MORAL Y LUCES

MORAL Y LUCES

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Se cumplen 100 años desde que Albert Einstein cambiara el mundo

Un 25 de noviembre de hace un siglo un desconocido empleado de una oficina de patentes presentó una teoría que cambiaría el mundo para siempre.

Se trataba de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, que todavía sigue impactando el modo de pensar de la comunidad científica mientras buscan la llamada teoría del todo.

La base de la relatividad general describe la relación entre la masa y el espacio y afirma que la materia puede curvar el tejido espacio-temporal bajo el efecto de la gravedad.

RESPETEMOS LA VERDAD HISTÓRICA: ¿Quién liberó la 'fábrica de la muerte' de Auschwitz?

Herida abierta de la historia: ¿Quién liberó la 'fábrica de la muerte' de Auschwitz?


Yulia Fernández Sánchez


El 27 de enero de 1945 fue liberado por el Ejército Rojo el campo de concentración de Auschwitz, cuya historia nunca ha causado desacuerdos o discusiones hasta que la semana pasada el canciller polaco, Grzegorz Schetuna, declarara que Auschwitz fue liberado por los ucranianos desatando una gran polémica. Lo más correcto sería hacer la vista gorda a esta declaración o atribuirla a la falta de conocimientos históricos siempre y cuando la historia no doliera tanto.

Ria Novosti. Transportan a los primeros prisioneros al campo de concentración.

Según documentos desclasificados, a principios de 1943 el 64,6% del personal de las divisiones de fusileros soviéticos eran rusos, el 11,8% eran ucranianos. En 1944, cuando la mayor parte de la República Socialista Soviética de Ucrania fue liberada, el porcentaje cambió un poco: había un 58,3% de rusos y un 22,2% de ucranianos. En general, si hablamos de las bajas entre diferentes nacionalidades, se trata del 66,4% de rusos y un 15,9% de ucranianos.

Los rusos fueron el único pueblo entre los principales de la URSS, donde la proporción de los soldados fallecidos fue significativamente mayor que la proporción del grupo étnico en la población de la URSS. Pues, según un censo, la población de los rusos en 1939 ascendía a 99.591.520 de personas (el 58,39% de la población de la URSS), mientras que el porcentaje de los rusos fallecidos asciende al 66,40% de un número total de los soldados soviéticos fallecidos.

Las cifras hablan por sí mismas: más de la mitad del Ejército Rojo estaba compuesto por rusos, mientras que los ucranianos llegaban a una cuarta parte. De ninguna manera quiero disminuir el papel de los ucranianos en la lucha contra el fascismo, solo quiero enfatizar que en aquel entonces se trataba de una invencible amistad de los pueblos, cuando codo a codo los rusos luchaban junto con ucranianos, bielorrusos, armenios, georgianos, kazajos, uzbekos y decenas de otros pueblos. Parece que de lo que se olvida el ministro polaco es el hecho de que durante la Segunda Guerra Mundial miles de ucranianos formaron parte del Ejército Insurgente Ucraniano que colaboraba con los fascistas alemanes y que exterminó a centenares de miles de polacos. 
"Polonia ha olvidado muchas cosas"

Cuando el 27 de enero de 1945 los soldados del Ejército Rojo entraron en Auschwitz, Iván Martýnuskin fue uno de los primeros que vio el infierno que representaba el campo de concentración."Ellos vivían en un infierno, bajo la amenaza constante de la muerte. Estaban cansados, agotados. Pero en sus ojos se veía una alegría. La alegría de la liberación, la alegría de que ese infierno había terminado", recuerda el veterano.
Ria Novosti/ Yudin. Sacos con el pelo de las mujeres quemadas

"Cuando vimos hornos, el primer pensamiento fue que era un crematorio. Que la gente se moría, y en lugar de enterrar los cuerpos, los quemaban. Nunca se nos habría ocurrido que los hornos fueron construidos para matar a la gente. Era parte de la destrucción sistemática", agrega.

Leonti Brant, unos de los libertadores del campo de concentración, relata: "Había un montón de plantas de zapatos de soldados, de zapatos masculinos y de botas femeninas, así como de zapatillas infantiles. Había un montón de pelo, sobre todo de mujeres. Los sacos estaban llenos de piel humana". 

Ria Novosti. Zapatos de los prisioneros del campo de concentración

El veterano Mijaíl Kabanov también fun uno de los libertadores de Auschwitz. "¡Qué asco!", comentó sobre las palabras del ministro polaco. "Es un verdadero insulto", enfatizó. El veterano explica que el primer frente ucraniano que entró en el campo de concentración fue una unidad militar del Ejército Rojo y que al principio se llamaba Frente de Vorónezh, luego Frente de Briansk y recién luego Frente Ucraniano. "Por supuesto, había ucranianos también, luchábamos todos juntos. Los polacos han olvidado muchas cosas. Han olvidado que 600.000 ciudadanos soviéticos murieron durante la liberación de Polonia de los nazis", agrega. 
Campo de la muerte

Auschwitz es el lugar donde fueron cometidos más asesinatos en masa en la historia de la humanidad. Según diferentes fuentes, en Auschwitz han muerto de 1 millón a 4 millones de personas. Los prisioneros fueron asesinados en los crematorios, fallecieron debido a las condiciones inhumanas de trabajo, hambre, frío, epidemias o experimentos médicos.

Ria Novosti. El banco para las ejecuciones

De 1.300.000 de los reclusos de Auschwitz casi 234.000 eran niños. El día de la liberación del campo de concentración quedaban sólo 611 niños. El destino de todos los recién nacidos era trágico: los ahogaban y tiraban sus cuerpos a la calle. 
Ria Novosti/ Fishman. Niños en el campo de Auschwitz

En el momento de la liberación del campo de concentración, además de los niños, ahí se encontraban sólo 2.500 adultos. Pero ahora para algunos políticos es, al parecer, más importante atribuir la contribución de la hazaña más a unos que a otros en vez de honrar la memoria de las víctimas y decir mil gracias a los pocos veteranos del Ejército Rojo que están vivos. Lamentablemente, algunos, en busca de la defensa de sus ideales políticos, optan por 'pisar' los corazones valientes de los soldados abriendo las heridas aún no cicatrizados de la historia. 

Reuters. La llamada 'puerta de la muerte' de Auschwitz-Birkenau


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
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lunes, 23 de noviembre de 2015

LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACION EN LA EDUCACIÓN

Educación y trabajo en la era de la globalización
1. Introducción
2. La globalización
3. El Rol del Estado en el Proceso de la Globalización
4. Los efectos de la globalización en la educación
5. Rol del Conocimiento en la Sociedad Actual
6. Papel de la Universidad en la Sociedad de la Información
7. Globalización y trabajo
8. Educación y Trabajo
9. Distribución de las posiciones sociales
10. Conclusión
11. Bibliografía

Introducción
Es muy difícil imaginar una sociedad sin escuela y sin otras instituciones como la familia, religión, el Estado, etc.

Cada institución dentro de la sociedad acoge todo un conjunto de funciones las cuales se imbrican en el entramado del sistema social. Por lo general, a la escuela se le atribuye como una de las funciones más importantes la de formar a las nuevas generaciones como ciudadanos libres, críticos, imaginativos, creativos, participativos, solidarios, cívicos, capacitados para desempeñar trabajos cada vez más complejos, etc.

Numerosos sectores dependen en gran medida, de la educación. La escuela como cualquier institución, permea e impregna las normas, los valores, las creencias, la ciencia, la religión y el arte en la sociedad en que está inserta. Pero también se deja inundar por todos y cada uno de los niveles y elementos que constituyen la sociedad.

Esta dimensión, aparentemente contradictoria de la escuela (reproducción y cambio) es de hecho, una de las características inherentes a cualquier institución social: la de mantener sus funciones básicas en relación con el sistema social global (reproducción), a la vez que favorecer las condiciones para su renovación y llegado el caso, su transformación (resistencia, oposición y cambio).

De lo cual podemos inferir que el proceso de hegemonización cultural, por un lado, y el de diferenciación social, por otro (en su realidad no actúan por separado sino que lo hacen complementariamente), funciones ambas desempeñadas por la escuela y con objetivos contrarios que no parecen afectar a otra función fundamental que es la de crear consenso, cohesión, identidades comunes, base de la nación y elementos necesarios para asegurar un determinado orden social y un modelo concreto de sociedad.

Estamos viviendo una época en la que los fenómenos como los de la globalización y de la interculturalidad desbordan las fronteras y las identidades construidas a lo largo de los dos últimos siglos. Los distintos análisis sobre la sociedad actual coinciden en señalar que existe un nuevo modo de producir los bienes que hoy necesitamos, debido principalmente a los avances en la tecnología y a la forma de organizar la producción y distribución de los productos, aparece ahora un nuevo sector de producción: “La información”.

Educación y trabajo en la era de la globalización

La globalización

La globalización es un conjunto de procesos que conducen a un mundo único. Las sociedades en la actualidad se vuelven interdependientes en todos los aspectos de la vida de la nación (economía, política y cultura). Ningún país es autosuficiente.

En el ámbito económico podemos ver la integración y la coordinación supranacionales (EFTA, CE, OPEP), los acuerdos económicos, división global del trabajo y la hegemonía de las multinacionales. Además los medios de comunicación de masas han convertido el mundo en una aldea global, en la que la información y las imágenes de los sucesos distantes llegan en tiempos real, de modo que, muchas personas alrededor del mundo viven las mismas experiencias culturales y así van unificando gustos preferencias y percepciones.

También aparece un lenguaje global, el inglés adopta este papel para la comunicación profesional, de las ciencias y de los negocios.

Características de la globalización.

El proceso de globalización esta caracterizado por la creciente interdependencia entre países a nivel mundial por el predominio del sector financiero y las nuevas formas productivas.

Ha sido estimado como “proceso de desnacionalización de los mercados” que impone la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes y servicios y de capitales fundamentalmente. También un proceso de transculturación o invasión cultural.

La globalización está generando profundos cambios en el ámbito más amplio de la organización social. La segmentación de los países y de las sociedades hace surgir tres tipos de actores.

• Los globalizadores
• Los globalizados
• Los excluidos

Otra característica digna de mencionar es el aumento vertiginoso de la desigualdad social, del producto del dominio hegemónico de las multinacionales y la heterogeneidad entre los países y regiones.

America Latina a pesar de las diferencias entre los países que la conforman es la región con mayores índices de disparidad entre los ingresos de los más ricos y los más pobres, este fenómeno sigue aumentando en forma rápida.

El Rol del Estado en el Proceso de la Globalización

Los protagonistas fundamentales de la globalización son los países imperialistas ascendentes, es decir, los países cuyas principales instituciones económicas son mundialmente competitivas y por ende no tienen nada que perder y todo que ganar con el libre comercio y los mercados abiertos. Los países imperiales ascendentes favorecen una globalización irrestricta. Estos tienden a abrir sus economías y al mismo tiempo que exigen la apertura de otras.
Un segundo grupo de países que favorecen la globalización irrestricta son los clientes de los países ascendentes que se especializan en las exportaciones agrícolas, minerales, forestales y marítimas, las cuales ofrecen grandes beneficios e ingresos a los centros imperiales.

El Estado es por lejos el agente sociopolítico más crítico en el proceso de la globalización, su rol central en la promoción de la globalización es el de reconstruir el sistema capitalista instalado después de la segunda guerra mundial. Los globalizadores lejos de oponerse a la intervención estatal, exigen un Estado activo en el desmantelamiento del Estado Benefactor favoreciendo así la globalización o mejor dicho el nuevo modelo de la misma ya que ésta es tan antigua como los imperios que extraían capital del sector interno para financiar sus nuevos viajes ultramarinos con el fin de explotar las riquezas del tercer mundo.

Un rol activo semejante se hace evidente en los estados del tercer mundo. Existe una relación dialéctica entre el rol del estado en la economía nacional y en el proceso de globalización. Buscando políticas de reducción impositivas, implementando recortes en el presupuesto social y transfiriendo las pensiones al capital privado, los países en vía de desarrollo reconcentran sus ingresos ascendentes para posibilitar su expansión más allá de las fronteras.

Este proceso se hace cada vez más evidente en la actual fase neoliberal del capitalismo con las llamadas políticas de ajuste estructural. Diseñadas por el FMI y el Banco Mundial en colaboración de los estados, estas políticas se incrementan los flujos de ingresos ascendentes y la disponibilidad de la riqueza pública nacional para ser privatizadas por las multinacionales y las elites adineradas nacionales.

Los efectos de la globalización en la educación

En la sociedad industrial la familia deja de ejercer sus funciones productivas y se desplaza hacia la escuela, se inicia la separación entre educación y trabajo. En nuestros días a la escuela se le encomienda la función de dotar al individuo de habilidades para el trabajo, las cuales tienen evidencias en los títulos, certificados, entre otros. De este modo la educación está encargada de socializar al hombre para el mundo del trabajo y servir como mecanismo de distribución de las posiciones sociales.

En América Latina la globalización ha tenido efectos siniestros en la educación, a pesar de que se ha reducido el porcentaje de analfabetos en la población adulta ésta aún asciende a 41 millones de personas, casi 110 millones de jóvenes y adultos no han terminado la educación primaria lo cual implica un manejo limitado de las competencias básicas (lectura, escritura y calculo).

Cabe destacar un importante avance en términos de universalización del acceso a la educación primaria, sin embargo un 3% de los niños en edad de cursarla se encuentra fuera de las aulas. Otro problema es que este acceso no es sinónimo de llegar al término de la misma y muchísimo menos de hacerlo con calidad. Tenemos grandes tasas de repetición, sobre edad, que a su vez conducen a la deserción.

Más del 20% de los niños que ingresaron a la escuela no llegaron a concluir el sexto grado. Ningún país latinoamericano ha logrado cumplir con el compromiso de proporcionar la educación a todos.

También existe diferencia de género pues es mayor la proporción de mujeres analfabetas, salvo en las islas caribeñas no hispánicas donde es mayor el porcentaje de varones.

Además existe mayor accesibilidad, oferta y calidad en las zonas urbanas cuyos estudiantes logran entre 2 y 14 veces más años de escolaridad que los de las zonas rurales. Esto obliga a que las familias del campo se muden a las ciudades. Podemos señalar que también en las zonas urbanas es donde hay mayores oportunidades de cursar la educación inicial, secundaria y terciaria. Existe una diferencia de éxito, permanencia y calidad entre las personas de las clases bajas y altas. Los colegios privados son mucho mejor que las escuelas, en algunos casos.

La asignación de los recursos públicos aparece limitado pues los países han aumentado rápidamente sus deudas externas.

Se combina la ineficiencia del sistema, altos costos administrativos que conlleva al desperdicio de recursos pues se pierden aproximadamente 12 mil millones por año por el alto índice de repitencia.

Los docentes son el factor más importante, sin embargo, la región carece de políticas integrales que articulen la formación inicial y permanente, requisitos de ingresos, permanencia, desarrollo de la docencia con su desempeño, la responsabilidad por los resultados y sus remuneraciones.

Debemos considerar que los docentes son los ejecutores de las políticas que usualmente son definidas sin su opinión o conocimiento lo que ha limitado que las políticas educativas se transformen en prácticas educativas.

El tiempo sigue siendo insuficiente aunque en algunos países se ha aumentado el calendario de las labores aún así no logran fomentar el desarrollo integral de los estudiantes ni contribuir con el desarrollo cognitivo, afectivo, actitudinal y axiológico para la vida.

La educación esta siendo reformulada en función de los contextos en los que se encuentra inmersa, se amolda a una serie de característica que no proceden tanto de la función específica de la enseñanza en cuanto a difusión y transmisión de conocimientos, sino que se acomodan a los imperativos de ocio y consumo. El profesor pasa a ser un entrenador y el alumno busca en el aula el mismo tipo de diversión que encuentra en los medios de comunicación de masa. Esta absorción del contexto es algo preocupante en la educación de nuestros días. También se observa un giro radical de una educación de contenido centralmente humanístico a otro donde imperan las carreras de negocios y tecnológicas.

La introducción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación es muy limitada lo que hace que la formación científica y tecnológica siga siendo un desafío pues no ha sido incorporada de modo adecuado en todos los niveles educativos.

Otro mal es la tendencia a la privatización ampliando la desigualdad en función de los niveles de ingreso.

Rol del Conocimiento en la Sociedad Actual

El conocimiento se ha convertido en el componente esencial de la competitividad y el crecimiento económico. La habilidad de aprender es la ventaja fundamental que permite el conocimiento y su gestión a través de redes de comunicación. Por esta razón las personas tendrán que estudiar durante toda la vida pues se estima que un profesional deberá cursar al menos 30 créditos cada cinco años para mantenerse en vigencia.

La sociedad actual está constituyendo sus alternativas en torno a su tratamiento y la utilización de la información por encima de la manipulación de los recursos energéticos. Estos recursos (información y conocimiento) no se desgastan por su uso a diferencia de otros, por el contrario, se perfecciona con el tiempo.

Papel de la Universidad en la Sociedad de la Información

Como estamos en una época de grandes cambios, las universidades deberán educar para el cambio y la incertidumbre. Enseñar una carrera o disciplina no será suficiente para poder adaptarse a los grandes cambios que se avecinan. Pro ello las IES tiene que transmitir la afición al estudio y al mismo tiempo ofrecer programas de educación permanente y continuada que permitan a los profesionales mantenerse compitiendo en los mercados laborales.

Es primordial que se dote a los educandos de las herramientas intelectuales que le permitan adaptarse a las incesantes transformaciones, a los cambiantes requerimientos del mundo laboral, a la obsolescencia del conocimiento, característica de la ciencia contemporánea, que se renueva en periodos cada vez más cortos, a la vez que se incrementa a un ritmo más acelerado.

Desde sus inicios, las universidades habían cumplido con el papel de nutrir de licenciados el mercado laboral, mientras que la parte fundamental en la gestión y distribución del conocimiento se ha dejado en manos de la iniciativa empresarial.

Muchas instituciones de educación superior, sólo estaban preocupados por la asimilación de estudiantes a través de la oferta de productos atractivos dejando atrás el necesario énfasis en la calidad del contenido ofertado, muchas veces redundante o vacío. En ese afán meramente normalista que invade el mercado de los saberes, en nuestro actual contexto social, la universidad se ha convertido en un objeto de rentabilidad empresarial, de simple certificación documental de un titulo, ofertando adiestramiento profesional perdiendo la oportunidad de formar a sus estudiantes entre valores que deben caracterizarles como hombres y mujeres completos no sólo como profesionales y adiestrados en el manejo de instrumentos técnicos.

Globalización y trabajo

La globalización económica y financiera y la internacionalización de los mercados está facilitando la penetración de las empresas multinacionales en todos los países alrededor del mundo en busca de legislaciones laborales y medioambientales más favorables para sus intereses, lo cual está provocando grandes efectos sobre el empleo, los derechos laborales y en el respeto al medio ambiente.

Otros efectos son: la represión de toda actividad sindical, marginación laboral y explotación laboral de niños y niñas.

En esta economía de dimensiones mundiales sólo se beneficiará a los que tienen y a los empleadores, perpetuando la pobreza y la explotación de los trabajadores del tercer mundo. Los trabajadores cada vez se encuentran más indefensos ya que los estados flexibilizan las leyes a favor de los empleadores los cuales a su vez no respetan siquiera los derechos más fundamentales y prohíben las agrupaciones sindicales, siendo el despido una estrategia de terror y sometimiento.

Consecuencias de la globalización en el mundo del trabajo.

• Las legislaciones laborales de desigualdad y explotación se extienden por todos los continentes.
• Falta de respeto a los derechos laborales y sindicales.
• Represiones a todos los niveles para evitar las manifestaciones masivas.
• Los nuevos valores culturales, económicos, empresariales laborales se globalizan.
• Se generalizan los mecanismos empresariales, métodos, técnicas de organización, dirección de trabajadores, etc.
• El eficientísimo y sus consignas son oración en todas las empresas.
• Contratación masiva de los jóvenes licenciados que buscan su primer empleo y aceptan trabajar por un bajo salario.
• Las jornadas laborales son esclavizantes y las horas extra son impuestas en algunos casos y necesarias en otros para recibir una mejor cantidad sobre el miserable sueldo devengado.
• Desconfianza en las organizaciones sindicales causada por su venta para determinados fines políticos o empresariales.
• Nadie quiere defender sus derechos y no poseen ideas definidas pues son adoctrinados por el sistema de mercado.
• Individualismo; los trabajadores compiten entre ellos explotándose aún más por obtener nuevas posiciones o entrar en el circulo de cuello blanco, que casi nunca pasa.
• No se valora la preparación ni la experiencia en su justa medida pues nunca van acompañadas de un sueldo justo.

Los trabajadores son los llamados a exigir sus reivindicaciones, aumentos, prestaciones, revisiones de salario dependiendo de la inflación, etc. Pues las relaciones laborales son un aspecto vital en la vida las cuales se desatienden cada vez más.

La generación del trabajo asalariado sigue siendo una consigna central del neoliberalismo, que no hayan reglas estables sino que las empresas tengan sus propios códigos y que el Estado olvide al trabajador, que se dedique al cobro de impuestos, y se alegre por la generación de empleos e inversión internacional, así como el buen nivel de competitividad y clima de confianza en el país.

La discriminación de género lejos de resolverse en este nuevo sistema de “igualdad de oportunidades” sigue siendo una realidad latente ya que la mujer que busca empleo y no halla más que ofertas explotadoras y cuando lo encuentran tratan de buscar otro empleo que les permita ascender lo cual casi nunca logran sino que siguen girando por todas las empresas desempeñando las mismas funciones y ganando los mismos salarios.

La lógica del trabajo asalariado, está agravando los problemas de las relaciones laborales y de todavía una minoría la cual crecerá de seguir este sistema con este ritmo.

Las condiciones de trabajo de muchas personas son de autentica explotación sobre todo las personas que oscilan entre 20 y 30 años, pues no tienen libertad de expresión, estatutos funcionales, ni organizaciones sindicales que los represente, hay violaciones permanentes de los códigos laborales del estado, jornadas largas, horas extras mal pagadas.

A mayor escala esto parece un retorno al sistema de factoría inglés que pensábamos que habíamos dejado con el paso de los siglos.

Educación y Trabajo

En la actualidad la escuela tiene dos funciones principales:
• Dotar de las competencias formativas útiles para desempeñar muchos tipos de tareas.
• Reproducir el sistema de estratificación social vigente.

Estas dos funciones se cumplen desde cometidos diferenciados. La primera, desde la socialización para el mundo de trabajo y la segunda funciona como un mecanismo de distribución de las posiciones sociales, desde la estructura ocupacional, relativa al sistema productivo depende de la escuela.

Capacitación para el trabajo

La función más importante de la escuela es la formación de jóvenes para su incorporación al trabajo. El hecho y el funcionamiento de la escuela están determinados por sus funciones de capacitación y socialización para el trabajo, por eso los distintos actores sociales mantienen un consenso sobre el sistema educativo el cual debe formar los futuros ciudadanos trabajadores.

En este orden una de las corrientes más aceptadas fue la “teoría del capital humano” la cual establecía una relación positiva entre el nivel de educación y el acceso a los niveles de estructura ocupacional. El aumento del nivel educativo tendía entonces una incidencia favorable en las tasa de consumo y actuaría acumulativamente de generación en generación.

A pesar de la fe puesta en la escuela como instrumento de promoción social a través del trabajo, lo cierto es que el análisis sociológico de la educación formal ha puesto de manifiesto en las tres últimas décadas la falta de adecuación entre el nivel de estudio alcanzado y puesto de trabajo desempeñado.

La situación lejos de mejorar ha empeorado pues se ha verificado que una mejor educación no se convierte necesariamente en el incremento de la producción. A raíz de este hecho surgen dos teorías que explican la relación educación-trabajo; que son la teoría de la correspondencia (marxista) y la teoría credencialista (weberiana). La primera (marxista) sostiene que los sistemas educativos se extendieron y generalizaron no por dotar a la población de una formación para el trabajo sino responder a los sistemas de control social generado por la industrialización y urbanización y por reconducir nuevos valores familiares, laborales y comunitarios que ponían en juego la autoridad del estado y el orden capitalista.

La segunda teoría (weberiana) sostiene que los títulos académicos sirven de moneda de cambio en el mercado laboral y en el mercado de las posiciones sociales.

Esta teoría estima que los títulos no reflejan los conocimientos ni las competencias cognitivas de sus poseedores, sabiendo que la experiencia es la que arroja el verdadero conocimiento. Los empleadores tendrán que buscar personas adaptables y los títulos son muestra de esa capacidad de adaptación.

Distribución de las posiciones sociales

La ideología de “Estado de Bienestar” se impuso en los países que sufrieron la influencia de los Estados Unidos después de la segunda guerra mundial.

La educación se ha convertido en ese mecanismo de distribución de las posiciones sociales para que no recayera solo en la propiedad y el mercado. El plan era igualar las oportunidades de toda la población sin importar su origen.

El modelo de la sociedad abierta e igualitaria ha encontrado en la educación el instrumento para compensar los meritos del individuo (capacidad, inteligencia, esfuerzo, disciplina, etc. al terminar la trayectoria escolar. (Meritocracia)

Según Julio Carabaña, en este nuevo sistema las posiciones sociales se distribuyen de acuerdo al mérito y la cualificación no según la filiación hereditaria. La educación formal es el medio principal para adquirir las cualificaciones sociales, para todo el individuo el acceso a la educación formal depende sólo de sus preferencias y capacidades. Estas capacidades intelectuales se distribuyen al azar entre los grupos poblacionales.

Este sistema de la distribución busca que la gente piense que no existe exclusión ni diferencias salvo las impuestas por la naturaleza.

Las posiciones sociales más deseables son muy escasas y están repartidas al margen de la educación la cual sigue siendo la reproductora de la cultura de las clases dominantes.

Conclusión

La globalización ha traído consigo el desarrollo de tecnologías de la información que han impactado las diferentes formas de enseñanza. En el actual proceso de la globalización el acceso masivo a la educación es un fenómeno social prodigioso en si mismo pero no asegura la conclusión ni calidad de los estudios.

La educación es en realidad la adquisición de una segunda naturaleza, de un hábito mental, como decían los grandes maestros, que impregna toda conducta y todo el saber.

En estos tiempos es necesario que todas nuestras acciones educativas estén diseñadas con un enfoque global, integrada regional e internacionalmente. Debemos reconocer que los cambios globales han sido tan vertiginosos que la educación no ha podido asimilarlos ni incorporarlos todavía.

Estamos entrando con nuevos hábitos, buenos y malos, en la educación del tercer milenio. En este proceso de globalización de la educación las empresas jugaran un papel protagónico cada día más importante. Las empresas saben adaptarse a los cambios del mercado con mucho más rapidez que las instituciones educativas, tanto así que muchas empresas deberán asumir la educación de su personal, la cual por ahora se llama capacitación.

La pregunta es: ¿Por qué siguen tan desconectados aún el mundo de trabajo y el mundo de la educación?

¿Qué diferencia hay entre aprender y trabajar? ¿Se puede aprender sin trabajar? O ¿Se puede trabajar sin aprender?

En efecto muchas empresas tienen vínculos con universidades con la finalidad de que formen superhombres acoplados a sus exigencias, pero que no piensen ni actúen mas allá del restringido ámbito del mercado capitalista, enfatizando las competencias comunicacionales e informáticas, con la condición de que sean analfabetos políticos.

Hablando de una globalización de la educación, el Estado deberá cambiar su orientación pues los países empezarán tarde o temprano a “vender y a comprar” educación.

Se puede observar a lo largo de la historia una relación muy estrecha entre las formas y contenidos de la enseñanza con los sistemas sociales de producción de bienes y servicios.

En el nuevo milenio se preparan otras pautas productivas, entramos de lleno en la era del conocimiento. Las nuevas empresas funcionan con enorme flexibilidad y multiplican sus servicios por todo el planeta. Necesariamente la educación ha de variar en consecuencia, son imperiosos los reclamos por un cambio profundo en la educación de las nuevas generaciones.

La educación es un servicio cuya demanda crece en forma rápida. Es el momento de generar nuevos “empresarios de la educación” que contribuyan a derribar las murallas que separan a las diferentes comunidades educativas del mundo, con la esperanza de que este nuevo tipo de empresa educativa globalizada no convierta a la educación en una mera subsidiaria de las empresas de medios y comunicaciones.

Muchos ven en la globalización un proceso de concentración y centralización en el ámbito del capital, el poder, la información, el saber, la riqueza, la toma de decisiones, etc., pero no ven que esta misma dinámica puede producir (y lo hace), descentralización.

El entramado global, escribe Zymunt Bauman, caracterizando una dimensión concreta de la globalización, desagrega la sociedad mundial que anuncia.

Lo nuevo de la era global es que se ha perdido el nexo entre pobreza y riqueza, y esto es a causa de la globalización que divide a la población mundial en ricos globalizados, que dominan el espacio y no tienen tiempo y pobres localizados, que están pegados al espacio y tienen que matar su tiempo, con el que no tienen nada que hacer.

Es cierto que se están alcanzando niveles en el desarrollo de las comunicaciones y el tratamiento y utilización de la información, que esta provocando avances espectaculares en nuestra sociedad. Pero también es cierto que la distancia que separa el mundo desarrollado y el que vive bajo el umbral de la pobreza y el subdesarrollo cada vez es mayor.

En educación se impone un cambio obligado en el modo de organizar el proceso de enseñanza y aprendizaje, de modo que podamos introducir a nuestros alumnos en la utilización adecuada en estos poderosos instrumentos. Los docentes tenemos que desarrollar la sensibilidad necesaria para comprender estos fenómenos que están configurando la forma de vida en nuestro planeta, de manera que ayudemos a nuestros estudiantes a comprender adecuadamente la sociedad en la que viven.

Bibliografía

• Losada, Díaz y Rojo Villada, P.”Educación y globalización.
• Ramírez Fernández, A. “Condiciones de trabajo y globalización”(ll) (OIT- SE- 3792-06)
• Petras, J.”América Latina: De la Globalización a la Revolución. (HomoSapiens, ediciones)
• M. Gómez “Empleo, educación y calificaciones” ¿Dónde está la modernización en el mercado de trabajo? Enhttp://www.argiropolis.com.ar
• Banco Mundial “Aprendizaje permanente en la economía global del conocimiento.
• González, Manuel Jesús (1999): La Universidad del siglo XXI: libertad, competencia y calidad. Circulo de empresarios, Madrid.
• Ortega y Gasset, José (ED.1972) “La rebelión de las masas” Revista de occidente, Madrid.


Autor:
Juan López Arias
Irene Sena
José A. Javier Javier
COORDINADOR:
JUAN RODRIGUEZ MA.
PROFESOR:
DR. JOSE SOLER
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO
UASD
FACULTAD DE HUMANIDADES
UNIDAD DE POSTGRADO
MAESTRIA EN ENSEÑANZA SUPERIOR
ASIGNATURA:
EDUCACION, SOCIOLOGIA Y POLITICA
Santo Domingo; República Dominicana, 1 de junio del 2009.
(Fuente:monografías.com)

EL CHAVISMO NO PUEDE PERDER LA MAYORÍA EN AN


Trataría de darle “el valor de referendo y decir que el Presidente debe renunciar”

Britto García: Si la oposición gana la mayoría en la AN “desde luego que intentará un golpe a la paraguaya”


En la lucha política por la Asamblea Nacional el chavismo debe aprender de la Revolución Soviética, debilitada por la burocracia; de la Revolución Sandinista, que perdió las elecciones presidenciales ante “una mediocre candidata” y de AD y Copei “que terminaron desplomándose debido a la corrupción interna”, advierte el escritor, intelectual y abogado, en entrevista con el Correo del Orinoco





Hace un par de semanas, el intelectual, abogado y escritor venezolano Luis Britto García publicó un artículo de opinión en el cual narró un episodio de la vida de Alejandro Magno: cómo prefirió derramar el agua contenida en un casco porque no alcanzaba para él y para sus guerreros (sacrificio); cómo un navío español llegó a lo que hoy es Nueva Esparta sin los pesos de oro con los que supuestamente partió de Cádiz -porque algún vivián se los robó- y cómo Chiank Kai Shek perdió ante Mao por amparar los chanchullos de poderosos (corrupción que se tapa); también, cómo Acción Democrática perdió por siempre el poder debido, entre otros factores, al fraude de Recadi, que quedó con solo un ciudadano chino como responsable.

Más de uno debe haber tragado grueso al leerlo; más de uno debe haberse disgustado pero seguramente más de uno habrá pensado cómo encajar el golpe y actuar. El Correo del Orinoco amplió con Britto García -vía correo electrónico- algunas de sus reflexiones.

-Usted plantea que el sacrificio de la dirigencia genera la lealtad de la base. ¿Qué implica ello en la Venezuela del presente?

-Pues bien, en la Venezuela del presente advertimos infinidad de personajes que se han hecho ricos o disfrutan de espléndidos ingresos usando un maquillaje bolivariano o revolucionario que nunca se les vio emplear en los tiempos duros, antes de que Chávez llegara al poder. Algunos ni se han molestado en maquillarse: fueron, son y seguirán siendo figurones sin relieve y con privilegios. Este modo de vida los separa del que soporta el ciudadano de a pie, con la escasez, las colas, y los engorrosos trámites imposibles de cumplir que inventa la burocracia para crear siembras de gestores y cosechas de corrupción.

-También afirma que “por salvar rateros se pierden imperios”. ¿Ello implica, en su criterio, que se debe reforzar la lucha contra la corrupción en el presente? ¿A quién le envía el mensaje?

-Pues bien, el propio presidente Maduro afirma que entre empresas de maletín e importaciones fantasmas desaparecieron unos 250 mil millones de dólares ¿Cómo pudo esfumarse tal magnitud sin colaboración de importantes gerentes del otorgamiento de divisas?¿Sabemos los nombres de los responsables verdaderos, y no de algún infeliz empleado de menor rango? ¿Se los está enjuiciando?
APRENDER DE LA HISTORIA

-Usted llama a aprender de la historia. ¿Qué debe aprender el chavismo? ¿Qué debe aprender la oposición?

-El chavismo debe aprender de la Revolución Soviética, magnífica obra humana que fue cercenada por un bloqueo de más de 70 años por parte del imperialismo, que la obligó a gastar su excedente económico en armamentos defensivos y a endurecer la seguridad interna, pero que también fue debilitada por una burocracia que se separó del pueblo. Debe aprender de la Revolución Sandinista, a la cual también una prolongada agresión llevó al extremo de que el pueblo votara por una mediocre candidata, que significaría el cese de la agresión de la contra. Debe, en fin, aprender de Acción Democrática y Copei, contra los cuales los izquierdistas nos estrellamos durante 40 años, y que terminaron desplomándose debido a la corrupción interna, que desvió el gasto social hacia los bolsillos de los corruptos. La oposición debe, entonces, aprender de sí misma. Los partidos populistas a pesar de sus defectos y de sus excesos represivos atrajeron consecutivamente el voto popular, hasta que la corrupción los tentó a abandonar la inversión social y aplicar un paquete neoliberal suicida. Si quieren frustrar toda esperanza, allí tienen ese revólver para matarse. Y por lo que veo, los sigue tentando.
GOLPE A LA PARAGUAYA

-Si la oposición gana la mayoría de la AN, ¿intentará un golpe de Estado a la paraguaya? ¿Qué podría ocurrir? ¿Es imposible la convivencia entre un Ejecutivo socialista y un Legislativo opositor?

-Pues, en primer lugar, la oposición trataría de darle a ese hipotético resultado valor de “referendo”, y decir que el Presidente debe renunciar. En segundo lugar, gane o pierda la mayoría, volverá a lanzar otra oleada de cortes viales terroristas, la cual es su respuesta ante cualquier elección desde que perdió la capacidad de convocatoria de las masas para la calle. En tercer lugar, desde luego que intentará un golpe a la paraguaya. En nuestra Constitución los ingenuos o los malintencionados que la redactaron incluyeron tantas trabas para gobernar, tantas formas de acabar con los gobernantes legítimos, que seguramente los opositores las activarán. No las detallo, porque no quiero darles ideas ni hacerles la tarea. En cuanto a la convivencia, el bolivarianismo lleva 16 años tratando de convivir, sin recibir más que golpes de Estado, lock outs patronales, sabotajes petroleros, campañas mediáticas venenosas, intentos de magnicidio, invasiones paramilitares injerencias imperiales y guerras económicas. Está en la naturaleza del capitalismo tratar de asesinar al socialismo. Me gusta repetir mi parábola del Gallinero Mixto: Un granjero monta una granja mixta, la mitad de gallinas y la otra mitad de zorros. A la semana, los zorros se han comido las gallinas y se comen al granjero.

-¿Qué debe hacer el chavismo de base, en su opinión, en las elecciones parlamentarias?

-Pues bien, votar por las organizaciones revolucionarias, tratando de no desperdiciar su voto diluyéndolo en grupos que pudieran estar bien intencionados, pero que no lograrán llevar representantes. Y también, aunque es ya tarde para esta recomendación, tener mucho cuidado con las personas que postulan. Hemos visto el espectáculo inconcebible de una Asamblea Nacional toda roja rojita, 100% bolivariana y de partidos revolucionarios, que terminó su periodo sin haber transformado en socialista la legislación del país. Hemos visto candidateados a la Asamblea personajes sin la menor formación ideológica, que saltaron masivamente la talanquera, participantes en masacres o partidarios fervientes de que tribunales extranjeros decidieran sobre los contratos de interés público. Con ellos cualquier triunfo revolucionario se disuelve. Esperamos que este no sea el caso en los próximos comicios, que decidirán el destino o el desatino de Venezuela.
T/ Vanessa Davies
F/ Archivo CO


Jesus C dijo:

El maestro Britto García es uno de los pocos, si no el único intelectual, que se atreve a advertir, a criticar constructivamente al gobierno. Todo lo que escribió en su artículo “lecciones de historia” debería ser leído por todo funcionario del gobierno. Hay muchos que se creen “propietarios del estado”, para usa palabras de Sergio Massa, y se les olvida que simplemente son funcionarios públicos, con cargos temporales. Lo que acaba de ocurrir en Argentina debe servir de alerta al gobierno. Una mala gestión gubernamental es la peor propaganda y el peor enemigo. Un buen gobierno lidera con el ejemplo, como lo hizo Mujica, sin ostentaciones vergonzosas, con humildad y sin ambiciones estériles de poder. Hay vientos de cambio en América Latina y que quien no se adapta a esos cambios con pragmatismo e inteligencia no permanece.
# 23 noviembre 2015 a las 9:37
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domingo, 22 de noviembre de 2015

MOVIMIENTO 30 DE JUNIO: TALLER HERMANAS MIRABAL.

El Movimiento 30 de Junio este viernes 20 y sábado 21 celebro el TALLER HERMANAS MIRABAL.



Este encuentro taller se realizo en las hermosas y escarpadas montañas de Rio Blanco Bonao, en el “Centro Vacacional Rio Blanco”. Fueron dos días de intenso trabajo en lo que se avanzo en la definición de los Orígenes y Propósitos del M30J.


Los que hemos tomado la decisión histórica de crear este espacio llamado Movimiento 30 de Junio nos hemos inspirado en el legado de amor a la patria que heredamos de nuestro Padre fundador de la República Juan Pablo Duarte, de nuestro eterno General Gregorio Luperón y del Apóstol Maestro Profesor Juan Bosch. 

En este espacio, en esta corriente de pensamiento Boschiana, aspiramos a una sociedad de oportunidades, sin exclusión y que todos los Dominicanos podamos vivir en dignidad tal como lo soñaron Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y Juan Bosch.

El Boschismo, es una es una teoría, una práctica, una acción, un método, un enfoque del Estado y la sociedad.


En esa línea de pensamiento y propósito entendemos que hoy, más que nunca, en la República Dominicana, se hace impostergable una nueva forma de hacer política.

¿Cuál sería la nueva forma de hacer política?

En el movimiento 30 de junio debemos crear metodologías de intervención social seria y transparente, con una fuerte y profunda sensibilidad humana, nada de demagogia, populismo y clientelismo.

Nuestra iniciativa hunde sus raíces en los referentes históricos que le dieron origen al PLD. Muy especialmente en el pensamiento ético, humanista y patriótico enarbolado por el Profesor Juan Bosch. 

El 30 de junio se define como un amplio movimiento democrático en una concepción de progreso de la sociedad y enarbola como principios: 
La promoción de los valores históricos, culturales, socioeconómicos y humanistas de la República dominicana. 

Tiene como proceso de toma de decisiones el centralismo democrático y rechaza cualquier forma de dirección autoritaria o despótica.
Objeta el paternalismo y el clientelismo como respuesta a los males que afectan a nuestro país.

La participación política debe entenderse como una tarea de servicio público y representación de los diversos intereses y aspiraciones de la sociedad.

Esta forma de hacer política debe ser compromiso de cada uno de las y los miembros del Movimiento no sólo de cara a la sociedad sino también en nuestra actividad al interior de la organización, donde debemos actuar con responsabilidad y discreción para resolver nuestras diferencias. 

En sus Líneas programáticas y estratégicas el movimiento 30 de junio se propone ser un movimiento político nacional en permanente transformación interna, interactuando a lo interno y externo del PLD, aspirando a ser un ente de moderación y equilibrio de las distintas fuerzas que pernoctan a lo interno de la estructura orgánica del PLD, manteniendo el compromiso de anticipar y adecuar sus planes, programas y acciones a los cambios vertiginosos del mundo moderno, mediante la integración de propuestas visionarias y estrategias de largo plazo que lo ubiquen como una corriente de vanguardia entre las distintas fuerzas que interactúan a lo interno del PLD.



Diomedes Núñez Polanco, Feliz Martinez, Luis Simo, Marcelo Puello, Alberto Cruz, Domingo Núñez,Ramon Anibal Gomez, Ramon Martinez. Miguel Madera, Ernesto Reyes,Esteban Polanco, Profesor Liranzo, Maria Ysabel, Ramon F. Reinoso, Juan Almanzar, Jose Vasquez, Compañero Smith …

Domingo Nuñez


viernes, 20 de noviembre de 2015

El Sistema histórico se desmorona



Lecturas desde el Sur para pensar la vida a futuro
Dogmatismo fundamentalista islámico, dogmatismo fundamentalista occidental


El Sistema histórico se desmorona. Quizá un eco o una réplica, si se quisiera, de la Crisis que atravesó el Imperio Romano hacia el siglo III de la era cristiana, que se convirtió en Cristiandad hacia el siglo IV de nuestra era, específicamente el 337 d.C, una vez Constantino, en su lecho de muerte, se convirtiera al cristianismo. Ergo: la Iglesia cristiana, inspirada en la vida, la “Ley de Dios”, giró para convertirse en Iglesia del Poder de Roma, la “Ley de este mundo”, que es, de manera borrosa si se quiere, el enemigo contra el que se enfrenta el Papa Francisco en la actualidad.

La expansión de la Modernidad, que según Hinkkelamert (2007) se ha traducido en la expansión de la Iglesia cristiana, ha urgido de un orden de guerreros que, según Aristóteles, debe estar dispuesto a hacer la guerra y no revoluciones, lo que se traduce en garantizar la reproducción del orden desigual que gira en torno a los privilegios de aristócratas y oligarcas.

Si bien el radicalismo y fundamentalismo islámico han cobrado la noche de ayer en Francia la vida de decenas de seres humanos, el fundamentalismo economicista, la concentración del poder en el formalismo de la democracia burguesa, la exclusión sistemática, la miseria y opresión que garantizan el sustento material del proyecto Greco/Romano, del cual el pueblo galo es heredero, se confronta, una vez más, en una lógica ideológica que utilizó históricamente la fe para minimizar al “Otro”, aquel que no siendo yo, funda el principio óntico y ontológico que permite cuestionarme, comprenderme y situarme como ser ad-viniente en el mundo (Dussel, 2014); se han radicalizado y complejizado de tal forma que la incomprensión del orden teológico monoteísta indo-europeo, donde lo uno y lo otro son lo mismo, Mahoma y Cristo como profetas que son eso, profetas, ha puesto a la vida del único planeta con capacidad de producirla al borde de la muerte.

Nuestra identidad colonizada, que ha sido formada en torno al sentido subjetivo y al orden funcional del proyecto Greco/Romano, antecedentes de la posibilidad lógica de la Europa latino-germánica de justificar racionalmente las relaciones vasallo feudales que les permitió reproducir la esclavitud durante el Renacimiento, la Ilustración y la Modernidad que ha desencadenado en el recrudecimiento de los pilares constitutivos de este orden desigual, Sexismo/Racismo/Clasismo, denominada en Baraona (2009) como Hipermodernidad, dan una explicación “natural” a la miseria, la opresión, la exclusión que constituyen la base material sobre la que se ha expandido la “civilización”, la “democracia” y en la actualidad el “desarrollo” capitalista, lo que nos inhibe de identificar el potencial transformador que nos brinda la actual coyuntura planetaria que socava las bases materiales y racionales del “Sistema histórico” que no es otro que el proyecto contenido en la Modernidad-Colonialidad. La posibilidad se tensa entre reproducir o eliminar la esclavitud, las relaciones de dominio de la especie humana consigo misma y con todas las otras formas de vida.

La invasión en Siria, Afganistán, Irak y Yemen; los ensayos militares en aguas del sudeste asiático, en la actualidad en conflicto internacional; los golpes blandos que experimentan en la actualidad Ecuador, Venezuela y Brasil; así como la intervención institucional y la ocupación militar en suelo africano dan cuenta que el sueño romano de ser un Imperio donde el día y la noche coexistan en la inmensidad de su espacio, les ha llevado a tal delirio que las armas ideológicas y técnicas para la muerte, desplegadas como condición para el despliegue ontológico occidental, hoy se vuelcan en su contra.

Occidente, que en la actualidad es dirigido por la misma brutalidad, bestialidad, deshumanidad, barbarie que justificó el primer genocidio global, ocurrido en “nuestra América”, en el que desaparecieron de la faz de la tierra 150 millones de seres humanos entre 1492 y 1800, tiempo en el que se reconfigura el orden y geografía occidental sólo para aniquilar y desaparecer, hasta la actualidad, alrededor de 50 millones más de seres humanos en el espacio inventado y nombrado como América Latina. Este holocausto recientemente ha cumplido 524 años de vigencia y continúa en desarrollo.

Las sociedades, comunidades, pueblos, naciones y nacionalidades que integramos esta hermosa tierra, donde se “junta España con China” (Balbuena, 1990), tenemos la responsabilidad de pensar la vida a futuro con seriedad si es que consideramos que en algo nuestro pensamiento pueda incidir y, si coincidimos con los Guaraguaos de Venezuela, con que “no basta con rezar”.

Si nuestros muertos, hombres y mujeres, jóvenes, niñas y niños de nuestra tierra, mueren abatidos por la miseria promovida por una lógica que no es nuestra sino impuesta; si la guerra contra el narcotráfico ha significado la muerte de hombres y mujeres, jóvenes, niñas y niños de nuestra tierra mientras los gringos continúan consumiendo la “Coca” producida por los carteles latinoamericanos, dejando en evidencia que no son las drogas el objetivo de su guerra sino la competencia a la que se enfrenta en cartel de Washington: los carteles latinoamericanos; si las armas con las que se matan hombres y mujeres, jóvenes, niñas y niños de nuestra tierra son de producción estadounidense (armas Glock y AR-15), judía (Uzi 9mm) y/o soviético-rusa (AK47), para garantizar los excesos y los vicios occidentales así como su fundamentalismo genocida, es tiempo para que nosotras y nosotros, las y los nadies del mundo pensemos las preguntas para hacer la vida posible, ya que la respuesta que ha impuesto el proyecto Greco/Romano ha sido la muerte.

El mar Mediterráneo, en la actualidad convertido en un cementerio de la masacre Occidental en Siria, Afganistán, Irak y Yemen, refleja una realidad con la que no sólo hay que solidarizarse sino actuar desde la ética cristiana de la “Ley de Dios” y no de la “Ley de este mundo”. Lo anterior sugeriría actuar desde una ética bíblica revolucionaria que reza: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Esta y cada una de las guerras expansionistas que ha promovido Occidente, de forma ininterrumpida desde el siglo XV, son posibles en contextos globales interconectados como el actual cuando, como humanidad, hemos guardado “un silencio más parecido a la estupidez”, como pensara Martí.

La posibilidad de la humanidad de producir la vida en el presente para que esta tenga sentido de ser vivida en el futuro es responsabilidad nuestra, la de las y los invisibilizados, olvidados, marginados, minimizados, explotados humillados, empobrecidos, en fin, las y los nadies del Sistema histórico Moderno-Colonial actualmente en crisis, que por ser nada lo somos todo.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

la ofensiva de la derecha contra Los gobiernos progresistas en América Latina


CRISTINA DE ARGENTINA

Son muchos los partidarios que se inclinan por el fin del llamado "ciclo progresista" en América Latina. Pero a veces se refieren propiamente a los gobiernos post-neoliberales en dificultades; en otras ocasiones, a las diversas formaciones políticas de la izquierda y, en no más de las veces, a los movimientos populares también denominados sociales. El hecho es que cuando uno termina de leer los artículos, proclamas, manifiestos y consignas referidos a estas temáticas queda esa duda que en la gran mayoría de los casos desafortunadamente no termina de despejarse.

Es a lo que alude un articulista cuando advierte que:

"…el debate, en muchos de los casos, parte de al menos dos matrices desacertadas que desorientan el diagnóstico y reducen la compleja óptica de los procesos.El primer traspié analítico consiste en poner el foco casi exclusivamente en lo que emana desde las esferas gubernamentales, en explicar los ciclos políticos sólo a partir de las administraciones públicas o, en el mejor de los casos, de las pugnas entre bloques de la clase dominante. Esta visión sólo entiende la política ‘desde arriba’. Ningunea así, y menosprecia, los procesos sociales que atraviesan al campo popular, los avances y retrocesos en niveles de conciencia y organización que protagonizan los pueblos. El segundo enfoque errático es la tendencia a uniformar todos los procesos post-neoliberales. Ya sea por pragmatismo, superficialidad o conveniencia política, se esconden bajo la alfombra sus notorias diferencias metiendo en la misma bolsa a proyectos con raíces, improntas y horizontes estratégicos muy disímiles". [1]

Hay que aclarar que un gobierno post-neoliberal no necesariamente es de izquierda, por más que a su interior existan e interactúen fuerzas, agrupamientos e individuos de izquierda como son los casos de Argentina y Brasil que practican políticas desarrollistas con cierta orientación progresista, si entendemos por ello la redistribución de ciertas porciones del producto social anual a través de la política pública entre las clases sociales proletarias y populares, pero sin dejar de lado las prácticas pro-capitalistas de corte neoliberal.

En el caso de gobiernos de (centro) izquierda, ejemplarmente Venezuela, que se pronuncian abiertamente y sin tapujos partidarios del socialismo e implementan políticas públicas populares orientadas a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera en ámbitos como salud, bienestar social, educación, salarios, prestaciones (como jubilaciones y pensiones), alimentarias, etcétera, y todo ello a pesar del constante boicot de la derecha política y empresarial en contubernio con las fuerzas más obscuras y reaccionarias del imperialismo norteamericano, así como con los medios de comunicación locales e internacionales. [2] Tenemos aquí también confluencia de poderosos movimientos organizados de los sindicatos y de la clase obrera, de la juventud rebelde, de las organizaciones populares de los barrios y de entidades como partidos políticos y fuerzas de izquierda que se movilizan en defensa de la revolución bolivariana encabezada por el PSUV y el presidente Maduro en esa nación sudamericano-caribeña.

Otra variante se encuentra en Bolivia donde la orientación del gobierno del MAS impulsa un presunto "capitalismo andino-amazónico" cimentado en las políticas del Estado plurinacional y en fuertes movimientos indígenas y obreros, particularmente la COB. En este sentido el vicepresidente boliviano escribe:

"Los desafíos de la izquierda en la gestión de los asuntos públicos serán muchos y complejos pero, como hemos señalado a lo largo de la campaña electoral, nuestras fuerzas se encaminarán fundamentalmente a la puesta en marcha de un nuevo modelo económico que he denominado, provisoriamente, 'capitalismo andino-amazónico'. Es decir, la construcción de un Estado fuerte, que regule la expansión de la economía industrial, extraiga sus excedentes y los transfiera al ámbito comunitario para potenciar formas de autoorganización y de desarrollo mercantil propiamente andino y amazónico". [3]

El autor da dos razones por las que, en el corto plazo, supuestamente, no se puede impulsar el socialismo en ese país. En primer lugar debido a que, según él, el proletariado es minoritario y políticamente inexistente y en segundo lugar, porque el "potencial comunitario" está muy debilitado y fraccionado en infinidad de "estructuras familiares". El hecho es que aquí se observa una fuerte conducción del proceso por el gobierno en el sentido señalado bajo un régimen de subordinación corporativa de las masas populares indígenas y obreras hacia el Estado, el cual tendría como misión superar aquélla condición para afianzar la transición, en el largo plazo, al socialismo.

La característica común de los cuatro casos aquí señalados es que se trata de formaciones sociales capitalistas dependientes post-neoliberales cimentadas estructuralmente en patrones de acumulación y de reproducción de capital de carácter primario-exportador extractivistas, que los hace extremadamente vulnerables a las coyunturas desfavorables por las que atraviesa frecuentemente la economía capitalista mundial, como ocurre hoy en día en que la crisis ha provocado una inusitada caída de los precios de las materias primas que constituyen la base de la mayor parte de los ingresos de esos países.

El actual ciclo progresista latinoamericano en curso surgió del agotamiento y crisis tanto del dictatorial — al que antecedió el oligárquico-terrateniente y el populista — como del democrático neoliberal que en su despliegue dibujó tres etapas desde mediados de la década de los ochenta del siglo pasado.

La primera etapa — transición de las dictaduras a los gobiernos civiles — incluye gobiernos tan heterogéneos como el de Alan García, en Perú; el de Raúl Alfonsín, en Argentina; de Miguel De la Madrid, en México; de Julio María Sanguinetti, en Uruguay y José Sarney Costa, en Brasil.

La segunda etapa — finales de los ochenta y mitad de los noventa— incluye al presidente Carlos Andrés Pérez, de Venezuela; Carlos Saúl Menem, de Argentina; Paz Zamora, de Bolivia; Luis Alberto Lacalle, de Uruguay; Carlos Salinas de Gortari, de México y Collor de Mello, de Brasil.

Una última etapa — segunda mitad de la década de los noventa — incluye los gobiernos de Alberto Fujimori, en Perú; de Carlos Saúl Menem, en Argentina; de Ernesto Zedillo, en México; de Rafael Caldera, en Venezuela; de Gonzalo Sánchez de Lozada, en Bolivia y de Fernando Henrique Cardoso, en Brasil. [4]

El ciclo rupturista post-neoliberal y los gobiernos progresistas

Una cuarta etapa , que denominamos rupturista post-neoliberal, — que en realidad debería ser la primera de la era progresista en América Latina — se origina con el gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela (2 de febrero de 1999) y, más tarde, con el de Evo Morales y el MAS en Bolivia (diciembre de 2005); de Rafael Correa ( 15 de enero de 2007 ) en Ecuador, particularmente, por el énfasis puesto en su carácter "centro-izquierdista" en el espectro político, pero que preferimos caracterizar simplemente como gobiernos progresistas, aunque en se desempeñen dentro del paradigma del capitalismo dependiente y subdesarrollado, con un despliegue de políticas desarrollistas de marcado carácter nacional y popular que los diferencia de los neoliberales y de la derecha ortodoxa y heterodoxa a la luz de su estrecha ligazón con movimientos indígenas, de campesinos, de trabajadores, estudiantiles e incluso de las clases medias. Sin embargo, no descartan hacer alianzas con las oligarquías y el capital privado nacional y extranjero y, aún, con las empresas trasnacionales, pero quizás con un mayor control del que resulta del dominio espacio temporal del paradigma neoliberal que deja completamente el proceso económico al “libre” juego de las fuerzas del mercado reduciendo al Estado a desempeñarse como un simple garante y custodio de esas políticas antipopulares y pro-imperialistas tan caras a nuestros pueblos y a las clases trabajadoras. En esta lógica obviamente se desempeñan gobiernos francamente neoliberales como el de México, de Perú, de Colombia y poco más matizados como el de Chile y de Paraguay.

En el contexto de la crisis capitalista mundial reciente (a partir de 2008-2009) y de los intentos de redespliegue de la hegemonía norteamericana en América Latina con Bush hijo y Obama, en la actualidad compiten encarnizadamente las últimas dos fuerzas políticas, ideológicas y gubernamentales — como fiel expresión de la lucha de clases y de la conflictividad social en la región — a través de los canales preferenciales de la vía electoral, la cual se caracteriza por ser el "eje" privilegiado de la democracia burguesa por parte de los ideólogos oficiales, de la socialdemocracia, los partidos políticos y de la derecha. Pero esta no descarta, como está ocurriendo en Venezuela, Bolivia y Ecuador, la utilización de la violencia, el boicot y el uso masivo de los medios de comunicación con el objetivo expreso de desprestigiar a los gobiernos en turno legítimamente electos por la ciudadanía. Fuera de esta vía, se dice, cualquier otra movilización o alternativa es "inviable" y está condenada de antemano al "fracaso" o, finalmente, es víctima de la represión por parte del Estado que ejerce, así, una de sus funciones consubstanciales en tanto órgano representativo de los intereses generales de las clases dominantes como ha ocurrido recientemente en múltiples ocasiones en Brasil.

En un interesante libro originalmente publicado en México inscrito en la teoría marxista de la dependencia y reeditado por la Universidad de Santa Catarina en Brasil [5] en su Prefacio a la edición brasileña, Vania Bambirra afirma que:

"Muchos pensaron que el desmantelamiento del gobierno de Salvador Allende conduciría al ocaso de la teoría [de la dependencia]que había influenciado su programa, sin embargo, no ocurrió así. La misma continúo floreciendo como un marco teórico para la comprensión de la realidad de las sociedades latinoamericanas, no sólo en las obras de sus elaboradores, sus discípulos, como en las tesis y obras académicas, sino también en la influencia que ella ejerció sobre los liderazgos de los movimientos revolucionarios, y continúa ejerciendo sobre los gobiernos progresistas y socialistas que fueron electos y que están gobernando en varios países del continente". [6]

Y en seguida formula la siguiente pregunta: ¿por qué la ruptura de la dependencia estructural no es parte de la orden del día de los gobiernos progresistas latinoamericanos?

Obviamente que está pensando en los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador pero también en el de Brasil. Y nos invita a reflexionar profundamente sobre ese tema esencial para el cambio social y el futuro de los pueblos de América Latina. Aclara que el camino al socialismo por la vía pacífica prácticamente en todo el mundo es una posibilidad muy remota y casi excepcional. Sin embargo, y sin dar un veredicto final al respecto, nos comenta en ese prefacio que el fenómeno de la emergencia de los gobiernos progresistas en América Latina ocurrió en un contexto de crisis que ella considera como una crisis terminal del sistema que puede conducir a una transición más o menos pacífica, aclara, sin guerra civil o insurrección general. Obviamente que la autora tiene en mente principalmente a Bolivia y Venezuela que intentan interferir en la política para acelerar el gran motor de la historia de la transformación y del cambio social rumbo al socialismo, aunque este último concepto tiene que ser ampliamente discutido para definir su contenido y significado, para lo que se puede recurrir, a nuestro juicio, a la teoría marxista de la dependencia (TMD) que es capaz de aprehender y aportar elementos teórico metodológicos novedosos para explicar la esencialidad de los fenómenos estructurales y político-sociales de la actualidad latinoamericana que, obviamente, no existían en la época en que la autora publicó originalmente ese espléndido libro que, al igual como ocurrió con otros autores, como Marini, fue doblemente silenciado tanto por el régimen militar como por los posteriores encabezados por los gobiernos civiles después de la democratización que ocurrió en el continente luego de 1985. [7]

Ciertamente que la teoría de la dependencia, en la vertiente de Marini, ponderó la lucha social y el cambio mediante procesos revolucionarios conducidos por sus respectivas vanguardias revolucionarias [8] , entendiendo, sin embargo, que no todo proceso revolucionario conlleva indefectiblemente una salida militar, por más que en algún momento pueda pasar por lo militar, como pueden ser hoy los de Colombia, inmersa hoy en un proceso de negociaciones con el gobierno tendientes a firmar la paz con las FARC-EP; o de Venezuela que, si bien conquistó el poder político pacíficamente mediante elecciones por las fuerzas bolivarianas conducidas por el comandante Hugo Chávez Frías, no ha estado exenta, como ocurre en la actualidad, de la violencia por parte de la derecha organizada como muestran dos fallidos intentos de golpe de Estado (11 de abril de 2002 y 12 de febrero de 2015) que fueron efectivamente conjurados por el gobierno bolivariano encabezado por el presidente Nicolás Maduro en contra de la derecha doméstica e internacional articulada con los gobiernos de Estados Unidos, de España y con los paramilitares colombianos comandados por el expresidente Uribe.

En Venezuela no está dada, de ninguna manera, la salida al Socialismo del Siglo XXI. [9] Estamos viendo las enormes dificultades por las que atraviesa actualmente el proyecto bolivariano — ¿socialista? — y su gobierno que, en un contexto de intensa lucha de clases, la derecha maltrecha, como la llama el presidente Maduro, y las clases dominantes opuestas a dicho proyecto no vacilan, en ningún momento, en utilizar la violencia — por ejemplo a través de las famosas guarimbas (disturbios callejeros, vandalismo y bloqueos de calles y avenidas) — y la fuerza en todos los sentido echando mano de todos los medios a su alcance para derrotar al gobierno constitucional de Venezuela para reestablecer y defender sus intereses con el apoyo norteamericano. Y lo mismo está ocurriendo en Ecuador donde la embestida de la derecha se empeña en desprestigiar para derrocar al gobierno de la Revolución Ciudadana a través de lo que Rafael Correa denomina "golpe suave" con el pretexto de la propuesta oficial de la ley de herencias y plusvalías que afecta los intereses de la poderosa oligarquía enriquecida del país que representa menos de 2% de la población.

No hay que perder de vista que está en pleno desarrollo una embestida brutal, articulada, de la derecha y la ultraderecha latinoamericana contra todos los gobiernos que son identificados por esas fuerzas como progresistas, de contenido y vocación social comprometidos con proyectos económico-sociales y políticos, por lo pronto, alternativos al neoliberalismo. Así, la solución pacífica o violenta no es un asunto resuelto ni por el gobierno ni por el pueblo venezolano o por los otros gobiernos: va a depender de la correlación de fuerzas y del desarrollo futuro de los acontecimientos en esos países, a nivel de la región y — cada vez más intrincado — en el internacional.

A mi parecer el ciclo de los gobiernos progresistas en América Latina no está agotado, ni mucho menos, sino que permanece en una suerte de encrucijada que se tuene que resolver. En primer lugar debido al hecho de mantener el statu quo caracterizado por la crisis económica, los embates inflacionarios y de las monedas locales, los constantes asedios de la derecha contra el gobierno y la sociedad civil, la insuficiencia de alimentos por diversas causas, los problemas fronterizos como el que existe actualmente entre Colombia y Venezuela y la disputa territorial de ésta con el gobierno de Guayana por la posesión del territorio del Esequibo c uya soberanía reclama el gobierno bolivariano con base al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966. [10]

En segundo lugar, considero que al no radicalizar los procesos revolucionarios en curso tal vez en la dirección del llamado socialismo del siglo XXI — o de cualquier otra fórmula que esencialmente supere dicho estado de cosas — y no se auspicie un salto cualitativo para construir una nueva economía y sociedad cimentadas en la socialización de la propiedad privada de los medios de producción, en la abolición de las relaciones de explotación entre el trabajo y el capital y en el establecimiento de auténticas relaciones cooperativas y solidarias entre las personas, se mantiene y reproduce un permanente estado de tensión que pone en jaque la vigencia de los llamados gobiernos progresistas latinoamericanos que al mismo tiempo reanima y reproduce constantemente los procesos contrarrevolucionarios comandados por las derechas de esos países y del continente articuladas con el imperialismo internacional interesado en reimponer su dominación en el conjunto de la región.

En suma a nuestro juicio, la cuarta fase del proceso de democratización que hemos identificado como rupturista post-neoliberal — o primera del ciclo de los gobiernos progresistas respecto de las democracias restringidas y gobernables del pasado impulsadas por Washington — dependerá del curso de los acontecimientos latinoamericanos e internacionales en el futuro mediato e inmediato, de las luchas internas de clases en esos países y del fortalecimiento de los movimientos populares para estimular a sus gobiernos a radicalizar el cambio económico-social. Pero también podría constituir el preludio de una transición hacia un nuevo ciclo histórico que marque un avance sustancial de esos países y sociedades hacia la implementación de verdaderos procesos alternativos de construcción del socialismo latinoamericano del siglo XXI.

Venezuela: reforma o revolución

Como indicamos, el proceso venezolano configura la experiencia y el arranque del primer ciclo de los gobiernos progresistas en América Latina por la vía electoral con el triunfo de Hugo Chávez el 2 de febrero de 1999 como presidente de la república. Continúan en el torrente los gobiernos de Lula, en 01 de enero de 2003, Néstor Carlos Kirchner, 25 de mayo de 2003, de Tabaré Vázquez el 01 de marzo de 2005; de Evo Morales y el MAS el 22 de enero de 2006; de Daniel Ortega el 10 de enero de 2007; de Rafael Correa el 15 de enero de 2007; de Mauricio Funes el 01 de junio de 2009. Gobiernos como los de México, Colombia, Chile, Perú, Panamá o los centroamericanos — con excepción del salvadoreño y nicaragüense — los ubicamos fuera de este ciclo y en el tercero del democrático-neoliberal que gira completamente en la esfera de los intereses geopolíticos y estratégicos de Estados Unidos. Sin embargo, debemos subrayar que el ingrediente común de todos es mantener el sistema capitalista dependiente y asentarse en patrones primario-exportadores o manufactureros de producción.

De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) e n las últimas elecciones presidenciales verificadas el 14 de abril de 2013 los resultados fueron los siguientes : Nicolás Maduro obtuvo 7.563.747 votos (50,75%) y el opositor derechista Henrique Capriles, alcanzó 7.298.491(48,97 %) del total, lo que arroja una diferencia de 265, 256 votos o 1.78% que contrasta con los más de 10 puntos que en octubre de 2012 obtuvo Hugo Chávez sobre su contrincante. Estos resultados se pueden interpretar como la expresión de un relativo fortalecimiento de la derecha en ese momento, un cierto debilitamiento del bloque gubernamental y el aumento inusitado de la polarización social y política en el país que ya se manifestaba en acontecimientos de violencia, manifestaciones callejeras de descontento y en el intento de deslegitimar por todos los medios el proceso por parte de la derecha con el contubernio de Estados Unidos a través de la exigencia del recuento de los votos ante la estrechez de los resultados obtenidos. Incluso Estados Unidos condicionó su reconocimiento del nuevo gobierno al cumplimiento y verificación de esta exigencia. Lo anterior es un hecho revelador de que ya no opera el chavismo tal y como éste surgió históricamente hace 14 años; sino, más bien, un post-chavismo encarnado en Maduro, el Presidente de Venezuela que gobernará hasta las próximas elecciones presidenciales que se verificarán en el año 2019.

En el plano internacional, en el que se desarrolla el gobierno del presidente Maduro y sus políticas públicas, el capitalismo global acusa tendencias muy pronunciadas al (cuasi) estancamiento económico, como se observa en Europa y, en particular, en los países de la eurozona con énfasis en España, Portugal, Italia, Irlanda y Francia, para lo que ya alerta el FMI de la necesidad de concluir las reformas ("saneamiento bancario" le llama) para contrarrestar un inevitable tsunami económico que se producirá si no se adoptan para "salvar" el sistema financiero internacional y, a partir de aquí, retroalimentar con inversiones el sistema productivo capitalista. Se hizo recientemente en Grecia bajo el gobierno de Syriza pero ni se resolvió la crisis en ese país, ni mucho menos en el sistema internacional, siendo que solamente los grandes monopolios y empresas privadas del sector bancario-financiero como los alemanes salieron beneficiados.

El problema de fondo, a nuestro juicio, radica en el hecho de que durante todo el periodo en que ha gobernado el chavismo no se han realizado reformas de carácter estructural que, por un lado, rompan con la tradicional dependencia del país del mercado mundial y superen, al mismo tiempo, la correspondiente a la renta petrolera sobre la cual gira el ciclo del capital de la economía dependiente venezolana. En segundo lugar, no se estructuró un auténtico programa de transición al socialismo que verdaderamente revolucionara las relaciones sociales de producción, de propiedad y de explotación del trabajo por el capital. Es decir, instaurar un sistema de producción y planificación socialistas capaz de contrarrestar y superar la dinámica y la lógica estructural del capitalismo dependiente tal y como funciona en el país y en América Latina en el contexto global. Ciertamente que el programa inspirador de transición intitulado: Propuesta del Candidato de la Patria Comandante Hugo Chávez Para la Gestión Bolivariana Socialista 2013-2019 ( http://blog.chavez.org.ve/Programa-Patria-2013-2019.pdf ) establece los siguientes lineamientos relativos al Segundo Plan Socialista para el período 2013-2019:

a) Defender, expandir y consolidar la reconquistada Independencia Nacional después de 200 años

b) Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la ‘mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad’ para el pueblo.

c) Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe que garantice la conformación de una zona de paz en Nuestra América.

d) Contribuir al desarrollo de una nueva Geopolítica Internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del Universo y garantizar la Paz planetaria.

e) Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana.

El programa detalla — y desglosa el segundo punto relativo a la transición socialista y el socialismo bolivariano del siglo XXI — los objetivos, mecanismos y resultados esperados que conforman una estrategia integral para alcanzar sus metas finales tendientes, teóricamente, a superar el capitalismo, sus contenidos y formas de funcionamiento e injusticias en que se asienta materialmente.

La realidad histórica, es decir el proceso transcurrido durante el chavismo, es que éstos objetivos y mecanismos político-económicos han sido, o poco implementados por el gobierno en virtud de circunstancias políticas como el boicot que ejerce la burguesía y la derecha contra el gobierno o, bien, simplemente se han subordinado a la lógica y mecanismos de la dinámica capitalista que, bajo la forma de economía monoexportadora y dependiente, prevalece aún en el país bajo la hegemonía del petróleo.

Este punto es crucial para entender la problemática de la transición de una economía capitalista a otra socialista como propone el gobierno bolivariano, entre otras razones, porque históricamente los países que dependen de uno o dos productos estratégicos que los vinculan al mercado mundial o regional, como es el caso concreto del petróleo, son mucho más vulnerables al acontecer de la dinámica global que aquéllos que, sin dejar de pertenecer a la periferia capitalista, como Brasil, están más diversificados tanto en la producción como en los mercados y en sus cadenas distributivas y de consumo.

La prescripción de Petras respecto a que:

"Los tratados teóricos marxistas y los postulados de las 'transiciones al socialismo' que no tomen en cuenta el carácter profundamente clientelista del capitalismo venezolano no tienen relevancia alguna. La transformación de un capitalismo rentista en una economía productiva moderna con una administración pública capaz de ofrecer servicios sociales es crucial para la transición al socialismo venezolano del siglo XXI". [11]

Por supuesto que aquí habría que discutir si realmente es requisito previo lograr dicha transición para, después, realizar su consiguiente modernización y diversificación, implantar el socialismo. No parece ser este el proceso de experiencias previas ocurridas en América Latina, por ejemplo, en Cuba, en Nicaragua o, aún, en el Chile de la Unidad Popular donde transcurrió el proceso por la vía predominantemente electoral posteriormente frustrada por el golpe de Estado militar perpetrado por las fuerzas armadas bajo el mando del general Pinochet.

En estos casos, la transición operó sobre la misma base de la economía exportadora, aunque bajo una correlación de fuerzas (partidos, organizaciones sociales, populares y de trabajadores) proclive al socialismo que, en el caso de Nicaragua, fue frustrada al influjo de la guerra de baja intensidad y del carácter inconcluso de la revolución sandinista; elementos que, por cierto, fueron muy bien dosificados y aprovechados tanto por las fuerzas internas de la derecha, como por la política contrainsurgente de Estados Unidos en plena expansión en escala mundial.

Sin embargo, si en función de las peculiares circunstancias histórico-estructurales de cada país ocurren procesos de superación de la condición de dependencia de un solo producto (petróleo, cobre, café, hierro), es plausible pensar que pueden mejorar y facilitarse las condiciones de la transición en un país como Venezuela que ya cuenta con un gobierno de corte popular y progresista y que no es el caso, por ejemplo, de México o Perú, para mencionar a dos que se mueven incondicionalmente en el redil de la geopolítica imperialista de Estados Unidos.

Lo esencial, por tanto, es que no puede procesarse una transición al socialismo si no se transforman, destruyen y superan simultáneamente las relaciones sociales de producción, de explotación y de dominio, así como las correspondientes a la propiedad privada — que son consustanciales al sistema capitalista y a sus ciclos de funcionamiento — y se sustituyan por nuevas relaciones, modos de producción, de vida y de trabajo en comunidad.Las reformas emprendidas hasta ahora por el chavismo han dado pasos firmes en esta dirección, particularmente en lo concerniente a las nacionalizaciones y la política social de las Misiones; pero hay que reconocer que han sido insuficientes para construir un (nuevo) modo de producción socialista que realmente se constituya en soporte material, social, político e ideológico de la transición, la cual necesariamente afectaría el sistema de propiedad y de privilegios de la burguesía (sus negocios, sus tasas de plusvalía y de ganancia), encabezada por la derecha de Capriles y la Mesa de la Unidad Popular (MUD) con el apoyo de Estados Unidos. La reacción sería inminente en la defensa de sus privilegios de clase y corporativos.

Se pueden destacar varios factores que han bloqueado y postergado, hasta ahora, la transición desde la sociedad venezolana de las misses y del rentismo petro-dependiente y consumista al socialismo bolivariano del Siglo XXI: la reanimada lucha de clases, incluyendo la ideológica; la polarización social incrementada con los recientes resultados electorales, el constante boicot de la burguesía a los productos de primera necesidad con el fin de generar escasez y desabasto entre la población y causar descontento social; las tendencias recesivas e inflacionarias presentes en la economía venezolana, la dependencia de los presupuestos públicos de los ingresos petroleros, los problemas de violencia e inseguridad social estimulados por las élites dominantes y agrupaciones de derecha de las clases medias.

Todos estos fenómenos evidentemente contribuyen a crear un clima adverso, hostil y problemático para desarrollar la Gestión Bolivariana Socialista en una economía de renta petrolera fuertemente dependiente de la dinámica de los precios que establece el mercado mundial capitalista, en gran parte, controlado por el capital extranjero y las empresas trasnacionales de los países avanzados. En este terreno el desafío del nuevo gobierno consiste en cambiar esta estructura económica para, al mismo tiempo que aprovechar la renta petrolera, diversificar los sectores productivos y sociales bajo una gestión profundamente popular que evite su burocratización y la haga menos vulnerable a los vaivenes de la economía internacional.

De cualquier forma, la coyuntura actual no es ya la del ascenso del chavismo del periodo anterior; sino la de su consolidación y realización (potencial y tendencial) en cuanto proyecto socialista. Y si bien en todo momento las reformas son necesarias para avanzar en esta dirección, sin embargo, cada vez más, ante la coyuntura nacional e internacional, se hace impostergable profundizar el proceso revolucionario si es que no se quiere experimentar una reversión del camino andado hasta ahora de impredecibles consecuencias no solo para el país sino, incluso, para América Latina

En suma, el gobierno de Nicolás Maduro y la constelación de fuerzas políticas, sociales, culturales e ideológicas que lo respaldan como en el plano latinoamericano e internacional, tienen ante sí la enorme responsabilidad y un duro dilema: inclinarse por esta última alternativa — que necesariamente caldeará aún más los ánimos de la burguesía y de sus huestes de derecha y ultraderecha— o bien, en las inmediaciones de la crisis nacional e internacional, moderar sus acciones y demandas, limitar las reformas y moverse hacia el centro del espectro político venezolano, lo que necesariamente supondría hacer serias y trascendentes concesiones de impredecibles consecuencias a la burguesía y al imperialismo, mientras éstos lógicamente intentan manipular el proceso en beneficio propio manteniendo la tentativa de fraguar el golpe de Estado o utilizar cualquier otra medida, incluyendo la violencia, en el caso de que dicho proceso escape a sus intereses y a su control.


* Sociólogo, profesor-investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la FCPyS de la UNAM, México.

[1] Gerardo Szalkowicz ", A 10 años del NO al ALCA: ¿fin de ciclo, continuidad o retroceso?", 05 de noviembre de 2015, disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=205329.

[2] Un buen análisis al respecto se encuentra en: Maurice Lemoine, "La desestabilización en Venezuela sigue el patrón de Chile en 1972" , 04 de noviembre de 2015, disponible en:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=205249.

[3] Álvaro García Linera, El “capitalismo andino-amazónico”, Le monde diplomatique, s/f, disponible en internet: http://www.lemondediplomatique.cl/El-capitalismo-andino-amazonico.html.

[4] Cf. James Petras y Morley Morris, "Los ciclos políticos neoliberales", en James Petras, La izquierda contraataca. Conflicto de clases en América Latina y en la era del neoliberalismo, Ediciones AKAL, Madrid, 2000, pp. 162-187.

[5] Vania Bambirra, O capitalismo dependente latino-americano , IELA-Editora Insular, 2013 para su difusión en portugués para el público brasileño.

[6] Vania Bambirra, O capitalismo dependente …, op. cit., p. 26. Traducción del autor.

[7] Para este tema véase: Severo Salles, Lucha de clases en Brasil (1960-2010), Peña Lillo-Ediciones Continente, Buenos Aires, 2013.

[8] Véase: Ruy Mauro Marini, Subdesarrollo y revolución, Siglo XXI, México, 1985, 12ª ed. y El reformismo y revolución. Estudios sobre Chile, Ediciones ERA, México, 1976.

[9] Para el tema del Socialismo del Siglo XXI, véase: Hugo Chávez Frías, El socialismo del siglo XXI, Cuadernos para el Debate, enero de 2011, disponible en:https://www.google.com.mx/#q=ch%C3%A1vez+y+el+socialismo+del+sigglo+XXI .

[10] Véase: Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966 , Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela, en: http://esequibo.mppre.gob.ve/index.php/capitulo-v/15-articulos/35-el-acuerdo-de-ginebra-del-17-de-febrero-de-1966.

[11] James Petras, "El socialismo en un país rentista", http://www.rebelion.org/noticia.php?id=158616 , 03 de noviembre de 2012.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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