El territorio del Lince
La segunda sonrisa de la victoria
Ahed Tamimi es mi heroína más joven. Es la encarnación de la resistencia palestina a la ocupación, de la lucha contra el fascismo, de la determinación y de la coherencia. Es indoblegable. Es un ejemplo para quienes van de "progres" y se ocultan o agachan la cabeza cada vez que alguien les dice que tienen que cumplir la ley. Porque ella no la cumple. Ella pelea, lucha y sufre las consecuencias por ello. Tan vez algún imbécil de los muchos que hay por el mundo diga que su lucha es insignificante aunque reconozca en voz baja su coherencia. Ahed Tamimi, con sus escasos 16 años, nos pone a todos frente al espejo. Hoy, Ahed Tamimi es el rostro de Palestina.
Ahed Tamimi se enfrentó, otra vez, a los soldados ocupantes del régimen fascista de Israel y ha sido detenida. Lleva ya dos semanas encarcelada y tal vez algún imbécil de los muchos que hay por el mundo diga que utilizó la violencia para hacer frente a esos fascistas porque se atrevió a dar una bofetada en la cara a uno de ellos. Ahed Tamimi no se doblega. Ya en 2015, es decir, cuando tenía 14 años, el régimen fascista de Israel la consideraba una amenaza.
Ahed Tamimi es el símbolo de la infancia robada por los fascistas israelíes y sus patrocinadores occidentales, esos que se llenan la boca hablando de los "valores democráticos" y de "los derechos de los niños". Lleva luchando contra la ocupación de Palestina desde los 12 años.
Ahed Tamimi es un peligro para el régimen fascista de Israel y para sus patrocinadores occidentales por la que nadie pondrá ninguna pancarta en un balcón de ningún ayuntamiento, ni nadie recibirá a su familia, ni ningún democrático parlamento otorgará ningún premio a su lucha.
Pero Ahed Tamimi es la segunda sonrisa de la victoria.
Al igual que su madre Nariman, también detenida.
Ahed Tamimi continúa con valentía y con decisión la senda marcada en 1968 por Vo Thi Thang, la legendaria guerrillera del Vietcong (Vietnam Congsan, Vietnam Rojo) que al ser capturada tras la ofensiva del Tet se mostró siempre sonriente durante su captura y juicio.
Vo Thi Thang tuvo siempre muy claro lo que tenía que hacer para combatir la ocupación estadounidense y luchar contra el régimen títere de Vietnam del Sur.
Vo Thi Thang era una guerrillera. Ahed Tamimi lo es también, a su manera.
La imagen de Vo Thi Thang es conocida como "la sonrisa de la victoria". Ahora, casi cincuenta años después, tiene una digna sucesora en Ahed Tamimi, la sonrisa de la victoria del siglo XXI.
El Lince
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