Las caricaturas en forma de historietas del dibujante brasileño Carlos Latuff consiguieron traspasar fronteras. Lo están haciendo de nuevo ahora durante el ataqué de Israel a la Franja de Gaza, en el Territorio Ocupado Palestino, lo hicieron durante la Primavera Árabe en Egipto y hasta en las últimas elecciones mexicanas para evidenciar el fraude electoral.Tiene trabajos sobre el movimiento de las Mães de Maio en São Paulo, sobre la guerra en Siria, sobre la lucha de la APPO -Asamblea Popular de los Pueblos- en Oaxaca y hasta a cerca de el duopolio mediático de Televisa y TV Azteca en México que evidenciaron recientemente los #Yosoy132.
Latuff traslada su indignación con el arma que mejor sabe usar: sus dibujos, su arte. Esta última semana estuvo de nuevo expresando su opinión sobre la guerra que esta teniendo lugar en el Territorio Palestino Ocupado que, según él es casi un déjà vu de lo que pasó en otros momentos electorales: “Cuando se aproximan las elecciones, Israel decide atacar Gaza. Es más o menos así: si tienes problemas o te sientes inseguro durante una elección invéntate una guerra y así tu popularidad aumenta. Hasta los candidatos a la oposición en Israel, apoyaron el ataque a Gaza”.
Conectamos con Carlos Latuff en video conferencia, de casa a casa, de mesa a mesa, de laptop a laptop, desde la Ciudad de México a Río de Janeiro y recordando un Portugués, un poco oxidado pero aún decente. Después de hacer un repaso de los movimientos de resistencia indígena contra los megaproyectos en Brasil, los Indignados de España y la crisis, los Occupy Wall Street, los Zapatistas y los Yo Soy132, aterrizamos en Oriente Medio y en concreto en la guerra de Gaza.
Durante casi hora y media hablamos de la importancia de la creatividad y del arte como forma de resistencia y sobretodo de la necesidad de que existan artistas, dibujantes y periodistas independientes que reporten sobre movimientos de resistencia o situaciones de conflicto en el mundo de forma independiente, en palabras suyas, “hacer lo que los medios comerciales no hacen” para, de este modo, viralizar el mensaje desde la autonomía –y al mismo tiempo la responsabilidad- que te dan, por ejemplo las redes sociales e Internet en general.
“Con tu trabajo también puedes inspirar movimientos”, dice. Él, desde su casa en Río de Janeiro y con una cuenta de Twitter ( @ CarlosLatuff ) y su blog consiguió que sus dibujos se mostraran impresos en pancartas durante la Primavera Árabe o se reprodujeran en forma de grafiti en las paredes de Bahrein. La semana pasada, sus imágenes sobre la guerra en Gaza dieron de nuevo la vuelta al mundo expresando su opinión que, como él mismo dice, “no saldría nunca en los medios mainstream de occidente”.
MM: ¿Qué intentas reflejar, a través de tus creaciones, sobre lo que está pasando ahora en Gaza?
CL: Mis dibujos reflejan la indignación de alguien que no consigue ver la realidad a través de medios establecidos de comunicación. Creo que el mainstream media, cuando tiene que mostrar lo que esta pasando en Gaza, toma partido. Todos tomamos partido, pero el lado de los medios comerciales es sin duda el lado “pro-Israel”, el lado de los Estados Unidos, del pensamiento occidental.
Lo que yo intento hacer a través de mis dibujos es expresar mi opinión con este double standard de los medios comerciales y mostrar el otro lado, el de los palestinos, que es el lado que no se muestra.
Cuando ves la televisión, percibes que existe una tendencia a justificar los crímenes cometidos por el estado de Israel contra los palestinos en nombre de una pretendida “autodefensa” o “seguridad”. Lo que yo intento hacer a través de mis viñetas es exponer estas contradicciones del discurso de la prensa, del discurso del gobierno de Israel.
MM: ¿Ve su trabajo como un instrumento de resistencia?
CL: Sin duda. Todo el mundo tiene un lado y tu como periodista independiente también tienes tu lado. La cuestión es saber a quién estas prestando tu fuerza de trabajo. Si estas trabajando al servicio de una causa popular o al servicio de un editor, de una editora o de un periódico que tiene intereses corporativos. Cuando se es periodista independiente tienes tu lado, claro, pero generalmente es el lado del más desfavorecido, la parte más débil de la cuerda y que necesita ser reforzada. Tu como periodista independiente y yo como caricaturista debemos hacer el contrapunto.
MM: ¿Existe entonces una tendencia que hace que la gente mire solamente hacia un lado? ¿Una especie de consenso común, de “ir todos hacia una misma dirección, “como ovejitas”, sin discutir la versión de los medios comerciales?
CL: La prensa guía a las personas para que se posicionen en su mismo lado y nosotros, hacemos exactamente lo contrario. No seguimos a la masa, no somos peones ni corderos, pensamos por nosotros mismos, no tenemos “o rabo preso”, como decimos en portugués, no nos sentimos atrapados ni obligados a seguir la tendencia de alguien. Tenemos la mente y el corazón libre para pensar libremente para trabajar nuestras opiniones sin presiones y de forma independiente.
MM: ¿Es el momento de empezar a construir un movimiento de periodistas y comunicadores organizados para mostrar este otro punto de vista independiente y necesario?
CL: Si. Creo incluso que Intenet llegó para ayudar mucho en este sentido. En los años 80, por ejemplo, la única forma que tenía de publicar mis viñetas era a través de un gran periódico. La única manera de que una audiencia extranjera pudiera ver mis dibujos era publicándolos en revistas como Time o Newsweek, los mainstream media internacionales. Y era bien difícil. Ahora Internet ayuda para viralizar el trabajo y que llegue a partes recónditas del mundo. Sin esta herramienta mis dibujos estarían restringido a Río de Janeiro o a la prensa sindical en la que trabajo que, infelizmente no tienen un alcance muy grande. En definitiva, si no fuera por Internet, por los medios independientes, por muchos blogs, por el Twitter o por el Facebook, muchos no me conocerían.
MM: ¿Qué lecciones nos dio la Primavera Árabe en cuanto a eso?
CL: Dejó muchas lecciones sobre comunicación. Por ejemplo, yo acompañé el levantamiento egipcio de inicio al fin a través de Twitter. Y puedo decirte que las cosas que los egipcios no conseguían leer en los periódicos o ver en las televisoras egipcias -sea porque no se lo permitían o no querían divulgarlo- lo podían leer a través de Twitter.
Los dibujos que hice sobre el inicio de la revolución en Egipto no fueron publicados en los periódicos egipcios -excepto algunos que si salieron, pero la mayoría, no. Incluso, cuando la junta militar asumió, el dibujo que hice de los generales egipcios no fue publicado, pero aun así las personas tuvieron acceso a ellos gracias a Internet.
MM: ¿Internet estimuló la creación de redes de periodistas independientes?
CL: Si. Existe hoy la posibilidad de trabajar por internet un contenido que no sea asociado a grandes periódicos, a grandes redes de televisión. Además necesitamos una comunicación independiente que no esté vinculada a medios corporativos y creo que Internet ayudó mucho en este sentido.
MM: Su material, sus dibujos, incluso se viralizaron fuera de la red. La gente los imprimía, hacia pancartas con ellos y salía a manifestarse. ¿Ayudan, creaciones como las tuyas, a fortalecer un movimiento social?
CL: Creo que lo fuerte de mis diseños es que son utilizados más allá de la función editorial. Las personas que ven mis dibujos, no sólo los tienen ahí guardados en un libro, en una revista, en un periódico. Se lo llevan a las protestas, a las manifestaciones traspasando lo puramente editorial. Las caricaturas tienen una importancia clave. Para el militante pasaron a ser un instrumento de lucha. El dibujo es su voz y expresa, sin palabras, lo que está sintiendo. Esto fue lo que pasó durante la Primavera, no que mi trabajo no lo van a recordar precisamente por ser gracioso Las personas imprimían el dibujo, se lo llevaban a la calle porque se sentían identificadas con esas imágenes.
Es importante que se produzca un arte que no sea apenas para ser publicado en un periódico sino para ser reproducido en cualquier espacio. Sea en un esténcil, en una camiseta o en un grafiti, como hicieron en Bahréin. Muchos de mis trabajos se convirtieron en grafitis en las paredes de Bahréin y Egipto.
Cuando pones tu trabajo al servicio de las causas populares sociales y los militantes, los manifestantes, los activistas y organizadores lo utilizan para esa lucha, entonces el arte se vuelve un instrumento de resistencia. También el periodismo independiente.
MM: Hiciste algunos dibujos sobre Occupy Wall Street. ¿Cómo ves ahora el movimiento?
CL: El problema de Occupy Wall Street es que no tienen ahora mismo un objetivo concreto. Si quieres canalizar tu indignación, está muy bien, pero necesitas tener un objetivo. Entonces, Ocupamos Wall Street y qué hacemos luego?
En fin. Seguiremos, como decimos en portugués, “pisando no calo”, es decir, molestando, incomodando, pero también expresando nuestra indignación con el arma de resistencia que mejor manejamos, en mi caso, las caricaturas.
Marta Molina.- Periodista Independiente.
Una versión de este artículo fue publicada originalmente en inglés en Waging Non Violence
(Link para imágenes de Latuff: https://www.dropbox.com/sh/ y63h4vtflwm4mq0/08-Gy9ymAK)
Latuff traslada su indignación con el arma que mejor sabe usar: sus dibujos, su arte. Esta última semana estuvo de nuevo expresando su opinión sobre la guerra que esta teniendo lugar en el Territorio Palestino Ocupado que, según él es casi un déjà vu de lo que pasó en otros momentos electorales: “Cuando se aproximan las elecciones, Israel decide atacar Gaza. Es más o menos así: si tienes problemas o te sientes inseguro durante una elección invéntate una guerra y así tu popularidad aumenta. Hasta los candidatos a la oposición en Israel, apoyaron el ataque a Gaza”.
Conectamos con Carlos Latuff en video conferencia, de casa a casa, de mesa a mesa, de laptop a laptop, desde la Ciudad de México a Río de Janeiro y recordando un Portugués, un poco oxidado pero aún decente. Después de hacer un repaso de los movimientos de resistencia indígena contra los megaproyectos en Brasil, los Indignados de España y la crisis, los Occupy Wall Street, los Zapatistas y los Yo Soy132, aterrizamos en Oriente Medio y en concreto en la guerra de Gaza.
Durante casi hora y media hablamos de la importancia de la creatividad y del arte como forma de resistencia y sobretodo de la necesidad de que existan artistas, dibujantes y periodistas independientes que reporten sobre movimientos de resistencia o situaciones de conflicto en el mundo de forma independiente, en palabras suyas, “hacer lo que los medios comerciales no hacen” para, de este modo, viralizar el mensaje desde la autonomía –y al mismo tiempo la responsabilidad- que te dan, por ejemplo las redes sociales e Internet en general.
“Con tu trabajo también puedes inspirar movimientos”, dice. Él, desde su casa en Río de Janeiro y con una cuenta de Twitter (
MM: ¿Qué intentas reflejar, a través de tus creaciones, sobre lo que está pasando ahora en Gaza?
CL: Mis dibujos reflejan la indignación de alguien que no consigue ver la realidad a través de medios establecidos de comunicación. Creo que el mainstream media, cuando tiene que mostrar lo que esta pasando en Gaza, toma partido. Todos tomamos partido, pero el lado de los medios comerciales es sin duda el lado “pro-Israel”, el lado de los Estados Unidos, del pensamiento occidental.
Lo que yo intento hacer a través de mis dibujos es expresar mi opinión con este double standard de los medios comerciales y mostrar el otro lado, el de los palestinos, que es el lado que no se muestra.
Cuando ves la televisión, percibes que existe una tendencia a justificar los crímenes cometidos por el estado de Israel contra los palestinos en nombre de una pretendida “autodefensa” o “seguridad”. Lo que yo intento hacer a través de mis viñetas es exponer estas contradicciones del discurso de la prensa, del discurso del gobierno de Israel.
MM: ¿Ve su trabajo como un instrumento de resistencia?
CL: Sin duda. Todo el mundo tiene un lado y tu como periodista independiente también tienes tu lado. La cuestión es saber a quién estas prestando tu fuerza de trabajo. Si estas trabajando al servicio de una causa popular o al servicio de un editor, de una editora o de un periódico que tiene intereses corporativos. Cuando se es periodista independiente tienes tu lado, claro, pero generalmente es el lado del más desfavorecido, la parte más débil de la cuerda y que necesita ser reforzada. Tu como periodista independiente y yo como caricaturista debemos hacer el contrapunto.
MM: ¿Existe entonces una tendencia que hace que la gente mire solamente hacia un lado? ¿Una especie de consenso común, de “ir todos hacia una misma dirección, “como ovejitas”, sin discutir la versión de los medios comerciales?
CL: La prensa guía a las personas para que se posicionen en su mismo lado y nosotros, hacemos exactamente lo contrario. No seguimos a la masa, no somos peones ni corderos, pensamos por nosotros mismos, no tenemos “o rabo preso”, como decimos en portugués, no nos sentimos atrapados ni obligados a seguir la tendencia de alguien. Tenemos la mente y el corazón libre para pensar libremente para trabajar nuestras opiniones sin presiones y de forma independiente.
MM: ¿Es el momento de empezar a construir un movimiento de periodistas y comunicadores organizados para mostrar este otro punto de vista independiente y necesario?
CL: Si. Creo incluso que Intenet llegó para ayudar mucho en este sentido. En los años 80, por ejemplo, la única forma que tenía de publicar mis viñetas era a través de un gran periódico. La única manera de que una audiencia extranjera pudiera ver mis dibujos era publicándolos en revistas como Time o Newsweek, los mainstream media internacionales. Y era bien difícil. Ahora Internet ayuda para viralizar el trabajo y que llegue a partes recónditas del mundo. Sin esta herramienta mis dibujos estarían restringido a Río de Janeiro o a la prensa sindical en la que trabajo que, infelizmente no tienen un alcance muy grande. En definitiva, si no fuera por Internet, por los medios independientes, por muchos blogs, por el Twitter o por el Facebook, muchos no me conocerían.
MM: ¿Qué lecciones nos dio la Primavera Árabe en cuanto a eso?
CL: Dejó muchas lecciones sobre comunicación. Por ejemplo, yo acompañé el levantamiento egipcio de inicio al fin a través de Twitter. Y puedo decirte que las cosas que los egipcios no conseguían leer en los periódicos o ver en las televisoras egipcias -sea porque no se lo permitían o no querían divulgarlo- lo podían leer a través de Twitter.
Los dibujos que hice sobre el inicio de la revolución en Egipto no fueron publicados en los periódicos egipcios -excepto algunos que si salieron, pero la mayoría, no. Incluso, cuando la junta militar asumió, el dibujo que hice de los generales egipcios no fue publicado, pero aun así las personas tuvieron acceso a ellos gracias a Internet.
MM: ¿Internet estimuló la creación de redes de periodistas independientes?
CL: Si. Existe hoy la posibilidad de trabajar por internet un contenido que no sea asociado a grandes periódicos, a grandes redes de televisión. Además necesitamos una comunicación independiente que no esté vinculada a medios corporativos y creo que Internet ayudó mucho en este sentido.
MM: Su material, sus dibujos, incluso se viralizaron fuera de la red. La gente los imprimía, hacia pancartas con ellos y salía a manifestarse. ¿Ayudan, creaciones como las tuyas, a fortalecer un movimiento social?
CL: Creo que lo fuerte de mis diseños es que son utilizados más allá de la función editorial. Las personas que ven mis dibujos, no sólo los tienen ahí guardados en un libro, en una revista, en un periódico. Se lo llevan a las protestas, a las manifestaciones traspasando lo puramente editorial. Las caricaturas tienen una importancia clave. Para el militante pasaron a ser un instrumento de lucha. El dibujo es su voz y expresa, sin palabras, lo que está sintiendo. Esto fue lo que pasó durante la Primavera, no que mi trabajo no lo van a recordar precisamente por ser gracioso Las personas imprimían el dibujo, se lo llevaban a la calle porque se sentían identificadas con esas imágenes.
Es importante que se produzca un arte que no sea apenas para ser publicado en un periódico sino para ser reproducido en cualquier espacio. Sea en un esténcil, en una camiseta o en un grafiti, como hicieron en Bahréin. Muchos de mis trabajos se convirtieron en grafitis en las paredes de Bahréin y Egipto.
Cuando pones tu trabajo al servicio de las causas populares sociales y los militantes, los manifestantes, los activistas y organizadores lo utilizan para esa lucha, entonces el arte se vuelve un instrumento de resistencia. También el periodismo independiente.
MM: Hiciste algunos dibujos sobre Occupy Wall Street. ¿Cómo ves ahora el movimiento?
CL: El problema de Occupy Wall Street es que no tienen ahora mismo un objetivo concreto. Si quieres canalizar tu indignación, está muy bien, pero necesitas tener un objetivo. Entonces, Ocupamos Wall Street y qué hacemos luego?
En fin. Seguiremos, como decimos en portugués, “pisando no calo”, es decir, molestando, incomodando, pero también expresando nuestra indignación con el arma de resistencia que mejor manejamos, en mi caso, las caricaturas.
Marta Molina.- Periodista Independiente.
Una versión de este artículo fue publicada originalmente en inglés en Waging Non Violence
(Link para imágenes de Latuff: https://www.dropbox.com/sh/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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