana en septiembre de ese mismo año. En octubre, tropas chinas entraron en la península en ayuda de Corea del Norte, lo que finalmente llevó una estabilización de los frentes a partir de 1951.




Tropas invasoras americanas en corea agosto 1950.Desenbarco en Incho por los marines 15 septiembre 1950.

Para romper este empate táctico, el general MacArthur, al frente de las tropas norteamericanas que luchaban bajo el pabellón de la ONU en Corea, llegó a proponer el uso de la bomba atómica y el ataque a China. Estas propuestas precipitaron la reacción del presidente Truman y fue sustituido por el general Ridgway en abril de 1951. Se asistía así de nuevo a lo que ya se había visto en el bloqueo de Berlín: a lo largo de la guerra fría, las dos superpotencias fueron prudentes cuando se entrevió la posibilidad de un enfrentamiento directo entre ambas.
Finalmente, poco después de la muerte de Stalin, en julio de 1953, se firmó el Armisticio en Panmunjong. Se acordó una nueva línea de demarcación que serpentea en torno al paralelo 38º.
La guerra de Corea dio dimensión mundial a la guerra fría y convirtió a Asia en uno de sus escenarios principales. En adelante, conflictos de tipo colonial como la guerra de Indochina, comenzada en 1946 y en la que la guerrilla del Vietminh luchaba contra la potencia colonial francesa, se transformaron en conflictos insertos en la guerra fría.
Estados Unidos, donde el conflicto había alentado la histeria anticomunista orquestada por el senador McCarthy, inició un importante rearme ante el convencimiento del carácter expansionista del comunismo y la evidencia de que los soviéticos poseían la bomba atómica.
HISTORIA SIGLO 20.ORG




Coreanos durante la evacuacion de Hungnam


El gorila de General Mc. Arthur isnpeccionando tropas de ocupación 








Fotógrafos internacionales cubren la guerra de Corea en 1952. (Foto: Werner Bischof | Magnum Photos)






Cuerpo de marines de los EE.UU. con prisioneros por una calle de un pueblo. 26 de septiembre 1950





El 30 de Junio se define como un proyecto democrático y progresista. Tiene por propósito preservar el legado teórico de Juan Bosch, expresado en sus obras de investigación política, sociológica, histórica y cultural como en su praxis política sustentada en los valores éticos, humanistas y patrióticos que por igual sustentaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y todos aquellos dominicanos que amaron y aman esta patria quisqueyana.

La organización fortalece, la desorganización debilita


La mayoría de los autores coincide en definir organización como el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar para lograr objetivos preestablecidos. 

podemos decir que organización consiste en determinar qué tareas hay que hacer, quién las hace, cómo se agrupan, quién rinde cuentas a quién y dónde se toman las decisiones para el logro de los objetivos organizacionales los cuales implica definir: 

1. Dirección hacia objetivos, 

2. Participación de personas, 

3. Empleo de técnicas y 

4. Compromiso con la organización. 

El profesor Juan Bosch a la organización, a la organización política sobre todo, le daba una importancia capital: “La organización fortalece, la desorganización debilita”. En una de sus frecuentes significaciones sobre el tema organización no pudo ser más entendible como la que a continuación presentamos. 

Bosch: la organización. 

Nosotros mismos somos huesos, nervios, músculos, sangre y algunas otras cosas unidos por la organización; y si nuestro cuerpo no estuviera perfectamente organizado no podríamos movernos, hablar, comer, mirar, pensar. 

Seguramente muchos de ustedes se habrán preguntado por qué una cosa tan chiquita como un motor de un carro puede tener tanta fuerza que es capaz de llevar varios hombres de un sitio a otro lejano en poco tiempo; pues bien, el motor tiene fuerza porque es materia organizada, acero, que es un derivado del hierro, y otros metales, gasolina, aceite, agua y electricidad, todo eso debidamente organizado. La organización de los metales, la gasolina, el aceite, el agua y la electricidad en eso que llamamos motor de un carro permite que la gasolina que se echa en el tanque sea llevada por una bomba hasta el carburador y de ahí va a los cilindros; al llegar ahí, la gasolina queda incendiada por la chispa de la electricidad que le transmiten las bujías a cada cilindro; al quemarse, la gasolina produce gases que empujan el pistón, y al ser rempujado, el pistón arrastra con él la biela que lo une al eje de cigüeñal, y como los pistones se mueven en tiempos disparejos, o alternos, de manera que mientras algunos de ellos suben los otros bajan, ese movimiento mantiene girando constantemente al cigüeñal, y el cigüeñal le transmite ese movimiento giratorio a la transmisión y ésta se lo transmite al eje cardan, que es el que va de la transmisión al diferencial; del diferencial, mediante un doble juego de engranajes llamado corona, ese movimiento giratorio pasa a las puntas de eje traseras, y de estas a las ruedas de atrás, y al girar las ruedas de atrás, obligan a girar a las de adelante, que no están conectadas con el motor. El agua entra en esa organización porque ella evita que el fuego que produce la gasolina al quemarse caliente los metales más de lo que estos pueden resistir; el aceite entra, porque es un líquido grueso que evita que el roce de las piezas de acero unas con otras, las caliente y las funda; y la grasa es un tipo de aceite más grueso que hace el mismo papel que el aceite. 

Además de esa organización fundamental a que nos hemos referido, el carro tiene otras organizaciones, como es la de la transmisión, que mediante cambios en la velocidad de rotación concentra la fuerza del motor sobre el eje cardan y lo obliga a girar a menos velocidad y con más poder; como es la de los frenos, que paraliza la rotación del eje cardan mediante la paralización de las dos ruedas de atrás, y como es la del mecanismo del guía, que controla los movimientos verticales y laterales de las ruedas delanteras. Gracias a ese juego de organizaciones, el carro tiene más fuerza en primera que en tercera y puede ser parado cuando hace falta aunque el motor siga mandando fuerza al diferencial y puede ser guiado para que avance en la dirección que se desea. 

Bien, todos sabemos que un carro produce fuerza. Pero si un mecánico coge el motor del mejor carro, de uno nuevecito, y lo desarma, y pone la batería, que es el lugar del cual sale la electricidad, a un lado, los pistones en otro lado; la gasolina en un bidón, el aceite en una lata y echa el agua en el suelo, ¿qué pasa? Pues que ese motor deja de producir fuerza; ya no es un productor de fuerza. Ahí están los mismos elementos que antes de que el carro fuera desarmado, cuando estaban juntos y organizados, producían la fuerza que le permitía al carro ir de la Capital a Santiago y llevar varias personas; pero esos elementos ya no producen fuerza. ¿Por qué? Porque lo que estaba organizado quedó desorganizado. Con ese ejemplo podemos darnos cuenta de que así como la organización produce fuerza, la desorganización destruye la fuerza, y como lo contrario de la fuerza es la debilidad, podemos afirmar, pues, que la desorganización produce debilidad. 

En la naturaleza como en la sociedad, no puede haber fuerza si no hay organización, y para ser fuertes, los grupos de seres humanos tienen que organizarse. Así, en la actividad política, lo que da fuerza no es el número; es la organización. 

Un partido puede estar compuesto por infinito número de miembros y de simpatizantes, pero sólo puede ser fuerte si todos sus miembros y sus simpatizantes actúan de manera organizada.

jueves, 7 de junio de 2018

Bosch:: El fracaso del sistema


El fracaso del sistema
No nos hagamos ilusiones. No es con ayuda norteamericana como nosotros podemos solucionar nuestros problemas.

No hay soluciones extranjeras. Esas soluciones han fracasado completamente.

Durante años y años los expertos en el asunto estuvieron hablando de que había que cambiar las estructuras, pero de pronto comenzaron a hablar de otra cosa; empezaron a decir que la causa del atraso latinoamericano era el aumento de la población, y luego empezó a decirse que si no se contenía ese aumento no podría haber desarrollo. En 1968 se había generalizado en los Estados Unidos y en los círculos sociales y económicos más altos de nuestros países la idea de que para que la América Latina progresara era necesario evitar que siguieran naciendo tantos latinoamericanos. Esa era la manera más falsa de decir que los planes habían fracasado, que las perspectivas hacia el porvenir indican que éste será peor que el pasado.

Nada es más absurdo que la idea de confiar la solución de los problemas latinoamericanos al control de la natalidad, pues si es verdad que el ser humano que va a nacer consumirá más comida, más ropa, más electricidad, más vehículos, más medicinas y más libros, también es verdad que sólo el ser humano produce esas cosas, y en consecuencia lo que hay que hacer no es evitar que el ser humano se multiplique; lo que debe hacerse es poner al ser humano en condiciones de que multiplique los bienes que necesita para producir los artículos que él consume.

Ahora bien, ¿por qué se cree que debe suprimirse el nacimiento de más latinoamericanos?

Porque se cree que el latinoamericano es un hombre que no tiene condiciones para enfrentar las tareas del desarrollo, y ésa es una idea racista y discriminatoria, que los latinoamericanos tenemos que rechazar con energía.
No somos nosotros los que hemos fracasado; ha sido el sistema social, económico y político en que hemos vivido. En vez de suprimir la vida de los latinoamericanos que van a nacer debemos dedicarnos a crear para nosotros y para ellos una sociedad más libre, más rica y más justa, en la que con el esfuerzo de todos aseguremos la libertad, la riqueza y la justicia para todos, no para una minoría. Pues el sistema ha fracasado para los pueblos, no para las minorías privilegiadas, y mientras ese sistema no sea destruido y pongamos otro en su lugar, las minorías seguirán gozando de privilegios y las mayorías seguirán siendo esclavas, seguirán padeciendo miseria y seguirán sufriendo injusticias. 

El sistema en que hemos vivido hasta ahora ha sido el mismo que establecieron en nuestras tierras los españoles, los portugueses, los ingleses, los franceses, los holandeses; ese sistema evolucionó en otras partes de América y del mundo, pero no en nuestros países.

Nuestra organización social se quedó en una etapa atrasada debido precisamente a que el progreso en otras regiones de América produjo fuerzas que ahogaron en la América Latina el desarrollo capitalista e impidieron que nuestras estructuras sociales se formaran según el modelo de la sociedad capitalista.

Las estructuras sociales dependen de la forma en que se relacionan los hombres y los medios de producción. En los países donde toda la sociedad, a través de sus organismos superiores gobiernos y otras instituciones—, es la dueña de todos los medios de producción, el sistema económico y social se llama socialista; aquellos donde la dueña de los medios de producción es una clase llamada burguesía, el sistema económico se llama capitalista y el sistema político es la democracia representativa.
En el caso de la América Latina hay repúblicas que se llaman a sí mismas democracias representativas, pero no lo son…
 
¿Quiénes, pues, dominan los medios de producción en la América Latina?

Los dominan las oligarquías, y éstas son frentes formados por clases y sectores de clases, que resultan económicos, sociales y políticamente más fuertes que los grupos burgueses debido a que en esos frentes oligárquicos figuran los intereses norte-americanos, cuyo poder es más grande que el de todos los demás componentes de las oligarquías juntos. Los grupos burgueses latinoamericanos son arrastrados por esos frentes oligárquicos y conviven con ellos, especialmente con el componente norteamericano de esos frentes, situación a que los obliga su debilidad; pero no forman parte de ellos, y desde luego no los dirigen.

Las oligarquías latinoamericanas están dirigidas por el antiguo imperialismo, que ha sido sustituido ahora por el pentagonismo.  Es éste el que en todos los casos de crisis decide en última instancia qué debe hacerse en cada uno de nuestros países.
Cuando no ha llegado la hora de la crisis, la vida de los pueblos latinoamericanos es dirigida por los sectores nacionales de las oligarquías, y dado que estos tienen métodos e ideas precapitalistas, aunque viven en países capitalistas, no están capacitados para llevar a cabo el desarrollo latinoamericano.

lunes, 21 de mayo de 2018

Muerte y funerales del General Gregorio Luperón

En el 121 aniversario de la muerte del prócer padre de la  Segunda República 


Luperón llegó a San Thomas como exiliado en 1889 y no dejo un instante de combatir a Heureaux, al menos hasta el año 1896. En el 1893, estuvo al frente de la fracasada Revolución de lo Bimbines, que desde Haití pretendía invadir el país y deponer al dictador. El 29 de enero de 1895, publicó en Saint Thomas , una hoja impresa contra Heureaux y entre ese año y el siguiente, publicó sus Memorias en tres tomos, con el título: " Notas autobiográficas y apuntes históricos de la República Dominicana, desde la restauración hasta nuestros días, por el General Gregorio Luperón" ( Vol.1 Ponce, Tipografía el Vapor, 1895)
El 9 de abril de 1896 Luisa Tavares la esposa de Luperón, llego a Puerto Plata con su hijo Jacobo enfermo. Lilís le envió un telegrama en el que decía: "disponga como guste". En carta que el Lilís envío a Luperón a Saint Thomas el 15 de abril, se quejaba de que no tuvo más noticias de la señora Luperón. Aprovechó la carta para externar su parecer sobre la oferta que le hiciera Luperón para la compra de sus tierras cañeras en San Marcos, Puerto Plata. " Si las cosas resultan como las deseo,mes probable que lleguemos a entendernos sobre sus terrenos en la forma que lo indica. Usted sabe que en esta clase de negocios, soy previsor y solo con capital ajeno,puedo emprenderlo".
El presidente Heureaux estaba ocupado persiguiendo y destruyendo los libros impresos de las Memorias de Luperón que había llegado al país, cuando el 2 de septiembre de 1896, Luisa Tavarez,la esposa de Luperón, le escribió una carta desde Saint Thomas diciéndole : " Luperón está enfermo, los médicos declaran el caso perdido, él está andando, pero de un momento a otro concluye". En esta carta le decía que escribió a espalda de Luperón y que este, está muy abatido porque no ha podido arreglar sus cuentas. Finalmente le dijo que " aquí dicen las brujas que usted viene y sabe usted que yo me alegraría" ( A.G.N. archivo del historiador García, Copia en Isla Abierta, 17 de agosto de 1991, p.19)
Emilio Rodriguez Demorizi en 1941, da la información de que el 5 de Diciembre de 1896, llegó al puerto de Santo Domingo, Emiliano Tejera, junto a sus hijos Emilio y Luis, procedente de Europa, vía Saint Thomas. En el acto, visitó en el Palacio de Borgella, al presidente Heureaux, para informarle del estado de gravedad en que se encontraba el General Luperón.
El presidente Heureaux salió de inmediato hacia Saint Thomas en el crucero Restauración, en busca de Luperón. Después de una reunión en la casa de Luperón, regresó el día 10 sin traerlo consigo, pero obtuvo su aceptación para venir más tarde por sus propios medios. Dice Rufino Martínez, que " Luperón, más orgulloso, pero menos político, menos diplomático y acaso menos agradecido que Heureaux, no le hubiera ido a buscar personalmente.
El día 15 de diciembre , estaba Luperón en el Puerto de Santo Domingo, camino a Puerto Plata. Gravemente enfermo, no desembarcó. Heureaux le visitó en el barco y dispuso que un médico extranjero le fuera a asistir en Puerto Plata. Fue escogido el Doctor De la Fosse, quién le atendió en los últimos 5 meses de su vida, hasta que murió , el 20 de Mayo de 1896.
Cuando Luperón murió, Heureaux, entonces llamado "EL PACIFICADOR", hizo uno de los entierros más fastuosos que registra la Historia Dominicana, ilustrado en esta foto y cuyas pompas fúnebres se hicieron con solemnidad inusitada en un ' espectáculo nunca visto en el país'.
La oración fúnebre la pronunció Fernando Arturo de Meriño y Ulises Heureaux leyó un discurso frente a su tumba.
Bibliografía: Emilio Rodriguez Demorizi, 1941. Rufino Martínez 1936-1930, Julio G. Campillo Pérez, 1966

miércoles, 9 de mayo de 2018

No habrá desarrollo sin paz, ni paz sin desarrollo

Sabemos que no habrá desarrollo sin paz, ni paz sin desarrollo

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, clausura la ceremonia de inauguración del XXXVII período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el Palacio de Convenciones de La Habana, Cuba, el 8 de mayo de 2018. ACN FOTO/ Abel PADRÓN PADILLA/ rrcc
Discurso pronunciado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, en la inauguración del Trigésimo Séptimo Período de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el Palacio de Convenciones, el 8 de mayo de 2 018, “Año 60 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Excelentísimo señor António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas:
Excelentísima señora Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal:
Distinguidos ministros, jefes de delegaciones, delegados e invitados:
Permítanme darles la bienvenida a nuestro país, que se honra en acoger este 37 período de sesiones con la presencia de todos ustedes.
Quisiera destacar la importancia de esta reunión, que se efectúa al calor del aniversario 70 de la Cepal. Se cumplen 10 años, además, de que la señora Alicia Bárcena asumiera la conducción de la Comisión, y cuyos éxitos al frente de esta son dignos de felicitación.
La Cepal, que ha constituido durante décadas un referente del conocimiento económico y social en la América Latina y el Caribe, a nivel regional y global, ha contribuido decisivamente a situar la equidad en el centro del desarrollo, ha demostrado que la región sigue siendo la más desigual del planeta, y ha estudiado determinadas causas estructurales del problema, que seguramente serán abordadas en esta reunión.
Es preciso transformar la cultura de la desigualdad, asociada al pasado colonial de nuestras naciones y que particularmente afecta a las poblaciones indígenas, personas afrodescendientes, a las niñas y a las mujeres. Es también, en nuestra opinión, consecuencia del imperialismo, el neoliberalismo, de políticas macroeconómicas que durante décadas favorecieron a las transnacionales e hicieron más profundas las diferencias: de clases, por el color de la piel, territorios y población urbana y rural.
Habrá que enfrentar asimismo serios desafíos que incluyen el lento crecimiento de la productividad, la falta de diversificación de la estructura productiva y la pobre modernización tecnológica.
No hay más opción que avanzar en la integración regional y el desarrollo con equidad, que nos conduzcan a revertir la pirámide por la cual, en los principales países de la región, el 1 % más rico de la población se apropia de una enorme parte de las riquezas.
Cuando en febrero de 2010 decidimos la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con la que los países de Nuestra América destacamos la intención de promover la unidad en la diversidad, nos comprometimos a “concentrar los esfuerzos de política social en la población en situación de mayor vulnerabilidad para responder al desafío de la pobreza, la desigualdad y el hambre, y alcanzar el mayor desarrollo económico y social de los pueblos latinoamericanos y caribeños sobre la base de la integralidad, la no discriminación y el reconocimiento de la persona como sujeto de derecho. Continuaremos impulsando, por lo tanto, políticas de desarrollo social para asegurar dentro de los ámbitos nacionales un enfoque que priorice los programas dirigidos a la reducción de la pobreza, la desigualdad y el hambre”.
La Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz traza una ruta indispensable. Sabemos que no habrá desarrollo sin paz, ni paz sin desarrollo.
Estimados delegados:
Como bien apunta el informe preparado por la Cepal, «la desigualdad tiene no solo implicaciones económicas, sino también políticas, sociales y culturales».
La distribución de los ingresos y la riqueza constituye el elemento central para cerrar esa brecha y para ello ha de garantizarse por parte de los Estados el acceso de todos a la alimentación, al trabajo, a la educación de calidad, a la salud, a la cultura y a mejores condiciones de existencia.
Si bien es cierto que debemos abordar, como reza el tema central de esta reunión, «la ineficiencia de la desigualdad», el verdadero objetivo tiene que ser la «búsqueda de la igualdad de oportunidades y la justicia social» y, por consiguiente, la reducción y eliminación de la creciente pobreza, que padecen cientos de millones de latinoamericanos y caribeños.
La historia reciente de la región demostró que políticas públicas adecuadas condujeron a exitosos resultados de progreso social y crecimiento económico que sacaron del hambre, el analfabetismo y la incultura a decenas de millones de personas, como registran los informes de la Cepal. Sería inadmisible y cruel el intento de imponer una oleada neoliberal como la que ya hizo retroceder una década a nuestros pueblos.
Es preciso luchar por convertir en realidad el tema que preside la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, o sea, que realmente no se “deje a nadie atrás”.
Con el Acuerdo de París se puede haber iniciado un camino conducente al enfrentamiento al cambio climático, que nos afecta a todos en una u otra medida; pero en los Estados del Caribe estas amenazas se multiplican e imponen enormes tensiones a sus economías que requieren un trato especial y diferenciado, y, a la vez, mayor apoyo, solidaridad y cooperación.
Es esencial que, al abordar el tema de la desigualdad, también lo hagamos con el acceso al conocimiento.
Las tecnologías de la información y las comunicaciones favorecen el desarrollo. Para reducir la separación entre «los que tienen» y «los que no tienen», y entre países ricos y pobres, será fundamental tratar de eliminar la diferencia entre “los que saben” y “los que no saben”, entre el conocimiento y la ignorancia.
Debemos apostar por un uso de dichas tecnologías que promueva la solidaridad social, cree valores, contribuya a la paz y a la sostenibilidad económica, cultural y política de nuestras naciones.
Del mismo modo, nos obliga a la reflexión y el análisis permanente la creciente monopolización de los medios y el intento de imponer, a través de ellos, un pensamiento único, el consumismo, la manipulación de la voluntad de las personas y valores muy alejados de las realidades y aspiraciones de nuestros países.
Distinguidas delegaciones:
Por nuestra parte, a pesar de las dificultades que enfrenta la economía cubana, muy particularmente debido al recrudecimiento del bloqueo impuesto contra Cuba por casi seis décadas, seguiremos enfocados en las metas de desarrollo fijadas a fin de preservar, ampliar y profundizar los logros obtenidos.
Trabajamos en la elaboración de un Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, cuyos ejes estratégicos están entrelazados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como parte del proceso de actualización del Modelo Económico y Social, iniciado en el año 2011, regido por la premisa inviolable de no dejar a ningún ciudadano desamparado. Nunca aplicaremos las conocidas terapias de choque que solo afectan a los más necesitados.
De manera particular, reiteramos en este foro el compromiso de Cuba con la cooperación solidaria hacia otros países, sobre la base del respeto mutuo, la ayuda desinteresada y la complementariedad. Pese a carencias y dificultades, mantendremos esta voluntad, siguiendo el principio de compartir lo que tenemos, no lo que nos sobra.
Hemos recibido la presidencia pro témpore de la Cepal para el período 2018-2020, y de dos de sus órganos subsidiarios: el Comité de Cooperación Sur-Sur y el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible.
Lo hacemos con un alto compromiso y conciencia de los retos que enfrentamos, enfocados en continuar promoviendo la cooperación entre los países de la región en la materialización de la nueva Agenda 2030. Pondremos nuestros esfuerzos en apoyar la vocación de la Cepal de impulsar la búsqueda de un mundo justo, equitativo e inclusivo que reconozca a las personas como el elemento central del desarrollo sostenible. Nos esforzaremos por promover la unidad dentro de la diversidad.
Deseo reconocer al gobierno mexicano por el trabajo desarrollado desde el Trigésimo Sexto Período de Sesiones durante su mandato como Presidente pro témpore de la Comisión.
Les deseo éxitos en las sesiones de trabajo que sostendrán en los próximos días y les reitero el firme compromiso de Cuba con la Cepal, con la integración latinoamericana y caribeña, con la hermandad y la solidaridad entre nuestras naciones y en la lucha común por el desarrollo económico y social de la América Latina y el Caribe, ratificando la tesis de José Martí: «es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos».
Muchas gracias (Aplausos).

martes, 1 de mayo de 2018

Papa Francisco, Mateo y nosotros

Francisco, Mateo y nosotros
Por Guillermo Castro H. *

No hace falta profesar religión alguna para coincidir con el Papa Francisco en su postura crítica ante los desastres morales y sociales del mundo en que vivimos. En nuestra América, por ejemplo, basta con ser martiano para coincidir con él.
Tampoco, por cierto, necesitan de religión alguna sus críticos de derecha, que expresan con claridad singular la estulticia del pensamiento único neoliberal ante el desafío que les plantea lo que quizás llegue a ser la doctrina socioambiental católica. Y lo hacen, además, desde el único lugar desde donde pueden hacerlo: los charcos y lodazales dejados a su paso por el tsunami cloacal del que provienen.

La labor de Francisco, en efecto, revela una profunda fractura en el consenso neoliberal, y lleva a los neoliberales a reaccionar con verdadero pánico ante un desafío que no saben en realidad cómo encarar. Esa labor del Papa no deja de recordar lo planteado en el Evangelio de Mateo, 10, donde se cuenta que Jesús dijo a sus discípulos lo siguiente:

La labor de Francisco revela una profunda fractura en el consenso neoliberal y lleva a los neoliberales a reaccionar con verdadero pánico ante un desafío que no saben cómo encarar.
 Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed  astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. 17 Pero cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; 18 y hasta seréis llevados delante de gobernadores y reyes por mi causa, como un testimonio a ellos y a los gentiles. [...] 21 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte. 22 Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo.

No penséis que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada. 35 Porque vine a poner  al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36 y los enemigos del hombre serán los de su misma casa. 37 [...] El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo. 42 Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.

Aún así, atendiendo al propio Francisco -que se justifica a sí mismo desde la llamada Doctrina Social Católica-, sólo cabría dudar de que a eso se reduzca el asunto. Aquella Doctrina fue elaborada a fines del siglo XIX, como parte del intento de la Iglesia por dejar atrás sus diferencias con el liberalismo entonces triunfante, y forjar una nueva santa alianza contra las reivindicaciones socialistas del movimiento obrero emergente en aquel tiempo. Lo que propone Francisco, en cambio, viene de más atrás, apunta en otra dirección, y tiene otras implicaciones.

Viene de más atrás, en cuanto -como lo recordara Sergio Bagú en su libro La idea de Dios en la sociedad de los hombres, allá por la década de 1980-, el cristianismo tuvo un significado revolucionario en su origen en cuanto planteó el derecho a la salvación para todos los pueblos, para los seres humanos de todas las clases sociales, y para las mujeres y los hombres en particular. Así de amplio es el hacer y el decir de Francisco, como es así de revolucionario en estos tiempos de exclusión e inequidad crecientes.
Con Francisco, el cristianismo vuelve a ser parte de un proceso revolucionario, del cual dependerá cada vez más el destino de todo aquello que reivindica el Pontífice.
Apunta en otra dirección, porque ya no hay un liberalismo en ascenso, sino un neoliberalismo en profunda crisis cultural y moral -esto es, política. Ese neoliberalismo aún es capaz de vencer rebeliones a sangre, fuego y hambre, pero ya no está en capacidad de convencer ni siquiera a quienes derrota, cuando lo hace. Y por esos mismo tiene otras implicaciones, en cuanto el problema contemporáneo no consiste en defender una civilización que se desintegra de desastre en desastre, sino en construir desde abajo hacia arriba la que haya de sustituirla.

Francisco, en este sentido, no trabaja ni para traer de vuelta el pasado ni para defender un presente de inequidad y conflicto, sino para asegurar un lugar para la Iglesia en la civilización nueva que surja de esta crisis. Con ello, se suma a esta lucha por un mundo nuevo, en que ya andan tantos en tantas partes del planeta, y su hacer moral es la espada con que acude a la batalla.

Con Francisco, el cristianismo vuelve a ser parte de un proceso revolucionario, del cual dependerá cada vez más el destino de todo aquello que reivindica el Pontífice. Así procura el Papa honrar la labor de constructor de puentes que originó el título que hoy ostenta.




Castro Herrera, Guillermo
Panamá, 04-09-50 Doctor en Estudios Latinoamericanos, Facultad de Filosofía, Universidad Nacional Autónoma de México, 1993-1995. Maestría en Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México, 1977-1979. Licenciado en Letras, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 1968-1973.
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